* «Mi marido Joseph estuvo allí, apoyándome, y me invitaba a creer, a creer en que Dios podía obrar un milagro. Dios no nos dejará enterrarle, me decía. Yo no tenía esperanza, ha contado ella. Estaba muy deprimida porque el doctor había dicho que si el bebé volvía a dejar de respirar esa noche, moriría. Ha ocurrido un milagro que me ha hecho creer mucho más de lo que jamás hubiera pensado. Al principio pensé que moriría, después que estaría en una silla de ruedas para siempre, y solo con rezar y creer en el milagro, está casi totalmente curado»
* «En estos días mi pensamiento está a menudo dirigido a la amada y martirizada Siria, donde la guerra se ha intensificado, especialmente en Guta oriental. Este mes de febrero ha sido uno de los más violentos en seis años de conflicto: centenares, millares de víctimas civiles, niños, mujeres, ancianos; los hospitales han sido golpeados; la gente no puede procurarse comida... Hermanos y hermanas, todo esto es inhumano. No se puede combatir el mal con otro mal. Y la guerra es un mal. Por lo tanto, dirijo mi llamamiento entristecido para que cese inmediatamente la violencia, se dé acceso a las ayudas humanitarias —comida y medicinas— y se evacúe a los heridos y a los enfermos. Pidamos juntos a Dios que esto suceda inmediatamente»
Video completo de las palabras del Papa traducidas al español