* «También los creyentes sufren tentaciones que alejan del estilo de servicio y terminan por hacer la vida inservible. ¡Donde no hay servicio la vida es inservible! Aquí podemos destacar dos. El que es tibio vive para satisfacer sus comodidades, que nunca son suficientes. El tibio reserva a Dios y a los demás algunos «porcentajes» de su tiempo y de su corazón. Hay una segunda tentación en la que se puede caer, no por ser pasivos, sino por ser «demasiado activos»: es la de pensar como dueños, de trabajar sólo para ganar prestigio y llegar a ser alguien. Entonces, el servicio se convierte en un medio y no en un fin»
Video de la homilía del Papa traducida al español