Sólo en cuatro países de Europa se puede obtener el título de ginecólogo sin tener que realizar un aborto, según ha denunciado el presidente de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC) www.fiamc.org , el cirujano catalán José María Simón, quien, además, precisó que entre esos países se encuentra España, Italia, Portugal y Grecia.
Con motivo de la celebración en Zagreb (Croacia) del congreso de ginecólogos católicos, Simón explicó que en España, "a pesar de que cuesta, aún se puede encontrar algún servicio que acepte residentes que no practiquen abortos". No es el caso de Francia, Suiza, Alemania o Austria donde "lo normal", según el presidente de FIAMC es que en los planes de estudio figure la práctica de abortos. "La cosa está muy mal en Europa", insistió.
Por otra parte, Simón aseguró que entre las principales conclusiones de este congreso que tenía como eje central la ’relación de la práctica obstétrica con el respeto a la maternidad’, figura la "urgencia de actuar en los países más pobres" sobre todo en el cuidado de la mujer embarazada, así como promover en los países desarrollados "las ayudas estatales" a las mujeres embarazadas para evitar que aborten.
"La mujer embarazada no tiene en España prácticamente prestaciones. Si una mujer embarazada, inmigrante y sola se presenta en un ambulatorio, casi que ni le preguntarán nada y le darán un volante para abortar. Esto pasa y pasa sistemáticamente", indicó.
Por último, también destacó la importancia de "la denuncia" cuando el Gobierno o los propios colegios médicos se oponen a la defensa de la vida, como es el caso de Perú en el que este colegiado está a favor de que se legalice el aborto.
Por otro lado, Simón aseguró que son "cada vez más" las mujeres que quieren que las atienda un médico que siga el Magisterio de la Iglesia, "aún no estando de acuerdo cien por cien" con él. Según precisó, un estudio ha revelado que en Estados Unidos hay 10 veces más mujeres que querrían ir a uno de estos ginecólogos pero que no pueden porque los que hay están colapsados.
En esta línea, añadió que en España, la gente "no sólo le pasa" esto con el ginecólogo sino también con otras especialidades delicadas como son los psiquiatras y los médicos que atienden a pacientes con enfermedades terminales. "La gente llega un momento que quiere saber y esto es propio de las sociedades occidentales: saber con quién te juegas los cuartos. Entre el paciente y el médico hay un contrato verbal o no verbal pero la gente espera que el médico le diga cómo va jugar en ese caso, qué ética va a aplicar", explicó.
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Fuente: Fundación vida
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