Elige tu idioma

Síguenos en el canal de Camino Católico en WhatsApp para no perderte nada pinchando en la imagen:

miércoles, 3 de octubre de 2007

"La misión de Fe y Luz en la iglesia y en el mundo, en medio de una cultura que se mira a si misma" / Autor: Jean Vanier



Publicamos una de las reflexiones de Jean Vanier impartidas a una de las comunidades de Fe y Luz durante un retiro sobre el mismo tema. La primera de ellas está publicada en nuestro blog el día 5 de septiembre, la segunda el 14 de septiembre, la tercera el 19 de septiembre y la cuarta el 27 de septiembre. Introduciendo el nombre de Jean Vanier en el buscador del blog os aparecerán todas, además de los artículos que citan al autor.

Sabéis lo que pasó en los años 30 en vuestro País. Nacisteis a la realidad de la guerra, muchos habéis nacido en esa realidad. Yo entré en la marina de guerra en el año 32. Durante la Guerra y en el año 45 estaba en París, muy poco después de la Liberación con mi madre, que era una canadiense que trabajaba en Cruz Roja, y acogimos a mucha gente que venían de los campos de concentración. Acogimos a muchas personas todavía ataviadas con el traje de rayas blancas y azules y venían casi como esqueletos. Esto es lo que unos seres humanos pueden hacer a otros seres humanos, esto es el terror de la violencia. Así que dejé la marina y empecé a trabajar por la paz. Creo que podemos estar avanzando hacia la paz del mundo y hoy hay bastante desesperación. En muchos sentidos, toda esa visión de la unidad, de la paz ha caído; andamos desarrollando sociedades basadas en el individualismo y el dinero, la necesidad...

Hay una previsión en Francia que mira hacia el futuro, está buscando las tendencias mirando hacia atrás, hace 50 años, y piensa que la tendencia del mundo en los próximos 15 años será volver a una espiritualidad, una forma de espiritualidad muy particular, una espiritualidad que viene del miedo de una forma de desesperación. Podéis ver en la TV el dolor del mundo, podemos ver en los medios lo que está sucediendo, podemos ver fotos de Israel, Palestina..., podemos ver todos los lugares donde algo se rompe, en muchos lugares nos vemos en medio de suicidios, enfermedades mentales. Y uno de los aspectos de esa espiritualidad será escaparse de la muerte de esa realidad. Queremos escaparnos, escondernos de este mundo, y toda la misión de Jesús es enviar a todas las personas al mundo paz, traer la paz, ser personas de compasión, no escapar del sufrimiento, sino acercarnos al sufrimiento. Así que este nuevo escenario en el que estamos entrando puede ser muy doloroso, pero también muy excitante.

He tenido bastantes oportunidades de encontrarme con gente joven y he descubierto que en muchas ocasiones la gente joven está muy herida, son muy bellos, pero sus grandes aspiraciones, tienen grandes aspiraciones, pero no saben a donde ir, tienen miedo de una religión que habla del Señor y del Dogma, ellos lo que están buscando realmente son relaciones, están buscando una religión que sea realmente un lugar para la relación y quieren descubrir de que se trata el cristianismo que no es un primer lugar una ley y un dogma sino que es un encuentro, un encuentro con una persona, esa persona es Jesús que vino a revelarnos que todos somos amados, que todos somos preciosos. La personas jóvenes están buscando una experiencia, una experiencia de amor que les llevará al amor. Vamos entrando en un mundo nuevo así que es muy importante que todos nosotros descubramos como estamos llamados a trabajar por la paz. Después del 11 de septiembre mucha gente reza por la paz, quizá rezan por la paz y rezan para que sigamos estando cómodos ¿Es que la paz es simplemente la ausencia de la guerra? Sencillamente se trata de coexistir, o, ¿es algo más?, es encontrarse con la gente, encontrarse con la gente que normalmente es rechazada o dejada de lado. Como seres humanos tenemos una gran tendencia a juzgar a la gente, incluso a condenar a la gente, le ponemos etiquetas a la gente las colocamos en cajas, hay gente buena, hay gente mala y nos escondemos en grupos hoy cada vez siento mas que muchos hombres mujeres deben ser artesanos de la paz y trabajar por la paz necesita que salgamos de nuestro grupo para encontrarnos a gente de otros grupos, encontrarnos con gente, escuchar a la gente y contar nuestra historia, nuestra historia de cómo hemos sido transformados, nuestro deseo se ha convertido en una necesidad de trabajar por la paz. Yo he tenido mucha suerte, dejé la marina, llamado por Jesús, encontré a un sacerdote maravilloso que me enseñó a rezar, rezar no es decir oraciones sino que es estar en comunión con Jesús, es dejar que Dios viva en mi y vivir en Jesús y descubrir lo compasión del rostro de Dios para convertirnos en alguien, en una persona de compasión y ese es todo el sentido del mensaje de los evangelios.

Descubrir el mundo de las personas con deficiencia. En el año 64, lo descubrí en Francia, me di cuenta que ellos eran las personas mas oprimidas de este mundo –porque no los queremos, los excluimos- Así que visité residencias, instituciones, hospitales psiquiátricos y descubrí muchas, muchas mujeres encerradas con una gran cantidad de dolor, de dolor del rechazo, pero también el dolor físico de sus problemas y también descubrí el mundo de los padres, de las familias, el dolor de los padres y madres, descubrí que muchos padres y madres pensaban que tener un hijo con una deficiencia era un castigo de Dios y eso lo descubrí en todos los países. Jesús hacia esta pregunta en el capítulo 9 del Evangelio de Juan, Jesús les dice a los discípulos que salgan del templo y se cruzan con un hombre que nació ciego y que estaba pidiendo y la reacción evidente de los discípulos es plantearle la pregunta de ¿quién es culpable? Le preguntaron ¿ésto es a causa de sus padres o de sus propios pecados que nació ciego?. Esta es una pregunta muy moderna.

Recuerdo a un médico muy cristiano que era padre de una niña con discapacidad y me contó que había estado presente en el nacimiento de su niña y cuando vio la gravedad de su deficiencia de repente sentí que Jesús hacía esto por algo y esto significó una catástrofe para mi, pero la reacción de Jesús a esta pregunta es muy clara. No, no ha pecado nadie, no hay ni que hablar de eso, quizá lo que sucede es que el trabajo de Dios se ha cumplido en el y ya sabéis lo que es el trabajo de Dios es el AMOR, es crecer en el amor y todos hemos nacido para crecer en el amor que significa aceptar a la gente con aprecio, así de modo que todos pueden crecer, de modo que podamos trabajar para la paz, porque sabéis que la paz fluye del amor.

Así que descubrí todo este mundo de las personas con discapacidad. Me conmovió mucho el descubrir el dolor de los padres o de las personas con una deficiencia, así que acogí a dos personas de una residencia de una institución y empezamos a vivir juntos. Vi que el mundo entero se abrió a mi. Este es el origen de las comunidades del Arca y de las comunidades de Fe y Luz.

Esta mañana quiero hablaros de un hombre joven que acogimos en una de nuestras comunidades. Voy a intentar que comprendáis lo que el vivió. Mirar con frecuencia lo que necesitamos es descubrir cómo se ve el mundo con los ojos de una persona con discapacidad. No es solo cuestión de cómo lo veamos desde nosotros, sino lo que ellos están viendo y que es lo que ellos están pidiendo, que es lo que ellos están necesitando.

Voy a intentar entrar dentro de las personas con discapacidad para que intentemos comprender cómo ven ellos el mundo. Os voy ha hablar de un hombre joven que se llama Moisés; hablo de Moisés y no del gran Profeta del Génesis..... ¡ah! del libro del Exodo, perdón. Pero hablo de un pequeño profeta, porque de un modo misterioso las personas con discapacidad son profetas porque nos llama a cambiar, llaman a nuestras sociedades a que cambien, nos llaman a que nos abramos y a que crezcamos en comprensión y comprensión y este es siempre el papel de los profetas. Apuntar siempre hacia la paz es llamar a la gente para que cambien, esto no nos afecta a nuestra vida sino que es una misión completa del mundo.

Moisés fue encontrado en las calles de Eisenhower, estaba tirado por las calle, la policía lo encontró y lo llevó al hospital y desde el hospital; una de nuestras comunidades lo acogió, fue una de las primeras personas acogidas en la comunidad. Era un nombre que no podía caminar, echar su brazos, ni hablar. No sabemos nada de su familia. Solo puedo deciros que nunca podemos juzgar a un padre o madre por no poder hacerse cargo de su hijo, era un niño pequeño no sabíamos la edad podía ser aproximadamente de 4, 5 o 6 años ¿Qué estaba viviendo cuando estaba tirado en la calle? la noche lo primero miedo a los insectos, animales, perros, gatos, nosotros también podemos asustarnos por la noche, debe ser muy difícil para un niño que no puede hablar, andar, gritar, así que en su pequeño corazón hay miedo, hay algo mas importante que esa angustia, el miedo es muy diferente a la angustia, en el miedo nos asustamos de algo objetivo, de un objeto. La angustias es algo que penetra en nuestro cuerpo, no hay un objeto, el sentimiento de no ser querido es algo que penetra en nuestro cuerpo, no hay un objeto. El sentimiento de no ser querido es una agitación interior, una rotura interior que nos trae una gran confusión, no sabemos que hacer, no nos sentimos bien, nos sentimos malos, así que hay un agitación muy profunda que probablemente todos hemos sentido cuando nos hemos sentidos solos, no queridos no aceptados y eso saca al exterior toda la agitación, cuando sentimos que no somos amados tenemos la impresión de que no somos buenos, porque si no soy querido es que no se me puede querer. Me he encontrado mucha gente que puede sentirse culpable de existir, soy una molestia para todos los demás he decepcionado a mis padres a la sociedad.

A veces algunas personas con discapacidad q pueden ir a la iglesia, puede que no se les acepte por que gritan, van caminando, parece que molestan que rompen el orden y es verdad que las personas con deficiencia pueden romper el orden no esta permitido son una excepción fuera de un orden u por tanto crean desorden y por supuesto pueden cambiar el camino, el modo de vida de los padres, de modo que pueden sentirse culpables y pueden tener una imagen rota de si mismos y a algunos les trae una falta de deseo de vivir en algunos casos puede convertirse en un verdadero deseo de muerte, porque no son queridos, asique aquí tenemos al pequeño Moisés, tirado en la calle, el vive emociones, aunque no pueda verbalizarlos o conceptualizarlos el vive emociones.

Un niño pequeño que acaba de nacer puede sentir miedo, aunque o pueda verbalizar puede vivir el miedo.

Moisés fue encontrado por la policía, lo llevaron al hospital, pero el hospital no es un lugar para él, porque el no estaba enfermo, había magníficos enfermeros que lo limpiaban y lo alimentaban pero nadie decía tú me pertenecer y yo te pertenezco. Todo niño necesita pertenecer, todos necesitamos pertenecer, a una comunidad, a una familia, a un grupo. La pertenencia es muy importante para todos los seres humanos, es la tierra en la que crecemos, pero nadie le dijo a el, tu me perteneces. Y me contaron que mientras estaba en el hospital se escondía detrás de sus manos, no podía mirar a la gente a los ojos, estaba demasiado asustado, de ser no creía que tenía ningún valor. Fue acogido en nuestra comunidad, unos meses después fui a visitar esa comunidad para la apertura oficial, y me encontré a un Moisés transformado, empezaba a sonreír, sus ojos comenzaban a brillar, empezaba a querer vivir; sencillamente sentía que el estaba en un proceso de transformación; desde un deseo de muerte a un deseo de vida; de una imagen rota de si mismo, a una imagen positiva.

Os puedo preguntar a vosotros sobre este proceso de transformación . Si os preguntó ¿por qué? Vosotros posiblemente responderéis que ese proceso de transformación era porque él se sintió amado, y es verdad. Pero ¿que el es amor? Es muy importante que comencemos a reflexionar sobre esta increíble realidad, esta en el corazón de un mensaje de Jesús. Es una realidad que todos queremos y necesitamos, pero no tenemos que ir hacia ella . Así que ¿qué es el amor? Creo que con toda la experiencia que tengo en estos años de comunidades de El Arca y Fe y Luz, esto es lo que digo: “Amar, no es ante todo hacer algo, sino que es revelar algo ¿Qué revelamos cuando amamos a alguien? Tu tiene valor, eres precioso, eres importante en ti mismo, importante para tu iglesia, eres una persona importante y por supuesto para alguien como Moisés esto es particularmente importante.” Porque había vivido una experiencia de no ser precioso. Había vivido una experiencia de ser apartado. Así que la pregunta es: ¿cómo va él a descubrir que es importante?, ¿cómo le vamos a dar un deseo de vivir?, ¿cómo va a aprender hacer las cosas? Amar es revelar. De este modo nos habla Jesús. Nos revela a nosotros que somos importantes ¡somos importantes! Todos nosotros tenemos un potencial para hacer cosas bellas, también tenemos un potencial de encerrarnos por el miedo, pero nuestra belleza es que nos podemos abrir a la gente, así que amar es revelar. Y ¿cómo revelamos esto a las personas? Por el modo en que miramos, por el modo en que escuchamos, por el modo en que intentamos entender a las personas, por nuestra alegría.

Muchas veces digo que unas actitudes fundamentales en el Arca y Fe y Luz es estar feliz, estar contento y celebrar, porque celebrar es una manera de decir: “es muy bueno estar contigo y nos divertimos juntos. Porque en el corazón de nuestras comunidades con personas como Moisés tenemos que celebrar la vida y ser capaces de decir: “soy feliz de que existas”. Quizás alguien que te llama para decir que está feliz de que existas. Necesitamos gente que nos llame por teléfono y que nos diga que es importante para mi revelarnos, revelarte que eres precioso; pero amar también es comprender, comprender tu dolor, comprender tus deseos, comprender tus esperanzas. Todos necesitamos ser comprendidos.

Quiero contaros dos historias. Una es la de una chica joven que vino a la comunidad, tenía un problema psicótico , había pasado un tiempo en un hospital psiquiátrico; en alguna ocasión mientras estaba con nosotros había caído en lo que llamamos una regresión (regresión es diferente a depresión) Durante esta regresión ella quería volverse un bebé pequeño y rechazaba comer ella misma y levantarse de la cama, como si ella quisiera volver a ser un bebé, de modo que la sacamos del hogar en que estaba viviendo y la llevamos a vivir a una casa con una persona para que pudiera tener una atención muy personal. Y un día el padre Tomás, el capellán de nuestra comunidad, fue a llevarle la comunión, y después de la comunión le susurró algo al oído, por primera vez, después de mucho tiempo; ella sonrió y desde ese día comenzó a mejorar y cuando la persona que vivía con ella fue a ver al padre Tomás, le preguntó ¿Qué le has dicho para que comenzara a cambiar? El padre Tomás simplemente le dijo: “Te necesito ¿puedes rezar por mi? Necesito tu ayuda”. Como veis todo lo que necesitamos es que alguien nos necesite, que nos telefonee, diciendo: “necesito tu ayuda, necesito tu amor, te necesito”. Tenemos que tener mucho cuidado cuando vivimos con personas con deficiencia para no sólo hacer cosas por ellos sino para que ellos descubran que les necesitamos.

Antes de venir a Salamanca estaba en el hogar en el que vivo, allí está Pascal, no habla, pero se acercó a mi, lo primero que quería era un mapa para que le enseñara dónde estaba Salamanca, dónde estaba España. Le enseñé en el mapa dónde estaba Francia, dónde estaba España, puse un pequeño punto donde pensaba que estaba Salamanca en España y esto es lo que me dijo: “rezaré por ti... ¡Te necesito. Te necesitamos, necesitamos tu amor, necesitamos tu oración!.

Cada uno de nosotros tenemos que descubrir nuestro don, el don que puedo darte y el don que tú puedes darme, porque tú tienes dones en ti que yo necesito porque yo no los tengo; por eso necesito a José Luis, porque vivir juntos es necesitarnos unos a otros. Cuando comenzamos a necesitarnos comenzamos a revelarnos unos a otros lo importante que somos. De esto tratan las pequeñas comunidades, que nos necesitamos unos a otros, necesitamos comprender el dolor y las necesidades de las personas.

Hace años acogimos en nuestra comunidad a una mujer que tenía epilepsia y hemiplejía, tenía un brazo y una pierna paralizado y estaba muy enfadada.. Había gran cantidad de violencia en ella, gritaba, rompía cosas, no podía pegar a alguien porque si lo intentaba podía caer, pero no era fácil vivir con ella debido a toda esa violencia, esa ira que había en ella. Así que la pregunta es importante: ¿de dónde procede esta violencia? Y poco a poco comenzamos a descubrirlo; tenía muchos celos de su hermana, que tenía tres hijos, ella quería un niño, ese era su deseo, y esto es lo normal . En cierto modo su cuerpo estaba hecho para tener un niño, así que estaba muy enfadada, enfadada con su hermana, enfadada con sus padres, enfadada con Dios, enfadada consigo misma. Y... ¿cómo somos nosotros capaces de decirle: mira sabes que te comprendemos, no puedo solucionar tu problema pero lo comprendo y es doloroso para mi. Y cuando ella empezó a darse cuenta de que la comprendíamos comenzó a volverse menos salvaje.

Frecuentemente la violencia es un mensaje. Cuando comprendemos a la gente las cosas comienzan a cambiar, porque ella es una mujer con gran ternura, ahora está en una silla de ruedas, con mucha paz. En ocasiones voy al hogar donde ella vive y me siento a su lado, cuando ella ve que estoy cansado (que pasa de vez en cuando), pone la mano sobre mi cabeza y dice ¡pobre viejo! Y hay un gran ternura en ella, pero muchas veces ella no sabe dónde proyectar esa ternura; la gente puede hacer cosas por ella, pero ella también necesita hacer algo, por eso es muy importante comprender a la gente. La comprensión requiere mucho tiempo en el que escuchamos a la gente, les dejamos decir lo que quieren y lo que desean. No siempre podemos dar lo que desean, pero siempre podemos comenzar a comprender y eso se puede producir con más facilidad dentro en el seno de la comunidad, como en una comunidad de Fe y Luz, en la que intentamos comprender a las personas, poco a poco les ayudamos a comprender el sentido de su vida.

Quiero contaros la historia de un niño pequeño con deficiencia. Estaba celebrando su primera comunión en la iglesia parroquial con una liturgia muy bonita y después de la liturgia una celebración familiar y después de esa celebración el tío del niño, que era además su padrino, se acercó a la madre y le dijo: ¡qué liturgia más bonita! Lo único triste es que el no ha comprendido nada, y el niño oyó aquello y con lágrimas en sus ojos le dijo: “no te preocupes mamá, Jesús me ama tal y como soy”. El era sabio diciendo esto, el tío no. Esto es lo que nos quiere decir Pablo cuando dice que Dios ha escogido a lo débil, a lo necio del mundo para confundir a los ricos, a los poderosos, a los que se creen listos. Así que amar es revelar, es comprender, es cuidar, ayudar a las personas a desarrollarse, ayudarles a vivir en comunidad. ¿Qué sucede cuando alguien como Moisés descubre que es amado? Es algo muy importante, empieza a confiar en los otros y la confianza es algo muy importante, cuando empezamos a confiar en algo salimos de nuestro mundo de miedo de nuestra propia prisión. A veces tengo la ocasión de hablar con gente joven de 15 ó 16 años y les pregunto: cuando tienes problemas en tu vida, cuando descubres, por ejemplo, que tus padres se pelean, o cuando tú te sientes enfadado con tus padres o cuando te enfrentas a situaciones de problemas de sexualidad o caos, ¿qué descubres en ti, angustia e incluso deseos de suicidio?, ¿hay alguien con quien puedas hablar? ¿hay alguien en quien puedas confiar? Ellos no te pueden decir lo que debes hacer, ni te juzgarán y por supuesto no te condenarán, sino que te dirán: “te comprendo, no es fácil lo que vives, hay gran dolor en tí y si me necesitas, llámame”.

Como veis todos vivimos cosas difíciles, todo hombre, toda mujer vive problemas, sentimos que no nos quieren, no somos amados y tenemos depresión e ira. A veces deseamos beber demasiado, pero ¿hay alguien con quien podemos hablar? Alguien que no me juzgue, que me diga lo que tengo que hacer, pero que me escuche y me diga “te comprendo”. En ocasiones ese es el papel del sacerdote, pero algunas veces lo han olvidado porque en ocasiones están muy ocupados.

No siempre es fácil escuchar porque no puedes o no quieres, porque no hay nada que hacer; es como cuando una madre tiene a un hijo y acaba de fallecer, lo que necesita es que alguien la escuche, no para hacer nada, no hay nada que podamos hacer, pero alguien que le diga: “estoy contigo, me siento en comunión contigo”, “lo que estas viviendo es muy doloroso”, gente que pueda escucharte de manera que aflore la confianza. Eso es lo que necesitaba Moisés, confiar. Los adultos no están ahí ya para detener su vida ¿Qué sucede cuando hay desconfianza hacia los asistentes? Los asistentes son aquellos hombres y mujeres que vienen a los hogares a vivir con las personas con deficiencia, igual que en las comunidades de Fe y Luz están los amigos. Vivimos juntos y cuando la gente empieza a confiar unos en otros se produce una comunión de los corazones, que es una forma de amistad . La comunión de los corazones no es poseerte ni manipularte, sino que es creer en tí y liberarnos unos a otros para hacernos más humanos, completamente humanos.

Así que lo importante para Moisés era confiar en las personas con las que vivía y que pudiera haber confianza en él, que ellos pudieran confiar en él, de modo que pudieran vivir la comunión de estos corazones; no es poseer a la gente ni manipularla, sino vivir algo juntos. Pero amar también es perdonar; sabéis que cuando vivimos juntos nos herimos unos a otros, no queremos herirnos pero hay veces que estamos cansados, no podemos escuchar, estamos ocupados -eso lo veo yo en mí mismo- a veces aparto a la gente. A veces algunas personas pueden despertar en mí mismo mi propia angustia, puedo tener buenas relaciones con una persona con deficiencia, pero con otras menos, a veces me hacen subirme por las paredes, a veces del modo en que repiten y repiten las cosas. Algunas personas nos gustan y otras no, así que tenemos que aprender a perdonar y eso significa que no debo cambiar. Tengo que crecer en amor, así podremos descubrir que nos necesitamos unos a otros.

Quería volver a algo que dejé hace un rato. Que Moisés es un pequeño profeta, no es el gran profeta, porque a veces hace renacer en el corazón de las personas compasión. Estoy pensando en un asistente de nuestras comunidades, tras un año en una comunidad, en la que vivió con alguien como Moisés, me dijo: “mira, mi vida ha sido transformada, antes de vivir con personas con una deficiencia; quería escalar, escalar en la escalera de la promoción y ser el mejor y ser agresivo, pero, no era sensible, sólo era sensible a mis propias necesidades, mi deseo de ganar, mi deseo de promocionarme en el colegio, en la Universidad, en el trabajo, donde fuera. Y al estar en el Arca estoy descubriendo a las personas. Hay dolor, y empiezo a escuchar a las personas, no solamente me preocupo de mi éxito, algo estaba sucediendo en este hombre. También escucho algo parecido en los amigos de Fe y Luz. Desde que estoy en Fe y Luz he cambiado, me estoy abriendo, estoy descubriendo la comunidad, estoy empezando a descubrir que quiero a la gente y que la gente me quiere, y la gente con una deficiencia está aprendiendo a querer, no porque tengo mucho poder y consigo el éxito, sino que me quiere tal como soy por lo que soy en mi persona. Así que descubramos que los amigos que van a Fe y Luz o van al Arca empiezan a transformarse y empiezan a descubrir lo que significa aceptar a alguien tal y como es.

Ayudarle a crecer, y frecuentemente descubren quién es Jesús. Mucha gente viene a nuestras comunidades no porque tenga mucha fe en Jesús, pero al vivir en la comunidad descubren quién es Jesús, porque empiezan a descubrir sus problemas para querer a los demás. Cuando tratan de hacerlo bien en los estudios, en el trabajo, no surge la cuestión de querer a la gente, y no se dan porque están encerrados en sí mismos; pero cuando vives en una comunidad con gente, descubres que no es fácil querer a la gente y descubrimos el caos que hay en nosotros, tendencias de dominación, posesión, beber, drogas, sexualidad a algunas personas las queremos y a otras no, empezamos a ver que hay caos dentro de nosotros; entonces descubro que necesito a Jesús, necesito ser salvado y esto no es sólo una idea que aprendí en la catequesis, es algo que vivo; empiezo a descubrir que necesito a Jesús, para ser capaz de querer a la gente, para realmente apreciar a las personas con una deficiencia, para apreciar a cualquier otra persona y, entonces, descubro qué significa la oración. Significa encontrarse con Jesús, significa entrar en comunión con Dios. Así que el pequeño Moisés era alguien que empezaba a llevarnos a nosotros y hacía nacer en nosotros la compasión porque ese es el corazón de todo. Jesús nos dice “sed compasivos como mi Padre es compasivo, no juzguéis y no seréis juzgados. No condenéis y no seréis condenados. Perdonar y seréis perdonados”.

. . . . . .. . . . .. . . . . . Se acaba la charla ...................................

Si queréis hacer preguntas o comentar alguna cosa, no tengáis vergüenza.

¿Cómo comenzaron las comunidades del Arca y Fe y Luz?

Descubrí a las personas con deficiencia en el año sesenta y cuatro. En aquél momento el padre del que os hablé, Thomas Phillip, era el capellán de una residencia y me animó a que fuera a conocer a mis nuevos amigos, y como os dije, entonces acogí a dos personas y empezamos a conocernos. Yo me ocupaba de la cocina, así que comíamos fatal, pero empezamos a vivir juntos. Desde entonces el Arca ha crecido. Ahora hay 120 comunidades en todo el mundo. Cada comunidad está compuesta por 1, 2, 3, 5 ó 10 casas pequeñas, en las que, personas con deficiencia van a vivir con amigos en la comunidad por un año o más, o quizás toda la vida. Hay una comunidad en España, no lejos de Barcelona. Eso es el Arca, vivimos juntos, comemos juntos, nos peleamos juntos, trabajamos juntos, nos divertimos juntos.

Creamos una nueva forma de familia Fe y Luz en 1971. En un encuentro entre Marelien Matieu y yo mismo y una pareja que tenia dos hijos con deficiencia mental muy severa, que habían ido a Lourdes, y no se les permitió alojarse en un hotel, con dos hijos. Les obligaron a dejar a sus hijos en el hospital, no los dejaron permanecer con ellos, así que estos padres tenían una herida muy profunda. Juntos Marelien y yo preparamos una peregrinación a Lourdes que tuvo lugar en 1971, vinieron algunas personas de Madrid y fuimos 12000 personas (4000 personas con deficiencia, 4000 padres y 4000 amigos) y vivimos algo muy importante y muy bonito en la Semana Santa de 1971. A partir de ahí nacieron las comunidades de unas 30 personas: los padres, sus hijos / as, amigos se encuentran una vez al mes en vacaciones, en retiros. Hay unas treinta y tres comunidades en España, siete en Salamanca. Esto es Fe y Luz, y en el mundo hay mil quinientas comunidades en setenta y cinco países.

No hace mucho estuve en Serbia (Yugoslavia), hay una comunidad empezando. Alguna de nuestras comunidades está relacionadas con la Iglesia Ortodoxa. Tenemos comunidades en Moscú; como os he dicho en setenta y cinco países del mundo. Estas comunidades traen gran paz a los padres, porque ellos comienzan a descubrir quiénes son sus hijos. Hace algún tiempo estuve en Eslovenia y tuve la oportunidad de hablar con muchos padres de Fe y Luz y se me acercó una madre y me dijo: “tengo cuatro hijos, tres de ellos tiene una deficiencia severa y he llorado mucho”; y continuó diciendo: “desde que estoy en Fe y Luz estoy descubriendo lo que tienen mis hijos y siento cada vez menos lo que ellos no tienen”. Así que son comunidades que nos unen a todos y creamos lazos, celebramos la vida juntos, rezamos y nos divertimos juntos.... Así El Arca y Fe y Luz tienen la misma espiritualidad, pero diferentes formas de compromiso.

¿Cómo se subvencionan?

En cada país es diferente. En Barcelona nos ha costado mucho tiempo que el gobierno local nos diera dinero, tenemos que crear fundaciones locales. En países como Haití, en que tenemos dos comunidades, o en Africa, encontramos muy poco dinero en el país, tenemos que crear fundaciones a nivel internacional, nunca acumulamos más dinero de lo necesario para un año. Dependemos mucho de la providencia en la certeza de que Dios escuchará el grito del pobre, es un problema real en algunos países. En Francia, Inglaterra y Canadá tenemos ayuda del Estado, es suficiente para los costes operativos, pero no para los costes de capitalización, siempre hay un tema de recibir ayuda; alguna de nuestras comunidades hacen trabajos que nos provee de dinero. En Calcuta tenemos un taller donde se hacen trabajos muy buenos que luego se venden en los países ricos; en Calcuta somos autosuficientes al cuarenta por ciento, siempre tenemos esa necesidad, siempre necesitamos ayuda. Se tata de crear una red de amigos que crean en la comunidad y se comprometan con ella. Esta es una pregunta, que se hace cualquier padre o madre, revelar que eres precioso, pero hay cosas que puedes hacer y cosas que no.

Si le lanzas un cacharro a alguien a la cabeza, eso no lo puedes hacer, porque toda la educación trata de eso. La educación significa dar ideas claras, la educación se vuelve más sencilla cuando hay confianza. Lo más importante es crear relaciones de confianza; cuando he hablado con educadores que se ocupan de niños de la calle, me dicen que no se puede hacer nada hasta que no hay confianza... Necesitamos ganarnos esa confianza, para revelar que realmente te quiero, y quererte no es poseerte, manipularte, sino ayudarte a crecer. Siempre es algo complicado, pero tenemos que crecer para querer a los demás de un modo inteligente y ayudarles a crecer.

En nuestra comunidad de Santo Domingo acogimos a un niño llamado Luisito; siempre había vivido en la calle, no podía caminar y su madre había cuidado de él, pero su madre murió; él vino a nuestra comunidad pero no quería comer en la mesa, no quería trabajar, estaba muy enfadado, hacía mucho ruido. Ahora come en la mesa y trabaja y está bien. Tenemos que respetar a la gente que quiere seguir siendo una víctima y no crecer, a veces eso significa confrontación. Tienes que trabajar las cosas antes. No estamos en un mundo de emociones, sino que tenemos que ser buenos pedagogos, muchas veces necesitamos la ayuda de psiquiatras y de psicólogos.


¿Hay que ser un buen cristiano para comprometerse con las comunidades?

Vino un asistente, muy bueno, que había comenzado a vivir en otra comunidad de El Arca. Vino a decirme que el era ateo, eso le preocupaba.. Yo le pregunté: ¿tú crees en las personas?, ¿realmente crees que son importantes? Me dijo que sí. Le dije yo, casi prefiero a las personas que creen en las personas con deficiencia, pero no creen en Dios, que las personas que creen en Dios y no creen en las personas con una deficiencia. Quizás hay demasiados cristianos que no creen en las personas con una deficiencia. Las personas pueden no ser cristianas por muchas razones y lo puedo comprender. Para nosotros lo importante es que las gentes se comprometan con personas con una deficiencia. He conocido a gente maravillosa que eran musulmanes o hindúes y se han comprometido con las personas con una discapacidad. A veces me dicen los cristianos: “¿por qué pierdes el tiempo con gente así?” He conocido a musulmanes maravillosos, muy comprometidos.

¿ Cual es la diferencia entre Fe y Luz y el Arca?

Empecé en el año sesenta y cuatro, hace treinta años a vivir con personas con discapacidad y la peregrinación a Lourdes que inició las comunidades de Fe y Luz, así que hace 31 años. En el Arca vivimos todo el tiempo juntos, porque algunos hijos no pueden vivir con sus padres, en Fe y Luz viven con sus padres en sus familias y se encuentran una o dos veces al mes ¡vale!

Quiero deciros dos cosas
(Se oye una voz de los asistentes, es María, le dice: te quiero Jean.)

Voy a contaros una historia a propósito de lo que me pregunta el padre Fernando. Estoy pensando en una madre en Kiew (Ucrania). Tiene un niño en silla de ruedas que no habla; ella se sentía muy dolida, enfada con su marido que la abandonó, enfadada con Dios, con su propio hijo..., y un día dos personas jóvenes llamaron a su puerta y le dijeron: “¿quieres venir a la reunión de Fe y Luz?” Ella dijo: “no, iros, podéis llevaros a mi hijo pero yo no voy”. Al mes siguiente sucedió lo mismo, incluso la tercera vez hizo lo mismo: “llevaros a mi hijo, pero a mi dejadme en paz”. Al final, al tercer encuentro toman una taza de té juntos, en ese momento esas dos personas jóvenes le dijeron a la madre: “Dinos ¿cómo estás?” Y dice: “lloro mucho, me rompo en lágrimas”, (ella comenzó a llorar) dijo: “antes nadie me ha preguntado cómo me siento”, y entonces fue a Fe y Luz y hoy es la responsable del grupo.

Tenemos que darnos cuenta que algunos padres han sufrido tanto, es difícil para ellos vivir con su hijo. Tenemos que aprender a visitarles y explicarles. Alguna gente todavía puede tener mucho miedo de algunas personas con deficiencia porque no comprenden lo importante que son para la Iglesia.

San Pablo dice algo extraordinario en el capítulo 12 de su Carta a los Corintios, cuando compara su Iglesia con el cuerpo humano; en un momento dice que aquellas partes del cuerpo que son las más débiles y las menos presentables son necesarias para el cuerpo y deben ser honradas. Pero mucha gente no se da cuenta; hace falta tomarse un tiempo para que nos demos cuenta de esto. Los padres se sienten muy heridos y no entienden lo que ha sucedido, algunos religiosos tampoco se dan cuenta porque todo lleva su tiempo. Tenemos que tener paciencia

Ya hay treinta y tres comunidades en España, quizá de aquí a diez años seamos 100. Podemos seguir creciendo.


¿De dónde sacas tu fuerza, Jean?

Comer bien, intentar ir pronto a la cama, incluso en España. Jesús y su propia comunidad –mi propia comunidad es una comunidad muy bella-. Vivo en una pequeña casa con personas con deficiencia, nos conocemos unos a otros, algunos desde hace 30 años, ellos conocen mis faltas y yo la suyas, yo conozco sus deseos y ellos los míos. Tenemos que cuidar de nuestros cuerpos, tenemos que saber descansar, tenemos que saber descubrir el poder de Jesús y de la comunidad.

¿Cuánto ha crecido Fe y Luz?

Una de nuestras preocupaciones en El Arca es cómo seguir siendo una comunidad y no una institución, una residencia; crear una institución que sea en sí misma una comunidad, ya hay una tensión. En las comunidades del Arca la gente se cansa, hay una pregunta sobre cómo nuestras comunidades evolucionan desde un momento inicial de entusiasmo, hacia una fase madura de sabiduría; no puedo dar respuesta fácil a esto, aunque es una pregunta real y viva. Cuando viven mucho tiempo con personas con una discapacidad puede que cierto entusiasmo desaparezca. Por tanto necesitas medios, necesitas formación, ayuda, una comunidad nunca está hecha, es un crecimiento continuo, cambio, evolución.

Atravesáis momentos malos, muerte, resurrección. Así es la vida. Tenemos que aprender a vivir las diferentes etapas de la vida comunitaria. Es la misma pregunta para la Iglesia; empezó con gran entusiasmo y pudo hacerse un poco vieja. Así que ¿cómo mantenemos el espíritu?, ¿un espíritu de misión, de amor?, ¿lo que hay y existe en la historia de la Iglesia? Es la historia de la comunidad y también de cada uno de nosotros.

La cuestión es cómo vivir continuamente la crucifixión y la resurrección, porque todos estamos en ese proceso, en que perdemos ese entusiasmo y caemos en la rutina. Es una cuestión importante para todos nosotros y para las comunidades, y cómo atravesar todo esto con fe, de manera que permanezcamos verdaderamente creyendo en Jesús y sabedores de que su mensaje es una buena noticia.

¿Con las nuevas técnicas dejarán de existir estos pequeños profetas?

Con la miocentesis sucede que el 60 por ciento de las mujeres en Francia aborta; esto sucede porque no somos capaces de acogerlos, los padres se sienten muy solos; incluso el modo en que son matados, en su muerte son profetas, siempre quisieron matar a los profetas... ¡Jesús fue matado! Esto sucede porque no somos capaces de acogerlos y tenemos que permanecer todos juntos y hacer algo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario