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lunes, 24 de junio de 2024

"El Señor asegura los pasos del hombre y se ocupa de su camino" / Por Conchi Vaquero


Camino Católico
.-  La enseñanza la realiza Conchi Vaquero Callejas, laica casada y madre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida, quien plantea en esta meditación las siguientes preguntas: ¿Quién guía nuestra vida? ¿El Espíritu Santo o el espíritu del mundo?  Toda la meditación es una reflexión para poder discernir nuestras actitudes y crecer personalmente y en el amor de Dios.

Conchi Vaquero pertenece también al grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta charla, el lunes 10 de enero de 2011.

jueves, 31 de diciembre de 2009

Meditación-oración:
Que el egoismo se transforme en generosidad !!!! / Autores: Conchi Vaquero y Arturo López

31 de diciembre de 2009.-Francisco de Asís compuso el siguiente salmo, sirviéndose de citas bíblicas, para cantar y agradecer a Dios su presencia a nuestro lado y orarlo durante las fiestas de Navidad hasta la Epifanía:

"Aclamad a Dios, nuestra fuerza (Sal 80, 2),
Señor Dios vivo y verdadero, con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra (Sal 46, 2-3).
Porque el Santísimo Padre del cielo, nuestro rey desde siempre (Sal 72, 13),
envió a su amado Hijo desde lo alto y nació de la bienaventurada Virgen Santa María.

Él me invocará: "Tú eres mi Padre"; y yo lo nombraré mi primogénito,
excelso entre los reyes de la tierra (Sal 88, 27-28) .
De día el Señor me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza del Dios de mi vida (Sal 41, 9).
Este es el día en que actuó el Señor;
sea nuestra alegría y nuestro gozo (Sal 117, 24).

Leer y orar más...

viernes, 26 de diciembre de 2008

Mensaje del Papa en Navidad
“Si cada uno piensa sólo en sus propios intereses, el mundo se encamina a la ruina”

"Busquemos a Jesús, dejémonos atraer por su luz que disipa la tristeza y el miedo"
26 de diciembre de 2008.- Benedicto XVI ha exhortado en su Mensaje de Navidad a la solidaridad de los hombres, pues pensando “en sus intereses, el mundo se encamina a la ruina" y ha expresado su preocupación por el futuro, que "se está haciendo más incierto incluso en las naciones del bienestar". Ante unas 60.000 personas reunidas en la plaza de San Pedro, el Papa ha proclamado al mundo, que con el nacimiento de Jesús "la gracia de Dios, trae la salvación para todos los hombres". Y ha recordado los lugares donde prosiguen las guerras, los enfrentamientos, la crisis económica o "donde el terrorismo sigue golpeando". Publicamos el texto integro del mensaje y el vídeo de su intervención. Ver vídeo y leer...

viernes, 13 de junio de 2008

El silencio desencadena los frutos / Autores: Conchi y Arturo

"El fruto del silencio es la oración.
El fruto de la oración es la fe.
El fruto de la fe es el amor.
El fruto del amor es el servicio.
El fruto del servicio es la paz."
( Beata Teresa de Calcuta)


La sabiduría de la Madre Teresa de Calcuta nos enseña el verdadero camino práctico para poner la fe por obras. Personalmente debemos tener tiempo para el silencio y acoger la gracia de Dios en el corazón. Nada de lo que hagamos en grupos o parroquias como actividad dará frutos si no tiene como fundamento la suma de muchas oraciones personales realizadas en el silencio para el bien propio y común.

Poner la fe por obras es cumplir el primer mandamiento: Amar al Señor sobre todas las cosas. Quien ama desea tener relación con el amado. La oración personal es el motor de toda la vida espiritual. Jesús advierte a sus discípulos: "vosotros no podéis dar fruto si no permanecéis unidos a mí". (Juan 15, 4).

Acoger la fe y hacerla crecer en el Amor de Dios es algo que nos llevará toda la vida. El mejor bien que podemos aportar a nuestra comunidad es el de amarnos los unos a los otros como Dios mismo nos ama. Esa es la esencia de toda vocación cristiana.

El crecimiento personal en la fe se produce cuando aceptamos interiormente que somos débiles. Sólo Dios puede transformar con su Amor aquello que nos impide amar y entrar en comunión con los demás: egoísmo, orgullo, heridas emocionales, complejos, miedos, individualismo, autoritarismo...

María Armenteros, fundadora de la Comunidad de los Siervos de Cristo Vivo, cuenta como el Señor en su oración personal le pidió que tuviera tiempo para Él de silencio en el cual le mostraría las cosas que deseaba cambiar en ella. Cuando María tuvo el convencimiento interior de que el Señor le pedía ese tiempo añadido de silencio, ya predicaba por todo el mundo de forma masiva, realizando retiros y encuentros con laicos, sacerdotes y obispos.

Pero Dios siempre desea hacernos crecer más para poder utilizarnos como auténticos instauradores de su Reino. A María Armenteros el Señor le muestra cada día cosas que desea cambiar en ella y con la oración las va transformando. El Amor de Dios va apoderándose del corazón de María y la hace eficaz en cualquier servicio para su Iglesia.

La eficacia en el servicio es el Amor de Dios que damos a los demás con nuestra propia vida. El fruto debe ser que las personas tengan un encuentro y experiencia personal con el Amor del Señor y desde ese momento decidan convertirlo en el centro de su vida. Cuando somos nosotros los protagonistas de las actividades y la gente acude porque les caemos bien, somos divertidos, simpáticos, tenemos un lenguaje atractivo y una personalidad atrayente..., el resultado puede ser humanamente y en apariencia espectacular, pero vacio espiritualmente. Si nosotros somos el centro de la vida pastoral, no lo será Jesús. La evangelización consiste en eso, en llevar a las personas a sentirse amadas y amar a Dios.

Por eso, porque muchas veces hemos servido sin orar, nos sentimos vacíos y sin paz. El servicio es un fruto de la llamada del Amor de Dios en nosotros y para los hermanos. La beata Teresa de Calcuta lo resume así: "Dios no pretende de mí que tenga éxito. Solo me exige que le sea fiel. Nosotros predicamos un Dios bueno, comprensivo, generoso y compasivo. Pero, ¿lo predicamos también a través de nuestras actitudes? Si queremos ser coherentes con lo que decimos todos deben poder ver esa bondad, ese perdón y esa comprensión en nosotros".


Estamos llamados a ser como niños, a ponernos en el regazo de nuestro Padre para que nos alimente y nos haga crecer en la escucha de su voz para ser fieles a su voluntad. Por eso ahora te invitamos a que humildemente dejes que un niño oré por tí en el siguiente video en 1 minuto:

Ahora sigue orando ante el Santísimo Sacramento con fray Nelson Medina:

domingo, 1 de junio de 2008

La Palabra de Dios, roca eterna / Autor: Raniero Cantalamessa, OFM Cap.

Comentario del padre Cantalamessa a la liturgia del próximo domingo


Publicamos el comentario del padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap. --predicador de la Casa Pontificia-- a la liturgia de la Palabra del próximo domingo.

* * *
IX Domingo del Tiempo Ordinario

Deuteronomio 11, 18.26-28; Romanos 3, 21-25a.28; Mateo 7, 21-27

La casa en la roca
Todos sabían, en tiempos de Jesús, que es de necios construir la propia casa sobre arena, en el fondo de los valles, en lugar de hacerlo en lo alto de la roca. Después de cada lluvia abundante se forma, en efecto, casi de inmediato un torrente que barre las casitas que encuentra a su paso. Jesús se basa en esta observación, que probablemente había hecho en persona, para construir a partir de ella la parábola de este domingo sobre las dos casas, que es como una doble parábola.

"Así pues todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca; cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y embistieron contra aquella casa; pero no cayó, porque estaba cimentada sobre roca".

Con simetría perfecta, variando sólo poquísimas palabras, Jesús presenta la misma escena en negativo: "Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena; cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina".

Construir la propia casa sobre arena quiere decir volver a poner las propias esperanzas y certezas en cosas inestables y aleatorias que no se sustraen al tiempo y a los vuelcos de fortuna. Tales son el dinero, el éxito, la propia salud. La experiencia lo pone ante nuestros ojos cada día: es muy poco lo que basta -un pequeño coágulo en la sangre, decía el filósofo Pascal- para que todo se derrumbe.

Construir la casa sobre roca quiere decir, al contrario, fundar la propia vida y las propias esperanzas en aquello que "los ladrones no pueden robar ni la polilla deshacer", sobre lo que no pasa. "Los cielos y la tierra pasarán -decía Jesús--, pero mis palabras no pasarán".

Construir la casa en la roca significa, muy sencillamente, construir en Dios. Él es la roca. Roca es uno de los símbolos preferidos de la Biblia para hablar de Dios: "Nuestro Dios es una roca eterna" (Is 26,4); "Él es la Roca, perfecta es su obra" (Dt 32,4).

La casa construida sobre la roca ya existe; ¡se trata de entrar en ella! Es la Iglesia. No, evidentemente, la que está hecha a base de ladrillos, sino la formada por las "piedras vivas" que son los creyentes, edificados en la "piedra angular" que es Cristo Jesús. La casa en la roca es aquella de la que hablaba Jesús cuando decía a Simón: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra (literalmente ‘roca')" edificaré mi Iglesia (Mt 16, 18).

Fundar la propia vida sobre la roca significa por lo tanto vivir en la Iglesia; no quedarse fuera apuntando sólo el dedo contra las incoherencias y los defectos de los hombres de Iglesia. Del diluvio universal se salvaron sólo pocas almas, las que habían entrado con Noé en el arca; del diluvio del tiempo que todo engulle se salvan sólo los que entran en el arca nueva que es la Iglesia (cf. 1 P 3, 20). Esto no quiere decir que todos los que están fuera de ella no se salven; existe una pertenencia a la Iglesia de otro tipo, "conocida sólo a Dios", dice el Concilio Vaticano II respecto a quienes, sin conocer a Cristo, obran según los dictados de la propia conciencia.

El tema de la palabra de Dios, que está en el centro de las lecturas de este domingo y sobre el que se celebrará en octubre el próximo Sínodo de los obispos, me sugiere una aplicación práctica. Dios se ha servido de la palabra para comunicarnos la vida y revelarnos la verdad. ¡Los seres humanos usamos a menudo la palabra para dar muerte y esconder la verdad! En la introducción a su famoso Dizionario delle opere e dei personaggi, Valentino Bompiani relata el siguiente episodio. En julio de 1938 tuvo lugar en Berlín el congreso internacional de los editores, en el que él también participó. La guerra se palpaba ya en el aire y el gobierno nazi se mostraba maestro en la manipulación de las palabras con fines de propaganda. El penúltimo día, Goebbels, que era ministro de Propaganda del Tercer Reich, invitó a los congresistas al aula del Parlamento. Se pidió a los delegados de los distintos países una palabra de saludo. Cuando llegó el turno a un editor sueco, éste subió al estrado y con voz grave pronunció estas palabras: "Señor Dios, debo pronunciar un discurso en alemán. Carezco de vocabulario y de gramática, y soy un pobre hombre perdido en el género de los nombres. No sé si la amistad es femenino o si el odio es masculino, o si el honor, la lealtad y la paz son neutros. Así que, Señor Dios, recobra las palabras y déjanos nuestra humanidad. Tal vez lograremos comprendernos y salvarnos". Estalló un aplauso, mientras Goebbels, que había captado la alusión, salía airado de la sala.

Un emperador chino, interrogado sobre qué era lo más urgente para mejorar el mundo, respondió sin dudar: ¡reformar las palabras! Quería decir: devolver a las palabras su verdadero significado. Tenía razón. Hay palabras que, poco a poco, han sido vaciadas completamente de su significado original y colmadas de un significado diametralmente opuesto. Su uso no puede más que resultar perjudicial. Es como poner en una botella de arsénico la etiqueta "digestivo efervescente": alguien se envenenará. Los Estados se han dotado de leyes severísimas contra los falsificadores de moneda, pero de ninguna contra la falsificación de las palabras. A ninguna palabra le ha ocurrido lo mismo que a la pobre palabra "amor". Un hombre abusa de una mujer y se justifica diciendo que lo ha hecho por amor. La expresión "hacer el amor" frecuentemente representa el acto más vulgar de egoísmo, en el que cada uno piensa en su satisfacción, ignorando totalmente al otro y reduciéndole a simple objeto.

La reflexión sobre la palabra de Dios nos puede ayudar, como se ve, también a reformar y rescatar de la vanidad la palabra de los hombres.
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[Traducción del original italiano por Marta Lago]
El evangelio del domingo en video
Mateo 7, 21-27
Haz click sobre las imagenes para verlo



La casa estaba cimentada sobre roca / Video-reflexión: P. Jesús Higueras

Testimonio de Franklin Conil: del egoismo a ser seducido por Dios


-Cuéntanos de tu familia.
Dios me ha concedido una gran familia la cual no cambio por ninguna otra. Nos amamos, nos apoyamos, en ocasiones nos peleamos, queremos salir adelante con trabajo y con esfuerzo, de ahí y del favor de Dios ha sálido todo lo que tenemos. Somos nueve hermanos Francisco y Noemí los mayores, Francis, Frank, Franma, Franni, Frandi, Jové y yo por supuesto. Mi padre ya hace casi 12 años que murió. Fue un hombre trabajador que con su ejemplo nos enseñó el valor del esfuerzo y la constancia, siempre oro por él. Mi mamá, una mujer que con su temple, su ejemplo, sus lágrimas y su oración nos ha guiado a ser los que somos. Mis tías y tíos, mis primos los tengo siempre presentes.

-¿A que te dedicas actualmente?
Soy profesor de Ciencias Sociales en el LB. Apálico Sánchez ubicado en el campo Taparito-Municipio Simón Bolívar del Estado Zulia, colaboro además con el departamento de Orientación de dicha institución y curso actualmente el cuarto semestre de Educación Ciencias Sociales en la Universidad Católica Cecilio Acosta de Maracaibo.

-¿Ha habido un cambio en tu vida?
Antes de que Dios tocara mi corazón, me encontrara con él y me llamara a seguirle era un joven normal, y no es que ahora no lo sea, pero Cristo hace la diferencia. Estudiaba bachillerato, tenía 14 años, aunque no crean que ha pasado mucho tiempo de eso, jajaja; era tímido, enamoradizo, encerrado en mi mundo, más egoísta que ahora, casi no asistía a la iglesia y cuando lo hacía era porque mi mamá me enviaba junto con mis hermanos. El cambio empezó cuando dos jóvenes vecinas (Liliana y Adriana Vergel, gracias muchachas eternamente les estaré agradecido) me invitaron a un grupo juvenil de la Renovación Carismática Católica. Al principio asistía por otros intereses pero el Señor se valió de ello para llamarme. En los retiros, las catequesis de la Comunión y la Confirmación, en las reuniones de oración, con los hermanos, a través de la Virgen María Dios me fue llamando, sanó mi corazón del principal apego, a nosotros mismos y me hizo conocerlo, conocer su Iglesia, a su madre y lo que sigue lo digo por medio de la letra de una canción: fue imposible conocerle y no amarle, amarle y no seguirle, el Señor me sedujo.

Entonces ¿Qué pasó con el Seminario?, ¿porqué no terminastes?:
En la búsqueda de mi vocación específica ingresé al Seminario, ahí se afianzó mi vida cristiana, me formé sólidamente en la doctrina eclesial, pero no encontré ahí mi puesto en la Iglesia.. Mientras estuve allí fui instituido en el ministerio de Lector. He prestado y seguiré prestando mis servicios a la Iglesia en el conocimiento, proclamación y anuncio de la Palabra de Dios.

Hoy por hoy sirvo al Señor con los dones que él me ha dado: la predicación, la animación, la oración, la música y el canto. Me siento realizado siendo un instrumento de la paz de Dios y un alma misionera dejándome llevar donde los hombres necesiten sus Palabras, donde falte la esperanza, simplemente por no saber de él.

Evangelizo a través de la música y de la radio. Sirvo los domingos en mis parroquias Nuestra Señora de Lourdes y Cristo Redentor cantando la Misa. Participo de la Renovación Carismática en el Espíritu. Colaboro en el servicio de Evangelización y Catequesis de esta Corriente de Gracia. Desde hace 2 años (11 de Febrero de 2006) Dios me llamó junto con otros hermanos a anunciar el Evangelio a través de la radio. El proyecto, consagrado a la Virgen, lleva por nombre EL DIARIO DE MARÍA. Se transmite de lunes a viernes de 8 a 10 pm y los domingos de 7 a 8 am por la emisora Tropical 100.1 (valga la cuña). Está dirigido principalmente a los católicos con el fin de REAVIVAR SU VIDA Y SU FE, así como lo dice nuestro eslogan.

-¿Cuál ha sido tu experiencia dentro de la renovación carismática Católica?
Dios me llamó a su Iglesia por medio de la Renovación Carismática Católica. Por eso estoy profundamente agradecido a este movimiento por todo lo que me ha dado. Me encanta la forma de orar espontánea que nos caracteriza, la invocación constante del Espíritu Santo, la imitación de la Virgen santísima, las reuniones de oración, la escucha de la Palabra de Dios, los retiros y escuelas que tanto nos forman, el despertar de los carismas, entre muchas otras cosas más.

¿Porqué Músico Católico?
La música, es don de Dios para la Iglesia y el mundo. Fui descubriendo este ministerio poco a poco aunque de pequeño me gustaba cantar. Ha sido él, Dios y su santísima madre los que han hecho la obra. Para su Gloria me han llevado a grabar tres cd: Cantoral de Adviento con fines pastorales, para lograr que en la misa no cante sólo el ministerio de música sino toda la asamblea; Jesús está vivo, que es mi tarjeta de presentación, acompañado por el ministerio de música Laetare es lo que soy: canto, música, oración y predicación; y ahora un disco dedicado a un gran hombre, sacerdote y pastor el padre Orencio Rodríguez y en él a la Orden Agustino Recoleta en su año vocacional. Lleva por nombre Un instrumento de tu paz, dice mucho de mí y quiere contribuir a la promoción vocacional que todos como iglesia debemos realizar. Hago aquí una mención especial al ministerio de música Laetare de la parroquia Cristo Redentor, del cual formo parte. Ellos me motivan a dar más de mí, me han ayudado a crecer como persona, como cristiano y como músico, desde hace casi tres años me han acompañado a anunciar que Jesús está vivo y deseo con el favor de Dios dar con ellos más frutos.

-¿Cuáles son tus metas a mediano plazo?
Deseo evangelizar hasta los últimos confines de la tierra a través de la música, la radio, la televisión, la Internet y otros medios que el Señor disponga, madurar mi noviazgo con una mujer extraordinaria que Dios ha puesto en mi camino, graduarme en la universidad para mejorar mi servicio profesional y mi sueldo, grabar próximamente un nuevo disco junto a Laetare, el cual Dios mediante llevará por nombre MANATIAL DE AMOR.

-¿Algo adicional que quieras comentar?
R: Compren mis discos, no los quemen. Oren por mí, por Bely (mi novia) y por Laetare, apoyen la música católica y escuchen EL DIARIO DE MARÍA. Cuando tengan algo que sentir de alguien apliquen el evangelio, no lo critiquen, no dejen nunca de rezar el rosario y cuando lo recen acuérdense de mi, este oración y la Virgen son mis grandes aliados en la evangelización. Por último apoyen a Oscar en la obra de ENTRE AMIGOS Y FAMILIA CATÓLICA.

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Fuente: Entre amigos y familia católica

Para escuchar la musica de Franklin Conil haz click
A Q U Í

sábado, 24 de mayo de 2008

Testimonio: El amor no es un juego / Autor: Dominique Morin

Encontré así la fe en el amor a través de verdaderas amistades
De adolescente, jugué al amor con las chicas. No amé ni respeté a ninguna, no hice más que disfrutar egoístamente, y rápidamente dejé de creer en el amor. Un buen día me convertí, y cambié de comportamiento. Encontré así la fe en el amor a través de verdaderas amistades con mujeres católicas sin afán de sexo gracias a la castidad. Quería casarme con una amiga que sigo amando, pero me enteré de que tenía el sida por mis años de desenfreno. Entonces decidí renunciar al matrimonio.

Desde entonces cuando me hablan de prevención, veo mucho más allá que el sida. Jugando con el amor sin aceptar reglas perdí mi capacidad de fecundidad, de entrega, necesarias para construir mi vida con la persona amada. ¿A quién podría desear yo esta desgracia, sin hablar ya del sida? El vagabun
deo sexual y las prácticas contra natura propagan el sida, el preservativo o condón no incita a alejarse de él sino sólo a limitar sus riesgos. ¿Es una prevención seria? En lugar de reducir el amor a un juego peligroso, pensad sobre todo en fundar vuestras relaciones en amistades sólidas. ¡El futuro está aquí cerca! Encerrados en relaciones decepcionantes que no cumplen sus promesas, pasando de una pareja a otra, estáis hiriendo vuestro corazón y vuestro cuerpo.

El amor libre es una ilusión mortal. Mirad todas sus víctimas y añadid a ellas las del aborto e incluso las de preservativos y anticonceptivos, que muestran así sus límites. Lo que la Iglesia os propone es hacer que el amor sea portador de paz y alegría abriéndolo a la vida con la exigencia de la verdad y la justicia. Por culpa del sida no puedo entregarme completamente a la persona que amo sin hacerla correr un riesgo. La única verdad del sida es la mentira, el miedo, la soledad al final del camino. No hablar a los jóvenes sino de buscar el placer sin amar, corriendo riesgos, es la conclusión lógica de una sociedad que ya no les habla de la fecundidad del amor verdadero. La castidad, dominio gozoso de la sexualidad, permite que ésta no sea un peso ni para uno mismo ni para los demás. La verdadera libertad es un camino donde el amor no rima ni con el miedo ni con la decepción solitaria, sino con la confianza y la alegría compartida. Sin que sea necesario para ello ser católico, hacer que el amor rime con la desconfianza y el miedo escondido tras el preservativo es profundamente malsano. Si queréis placer, corred riesgos, tomad precauciones, y… ¡buena suerte! Pero yo no os animaría a ir por esta senda que es una burla al amor.

El amor no da sino paz y alegría si es respetado. A vosotros adolescentes, os están mintiendo. Tenéis derecho a saberlo antes de elegir libremente vuestro camino. Cuando hacía paracaidismo, si me hubieran dicho que el paracaídas estaba estropeado pero que había pocos riesgos de que se rompiera al lanzarme del avión ¿qué hubiera escogido? El placer del salto vertiginoso por un lado, el riesgo mínimo por otro… Pero hubiera preferido quedarme en tierra. Con el preservativo os ocultan que el riesgo existe en cada momento y que un día os puede tocar a vosotros. Numerosos testimonios de fracaso me han mostrado los límites de tal prevención. Al final ¿quiénes son los inconscientes? ¿Los que os dejan arriesgaros preparándoos un infierno o los que os invitan a reflexionar sobre el amor y a no reducirlo a un simple riesgo? Mejor que ocultar o deformar el discurso católico ¿no tenéis más bien derecho a que os digan toda la verdad antes de correr riesgos que a fin de cuentas tendréis que asumir solos? La Iglesia siempre tiene un discurso razonable y realista, sin buscar adaptarse a la evolución de las costumbres ni a los jóvenes que quieren seguir sus antojos. Nos recuerda a tiempo y a destiempo que no podemos burlarnos del amor sin riesgo mortal para nuestro cuerpo, nuestro corazón y nuestra alma. La Iglesia ve las almas antes de la satisfacción de los deseos. Esta existencia es una promesa que os dará los medios para alcanzar la felicidad verdadera. Escoged la libertad de amar con confianza y con la verdad que lleva a la vida, y no busquéis el placer a cualquier precio, que lleva a la mentira y a la muerte.

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Fuente: almas.com.mx

miércoles, 21 de mayo de 2008

¿Yo mando en mi corazón? / Autor: Prof. Felipe Aquino

Debo conocerme para poder amar más y mejor.

La gente transforma el amor en egoísmo, porque no tiene el dominio de sí misma. La relación de dos personas, sean amigos, novios o casados, tiene su base en el amor mutuo, que une a los dos y los hace crecer. Sin esto, cualquier relación cae al vacío.

Amar es construir al otro; hacerlo crecer como persona; pero para esto es necesario poseerse; ser señor de sí mismo, porque para amar a alguien es necesario saber renunciarse. Y solamente puede renunciarse quien aprendió a dominarse.

La gente transforma el amor en egoísmo, porque no tiene el dominio de sí misma, por eso no consigue amar. Sepa que la gran crisis del hombre moderno es que, él dominó el macrocosmos de las estrellas y el microcosmos de las bacterias y de los átomos, pero perdió el dominio de sí mismo; por eso no consigue amar de verdad, continua muy egoísta.

Para que puedas amar de verdad, como Dios quiere, es necesario que camines “de pie”, es decir, respetando la primacía de los valores: en cima, el espíritu; abajo el racional y más abajo el físico. Así tendrás el control y el comando de tus actos y de tu vida.

Si tu cuerpo domina tu espíritu, entonces, caminarás de cabeza para bajo. Si no te dominas delante de las fuerzas de los instintos y de las pasiones, entonces, te arrastrarás y no serás capaz de amar.

También podrás dejar de caminar de pie, si la sensibilidad comanda tus actos, y, no el espíritu ni la razón. Claro que la sensibilidad es importantísima; pues es lo que nos diferencia de los animales pero, no puede ser la emperatriz de nuestros actos.

No podemos ser conducidos, sólo, por el "sentir". Si es así, te puede parecer que una persona está correcta sólo porque te es simpática o muy amiga y no porque, de hecho, ella tiene razón.

La sensibilidad está comandando en tu vida cuando cambias la realidad por el sueño, cuando no te aceptas a ti mismo como eres, etc. Para caminar de pie, es necesario que tu espíritu, fortalecido por el Espíritu Santo, comande tu sensibilidad y tu cuerpo.

La sensibilidad es bella y te hace llorar ante el dolor y el sufrimiento del otro, pero necesita ser controlada por el espíritu. Un caballo fogoso puede llevarte muy lejos si tienes firmes sus riendas, pero te puede tirar al suelo si no lo dominas.

Para amar es necesario poseerse; y, para poseerse es preciso ejercitar el amor. Jesús fue el que mejor amó, porque tenía el dominio perfecto de sí mismo. Nunca el egoísmo gritó más alto que el amor dentro de Él. Así también fueron los santos.

Pero hay una cosa que necesitas saber. Sólo con nuestras propias fuerzas no podemos caminar de pie. Jesús avisó que "el espíritu es fuerte, pero la carne es débil". Por lo tanto, necesitas la fuerza de Dios para soportar tu naturaleza fragilizada por el pecado original.

La persona que camina de pie, sabe pensar independientemente de la opinión pública y de la propaganda, sabe ser calma, tranquila y paciente, no se agita y no se desespera, no grita ni pega, vive con sencillez y tiene los pies en la tierra. No desprecia a nadie, sabe valorar a todos, no es vanidosa ni arrogante y no necesita de aplausos para ser feliz. Está siempre lista para aprender y para enseñar, sabe aceptar la opinión de los demás cuando es mejor que la suya, cultiva la verdad, tiene mente adulta y corazón de niño, se conoce y ama a Dios.

En fin, la persona "de pie", es la persona madura, que aprendió a dominarse para poder de hecho amar.

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Fuente: Comunidad Canción Nueva


miércoles, 7 de mayo de 2008

La ouija ¿es un juego? / Autor: P. Jordi Rivero


El "juego" de la ouija consiste en poner las manos sobre una pequeña plataforma que se desplaza lentamente sobre un tablero, movida por alguna fuerza misteriosa. El tablero está inscrito con números y las letras del alfabeto.

Los jugadores esperan respuesta a sus preguntas según las letras sobre las que se mueva la plataforma. La "diversión" está en la curiosidad y el misterio de comunicarse con algún espíritu que revela secretos y, cuanto más parezca "funcionar", más la ouija (y el espíritu detrás de ella) atrae y ata, hasta convertirse en una obsesión.

Un artículo que nos enviaron (no conocemos su autor pero representa bien la posición de los medios seculares) dice:

Mucha gente se ve atraída por la posibilidad de contactar con un ser querido ya muerto, otros sólo por curiosidad y otros para pasar el rato... La verdad es que con el tiempo la ouija está variando el destino del contactante en función de las nuevas creencias. Por ejemplo hay quien la utiliza supuestamente para contactar con seres extraterrestres, seres de otras dimensiones, ángeles, ... En definitiva, parece que el juego del tablero hoy en día nos ofrece numerosas posibilidades.

Orígenes

Ya Pitágoras (540 a.C.) usaba un artefacto parecido cuando se reunía en "círculos" en los que "una tabla mística que se movía con ruedas" hacia signos que el filósofo y uno de sus estudiantes interpretaban a la audiencia como revelaciones del mundo invisible. En la China, antes del nacimiento de Confusio, se usaba algo similar, lo que parecía ser una forma "no peligrosa" de comunicarse con los espíritus de los muertos.

El mundo del ocultismo abrazó con entusiasmo a la ouija. En 1853, en Francia, el "espiritualista" M. Planchette, diseñó una ouija similar a la que hoy día es popular. Elija J. Nond, en USA, le hizo variaciones; William Fuld le compró los derechos y un año después la patentizó. Finalmente, en 1966, "Parker Brothers" compró los derechos sobre el juego de la ouija y ha sido desde entonces su fabricante. Sin embargo la ouija, en diferentes versiones, se ha popularizado tanto que se puede obtener por infinidad de medios.

"Parker Brothers" y otros, para aumentar el mercado, han querido enterrar la relación de la ouija con el ocultismo. A estos señores lo que les interesa es popularizar el juego para hacer dinero. Prefieren decir que los jugadores buscan su "yo" subconsciente para obtener respuestas. Según esta versión, la ouija trae a nuestra conciencia lo que está oculto en nuestro subconsciente. Como una llave para acceder a nuestro conocimiento interior.

Pero eso es pura ficción para cubrir una realidad más oscura. Cuando el hombre se abre a buscar respuestas más allá de lo que se puede llegar por el uso de la razón (estudio, lógica), entra en el campo de lo sobrenatural en el que sólo hay dos caminos: Dios y el demonio.

El mismo artículo arriba mencionado delata la verdad sobre este nefasto juego: "En definitiva (la ouija) es una manera más de intentar acercarnos al mundo de lo oculto, en busca de información de aquello que por el momento no podremos demostrar".

Ahora existe una nueva versión de la ouija para el siglo XXI: un juego para ordenadores (computadoras). Es más sofisticado que el tablero pero su importe espiritual es el mismo.

Importe espiritual

Ciertamente nadie que conozca y ame a Dios busca su dirección por medio de la ouija. Dios se da a conocer (se revela), no por medio de juegos, sino a través de Su Hijo, Jesucristo. Él nos lo enseña todo en la revelación que confió a Su iglesia. Quien desea buscar la verdad va a las Sagradas Escrituras y a las enseñanzas de la Iglesia. Entonces, con el corazón abierto al Espíritu Santo sabremos cómo aplicar las enseñanzas a la vida diaria.

No se puede justificar el uso de la ouija con el pretexto de entretenerse y curiosear lo oculto. La verdad es que al jugar con la ouija se hace contacto con el demonio cuyo objetivo es llevarnos el infierno.

El Primer Mandamiento prohíbe apelar a otro espíritu fuera de Dios. El rey Saúl recurrió a una mujer de Endor para conjurar el espíritu del difunto profeta Samuel y fue castigado por Dios (1 Sam 28: 8-17). Se trata del pecado de adivinación: querer "desvelar" el porvenir recurriendo a espíritus (que en realidad son demonios).

La ouija nos atrae por la curiosidad y por la soberbia.

En un artículo favorable a la ouija leemos:

(La ouija) nos conquista haciéndonos creer que somos seres fabulosos, reencarnaciones de personajes famosos, ... De modo que se hace casi irresistible volver a conectar para recabar más información.

El mismo artículo descarta todo peligro justificando que podemos mantener el control de la situación:

Así que mientras no te olvides que eres tú quien debe llevar la voz cantante se supone que no pasará nada.

¿Se supone que no pasará nada? Es notable la semejanza entre esta mentalidad moderna y la tentación de la serpiente en el paraíso:

Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.» -Génesis 3:4-5

El demonio, sigue ofreciéndonos los consejos que le dieron tan buen resultado con nuestros primeros padres: "serán como dioses.... no pasará nada malo". Entonces ridiculiza a quién vea el peligro detrás de sus "juegos".

¿Cómo puede funcionar la ouija?

El demonio, siendo mucho más inteligente que nosotros, tiene conocimientos que nos parecen maravillosos y que los utiliza para atraparnos y engañarnos. Puede además imitar voces y apariencias de personas que han muerto.

No debemos buscar conocer sino lo que Dios nos quiera revelar, ya sea por medio del uso natural de la razón sometida a Dios o por su revelación.

Hay que advertir que, aunque se use la ouija por curiosidad, se está abriendo camino para el demonio y no es de extrañar que la persona quede espiritualmente afectada. Los resultados pueden ser, por ejemplo, dificultades posteriores en la oración, fantasías, obsesiones y otras opresiones mentales. Puede ocurrir que la persona se envicie con la ouija. En ese caso la opresión del demonio sobre esa pobre alma se hace mayor. Se entra en lo oculto hasta convertirse en una fascinación.

¿Qué hacer?

No se deje influenciar por los que dicen que es sólo un juego inofensivo. Una persona que cree en Dios tiene en Él su guía y no se abre al vacío para buscar respuestas. Como sacerdote he conocido a muchas personas oprimidas por ese "juego".

Pero, ¿no rezan los católicos a los santos? Esto es muy diferente. A los santos no los invocamos jamás en forma de oráculo. Nos conformamos con pedirles que recen por nosotros y que nos ayuden en nuestro peregrinar. Les pedimos que nos ayuden a vivir lo que Dios nos manda, no a buscar otro camino.

Solo Dios es fuente de verdad. Cuide de que la ouija no entre en su hogar.

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Fuente: corazones.org

viernes, 11 de abril de 2008

Testimonios: De genes, educación y amor / Autor: Vicente D. Yanes, L.C.

Uno de los libros más conocidos del ateo británico Richard Dawkins es The selfish gene (“El gen egoísta”) publicado por vez primera en 1976. La tesis del mismo se puede colegir fácilmente, pues está condensada en su título: todos los hombres poseemos un “gen egoísta” que por naturaleza nos lleva a buscar lo mejor para nosotros mismos a todo coste y es el que nos permite salir adelante; y este comportamiento no es más que un corolario de la teoría darwinista de la evolución.

No es éste el lugar para discutir la validez de estas afirmaciones (ni tampoco hace falta señalar el carácter ambiguo de tal proposición “científica”). Más bien, prefiero mostrar con tres hechos –siempre más elocuentes que las mejores teorías prefabricadas– la verdad que resalta en la afirmación opuesta: por naturaleza y por educación el hombre tiende al amor, busca lo mejor para sí y para los demás.

En Ciudad Victoria (noreste de México) sucedió este episodio, tan sencillo como aleccionador. Raúl Mora, cuando se acercaba su octavo cumpleaños pidió dos regalos muy específicos para su aniversario: un coche de juguete a control remoto y la colección de Los cuatro fantásticos. Una y otra vez hizo hincapié en que quería también baterías recargables junto con un nuevo cargador.

Sus padres le consiguieron con mucho agrado lo que con tanta insistencia había solicitado, cumpliendo hasta el último detalle. Con una gran sonrisa los recibió por la mañana, los abrazó y los dejó a un lado. Dijo que más tarde los usaría, que él sabía cuándo era mejor.

Después de la escuela, de camino a la casa su mamá se sorprendió cuando Raúl la hizo detenerse en una esquina para poder regalar su coche de juguete al menor de los dos niños que se ganaban la vida tratando de vender caramelos que nadie compraba. Raúl había visto que el coche que usaba el niño estaba roto y muy feo; éste lo haría más feliz. Por la tarde a Paco, el hijo de la señora que hacía el aseo de su casa le regaló dos de sus cuatro fantásticos, para que pudieran jugar juntos… ¿Esto es egoísmo?

Otro testimonio, aunque en este caso fue colectivo, se dio el pasado 14 de febrero, día del amor y la amistad, en el parque de atracciones “Six Flags” de la Ciudad de México.

¿Los protagonistas? Alumnos de los colegios CEYCA, Cumbres Bosques y Oxford (los tres de la Ciudad de México), Alpes y Cumbres de Querétaro, Everest de Pachuca, Highlands de Cuernavaca y nueve institutos más se dieron cita en el lugar para divertirse… y para reunir recursos para Dianita, una niña de cuatro años de escasos recursos que nació con un pie volteado con un giro de más de 150º.

Todo el dinero recaudado lo han destinado íntegramente a la operación de esta niña. ¿No es el amor lo que movió a estos chicos a ayudar a una persona con tales necesidades? (Referencia tomada de Ayuda a Dianita).

Cambiando de continente, en la ciudad de Barcelona encontramos a unos jóvenes que recorren las calles los sábados por la noche de las 21:00 a las 2:00. Si estos jóvenes andan en la calle buscando antros para divertirse no hay nada de especial, pero lo que hacen es algo totalmente inimaginable: buscan a las personas sin techo para darles de cenar, convivir con ellos y darles una palabra de esperanza y de fe.

Mas no se conforman con alimentar su cuerpo y su espíritu, no. Estos chavales se preocupan por conseguirles desde un saco de dormir hasta un empleo digno para que esas personas puedan mejorar su nivel de vida. Y mientras pasan de una calle a otra, ofrecen escapularios de la Virgen María a cuantos encuentran en su camino. Su nombre: Jóvenes de San José.

Podríamos seguir citando muchos y muchos casos más porque gracias a Dios estos testimonios de amor, servicio y solidaridad existen en todos los rincones del planeta. Porque allí donde hay dos hombres, puede existir el amor si uno de ellos se abre al prójimo y lo reconoce como un “otro yo” digno del amor que uno mismo quisiera.

Ante ejemplos como estos, los versos finales del poema “La Pedrada” de José María Gabriel y Galán, nos interpelan:

“Hoy, que con los hombres voy,
viendo a Jesús padecer (en mis hermanos los hombres, en todos los hombres),
interrogándome estoy:
¿Somos los hombres de hoy,
aquellos niños de ayer?”


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Fuente: Buenas Noticias

jueves, 14 de febrero de 2008

Como descubrir la vocación a la que Dios te llama / Autor: Carlo M. Martini

Pasos para un compromiso cristiano

Carta abierta del cardenal Martini a un joven

Querido amigo:

Esta carta, quizá, te pille de sorpresa, porque no responde a una carta previa o a una pregunta precisa.

Ha sido una iniciativa mía y, con ella, quiero contarte, calmada y meditati­vamente, algunas cosas que hubiera querido decirte ayer, apresuradamente, después de la misa celebrada en tu parroquia con ocasión de la visita pastoral.

Fuiste el representante de los jóvenes en la oración de los fieles. No recuerdo, exactamente, tus palabras precisas. Pedías por todos los jóvenes, para que sepan
"regalar un poco de su propio tiempo y de sus energías" al servicio de los hermanos, tanto en el seno de la comunidad cristiana como en el de la sociedad.

Aprecio cualquier esfuerzo con el que un joven intenta vencer su propio egoísmo. Pero ayer se trataba de una oración en la que pretendíamos trazar, no ese camino
de las pequeñas luchas humanas contra el egoísmo, sino un ideal de vida cristiana para el que invocábamos la gracia y la bendición del Padre. Y es sobre este punto que quiero compartir mi reflexión contigo. Perdona la claridad: tu oración estaba equivocada, no se trataba de un ideal auténtico de vida cristiana. Cuando está en juego la entrega a los hermanos no se puede hablar de "un poco" o de "un tanto así" como si se pudiera medir lo que debe ser dado.

La entrega interpersonal sea la que sea y a quien sea, es, por su propia naturaleza, absoluta e incondicional.

Una consideración profunda sobre las relaciones entre las personas, debe hacerte comprender que, éstas, no exigen esta o aquella cosa, este o aquel servicio,
este o aquel tiempo.., como si pudieras medir la cantidad y el grado de las energías y del tiempo que debes entregar.

La persona humana exige muchas cosas. Pero son siempre concreciones momentáneas; son expresión de una amistad, de un interés, de una acogida que no pueden agotarse en ese gesto particular que has realizado. Esos signos sobrepasan las acciones concretas y se convierten en la raíz fecunda de otros gestos siempre nuevos y de otros servicios mucho más intensos.

Tú crees en serio y, por tanto, puedes encontrar el sentido profundo de esa "totalidad" que acompaña la entrega de la persona humana, cuando, juntamente con
otras, con humildad y tesón, busca aquel bien misterioso y divino que habita en el interior de todo hombre y le confiere su dignidad absoluta: la libertad y el deseo de infinito.

Además, tú no crees en un Dios genérico, sino que has tenido la gracia incomparable de amar al Dios de Jesucristo; es decir, al Dios que en Cristo se ha entregado al hombre totalmente hasta la muerte de cruz, y ha querido al hombre consigo hasta la plenitud de la resurrección. Quizá te asustes ante estos ideales tan exigentes de
totalidad. Quizá no llegas a comprender toda la profundidad de algunas de las palabras que te escribo. Por eso quiero trazarte algunos pasos de ese camino en
el que podrás realizar el sentido de lo que, aquí y ahora, te escribo sencilla y fraternalmente.

El primer paso es el de empezar a mirar a todas las personas con las que te encuentres y los acontecimientos CON OJOS NUEVOS, no pensando sólo en
qué necesidad tendrán, o si son simpáticos o antipáticos. Con demasiada frecuencia etiquetamos a las personas que vemos cada día; nos pasa a todos; a mí también.

Somos perezosos y nos conformamos con la etiqueta del primer prejuicio que tuvimos; luego, sólo esperamos confirmarlo, en vez de cambiarlo. Peor todavía, al encontrarnos con alguien, pensamos enseguida: qué cosas podré sacarle, según aquel instinto egoísta, con frecuencia inconsciente, de disfrute de los otros que
se desencadena en nuestro corazón.

He aquí el por qué te pido ojos nuevos: para superar la superficialidad y la codicia y mirar con atención los interrogantes y esperanzas ocultas de aquellos con
los que nos encontramos y ver en profundidad las necesidades y motivos que mueven los hilos de la historia.

El segundo paso es el hacer fructificar más ampliamente los recursos. Comprométete cada día a un rato de oración o meditación.

Sabes que Dios nos ha hablado en Jesús y que esta Palabra viviente está custodiada por la comunidad cristiana.

Prueba a confrontarte con frecuencia con esta PALABRA, prueba cada día a tomar unos fragmentos de la Palabra de Dios y a sumergirla en tus comportamientos cotidianos; te darás cuenta de cuántas sacudidas y de cuántas crisis será fuente esta operación que te acabo de sugerir.

El tercer paso es el de adquirir alguna de las grandes actitudes de acogida a los otros con humildad, con maleabilidad y con responsabilidad creativa: el saludo; el diálogo y la acogida incondicional de la persona tal cual es; también la atención a las más pequeñas necesidades; el perdón recíproco que, seguramente, con muchos defectos, verás practicado en tu familia y en la comunidad cristiana.

El cuarto paso es ver y hacer todo con sentido de Iglesia. Para ello participa en un grupo, pero no en cualquier tipo de grupo, sino en los que te dan sentido de pertenencia eclesial y tensión apostólica. En el grupo maduras tu fe y tu compromiso; aprenderás a ver, juzgar y actuar a la luz de la Palabra, que crea hábitos de vigilancia y discernimiento; celebras los sacramentos, que son alimento y vida, en la comunidad eclesial; en él maduras tu vocación futura en contacto con todas las vocaciones eclesiales, que iluminarán tu opción y anima tu compromiso.

El quinto paso es de acoger como gran signo del Espíritu Santo, para los jóvenes de nuestro tiempo, las grandes iniciativas de voluntariado. Habrás oído hablar de ello, y, quizá, ya lo hayas experimentado. Veo en estas experiencias una escuela real hacia un modo nuevo de afrontar los problemas de relación entre las personas, incluso, a nivel internacional.

Y existe, por fin, un último paso, que da el sello y confiere autenticidad a todo el resto del camino propuesto, y es el de comprender y de qué manera. Relativamente estable, completa y concreta, podrás vivir y jugar TODA TU VIDA COMO UN DON TOTAL DE TI hacia los demás.

Esta opción importante la llamamos con una palabra que, por desgracia, se ha hecho ambigua. Se trata de la VOCACIÓN, que alguno considera un lujo para alguna categoría de cristianos.

No puedo hablarte extensamente sobre este argumento. No puedo hablarte, ahora, de los instrumentos con los que descubrir y cultivar la propia vocación. Sólo te
digo que cualquier bautizado está llamado por Dios a vivir, ya no para sí mismo, sino para los otros, a ejemplo de Jesús y con la fuerza del Espíritu Santo, en una forma concreta de vida que es igual para todos por la plenitud de la fe y. por el heroísmo de la caridad.

Después se hace diversa para cada uno, según el compromiso y función que se va a desarrollar en el seno de la comunidad cristiana en nombre de la Iglesia.

Es importante que cada uno pueda decir que el camino elegido es, para él, el modo más sincero, más rezado, más sufrido y más fecundo de no pertenecerse más a si
mismo.

TODA VIDA ES VOCACIÓN.

Para ti, que vives a tope tus años jóvenes, hacerse prójimo significa todo esto.

Carlo M. Martini