* «Y no es fácil comprender la misericordia de Dios, no es fácil. Se necesita tanta oración para poder comprenderla, porque es una gracia. Nosotros estamos acostumbrados al ‘me lo has hecho, te la haré’…, a esa justicia, ‘has hecho’, ‘pagas’. Pero Jesús ha pagado por nosotros y sigue pagando»
* «Recuperar, redescubrir sus propias raíces y recobrar fuerza para ir adelante, la fuerza para dar fruto y, como dice el poeta, ‘la fuerza para florecer del árbol florido, viene de lo que está enterrado. Precisamente esa relación entre la raíz y el bien que nosotros podemos hacer. Las resistencias pertenecen a los que prefieren el exilio, y cuando no hay exilio físico, el exilio es psicológico: el autoexilio de la comunidad, de la sociedad, aquellos que prefieren ser un pueblo desarraigado, sin raíces. Debemos pensar en esta enfermedad del autoexilio psicológico: hace tanto mal. Nos quita las raíces. Nos quita la pertenencia»