* «Hay muchas oportunidades que no debemos desperdiciar si también nosotros queremos ser molidos para convertirnos en harina de Dios, y cada uno debe identificar y santificar las ocasiones que se le ofrecen en su lugar de servicio. Mencionaré sólo una o dos de ellas que creo que son válidas para todos. Una oportunidad es aceptar que nos contradigan, renunciar a justificarse y querer tener siempre la razón, cuando la importancia del asunto no lo exige. Otra es aguantar a alguien cuyo carácter, forma de hablar o de actuar nos pone de los nervios, y hacerlo sin irritarnos interiormente, pensando, más bien, que quizás nosotros también somos esa persona para alguien»
Vídeo en ESPAÑOL del primer sermón de Cuaresma 2024 del Cardenal Raniero Cantalamessa