7 de noviembre de 2020.- (Camino Católico).- Celebración de la Santa Misa de hoy, sábado de la 31ª semana de Tiempo Ordinario, emitida por Magníficat TV, presidida por el padre Jacobo Hernández.
Evangelio: San Lucas 16, 9-15:
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos:
«Ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.
Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».
Los fariseos, que eran amigos del dinero, estaban escuchando todo esto y se burlaban de él.
Y les dijo:
«Vosotros os las dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, pues lo que es sublime entre los hombres es abominable ante Dios».
Evangelio: San Lucas 16, 1-8:
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acosaron ante él de derrochar sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
“¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”.
El administrador se puso a decir para sí:
“¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
“¿Cuánto debes a mi amo?”.
Este respondió:
“Cien barriles de aceite”.
El le dijo:
“Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”.
Luego dijo a otro:
“Y tú, ¿cuánto debes?”
Él contestó:
“Cien fanegas de trigo”.
Le dijo:
“Aquí está tu recibo, escribe ochenta”.
Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz».
* «Me acuerdo la primera guardia que fue horrible. Llegué y había pacientes tirados por el suelo ahogándose sin oxígeno. No sé la cantidad de certificados de defunción que firmamos o a las familias a las que informamos. Y pensé: ‘Esto es la guerra estamos en una guerra y nadie lo sabe’ Recuerdo llegar a casa y llorar, pero Dios siempre ha estado ahí y en esos momentos tan duros nunca me ha dejado sola, como me lo prometió al sacar la tarjetita. Si algo he aprendido de todo esto es que hay cosas mucho más importantes que el miedo: como cogerle la mano a una persona que se está muriendo, poder rezar un último Padre Nuestro con ella y que no se sienta sola en el último momento de su vida. Eso es lo más importante. Si el coronavirus lo que consigue es quitarnos la humanidad y que tengamos miedo de cogerle la mano a quien sufre, significa que lo habremos perdido todo porque eso es lo más valioso que tenemos: El amor que es por lo que Jesús murió por nosotros»
Video completo de la transmisión en directo de Vatican News con la homilía del Papa traducida al español
* «La oración en sufragio por los difuntos, elevada en la confianza de que viven con Dios, extiende así sus beneficios también a nosotros, peregrinos aquí en la tierra. Nos educa para una auténtica visión de la vida; nos revela el sentido de las tribulaciones que debemos atravesar para entrar en el Reino de Dios; nos abre a la verdadera libertad, disponiéndonos a la búsqueda continua de los bienes eternos»
El Pontífice explica que “la robótica puede hacer posible un mundo mejor si va unida al bien común. Porque si el progreso tecnológico aumenta las desigualdades, no es un progreso real. Los futuros avances deben estar orientados al respeto de la dignidad de la persona y de la Creación”. El texto completo de las palabras de Francisco en “el Video del Papa” es el siguiente:
La inteligencia artificial está en la raíz del cambio de época que estamos viviendo.
La robótica puede hacer posible un mundo mejor si va unida al bien común. Porque si el progreso tecnológico aumenta las desigualdades, no es un progreso real.
Los futuros avances deben estar orientados al respeto de la dignidad de la persona y de la Creación.
Recemos para que el progreso de la robótica y de la inteligencia artificial esté siempre al servicio del ser humano… podemos decir ‘sea humano’.
Francisco
El Papa también ha exhortado a pedir al Señor que nos ayude a considerar su parábola existencial de la manera correcta: “Le pedimos que disuelva esa melancolía negativa que a veces nos penetra, como si todo terminara con la muerte”. “Es un sentimiento alejado de la fe – ha dicho – que se añade al miedo humano de tener que morir, y del que nadie puede decir que es completamente inmune”. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha toda la celebración traducida al español.
Evangelio: San Lucas 15, 1-10:
En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
«Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice:
“¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”.
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
O ¿que mujer tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice:
“¡Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”.
Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».