* «Él se hizo cargo de una paternidad que no era suya: venía del Padre. Y llevó adelante la paternidad con lo que significa: no sólo sostener a María y al Niño, sino también hacer crecer al Niño, enseñarle un oficio, llevarlo a la madurez de hombre. ‘Hazte cargo de la paternidad que no es tuya, es de Dios’. Y esto, sin decir una palabra. En el Evangelio no hay ninguna palabra dicha por José. El hombre del silencio, de la obediencia silenciosa»
* «Cada vez que comulgamos Jesús nos dice en cada palpitar del corazón “soy Yo, Yo soy”. Escuchen esas palabras en su corazón y lo escucharan en sus oídos. Déjense invadir por Él. No hay nada que nos haga palpitar el corazón como el amor de Jesús. Cada Eucaristía es un ‘te amo’ de Jesús. Le doy gracias a Dios que me trajo nuevamente a casa»