22 de marzo de 2024.- (Camino Católico) Adoración al Santísimo Sacramento con el P. José Aurelio Martín Jiménez emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Evangelio: San Juan 8, 51-59:
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
– «En verdad, en verdad os digo: quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre».
Los judíos le dijeron:
– «Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: «Quien guarde mi palabra no gustará la muerte para siempre»? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?».
Jesús contestó:
– «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: «Es nuestro Dios», aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera: «No lo conozco» sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando en ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría».
Los judíos le dijeron:
– «No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?».
Jesús les dijo:
– «En verdad, en verdad os digo: antes de que Abrahán existiera, yo soy».
Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.
* «Recuerdo cuando mi hija tenía ocho años y me decía: ‘no quiero que te mueras’. Yo no podía decirle que no porque qué padre sería si le mintiese. Tuve que decirle: ‘hoy estoy vivo, vamos a disfrutar de hoy, mañana Dios dirá e iremos viendo cada día qué quiere Dios de nosotros’… Pero al final en ese sufrimiento es donde uno se encuentra realmente con Dios y ahí lo he visto. Sigo siendo el mismo gruñón de siempre hago muchas más cosas de manera voluntaria y entregada pensando en el bien de los demás que antes no hacía. Ahora me siento más lleno del amor de Dios. Yo no he hecho nada, es Dios quien me ha dado una felicidad que no tenía antes»
El testimonio en vídeo que Sergio Rodríguez Cuadrado ha compartido con los antiguos alumnos de la Universidad Francisco de Vitoria, en la que él mismo estudió Administración y Dirección de Empresas
Camino Católico.- Sergio Rodríguez Cuadrado vive agradecido porque sabe que todo es un regalo. El tiempo que ahora disfruta con su mujer, sus cinco hijos, sus familiares, amigos y los hermanos con los que vive la fe en el Camino Neocatecumenal en Madrid es pura gracia pues no una vez sino dos ha vencido a linfomas no curables para los que le habían dado un tiempo máximo de vida.
Ahora este padre de familia relata su testimonio, echa la vista atrás y ve como Dios ha actuado en su vida no sólo al poder curarse de dos cánceres sino sobre todo a haberlos podido pasar desde la fe, que es lo que junto a los médicos le mantuvo con vida.
* «Me acerqué a uno de los jóvenes de la Comunidad Cenáculo y le dije que era de Dublín, que había estado tomando drogas durante 14 años y que había perdido la voluntad para vivir. Él joven me dijo: “Damien, las drogas siempre estarán ahí, eres tú el que tienes que cambiar y volver a Dios”… La Adoración es clave, y la oración es para mí una gran parte de mi vida. Llevo sin la heroína desde hace 16 años. Esto es gran parte gracias a nuestra vida de oración»
Testimonio de Damien Richardson en el programa Cambio de Agujas de Euk Mamie.
Camino Católico.- En su visita a Irlanda el Papa Francisco presidió el Festival de las Familias, donde quedó visiblemente emocionado con el testimonio de Damien y Mary Richardson y sus 10 hijos, una historia de fe que superó numerosas dificultades, graves adicciones a las drogas y unas increíbles conversiones en Medjugorje, donde la Virgen actuó con fuerza. El fruto es la enorme familia que han logrado formar, anclada toda ella en una fe profunda y bajo la protección de María.
Video completo de la transmisión en directo realizada por Vatican News de la catequesis traducida al español y de la síntesis que el Papa ha hecho en nuestro idioma
* «A San José encomendamos también las poblaciones de la atormentada Ucrania y de Tierra Santa -Palestina, Israel-, que tanto sufren el horror de la guerra. Y no lo olvidemos nunca: la guerra es siempre una derrota. No se puede ir adelante en guerra. Debemos hacer todos los esfuerzos para tratar, para negociar, para poner fin a la guerra. Recemos por ello»
Evangelio: San Juan 8, 31-42:
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:
– «Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».
Le replicaron:
– «Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: «Seréis libres»?».
Jesús les contestó:
– «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre».
Ellos replicaron:
– «Nuestro padre es Abrahán».
Jesús les dijo:
– «Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre».
Le replicaron:
– «Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios».
Jesús les contestó:
– «Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió».
Evangelio: San Mateo 1, 16. 18-21. 24a:
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no tengas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
* «San José, padre terrenal del Dios hecho niño. Trabajador y providente de la Sagrada Familia de Nazaret… confiamos en aquellas palabras de Santa Teresa de Ávila: " no recuerdo nada que haya suplicado a San José que no me haya sido dada". Ponemos nuestras vidas en tus manos providentes»