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jueves, 23 de octubre de 2025

Oración a San Juan de Capistrano para pedir la gracia de la fortaleza ante las dificultades y cumplir la voluntad de Dios

Camino Católico.- Cada 23 de octubre, la Iglesia recuerda a San Juan de Capistrano (1386-1456), fraile franciscano nacido en la ciudad que acompaña su nombre, Capistrano, en el antiguo Reino de Nápoles (Italia), el 24 de junio de 1386. Hijo de un prominente barón alemán, Juan fue abogado y después juez; incluso llegó a desempeñarse como gobernador de Perugia. Una vez consagrado completamente al servicio de Dios, se convirtió en misionero, predicador y defensor de la fe.

A raíz de la intervención que tuvo, al lado de las huestes cristianas durante el Sitio de Belgrado, fue nombrado patrón de los capellanes militares en 1984.

Habiendo desarrollado una promisoria carrera secular, a los 30 años tuvo un sueño en el que vio a San Francisco de Asís que lo llamaba a ser parte de la Orden de los Frailes Menores. Para Juan aquel sueño fue la confirmación del deseo que le encendía el corazón: consagrarse al servicio de los más necesitados. Él mismo había sufrido la carencia de todo cuando tuvo que pasar un tiempo en prisión, en momentos en que la ciudad había caído en manos de sus enemigos, la familia Malatesta.

Ya como miembro de la Orden, Juan empezó a destacar como buen estudiante y orador. Tuvo como preceptores a santos formadores, entre los que destacaba su maestro de Teología, San Bernardino de Siena, quien se convirtió en su amigo, y a quien tuvo que defender años más tarde de injustas acusaciones.

Como sacerdote, Juan de Capistrano se convertiría en un predicador querido y admirado. Combatió el denominado “fraticismo”, herejía que pretendía distorsionar el mensaje evangélico echando mano de la regla y la espiritualidad franciscana.

Debido al santo celo que mostró en estas arenas, a San Juan le cayó el apelativo de “Columna de la Observancia”, llegando a integrar la lista de los principales reformadores de la Orden.

Fray Juan de Capistrano viajó por casi toda Europa predicando el Evangelio. Anduvo por Alemania, Bohemia, Austria, Hungría y Polonia. Vivía de manera sencilla, comiendo y durmiendo lo estrictamente necesario. Se ganó, en vida, la fama de obrar milagros, al punto de que era habitual que le llevaran enfermos para que los cure.

Y aunque dicha fama nunca fue de su agrado, no se negó a atender a nadie. Por el contrario, siempre acogía a los enfermos con amabilidad y les daba la bendición de Dios.

Juan de Capistrano murió, como consecuencia de la peste, el 23 de octubre de 1456, a la edad de 70 años. Fue canonizado por el Papa Alejandro VII en 1690.

San Juan de Capistrano fue el nombre que tomó una de las más famosas misiones franciscanas del siglo XVIII, durante la colonización de la Alta California, actualmente perteneciente a Estados Unidos. La bella ciudad que se construyó sobre la base de la misión mantiene su nombre hasta hoy.

Invoquemos a San Juan de Capistrano pidiendo la gracia de la fortaleza ante las dificultades y cumplir la voluntad de Dios con la siguiente oración:

Oración 

Querido San Juan de Capistrano, tú que diste consuelo a tu pueblo en sus pruebas apoyándote en la fe, hoy te pido que me brindes esa misma ayuda a mí que me encuentro atravesando por tiempos difíciles y llenos de obstáculos; que te apiades de mí y puedas servirme como intercesor ante el Señor para que mis plegarias sean escuchadas.

Entrego a ti todo aquello que estoy viviendo actualmente, y todo lo que ha frenado mis ansias de superarme. Bendice todos los esfuerzos que he puesto a esta causa, intentando dar siempre lo mejor de mí en cada batalla.

Sé que cuento contigo frente a estas adversidades y que no me desampararás. Reconozco que he tenido el impulso de dejar de luchar y dar esta batalla por perdida, sé que estoy dejando en evidencia todas mis debilidades y limitaciones, y tengo claro que mis errores me están llevando no cumplir la voluntad del Señor Todopoderoso; por esto acudo a ti hoy, porque quiero enmendar todas mis equivocaciones, solicitando tu apoyo como mediador y mensajero ante Dios.

Y a ti, Señor mío, que diste el poder y el don a San Juan de Capistrano de confortar a los cristianos en las adversidades, te ruego que por su intercesión me permitas conseguir el valor y la fuerza que tanto deseo, todo con el fin de cumplir tu santa voluntad.

Dame el entusiasmo, la perseverancia y la fidelidad para defender siempre la gran devoción que tengo hacia ti, Señor Jesucristo, porque en ti está la verdadera victoria y el camino de la salvación. Por Cristo Nuestro Señor, que vive y reina en los cielos por los siglos de los siglos. Amén.

No conformarnos con la maldad del mundo, sino vivir con gratitud, respeto y fe sincera, manteniéndonos firmes en la verdad del Evangelio / Por P. Carlos García Malo

 


miércoles, 22 de octubre de 2025

Papa León XIV en la Audiencia General, 22-10-2025: «El Resucitado infunde la esperanza que llena el vacío de la tristeza y en los senderos del corazón camina con nosotros y por nosotros; testimonia la victoria de la vida»

* «La historia todavía tiene mucho que esperar en el bien. Reconocer la Resurrección significa cambiar la mirada sobre el mundo: volver a la luz para reconocer la Verdad que nos ha salvado y nos salva. Hermanas y hermanos, permanezcamos vigilantes cada día en el asombro de la Pascua de Jesús resucitado. ¡Él solo hace posible lo imposible!»

Video completo de la transmisión en directo realizada por Vatican News de la catequesis traducida al español y de la síntesis que el Papa León XIV ha hecho en nuestro idioma

* «Hoy celebramos la memoria litúrgica de San Juan Pablo II. Hace exactamente 47 años, en esta plaza, instó al mundo a abrirse a Cristo. Este llamamiento sigue vigente hoy: todos estamos llamados a hacerlo nuestro»


 22 de octubre de 2025.- (Camino Católico).- “Que la alegría inesperada de los discípulos de Emaús sea para nosotros un dulce recordatorio cuando el camino se hace difícil. Es el Resucitado quien cambia radicalmente la perspectiva, infundiendo la esperanza que llena el vacío de la tristeza. En los senderos del corazón, el Resucitado camina con nosotros y por nosotros. Testimonia la derrota de la muerte, afirma la victoria de la vida, a pesar de las tinieblas del Calvario”, ha dicho el Papa León XIV en la audiencia general de este miércoles, 22 de octubre, continuando con su ciclo de catequesis sobre la persona de Jesús nuestra esperanza, en esta ocasión reflexionando sobre una de las enfermedades de nuestro tiempo, la tristeza, a la luz de la resurrección de Jesucristo.

A los más de 50.000 fieles y peregrinos que se han congregado en la Plaza de San Pedro y alrededores, pese a la lluvia, para la Audiencia general, el Santo Padre les ha manifestado que, “la resurrección de Jesucristo es un acontecimiento que nunca termina de ser contemplado y meditado, y cuanto más se profundiza en él, más nos quedamos llenos de asombro, atraídos como por una luz deslumbrante y al mismo tiempo fascinante”.

“Fue una explosión de vida y alegría que cambió el sentido de toda la realidad, de negativo a positivo; sin embargo, no ocurrió de manera espectacular, y mucho menos violenta, sino de forma suave, oculta, podríamos decir humilde”, ha asegurado el Pontífice. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la catequesis traducida al español y la síntesis que el Santo Padre ha hecho en nuestro idioma, cuyo texto completo es el siguiente:

LEÓN XIV

AUDIENCIA GENERAL

Plaza de San Pedro

Miércoles, 22 de octubre de 2025

Ciclo de catequesis - Jubileo 2025. Jesucristo, nuestra esperanza. IV La resurrección de Cristo y los desafíos del mundo actual 2. La resurrección de Cristo, respuesta a la tristeza del ser humano (Lc 24,32-35)

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! ¡Y bienvenidos todos!

La resurrección de Jesucristo es un acontecimiento que nunca termina de ser contemplado y meditado, y cuanto más se profundiza en él, más nos quedamos llenos de asombro, atraídos como por una luz deslumbrante y al mismo tiempo fascinante. Fue una explosión de vida y alegría que cambió el sentido de toda la realidad, de negativo a positivo; sin embargo, no ocurrió de manera espectacular, y mucho menos violenta, sino de forma suave, oculta, podríamos decir humilde.

Hoy vamos a reflexionar sobre cómo la resurrección de Cristo puede curar una de las enfermedades de nuestro tiempo: la tristeza. Invasiva y generalizada, la tristeza acompaña los días de muchas personas. Se trata de un sentimiento de precariedad, a veces de profunda desesperación, que invade el espacio interior y parece prevalecer sobre cualquier impulso de alegría.

La tristeza le quita sentido y vigor a la vida, que se convierte en un viaje sin dirección y sin significado. Esta experiencia tan actual nos remite al famoso relato del Evangelio de Lucas (24,13-29) sobre los dos discípulos de Emaús. Ellos, desilusionados y desanimados, se alejan de Jerusalén, dejando atrás las esperanzas puestas en Jesús, que ha sido crucificado y sepultado. En sus primeras frases, este episodio muestra como un paradigma de la tristeza humana: el final del objetivo en el que han invertido tantas energías, la destrucción de lo que parecía esencial en la propia vida. La esperanza se ha desvanecido, la desolación se ha apoderado de su corazón. Todo ha implosionado en muy poco tiempo, entre el viernes y el sábado, en una dramática sucesión de acontecimientos.

La paradoja es realmente emblemática: este triste viaje de derrota y retorno a la normalidad se realiza el mismo día de la victoria de la luz, de la Pascua que se ha consumado plenamente. Los dos hombres dan la espalda al Gólgota, al terrible escenario de la cruz aún grabado en sus ojos y en sus corazones. Todo parece perdido. Es necesario volver a la vida anterior, manteniendo un perfil bajo, esperando no ser reconocidos.


En cierto momento, un viandante se une a los dos discípulos, tal vez uno de los muchos peregrinos que han estado en Jerusalén para la Pascua. Es Jesús resucitado, pero no lo reconocen. La tristeza les nubla la mirada, borra la promesa que el Maestro había hecho varias veces: que tenía que morir y que al tercer día resucitaría. El desconocido se acerca y se muestra interesado en lo que están diciendo. El texto dice que los dos «se detuvieron, con el semblante triste» (Lc 24,17). El adjetivo griego utilizado describe una tristeza integral: en sus rostros se refleja la parálisis del alma.

Jesús los escucha, les deja desahogar su desilusión. Luego, con gran franqueza, los reprende por ser «duros de entendimiento para creer en todo lo que han dicho los profetas» (v. 25), y a través de las Escrituras les demuestra que Cristo debía sufrir, morir y resucitar. En los corazones de los dos discípulos se reaviva el calor de la esperanza, y entonces, cuando ya cae la tarde y llegan a su destino, invitan al misterioso compañero a quedarse con ellos.

Jesús acepta y se sienta a la mesa con ellos. Luego toma el pan, lo parte y lo ofrece. En ese momento, los dos discípulos lo reconocen... pero Él desaparece inmediatamente de su vista (vv. 30-31). El gesto del pan partido reabre los ojos del corazón, ilumina de nuevo la vista nublada por la desesperación. Y entonces todo se aclara: el camino compartido, la palabra tierna y fuerte, la luz de la verdad... De inmediato se reaviva la alegría, la energía vuelve a fluir en los miembros cansados, la memoria vuelve a ser agradecida. Y los dos regresan deprisa a Jerusalén, para contarlo todo a los demás.

«Es verdad, ¡el Señor ha resucitado!» (cf. v. 34). En este adverbio, «verdaderamente», se cumple el destino seguro de nuestra historia como seres humanos. No por casualidad es el saludo que los cristianos se intercambian el día de Pascua. Jesús no resucitó con palabras, sino con hechos, con su cuerpo que conserva las marcas de la pasión, sello perenne de su amor por nosotros. La victoria de la vida no es una palabra vana, sino un hecho real, concreto.

Que la alegría inesperada de los discípulos de Emaús sea para nosotros un dulce recordatorio cuando el camino se hace difícil. Es el Resucitado quien cambia radicalmente la perspectiva, infundiendo la esperanza que llena el vacío de la tristeza. En los senderos del corazón, el Resucitado camina con nosotros y por nosotros. Testimonia la derrota de la muerte, afirma la victoria de la vida, a pesar de las tinieblas del Calvario. La historia todavía tiene mucho que esperar en el bien.

Reconocer la Resurrección significa cambiar la mirada sobre el mundo: volver a la luz para reconocer la Verdad que nos ha salvado y nos salva. Hermanas y hermanos, permanezcamos vigilantes cada día en el asombro de la Pascua de Jesús resucitado. ¡Él solo hace posible lo imposible!


Después, al saludar a los peregrinos de lengua española, el Papa ha dicho:

Queridos hermanos y hermanas:

En la catequesis de hoy continuamos reflexionando sobre la resurrección de Jesucristo. Este acontecimiento central de nuestra fe puede curar una de las enfermedades de nuestro tiempo, que es la tristeza. Se trata de un sentimiento de pena, de vacío, que nos lleva a perder el sentido y la fuerza de la vida, provocando en nuestros corazones desolación y desesperanza.

Un ejemplo de cómo Jesús sana nuestra tristeza podemos encontrarlo en el relato de los discípulos de Emaús. Después de la muerte de Jesús, ellos se van de Jerusalén. En el camino, el Señor sale a su encuentro, escucha su aflicción y, como la tristeza no les deja reconocerlo, les explica las Escrituras, para que comprendan el misterio de la cruz y sus corazones se abran a la esperanza. Por eso, a pesar de que cae la noche, los discípulos le piden que se quede con ellos y, al reconocerlo en la fracción del Pan, renace la alegría. Jesús ha resucitado y eso cambia todo. Él nos ha salvado y nos salva, infundiendo una nueva esperanza en nuestras vidas.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos al Señor que sepamos reconocer su presencia en el camino de nuestra vida, especialmente en los momentos de tristeza y oscuridad, y que la alegría de la Pascua sea el distintivo de nuestro compromiso misionero. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.

Además, en otras lenguas el Pontífice ha dicho:     

Saludo cordialmente a los polacos. Hoy celebramos la memoria litúrgica de San Juan Pablo II. Hace exactamente 47 años, en esta plaza, instó al mundo a abrirse a Cristo. Este llamamiento sigue vigente hoy: todos estamos llamados a hacerlo nuestro. ¡Los bendigo de todo corazón!

Finalmente, saludo a los enfermos, a los recién casados ​​y a los jóvenes, especialmente a los estudiantes de la Sala Consilina, Genzano di Lucania, y a los de la Escuela Pío XII de Roma. Queridos amigos, el mes de octubre nos invita a renovar nuestra colaboración activa en la misión de la Iglesia. Con la fuerza de la oración, el potencial de la vida matrimonial y la renovada energía de la juventud, sean misioneros del Evangelio, ofreciendo su apoyo concreto a quienes dedican su vida a la evangelización de los pueblos.

¡Mi bendición a todos!

Papa León XIV







Fotos: Vatican Media, 22-10-2025

“Santa Teresa de Jesús: un don para la humanidad”, un documental testimonial a partir de personas que han visto transformadas sus vidas por Dios a través de la espiritualidad de la doctora de la Iglesia

Camino Católico.- “Santa Teresa de Jesús: un don para la humanidad” es un documental testimonial de una hora y media de duración realizado por el   ‘El Rosario de las 11 p.m.’ en el que se aborda la vida de la santa, sus principales hitos históricos, sus experiencias místicas, su reforma de la Orden del Carmelo, los conventos que fundó por toda España y las obras literarias que nos han llegado. 

El documental está narrado desde la perspectiva de sus hijas e hijos espirituales. Todos lo que intervienen en él tienen una profunda vinculación con la Santa, y, de alguna manera, es como conocer a una madre a través del legado humano y espiritual que encontramos en sus hijos.

Por las limitaciones de la producción, está basado en los testimonios y los rostros de quienes comparten la experiencia tan reveladora de la Doctora de la Iglesia: Dios está vivo, puedes tener un encuentro personal con Él y mora en nuestro interior. La relación con Él no es un conjunto de normas morales y de ritos para tranquilizarnos sino que es un apasionante diálogo constante con Alguien que tiene un plan para cada uno de nosotros y se empeña en que lo vivamos para nuestra felicidad, aunque con demasiada frecuencia no coincida con lo que a priori apetecemos.

Son conversaciones llenas de vida, de luz y de riqueza interior, porque si algo caracteriza a la Santa y, a su rastro a través de los siglos, es su vivencia intensa de cada día, hasta encarnar al propio Cristo en nuestro ser por el Espíritu Santo.

Para este recorrido se nos han abierto las puertas de la clausura, de la Universidad de la Mística, y de rincones y hogares donde resuenan vivos hoy los pasos de Santa Teresa.

A lo largo del documental participan cinco monjas carmelitas descalzas, incluida la madre superiora; tres monjes carmelitas descalzos, uno de ellos prior del convento y los otros profesores universitarios. También aparece un sacerdote escritor que frecuentemente busca la intercesión de Santa Teresa. Finalmente, se incluye una catedrática de literatura española, experta en el Siglo de Oro, que confiesa: “Santa Teresa me ha cambiado la vida”.

Daniel Muñoz, 25 años: «Peregrino a pie y sin dinero, confiado en la Providencia durante un año por los santuarios marianos de España porque ha sido una llamada del Señor; lo he parado todo por amor a Dios»

Daniel Muñoz espera tardar un año en recorrer los santuarios marianos de España / Foto: Daniel Muñoz

* «Siempre he sentido que la vida del Señor estaba ahí. Tuve mi época como adolescente, como cualquiera, pero luego sentí que el Señor había vuelto a mi vida, que era su oveja descarriada, que Él me había recuperado. Dios me ha ido ayudando como catequista con muchos jóvenes, voy a misa diaria, visito a la gente para hablar de la Palabra de Dios…. Ahora, cada día peregrinando rezo con la Liturgia de las Horas, y, luego, una oración más personal que el Señor me puso en el camino, que es para darle gracias por todo, que lo que consigues es gloria suya, una oración muy íntima. Y, por supuesto, muchos rosarios a lo largo del día, que cuando los voy rezando el camino se hace más liviano» 

Camino Católico.- Daniel Muñoz tiene 25 años, es de Sevilla, es catequista en su parroquia, profesor, quiere casarse, es el tercero de cuatro hermanos... y cuando iba a comenzar a estudiar una segunda carrera descubrió que tenía que embarcarse en una peregrinación muy singular.

Con su pequeña mochila y unas grandes ganas por evangelizar recorrerá durante un año todos los santuarios marianos de España. Juan Cadarso en Religión en Libertad lo intercepta en la carretera y habla con él sobre esta curiosa misión que le ha trasmitido la Virgen.

-¿Qué te llevó a emprender este camino?

-Fue una llamada del Señor. Estaba rezando un día delante del Sagrario, me quería confesar y el sacerdote tardaba mucho. Mientras esperaba, yo seguía rezando, y me empezó a hervir el pecho, como un ardor bastante fuerte. Un fuego muy grande dentro del pecho, me mataba un pensamiento que era: tienes que peregrinar por toda España.  

-¿Y por qué por lugares marianos? ¿qué importancia tiene la Virgen en tu vida?

-Soy muy mariano desde chico, estudié en un cole de los salesianos. En 2015, estuve visitando a la Virgen de Lourdes y allí sentí un gran abrazo de Ella. Justo cuando tuve la llamada del Señor, lo puse en oración, y me acogí a mi madre, a nuestra Santa Madre, le dije: 'oye, ayúdame a hacer esto que el Señor me ha pedido, que tu hijo me ha pedido'. Y fue Ella la que, en oración, me dijo: 'sígueme a Mí, que siguiéndome a Mí, encontrarás a mi hijo'.

-¿Y cuáles son las rutas? ¿Has hecho algún mapa de por dónde vas a ir?  

-Tengo una ruta... aunque, es verdad, siempre digo que estoy un poco a lo que el Espíritu Santo quiera, que lo mismo me iré por otro lado. Mañana, por ejemplo, voy a Palma del Río, luego a Almodóvar del Río, y lo siguiente es Córdoba, y, llegaré, por fin, a mi primera ciudad. Iré a Córdoba, a Málaga, luego a Granada, bajaré a Almería, a Murcia, a Alicante y Valencia, me meteré en la zona de Albacete, Toledo, Madrid, y luego en dirección a Castellón y Cataluña. Luego iré al norte y bajaré por Castilla y León, buscando el paso otra vez por Extremadura. Terminaré en Sevilla, aproximadamente dentro de un año. 

-¿Y dónde sueles dormir, cómo lo haces?

-Esta es la parte más chula del plan, es la Providencia del Señor, confío plenamente en Él. La  llamada fue hace un año, y ha sido todo un tiempo de discernimiento, en el que cada día he rezado mucho, había que preparar el corazón sobre todo.

La Providencia hace que cada día me esté poniendo ofertas maravillosas, me acogen las familias en sus casas, o, si no me pueden acoger, me preparan una habitación. Los párrocos de cada sitio, y las familias están involucrándose. 

Hoy todavía no tengo donde dormir, confío plenamente en la Providencia. Por la tarde me voy a reunir con el párroco de aquí, que me quiere conocer en la misa de ocho. Estos días atrás he estado durmiendo en hostales, que me habían reservado. Pero, como mi vocación es al matrimonio quiero que sean las familias las que me puedan acompañar cada día.

Daniel recorre las carreteras camino de los santuarios marianos / Foto: Daniel Muñoz

-¿Y siempre vas caminando?

-Bueno, a ver, el inicio es caminando, pero no de forma estricta, lo que la Providencia quiera. Hoy, por ejemplo, por la mañana, tenía un trecho de 12 kilómetros por carretera, y justo apareció un hombre que me dijo que me acercaba. No se trata de cabezonería, si alguien se ofrece, yo encantado.

El Señor tiene un plazo para cada persona que vea esto, muchos deciden ayudarme dándome un vaso de agua, o de comer, o dándome de dormir, o acompañándome a lo que sea. Ahí el Señor está hablando a cada uno de ellos. Si una persona me acerca en coche, Dios también le habla un poquito más al corazón.

-Y cuéntame el origen del nombre de tu peregrinación: 'evanfelizando a pie'...

-Estaba de camino a una misa y se me vino a la mente. Tiene el 'Evangelio', por un lado, porque el Evangelio es, al final, el norte, es la brújula, el Evangelio es la Palabra de Dios, es lo que le da sustento y verdad a todo. Y luego está el 'feliz'. El cristiano está llamado a dar testimonios de la felicidad a todas las personas, sean mejores o peores, pero desde la felicidad. ¿Y qué buscamos? ¿Qué buscan los católicos en esta vida? ¿a qué estamos peregrinando? Pues estamos en camino de la santidad.

-¿Y cómo evangelizas? ¿La gente se acerca y tú les cuentas?

-Eso también es muy bonito, es parte de la Providencia, que son los pequeños los detalles. La Providencia me pone a gente, me dan conversación, se ponen a hablar conmigo, y yo les cuento lo que hago. Ayer me paré en la sombra de un sitio, el hombre de enfrente salió, me preguntó, le conté que era catequista... las distancias cortas son la mejor forma de compartir la fe.

Por suerte la gente me está siguiendo mucho, está teniendo mucha repercusión a nivel de redes sociales. Por un lado, hago un pequeño comentario de la Palabra de Dios y subo vídeos y contesto a todos los mensajes que me escriben por privado.

-¿Cómo reaccionó tu familia, y tus amigos, cuándo les dijiste que te ibas?

-Mis amigos... todos encantados, les pareció maravilloso, yo le llamo a esto 'bendita locura'. Tengo un director espiritual y se lo comenté, y siempre he tenido su apoyo desde el principio. Mis hermanos, todos fantásticos, y, cuando se lo dije a mis padres, me notaron tanta paz, de saber que verdaderamente confiaba en el Señor, que esa paz se la podía transmitir a ellos.

- ¿Cuéntanos un poco tu vida de fe? ¿eres de familia católica?  

-Nosotros somos una familia católica, siempre he sentido que la vida del Señor estaba ahí. Tuve mi época como adolescente, como cualquiera, pero luego sentí que el Señor había vuelto a mi vida, que era su oveja descarriada, que Él me había recuperado. Dios me ha ido ayudando como catequista con muchos jóvenes, voy a misa diaria, visito a la gente para hablar de la Palabra de Dios...

-¿Y tu obispo qué te ha dicho?

-Me quedaba mes y medio para irme y pude acercarme a verlo y me recibió, se lo comenté y fue precioso. Me atendió en su despacho, le pareció fantástico, me bendijo y fue maravilloso.

-¿Y tienes alguna rutina de oración durante las jornadas?

-Tengo, por un lado, la Liturgia de las Horas, y, luego, una oración más personal que el Señor me puso en el camino, que es para darle gracias por todo, que lo que consigues es gloria suya, una oración muy íntima. Y, por supuesto, muchos rosarios a lo largo del día, que cuando los voy rezando el camino se hace más liviano.

-¿Y qué llevas en la mochila?

-Llevo muy poquitas cosas: un par de camisetas, un pantalón de repuesto, bolsa de aseo, unos cuantos medicamentos, una toalla y un par de chubasqueros, un cortaviento y un polar. Llevo muy poquitas cosas pero aún así pesa mucho la mochila, me pesa 6 kilos y medio. No sé qué quitar para que me pese menos.

-¿Tienes algún santuario mariano que te haga especial ilusión?

-Covadonga me haría mucha ilusión, y Guadalupe, también.

-¿Y cómo esperas que te ayude esta peregrinación?

-No voy con expectativas, pero sí te puedo decir que antes de salir, durante todo este año de tanta oración, de cuidar los pequeños detalles... he notado que el Señor quería que fuera todavía más humilde. Estoy conociendo tanta realidad y tantas cosas buenas y maravillosas que me está haciendo ser mejor persona cada día.  Todo lo que me va a ocurrir me va hacer muchísimo bien. 

¿Por qué un chaval de 25 años ha parado todo y se ha ido a andar? Por amor a Dios, ojalá sea eso lo que todo el mundo aprenda y acerque a muchas personas al Señor, ese es mi único objetivo. Sé que hay mucha gente rezando por mí, te prometo que noto cómo hay muchas oraciones por mí, no sé cómo explicártelo, pero se nota, de verdad.

Homilía del P. José María Calderón y lecturas de la Misa de hoy, miércoles, San Juan Pablo II, Papa, 22-10-2025

22 de octubre de 2025.- (Camino Católico) Homilía del P. José María Calderón y lecturas de la Santa Misa de hoy, miércoles de la 29ª semana del Tiempo Ordinario, San Juan Pablo II, Papa, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Santa Misa de hoy, miércoles, San Juan Pablo II, 22-10-2025

22 de octubre de 2025.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, miércoles de la 29ª semana del Tiempo Ordinario, San Juan Pablo II, Papa, presidida por el P. José María Calderón, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Misterios Gloriosos del Santo Rosario, desde el Santuario de Lourdes, 22-10-2025

22 de octubre de 2025.- (Camino Católico).- Rezo de los Misterios Gloriosos del Santo Rosario, correspondientes a hoy, miércoles, desde la Gruta de Massabielle, en el Santuario de Lourdes, en el que se intercede por el mundo entero.