23 de marzo de 2021.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, martes de la 5ª semana de Cuaresma, presidida por el P. José Blanco, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Evangelio: San Juan 8, 21-30:
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros».
Y los judíos comentaban:
«¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: “Donde yo voy no podéis venir vosotros”?».
Y él les dijo:
«Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados: pues, si no creéis que «Yo soy», moriréis por vuestros pecados».
Ellos le decían:
«¿Quién eres tú?»
Jesús les contestó:
«Lo que os estoy diciendo. desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me ha enviado es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él».
Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre.
Y entonces dijo Jesús:
«Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que «Yo soy», y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada».
Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.
Sus padres, que la habían educado en la fe católica, vivieron su dolor por la pérdida de su hijo y la ceguera de Maita acogiéndose a Dios y creyendo que solo Él sabía la verdad profunda por la que había sucedido el accidente y sus consecuencias. Maita no comprendía la vivencia de sus padres, pero se daba cuenta que era autentica. Su madre un día le dijo que “Dios nos da lo que necesitamos a cada uno y a ti te ha dado la ceguera. Entonces, es lo que tú necesitas para ser feliz.
Maita, que es fisioterapeuta, guardaba todo en su corazón mientras el Señor trabajaba en su interior hasta el día que le hizo darse cuenta que para ser feliz no necesitaba ver. La paz que Dios puso en su corazón la reconcilió con ella misma y con los demás. Explica su testimonio en el programa de Popular TV R. Murcia “Vidas con Luz”.
Video de 2010 en el que Joe Estzterhas cuenta en ocho minutos su conversión
* «Y pensaba para mí: «¿Yo? ¿Pidiendo a Dios? ¿Suplicando a Dios? ¿Rezando?» No había pensado en Dios desde que era un niño, pero me sentía pidiéndole ayuda todo el tiempo, mientras gemía de dolor. Y de repente mi corazón se calmó. Las terminaciones nerviosas dejaron de torturarme. Dejé de temblar y de tener espasmos. Mis manos dejaron de bailar… Me levanté de la acera. Abrí los ojos»
Evangelio: San Juan 8, 1-11:
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron:
«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.
Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.
Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra».
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos.
Y quedó solo Jesús, con la mujer, que seguía allí delante.
Jesús se incorporó y le preguntó:
«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?»
Ella contestó:
«Ninguno, Señor».
Jesús dijo:
«Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».
En el vídeo se reproduce el audio de Teresita. Explica qué es para ella ser misionera, cómo ofrece su vida a Dios por las almas. El audio va misionando de telegram a telegram, de whatsapp a whatsapp.
Camino Católico.- “Yo quiero ser misionera”. le dijo Teresita Castillo, de 10 años, al P. Ángel Camino, al vicario episcopal de Madrid, asegurando que esa era su vocación. Lo hizo desde su cama en la UCI del hospital madrileño de La Paz, cuando el 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, el sacerdote acudió a visitarla. La niña, con un tumor cerebral, añadió: “yo rezo para que muchos niños conozcan a Jesús”. Teresa, que ofreció su enfermedad a Dios “por la gente”, ha falleció este domingo 7 de marzo.
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus
* «Mañana es el Día Mundial del Agua, que nos invita a reflexionar sobre el valor de este maravilloso e insustituible regalo de Dios. Para nosotros los creyentes, «hermana agua» no es una mercancía: es un símbolo universal y una fuente de vida y salud. ¡Demasiados hermanos, muchos, muchos hermanos y hermanas tienen acceso a poca agua y quizás contaminada! Es necesario garantizar el agua potable y el saneamiento para todos. Agradezco y animo a quienes, con diferentes competencias y responsabilidades profesionales, trabajan por este objetivo tan importante»
Evangelio: San Juan 12, 20-33:
En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban:
«Señor, queremos ver a Jesús».
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó:
«Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre.
En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará.
Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre».
Entonces vino una voz del cielo:
«Lo he glorificado y volveré a glorificarlo».
La gente que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.
Jesús tomó la palabra y dijo:
«Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí».
Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.