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lunes, 12 de noviembre de 2007

De la nueva era al evangelismo, del evangelismo a la Iglesia / Testimonio de Dennise C. (Bogotá, Colombia)

La ignorancia de Cristo la alejó de la Iglesia,
el conocimiento de Cristo la volvió a ella.


Aunque fui bautizada como católica, en realidad nunca lo fui realmente pues solo asistía a misa cuando alguien se casaba o se moría, no conocía el porque de los dogmas y doctrinas de la Iglesia y mis oídos nunca escucharon la voz de Dios en ninguna de las pocas misas a que asistí, viví hasta mis 32 años como cualquier otro animal: comiendo y durmiendo sin Dios ni ley, mi vida era todo un caos sin sentido, buscaba con afán el amor sin encontrarlo pues jamás se me ocurrió acudir a la fuente.

Mi hermano comenzó a leer muchos libros de la nueva era y me los prestaba para que yo también los leyera, lo creí todo, y en verdad me creía que por haber sido creada a imagen y semejanza de Dios, yo poseía poderes especiales todavía no desarrollados que podrían cambiar mi vida radicalmente, creí en la ley del karma y en la reencarnación, pero gracias a la misericordia de Dios no participe en ritos gnósticos ni me afiance en estas creencias pues por mis estudios no me quedaba mucho tiempo para hacerlo.

Como dos años después, mi hermano se convirtió al protestantismo, vino a mi para decirme que la nueva era era una mentira de Satanás para alejar a los hombres de Dios, me prestó libros, y esta vez algo en mi me dijo que esta SI era la verdad pero furiosa por haber sido engañada por la nueva era y por mi hermano, vino a mi una palabra que me ayudo:" MALDITO EL HOMBRE QUE CONFÍA EN EL HOMBRE", esta palabra hizo que yo comenzará a clamarle al Señor: "No permitas que yo vuelva a ser engañada NUNCA MÁS". El me escuchó y comencé a asistir esporádicamente la iglesia a la cual asistía mi hermano, estudiaba en la escuela dominical y llegue hasta bautizarme allí a pesar de la oposición de mi esposo, sin embargo sentía que algo me faltaba, no me sentía parte de esta iglesia y deseaba una iglesia mas activa, comenzó mi búsqueda infructuosa de esa iglesia cristiana que llenara todas mis expectativas.

Además algo dentro de mi me decía fuertemente que el odio que ellos expresaban hacia la Iglesia Católica con todos sus ataques no podían ser frutos del Espíritu Santo y "POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS". No entendía como ellos hablaban así de una Iglesia hermana y por otro lado mostraban misericordia hacia hindúes, testigos, mormones, masones y hasta satánicos, yo callaba todo esto pues no quería ser motivo de contienda en mi familia y no estaba bíblicamente lo suficientemente preparada para enfrentar a mi hermano.

Mi hermano me dijo al yo comentarle que no me sentía bien en su iglesia que orara mucho para que el Señor me mostrara cual era esa iglesia en donde yo pudiera servirle.

Por otro lado, yo vivía con mi esposo en unión libre desde mis 17 años, tenemos un hijo que ya cumplió los 18, mi hijo también asistía a esta iglesia conmigo pero en mí había un vacío porque mi esposo no quería saber nada de los protestantes, defendía con fervor a la Iglesia Católica porque antes de conocerme había pertenecido por tres años a una comunidad del Camino Neocatecumenal que le había dejado bien sembrada la semilla, pero no era practicante y eso unido a una palabra que se me repetía en mi mente "EL QUE NO VE PRIMERAMENTE POR LOS SUYOS, HA NEGADO SU FE"

Por esto comencé a rogarle a mi Señor que me llevara a una comunidad católica cristiana pues en el fondo de mi corazón yo sabía que existían pues ya había conocido a uno de "esos especimenes raros" en la persona de mi profesora de ética quien tenía un rostro radiante de amor hacia Jesús y es católica.

Por esta misma época mi Señor me llamó a arreglar mis asuntos con El, así que por "Estar sujeta a mi marido" me case por la Iglesia Católica en mayo del 2001, pues si el se negaba rotundamente a casarse en una iglesia cristiana y yo deseaba una bendición de Dios y no de un juez en mi hogar, no vi problema en casarme por lo Catolico, en mi familia fue todo un caos, ataques y discusiones, burlas y maldiciones, a pesar de todos me casé, y fue maravilloso, en verdad mi Señor ha venido a morar a nuestro hogar y ahora ya no somos dos sino tres pues EL está entre nosotros,

Mi esposo se mostraba reticente a ingresar a ninguno de los grupos católicos a los cuales asistíamos para conocerlos, el me decía que después de que alguien conoce el camino neocatecumenal ya no quiere despegarse de allí, yo me preguntaba que era eso que dejo tan gratamente impactado a mi esposo, y comencé a buscarlo, una llamada llegó una noche de julio del 2001 invitándonos a comenzar catequesis el 6 de agosto, asistimos los tres juntamente con mi papá y su esposa, casi de inmediato comencé a estudiar apologética católica y ahora después de año y medio de escudriñar las escrituras, la historia, el catecismo, los escritos de los padres de la iglesia y otros documentos puedo ASEGURARLE a cualquiera que lo dude en este momento que TODO lo que dicen los "cristianos evangélicos" sobre la Iglesia Católica es MENTIRA.

Hoy me siento infinitamente agradecida de estar en los dulces brazos de mi madre al lado de mi esposo y mi hijo, amo a mi Iglesia con todo mi corazón porque amo a JESUCRISTO quien es su Cabeza, el camino neocatecumenal es algo maravilloso no creo que haya nada más vivencialmente cristiano, estoy sirviendo como catequista en mi parroquia, y todo por la gracia y la misericordia del Amado, mi familia ya asimiló la idea aunque no volvimos a hablar de religión para evitar contiendas, pero sé que no comprenden como Dios me sacó de la iglesia evangélica para llevarme a la católica y que esto en el fondo de sus corazones los hace cuestionarse a si mismos.

Que mi Amada Santa y Virgen Maria, no me suelte nunca de su mano porque segura estoy que ella me llevará hacia mi Señor con toda seguridad y protección.

Gracias sean dadas al Padre por su misericordia, bondad y protección para la más pequeña de sus siervas, en el todopoderoso Nombre de mi amado Señor Jesucristo, a quien sea todo honor, poder y gloria por los siglos de los siglos, AMEN.

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