* «Cuando mi mama quedó embarazada de mi hermano, todo muy bien, todos felices. Cuando mi mama fue a tenerlo, mi hermano al nacer no lloró, había un problema a los pulmones; por tanto, quedó hospitalizado y entubado. Fue tan así que el doctor le comentó a mi mamá que el niño se moría en una semana. Yo lo único que escuchaba era que había llanto. Pero me acordé de tantas historias de santos, ¡había que pedirles! Si el Señor dijo: «pedid y os daré, porque todo el que pide recibe y todo el que busca encuentra. Llamen y se les abrirá» Y si él lo prometió, pues pidámoslo. Y así fue. Me acuerdo que tenía a la Virgen de Guadalupe. Le prendí una vela y arrodillado le pedí algo al Señor. En un libro chiquitito donde yo escribía cosas, en ese papel escribí: «Señor, te ofrezco mi vida, por la vida de mi hermano Marcelo, concédeme la gracia de ser sacerdote». Y lo guardé debajo de la almohada. Cuando mi mamá al otro día fue al hospital, no pudo ver al niño porque ya estaba muy mal… Cuando mi mamá regresó a la casa, la llamaron por teléfono y le dijeron que el niño estaba de alta y sorprendentemente se había sanado. Hoy mi hermano es un niño sano y nos llevamos nueve años de diferencia»
Camino Católico.- El 16 de septiembre del año 2019 llegó a Chile la Imagen de la Virgen de Fátima enviada en visita oficial desde su Santuario en Portugal, generando olas de fervor y reavivando la fe de los fieles en una peregrinación que está próxima a finalizar este año 2021. Una de las 18 diócesis de Chile que pidió recibir la visita de esa querida Imagen fue la Arquidiócesis de La Serena. El pasado 21 de agosto de 2021, recordando esa visita en el canal de Youtube Tiempos de María, el sacerdote diocesano chileno Oliver Pastén Briceño entregó un impactante testimonio, en el cual revela varios milagros que ha recibido desde su gestación, por mediación de la Santísima Virgen María. Su madre era estéril y fruto de la oración nació él, que a su vez cuando nació su hermano rezó por él ofreciendo su vida para ser sacerdote y Dios sanó al recién nacido. En primera persona transcribimos las partes más significativas del testimonio del padre Oliver, que se visualiza en el video Superior.