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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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jueves, 9 de agosto de 2007

La Misión de la Iglesia / Autor: Hº Jaume Ruiz Castro, CM



Iniciamos hoy la publicación de un seminario impartido por el Hº Jaume Ruiz Castro CM en la Parroquia de Sant Narcis de Barcelona sobre la Misión de la Iglesia. Estos textos nos ayudaran también a orar y reflexionar sobre la llamada de Jesús para cada uno de nosotros.

1. Concepto de Misión: La Misión es el acto de enviar a una persona o a un colectivo a realizar una tarea. Un ejemplo, lo vemos en la película de "Misión Imposible"; que una persona es enviada (Misión) para evitar que maten al presidente de los Estados Unidos (Trabajo a efectuar)

2. Clases de misiones: Desde los astronautas que van con la misión a (son enviados a) descubrir si hay vida en otros planetas hasta las que son más humanitarias.

 Misión humanitaria: Gente que partiendo desde su ideología, forma de ver las cosas, van a favor del desarrollo de los pueblos y a erradicar la pobreza, para que los pobres recuperen su dignidad como persona (ONG-D, cascos azules).

 Misión de la Iglesia: El objetivo es anunciar la Buena Noticia de Salvación y hay unos signos que dan credibilidad a este mensaje; y por lo tanto los proyectos sociales de los misioneros aunque contribuyen al desarrollo de los pueblos hay que situarlos en hacer efectivo el Evangelio.

Como cristiano observo al pobre como un hijo de Dios, un hermano mío que está privado de su dignidad y libertad y por eso lo tengo que socorrer; para que recupere su dignidad y libertad como hijo de Dios.

3. La Misión de Juan el Bautista:

- ¿Cuál es el trabajo misionero de Juan (Lc 1,76; Mc 1,2-3)?

- ¿Dónde tiene lugar la Misión (Mc 1,4)?

- ¿Qué dos Buenas Noticias comunica (Mt 3,2.11-12; Lc 1,77)?

- ¿Cómo consecuencia de la acogida de este Evangelio por la gente que le escucha que hace (Mt 3,5-6)?

- El Bautismo de Juan es signo de _________________________ y ________________________________ (Mc 1,4)


Conversión: En griego “metanoia”, que significa cambio de mentalidad (Cf. Ef. 4,23 - 24), de dirección en mi vida, abandonar aquel camino que aparentemente me conduce a la felicidad y acoger libremente, sin ser coaccionados el camino que me produce felicidad.



4. Cristo, el Misionero: Jesús es el enviado del Padre (Misión) para anunciar el Reino de Dios y salvarnos (Tarea)

5. Misión de la Iglesia: Jesús escogió a 12 para una Misión determinada: “Ser pescadores de hombres”, por lo tanto la Comunidad Apostólica fue constituida de cara a la Misión. Jesús envió a los 12 para anunciar el Evangelio y no para hacer Iglesia.

La Iglesia surge como una reorganización de los discípulos de Cristo para actuar con eficacia de cara a la Misión, siendo Pedro por disposición de Cristo el animador principal y coordinador de esta Misión . Toda la Iglesia es misionera y se siente enviada con Gozo por Cristo (Misión) a anunciar la Buena Noticia de Jesús a toda la humanidad y de una manera prioritaria a los pobres (Tarea) : "Jesús vino a evangelizar a los pobres y a los ricos como de paso" (San Vicente de Paúl XI, 56). La Evangelización del 15% de la humanidad que vive acomodada es para ayudar y apoyar la Evangelización de los pobres.

El programa misionero de Jesús proclamado en la Sinagoga de Nazaret (Lc 4,18-20) corresponde a una Evangelización integral, en el cual hay un anuncio y unos signos que dan credibilidad a este anuncio:

- He sido enviado a llevar la Buena Noticia a los Pobres.

- A dar libertad a los cautivos: Es la faceta que tiene acentuada la Orden la Merced, pero hay otros tipos de cautiverio que tiene la sociedad que nos impiden ser libres: el pecado, la droga, la pobreza...
- A dar luz a los ciegos: Mucha gente va ciega por el mundo, sin ningún tipo de criterio, tal como dice el refrán: "¿A dónde va Vicente? A donde va la gente". La misión de Jesús es lo que hizo con el ciego de nacimiento, es decir, dar luz y que descubra la verdad y que tenga sentido su vida, a pesar de las adversidades que pueden pasar.

- A poner en libertad a los oprimidos: La opresión es un tipo de cautiverio que tiene la sociedad. El Evangelio tiene que dar una respuesta a esas personas que se sienten el ombligo del mundo.

- Y a anunciar el año de gracia del Señor: Vendrá un día el Cielo Nuevo y la Tierra Nueva que todos anhelamos.

Jesús mandó a sus discípulos a anunciar la Buena Noticia del Reino con unos signos de liberación que verifican la autenticidad del mensaje (Lc 10,9.18-20), haciéndolos participar de una cierta pobreza (austeridad) incluso en los medios necesarios para anunciar el Evangelio (Lc 10,3-4).

Un ejemplo: Las mayor parte de los grupos que actúan en Terra Mítica tienen un Contrato Basura y por lo tanto va contra la dignidad de estas personas, la Evangelización que hace la Iglesia a través de las Obreras de la Cruz y los movimientos de laicos que tienen su campo en este terreno, tienen que dar una respuesta desde el Evangelio y combatir contra este tipo de contractos de trabajo.

Ahora vamos a ver el estilo de Comunidad Cristiana que nos presenta los Evangelios y las cartas de Pablo y su misión.


LA COMUNIDAD CRISTIANA DE EFESO

 La Comunidad Cristiana de Efeso (Ef. 2,19-22): está llamada a ser Santa (Ef. 4,1) y fundamentada en los Apóstoles y en el grupo de profetas- Es el Espíritu Santo que derrama sus dones y el amor de Dios a toda la Comunidad que está configurada a imitación de Cristo (Ef. 4,17-24) y de María como Santa e Inmaculada (Ef. 5,21-32)

 El grupo de los profetas: No son de ningún clan familiar, han recibido este don en el Bautismo, al encontrase el bautizado abierto al don de Dios (Ef. 4,8; Hch. 19,1-6)

Los dones son concedidos por Cristo mediante su Espíritu a la Iglesia para su organización y santificación y el don de profecía consiste en hablar bajo la inspiración de Dios, sobre cosas pasadas, presentes o futuras, no consiste en dar visiones de catrástofes, de finales del mundo, sino consolidar, edificar a la Comunidad Cristiana, para que sea fiel a Cristo. El Apóstol Pablo prefiere que todo cristiano tenga el don de Profecía para que al Iglesia sea verdaderamente fiel al Señor. Canalizan la gracia de Cristo por medio de la Oración (Sacramentales).

 Apóstoles: Como los grandes animadores y guardianes o centinelas de la Comunidad Cristiana, y son los administradores de la gracia de Cristo a través de los sacramentos.

 Sacramentos que se administran en la Comunidad de Efeso: Bautismo (Ef. 4,5; Ef. 5,26; Hch 19,1-6) – Confirmación (Ef. 1,13)– Eucaristía; Penitencia – Unción de enfermos (Ef. 1,7)

 Sacramentales o parasacramentos : Oración de Sanación y de liberación (perdón de pecados) (Ef. 1,7; Hch 19,11-20) y la bendición de los esposos (Ef. 5,21-32)


LA COMUNIDAD CRISTIANA EN LOS EVANGELIOS SINOPTICOS Y EN LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES

TEXTOS: Mt 10,1-4; 12, 1-14. 46-50; 16, 13-16.20; 20, 24-28; 18, 1-5; Mc 2, 23-3,6.13-19.31-35; 8, 27-30; 10, 41-45; 9,33-37.38-40; Lc 5, 1-11; 6, 12-16; 8,19-21;9,18-21.46-48.49-50; 22,24-27.

Como característica común: La Comunidad Cristiana es una Fraternidad donde la autoridad está al servicio de la Comunidad y que confiesa la fe de Pedro que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios que celebra el día del Señor y tiene su origen en el grupo de los Doce [y que no tiene el monopolio del Espíritu Santo] .

A) Una Comunidad fraterna (Mt 12,46-50 = Mc 3,31-35 = Lc 8, 19-21): En Mc 3,20-21.31-35 observamos que San Marcos juega con la palabra hermano; en la primera parte hace referencia a toda la parentela consanguínea de Jesús (Cf. Mc 3,20-21 con Gn 13,8; Gn 14,14-16) y en la segunda parte a los miembros de una misma tribu que entre ellos tenían este tratamiento de “Hermano” (Cf. Mc 3,31-35 con Num 8,26; Num 16,10; Num 36,2). En este sentido, la Comunidad Cristiana, es una Comunidad de Hermanos que se quieren bien que sigue y escucha a su maestro que es Cristo.

B) Que la autoridad está al servicio de los demás (Mt18,1-5; 20,24-28 = Mc9,33-37; 10,35-45 = Lc9,46-48; Lc 20,24-27): Después del segundo anuncio de la Pasión, Jesús empieza a tratar un tema que más adelante matizará con la ambición de Santiago y Juan (Cf. Mc 10, 35-45): Jesús les enseña que es el primero el que sirve a los demás empezando por los más pequeños, los marginados.

Santiago y Juan están ambiciosos , tienen la ambición de cogobernar con Jesús y uno de ellos que reciba todos los honores de Jesús (estar sentado a su derecha)

Jesús dice que su discípulo no debe preocuparse por mandar, sino por servir a los demás: Todos los discípulos de Jesús debemos servir a la Comunidad Cristiana según los dones que hemos recibido del Señor. Lo que realmente importa no es sentarse a la derecha o a la izquierda (tener algún cargo), sino ser un buen servidor de los demás.


SERVIR A LOS DEMÁS EN EL NOMBRE DE JESÚS ES EL CAMINO
QUE NOS CONDUCE AL PADRE
.


C) Que profesa la Fe de Pedro que Jesús es el Mesías (Mt 16,13-16.20 = Mc 8,27-30 = Lc9,18-21): Jesús quiere ir un poco más allá de un simple sondeo (Mc 8,27b-28); sabe de sobras lo que ponían o afirman sobre él (Cf. Mc 6,14-29); le interesa más bien la “Confesión de Fe” de Pedro, que es la de la Comunidad Cristiana que está en forma germinal en el grupo de los 12 que afirma que Jesús es el Mesías (Mc 8,29), anunciado en las Escrituras y esperado. Hay gente que viendo los signos quedan confundidos (Cf. Mc 3,1-6; 6, 1-6a; 8,18) y por este motivo los manda callar para que no tengan un concepto equivocado de Mesías (Cf. Mc 8,30). Es la Comunidad Cristiana, a la luz del Espíritu, que entiende y ve con claridad el mesianismo de Jesús (Cf. Mc 8,22-26)

D) Celebra el día del Señor (Mt 12, 1-14 = Mc 2,23-3,6 = Lc 6,1-11): Hay un factor humano que nos permite ver con buenos ojos tener un día de descanso: Si la persona trabaja los siete días, ha dado todo lo de si que puede dar y quedaría como abatido y esta realidad es la que proyectan en el primer relato de la Creación y sitúan el día de descanso en el séptimo día porque Dios descansó en este día (Cf. Ex 20,8-11). El segundo factor es la creación de un día ordenado para dar Gracias a Dios por la liberación del Pueblo de Israel esclavizado en Egipto (Cf. Dt 5,12-15), el culto en la Sinagoga va en esta línea y nuestra Eucaristía acomodando el texto del Dt 5 en la liberación que nos hizo Jesús va en la misma línea de Acción de Gracias.

Hay una tradición rabínica que se apoya en otros pasajes de las Escrituras: “Mirad que todo lo hago nuevo” (Ap 21,5) que afirma que Dios continúa trabajando y en esta tradición se apoya Jesús y San Juan en su Evangelio lo especifica (Cf. Jn 5,17) y esto es lo que entra en conflicto: Los fariseos, se preocupan más de su interpretación de la ley que la libertad de las personas; por eso no entienden la fuerza de la verdad que enseña Jesús, creen que podrán ganar con la violencia.

Para Jesús, la ley ayuda al hombre en hacer el bien y evitar el mal (son como unas muletas para caminar). En el caso que no tenga este fin y vaya contra la libertad y dignidad del hombre hay que desobedecerla aplicando la Caridad.

E) Tiene su origen en el grupo de “Los Doce” (Mt 10,1-4 = Mc 3,13-19 = Lc 6,12-16): En la Biblia cuando una persona sube al monte es para orar (Cf. Ex 19,3; Sal 15,1). Jesús fue a orar (Cf. Mc 3,13a) y después de orar llamó a los que quiso y les dio la consigna de que hiciese la misión de Jesús (Cf. Mc 3,13b-15): La elección de los 12, junto con la vocación de los primeros discípulos (Mc 1,16-20) y la misión prepascual (Mc 6,6b-13) tiene su importancia en la estructura de San Marcos para presentar el Nuevo Pueblo de Dios, del que ofrece ahora como primicias, en esos 12 discípulos (El Pueblo del AT tiene sus primicias en los 12 hijos de Jacob)

F) Y no tiene el monopolio del Espíritu Santo (Mc 9,38-40 = Lc 9, 48-50): Los que colaboran para que la liberación que ofrece Jesús sea posible trabajan con Jesús, están con Jesús, a pesar de que no sea de la pandilla oficial de Jesús. Los que ponen obstáculos a la liberación que ofrece Jesús trabajan contra Jesús, se alejan de Él.


Enumera las diferencias y semejanzas de tu Comunidad Parroquial
con la que nos describe los Evangelios Sinópticos.

EN EL EVANGELIO DE MATEO:

A) COMUNIDAD CRISTIANA:

TEXTOS: Mt 5-7; 8,23-27;9, 8.13; 13; 16,17-19;18; 19,12; 25; Mt 28,20

La Comunidad Cristiana es una Fraternidad donde la autoridad está al servicio de la Comunidad que vive la espiritualidad de las Felicidades del Reino, siendo Dios el criterio principal y orientador de nuestras vidas y el Reino como criterio de discernimiento del cristiano, con una gran preocupación por los pequeños de la Comunidad y algunos de sus miembros se han hecho célibes por amor al Reino de los Cielos.

Es una Comunidad donde se manifiesta la presencia de Jesús y su acción creadora y salvadora y que confiesa la fe de Pedro que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios que celebra el día del Señor teniendo en cuenta que el culto agradable a Dios se basa en las relaciones humanas, haciéndose prójimo del pequeño y tiene su origen en el grupo de los Doce, siendo Pedro el que tiene la máxima autoridad por parte de Jesús de coordinar y animar la acción de la Iglesia y en especial de canalizar la Misericordia de Dios (Mt 16, 17-19) , y este poder de perdonar pecados Dios se lo ha dado a toda la Comunidad (Mt18, 15-18) y en especial a unas cuantas personas que certifica la readmisión del pecador público que temporalmente estuvo expulsado de la Iglesia.

Es una Iglesia donde el grupo de profetas tiene su propia función y acogiendo a un profeta se acoge a Cristo (Mt 10,40-42) y que tiene un cierto peligro que se infiltren los falsos carismáticos que tienen como finalidad destruir, en lugar de construir, a la Comunidad Cristiana (Mt 7,15)

Diferencias y semejanzas entre tu Comunidad Parroquial
o tu grupo con la Comunidad de Mateo.

B) MISIÓN:

TEXTOS: Mt 10,1-11,6; 24; 28,16-20.

Mateo refleja la situación caótica en que está viviendo su Comunidad y la traslada a la época de Jesús para encontrar respuesta al problema que está viviendo en sus carnes: nos encontramos delante de una Iglesia perseguida (Mt 10,16-25) tanto en el seno del judaísmo como por los romanos sobretodo con la aparición de los falsos predicadores (Mt 7,15-20; 24,5) que pretenden confundir a los cristianos sencillos y humildes. Esta Iglesia continuará siendo perseguida con sus tribulaciones y amenazas que pretenden hundirla (Mt 24) y nos exhorta que nos mantengamos fieles y que anunciemos, a pesar de estas adversidades con ilusión el Evangelio (Mt 24,14)

A) La Misión de los 12 (Mt 10,1.5-15): En los paralelos de este pasaje hay el detalle del envío por parejas, que es como un certificado de garantía que se ha hecho la Misión con todos los incidentes que ha pasado. Mt 11,2-6 es un breve resumen de todo lo expuesto en el capítulo 10.

- ¿Qué poder dio Jesús a los doce?

- ¿A dónde los envía?

- ¿Cuál es el contenido de la predicación?

- ¿Cuáles son los signos de austeridad que presentan?

- ¿Cuáles son los signos de liberación que dan credibilidad a la Predicación?


La Hospitalidad (Mt 10,12-14): Es un elemento cultural del judaísmo, el ser hospitalario; pero va más allá de compartir con el acogido techo, mesa y cama ya que es un signo de comunión con él, al compartir su misma ideología, sus mismos sentimientos y en el caso que venga un representante es hacer lo mismo con el que le ha enviado (Cf. Mt 10,40-42). En el caso de rechazo (v14) era considerarlo como un pagano y hacían el mismo gesto de cuando venían los judíos de un país pagano: quitarse el polvo de los pies para no hacer impura la Tierra Santa.

Algo parecido me pasó este verano con unos Testigos de Jehová que los invité a mi casa para comentar un artículo de su revista. Al cabo de hora y media de charla me negaron que yo les diese un vaso de agua, porqué no se sentían acogidos por la forma de interpretar los textos bíblicos que teníamos una diferencia de 360º. Ellos no se sintieron acogidos, tal como lo entiende un judío.

B) En un clima de persecución (Mt 10,16-25): Voy a poner dos ejemplos actuales que reflejan esta situación y que se puede aplicar aquella máxima de los Padres de la Iglesia que dice: “La Sangre de los Mártires es semilla de Cristianos”. Estos son los casos:

B1) Un testimonio de un vilanovés encarcelado por defender desde su fe la dignidad de los trabajadores: Guillén Rovirosa Albet (Vilanova i la Geltrú 1897- Madrid 1964) fue el fundador de la Hermandad Obrera de Acción Católica – HOAC- en Madrid (1946), la cual pretende dar una solución desde la fe a la problemática del mundo laboral y uno de los compromisos llevados desde la Fe fue la creación del sindicalismo como derecho de asociación de los trabajadores para velar por la dignidad del trabajador. El ambiente socio - político - religioso de la época hizo que Guillén y la HOAC sufriesen persecución y encarcelamiento por parte de las autoridades civiles y religiosas tildándolo de Comunista, a pesar de que sus enseñanzas estaban fundamentadas en el Evangelio y en las encíclicas sociales de los Papas.

Como dato positivo: En los años 60, la HOAC influyó en la dictadura para que el trabajador, una vez jubilado, no quedase con las manos vacías siendo retribuido y fue cuando se instituyó el primer sistema de pensiones estatal en España.

Haciendo un poco de Memoria histórica hay que reconocer que la HOAC que ha recogido la Doctrina Social de la Iglesia, fue la plataforma legal para acceder a la política y con ella se formaron algunos políticos y sindicalistas que iniciaron la transición española a la democracia, bajo la mano del cardenal Tarancón y algunos llegaron a ser presidentes del Gobierno: Camacho y Méndez (UGT), Gutiérrez (CCOO), Felipe González (PSOE), Adolfo Suárez (UCD y fue el fundador del Sindicato de Estudiantes Universitario SEU), entre otros. Todos ellos guardan un buen recuerdo de su paso por la HOAC, algunos continuaron creyentes y otros agnósticos o ateos críticos con la Iglesia, cuando en su formación dentro de la HOAC con el sistema de revisión de vida hacían un diagnóstico de la sociedad, lo juzgaban desde la fe y buscaban solución y su compromiso para afrontarlo como cristiano, si era denunciable.

B.2) Fusilados por una guerrilla pagada por Estados Unidos: Predicar el Evangelio puede ir contra los intereses creados por los países que protagonizan una colonización comercial y no quieren que los pobres salgan de su pobreza. Es el caso del claretiano español P. Ángel Blanco que fue asesinado por la guerrilla en Colombia en 1996 por montar una Biblioteca en una aldea pobre (Hacer una Biblioteca proporciona que un pueblo, una ciudad, un barrio llegue al alcance de la cultura y salir de su ignorancia)

El otro caso tuvo lugar el 16 de Noviembre de 1989, que fueron asesinados en la Republica del Salvador Monseñor Oscar Romero y seis Jesuitas por defender la dignidad y los derechos del pueblo salvadoreño que estaban pisoteados. Mons. Romero es considerado por los salvadoreños como un Santo y una gran multitud de gente van a rezar delante de su tumba pidiendo su intercesión (leer la denuncia del profeta Amós 4,1-3 y confortarla con este hecho)

Decía Pablo VI que la evangelización llega a la transformación de las estructuras sociales (EN 23) y en algunos países los misioneros son perseguidos ya que el ambiente social que respira aquel país e influenciada por políticas norteamericanas frena el desarrollo de los pueblos, dar cultura a los pobres y erradicarlos de su pobreza.

C) La Misión postpascual (Mt 28,16-20): El relato está enmarcado en el día de la Ascensión y hay un detalle que se nos puede pasar inadvertido: “Se fueron a la Montaña que Jesús les había indicado” (Mt 28,16). La montaña es signo del lugar del encuentro con Dios para adorarlo y depositar confianza absoluta en Dios, en ese Emmanuel (Mt 1,23; 28,20) que está presente en el Seno de la Comunidad, a pesar de las dudas que se nos puede generar la Fe.

La Misión deja de tener un carácter popular o interina (al Pueblo de Israel), y lo tiene de carácter universal (Ad Gentes), para que todo el mundo se haga discípula de Cristo : la salvación ya no es exclusiva de los judíos, es ofrecida a todas las naciones.

La Misión consiste en Bautizarlos en el nombre de Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo y sobretodo enseñándoles a guardar todo lo que os he enseñado, es decir, vivir el Sermón de la Montaña que en las Palabras de Pablo es la Vida en el Espíritu, haciendo realidad en el seno de la Iglesia que ella viva el Reino de Dios y con sus signos de liberación que lo acredita (Mt 10,1.8; 11,2-6), sufriendo persecución por agentes internos (falsos profetas) y externos a la Comunidad Cristiana.

La vocación y Misión de la RCC tiene heredada esta Misión, de que el bautizado viva esta Vida en el Espíritu, recibiendo la gente la efusión del Espíritu, un bautismo del Espíritu Santo y fuego (Mt 3,11)

El fuego, medio de purificación menos material y más eficaz que el agua, ya simbolizaba en el Antiguo Testamento la intervención soberana de Dios y de su Espíritu para purificar las consciencias (Is 1,25; Zac 13,9, etc.)

Asegurando Jesús su presencia en la Iglesia (Mt 1,23; 18,20; 28,20) hasta el día que llegue el Reino de Dios en toda su plenitud (Mt 25), ya que en estos momentos se encuentra en su fase inicial y es criterio de discernimiento de todo cristiano (Mt 13)

- ¿A dónde serán enviados?

- ¿Cuál es el trabajo a realizar?

Guardar lo que Jesús nos ha enseñado, es vivir con coherencia el Evangelio, es decir, hacerlo vida (Cf. 1Co 9,14), poner en practica con la ayuda de Dios, la Carta Magna del Cristianismo [El Sermón de la montaña]



EN EL EVANGELIO DE MARCOS:

A) COMUNIDAD CRISTIANA:

En el Evangelio de Marcos, no se ve reflejada directamente una Comunidad Cristiana Carismática y con su posible problemática como refleja Mateo en su Evangelio, ya que está escrito para la iniciación cristiana de la persona y acabado el catecumenado se bautiza.

A pesar de esto hay una serie de señas que hay carismáticos dentro de la Comunidad como las señales que acompañan al neófito (ver Mc 16,17) y los mismos apóstoles tienen poder de expulsar demonios y también el Espíritu Santo ha repartido dones fuera de la Comunidad (Mc 9,38-40)

La descripción de la Comunidad Cristiana de Marcos es: La Comunidad Cristiana es una Fraternidad donde la autoridad está al servicio de la Comunidad y que confiesa la fe de Pedro que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios que celebra el día del Señor y tiene su origen en el grupo de los Doce y que no tiene el monopolio del Espíritu Santo.

B) MISIÓN: Sólo voy a tratar la Misión postpascual (Mc 16,14-20; Mc 1,1) Aunque Marcos reconoce que la Comunidad Cristiana no tiene el monopolio del Espíritu Santo y el texto a tratar es elaborado en el siglo II, queda reflejada aquella postura que siglos más tarde Santo Tomás de Aquino recogerá en la Suma: “Fuera de la Iglesia no hay Salvación” . Es el sentir de la Iglesia en una época de persecución.

Es preciso hacer el esfuerzo de resituar el texto en el contexto histórico en que fue escrito y que expresa una vivencia de la Comunidad Cristiana, que dio lugar a un tipo de religiosidad y de interpretar la Revelación..

El Concilio Vaticano II recupera la posición inicial de Marcos reconociendo que hay semillas del Verbo esparcidas por todo el mundo: Un budista, un ateo puede amar hasta el extremo como Cristo nos amó, entonces con sus obras está haciendo una Confesión de Fe en Dios (Cf. 1Jn 4,8.16; Sant 2,14-18) y una vez que conozca a Jesucristo lo podrá verbalizar (profesar la fe en el Dios uno y trino que es amor). Recordemos que al final de la vida seremos examinados en el amor (Cf. Mt 25,31-46) La condena está en la negación de amar al prójimo, ya que nos estamos negando a amar a Dios.

- ¿Cuántas personas envía Jesús?

- ¿A dónde los envía?

- ¿Cuál es su ministerio o trabajo?

- ¿Cuál es el contenido de este anuncio (Cf. Mc 1,1)?

- Signos que dan credibilidad a la predicación:

- ¿Cuál es la reacción de los que acogen el mensaje?

- En tu vida: ¿Con quién tienes que contar para que tu apostolado sea fecundo?



La persona que acoge a Cristo, hace de él un estilo de vida, dando signos que lo imita (se ha convertido) y se hace cristiano.

EN EL EVANGELIO DE LUCAS Y EN LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES:

A) COMUNIDAD CRISTIANA:

TEXTOS: Lc 4,18-22; Hch 2,37; Lc 15; Hch 2,42-47, Hch 6,1-7; Hch 17

La Comunidad Cristiana es una Fraternidad formada principalmente por pobres y que viven oprimidos que se dirigen al Padre en la oración con un espíritu de sencillez y humildad. Es una Comunidad carismática donde la autoridad está al servicio de la Comunidad, siendo Pedro la máxima autoridad de la Iglesia.

Es una Comunidad que confiesa la fe de Pedro que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios y que Dios es Padre de la Misericordia; y que celebra el día del Señor y tiene su origen en el grupo de los Doce y que no tiene el monopolio del Espíritu Santo.

Es una Comunidad que tiene cuatro elementos que constituye su propia identidad (Catequesis, Oración, Eucaristía y compartir los bienes), constituida como exigencia de la Misión, para hacer con eficacia el mandato de Jesús, con capacidad creativa y de adaptación a los nuevos retos de la Misión.

B) MISIÓN:

A) La misión de los pastores (Lc 2,1-20): He querido recoger el relato del Nacimiento de Jesús por qué hay un retrato de la Comunidad Lucana y su misión.

San Lucas enmarca el nacimiento de Jesús dentro de la historia universal, la del Imperio Romano. En relato hay algo más que un simple empadronamiento: En la época de César Augusto había paz en todo el Imperio Romano y de una manera igcónita nace el Príncipe de la paz (Is 9,5), en aquel pequeño rincón del mundo, la ciudad de Belén. También pasó inadvertido a los habitantes de Belén, era una familia que vino para el censo, le cumplió el tiempo de parto a una mujer galilea que no encontró a nadie que la acogiera y que parió en un establo de una posada (Cf. Jn 1,10b –11), sólo lo acogieron los que creyeron en él (Cf. Jn 1,12), la gente humilde, sencilla, los pastores (2,8 - 19). La tradición popular belenista lo confirma al añadir en el establo dos animales que no aparece en el relato, estos animales son el buey y la mula (aunque en el texto bíblico aparece un asno) La tradición se inspira en el profeta Isaías que nos dice: “Hijos crié y saqué adelante, y ellos se rebelaron contra mí. Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Pero Israel no conoce, mi pueblo no discierne” (Is 1,2 - 3). En definitiva, San Lucas nos ha “pintado” el texto de San Pablo: “Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de enriqueceros con su pobreza” (2Co 8,9)

Verificación del cumplimiento de las Escrituras:

El anuncio a los pastores (2,8 - 20): Vamos a ver como San Lucas trasforma el acontecimiento de la visita de los pastores en una celebración litúrgica – carismática , por tres motivos:

- Hay una proclamación de la Palabra (2,10).

- Esta palabra hoy se cumple (Lc 2,11 Cf. Lc 4,21): Hace eco en los pastores, es decir, en una personas que estaban mal vistas por las autoridades religiosas de Israel, y eran contados entre “los pecadores”; y la palabra actúa en ellos (Cf. Hb 4,12), se sienten enviados a verlo y anunciar lo que han visto (2,17) después de anunciarlo vuelven a donde estaban alabando a Dios (2,20)

- Los ángeles glorifican a Dios (2,13 – 14).

La actitud de María es de una mujer orante, transforma este acontecimiento de la visita de los pastores en oración (2,19).

En los Hechos de los Apóstoles 13,1-3, Lucas sitúa el envío de Pablo y Bernabé en el contexto de una celebración eucarística y en Lucas 10,21 observamos como Jesús hace una acción de gracias al Padre por haber revelado a los sencillos, a la gente humilde. Esta oración tiene su eco en el anuncio del Ángel a los pastores (Lc 2,10), creyeron en ella, la vieron cumplida y se van a anunciar la Buena Noticia que ha nacido el Salvador..

B) La misión de los 72 (Lc 10,1-12.17-20): Hubo un predicador que dijo: “El Domingo pasado oímos en el Evangelio como Jesús hizo una experiencia piloto con los 12 (Lc 9,1-6) y como le fue bien osó de enviar a 72 que es el tema del Evangelio de la Misa de hoy”. Actualmente esta posición queda descartada aunque la literalidad del texto lo permite hacer. Los biblistas afirman que hay una fusión de horizontes: Sitúan la Comunidad Lucana en la época de Jesús; por eso el contenido de la predicación es el Reino.

Recordemos que 72=12 X 6 y por lo tanto es la Iglesia (12 simboliza el Pueblo de Dios) que es enviada por Jesús a predicar hasta que el Mesías venga por segunda vez.

Situando al Cristianismo como un grupo más del judaísmo, con una fe similar a la del fariseo y viendo que los destinatarios de esta Misión es al Pueblo judío, podemos decir que es una Missio Ad Populum (Misión Popular)

- ¿Quién hace la llamada de los 72?

- ¿Cómo les envía?

- ¿a dónde les envía?

- Recuerda: La Oración es fundamental para el Cristiano y sobretodo cuando tiene que hacer alguna tarea.

- ¿Encontrarán dificultades en la predicación?

- ¿Van con austeridad y sencillez?

- ¿Qué predican?

- ¿Hay signos que dan credibilidad a la predicación?

- ¿Está reflejada la hospitalidad de los destinatarios?

- ¿Fue un fracaso la Misión?

C) La Misión de después de Pentecostés (Hechos de los Apóstoles): San Lucas sitúa el envío de la Comunidad Cristiana en el día de Pentecostés (Hch 1,8), donde hubo una conversión masiva al escuchar el anuncio de un Cristo muerto y Resucitado (Hch 2,29-41; 10, 37-43; 1Co 1,18-25) como centro de la fe Cristiana (1Co 15,17)

Hay unos signos de credibilidad sobre esta predicación, voy a citar unos cuantos: Curación de un paralítico (Hch 3,1-10; 14,8-18); Pablo y Silas salieron de la cárcel por intervención de un ángel (Hch 16,25-40); o el mismo Pablo que resucita a un joven que se murió al caerse de una ventana cuando oía una Eucaristía presidida por Pablo (Hch 20,7-12).

El mandato de proclamar el Evangelio se adapta según las circunstancias de la Misión: En primer lugar tienen que hacer una división de funciones y crear el ministerio de la caridad para que los marginados sean atendidos en sus necesidades materiales (Hch 6,1-7)

Tras la Conversión de Pablo hay un reconocimiento expreso por la autoridad que Pablo tendrá como misión prioritaria la Evangelización de los gentiles –Missiones Ad Gentes- y Pedro la Evangelización de los judíos (Ga 2,8), donde se generará una serie de problemas por motivo de la circuncisión (para Pablo, los gentiles no estaban obligados) y se hace una Asamblea en Jerusalén para buscar una norma de Convivencia (Ga 2,1-7.9 = Hch 15,1-29; 16,4)

La Misión de Pablo es itinerante; pero cuando surge en el territorio, ciudad o pueblo misionado una Comunidad Cristiana, ordena a uno de Obispo para que se encargue de la animación y que ellos perseveren en la FE, como fue el caso de Timoteo (2Tim 1,6), que por el contenido de la Primera Carta vemos que supo trabajar muy bien y sacar vocaciones para sacerdotes, diáconos, ministerio de la Caridad y luchar contra los pseudos-predicadores.

Pablo tuvo bien en cuenta la cultura del destinatario y respectarla para hacer suyo aquellos elementos que se pueden iluminar desde la fe Cristiana para anunciar a Jesucristo (Hch 17), de tal manera que la Fe no sea una cosa impuesta desde afuera, sino que surja desde el interior de esa cultura, es lo que actualmente se llama inculturación.

La misión que se desarrolla en este libro de los Hechos, es el modelo que la Iglesia ha recuperado a la luz del Concilio Vaticano II.


Busca algunos elementos culturales de tu Barrio, de tu calle, de tu casa, de tu bloque de pisos que tu puedas iluminar a la luz del Evangelio.

Oración antes del trabajo / Enviada por Viviana



Padre Celestial, al entrar en mi lugar de trabajo, deseo invocar Tu Presencia, para darte gracias por este nuevo día.Te pido Tu paz, Tu gracia, Tu misericordia y Tu orden perfecto para esta empresa. Te pido que bendigas todo lo que se hable, piense, decida y haga dentro de estas paredes.

Bendice mis proyectos, ideas y todo lo que realice, para que aún mis más pequeños logros sean testimonio de tu gloria.
Bendice, Señor, a mis jefes, compañeros, clientes, y a todas las personas que este día se relacionen conmigo.

Renueva mis fuerzas para hacer mi trabajo de la mejor forma posible.En este día te pido, Señor, un corazón generoso para atender con amabilidad a todas las personas y no ser indiferente a sus necesidades.
Ojos para descubrir lo mejor en los que me rodean.
Una boca que sonría con frecuencia, que diga frases optimistas y que enmudezca para los rumores y palabras ofensivas.
Dos manos que trabajen honradamente y con entusiasmo, para satisfacer las necesidades de mi familia y mías.
Mente abierta a todas las ideas, para pensar bien de los demás y entender sin prejuicios a los que piensen distinto a mí.

Especialmente, Señor, dame una fe profunda para creer en Tu palabra y una voluntad decidida para actuar correctamente y hacer el bien.
Señor, cuando esté confundido(a) guíame, cuando me sienta débil, fortaléceme, cuando esté cansado(a) lléname con la luz del Espíritu Santo.Te pido que en este día el trabajo que haga y la manera cómo lo haga, esté de acuerdo con Tu palabra y Tus mandamientos.Y te pido, Señor, que cuando termine mi trabajo de hoy, me conduzcas con seguridad hasta mi destino.

Bendice mi familia y cuida mi hogar para que todas mis cosas estén como las dejé cuando salí de casa.Señor, te agradezco por todo lo que has hecho en mi vida, lo que haces y lo que harás.En el nombre de Jesús, te doy las gracias por los dones con que me bendecirás el día de hoy. Ayúdame a usarlos con responsabilidad en Tu honor. Amén.

Dejarme encontrar por Cristo / Autor: P. Fernando Pascual LC



Cristo recorre los caminos del mundo. Busca hoy, como lo hizo hace 2000 años, corazones heridos, corazones hambrientos, corazones necesitados, corazones vacíos.

Ofrece amor, regala paz, resucita entregas, provoca santidades. Limpia, sana, dignifica a hombres y mujeres zarandeados por la vida, hundidos en el pecado, abatidos por la tristeza, marginados o rechazados por sociedades llenas de egoísmo y vacías de esperanza.

También a mí me tiende una mano, me persigue con “lazos de amor” (Os 11,4), me libra del poder del maligno, me viste con una túnica blanca, me invita al banquete del Reino.

Necesito dejarme encontrar por Cristo, permitirle entrar en mi vida, dejarle las puertas abiertas para que pueda decirme lo mucho que me ama.

Lo necesito de veras, desde lo más profundo de mi alma. Porque “lo que el mundo necesita es el amor de Dios, encontrar a Cristo y creer en Él” (Benedicto XVI, “Sacramentum caritatis” n. 84). Porque Cristo “no sólo es un ser humano fascinante... es mucho más: Dios se hizo hombre en Él y, por tanto, es el único Salvador” (Benedicto XVI, discurso a los jóvenes en Asís, 17 de junio de 2007).

Cristo recorre los caminos del mundo. Hoy puedo abrir los ojos para descubrirle, para sentir su mirada de Amigo bueno. Hoy puedo escuchar su voz serena, profunda, divina, que me repite: “No te condeno... porque he venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido...” (cf. Jn 8,11; Lc 19,10).

Hoy me susurra con cariño eterno: “Sí, vengo pronto”. Desde lo más profundo de mi alma le respondo, con la fuerza de los santos de la Iglesia santa: “¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!” (Ap 22,20).

Un niño de 4 años nos pide oración porque tiene cáncer



Mi nombre es Leonardo Uriel Gallego pero me dicen Leito, vivo en Argentina, en la Patagonia, más precisamente en la provincia de Rio Negro, en la ciudad de Allen, tengo 4 años y la vida me enfrentó a un cáncer óseo sumamente maligno y hoy necesito que me ayudes mas no con listas de contactos para bases de datos o dinero o nada por el estilo.

Sólo te pido un minuto de tu amor, tu misericordia y fe pues me dijeron que si muchas personas piensan en que voy a sanar y le piden a Dios seguramente Él va a escuchar, desde ya te agradezco y si puedes reenviar este correo más gente me va a conocer y va a pedir por mí.

P/d: este mensaje lo escribimos mi papá que me ama con toda su alma y yo. No me olvides por favor.

Nunca, María, una mujer como Tú / Autor: Padre Javier Leoz



Nunca, María, una mujer como Tú
sin decir nada, dijo tanto.
Vale más, tu actitud de escucha,
que mil palabras.
Hablan más tus obras
que un libro de multitud de páginas.

Nunca, María, nadie como Tú
dijo tanto en tan poco espacio de tiempo.
Con un ¡Si!, comenzó Dios a hacerse grande en tu seno
Con un ¡Sí!, germinó Jesús en tus entrañas
Con un ¡Sí!, Belén preparó humilde morada al Niño

Sí, María;
tus hechos fueron más elocuentes que tus dichos.
Tu sencillez más certera que tus palabras
Tu silencio el secreto más profundo
de tus galanteos con el Espíritu.

Si, María;
enseñanos el difícil arte
de decir poco y hacer mucho.

Sí, María;
enséñanos a ahorrar palabras
y regalarnos en gestos.

Si, María;
enséñanos a construir la escuela del silencio
el aula de la paz y de la mansedumbre
el desierto de la calma y el misterio
el oasis donde Dios, de forma determinante,
habla para quien lo busca.

Amén.

martes, 7 de agosto de 2007

San Cayetano, patrono de los que buscan aumentar su fe en la Providencia



Nació en Vicenza (Venecia) en 1480. Pertenece a una familia noble, su madre lo consagró a Jesús antes de nacer, por eso se llama Cayetano de santa María. Desde niño frecuentó la Iglesia. En 1504 se graduó en jurisprudencia en la Universidad de Padua. Luego va a Roma y el Papa Julio II lo nombró Protonotario apostólico y Camarero Pontificio. En 1516 es ordenado sacerdote y entra en la Cofradía del Divino Amor. Al regresar a Vicenza se unió a un grupo de gente devota a los cuales prepara para atender a enfermos incurables. Gasta su fortuna personal haciendo obras de misericordia.

Siendo sacerdote, orando tiene una visión donde se le aparece la Virgen que le ponía al niño Jesús en sus brazos. En Roma funda una congregación de clérigos, conocida como los Teatinos, por haber sido el primer superior el obispo de Teati y que después fue elegido papa con el nombre de Paulo IV.
Lucha por los pobres y enfermos y contra las herejías.
Murió en Nápoles en 1547. Es proclamado santo por el papa Clemente X en 1671.Su cuerpo yace en la Iglesia de San Pablo.

Patrono
De los miembros de la Congregación de los clérigos regulares, de los que buscan aumentar su fe en la divina Providencia

Protector
De aquellos que buscan trabajo y de los negociantes para el buen éxito de sus empresas.

Identificativo principal:
Tienen en sus brazos al Niño Jesús y una vara de lino, símbolo de la fuerza.

Identificativo secundario:
la espiga de trigo, símbolo del pan y del trabajo que se pide a Dios por su intercesión.

Fecha litúrgica: 7 de agosto

Asombroso
Orando se le aparece Jesús que lo invita a poner sus labios en la llaga del costado para que gustase la inefable suavidad de su amor divino. Estando enfermo su médico le ordena suavizar las penitencias y dormir en una cama blanda, por lo que Cayetano le responde: "si mi Jesús murió en el duro leño de la cruz, dejadme morir siquiera en un lecho de paja". Recibe los últimos sacramentos y tiene un éxtasis donde se le aparece la Virgen acompañada de ángeles y allí muere.

ORACIÓN I

Oh Dios, que diste al bienaventurado Cayetano, tu confesor, la gracia de imitar la vida de los apóstoles; concédenos, por su intercesión y ejemplo, la gracia de poner en Ti toda nuestra confianza, y desear solamente las cosas celestiales. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN II

¡Oh glorioso San Cayetano Padre de la Providencia! , no permitas que en mi casa me falte la subsistencia y de tu liberal mano una limosna te pido en lo temporal y humano.
¡Oh glorioso San Cayetano!, Providencia, Providencia, Providencia.
(Aquí se pide la gracia que se desea conseguir)
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jaculatoria. Glorioso San Cayetano, interceded por nosotros ante la Divina Providencia.

ORACIÓN III

¡Oh glorioso San Cayetano! Aclamado por todas las Naciones; Padre de Providencia, porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades. Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.
Santísima Trinidad ¡Oh Divina Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento.
Concédenos la salud, llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud que guie nuestro destino. Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío. Tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último momento.

ORACIÓN IV

Glorioso San Cayetano, aclamado por todos los pueblos padre de providencia porque socorres con grandes milagros a cuantos te invocan en sus necesidades: acudo a tu altar, suplicando que presentes al Señor los deseos que confiadamente deposito en tus manos.(Aquí se expresan las gracias que se desea obtener)
Haz que estas gracias, que ahora te pido, me ayuden a buscar siempre el Reino de Dios y su Justicia, sabiendo que Dios (que viste de hermosura las flores del campo y alimenta con largueza las aves del cielo) me dará las demás cosas por añadidura. Amén.

sábado, 4 de agosto de 2007

Vanidad de vanidades /Autor: Raniero Cantalamessa, ofmcap



Publicamos el comentario del padre Raniero Cantalamessa, ofmcap. -predicador de la Casa Pontificia- a la liturgia de mañana domingo.

* * *

XVIII Domingo del Tiempo Ordinario (C)
Eclesiastés 1,2;2,21-23; Colosenses 3, 1-5.9-11; Lucas 12, 13-21

El Evangelio del domingo arroja luz sobre un problema fundamental para el hombre: el del sentido de actuar y trabajar en el mundo, que Qohélet en la primera lectura [Eclesiastés] expresa en términos desconsoladores: «¡Vanidad de vanidades, todo es vanidad! ¿Qué saca el hombre de toda la fatiga con que se afana bajo el sol?».

Uno entre la gente pidió a Jesús que interviniera en un litigio entre él y su hermano por cuestiones de herencia. Como a menudo, cuando presentan a Jesús casos particulares (si pagar o no el tributo al César; si lapidar o no a la mujer adúltera), Él no responde directamente, sino que afronta el problema en la raíz; se sitúa en un plano más elevado, mostrando el error que está en la base de la propia cuestión. Los dos hermanos están equivocados porque su conflicto no deriva de la búsqueda de la justicia y de la equidad, sino de la codicia. Entre ellos ya no existe más que la herencia para repartir. El interés acalla todo sentimiento, deshumaniza.

Para mostrar cuán errónea es esta actitud, Jesús añade, como es su costumbre, una parábola: la del rico necio que cree tener seguridad para muchos años por haber acumulado muchos bienes, y a quien esa misma noche se le pedirán cuentas de su vida.

Jesús concluye la parábola con las palabras: «Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios». Existe también una vía de salida al «todo es vanidad»: enriquecerse ante Dios. En qué consiste esta manera diferente de enriquecerse lo explica Jesús poco después, en el mismo Evangelio de Lucas: «Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón ni la polilla; porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón» (Lc 12, 33-34). Hay algo que podemos llevar con nosotros, que nos sigue a todas partes, también después de la muerte: no son los bienes , sino las obras; no lo que hemos tenido, sino lo que hemos hecho. Lo más importante de la vida no es por lo tanto tener bienes, sino hacer el bien. El bien poseído se queda aquí abajo; el bien hecho lo llevamos con nosotros.

Perdida toda fe en Dios, hoy con frecuencia muchos se encuentran en las condiciones de Qohélet, que no conocía aún la idea de una vida después de la muerte. La existencia terrena parece en este caso un contrasentido. Ya no se usa el término «vanidad», que es de sabor religioso, sino el de absurdo. «¡Todo es absurdo!». El teatro del absurdo (Beckett, Ionesco), que floreció en las décadas posteriores a la guerra, era el reflejo de toda una cultura. Los que evitan la tentación de la acumulación de las cosas, como ciertos filósofos y escritores, caen en algo que tal vez es peor: la «náusea» ante las cosas. Las cosas, se lee en la novela La náusea de Sartre, están «de más», son oprimentes. En el arte, vemos las cosas deformadas, objetos que se aflojan, relojes que cuelgan como el salchichón. Se le llama «surrealismo», pero más que una superación, es un rechazo de la realidad. Todo exhala putridez, descomposición. ¡El abandono de la idea del cielo ciertamente no ha hecho más libre y alegre la vida en la tierra!

El Evangelio del domingo nos sugiere cómo remontar esta peligrosa pendiente. Las criaturas volverán a parecernos bellas y santas el día en que dejemos de querer sólo poseerlas o sólo «consumirlas», y las restituyamos al objetivo para el que nos fueron dadas, que es el de alegrar nuestra vida aquí abajo y facilitarnos alcanzar nuestro destino eterno. Hagamos nuestra una oración de la liturgia: «Enséñanos, Señor, a usar sabiamente los bienes de la tierra, tendiendo siempre a los bienes eternos».

viernes, 3 de agosto de 2007

Carta de Dios / Enviado por "Patdelarc"


Me senté en la mejor de mis estrellas y pensé en ti, solo en ti, porque, sabes:
Te amo, y por eso hice un mundo, donde pudieras estar, hasta que llegara el momento en que vivieras junto a mi.

En ese mundo puse la belleza en una flor, tierra y semillas para que pudieras comer. Cree el cielo y le di el día y la noche. Para el día hice el sol para que sintieras el calor de mi amor. En la noche esparcí la frescura para que sintieras sin ver, la oscuridad y en ella la luna y las estrellas para que supieras que en la penumbra hay belleza.

Cree el mar, animales, todos diferentes de forma y color para que los pudieras distinguir, también pensé en ellos y les di un lugar para vivir.

Pensé que te aburrirías si todo fuera del mismo color, por lo que a las plantas les di el verde, al día el azul, a la noche el negro, a las estrellas su brillo y hasta a tus ojos les di color.

Te dí libertad y surgió el mal en contraposición al bien. Llene tu corazón de bondad, amor y perdón.

Pensé que no podrías estar solo, e hice a una mujer, para que hubiera un cuerpo que diera vida. Para que entenderías infundí en ti la inteligencia.

Estaba yo feliz, pero luego vi que no utilizabas todos tus dones correctamente. Sentí decepción cuando creíste que yo no existía, que todo tenia una explicación científica, y la tiene, porque la puse para que pudieras entenderme con mayor facilidad.

Y como te amo, de vez en cuando o muy seguido hago concurrir en tu vida un problema, para que aprendas a crecer, y aun así, dudas de mí.

Todo el tiempo pienso en ti. Todos los días me comunico suavemente contigo. Y aunque te di ojos te veo ciego. En el mundo que te regalé sembraste semillas, pero no para comer. Sembraste el odio, el egoísmo, la frialdad y las dejaste crecer, y te pedí que las cortaras y no me hiciste caso, porque vives sumergido en tu mundo material.
Y como te haces sordo a mi voz, decidí escribirte esta carta para recordarte que te amo, y si me has hecho daño, te perdono. Te pido que me recibas en tu corazón, y que encuentres en Mi, consuelo, paz y tranquilidad.

Acércate a Mi, no necesito decirte quien soy.
Tú ya lo sabes.

jueves, 2 de agosto de 2007

La imagen de Dios / Autor: Padre Oscar Pezzarini



Son muchas las oportunidades en las que escuchamos a personas preguntarse si realmente existe Dios, y si es así por qué no “prueba” su existencia otorgándonos lo que le pedimos o actuando como nosotros mismos quisiéramos que actúe.

Son frecuentes los cuestionamientos donde se expresa que si realmente Dios existe, por qué no dejan de suceder determinadas cosas en el mundo, sobre todo cuando se ve tanta injusticia, tantos sufrimientos, si en definitiva nos han enseñado que Dios protege y ama a los buenos, a los que lo aman.

Porque parece que muchas veces Dios se vuelve como sordo ante los pedidos de los hombres.

Creo que una de las preguntas que debemos hacernos como punto de partida es la de ¿qué imagen de Dios tenemos? ¿Qué hemos aprendido o que nos han enseñado respecto a Dios y a la religión?

En muchas circunstancias nos encontramos con una manera de vivir el cristianismo como una forma de religiosidad que en el fondo no deja de ser un poco “egoísta”, aunque tal vez creamos también “piadosa”.

Por qué digo esto: porque nos hemos quedado quizás con la imagen de Dios como la de aquél que es bueno y todopoderoso en la medida en que nos da todo lo que deseamos.

Dios es bueno si me “soluciona” de manera digamos “mágica” todos mis problemas, y más poderoso aún será si me los resuelve rápido.

Dios es bueno y realmente existe si me concede “ya” todo lo que le pido, incluso si lo hace de una, es decir, con la primera oración o pedido que le haga.

Pero Dios no es alguien con quien puedo “negociar”, no es alguien a quien le “doy tanto” y él me “da tanto”, porque en ese caso, dejaría de ser un Dios entendido como el “Absoluto”, el que “todo lo puede”, el que por pura Gracia y “gratuitamente” me da mucho más de lo que soy capaz de ganar o merecer.

Es cierto que Dios no concede todo lo que pedimos, pero en realidad nos concede todo lo que nos hará bien y nos servirá para nuestro bien y deberíamos entender que la “gran oración” no es la que hace que “Dios quiera lo que yo quiero”, sino quizás que “yo logre llegar a querer lo que quiere Dios”.

La fe en Dios, su amor, la confianza en El son cosas bastante diferentes a lo que muchos cristianos piensan. Ser cristiano muchas veces será saber comprender que Dios hasta puede llegar a permitir que nos sucedan ciertas cosas que humanamente hasta nos pueden parecer incomprensibles, pero que en el infinito amor que Dios nos tiene, logran un profundo sentido y son en el fondo para nuestro mejor bien.

Por eso creo que nuestra “imagen” de Dios que podemos tener, podemos sintetizarla en darnos cuenta si tenemos un “verdadero amor a Dios”, si de verdad lo amamos como al Supremo que siempre estará pensando en nosotros y en nuestro bien, o nos quedamos con un Dios a quien de alguna manera podemos “utilizar” para nuestro provecho.

En el matrimonio, ¿jugamos en el mismo equipo? / Autor: P. Ángel Espinosa de los Monteros



¿Qué fue lo que prometimos?

“Prometo serte fiel”.


Lo importante es saber traducir ese “prometo serte fiel”. No nos referíamos solamente a la fidelidad en cuanto a que nunca comenzaríamos una relación sentimental, seria o superficial con otra persona, por un momento o para toda la vida. Significa muchísimo más.

Prometo llevar bien puesta la camiseta del equipo, tirar en la misma dirección y defender nuestra portería. Lo nuestro. A veces me he topado con un hombre o una mujer, que sólo viendo cómo se comporta con la persona a quien dice que ama, me dan ganas de preguntarle: ¿tú, para dónde tiras?

Si los dos tuvieran puesta la camiseta del mismo color y “se pasaran el balón”, meterían goles, alcanzarían metas, jugarían en equipo y así harían la vida más simple y tendrían la felicidad más a la mano.

Pero uno parece ser delantero de un equipo y el otro defensa del contrario: se estorban en las jugadas, se cometen frecuentes faltas, se ignoran. Algunos parecen estar buscando la tarjeta roja ¡después de haber visto no una sino mil veces la amarilla!

Esto no debe suceder en el matrimonio. “Amarse no es mirarse uno al otro, sino mirar en la misma dirección”. Tirar en la misma dirección. Amarse es tener una meta común y unos mismos ideales, y eso debe reflejarse en los acontecimientos de la vida diaria. Amarse es mirarse uno al otro con comprensión, respeto y con capacidad incluso de diferir.

“Prometo no bajarme del burro”. Te explico de qué se trata: en mis años de estudiante, paseaba en una ocasión por un pueblo de Santander, en el norte de España, y me encontré a un pastor con quien entablé una conversación debajo de un cobertizo, pues llovía a cántaros. La recuerdo como una charla muy interesante. En un determinado momento le pregunté cuántos años tenía de casado, a lo que respondió:

-“¿Cómo ve, Padre? Tenemos treinta años de casados y no nos hemos bajado del burro”.

La expresión realmente me encantó. Si él hubiese dicho, “no nos hemos bajado del tren... o del caballo”, hubiese sido diverso. El caballo sugiere libertad, velocidad, crines al viento... En cambio dijo: “no nos hemos bajado del burro”.

En el burro, como en el matrimonio, a veces se va hacia adelante, a veces hacia atrás, a veces rebuznando… a veces, el animal, -me refiero al burro- como que no se mueve. Así es en el matrimonio. A veces para atrás, a veces para adelante, a veces rebuznando... pero siempre los dos en el burro. ¿Qué importa por dónde y cuánto haya costado mientras hayan ido juntos, en la misma dirección, apoyándose, acompañándose, amándose?

“Prometo buscar tu realización, tu felicidad”.

Si prometiste serle fiel, te comprometiste a buscar su felicidad, ya que la fidelidad no puede reducirse a no fallarle en el sentido de nunca enamorarte de otra persona. Eso es más que nada una obligación, un requisito y algo que deberían dar por supuesto.

“Prometo serte fiel”, es llenar las expectativas que tenían el uno sobre el otro cuando eran novios. “Desde que nos vimos y pensamos en unirnos para toda la vida, pensamos que juntos seríamos felices y desparramaríamos esa felicidad en nuestros hijos. Si queremos sernos fieles, tenemos que hacer realidad ese sueño que tuvimos desde el inicio”.

No voy a olvidar jamás esa escena de la película “Los puentes de Madison” en la que ya casi al final de la vida, el marido, muriendo en la cama, llama a sus esposa y le dice más o menos lo siguiente:

-“Fanny, yo sé que tenías tus propios sueños e ilusiones en la vida, perdóname por no haberlas hecho realidad”.
La mujer simplemente lo besó en la frente e hizo un gesto de resignación.

Es tan fácil hacer felices a los demás cuando uno se lo propone, que sinceramente, honestamente, para no lograrlo, se necesita ser de verdad egoísta.

Cuando prometieron ser fieles, entre otras cosas, prometieron buscar con tesón la felicidad del otro, pues la fidelidad no es sólo cuidar que no haya engaños, sino que apunta a todo un proyecto de vida. De hecho, y aunque no es el ideal, hay matrimonios en los que, uno de los dos, por descuido, ha caído en una infidelidad. Pero como siempre ha buscado hacer feliz al cónyuge, este error -por más grave que sea- no es más que una mancha en una pared llena de luz. Desde luego que no es el caso de la persona descuidada, sensual, irresponsable, que frecuenta ambientes inconvenientes y que trata con personas del sexo opuesto sin ningún pudor y sin respeto. En una persona así, la caída siempre será inminente e injustificada. El derrumbe comenzó desde que se descuidó en su conducta ordinaria.

“Prometo serte fiel” es también cuidar el corazón. No permitir que nada ni nadie le robe la paz inicial. Prometieron luchar especialmente cuando les vinieran a la cabeza “ideas rubias”. La fidelidad no es no meterse con otra persona, sino sobre todo cuidar el corazón. Hay mucha gente que quizá jamás concretará una infidelidad conyugal, sin embargo vive en una continua deslealtad al no cuidar el corazón de cualquier amor que no sea su único y verdadero amor.

“Prometo serte fiel”, es decir, también, “prometo hablar bien de ti”. “Lo que tenga que decirte, te lo diré a ti, para ayudarte, con amor y por amor. No se lo diré a mi mamá ni a mis hijos, menos a mis amigas en un desayuno. Prometo hacer crecer tu fama dentro de lo más íntimo que tenemos que son nuestros hijos, padres, hermanos y también nuestros amigos. “Me esforzaré para que ellos siempre tengan una buena imagen de ti. Sólo escucharán cosas positivas acerca de quién y cómo eres tú. Estarán orgullosos de nosotros”.

Finalmente, “prometo serte fiel”, ahora sí, significa “que no te cambiaré por nadie. No te quiero para un amor intermitente u ocasional, ni como un amor de paso”.

Estas promesas que hicieron, además tienen dos especificaciones que deben considerar como muy importantes y darles su sentido propio, porque de verdad, parece que no todos las han entendido. Cuando se da una infidelidad en el matrimonio por parte de quien sea, y el cónyuge decide que “esto es lo único que no está dispuesto a perdonar”, y que “ahora sí se acabó todo”, es simplemente porque no ha entendido qué fue lo que prometió. ¿Cuáles son esas dos especificaciones?

1a En lo próspero y en lo adverso.

Hay quienes creen que lo próspero es tener dinero mientras lo adverso se identifica con todo tipo de carencias económicas.

Muchas parejas tienen los recursos necesarios para vivir felices y sin embargo no alcanzan la felicidad porque ésta se compone de muchos otros factores que ellos no han logrado completar.

Lo próspero es efectivamente cuando todo va bien. Como se suele decir: “viento en popa”. Hay algo de dinero, tienen su propia casa, no hay grandes intromisiones de la suegra, siguen teniendo más o menos las mismas aficiones y casi idénticos gustos, no se han desgastado con el tiempo, hay armonía, diálogo, intimidad… ¡Ah, lo próspero! ¿Por qué no todo en la vida es crecer? ¿Por qué no todo en este mundo camina hacia adelante sin más complicaciones?

La respuesta es muy sencilla: los problemas y las dificultades existen desde que aparecieron hombre y mujer sobre la tierra, y esta vida simplemente no sería la misma si quisiéramos quitarle esta contrapartida de la dificultad. Además no siempre está en nuestras manos evitar algunas dificultades que se van suscitando en el camino, pues muchas de ellas nos las imponen la sociedad, la cultura, el entorno en el que nos movemos… Pero es interesante que sepan partir de este presupuesto cuando piensan ya en el matrimonio y cuando están por emitir estas promesas que los comprometen para siempre.

Cabe añadir que en el matrimonio, los problemas son una oportunidad maravillosa de crecimiento. Este debe ser un camino de crecimiento, y para eso necesitan aprovechar todas las oportunidades.

En el matrimonio, lo adverso puede ser: dificultades en el campo económico, la pérdida del trabajo o el fracaso rotundo en el negocio, la intromisión indeseada de algún familiar político en el propio hogar, la llegada de los niños quizá demasiado rápida, la enfermedad de uno de ellos que acusa gravedad… Y, ¿por qué no? el hecho mismo de que el amor que sentían el uno por el otro ya no sea como era en el noviazgo, o al inicio del matrimonio.

2a En la salud y en la enfermedad.

“Prometo que en la salud, te aplaudiré, te proyectaré, te acompañaré y apostaré por ti. No estaré celoso de tus triunfos, ni permitiré que me afecte el que tú seas más que yo a los ojos de los demás”.

En la enfermedad, prometes que estarás a su lado. Pero cuando prometiste esto, no te referías a enfermedades que se arreglan con un suero ni aun con una enfermera de cabecera. Te referías a enfermedades más profundas, más complicadas, con alcances más intensos, como el alcoholismo, el desánimo, la pérdida del sentido de esta vida o enfermedades “del corazón” o del carácter.

Tú un día puedes llegar a dejar de amarlo (la) y es entonces cuando debes demostrarle que prometiste serle fiel. Es precisamente en estos momentos –de enfermedad “del corazón”- cuando puedes probar tu fidelidad. Qué fácil era cuando todo marchaba bien, cuando parecían competir en el darse cariño.

La fidelidad se demuestra en la prueba y en el dolor, y quizá no haya prueba más grande para una persona que ama de verdad, que el sentir que no es correspondida y que no es amada con la misma intensidad. Ante un problema de esta naturaleza, se puede reaccionar de dos maneras: pagar con la misma moneda, que no sería ni amor ni fidelidad, o luchar con todo el corazón por recuperar ese amor que se está apagando o se ve casi perdido.

La fidelidad sólo acepta este segundo tipo de actitud. “Si te pierdo, lucharé por reconquistarte, ése será mi programa”.

“Si la enfermedad es grave y llego incluso a perderte definitivamente, seguiré siendo tuyo, y tú seguirás siendo parte de mi proyecto de vida”. El hecho de que uno de los dos haya fallado, no implica que el otro deba fallar también. “Lucharé por reconquistarte”, como se ve en algunas películas o novelas, sólo que aquí es de verdad: no hay actores ni música de fondo ni paisajes bonitos... sino sacrificio, humillación y mucho valor para reconquistar el amor que una vez iluminó la vida y del que surgió la familia que ya existe.

Recuerdo a ese general francés, que después de la segunda guerra mundial fue requerido en el partido comunista. Con el aumento de sueldo y por participar de tantos beneficios que le ofrecieron, abandonó a su mujer de treinta y siete años, con siete hijos, y se marchó de la casa.

Lógicamente pronto encontró a otra y así continuaron sus vidas por separado. Pasaron veinte años y dicho partido nunca terminó de consolidarse bien, hasta que finalmente se disolvió. Muchos que habían gozado de los beneficios de la organización, pronto se vieron en la calle, sin dinero, sin familia y sin amantes, que son las primeras en irse cuando falta todo lo demás. Cansado, solo, ya acabado, vuelve un día a su casa, toca la puerta y le abre su mujer. Una esposa también cansada, que había sacado adelante a todos sus hijos, sola. Una madre heroica.

- “Quiero hablar contigo”- le dice.
-“Pasa”- abre la puerta y dibuja en el aire con su mano el ademán de “adelante”.
Pero él se da cuenta de que está la mesa puesta con dos lugares, y titubeando le dice:
-“Perdona, no quiero importunar, ¿estás esperando a alguien?”
-“Sí -responde segura y sin dejar de mirarlo a los ojos- desde hace veinte años todos los días la mesa ha estado puesta para dos, porque te sigo esperando”.

Lo más probable es que los sentimientos de esta mujer no fuesen tan favorables. Podemos incluso imaginar que ella hubiese querido golpearlo o que debió azotarle la puerta al instante sin permitirle no sólo entrar a la casa, sino tampoco entrar a un hogar que comenzaron los dos pero que sólo ella de verdad construyó. Este relato no tendría ningún valor si no fuera histórico.

Lo que lo hace grande es precisamente que sucedió. Es una mujer que sacó adelante sola a siete hijos y que se sobrepuso al orgullo y a un explicable rencor. Una de esas personas que tienen muy claro que el matrimonio es para siempre. Ella quizás pensaba: “él me dejó, pero yo no lo puedo dejar, porque Dios me lo dio, y por él tengo que responder”.

Ella sabía lo que era un compromiso con Dios, con un hombre y con unos hijos.

En una ocasión, una señora me vino a ver:
-“Padre, mi único pecado es que odio a mi marido.
Yo pensé: “pequeño detalle”.
- Me dejó hace cinco años. Ni quiero, ni puedo verlo”.
Comprendí que la dificultad era muy grande y le ofrecí una solución más para ella misma que para su matrimonio:
-“Señora, lo que usted necesita es un cambio de mentalidad. Renueve el compromiso que hizo hace treinta años: rece por él, de vez en cuando escríbale, preocúpese en la medida de sus posibilidades por él, aunque ya nunca puedan volver a reunirse. Usted será más feliz amando con un amor realmente heroico, que dando rienda suelta a odios estériles. El amor siempre nos deja algo, nos lleva a algo, produce algo. Del odio sólo germinan rencores, soberbia, impaciencias, insatisfacciones y un sin número de frustraciones, pues nuestro corazón fue hecho para amar. Ir en contra del amor es luchar contra nosotros mismos”.

Desgraciadamente muchos matrimonios se romperán porque nunca se entendió que la fidelidad que se prometieron al inicio, debería ser, como los mejores relojes, “a toda prueba”. Así es, a prueba de todo, incluidas la peor enfermedad, la más tremenda crisis y el más injusto adulterio.

El dominio de las sensaciones / Autor: P. Victor



“¿Hasta cuándo mi alma estará acongojada y habrá pesar en mi corazón, día tras día?” (Sal 13, 3).

A veces, más que la mente, nos dominan las sensaciones. Reconozcamos que las cosas que sentimos suelen tener más poder que las que pensamos. Porque podemos leer y meditar el Evangelio, escuchar bellas conferencias, creer que estamos convencidos de algunas ideas firmes y motivadoras, pero a veces esos pensamientos no nos motivan de verdad y lo que nos mueve es lo que sentimos.

Estamos muy atentos a nuestros estados de ánimo o pasamos en un mismo día de la alegría a la tristeza, del entusiasmo al descontento, del amor al resentimiento, de la esperanza al desaliento.

Otras veces, sentimos dentro de nosotros necesidades muy fuertes de todo tipo que nos reclaman demasiado. Por eso, aunque tengamos ideas muy hermosas en la mente, no somos felices, no disfrutamos de las cosas simples, nos enemistamos con la vida misma.

Entonces, es importante pedirle al Señor que pacifique nuestras sensaciones, que aplaque esas sensaciones que no producen más que melancolía, desgano, insatisfacció n. ¿Para qué perder las ganas de trabajar, de convivir, de crecer por culpa de sensaciones que no nos aportan nada bueno? Alimentemos mejor las sensaciones positivas, el pequeño pero verdadero placer de algunas cosas cotidianas que la vida nos regala. Alimentemos la sensación embriagadora de luchar por un desafío estimulante, el gusto de conseguir algo para alegrarle la existencia a otro ser humano, el placer de hacer algo bello para la gloria de Dios o la sensación de reposar serenamente en el cariño de Dios que nos ama.

Nada mejor que dejar entrar a Dios en el mundo de nuestras sensaciones, nada más sano que reconocer de frente ante Dios esas sensaciones que nos perturban, para que Él pueda serenarlos, aplacarlos, curarlos, armonizarlos con su afecto divino. Podrías intentarlo con esta oración:

Señor amado, Vos conoces las cosas que siento.

Vos no ignorás mis estados de ánimo, mis deseos, mis ganas, mis anhelos.

Y ves también la tristeza, la insatisfacción, el dolor inútil que muchas veces me domina porque no puedo disfrutar de todo lo que deseo, porque siento muchas cosas que no puedo saciar.

A veces, me doy cuenta que me convierto en un ser siempre disconforme que, cuando consigo lo que deseo, luego me parece poco, siempre, algo me falta…

Y descuido esas sensaciones bellas que nunca me parecen suficientes, que siempre me parecen demasiado pequeñas…

Por eso, te pido mi Dios, pacifica mis sensaciones; aplaca mis deseos. Dame la libertad interior para no ser esclavo de las sensaciones negativas, para que no me dominen mis estados de ánimo y los cambios de humor.

Penetra con Tu poder divino en ese mundo interior de mis variadas sensaciones.

Fortalece las sensaciones bellas que me hacen sencillamente feliz,
amable, humano, compañero de todos.

Debilita el poder de esas sensaciones que me agobian, que me entristecen, que me sofocan.

Toma mis sensaciones que me abruman, libérame de ellas para que no se apoderen de mí.

Pacifica mis sensaciones, Señor; derrama Tu Paz en mi sensibilidad y devuélveme –con tu vitalidad sana y feliz- la armonía interior que necesito.

Amén.

Plumas / Enviado por Mario Ruiz



Un hombre empezó a esparcir rumores sobre uno de sus vecinos. En pocos días, todo el vecindario conocía los chismes, que no tardaron en llegar a oídos de la persona involucrada. Por supuesto ella se ofendió mucho y quedó muy dolida.

Con el tiempo, la persona que empezó a esparcir los rumores descubrió que lo que ella había dicho era completamente falso. Buscando resarcirse de su error, fue a ver a un sabio para preguntarle qué podía hacer para reparar el mal que había hecho.

El sabio respondió: Ve al mercado, compra una gallina y mátala. En el camino hacia tu casa, quítale todas las plumas y tíralas, una por una, a lo largo del camino.
Bastante soprendido por el consejo, pero sin ánimo de contrariar, hizo lo que el sabio le había pedido. Y al día siguiente volvió a ver al sabio y le preguntó: ¿qué hago ahora?
El sabio le pidió que hiciera lo siguiente: Ahora regresa por el camino que tomaste al ir del mercado a tu casa y junta todas las plumas que tiraste ayer para traérmelas a mí.

Siguiendo las recomendaciones, la persona tomó el mismo camino, pero quedó tremendamente descepcionada ya que se dio cuenta que el viento había volado todas las plumas, llevándolas quién sabe dónde. Apenas consiguió recuperar 3 plumas, y eso después de muchas horas de búsqueda.

Cuando regresó para ver al sabio para contarle su fracaso, él le dijo:
"Ya ves como es sencillo tirar las plumas por el camino y casi imposible recuperarlas. Así es también con los rumores y los chismes.
No lleva mucho tiempo esparcirlos, pero una vez hecho, uno nunca puede deshacer totalmente el daño realizado".

Oracion por los Jovenes / Autor: Lorenzo González Kipper



¡Padre Santo! te pedimos por los jóvenes,
que son la esperanza del mundo.
no te pedimos que los saques de la corrupción
sino que los preserves de ella.

¡Padre! No permitas que se dejen llevar
por ideologías mezquinas.
que descubran que lo más importante
no es ser más, tener más, poder más,
sino servir más a los demás.

¡ Padre! Enséñales la verdad que libera,
que rompe las cadenas de la injusticia,
que hace hombres y forja santos.

Pon en cada uno de ellos, un corazón universal
que hable el mismo idioma,
que no vea el color de la piel,
sino el amor que hay dentro de cada uno.

Un corazón que a cada hombre le llame hermano,
Y que crea en la ciudad que no conoce las fronteras,
Porque su nombre es universo, amistad, amor, Dios.
¡ Padre Santo! Cuida a nuestros jóvenes.
Amén.

Sí supiera que esta fuera la última vez..../ Enviado por Luís Redondo



Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertementey rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.

Sí supiera que esta fuera la última vez que te vería salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y llamaría de nuevo para darte más.

Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oir tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente.

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veré, diría te quiero
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por sí me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero y que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, jóven o viejo.

Hoy puede ser la ultima vez que veas a los que amas.
Por eso no esperes más, házlo hoy, ya que sí mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso.
Y que estuviste muy ocupado para concederle a alguien un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de tí, díles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles lo siento, perdóname, por favor, gracias y todas las palabras de amor que conoces.
Así, si el mañana nunca llega, no tendrás remordimientos por hoy.
Con mis más sinceros deseos de que tu felicidad
crezca día con día, y que Dios nuestro Señor te conceda tus más altos anhelos.

Guardar en el corazón / Autor: Máximo Alvarez



Pocas cosas hay tan hermosas como el entendimiento y la comunicación entre las personas, cuando comprobamos que comprenden lo que queremos decir y cuando nosotros mismos sabemos entender a los demás, llegando a adivinar lo que están pensando casi antes de que las palabras salgan de su boca. Algo totalmente distinto de aquellas conversaciones que parecen un diálogo entre sordos, como si se hablaran distintos lenguajes. Experiencias tan opuestas como Babel, donde se confundieron las lenguas y Pentecostés, donde todos se entendían a pesar de hablar lenguas distintas.

Adentrándonos en el terreno religioso resulta gratificante sentirnos escuchados y comprendidos por Dios y conocer con nitidez lo que quiere de nosotros, sus planes. Pero también puede ocurrir lo contrario: que nos dé la impresión de que Dios no nos escucha ni atiende o que seamos incapaces de conocer su voluntad.

El ser humano necesita comunicarse, expresar sus sentimientos, sus ideas; necesita de la acogida y comprensión de los demás. Pero a veces esto no es posible y no queda más remedio que guardar silencio, que callar lo que gustaría gritar o decir y rumiar las cosas en el interior. No es fácil, pero a la larga es mejor que hablar inútilmente.

Todo esto me trae a la memoria una frase del Evangelio referida a María, cuando se encontró con su hijo en el templo de Jerusalén después de tres días de angustiosa búsqueda, de ausencia e incertidumbre. Ella no entendía por qué Jesús les había hecho esto e incluso después de hablar con Él parece que no consiguió aclarar muchas dudas. Por lo que el evangelista comenta: ¡Y María conservaba todas estas cosas guardándolas en su corazón!.

Lo cual equivaldría a decir más o menos: no entiendo nada, pero no quiero discutir, me resigno a no encontrar una respuesta clara, esperar a que algún día, con el tiempo, pueda comprender el por qué de todo esto. Más o menos equivale a decir: Señor, hágase tu voluntad, aunque no la entienda.

Con frecuencia nuestra impaciencia nos lleva a querer respuestas y soluciones inmediatas para todo, a reaccionar bruscamente, a incomodarnos, a querer que los demás nos entiendan a la perfección o que Dios nos conceda al instante todo lo que le pedimos.

Puesto que no somos budistas tampoco es cuestión de cerrar los ojos como que no pasa nada, tratando de limpiar la mente y dejándola vacía. Por eso nos reconforta la actitud de María que nos invita a guardar las cosas conservándolas en el corazón.

La virtud del agradecimiento / Enviado por Yvette



"Quien no agradece, no ama" -Santa María Mazzarello, Fundadora de las Hijas de María Auxiliadora.

La pequeña virtud del agradecimiento es prueba de un gran corazón. Aún con el torpe o equivocado, debemos ser agradecidos, cuando menos por su buena intención.

La gratitud no significa "devolver el favor": si alguien me sirve una taza de café no significa que después debo servir a la misma persona una taza y quedar iguales. El agradecimiento no es pagar una deuda, es reconocer la generosidad ajena.

¿No es propio de un corazón verdaderamente generoso, mostrarse agradecido hacia los demás, aún de lo más insignificante que hayan intentado hacer por él? No resulta sin embargo tan raro el olvido de los servicios que nos prestan los demás; o, simplemente, nuestra mala costumbre de no demostrar nuestra complacencia. A esto hay que oponer el pequeño valor del agradecimiento.

Sucede a menudo que, mientras esperamos en vano el agradecimiento de personas a quienes hemos ayudado o hecho por ellas verdaderos sacrificios, otros por quienes nos sacrificamos mucho menos conservan por largo tiempo su reconocimiento. ¿No sucede a veces que agradecemos el favor ocasional de un extraño pero no damos la importancia que merecen a las continuas delicadezas que recibimos en nuestro hogar?

Tenemos una memoria singularmente caprichosa. Si olvidamos fácilmente una amabilidad que nos han hecho, ¿con qué precisión retenemos, en cambio, el recuerdo de una falta de delicadeza, o de una ofensa? Un proverbio lo confirma: "La memoria del mal tiene larga huella, la memoria del bien muy pronto pasa". ¿Cómo sabemos recordar a los demás nuestros beneficios prestados o el trabajo que nos ha costado realizarlo?

DECIR GRACIAS

En muchos hogares se habrá oído alguna vez el siguiente diálogo. En la mesa familiar, el niño pide un poco de pan a su padre. Éste lo toma y le entrega un pedazo que el hijo muerde en el acto con avidez.

- Y bien, pregunta el padre, ¿qué se dice?
Con la boca todavía llena murmura tímidamente el chico:
- Gracias
- Gracias, ¿qué?
- Gracias, papá.

Y cuántas veces ocurre que una de las primeras palabras que pronuncia el niño es "no"; no es necesario que nadie se lo enseñe. En cambio, ¿cuántas repeticiones son necesarias para inculcarle el hábito de decir gracias?

"Gracias" es la palabra mágica que introduce en el hogar la cortesía, el buen orden y la serenidad. Y el pequeño valor del agradecimiento brota de una conciencia que la educación ha iluminado.

No nos olvidemos de agradecer todo, de decir gracias al menor servicio prestado por quien sea, pronunciando esta palabra sin ninguna entonación, como si estuviéramos cambiando una simple mirada. Por sí sola, esta palabrita recompensa todos los trabajos; repara la frase acaso un poco dura que habíamos dicho anteriormente; equivale a una sonrisa y, a veces, la provoca; hace feliz al que la pronuncia y a aquel a quien va dirigida.



GRACIAS SEÑOR

Por darme la calma en momentos difíciles.
Por darme la sabiduría para entender mejor los designios de la vida.
Por darme otra oportunidad.
Porque sé que no me has desamparado, cuando creo que voy solo y me siento perdido, y mirando atrás veo solo mis huellas, pero es que Tú mi Padre Amado.. Tú.. me llevas cargado.

Sólo te puedo decir Padre: "no me sueltes". En tus Benditas manos quiero seguir. "Gracias Señor" por ese gran amor. Pido para todos, los que por una causa o otra sufrimos. Cúbrenos con tu Manto.

¡Gracias Padre!

Hermosa obligación del hombre: orar y amar / Catequesis de san Juan María Vianney, presbítero


El sábado 4 de agosto se celebra San Juan María Vianney, patrón de los párrocos, que nació cerca de Lyon el año 1786. Tuvo que superar muchas dificultades para llegar por fin a ordenarse sacerdote. Se le confió la parroquia de Ars, en la diócesis de Belley, y el santo, con una activa predicación, con la mortificación, la oración y la caridad, la gobernó, y promovió de un modo admirable su adelanto espiritual. Estaba dotado de unas cualidades extraor­dinarias como confesor, lo cual hacía que los fieles acudiesen a él de todas partes, para escuchar sus santos consejos. Murió el año 1859. Publicamos hoy pate de una catequesis impartida por él: "Hermosa obligación del hombre: orar y amar":

Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo. Por esto, nuestro pensamiento debe estar siempre orientado hacia allí donde está nuestro tesoro.

El hombre tiene un hermoso deber y obligación: orar y amar. Si oráis y amáis, habréis hallado la felicidad en este mundo.

La oración no es otra cosa que la unión con Dios. Todo aquel que tiene el corazón puro y unido a Dios experimenta en sí mismo como una suavidad y dulzura que embriaga, se siente como rodeado de una luz admirable. En esta íntima unión, Dios y el alma son como dos trozos de cera fundidos en uno solo, que ya nadie puede separar. Es algo muy hermoso esta unión de Dios con su pobre criatura; es una felicidad que supera nuestra comprensión.

Nosotros nos habíamos hecho indignos de orar, pero Dios, por su bondad, nos ha permitido hablar con él. Nuestra oración es el incienso que más le agrada.

Hijos míos, vuestro corazón es pequeño, pero la oración lo dilata y lo hace capaz de amar a Dios. La oración una degustación anticipada del cielo, hace que una parte del paraíso baje hasta nosotros. Nunca nos deja sin dulzura; es como una miel que se derrama sobre el alma y lo endulza todo. En la oración hecha debidamente, se funden las penas como la nieve ante el sol.

Otro beneficio de la oración es que hace que el tiempo transcurra tan aprisa y con tanto deleite, que ni se percibe su duración. Mirad: cuando era párroco en Bresse, en cierta ocasión, en que casi todos mis colegas habían caído enfermos, tuve que hacer largas caminatas, durante las cuales oraba al buen Dios, y, creedme, que el tiempo se me hacía corto.

Hay personas que se sumergen totalmente en la oración, como los peces en el agua, porque están totalmente entregadas al buen Dios. Su corazón no está dividido. ¡Cuánto amo a estas almas generosas! San Francisco de Asís y santa Coleta veían a nuestro Señor y hablaban con él, del mismo modo que hablamos entre nosotros.

Nosotros, por el contrario, ¡cuántas veces venimos a la iglesia sin saber lo que hemos de hacer o pedir! Y, sin embargo, cuando vamos a casa de cualquier persona, sabemos muy bien para qué vamos. Hay algunos que inclus­o parece como si le dijeran al buen Dios: «Sólo dos palabras, para deshacerme de ti..». Muchas veces pienso que, cuando venimos a adorar al Señor, obtendríamos todo lo que le pedimos si se lo pidiéramos con una fe muy viva y un corazón muy puro.

Oración

Dios de poder y misericordia, que hiciste admirable a san Juan María Vianney por su celo pastoral, concédenos por su intercesión y su ejemplo, ganar para Cristo a nuestros ­hermanos y alcanzar, juntamente con ellos, los premios ­de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

Transfórmame Jesús / Enviado por Mónica


Te regalo un ejercicio cristificante:
(en oración, intenta tener el siguiente diálogo con Nuestro Señor…).

“Jesús, entra dentro de mí.
Toma posesión de todo mi ser.
Tómame con todo lo que soy…
…Lo que pienso, …lo que hago.

Toma lo más íntimo de mi corazón.
Si fuera Tu voluntad, cúrame esta herida que tanto me duele.
Sácame la espina de esta angustia.
Retira de mí estos temores, rencores, tentaciones. ..

Jesús, ¿qué quieres de mí? ¿Cómo mirarías a aquella persona?

¿Cuál sería tu actitud en aquella dificultad? ¿Cómo te comportarías en aquella situación?

Los que me ven, te vean, Jesús.

Transfórmame todo/a en Ti.

Sea yo una viva transparencia de Tu persona…”.

Aprendí a vivir a pesar de las espinas / Enviado por Zoraida



Aprendí a mirar las estrellas, alumbrando los sueños con ellas.
A mirar los colores del viento y a sentir el sabor del silencio.
Aprendí a encender ilusiones y a escuchar hablar los corazones, con palabras calladas, con matices de mil sensaciones.

Cuando un día, el dolor tomó mi mano, conocí de frente a la tristeza. la pena y el llanto se marcharon, al sentir el amor y su grandeza.
La soledad, querida compañera, la que con tanto miedo rechazaba, me mostró la paz y la armonía de los momentos que con ella estaba.
Comprendí, el sentido de la vida, viviendo el amor y la desdicha, sintiendo la alegría y la tristeza, conociendo lo breve de la vida.
Aprendí el valor de la paciencia, a calmar los vientos de mi ira, a llenar con mares de esperanza las zonas más oscuras de mi vida.

Es así, que aprendí a vivir.
Por todo ello... aprende a vivir sin espinas
¡No empieces el día de hoy con las espinas de ayer!
El día de ayer y todos los días y años anteriores han pasado ya,
están enterrados en el Tiempo.
Y no puedes cambiar ya nada en ellos.
¿Te han quedado espinas?
¡No las traigas arrastrando!
Porque seguirán pinchándote cada día hasta no dejarte vivir.
Hay espinas que puedes sacudirte echándoselas en las manos a Dios.
Hay heridas de espinas que puedes curar si sabes perdonar de veras.
Pero hay heridas que no podrás curar con todo el amor de este mundo,
sólo con el Amor de Dios.
¡Quita el cristal de aumento que pones encima de tus desdichas!
Muévete, grita, llora, respira profundo, ora y trata de ser feliz!

De cada espina que hemos tenido a lo largo de nuestras vidas hemos podido tener la capacidad de tener experiencia, y luego mas adelante poder tomar mejores decisiones.. . Lo comparto con mucho amor deseando que esas espinas no se queden ahí, sino que así como se han enterrado podamos sacarlas gracias al bálsamo sanador de Cristo Resucitado.

La benedicencia es un apostolado / Autor: P. Álvaro Corcuera, LC



¡Cuánto hemos de cuidar esta virtud! Es aquello que nos debe caracterizar, estemos donde estemos. ¿En qué consiste la benedicencia? Es una palabra prácticamente desconocida en el mundo en que vivimos; ni siquiera aparece mencionada en el diccionario. Sin embargo, sí se encuentra la palabra maledicencia, que designa el pecado contrario. Si la maledicencia es el vicio de hablar mal de los demás, la benedicencia es la virtud de hablar bien del prójimo. Para nosotros, la benedicencia es un apostolado. Vencer el mal con el bien. La benedicencia es una forma de apostolado que todos podemos realizar, es un modo concreto de pasar por el mundo, como Jesucristo, «haciendo el bien» (Hch 10, 38) y de edificar y servir a la Iglesia.


La maledicencia es un vicio que ofende gravemente la caridad, porque difunde sin motivo ni necesidad objetiva los defectos, los errores o los pecados de otras personas, dañando de este modo su reputación. Nadie tiene derecho a herir la buena fama de los demás. La benedicencia, por el contrario, busca únicamente difundir lo positivo que hay en los demás.


La benedicencia también es contraria al juicio temerario, que admite como verdadero, sin tener motivos suficientes, un defecto moral del prójimo. Los juicios temerarios nos llevan a la sospecha y al alejamiento del prójimo. Es la triste realidad de quien llega a “encasillar” o a catalogar a una persona, viendo más allá de sus actos e interpretando negativamente sus intenciones. Siembra duda, guarda silencios ante la buena fama del hermano, genera inquietud y malestar, roba la paz. Muchas veces juzgamos al prójimo atribuyéndole nuestros propios defectos. Sin embargo, el corazón bondadoso busca pensar bien, justificar, perdonar, comprender. El hombre de Dios tiene presente sus propios defectos, no para juzgar al prójimo, sino para vivir con humildad y siendo apóstoles de lo bueno. No somos nadie para juzgar al prójimo. Sólo Dios es el juez. Y, bien sabemos, esto produce paz en el alma. ¡Qué don tan grande es la paz! «Busca la paz, corre tras ella» (Sal 34, 15). Pues bien, un medio muy bueno para conseguir este regalo que Dios nos da, en la paz, es fijarnos en todo lo bueno, tanto en pensamientos como en palabras.


Cuando por razón de la autoridad de que alguno esté investido, se tenga responsabilidad sobre los actos de otras personas, hemos de actuar sirviendo y buscando el bien, siendo realistas ante el mal, pero no para juzgarlo, sino como el médico, para sanarlo y curarlo, aunque el remedio sea doloroso. Lo único que se busca es el bien del prójimo, como nos enseña Jesucristo en la parábola del buen samaritano que acabamos de meditar el domingo pasado: nos inclinamos hacia el hermano herido o caído, para vendarlo con suavidad, subirlo en la propia vida y asegurarnos de que esté bien atendido y cuidado, sin importar lo que nos pueda costar y sin pensar en que también nosotros estamos necesitados de ayuda.


Y en tercer lugar, la benedicencia se opone a la calumnia, que como nos dice nuestra fe, es un pecado gravísimo que atribuye al prójimo y divulga injustamente cosas falsas que lesionan su buena fama. En la calumnia se suman la difamación y la mentira, y por ello pienso que es uno de los pecados que más entristecen al corazón de Jesucristo.


Al igual que sucede con las demás virtudes, no se trata de vivir la benedicencia a la defensiva, simplemente preocupándonos por no fallar, por "no criticar"; se trata más bien, de cultivar una actitud interna, decididamente positiva, una buena disposición habitual que nos impulse a ejercitar esta virtud. No podemos, pues, conformarnos con silenciar los defectos y errores de nuestros hermanos ante los demás. En sí, esto ya es algo muy bueno pues, como decía el apóstol Santiago, «si alguno no cae hablando, es un hombre perfecto, capaz de poner freno a todo su cuerpo» (St 3, 2). Desde este punto de vista, nunca podremos sentirnos justificados para hablar mal de nadie, de cualquier persona, pues sería lo opuesto a lo que Cristo nos predicó con sus palabras y su vida. Pero la benedicencia va más allá, busca difundir el buen nombre de los demás, valorando sus cualidades, señalando sus virtudes, destacando sus aciertos, sus logros y éxitos, alabando cuanto de bueno y virtuoso descubramos en ellos. Así, esta virtud se convierte en un apostolado, pues se transforma en caridad constructiva.


La benedicencia, como toda virtud, exige una conquista personal. No se da normalmente de modo espontáneo y natural. Tiene en su origen otro hábito aún más profundo: el pensar siempre bien de nuestro prójimo, estimarlo sinceramente en lo más íntimo de nuestro corazón. Esto implica vigilar sobre nuestros pensamientos, combatiendo muy principalmente los prejuicios, fuente de frecuentes y persistentes disensiones, cultivando con esmero la bondad, la comprensión, la afabilidad y la cortesía y, por encima de todo, siendo leales, justos y sinceros en sentimientos y palabras unos para con otros. Cristo supo esperar y comprender a los demás. Cristo, encontrando muchos pecadores, los acogió con corazón bondadoso y no justiciero. No difundió los errores de los pecadores, sino que los acogió con un corazón lleno de comprensión y bondad. ¡Qué conversiones logró con un poco de comprensión! Rechacemos tajantemente los sentimientos de celos, envidias, rivalidades y rencores. Que todo esto no tengan cabida en nuestro corazón, pues, como cristianos, estamos llamados a apoyarnos mutuamente y a ser una familia de hermanos en el amor de Cristo, que se aprecian, se estiman y se sirven con gran solicitud. «Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo», dice San Pablo (1 Cor 12, 26).

Jesucristo nos enseña que «el hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno; y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca» (Lc 6, 45). El "hombre viejo" –del que nos habla San Pablo (cf Col 3, 9)– herido por el pecado original, tiende a fijarse más en los fallos y defectos ajenos que en sus virtudes y aciertos. Pero los cristianos contamos con el auxilio de la gracia de Dios, en nosotros habita su Espíritu y tenemos, pues, las fuerzas que necesitamos para sobreponernos a esta tendencia, cultivando siempre pensamientos buenos y positivos.

Buenos días, Madre / Autor: Martín Bretón



Buenos días, Madre.
Te dedicare en este día, todas mis preocupaciones,
todos mis problemas los pondré a los pies tuyos,
11para que me ayudes a llevar la carga que cada día nos trae.

Madre bendita, soy todo tuyo. Me entrego totalmente a ti,
como Cristo se entrego por nosotros en la Cruz de la redención.
Con ella la carga será mas ligera, aunque no facil de llevar.
Amen

Vive cada día como si fuera el último / Enviado por Viviana



Vive cada día como si fuera el último.
Aprovecha al máximo cada hora, cada día y cada época de la vida.
Así podrás mirar al futuro con confianza y al pasado sin tristeza.
Sé Tú mismo.
Pero sé lo mejor de ti mismo.
Ten valor para ser diferente y seguir Tú propia estrella.
Y no tengas miedo de ser Feliz.

Goza de lo bello.
Ama con toda el alma y el corazón.
Cree que aman aquellas personas que tú amas.
Olvídate de lo que hayas hecho por tus amigos y recuerda, lo que ellos han hecho por ti.

No repares en lo que el mundo te debe y fíjate en lo que le debes al mundo.
Cuando te enfrentes a una decisión, tómala tan sabiamente como te sea posible.
Luego olvídala.

El momento de la certeza absoluta nunca llega.
Sobre todo recuerda, que Dios, ayuda a quienes se ayudan a sí mismos.
Actúa como si todo dependiera de ti, y reza como si todo dependiera de Dios.
Vive cada día a plenitud.

Conquístate a ti mismo. Hoy deseo sugerirte que hagas una experiencia contigo mismo, para beneficio de tu propia vida y de los que te rodean. Se trata de que te decidas a pensar y actuar durante sólo una semana:

"Hoy seré feliz. Expulsaré de mi espíritu todo pensamiento triste. Me sentiré alegre. No me quejaré de nada. Hoy agradeceré a Dios la alegría y felicidad que me regala. Trataré de ajustarme la vida. Aceptaré el mundo como es y procuraré encajar en este mundo

Si sucede algo que me desagrada, no me mortificaré ni me lamentaré, más bien agradeceré, de mis impulsos, pues para triunfar debo superarme, debo tener el dominio de mí mismo. Trabajaré alegremente, con entusiasmo, haré de mi trabajo una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Resaltaré mis éxitos grandes o pequeños y no pensaré en mis fracasos. Seré agradable. No criticaré a nadie. Olvidaré los defectos de los demás y concentraré mi atención en sus virtudes. No envidiaré nada.

Tendré presente que muchos no tienen lo que yo tengo y que el destino feliz pertenece a los que luchan y que el futuro se resolverá en función de la actuación de mis Hoy. No pensaré en el pasado negativo. No guardaré rencor y practicaré el perdón."


Que lindos pensamientos... No son míos, pero valió la pena leerlos ¿verdad? Si los pones en práctica esta semana, te aseguro que realmente has emprendido la escalada de tu propia conquista, el mundo estará en tus manos y tu horizonte empezará a florecer increíblemente.