* «A los 13 años ya era madre de dos hijos, ambos concebidos en sus constantes violaciones. Hoy, yo tengo 36 años, mi hijo mayor tiene 24 y mi hija 23. Siempre los amo, porque esto es lo que siento, un inmenso amor por mis hijos. Y creo que, si los hubiese abortado, viviría una vida triste. Cuando nació mi hijo, fui la mamá más joven del año. La verdad es que no tuve adolescencia porque pasé de ser niña pequeña a ser madre. Me siento feliz de haber dicho sí a la vida y no al aborto. Hace poco se me partió el alma cuando mi hijo me pidió perdón por el mal comportamiento de su padre por todo mi maltrato»
Claudelina Sanabria con su hijo seminarista