19 de octubre de 2023.- (Camino Católico) Homilía de Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, y lecturas de la Misa de hoy, XXXIII domingo de Tiempo Ordinario, emitida por 13 TV desde la Catedral de Toledo.
Evangelio: San Mateo 25, 14-30:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno fue hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos y se puso a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
“Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”.
Su señor le dijo:
“Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
“Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”.
Su señor le dijo:
“¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó también el que había recibido un talento y dijo:
“Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”.
El señor le respondió:
“Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Conque sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes”».
Camino Católico.- En la tarde del 4 de noviembre, en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Cardenal Raniero Cantalamessa, que es asistente eclesiástico de Charis, ha reflexionado sobre el encuentro personal con Jesucristo y la Renovación Carismática, en la conclusión del encuentro «Llamados, transformados y enviados» de «Charis», el Servicio Internacional para la Renovación Carismática. La meditación del Cardenal Cantalamessa ha precedido a las palabras de clausura del Papa Francisco.
Evangelio: San Mateo 14, 22-33:
Inmediatamente obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de él a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí.
La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario. Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos, caminando sobre el mar.
Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar.
Pero al instante les habló Jesús diciendo:
«¡Animo!, que soy yo; no temáis.»
Pedro le respondió:
«Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre el agua.»
«¡Ven!», le dijo.
Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús. Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó:
«¡Señor, sálvame!»
Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dice:
«Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?»
Subieron a la barca y amainó el viento.
Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo:
«Verdaderamente eres Hijo de Dios.»
Laura Montesinos cuenta su testimonio en este video de @3gether realizado en 2020 cuando ella tenía 34 años
Evangelio: San Lucas 17, 26-37:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.
Asimismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.
Así sucederá el día que se revele el Hijo del hombre.
Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en casa no baje a recogerlas; igualmente el que esté en el campo, no vuelva atrás.
Acordaos de la mujer de Lot.
El que pretenda guardar su vida, la perderá; y el que la pierda la recobrará.
Os digo que aquella noche estarán dos juntos: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán».
Ellos le preguntaron:
«¿Dónde, Señor?».
Él les dijo:
«Donde está el cadáver, allí se reunirán los buitres».
La razón de mi vida fue darle concepto a todo, intelectualmente traerlo todo a tierra. Yo era mi propio juez, según los cánones que yo decidía. Pero llegó un momento en que la imagen que veía en el espejo no me gustaba. Eso me llevó a replantearme mi matrimonio, el trabajo… Un familiar me invitó a un retiro de Emaús, y por respeto, fui. Perderme por 48 horas no me vendría absolutamente mal. No sabía de qué se trataba. No iba a poner ninguna expectativa. La única que tenía era descansar mentalmente, ver que hacía con mi matrimonio, con mi trabajo y mi vida», explica en un vídeo de la Diócesis de Málaga.
Aquel fue el inicio del cambio en la vida de Víctor. «¿Cómo entender que en 48 horas logras sentir a Dios? Fue espectacular. Otra cosa que sentí fue el espíritu de servicio al que Dios nos tiene llamados por qué entendí que además de seguirlo a Él, el amor que Dios nos da hay que transmitirlo a las otras personas. Y eso precisamente es servicio.. Aquel fin de semana aún no ha terminado siete años después. Experimenté el amor que Dios nos tiene, y siento la necesidad de dárselo a los demás mediante el servicio. El pago que recibo por ello es un auténtico gozo. Cuando Dios entra en tu corazón, es imposible que no transforme tu vida».