El seguimiento de Jesús es la nota característica de la fe cristiana. Desde los comienzos de la Iglesia la comunidad de seguidores de Jesús intenta conformar su vida, sus opciones y su tarea en el mundo, de acuerdo a los lineamientos que el mismo Jesús trazara, hace casi dos mil años, en la Palestina del siglo I de nuestra era cristiana.
Conocer la práctica de Jesús puede ayudarnos a recuperar sus grandes opciones de vida, de manera de poder vivir con mayor transparencia y fidelidad el mensaje que nos transmitió, y la tarea, que, como seguidores suyos, estamos empeñados en proseguir adelante.
En este primer artículo presentamos, a grandes rasgos, los principales grupos sociales que componían la sociedad de Palestina, y esbozamos la postura de Jesús frente a la situación de su tiempo.
La población de Palestina en el tiempo que vivió Jesús era una sociedad compleja, en la cual cohabitaban diferentes grupos sociales y religiosos.
+ Si utilizamos el criterio económico podemos reconocer que en los tiempos de Jesús en Palestina existían tres clases sociales:
+ La clase alta o rica. Estaba integrada por los grandes comerciantes, terratenientes y recaudadores de impuestos, las familias tradicionales del grupo de los Ancianos y las familias de los Sumos Sacerdotes (que eran los sacerdotes-jefes, que vivían en Jerusalén y se encargaban de las cosas del Templo). Númericamente era una minoría, que gozaban de una vida acomodada y vivían lujosamente, en la ciudad de Jerusalén.
+ La clase media. Estaba conformada por pequeños comerciantes, artesanos propietarios de sus talleres, empleados y obreros al servicio del Templo de Jerusalén. También diversas ocupaciones relacionadas con la llegada de peregrinos a Jerusalén (dueños de hospedajes, comerciantes que vendían artículos para los sacrificios).
Los sacerdotes, que descendían de la tribu de Leví, formaban parte de la clase media. Se los encontraba por todo el territorio de Palestina. Sólo los que vivían en Jerusalén tenían mayor instrucción y gozaban de un mayor bienestar económico. Tenían asegurados sus ingresos por los impuestos al culto pero no todo el pueblo cumplía, por lo tanto no eran ricos.
+ Los pobres. Eran muy numerosos. Podemos distinguir dos grupos: (a) Los que ganaban lo necesario para vivir con su trabajo y (b) los que vivían (en parte o totalmente) de la ayuda de los demás.
(a) En este grupo encontramos a los Obreros y Jornaleros. Existían en gran número. Su jornal equivalía a un denario, incluyendo la comida. Como dependían del trabajo del día para vivir era terrible no conseguir trabajo.
También pertenecían a este grupo los artesanos que trabajaban para otros y no poseían su propio taller.
Los esclavos formaban parte de esta clase. Había más cantidad en las ciudades (principalmente para el servicio) que en los campos.
(b) Los escribas integraban esta parte de la población (en su mayoría, aunque había excepciones). Eran los conocedores de la Ley, muy respetados por todo el pueblo. Tenían prohibido cobrar por sus servicios .
Casi todos desempeñaban también un oficio pero sobre todo vivían de las ayudas recibidas.
Los escribas que eran sacerdotes tenían ingresos fijos y trabajaban en el Templo, pero no eran todos, la mayoría pertenecía al pueblo pobre.
Finalmente, pertenecían al grupo que vivían de las ayudas todos los mendigos, que en la época de Jesús eran también numerosos. Enfermos, tullidos, leprosos, ciegos, entre otros (en los evangelios encontramos muchas citas en las que aparecen).
+ Desde un criterio social, la población podía dividirse en dos grupos: el clero y el resto del pueblo.
El clero estaba formado por los descendientes de la tribu de Leví, y eñl resto del pueblo por los descendientes de las otras once tribus de Israel.
El clero estaba integrado por los Sumos sacerdotes, los sacerdotes y los levitas.
Los Sumos Sacerdotes pertenecían a unas pocas familias residentes en Jerusalén. Integraban el Sanedrin y tenían poder económico y político. La mayoría pertenecía al partido de los Saduceos. Controlaban todo el comercio originado alrededor del Templo con los artíulos del culto y los sacrificios y aprovechaban sus beneficios.
Los sacerdotes vivían por toda Palestina. El sacerdocio era hereditario. Existían cerca de 7.000 y estaban organizados en clases. Dos veces al año, y durante las tres fiestas de peregrinación,todos los sacerdotes pertenecientes a una misma clase debían viajar a Jerusalén para prestar servicios en el Templo. Los sacerdotes formaban parte del pueblo sencillo y pobre. En sus aldeas se dedicaban a algún oficio para poder vivir. Algunos estudiaban y se hacían escribas.
Los levitas. Constituían el bajo clero. Vivían también por todo el país y se hallaban organizados en clases como los sacerdotes. Prestaban funciones en el Templo en tareas diversas como la música, el canto, la vigilancia y la limpieza..
El resto del pueblo, formado por los descendientes de las restantes once tribus de Israel, estaba constituido por grupos muy diferentes. Entre ellos:
+ Los ancianos. Eran la nobleza laica. Pertenecían a familias acomodadas de Jerusalén e integraban el Sanedrin.
+ Los escribas. También llamados maestros odoctores de la Ley. Eran personas de diferente extracción social que se dedicaban al estudio de la Ley. Para ser escriba se necesitaban largos años de estudio. Ocupaban un lugar de mucho prestigio entre el pueblo, y se los solía consultar en asuntos referidos a la aplicación de la Ley a la vida cotidiana. Se constituyeron en los maestros del pueblo. Por sus conocimientos de la Ley fueron incluidos en el Sanedrin.
+ EL pueblo sencillo, o pueblo de la tierra. Era la mayoría del pueblo. Constituido principalmente por la mayoría pobre. Eran considerados ignorantes por fariseos, pues desconocían las prescripciones de la Ley.
+ Existían también diversos grupos político-religiosos. Mantenían diferencias en la interpretación de la Ley y la actitud hacia la dominación romana.
+ Los saduceos. Constituían un partido aristócratico, conservador y minoritario, constituido por la nobleza sacerdotal y laica que vivía en Jerusalén. No creían en la resurrección y sólo aceptaban el Pentateuco.
+ Los fariseos. Constituían un grupo muy importante y de notable influencia en el pueblo, a pesar de su escaso número.
Formaban un movimiento laico, organizado en comunidades cerradas, cuyo origen se remonta a la crisis de la rebelión macabea. Pertenecían a distintas clases de la sociedad. Su número, en la época de Jesús, se estima en 6.000, tomando como población judía de Palestina unos 500.00 a 600.000 habitantes.
Eran personas muy piadosas y observaban con mucho detalle las normas de la Ley referentes a la pureza y el pago del diezmo.
En todo lo relativo a la Ley los escribas eran los teólogos, los estudiosos y conocedores de la Ley oral y escrita; y los Fariseos los cumplidores y piadosos practicantes de la Ley. Esto explica su relación, y que a veces en los evangelios se los nombre juntos, aunque eran grupos distintos. Muchos escribas eran también fariseos.
+ Los zelotes. Lo constituían campesinos pobres de la región de Galilea. Tenían ideas nacionalistas y se oponían con firmeza a la ocupación romana,principlamente, por cuestiones religiosas.
+ Existían en Palestina otros grupos que no describimos por una cuestión de espacio, como los esenios, los herodianos, los movimientos bautistas, los samaritanos, y otros. Pero la presentación de la composición de la sociedad de Palestina no sería completa sin hablar del grupo de los pecadores.
Lo mencionamos como grupo aparte, por su expresión númerica y por no coincidir con ninguno de los criterios señalados hasta el momento para diferenciar los grupos sociales.
Los pecadores constituían un grupo de características definidas, que muchas veces, concide con el pueblo sencillo o pueblo de la tierra. La mayor parte pertenece también al pueblo pobre. en los evangelios encontramos muchas referencias a este grupo, cuando jnos señalan las multitudes, la gente,el pueblo que acudía, anónimo al encuentro con Jesús.
Al grupo pertenecían personas diversas que tenían en común el estigma de ser pecadores, es decir, haber transgredido alguna de las numerosas normas de pureza.
Por su ignorancia, falta de instrucción y desconocimiento de la Ley estaban permanetemente expuestos a transgredir alguna prescripción. En los tiempos de Jesús exitían alrededor de 600 mandamientos, entre prohibiciones y prescripciones. Sólo los que accedían a la instrucción religiosa podían llegar a conocerlas. El pueblo común ni siquiera llegaba a conocerlas todas.
"En la práctica, no había solución para el pecador. Teóricamente, la prostitutas podía purificarse mediante un complicado proceso de arrepentimiento, purificación ritual y expiación. Pero esto costaba dinero, y sus mal adquiridas ganancias no podían emplearse para este fin. Su dinero era sucio e impuro. Con respecto al recaudador de impuestos, se suponía que debía abandonar su profesión y restituir todo lo que había defraudado, más una quinta parte. Los ignorantes debían someterse a un largo proceso de formación antes de que pudiera estarse seguro de que ya estaban 'limpios'. Ser pecador era, por consiguiente, cuestión de fatalidad. Uno había sido predestinado a ser inferior por el destino o por voluntad de Dios. En este sentido, los pecadores eran cautivos o prisioneros."
¿Quién es este hombre? , pág. 43. Albert Nolan, Ed. Sal Terrae."
Los cumplidores constituían una minoría que se mantenía al margen de los pecadores, las mayorías que no cumplían. La aversión hacia estos últimos llegaba a extremos de aconsejarse no entablar relaciones con ellos, ni comerciar ni aceptar nada de su parte. A veces ni siquiera se podía mantener contacto físico bajo riesgo de contaminarse con "su" pecado.
Pertenecían al grupo de los pecadores los que ejercía algunas profesiones u oficios considerados impuros: entre ellos, los pastores, los publicanos, los ladrones, las prostitutas, y otros.
También los enfermos pertenecían a este grupo. En la forma de pensar de la época se asociaba la enfermedad con el pecado, propio de la persona, o de sus antepasados. Los leprosos (que incluían a todas las enfermedades de la piel), los ciegos, los minúsválidos, los paralíticos, los epilépticos, los sordomudos eran considerados pecadores.
Los pecadores podían tener diferencias en cuanto al origen de su pecado pero compartían la marginación del resto de la sociedad. Eran excluídos de la vida social al punto de no poder compartir la sinagoga. Para muchos era imposible escapar a su condición, pues si bien era factible la purificación mediante el arrepentimiento y sacrificios de expiación, todo significaba un desembolso de dinero. Y como su dinero era impuro no lo podían utilizar, ¿de qué manera podrían arrepentirse y purificarse? Estaban condenados a la exclusión social.
La práctica de Jesús
Jesús de Nazareth nació, vivió y murió en este complejo entramado social de Palestina del siglo I d.C.
En esta sociedad predicó y anunció que el Reino de Dios se había acercado, estaba cerca, había llegado.
Ante los conflictos y realidades de su tiempo Jesús no pasó de largo. En esa sociedad concreta y real presentó el Reino de Dios.
¿De qué manera?
¿Cuáles fueron sus opciones?
Dejemos que la propia vida de Jesús, su práctica real, nos vaya señalando el camino.
+ Entre los diversos grupos religiosos de su tiempo, Jesús inicia su vida pública reconociendo a Juan el Bautista, quein anunciaba un bautismo de conversión, a orillas del Jordán (Mc. 1, 4-5)La conversión que anunciaba Juan debía reflejarse en actos de solidaridad, justicia y honestidad (Lc. 3, 10-15)
Jesús se bautiza con Juan (Mc. 1, 9). Entre las diversas formas de entender a Dios que coexistían en su época, elige la que Juan representa.
+ Pero al tiempo se aparta de Juan, marcha a Galilea y comienza un camino original (Mc. 1, 14-15). Se instala en Cafarnaum y empieza a enseñar (Mc. 1, 21-22).
+ Acompaña su predicación con gestos liberadores: cura enfermos, se acerca a los pecadores, atiende a las multitudes (Mc.1, 23ss).
+ Los grupos religiosos "cumplidores" y entendidos de las cosas de Dios cuestionan su práctica (Mc. 2, 6. 16).
+ Juan, que se encuentra encarcelado por Herodes, le envía emisarios con la pregunta: "¿Eres tú el que debe venir o debemos esperar o tro?" (Lc. 7, 18-20).
+ Las respuesta de Jesús es lo que los emisarios están viendo y oyendo (Lc. 7, 21-23). Se está haciendo realidad el anuncio liberador que Jesús en la sinagoga de Nazareth había realizado para comenzar su misión (Lc. 4, 16ss).
La práctica de Jesús nos revela las posturas y opciones que tomó ante las situaciones concretas de su tiempo.
En su sociedad, como en la nuestra hoy, dos mil años más tarde, existen grandes mayorías condenadas a la exclusión y la marginación social.
En el tiempo de Jesús la excusa que servía para separar era el "pecado". Los cumplidores tenían asegurada la vida, el honor, la subsistencia, el sentido de la vida. Los pecadores, se encontraban condenados a su suerte, pues era casi imposible escapar a su situación En el nombre de Dios se edificaba un armazón social de muerte para muchos. Muerte material y muerte espiritual, pues a los impuros habñía que dejarlos a un lado. No importaban.
En nuestros días asistimos a un cuadro de situación que nos recuerda el tiempo de Jesús. La excusa que margina y excluye de la vida ya no se llama "pecado" sino "mercado". En todo el mundo, y en forma dramática, en nuestra patria, grandes grupos de personas, con sus familias, permanecen al margen de la vida. Sin trabajo. Habitantes de lugares riquísimos de nuestro país, como la cuenca petrolífera de Neuquén,o de lugares olvidados (por el "mercado") son puestos al filo de la vida. Para el mercado no importan, no existen.
¿Para Dios?
La respuesta está en la vida de Jesús. El tomó partido. Optó. Se jugó la vida, y se puso del lado de los injustamente excluídos en Palestina. Comió con ellos, conoció sus necesidades, compartió sus esperanzas. Y actúo.
¿Por donde pasa, entonces, la fidelidad al Evangelio, hoy?
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