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lunes, 3 de abril de 2023

Adoración Eucarística con el P. José Aurelio Martín, en la Basílica de la Concepción de Madrid, 3-4-2023


 3 de abril de 2023.- (Camino Católico)  Adoración al Santísimo Sacramento con el P. José Aurelio Martín Jiménez, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Palabra de Vida 3/4/2023: «Déjala, lo tenía guardado para el día de mi sepultura» / Por P. Jesús Higueras

 


Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 3 de abril del 2023, lunes Santo, Semana Santa, presentado por el padre Jesús Higueras en el que se comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Juan 12, 1-11:

Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa.

María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.

Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice:

«¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?».

Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando.

Jesús dijo:

«Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis».

Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos.

Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.


María de Betania ha hecho un gesto profético y tú y yo tenemos que aprender a consolar a Jesús y acompañarlo / Por P. Carlos García Malo

 


Sixtine: «Fui víctima de abusos, me pregunté por qué Dios lo permite, pero sirviendo a jóvenes católicos comprendí que sólo tenía que abrir una puerta para encontrar a Cristo»


 * «Fue precisamente en este servicio, dándome, que me di cuenta de lo mucho que recibía. Me ofrecieron muchas vivencias de corazón a corazón con personas consolidadas en su fe, con momentos de compartir y de muy fuertes, y que me permitieron comprender cómo en medio del sufrimiento, el Buen Dios seguía estando ahí»

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Decir sí a Cristo con fe implica la conversión de entregarle todo nuestro ser cada día / Por Paula Caballero


Camino Católico.–
 La meditación la realiza Paula Caballero Roca, laica, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida, que profundiza en esta enseñanza sobre la fe y la conversión. La fe debe renovarse siempre diciendo sí a Cristo con la conversión de entregarle todo nuestro ser cada día.

Paula Caballero Roca también participa de las reuniones de plegaria y retiros del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida. Esta enseñanza es la quinta del Seminario de Vida en el Espíritu Santo que se celebra en la Parroquia de San Pedro Apóstol de Tarragona, donde ha sido grabada en directo, el sábado 21 de enero de 2023.

domingo, 2 de abril de 2023

Papa Francisco en homilía del Domingo de Ramos, 2-4-2023: «Cristo abandonado en la Cruz nos mueve a buscarlo y amarlo en los abandonados, porque en ellos está Él»

 


* «Hay tantos cristianos invisibles, escondidos, abandonados, que son descartados con guante blanco: niños no nacidos, ancianos abandonados, ancianos que pueden ser tu padre, tu madre quizás, abuelo, abuela… abandonados en geriátricos, enfermos no visitados, discapacitados ignorados, jóvenes que sienten un gran vacío interior sin que nadie escuche realmente su grito de dolor. Y no encuentran otro camino (que el suicidio)… Los abandonados de hoy. Los Cristos de hoy»

Video completo de 13 TV de la homilía del Papa traducida al español

* «Las personas rechazadas y excluidas son iconos vivos de Cristo. Nos recuerdan la locura de su amor, su abandono que nos salva de toda soledad y desolación. Pidamos hoy la gracia de saber amar a Jesús abandonado y saber amar a Jesús en cada persona abandonada. Pidamos la gracia de saber ver y reconocer al Señor que sigue gritando en ellos. No dejemos que su voz se pierda en el silencio ensordecedor de la indiferencia. Dios no nos ha dejado solos; cuidemos de aquellos que han sido dejados solos. Entonces, sólo entonces, haremos nuestros los deseos y los sentimientos de Aquel que por nosotros «se anonadó a sí mismo» (Flp 2,7). Se vació totalmente para nosotros»

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Papa Francisco en el Ángelus, 2-4-2023: «Invito a vivir la Semana Santa acompañando al Señor Jesús con fe y amor, como la Virgen María que fue una sola alma con Él»


 «La Virgen María siguió a su Hijo con la cercanía de su corazón y, aun sin comprender todo, junto a Él se entregó plenamente a la voluntad de Dios Padre. Que la Virgen nos ayude a permanecer cerca de Jesús presente en las personas que sufren, descartadas, abandonadas»     

Vídeo completo de la transmisión en directo de 13 TV traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

«Dirijo una bendición especial a la Caravana de la paz que en estos días ha partido desde Italia hacia Ucrania, promovida por diversas Asociaciones: Papa Juan XXIII, FOCSIV, Pro Civitate Christiana, Pax Christi y otras. Junto con artículos de primera necesidad, llevan la cercanía del pueblo italiano al martirizado pueblo ucraniano, y hoy ofrecen ramos de olivo, símbolo de la paz de Cristo»      

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Santa Misa de hoy, Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, presidida por el Papa Francisco, 2-4-2023


 2 de abril de 2023.- (Camino CatólicoEl Papa Francisco ha presidido en la plaza de San Pedro la Misa del  Domingo de Ramos en la Pasión del Señor ante 60.000 personas según la Gendarmería vaticana.  En el video de 13 TV se visualiza y escucha toda la celebración de la Santa Misa.

Francisco ha reflexionado en su homilía sobre el sufrimiento de Jesús, «que fue grande», puntualiza, y remarca que padeció en el cuerpo, en el alma, en el espíritu. El más lacerante sufrimiento es el del espíritu, según el Pontífice. De hecho, el Papa ha hecho notar que, en la hora más trágica, Jesús experimenta el abandono de Dios. Un acontecimiento real, un abajamiento extremo. «El Señor -dice- llega a sufrir por amor a nosotros, lo que nos es difícil incluso de comprender. Ve el cielo cerrado, experimenta la amarga frontera del vivir, el naufragio de la existencia, el derrumbamiento de toda certeza. Grita el ‘por qué’ de los ‘por qué'».

Homilía del P. Javier Martín y lecturas de la Misa de hoy, Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, 2-4-2023 


 2  de abril de 2023.- (Camino Católico).- Homilía del P. Javier Martín FM. y lecturas de la misa de hoy, Domingo de Ramos en la Pasión del Señor”, emitida por Magníficat TV.

Santa Misa de hoy, Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, 2-4-2023

 


2 de abril de 2023.- (Camino Católico).-  Celebración de la Santa Misa de hoy, Domingo de Ramos en la Pasión del Señor”, presidida por el P. Javier Martín FM., emitida por Magníficat TV,


Palabra de Vida 2/4/2023: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» / Por P. Jesús Higueras


Camino Católico
.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 2 de abril del 2023, Domingo de Ramos en la pasión del Señor, presentado por el padre Jesús Higueras en el que se comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Mateo 27, 11-54:

En aquel tiempo uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: «¿Qué estáis dispuestos a darme si os lo entrego?». Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.

El primer día de los ácimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?». Él contestó: «Id a casa de Fulano y decidle: ‘El Maestro dice: mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos’». Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua.

Al atardecer se puso a la mesa con los doce. Mientras comían dijo: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar». Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?». Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del Hombre se va como está escrito de Él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del Hombre!, más le valdría no haber nacido». Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?». Él respondió: «Así es».

Durante la cena, Jesús cogió pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a los discípulos diciendo: «Tomad, comed: esto es mi cuerpo». Y cogiendo un cáliz pronunció la acción de gracias y se lo pasó diciendo: «Bebed todos; porque ésta es mi sangre, sangre de la alianza derramada por todos para el perdón de los pecados. Y os digo que no beberé más del fruto de la vid hasta el día que beba con vosotros el vino nuevo en el reino de mi Padre».

Cantaron el salmo y salieron para el monte de los Olivos. Entonces Jesús les dijo: «Esta noche vais a caer todos por mi causa, porque está escrito: ‘Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño’. Pero cuando resucite, iré antes que vosotros a Galilea». Pedro replicó: «Aunque todos caigan por tu causa, yo jamás caeré». Jesús le dijo: «Te aseguro que esta noche, antes que el gallo cante tres veces, me negarás». Pedro le replicó: «Aunque tenga que morir contigo, no te negaré». Y lo mismo decían los demás discípulos.

Entonces Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y les dijo: «Sentaos aquí, mientras voy allá a orar». Y llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a entristecerse y a angustiarse. Entonces dijo: «Me muero de tristeza: quedaos aquí y velad conmigo». Y adelantándose un poco cayó rostro en tierra y oraba diciendo: «Padre mío, si es posible que pase y se aleje de mí ese cáliz. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres». Y se acercó a los discípulos y los encontró dormidos. Dijo a Pedro: «¿No habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad para no caer en la tentación, pues el espíritu es decidido, pero la carne es débil». De nuevo se apartó por segunda vez y oraba diciendo: «Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad». Y viniendo otra vez, los encontró dormidos, porque estaban muertos de sueño. Dejándolos de nuevo, por tercera vez oraba repitiendo las mismas palabras. Luego se acercó a sus discípulos y les dijo: «Ya podéis dormir y descansar. Mirad, está cerca la hora y el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levantaos, vamos! Ya está cerca el que me entrega».

Todavía estaba hablando, cuando apareció Judas, uno de los doce, acompañado de un tropel de gente, con espadas y palos, mandado por los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo. El traidor les había dado esta contraseña: «Al que yo bese, ése es: detenedlo». Después se acercó a Jesús y le dijo: «¡Salve, Maestro!». Y lo besó. Pero Jesús le contestó: «Amigo, ¿a qué vienes?». Entonces se acercaron a Jesús y le echaron mano para detenerlo. Uno de los que estaban con Él agarró la espada, la desenvainó y de un tajo le cortó la oreja al criado del sumo sacerdote. Jesús le dijo: «Envaina la espada: quien usa espada, a espada morirá. ¿Piensas tú que no puedo acudir a mi Padre? El me mandaría en seguida más de doce legiones de ángeles. Pero entonces no se cumpliría la Escritura, que dice que esto tiene que pasar». Entonces dijo Jesús a la gente: «¿Habéis salido a prenderme con espadas y palos como a un bandido? A diario me sentaba en el templo a enseñar y, sin embargo, no me detuvisteis». Todo esto ocurrió para que se cumpliera lo que escribieron los profetas. En aquel momento todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.

Los que detuvieron a Jesús lo llevaron a casa de Caifás, el sumo sacerdote, donde se habían reunido los letrados y los senadores. Pedro lo seguía de lejos hasta el palacio del sumo sacerdote y, entrando dentro, se sentó con los criados para ver en qué paraba aquello. Los sumos sacerdotes y el consejo en pleno buscaban un falso testimonio contra Jesús para condenarlo a muerte y no lo encontraban, a pesar de los muchos falsos testigos que comparecían. Finalmente, comparecieron dos que declararon: «Éste ha dicho: ‘Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres días’».

El sumo sacerdote se puso en pie y le dijo: «¿No tienes nada que responder? ¿Qué son estos cargos que levantan contra ti?». Pero Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: «Te conjuro por Dios vivo a que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios». Jesús le respondió: «Tú lo has dicho. Más aún, yo os digo: desde ahora veréis que el Hijo del Hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y que viene sobre las nubes del cielo». Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras diciendo: «Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué decidís?». Y ellos contestaron: «Es reo de muerte». Entonces le escupieron a la cara y lo abofetearon; otros; lo golpearon diciendo: «Haz de profeta, Mesías; dinos quién te ha pegado».

Pedro estaba sentado fuera en el patio y se le acercó una criada y le dijo: «También tú andabas con Jesús el Galileo». Él lo negó delante de todos diciendo: «No sé qué quieres decir». Y al salir al portal lo vio otra y dijo a los que estaban allí: «Éste andaba con Jesús el Nazareno». Otra vez negó él con juramento: «No conozco a ese hombre». Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron: «Seguro; tú también eres de ellos, se te nota en el acento». Entonces él se puso a echar maldiciones y a jurar diciendo: «No conozco a ese hombre». Y en seguida cantó un gallo. Pedro se acordó de aquellas palabras de Jesús: «Antes de que cante el gallo me negarás tres veces». Y saliendo afuera, lloró amargamente.

Al hacerse de día, todos los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo se reunieron para preparar la condena a muerte de Jesús. Y atándolo lo llevaron y lo entregaron a Pilato, el gobernador.

Entonces el traidor sintió remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y senadores diciendo: «He pecado, he entregado a la muerte a un inocente». Pero ellos dijeron: «¿A nosotros qué? ¡Allá tú!». Él, arrojando las monedas en el templo, se marchó; y fue y se ahorcó. Los sacerdotes, recogiendo las monedas dijeron: «No es lícito echarlas en el arca de las ofrendas porque son precio de sangre». Y, después de discutirlo, compraron con ellas el Campo del Alfarero para cementerio de forasteros. Por eso aquel campo se llama todavía «Campo de Sangre». Así se cumplió lo escrito por Jeremías el profeta: «Y tomaron las treinta monedas de plata, el precio de uno que fue tasado, según la tasa de los hijos de Israel, y pagaron con ellas el Campo del Alfarero, como me lo había ordenado el Señor».

Jesús fue llevado ante el gobernador, y el gobernador le preguntó: «¿Eres tú el rey de los judíos?». Jesús respondió: «Tú lo dices». Y mientras lo acusaban los sumos sacerdotes y los senadores no contestaba nada. Entonces Pilato le preguntó: «¿No oyes cuántos cargos presentan contra ti?». Como no contestaba a ninguna pregunta, el gobernador estaba muy extrañado.

Por la fiesta, el gobernador solía soltar un preso, el que la gente quisiera. Tenía entonces un preso famoso, llamado Barrabás. Cuando la gente acudió, dijo Pilato: «¿A quién queréis que os suelte, a Barrabás o a Jesús, a quien llaman el Mesías?» pues sabía que se lo habían entregado por envidia. Y mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le mandó a decir: «No te metas con ese justo porque esta noche he sufrido mucho soñando con Él».

Pero los sumos sacerdotes y los senadores convencieron a la gente que pidieran el indulto de Barrabás y la muerte de Jesús. El gobernador preguntó: «¿A cuál de los dos queréis que os suelte?». Ellos dijeron: «A Barrabás». Pilato les preguntó: «¿Y qué hago con Jesús, llamado el Mesías?». Contestaron todos: «Que lo crucifiquen». Pilato insistió: «Pues, ¿qué mal ha hecho?». Pero ellos gritaban más fuerte: «¡Que lo crucifiquen!». Al ver Pilato que todo era inútil y que, al contrario, se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos en presencia del pueblo, diciendo: «Soy inocente de esta sangre. ¡Allá vosotros!». Y el pueblo entero contestó: «¡Su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!». Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran.

Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de Él a toda la compañía: lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura y, trenzando una corona de espinas se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y, doblando ante Él la rodilla, se burlaban de él diciendo: «¡Salve, rey de los judíos!». Luego lo escupían, le quitaban la caña y le golpeaban con ella la cabeza. Y terminada la burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y lo llevaron a crucificar.

Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a que llevara la cruz. Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir «La Calavera»), le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no quiso beberlo. Después de crucificarlo, se repartieron su ropa echándola a suertes, y luego se sentaron a custodiarlo. Encima de la cabeza colocaron un letrero con la acusación: «Éste es Jesús, el rey de los judíos». Crucificaron con Él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban, lo injuriaban y decían meneando la cabeza: «Tú que, destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de la cruz». «Los sumos sacerdotes con los letrados y los senadores se burlaban también diciendo: «A otros ha salvado y Él no se puede salvar. ¿No es el Rey de Israel? Que baje ahora de la cruz y le creeremos. ¿No ha confiado en Dios? Si tanto lo quiere Dios, que lo libre ahora. ¿No decía que era Hijo de Dios?». Hasta los que estaban crucificados con él lo insultaban.

Desde el mediodía hasta la media tarde vinieron tinieblas sobre toda aquella región. A media tarde, Jesús gritó: «Elí, Elí, lamá sabaktaní». Es decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Al oírlo algunos de los que estaban por allí dijeron: «A Elías llama éste». Uno de ellos fue corriendo; en seguida cogió una esponja empapada en vinagre y, sujetándola en una caña, le dio de beber. Los demás decían: «Déjalo, a ver si viene Elías a salvarlo». Jesús dio otro grito fuerte y exhaló el espíritu.

Entonces el velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo; la tierra tembló, las rocas se rajaron, las tumbas se abrieron y muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron. Después que él resucitó salieron de las tumbas, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos. El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba dijeron aterrorizados: «Realmente éste era Hijo de Dios». Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para atenderlo; entre ellas, María Magdalena y María, la madre de Santiago y José, y la madre de los Zebedeos.

Al anochecer llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era también discípulo de Jesús. Este acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y Pilato mandó que se lo entregaran. José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia; lo puso en el sepulcro nuevo que se había excavado en una roca, rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó. María Magdalena y la otra María se quedaron allí sentadas enfrente del sepulcro.

A la mañana siguiente, pasado el día de la Preparación, acudieron en grupo los sumos sacerdotes y los fariseos a Pilato y le dijeron: «Señor, nos hemos acordado que aquel impostor estando en vida anunció: ‘A los tres días resucitaré’. Por eso da orden de que vigilen el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vayan sus discípulos, se lleven el cuerpo y digan al pueblo: ‘Ha resucitado de entre los muertos’. La última impostura sería peor que la primera». Pilato contestó: «Ahí tenéis la guardia: id vosotros y asegurad la vigilancia como sabéis». Ellos fueron, sellaron la piedra y con la guardia aseguraron la vigilancia del sepulcro.

Homilía del Evangelio del Domingo de Ramos: En agonía hasta el fin del mundo / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap.

Homilía del evangelio del Domingo de Ramos: Contemplar la Pasión: el contraste entre las actitudes del mundo y de Jesús / Por P. José María Prats


* «Nosotros podemos optar entre estas dos actitudes: poner la mirada y el corazón en el poder y el bienestar o bien en el amor y la fidelidad al Padre. La primera actitud nos conduce a la esclavitud y a la inquietud, la segunda a la paz y a la experiencia inefable del amor que vence sobre el sufrimiento y la muerte. Nosotros decidimos”

5ª predicación de Cuaresma del Cardenal Cantalamessa: «¡Ánimo y al trabajo!, porque yo estoy con vosotros, dice el Señor. ¡Mi Espíritu estará con ustedes!»


 * «Veo tres casas concéntricas, una dentro de la otra, de las que tenemos que salir para subir al monte y reconstruir la casa de Dios. La primera casa, bien cubierta, cuidada y amueblada, es mi yo: mi comodidad, mi gloria, mi posición en la sociedad o en la Iglesia. Es el muro más difícil de derribar, el mejor tapado. Es tan fácil confundir mi honor con el honor de Dios y de la Iglesia, el apego a mis ideas con el apego a la pura y simple verdad. El hablante en este momento no se cree una excepción. Nos quedamos dentro de este caparazón nuestro como el gusano de seda en su estuche: todo alrededor es seda, pero si el gusano no rompe el caparazón, seguirá siendo una larva y nunca se convertirá en una mariposa voladora»


* «La segunda casa bien cubierta de donde salir para trabajar en la “casa del Señor” es mi parroquia, mi orden religiosa, movimiento o asociación eclesial, mi Iglesia local, mi diócesis… No debemos equivocarnos. ¡Ay de nosotros si no tuviéramos amor y apego a estas realidades particulares en las que el Señor nos ha puesto y de las que tal vez somos responsables! El mal es absolutizarlas, no ver nada fuera de ellas, no interesarse sino de ellas, criticar y despreciar a quien no las comparte. Salir de la la tercera casa bien cubierta se hace más difícil por el hecho de que se nos ha enseñado durante siglos que salir de ella sería un pecado y una traición. Hablo, por supuesto, de la casa bien cubierta que es la particular denominación cristiana a la que pertenecemos»   

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Santo, Santo, Santo, Domingo de Ramos, de victoria, de alabanza y algazara. Jesús, Mesías y Rey/ Por P. Carlos García Malo

 


sábado, 1 de abril de 2023

Homilía del P. José Aurelio Martín y lecturas de la Misa de hoy, sábado de la 5ª semana de Cuaresma, 1-4-2023


1 de abril de 2023.- (
Camino Católico) Homilía del P. José Aurelio Martín Jiménez, lecturas de la Santa Misa de hoy, sábado de la 5ª semana de Cuaresma, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Santa Misa de hoy, sábado de la 5ª semana de Cuaresma, 1-4-2023

 


1 de abril de 2023.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, sábado de la 5ª semana de Cuaresma, presidida por el P. José Aurelio Martín Jiménez,  emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid. 


Palabra de Vida 1/4/2023: «Para reunir a los hijos de Dios dispersos» / Por P. Jesús Higueras

 


Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 1 de abril del 2023, sábado de la 5ª semana de Cuaresma, presentado por el padre Jesús Higueras en el que se comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Juan 11, 45-57:

En aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.

Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron:

«¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación».

Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo:

«Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera».

Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.

Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos.

Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban:

«¿Qué os parece? ¿Vendrá a la fiesta?»

Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.

Misterios Gozosos del Santo Rosario en la Parroquia Asunción de Nuestra Señora, Torrelodones, 1-4-2023


1 de abril de 2023.- (
Camino Católico)  Misterios Gozosos del Santo Rosario en la Parroquia Asunción de Nuestra Señora, Torrelodones, emitido por 13 TV.  

Virgen Dolorosa intercede por el mundo que ves perdido y a oscuras, que rechaza la Luz / Por P. Carlos García Malo