“Antes de empezar…”
Vivimos en una era en la que la tecnología y la ciencia exigen pruebas, y sin embargo, buscamos el misterio. Pero cuando Dios nos ofrece ese misterio, nos esmeramos en destruirlo con nuestra grosera indiferencia o con razonamientos infantiles.
Nos enorgullecemos de nuestros avances tecnológicos y en el hecho de haber encontrado ese invisible poder llamado “energía atómica”, energía que puede curar, destruir, renovar y reconstruir. Y sin embargo, negamos a los espíritus angélicos quienes son también poderes invisibles que pueden destruir, curar y renovar.
Nos enorgullecemos de los genios que aparecen por aquí y por allá, y sin embargo negamos la multitud de inteligencias que sacuden la mente humana.
Sabemos del mal que existe en el mundo y de la incapacidad del hombre para hacerle frente y sin embargo negamos a los espíritus del mal que acechan al hombre en su afán por destruirlo.
Sabemos que Dios es infinito e ilimitado, y sin embargo limitamos su poder creativo en el mundo visible y sus habitantes. Nos enorgullecemos del hecho de que podemos ver la realidad y describirla tal cual es, y más tarde gastamos millones de dólares en tranquilizantes que nos ayuden a olvidarla.
Consideramos que todo aquello que concierne al “otro mundo” está por debajo del nivel de nuestra inteligencia y sin embargo miramos programas de televisión y leemos revistas sobre percepción extra-sensorial y ocultismo.
Observamos con interés como la ciencia incursiona en la telepatía y en la posibilidad de leer las mentes, y sin embargo consideramos nuestra conversación mental con Dios o con nuestro ángel como pura imaginación o fantasía diurna.
Estamos llenos de contradicciones y podríamos aceptar cualquier cosa con tal que no escape a nuestra comprensión, y sin embargo, nuestros corazones y mentes ansían esa realidad invisible que el orgullo mismo ha puesto más allá de nuestro alcance, esa realidad que solo la fe y la humildad pueden alcanzar y comprender.
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hace poco fui iniciada como hijo delaluz el cual me siento muy orgullosa.creo que es el verdadero camino hacia la felicidad
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