jueves, 11 de octubre de 2007
Conversaciones espontáneas con el Señor / Autora: Madre Angélica
Humildad
Estoy ante Ti, Señor Dios, un pecador. En todos los reinos de Tu creación, nadie es más desmerecedor de Tu amor que yo. . . Esto es por lo qué me atrevo a acercarme a Tu Presencia. . . Tu poder es mayor en la debilidad. Tu amor es más gratuito con el ingrato y Tu misericordia más sublime con el indigno.
Esperanza
Mi Dios, eres mi ancla en un mar tormentoso, mi serenidad en una noche ventosa, mi esperanza cuando todo lo demás falla. Tu Presencia me rodea como un escudo protector y cuando las flechas de mi egoísmo Te atraviesan, Tus amorosos brazos se extienden para alargar Tus manos y asir mi alma errante.
Separación
Me ha llevado mucho tiempo rendirme a Tu Amor y Providencia. . . descargar mis tensiones en Tu serenidad, mis miedos en Tu omnipotencia y mi indiferencia en Tu amor. Yo me aferro a estas debilidades como si fueran tesoros. Mi alma clama por la libertad y el mismo Deseo por alcanzar la liberación de la tiranía tiene a mi alma prisionera de mí.
Anhelo
Yo no pido riquezas que perecen o la fama que se desvanece como la llovizna de la mañana. Yo sólo pido la libertad de un niño de Dios, con una meta, un amor, un deseo de agradarte. Mi corazón te anhela, ¡Oh Dios! Mi alma clama a Ti. Vivir sin Ti es como un desierto desprovisto de vida y belleza. ¿Puede ser que la arena seca y el calor abrasador purifiquen mi alma y la limpien de todas esas debilidades que me hacen tan contrario a Ti? ¿Debo vagar a través de la vida buscando y encontrándote, solo para perderte de nuevo?
Deseo
La tortura de perderte y el éxtasis de encontrarte, ¿forman y conforman mi alma a Tu imagen? El extender mi mano para tocar Tu Mano y el retroceso al perderla, ¿ejercitan mi Voluntad? ¿Te escondes cuándo casi Te vislumbro, para que así Te busque más ardientemente?
Amor¿Qué secreto debo encontrar que me permita amarte solo a Ti y sobre todas las cosas, verte en mi prójimo, en los sufrimientos de mi vida y en las alegrías que se esparcen aquí y allí para darme un atisbo del Cielo?
Deseo
Jesús, aunque las muchedumbres me rodean, mi alma está sola y el silencio me asusta. Oír el ruido fuera y sentir el silencio dentro me dan la sensación de vivir al mismo tiempo en dos mundos. Un mundo reclama mi atención y otro mi amor. ¡Oh Dios!, yo escojo Tu mundo, elijo vagar por los reinos ilimitados de Tu amor, contemplando siempre una nueva belleza, escuchando siempre la música de Tu perdón misericordioso.
Humildad
Mi mente, ¡Oh Dios!, forcejea con el misterio de Tu Eternidad y Trinidad. Está tan humillada que llega a un punto que no puede cruzar - el punto en el que una mente creada comprende que su capacidad es demasiado pequeña para abarcar el Infinito. Entonces es, Oh Dios, cuando mi alma realmente se muestra como es - creada y limitada. Se alegrará de esperar hasta que Tu Bondad se digne elevarla, a través de la Fe, hasta las inalcanzables estrellas del misterio.
Separación
Nunca separas Tus ojos de mí y todavía mis ojos vagan a través del mundo para buscar un lugar donde descansar. ¿Por qué no puedo amarte como Tú me amas? ¿Por qué busco lo que es finito cuándo yo puedo poseer al Infinito? Mi inconstancia debe pasmar a los Ángeles que ven cuán pasajeras son las cosas a las que me aferro.
Fe
¡Oh Espíritu del Señor!, la Fe impulsa mi mente y mi alma a esos reinos del misterio, inalcanzable por mis propios esfuerzos. ¿Qué impulso de Amor te hizo elevar mi pobre alma sobre sí misma? ¿Es mi debilidad un desafío a Tu Misericordia como Señor de todos? Como Trinidad, ¿recorriste la tierra en busca de alguna débil criatura a quien podrías dar el tesoro de los tesoros - la Gracia? Tu Amor compasivo, afable Padre, remolcó mi egoísmo para despojarme de los trapos que me cuelgan para vestirme con los hermosos vestidos de la santidad.
Paciencia
Todos los días, mi Jesús, aprendo, por alguna situación o experiencia, mi gran necesidad de Ti. Cuando intento ser paciente en mis fuerzas, mi paciencia es forzada y efímera. Es obvio para todos que estoy intentando ser paciente con desesperación. Cuando levanto mi mente y mi corazón a Ti, querido Jesús, y Te veo paciente tan serenamente, mi alma bebe en ese espíritu de paciencia como una brisa fresca en una noche húmeda. Tu paciencia penetra mi ser y sólo entonces soy verdaderamente paciente. Es costoso aprender que puedo fructificar solo en Ti.
¡Cuánto me amas! El amor es probado por el Sacrificio y Tú lo has demostrado Tu amor por mí. Este hecho me hace sentir pequeño porque me obliga a que admita que mi amor por Ti es muy pequeño. Yo huyo del sacrificio y tengo miedo del dolor. La muerte me parece a veces como un túnel oscuro para ser atravesado y el futuro parece indeseable. Cuando comparo mi actitud con la Tuya, comprendo que en mí no tengo nada que ofrecerte Lo único que te pido es Tu Amor por mí. Cuando pienso en ese Amor, siento una ola súbita de valor para enfrentar el futuro. Incluso la muerte se convierte en el precioso momento en el que Aquel que ama y el que es amado, se encuentran cara a cara.
Valor
Señor Padre, la vida siempre es más fácil cuando aguardo cerca de Ti. A veces me pregunto por qué es tan difícil mantener mi alma unida a la única Fuente de felicidad. Parecería que yo debería ser atraído por Ti como un pedazo de hierro por un imán y todavía mi propia Voluntad y mis debilidades forman una barrera que mantiene mi alma separada de Ti. Lo que verdaderamente quiero ser, no lo soy. Yo huyo de la poda que necesito para ser como Tú. Mi vida es una contradicción. Mi alma anhela la santidad y después huye de la mortificación necesaria para lograrla. Yo tendré que depender de Ti, querido Jesús, para sacar mi pobre alma de su debilidad y vestirla con el valor y la fuerza de Tu Espíritu Santo. Entonces daré frutos- el fruto que agrada al Padre.
Autoconocimiento
Maestro, nadie ve realmente sus acciones o a sí mismo como le ven los otros. Quizás, buscar en las intenciones que atribuyo a otros, puede darme un atisbo de mi propia alma. No me gustará lo que vea, pero permite a Tu Espíritu hacer la imagen muy clara, para que con Tu ayuda pueda cambiar y pueda empezar a pensar y actuar como Jesús.
Presencia de Dios
Señor Trinidad, quiero ser más consciente de Tu Presencia Divina en mi alma. Sé que tu vida conmigo es a menudo solitaria. Revoloteo de una cosa insignificante a otra y entonces, cuando mi corazón se queda vacío, te busco. ¿Por qué corro a Ti solo al final? Eres la única Luz que guía mi camino, el único Amor que es fiel, la única Fuerza en tiempo de debilidad. Sé paciente conmigo, Señor, y concédeme que algún día mi mente no tenga ningún pensamiento que no sea agradable a Ti y que mi corazón no posea un amor más fuerte que Su amor.
Compañerismo
Hay tiempos, mi Jesús, en los que me gusta imaginar Tu rostro y dibujar cómo caminaste bajo caminos polvorientos. Me gusta pensarte a mi lado, mirando todo lo que hago con gran amor y comprensión. Entonces comprendo que una vez más te he reducido a mi tamaño, abarcando Tu Belleza en los estrechos reinos de mi imaginación y te he comprimido en un espacio diminuto junto a mí. Mi Señor, ésta es la única manera en que mi pobre naturaleza humana puede llegar a algún concepto de Ti. Concédeme, querido Jesús, que, cuando mi imaginación te imagina, yo nunca pierda de vista la verdad, que Tu belleza real está más allá mis sueños más fantásticos. Tu Presencia es mucho más íntima a mi lado.
Perdón
Señor Padre, yo entro en Tu Espíritu compasivo e intento beber profundamente de Tu Amor Misericordioso. Mi memoria sufre con el recuerdo de las ofensas del pasado y mi alma se duele por la ira de ayer - días del pasado que traen lágrimas y tristeza. Cada vez que pienso que se han ido, vuelven con vigor renovado y comprendo que no he crecido en compasión y perdón. Pongo mi memoria en Tu compasiva Misericordia y te pido que cubras sus heridas con el bálsamo curativo de Tu Misericordia. Permite a mi alma hundirse profundamente en ese océano insondable de Misericordia y devuélvemela renovada, sana y refrescada con amor por todos y malicia hacia nadie.
Enojo
Señor Jesús, me siento enfadado hoy-enfadado con el mundo porque es codicioso -enfadado con las personas porque son egoístas - y enfadado conmigo mismo porque no soy lo que debo ser. Sosiega mi alma con Tu dulzura y permite que esa actitud pacífica penetre mi alma con la compasiva compresión que necesito para ser amable y objetivo.
Tiempo
La vida es tan corta, mi Señor. Miro todos mis días pasados y parecen tan confusos, a la vez que todos mis mañanas son inciertos. El único tiempo que realmente poseo es este momento diminuto, y pasa tan rápidamente. ¿Por qué el tiempo pesa tanto en mi vida? Es un regalo preciosísimo de Tus Manos y debería mirarlo como si tuviera un tesoro. Me concede la oportunidad de conocerte y amarte más, para parecerme a Jesús y ser llenado de Tu propio Espíritu, aumentar en santidad y hacer la reparación de mis pecados. Gracias, mi Señor, por el tiempo. Por favor concédeme más tiempo para amarte y decirte cuán afligido estoy por cada vez que te he ofendido.
Sufrimiento
Me siento enfermo hoy, querido Jesús. Mi cabeza late y mi cuerpo está tan débil que es un esfuerzo incluso hablarte. Intento pensar en Tu pobre cabeza cuando fue coronada con espinas y me maravillo de Tu fortaleza. Pienso en lo debilitado que estabas cuando tomaste la Cruz sobre Tus hombros. Me maravillo de Tu Amor. El Amor fue el poder conductor que Te hizo fuerte cuando eras débil. Si yo pudiera comprender que Tu amor era para mí bien, entonces yo haría lo mismo por Ti. Es extraño, querido Jesús, en cuanto yo pienso en Tu dolor, el mío me parece ligero.
Para Ti, querido Jesús, la vida fue una misión y eras el mensaje del Padre para el mundo - Tú estabas para salvarlo - Tú estabas para abrir las puertas del Cielo a los pobres seres humanos. ¿Te cansaste alguna vez de Tu misión, especialmente cuándo tantos no escuchaban? ¿Te arrepentiste de venir? Yo sé que éstas preguntas son tontas. Tu amor era tan ardiente que cada momento, incluso el más doloroso, era dulce y luminoso. Concédeme que yo pueda amar como Tú y nunca repare en los costos.
Eternidad
Oh Dios, desearía poder ver el mundo entero desde el punto de vista de Tu eternidad. Qué diferente lo vería todo. Las cosas parecerían muy pequeñas y las personas vivirían y morirían como en un corto palmo de tiempo. Desde ese mirador, los siglos pasarían como días. La montaña más alta sería como una mancha de polvo y todos los océanos como las gotas de agua. Yo vería naciones y reinos ir y venir. Unas pocas personas empezarían grandes guerras y destruirían a otras personas, entonces, como una humareda, se habrían ido y todas sus ambiciones se convertirían en nada. De verdad, mirando hacia abajo desde tal una altura, cambiarían mis metas y deseos. Aunque yo debo vivir en un mundo que parece muy grande y aparenta ser muy permanente, concédeme que yo nunca ame apariencias de la verdad, que la realidad es muy pequeña y muy transitoria. Tú solo eres inmutable y Tú solo eres Grande. Tú solo, Señor Dios, eres digno de la Alabanza, el Honor y la Gloria.
Desaliento
Oh Dios, mi mente gira en la confusión y mi alma parece privada de todo consuelo. Es como si todo el mundo y toda mi vida fuera metida dentro de un momento y yo llevara la carga de todo. No puedo ver ningún futuro, excepto que mañana será otro hoy. Todos mis ayeres gritan a mi alrededor, algunos acusando otros llenos de pesar. Es como una prisión con mil voces llamando la atención. Divino Carcelero, tienes la llave para liberar mi alma de la prisión del desaliento. Abre las puertas y permíteme vagar libremente en las regiones de Tu amor. Líbrame de la tiranía de mi propia voluntad. Realmente no encuentras placer en mi inquieta alma dentro de mí, por eso estoy encerrado en mí mismo: Hazme oír que susurras, "Abre la puerta desde el interior. Estoy listo para entrar y confortarte."
Maravilla y Temor
¡Mi Jesús, alabo Tu Belleza! Todo lo que creaste lleva la impronta de la belleza y lo más maravilloso de todo es la variedad. ¿Qué te hizo decidir el color de una rosa y la altura de una montaña, la manera en que un arroyo se retuerce suavemente en un recodo y después termina en una rugiente cascada? Cuándo el primer hombre apareció sobre la tierra y dijo, ''yo te amo, Dios" ¿se estremeció Tu Corazón? Y cuándo dijo, "no serviré más" ¿lloraste? Sé que tendré que esperar hasta que nos encontremos para las respuestas a estos misterios, pero estremece mi corazón que a un Dios tan grande puedan hacérsele estas enigmáticas preguntas.
Curación de la Memoria
Señor Padre, sana mi Memoria. Es como un almacén que contiene cosas viejas y nuevas, buenas y malas. Es extraño, pero a veces un acontecimiento que pasó hace años, de repente surge, vuelve la herida y con ella el enojo y el resentimiento. Jesús nos dijo que fuéramos tan compasivos y misericordiosos como Tú eres. Lo encuentro esto todavía muy duro y, ¿por qué debería? ¿No he sido el destinatario de Tu misericordia y Tu perdón? ¿No es para mí algo mayor ofender a Dios que para una criatura ofenderme? Perdonas y te olvidas tan completamente y tan cortésmente. Permíteme enterrar todos mis recuerdos desagradables en Tu océano de Misericordia y ahógalos para siempre en esas aguas pacíficas. Que nunca puedan los fantasmas de ayer residir en el hoy y destruir mi mañana. Dame la Esperanza, Señor Padre, de confiar en Tu perdón y permíteme siempre conceder el beneficio de la duda a mi prójimo para que pueda perdonarlo en mi corazón. No me permitas presumir de Tu Misericordia, pero dame siempre confianza en Tu Corazón compasivo. Permite a la Esperanza sacar a mi memoria del barro que lleva en su interior y vivir en las claras aguas de Tu Gracia.
Búsqueda de Dios
Señor Dios, mi alma Te busca en medio de un vacío que nada puede llenar. Mi alma, como una mariposa, revolotea de una cosa a otra buscando descanso y encontrando nada. Sólo es en Ti que mi alma cansada encuentra la plenitud. Voy por la vida buscándote y cuando pienso que Te he encontrado, desciende la noche más oscura y Te has ido. Es entonces, cuando un nuevo amanecer se inicia lentamente, cuando Te hallo una vez más. Cuando paso el día buscándote, te encuentro en lugares inesperados. Mi vida es de verdad un juego de perder y hallar. Permite que mi búsqueda sea una canción de amor, de un alma privada del talento para contarte su amor. Permite que mis torpes modos sean un poema del deseo de decirte que Te amo. Permite que mis debilidades y fracasos sean como el lamento lastimoso de un pájaro herido que no puede volar solo a su nido. Permite a mi nada que se pierda en Tu Omnipotencia para que yo nunca pueda separarme de Ti.
"... no llorarás ya más; de cierto tendrá piedad de ti, cuando oiga tu clamor; en cuanto lo oyere, te responderá." (Isaías 30, 19)
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