* «Una tía me dijo: ¡pídele con fe a la Virgen del Valle!. Me operaron y empecé tratamiento de radioterapia y quimioterapia, pero en ese ínterin fui a la Isla de Margarita y visité la basílica. El ojo me lloraba y justo le estoy rezando y pidiéndole a la Virgen que me ayudara a salir bien de ese proceso porque yo tenía un hijo en ese entonces de 3 años. Usted se podrá imaginar cómo me sentía de solo pensar que me pasara algo, ¿qué iba a ser de mi hijo? Los milagros existen y no hay que perder la fe. Yo no perdí la fe en la Virgen del Valle Sabía que ella me iba a curar y así sucedió»