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viernes, 13 de junio de 2008

Brian Kolodiejchukl: «Madre Teresa no quería brillar»

-"Ella quería llevar Dios a los «agujeros negros» donde están los más pobres"
-"La Madre Teresa no podía pasarse ni un solo día sin la misa y sin recibir la comunión. Le daba una enorme importancia a la adoración del Santísimo Sacramento, mínimo una hora al día"

Publicamos una nueva entrevista editada por el diario La Razón, al padre Brian Kolodiejchukl, postulador de la causa de canozizzación de la Madre Teresa de Calcuta. Hemos incidido en los últimos días en este tema por la importancia del testimonio de la vida espiritual de la fundadora de las Misioneras de la Caridad, que sin duda sirve de luz para el camino de cuantos deseen seguir a Cristo. En las respuestas de hoy el padre Brian Kolodiejchukl aporta nuevas revelaciones sobre el día a día de Madre Teresa de Calcuta. La entrevista se realizó con motivo de la presentación por parte de la Editorial Planeta del libro sobre las cartas privadas de «La Santa de Calcuta»

Luisa Moreno
MADRID-El padre Brian Kolodiejchukl conoció a la Madre Teresa en 1977 y trabajó con ella hasta su muerte en 1997. Actualmente es el postulador de su causa de canonización y acaba de presentar en Madrid la versión en español de su libro «Ven, sé mi luz» (editorial Planeta).

-¿Qué pensaría la Madre Teresa si viera sus cartas publicadas?
-Si estuviera viva, estaría horririzada. Ella misma repitió varias veces que por favor se destruyeran todas sus cartas. Sin embargo, estoy convencido que ahora, viéndolo todo desde arriba, ella estaría de acuerdo. Su lucha espiritual, forma parte de su carisma y puede ayudar a regresar a la práctica de la fe a muchas personas.


-¿Podría considerarse a la Madre Teresa como la patrona de los que están buscando a Dios?
Efectivamente. También podría ser la patrona de los que no ven a Dios.

-¿Viene reflejado en sus cartas cómo se apoyaba la Madre Teresa en los sacramentos y en la oración?
-La Madre Teresa no podía pasarse ni un solo día sin la misa y sin recibir la comunión. Le daba una enorme importancia a la adoración del Santísimo Sacramento, mínimo una hora al día. Las 4 horas de oración diarías son lo que dan la fuerza y la capacidad a las hermanas para hacer lo que hacen.

-Algunos sólo resaltan la labor social de la Madre Teresa. ¿ Cuál sería su diferencia con una ONG?
-Las ONG hacen las cosas por algo. Nosotros lo hacemos por alguien. La intención de la Madre era ser compañía, amor, presencia del amor de Dios para la gente. Ella quería llevar Dios a los «agujeros negros» donde están los más pobres de los pobres. Ella no quería brillar, sino que brillara Dios a través de ella.

-¿Qué es lo que está resultando más complicado del proceso de canonización de la Madre Teresa?
-Conseguir demostrar un milagro por su intercesión. Nos presentaron un caso claro de una curación inexplicable médicamente. Sin embargo cuando lo investigaron formalmente, el enfermo explicó que también había pedido su ayuda al Padre Pío, con lo que no quedó demostrada la exclusiva intercesión de la Madre Teresa. Necesitamos que la gente le pida únicamente a ella.

-¿Cómo puede ayudar este libro a un no creyente?
-Ella es una prueba latente de que aún cuando no se tiene un sentimiento, se puede seguir siendo fiel. Si ibas a Calcuta, no te explicaba nada, simplemente te ponía a hacer cosas y entonces entendías.

-¿No tiene miedo de que puedan ser manipuladas las cartas?
-Estoy convencido de que al leer el libro se entenderá mejor el significado de la prueba, que no crisis de fe, de la Madre Teresa. Cuando más nos amos Jesús es cuando estaba en la Cruz. No hay contradicción entre la vida externa de la Madre Teresa y su vida interna.

-¿Se podría decir entonces tenía sed de Dios?
-Por supuesto. Y esa sed de Dios la veía también en los países más desarrollados. Por eso abrío tantas casas en los países ricos, por todos los que sentían abandono. «Lo importante es cómo das el plato de lentejas, no lo que les das de comer» repetía ella a menudo.

-La Madre Teresa, ¿una santa de nuestro tiempo?
-Ella misma decía que de ser santa, sería una madre ausente del cielo para traer la luz a las almas. Sobre todo para aquellos que se sienten no amados (que es el mal más característico de nuestro tiempo). Ella nos recuerda lo que el amor es caridad y que hay que ser fiel, independientemente de lo que esté sintiendo.

sábado, 7 de junio de 2008

La Madre Teresa de Calcuta llegó “a amar la oscuridad”

El padre Kolodiejchuk en la presentación de “Las cartas privadas”

MADRID, (ZENIT.org-Veritas).- El postulador para la Causa de beatificación de Madre Teresa, padre Brian Kolodiejchuk, M.C., presentó este miércoles en Madrid el libro "Ven sé mi luz. Las cartas privadas de 'la santa de Calcuta'" (Planeta-Testimonio).

La correspondencia privada de Madre Teresa permite reconstruir "el lado más espiritual" y menos conocido del trabajo que hizo famosa a esta humilde albanesa, según explicó el postulador de su causa, que pudo acceder a las cartas que ahora se publican al iniciarse su proceso de beatificación.

Una de las sorpresas que deparaba esta documentación permanecía oculta a la mayoría de las personas tras la sonrisa permanente de Madre Teresa, y fue sin embargo esencial en su vocación. Se trata de la oscuridad interior que experimentó sobre todo a partir de los años 60, pero que comenzó a sentir mucho antes, alrededor de 1937, cuando era todavía misionera de Loreto, antes de fundar su propia Congregación (Misioneras de la Caridad).

Sin embargo, Madre Teresa pudo armonizar la "alegría por hacer día tras día lo que Dios le pedía" con el "desconsuelo y la soledad". Según el padre Kolodiejchuk, "sonreír" fue su elección. En una de sus cartas, Madre Teresa escribe: "cuando veo a alguien triste, pienso siempre que le está negando algo a Jesús".

Además, la religiosa llegó a "amar la oscuridad", como confiesa en una carta al padre Neuner: "Por primera vez en estos once años-he llegado a amar la oscuridad.-Pues ahora creo que es una parte, una muy, muy pequeña parte de la oscuridad y del dolor de Jesús en la tierra. Usted me ha enseñado a aceptarla como un "lado espiritual de "su obra"" (...) Hoy sentí realmente una profunda alegría-porque Jesús ya no puede sufrir de nuevo la agonía-sino que Él quiere sufrirla en mí-Más que nunca me entrego a Él.-Sí- más que nunca estaré a su disposición".

El padre Kolodiejchuk confesó que tuvo que leer "varias veces las cartas" hasta entender de qué se trataba verdaderamente su "oscuridad"; incluso muchas hermanas que convivían cerca de ella, "no tenían ni idea de lo que pasaba en su interior".

Al ver la ingente obra que Madre Teresa realizó (sobre todo después de su "inspiración" en 1946, cuando recibe "la llamada dentro de la llamada" para trabajar entre los más pobres de los pobres) lo más fácil es pensar que lo hacía apoyada en el consuelo que experimentaba en Dios. Sin embargo, según el postulador de su causa, lo que hizo "heroica" su vida, fue precisamente la fidelidad a Dios a pesar de esta falta de consuelo.

Para Madre Teresa, "la pobreza más grande en el mundo de hoy" era "no sentirse amado", por eso comprendió que experimentar el abandono de su Amado como algo real, le acercaba a sus pobres y la identificaba con el sufrimiento de Jesucristo en el Huerto de Getsemaní y en la Cruz, cuando pregunta al Padre: "¿Por qué me has abandonado?"

Según el padre Kolodiejchuk, la experiencia de Madre Teresa es similar a la de otros santos y más que "crisis" de fe (que hace referencia a algo "más existencial e intelectual" ), lo que atravesó la Madre fue una "prueba de fe" hasta alcanzar, como dijo uno de sus confesores, "una fe pura y desnuda, sin sentir nada".

Además, el postulador de la Causa de Madre Teresa ve en esta actitud un ejemplo para los creyentes, que deben saber que "la fe no siempre es fácil" y "tenemos que luchar".

A pesar del deseo de Madre Teresa de que sus escritos fueran destruidos, finalmente han visto la luz, porque la Iglesia considera que aunque se trató de una experiencia "personal", no ha sido una experiencia "privada", porque no fue sólo para ella. Los Misioneros y Misioneras de la Caridad heredaron el "carisma" de Madre Teresa, que consiste no sólo en compartir la pobreza material, sino también "la espiritual".

El postulador de la Causa de beatificación de la religiosa concluyó que el amor que vivió Madre Teresa no es sólo "para admirar", sino que "es posible imitarlo empezando a nuestro alrededor".

viernes, 7 de septiembre de 2007

Teresa de Calcuta: Luz desde la oscuridad / Entrevista al padre Kolodiejchuk


(ZENIT.org).- ¿Cómo fue la «noche oscura» de la Madre Teresa de Calcuta? A esta pregunta responde en esta entrevista concedida a Zenit el padre Brian Kolodiejchuk, misionero de la Caridad.

El padre Kolodiejchuk acaba de publicar el libro «Come Be My Light» («Ven, sé mi luz»), en el que recoge escritos de la beata, en parte inéditos, que revelan cómo durante largos años de su vida experimentó el terrible sufrimiento de no experimentar el amor de Dios.

--La extraordinaria vida interior de la madre Teresa ha sido descubierta después de su muerte. Según sus directores espirituales, ¿cómo era su vida, especialmente su sufrimiento de oscuridad espiritual, oculto a todos los que la conocieron?

--Padre Kolodiejchuk: Nadie tenía ni la menor idea de lo que vivía interiormente, pues sus directores espirituales conservaban estas cartas. Los jesuitas conservan algunas, otras están en el arzobispado, y el padre Joseph Neuner, otro de sus directores espirituales, tiene algunas.

Estas cartas fueron descubiertas cuando buscábamos los documentos para la causa.

Cuando vivía, la madre Teresa pidió que su información biográfica no se diera a conocer.

Pidió al arzobispo Ferdinand Périer de Calcuta que no dijera a ningún otro obispo cómo empezó todo. Le dijo: «Por favor no les dé nada de los inicios porque, una vez que la gente conozca los inicios, cuando oigan hablar de las locuciones interiores, entonces la atención se centrará en mí y no en Jesús». Ella siempre decía: «Obra de Dios. Esta es la obra de Dios».

Incluso las hermanas más cercanas a ella no tenían ni idea de su vida interior. Muchos podrían haber pensado que ella tenía una gran intimidad con Dios y que ésta iluminaba su camino en medio de dificultades de la Orden o de la pobreza material que sufrió.


--El libro habla el voto secreto que ella hizo al principio de su vocación por el que prometió no negar a Dios nada que tuviera que ver con el dolor provocado por el pecado mortal. ¿Qué papel desempeñó este voto en su vida?

--Padre Kolodiejchuk: La madre Teresa hizo el voto, en 1942, de no negar nada a Dios. Sus cartas inspiradas por Jesús llegaron enseguida. En varias cartas, Jesús le pregunta, comentando su voto: «¿Dejarás de hacer esto por mí?».

Por tanto su voto es el sustrato de su vocación. Luego, en las cartas inspiradas, se ve que Jesús le explica su llamamiento.

Ella entonces sigue adelante porque sabe que Jesús lo quiere. Está motivada por el pensamiento del dolor de Jesús porque los pobres no le conocen y, por tanto, no le aman.

Este fue uno de los pilares que la mantuvo en su camino a través de la prueba de la oscuridad. Gracias a la certeza de su llamamiento y a este voto, en una de las cartas escribe: «Estuve a punto de dejarlo y entonces recordé el voto, y esto me hizo levantarme».


--Se ha hablado mucho sobre la noche oscura de la madre Teresa. Su libro la describe como un «martirio de deseo». Su sed de Dios ha sido desconocida durante mucho tiempo. ¿Puede describirlo?

--Padre Kolodiejchuk: Un buen libro para leer y comprender algunas de estas cosas es «Fire Within» («Fuego interior»), del padre Thomas DuBay's, habla del sufrimiento de la pérdida y del sufrimiento de la sed para explicar que el sufrimiento de la sed es más duro.

Como aclara el padre Dubay, en el camino hacia la auténtica unión con Dios, existe la etapa purgativa, llamada «noche oscura», y después el alma entra en un estado de éxtasis y verdadera unión con Dios.

En el caso de la madre Teresa, parece que la etapa purgativa tuvo lugar durante su formación en el convento de Loreto.

En el momento de su profesión, dijo a una compañera que a menudo experimentaba la oscuridad. Las cartas de esa época son las típicas cartas de una persona que está en la «noche oscura».

El padre Celeste Van Exem, su director espiritual en aquella época, dijo que probablemente en 1946 ó 1945 se encontraba ya cerca del éxtasis.

Después se da una referencia al momento en que aparecieron las inspiraciones y las locuciones interiores, el momento en el que las dificultades de fe cesaron.

Posteriormente, la madre Teresa escribió al padre Neuner, explicando: «Y usted sabe cómo actuó Él. Y fue como si nuestro Señor se me entregara plenamente. Pero la dulzura, el consuelo y la unión de aquellos seis meses pasados desapareció pronto».

De manera que la madre Teresa experimentó seis meses de intensa unión, tras las locuciones interiores y el éxtasis. Estaba ya en la etapa espiritual de la unión transformante. En ese momento, volvió la oscuridad.

Pero. a partir de entonces, la oscuridad que experimentaba se daba en medio de la unión con Dios. Esto no significa que vivió la unión y luego la perdió. Perdió la consolación de la unión que se alternaba con el dolor de la pérdida y con una profunda nostalgia de Dios, una verdadera sed.

Como decía el padre Dubay, «a veces la contemplación es deleitosa y otras es sustituida por una fuerte sed de Dios». Pero en el caso de la madre Teresa, a excepción de un mes, en 1958, no tuvo esta consolación de la unión.

Hay una carta en la que ella dice: «No padre, no estoy sola, tengo su oscuridad, tengo su dolor, tengo una terrible nostalgia de Dios. Amar y no ser amado, yo sé que tengo a Jesús en la unión que no ha sido rota, mi mente está fija en Él y sólo en Él».

Su experiencia de la oscuridad en la unión es sumamente rara, incluso entre los santos, pues para la mayoría el final es la unión sin oscuridad.

Su sufrimiento, entonces --utilizando el término del teólogo dominico Reginald Garrigou-Lagrange--, se debe más a los pecados de los demás que a al carácter purificador de sus propios pecados. Está unida a Jesús con una fe y un amor capaces de llevarla a compartir su experiencia del huerto de Getsemaní y de la cruz.

La madre Teresa comentó que el sufrimiento en Getsemaní fue peor que el de la cruz. Y ahora comprendemos de dónde venía esto, porque ella había comprendido la sed de almas de Jesús.

Lo importante es que se trata de una unión. Como indicaba Carol Zaleski en un artículo publicado en la revista «First Things», esta clase de prueba es nueva. Se trata de una experiencia moderna de santos de los últimos cien años: sufrir el sentimiento de que uno no tiene fe y de que la religión no es verdadera.


Sin el sufrimiento, la labor de la madre Teresa de Calcuta hubiera sido simplemente trabajo social y no obra de Jesucristo, explica el postulador de su causa de canonización citando a la misma beata. Hablamos ahora con el padre Brian Kolodiejchuk, misionero de la Caridad, del libro que acaba de publicar con el título «Come Be My Light» («Ven, sé mi luz»), en el que recoge escritos de la madre Teresa, en parte inéditos, que revelan cómo durante largos años de su vida experimentó el terrible sufrimiento de no experimentar el amor de Dios.

--El nombre del libro «Ven, sé mi luz» fue una petición de Jesús a la madre Teresa. ¿Cómo se relaciona su sufrimiento redentor por los demás, en medio de esa profunda oscuridad, con su carisma particular?

--Padre Kolodiejchuk: Durante los años cincuenta del siglo pasado, la madre Teresa se rindió y aceptó la oscuridad. El padre Joseph Neuner [uno de los directores espirituales que tuvo en su vida] la ayudó a comprenderlo, relacionando la oscuridad con su carisma: saciar la sed de Jesús.

Ella solía decir que la mayor pobreza era no sentirse amado, solicitado, cuidado por nadie, y era exactamente lo que ella estaba experimentando en su relación con Jesús.

Su sufrimiento redentor era parte de la vivencia de su carisma al servicio de los más pobres de los pobres.

De manera que, para ella, el sufrimiento era no sólo un medio para identificarse con la pobreza física y material, sino que, a nivel interior, se identificaba con los no amados, con los que están solos, con los que son rechazados.

Renunció a su propia luz interior para iluminar a quienes vivían en la oscuridad, diciendo: «Sé que no son más que sentimientos».

En una carta a Jesús, escribió: «Jesús, oye mi oración, si esto te complace. Si mi dolor y sufrimiento, mi oscuridad y separación, te da una gota de consolación, haz conmigo lo que quieras, todo el tiempo que desees. No mires mis sentimientos ni mi dolor».

«Soy tuya. Imprime en mi alma y vida los sufrimientos de tu corazón. No mires mis sentimientos, no mires ni siquiera mi dolor».

«Si mi separación de ti permite que otros se acerquen a ti y tú encuentras alegría y deleite en su amor y compañía, quiero de todo corazón sufrir lo que sufro, no sólo ahora, sino por la eternidad, si fuera posible».

En una carta a sus hermanas, hace más explícito el carisma de la Orden: «Mis queridas hijas, sin sufrimiento, nuestro trabajo sería sólo trabajo social, muy bueno y útil, pero no sería la obra de Jesucristo, no participaría de la redención. Jesús deseaba ayudarnos compartiendo nuestra vida, nuestra soledad, nuestra agonía y muerte. Todo esto él lo asumió en sí mismo, y le llevó a la noche más oscura. Sólo siendo uno de nosotros nos podía redimir».

«A nosotros se nos permite hacer lo mismo: toda la desolación de los pobres, no sólo su pobreza material, sino también su profunda miseria espiritual deben ser redimidas y debemos compartirlas; rezad entonces así cuando esto os resulte difícil: “Quiero vivir en este mundo que está lejos de Dios, que se ha alejado tanto de la luz de Jesús, para ayudarle, para cargan con una parte de su sufrimiento”».

Y esto resume lo que considero el fundamento de su misión: «Si un día llego a ser santa, seguramente seré una santa de la “oscuridad”. Seguiré estando ausente del Cielo para dar luz a quienes están en la oscuridad en la tierra...».

Así es como comprendió su oscuridad. Muchas de las cosas que dijo tienen más sentido y resultan más profundas ahora que sabemos esto.


--Entonces, ¿qué les dice usted a quienes califican su experiencia como una crisis de fe y que ella realmente no creía en Dios, o a quienes sugieren que su oscuridad era un signo de inestabilidad psicológica?

--Padre Kolodiejchuk: Ella no tuvo crisis de fe, o falta de fe, sino que tuvo una prueba de fe en la que experimentó el sentimiento de que ella no creía en Dios.
Esta prueba requirió mucha madurez humana porque, si no, no habría sido capaz de soportarla. Se habría desequilibrado.

Como dijo el padre Garrigou Lagrange, es posible experimentar simultáneamente sentimientos contradictorios entre sí.

Es posible tener una «alegría cristiana objetiva», como la llamó Carol Zaleski, y al mismo tiempo entrar en la prueba o sentimiento de no tener fe.

No hay dos personas aquí sino una persona con sentimientos a diferentes niveles.

Podemos realmente estar viviendo la cruz de algún modo --es dolorosa y nos hace daño--, y aunque la espiritualicemos esto no quita el dolor. Ahora bien, al mismo tiempo, podemos estar alegres porque estamos viviendo con Jesús. Y esto no es falso.

Aquí está el cómo y el por qué la madre Teresa vivió una vida tan llena de alegría.


--Como postulador de su causa de canonización, ¿cuándo cree que podremos llamarla santa?

--Padre Kolodiejchuk: Necesitamos otro milagro --hemos examinado algunos, pero ninguno es suficientemente claro--. Hubo uno para la beatificación pero estamos esperando el segundo.

Quizá Dios ha esperado que se publicara antes el libro, pues muchos tenían a la madre Teresa por santa pero era tan sencilla y se expresaba de una manera tan sencilla que no comprendían la profundidad de su santidad.

El otro día escuché hablar sobre ello a dos sacerdotes. Uno decía que él nunca había sido muy aficionado a la madre Teresa porque pensaba que era piadosa, devota, y que hizo obras admirables, pero que cuando oyó hablar de su vida interior, esto le cambió lo que pensaba de ella.

Ahora tenemos algo más que una mera idea de su evolución espiritual y una parte de su profundidad ha sido revelada.

Una vez que llegue el milagro, tardaremos al menos dos años, aunque el Papa podría acelerar el proceso si lo desea.


--¿Qué ha pasado con la Orden desde la muerte de la madre Teresa?

--Padre Kolodiejchuk: La Orden ha crecido casi en mil hermanas, de unas 3.850 a 4.800 hoy, y hemos añadido unas 150 casas en más de catorce países. La obra de Dios sigue.

sábado, 7 de junio de 2008

“Ven, sé mi luz”. Las cartas privadas de Madre Teresa

El papa Juan Pablo II y la Madre Teresa con Brian Kolodiejchuk, autor de Mother Teresa: Come be my light .

Entrevista de la Agencia Veritas al padre Brian Kolodiejchuk, postulador de la Causa de Canonización de Madre Teresa, con ocasión de la publicación de “Mother Teresa: Come Be My Light”

El padre Brian Kolodiejchuk, postulador de la Causa de Canonización de Madre Teresa, acaba de publicar “Mother Teresa: Come Be My Light” (Madre Teresa: Ven y sé mi luz), un libro en el que se recogen algunas cartas inéditas de la fundadora de las Misioneras de la Caridad, documentos privados que la Madre dirigió a sus confesores, y en los que se revela una faceta insospechada hasta ahora de su camino de fe.

Mientras se espera la traducción al español de este libro y aprovechando su breve paso por Madrid, el padre Kolodiejchuk concedió a Veritas esta entrevista.


-¿Por qué se ha decidido a publicar este libro diez años después de la muerte de Madre Teresa?

Brian Kolodiejchuk: Ya teníamos la idea de publicar el libro después de la Beatificación , llevábamos cuatro años trabajando en este libro y nos pareció oportuno publicarlo para este aniversario. Además, yo quería publicar el libro antes de la canonización, porque creo –como está diciendo por ejemplo el padre Cantalamessa– que el libro, sus cartas, muestran a la Madre Teresa como una gran mística, una gran santa.

Todos teníamos la idea de que era santa pero no conocíamos muchos detalles de su propia santidad, sabíamos que era santa, pero no “cómo”.

Lo que ha recibido más atención ha sido la “noche oscura”, pero esto es sólo la mitad del libro. En la primera mitad se muestra que ya en Skopje, donde nació, antes de su llamada a la vida religiosa, hablaba con su confesor de su deseo de martirio. Después, ya salió de India con este anhelo de amar a Jesús como nunca ha sido amado, inspirándose en santa Teresita del Niño Jesús, que deseaba lo mismo.

-Aunque el concepto “noche oscura” puede parecer a primera vista algo negativo, el padre Cantalamessa lo ha definido como un “fenómeno positivo”. Entonces ¿ha sido una “prueba de fe” mas que una “duda de fe”?

Brian Kolodiejchuk: Sí, esto no me gustó: el artículo de “Time” estaba más o menos bien, pero el subtítulo “La crisis de fe” no es correcto, porque una cosa es una prueba de fe y otra una crisis.

En su artículo, el padre Cantalamessa explica que la Madre Teresa quería amar a Jesús cómo no había sido nunca amado, pero sentía que Él se iba, sentía que le rechazaba y ¿cómo no va a doler el rechazo de alguien al que amas con todo tu corazón? Ésta es la prueba, pero al mismo tiempo, Madre Teresa no podría haber vivido y haber hecho lo que hizo en tantos años sin una gran fe y un gran amor.

Madre Teresa estaba tan cerca de Jesús, que Él podía compartir con ella su más dolorosa experiencia en el Huerto de Getsemaní y en la Cruz , su sentido de abandono: “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado”. Madre Teresa pensaba que tal vez Jesús sufrió más en el Huerto que en la Cruz , y ahora entendemos que ella tuvo esta misma experiencia.

No se trata de que la Madre nunca haya dudado, el problema en el artículo de Time, es que si se cogen estas cartas fuera de contexto –en las que escribe “no tengo fe”, “no tengo amor”, “el cielo no me importa”, etc.– se trata de palabras vacías, porque las demás cartas muestran claramente una gran fe. ¿Acaso la Madre engañó a la gente con su alegría y su sonrisa? Como dice el padre Cantalamessa, era ella la que estaba engañada, porque no percibía su propia fe.

Incluso después de leer el artículo de “Time”, una mujer que se había encontrado una vez con la Madre en Estados Unidos, escribió un correo electrónico en el que confesaba que le hubiera gustado decirle “cómo irradiaba la presencia de Dios”. Pero la Madre no percibía esto.

-¿Ésto es lo que ha querido reflejar en el título del libro?

Brian Kolodiejchuk: El título no se eligió por accidente, no se trata de un título piadoso, sino la llamada que Jesús hizo a la Madre en 1947: “Ven, sé mi luz”. Después, la Madre escribió en 1962: “Si un dia llegara a ser santa, sería seguramente una santa de oscuridad, ausente de la luz del cielo, para iluminar la oscuridad que está en la tierra”.

Yo creo, que la reacción en mucha gente está siendo la de quienes la sienten más cerca: “bueno, ella también tenía ese desafío y no sentía”; otros entienden que esto forma parte del camino de fe y quieren regresar a la Iglesia … Creo que la Madre sería muy feliz.

-¿Cree que estas revelaciones contribuirán a una “catequesis” de la fe en la que se explique con más precisión el valor del sentimiento?

Brian Kolodiejchuk: Es un error típico identificar o juzgar nuestra fe o nuestro amor por lo que sentimos. Pero como ya enseñaba santo Tomás de Aquino, el amor es voluntad; y esto vale en nuestra relación con Dios y también en nuestras relaciones humanas.

Un esposo o un padre no sienten siempre hacer algo, pero aún si no siento, amo… Por ejemplo, tal vez preferiría ver el fútbol en la tele tomando cerveza al llegar a mi casa, tras un día duro de trabajo, pero encuentro a mi hijo que se ha caído y tengo que llevarlo a urgencias. No siento, pero amo a mi hijo y lo llevo al hospital.

-¿Qué diferencia hay entre este “silencio de Dios” en la vida de Madre Teresa, la “ausencia de Dios” en la vida actual de tantas personas?

Brian Kolodiejchuk: La segunda fase de la oscuridad, después de la unión que tuvo con Dios, es algo distintivo de su experiencia, es diferente de los santos que también tuvieron esta oscuridad por largo tiempo, como san Pablo de la Cruz , santa Teresita del Niño Jesús, etc.

Como dijo uno de sus confesores, para Madre Teresa éste fue el lado espiritual de su trabajo; en los últimos años, cuando estaba en Occidente, decía que la pobreza más grande era no ser amado, no tener a nadie que nos cuide… y ella experimentó esta pobreza, porque se sentía no amada por Jesús.

Los católicos creemos que nuestros sufrimientos, en unión con Jesús, también tiene valor para los demás, por eso ofrecemos nuestro sacrifico; en este sentido, la Madre entendió que su sufrimiento fue también para los demás, como santa Teresita de Jesús, que decía que estaba comiendo a la mesa de los pecadores con su prueba de fe. El padre Cantalamessa dice en su artículo que la Madre podría ser patrona de los que están buscando a Dios.

-¿Por qué Madre Teresa –al margen de sus directores espirituales– no comentó con nadie esta experiencia?

Brian Kolodiejchuk: Para la Madre fue algo privado, así le escribió a su obispo Périer, de Calcuta (cuando pensaba que podrían pedirle información sobre el inicio de las Misioneras de la Caridad ), porque consideraba que conocer esto llevaría a la gente a poner más atención en ella que en Jesús.

De hecho, durante toda su vida, cuando algún periodista le preguntaba por su vida personal, no respondía, porque para ella lo importante no era esto sino su trabajo de apostolado. Incluso llegó a decir a un director espiritual que le confiaba su experiencia porque Jesús se lo había pedido, y ella no podía negarle nada a Jesús.

De todas formas, aunque para la Madre era algo privado, el carisma, la experiencia de los fundadores no es sólo para ellos; el carisma es para los demás.

-¿Cómo han acogido las Misioneras de la Caridad estas revelaciones de su fundadora?

Brian Kolodiejchuk: Están al mismo tiempo contentas porque saben algo más de la Madre y también es un desafío, porque lo que vivió la Madre es parte de su carisma.

-Personalmente, ¿qué es lo que más le ha impresionado de la vida de Madre Teresa?

Brian Kolodiejchuk: Después de organizar y preparar la Positio , cada uno tenía su propia experiencia (un pedazo de la torta), pero cuando se presenta toda la información, cómo la Madre vivió las virtudes cristianas; las virtudes de la fe, esperanza y caridad; cómo vivió las virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza; las virtudes de los votos: castidad, pobreza y obediencia… era impresionante ver todo junto. Ésta es la figura de la Madre , esto nos impactó.

Como aspecto singular de su vida, más heroico, creo que fue pasar por esta “noche oscura”, algo que la engrandece y no la disminuye.

-¿Cómo cree que reaccionará el lector español al leer el libro?

Brian Kolodiejchuk: Este libro presenta los puntos clave de la vida interior de Madre Teresa y muestra especialmente su gran fe, y aún más, su gran amor a Jesús. Para ella, toda su vida se explica por su amor y su relación con Jesús.

Tomar ejemplo de su relación con Jesús nos ayuda también para hacer nuestra relación con Jesús más personal. Antes de la moral, lo más importante es la relación personal con Jesús, porque Jesús quiere nuestro corazón, y después, como puesta en práctica de este amor, como muestra, la Madre sirvió a los pobres. Para los demás, según la vocación que tenemos, será otra cosa, pero en todas las vocaciones podemos amar a Jesús así y hacerle feliz. Es una bonita historia de amor.

martes, 23 de octubre de 2007

¿La Madre Teresa sin Dios? / Autor: Xesco Domenech & Jorge Ranninger, L.C.

Cientos, miles de niños pobres y abandonados pululan sin una meta concreta por las calles de la ciudad. Familias enteras viviendo en las mismas aceras, durmiendo sobre cartones que simulan su hogar. El agua de los charcos de las calles sirve a muchos de ellos para lavarse y mantener la “higiene” de sus ropas. Personas mayores, abandonados, esperan pasivamente el momento de su fin. ¡Ésta es una de las verdaderas caras de Calcuta!

Mi nombre es Xesco, tengo 24 años, y soy de la moderna ciudad de Barcelona. En estos momentos estoy terminando mis estudios universitarios de derecho, y al mismo tiempo trabajo ya en una empresa en el sector financiero.

Hace unas pocas semanas yendo al trabajo, la radio encendida y mis pensamientos dispersándose en mil asuntos, escuché entre la gran marejada de noticias que comentaba el locutor, el nombre de la Madre Teresa de Calcuta.

En esos momentos enfoqué todos mis pensamientos y atención a cada una de sus palabras, y que finalmente acabé resumiendo de la siguiente manera: “salen a la luz unas cartas secretas de la Madre Teresa donde ella misma manifiesta profundas dudas sobre la existencia de Dios, poniendo así en entredicho la autenticidad y coherencia de vida de esta mujer”.

Golpeado por estas palabras, mi mente se sumió en los más profundos recuerdos grabados en lo íntimo de mi corazón.

Verano de 2005, ciudad de Calcuta: mi primer día como voluntario apoyando a las Hermanas de la Caridad en su labor de entrega a los más necesitados. Todo contento y creyéndome capaz de cualquier cosa, por todo lo que he hecho en mi vida, me lanzo al trabajo.

En la mañana del segundo día, después de la experiencia del día anterior en Prendam, uno de los centros de Madre Teresa en Calcuta, no me vi con suficiente fuerza interior para volver a realizar el mismo trabajo: entre otras cosas, lavar a los más pobres que no podían moverse ni para alcanzar a usar el baño…

Esa misma mañana, sumido en incómodas dudas, me encontré con Sister Nyrmala, actual Superiora General de las Hermanas de la Caridad. Sin temor le planteé mi caso.

Ella, con una sonrisa en la cara, como siempre he visto a todas las Misioneras y Misioneros de la Caridad durante los dos veranos que he pasado en Calcuta, me dijo para mi sorpresa, que no había ni secreto ni truco, y que la única manera de realizar este trabajo era agarrado fuertemente la mano de Jesús, Hijo de Dios Vivo, viendo en los pobres al mismo Señor. Esto era lo que siempre les había enseñado la Madre Teresa y como ella siempre lo había hecho.

Y más aún… Sister Nyrmala, con su sonrisa en la cara, concluyó: “Y la única manera de ver a Cristo en los demás, y más aún en los más pobres, es conociéndole, conociéndole a ÉL. Y se le conoce, como nos enseñó con el propio ejemplo de vida nuestra querida Madre Teresa, en la oración, delante del Sagrario, en la Eucaristía.”

Regresando a la realidad, mi alma se tranquilizó. Yo lo había experimentado en mi vida. Yo lo he vivido en carne propia, yo he estado en Calcuta, yo he convivido con los enfermos y pobres, yo los he lavado y amado, yo he visto como las Hermanas de Caridad dedican muchas horas al día a la oración ante Cristo Eucaristía, yo he rezado y amado a Cristo con ellas...

Madre Teresa construyó toda su vida, interior y exterior, sobre la Roca Firme: Cristo. Pudo tener momentos difíciles, como todos los tenemos, pero es imposible, os lo puedo asegurar, hacer lo que ella hizo sin un profundo amor a Cristo y fe en el Señor. ¡Y esta es la otra cara verdadera de Calcuta!

lunes, 3 de diciembre de 2007

La noche oscura / Autor: Alfonso Aguiló

La noche oscura
La verdad padece,
pero no perece.

Santa Teresa de Ávila

La Madre Teresa de Calcuta nació en 1910 en una pequeña ciudad albanesa llamada Skopje. "No había cumplido aún doce años cuando sentí el deseo de ser misionera", contó más tarde ella misma. "Seguir mi vocación fue un sacrificio que Cristo nos pidió a mi familia y a mí, pues éramos una familia muy unida y muy feliz.

"Durante cerca de veinte años, en tanto permanecí en las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto, mi misión fue la de enseñar en el Colegio St. Mary's, frecuentado en su mayoría por chicas de clase media. Era el único colegio católico de Secundaria que había por entonces en Calcuta. La enseñanza me gustaba mucho. Enseñar es algo que, hecho por Dios, constituye una hermosa forma de apostolado. Entre las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto, yo era la monja más feliz del mundo."

La llamada dentro de la llamada

El momento crucial para su vida se produjo de improviso: "Ocurrió el 10 de septiembre de 1946, durante el viaje en tren que me llevaba al convento de Darjeeling para hacer los ejercicios espirituales. Mientras rezaba en silencio a nuestro Señor, advertí una "llamada dentro de la llamada". El mensaje era muy claro: debía dejar el convento de Loreto y entregarme al servicio de los pobres, viviendo entre ellos." Dios le pedía que saliese de la comodidad de su congregación para ir en busca de los más pobres de entre los pobres.

Recibió el permiso desde la Santa Sede y empezó por llevar a los moribundos de las calles a un hogar donde pudieran morir en paz y dignidad. También abrió un orfanato. Gradualmente, otras mujeres se le unieron. En 1950, recibió la aprobación oficial para fundar una congregación de religiosas, las Misioneras de la Caridad, que se dedicarían a servir a los más pobres entre los pobres. Hoy, son casi cuatro mil, repartidas en quinientas casas establecidas en cerca de cien países.

Todos los pontífices han expresado una especial admiración hacia esta valiente misionera. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979. Y aunque no faltaron las calumnias, algunas especialmente malintencionadas e insidiosas, lo cierto es que cuando la Madre Teresa falleció, en 1997, todo el mundo se volcó en su despedida. Su proceso de beatificación ha sido el más rápido de la historia reciente de la Iglesia, lo que testimonia su fama mundial de santidad.

La experiencia de la "noche oscura"

Sin embargo, un dato de especial interés es que una santidad tan deslumbrante no estuvo exenta de crisis interiores. Dios quiso que pasara, como sucedió también a Santa Teresa de Ávila o a San Juan de la Cruz, por la dolorosa experiencia de la "noche oscura del alma". En 1956, confiaba al Arzobispo de Calcuta: "Quiero ser apóstol de la alegría". Pero, por una misteriosa disposición de la Providencia, tenía que llevar a cabo ese apostolado de la alegría en medio de una ausencia de Dios que le resultaba insoportable: "En ocasiones la agonía de la ausencia de Dios es tan grande, y es a la vez tan profundo el vivo deseo del Ausente, que la única oración que aún consigo recitar es "Sagrado Corazón de Jesús, confío en ti. Saciaré tu sed de almas.""

Todavía cuatro años más tarde, aquella prueba le atormentaba, pero ella seguía buscando a Dios obstinadamente, confiadamente, segura de que obtendría respuesta: "He comenzado a amar la oscuridad. Porque ahora creo que es una parte, una pequeñísima parte, de la oscuridad y del dolor que Jesús conoció en la tierra". Pasó largas etapas sin notar el amor de Dios en el corazón, sin escuchar sus respuestas. Las miles de personas que ella atendía, sentían consuelo, amor y acogida, mientras que ella continuaba en la oscuridad. Pero siguió adelante.

Seguir adelante en la oscuridad

— Pues menos mal que superó esa noche oscura, pues, de lo contrario, la humanidad se habría visto privada de una aportación extraordinaria.

Sin duda es así. Y es una referencia interesante a la hora de pensar en la perseverancia en los momentos de oscuridad o de tribulación. Muchas veces, el secreto de la fecundidad de los santos está simplemente en que son capaces de perseverar en esos momentos difíciles, en los que otros se rinden. Y la dificultad, muchas veces, no está tanto en resistir ataques, sino en superar esos momentos de oscuridad o de penumbra por los que todos pasamos en algún momento.

También los Reyes Magos de Oriente tuvieron sus momentos oscuridad, según cuentan los Evangelios. Cuando llegaron a Jerusalén, habían abandonado sus tierras y sus reinos, guiados solamente por el signo confuso de una estrella. Habían asumido la aventura de lanzarse a buscar lo desconocido, arrastrados por algo que tampoco era una llamada llena de evidencias. Y probablemente tuvieron que soportar alguna que otra incomprensión por lanzarse a hacer semejante viaje solo por haber visto una estrella. Y al acercarse a la gran ciudad, se encuentran con que la ciudad dormía. Y ven que los mismos sacerdotes a quienes los Magos consultaron, que sabían que el Salvador podía ya haber nacido a poquísimos kilómetros de allí, ni se han molestado en ir a comprobarlo. Incluso después de conocer la historia de la estrella, se limitaron a encaminar hacia Belén a los Magos, pero ellos siguieron durmiendo.

Preguntar a quién sabe

A pesar de todo, los Magos tuvieron la humildad de preguntar, mantuvieron su apuesta y su fe sin escandalizarse por la actitud de esos sacerdotes, llegaron hasta Belén y cumplieron su misión. Y traigo aquí este ejemplo, pensando en que quizá algunas personas que buscan el camino de su vocación pasan a veces por esto mismo. Han descubierto, tal vez entre oscuridades, el resplandor de una estrella. Han comenzado a caminar hacia ella, renunciando probablemente a la tierra firme de muchas certezas fáciles de este mundo. Han soportado los comentarios, simples o ingeniosos, de quienes consideran su entrega a Dios como algo disparatado. Y han tenido que sufrir, por último, el desconcierto de encontrar a su llegada, dentro de la Iglesia, algunos ejemplos que no resultan muy edificantes, de ciudad dormida, de desconfianza y de recelo, quizá precisamente en aquellos de quienes debían esperar ánimo y apoyo.

La tentación de los Magos es quizá una de las más difíciles de vencer en nuestro tiempo. Pero no por eso debemos dejar de seguir nuestra estrella, como ellos hicieron. Y eso aunque a veces nos sintamos rodeados del frío del ambiente, y aunque tengamos que dejar atrás la ciudad de Jerusalén y a sus dormidos habitantes.

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Fuente:Interrogantes.net

lunes, 6 de abril de 2009

Amar en el dolor, testimonio evangelizador y agradable a Dios / Autores: Conchi Vaquero y Arturo López
Ha pasado el umbral de las treinta operaciones. Sólo tiene 42 años. Desde que nació sus padres han vivido entregados a cuidarla. Tiene una rara enfermedad que le afecta desde el nacimiento a algunos órganos de su cuerpo. Nunca se ha rendido. Pese a haber pasado una parte importante de su existencia en los hospitales ha trabajado y ha querido ayudar a los demás de múltiples formas. No puede comer mucho ni tampoco sólido. Ha escuchado muchas veces de los médicos que no sabían lo que sucedería cuando la operaban y les ha oído apremiarse mutuamente temiendo que estaba muriendo.

Esta joven soltera existe. Se llama Julia. Ahora está en un hospital de Barcelona en la Unidad de Cuidados Intensivos. La acaban de operar por enésima vez y nuevamente no saben lo que pasará con ella. Cuando debemos preguntar por su estado de salud o cuando nos llama por teléfono nos faltan palabras para poder expresar cuanto la amamos y hacerle llegar nuestro amor y el de Dios. A veces es ella quien llama desde el hospital donde está ingresada para interesarse por nuestra vida porque nosotros
conscientemente procuramos espaciar el contacto por la impotencia que nos produce este sin sentido.

La tenemos presente siempre en nuestras oraciones a ella y a su familia. De alguna forma no es un caso único. Millones de personas sufren en el mundo situaciones terribles que las matan prácticamente en vida. Si difícil es para Julia que sufre la enfermedad y todas sus limitaciones también es muy cansado de llevar para su familia. La verdad es que ella sí que nos ha manifestado sus desánimos pero sus padres aún en el sufrimiento callan y aman. Jamás hemos escuchado una queja. Su hija es su vida.

Ayer otra mujer joven, Mercedes, nos comentaba el sin sentido del sufrimiento de su familia. Su padre sufre una grave enfermedad física que le mantiene imposibilitado desde hace ocho años. Su madre cuida de él pero está deprimida porqué ha sufrido muchas contrariedades en la vida. Eso la tiene llena de miedos y con la esperanza rota. Mercedes y su familia están también viviendo en la impotencia toda la situación y conversando nos decía: "uno debe creer que existe algo más porque hay momentos en la vida que no entiendes lo que está ocurriendo. No sé si a veces nos hacemos la ilusión de que existe Dios y una vida eterna por necesidad más que por realidad."

No lo entiendo Señor pero gracias de estar a mi lado


Las situaciones de Júlia y la del padre de Mercedes siempre hacen aflorar los interrogantes típicos: ¿Dónde está Dios? ¿Por qué Dios calla? ¿Por qué Dios permite esto?. Es probable que ante las dificultades propias cualquiera haya tenido esas preguntas en lo más profundo del corazón. Como en el caso del ciego de nacimiento quizás tengamos la tentación de hacer la misma apelación que los discípulos: "Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?"
(Juan 9, 2).

La respuesta de Jesús es clara, contundente e imperativa para quienes le escuchan: "Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios. Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo."

Jesucristo es Dios y Él vino a enseñarnos como llevar a cabo las obras de su Padre. Es ante las contrariedades de la vida de cualquier índole que estamos llamados a ser luz del mundo para que se manifieste la gloria de Dios. Eso no quiere decir que siempre vayamos a tener un éxito mundano en el cual Dios nos hará ser protagonistas y quedar muy bien ante los demás porque hablamos de Él. Nada de eso.

Justamente porque tiene que manifestarse siempre la gloria de Dios y no la nuestra es cuando tenemos que ser humildes y se capaces de testimoniar el amor de Dios por cada persona como lo hacia San Juan María Vianney, el cura de Ars. El sacerdote francés afirmaba que si vieramos el amor que Dios tiene por cada persona moriríamos de gozo. Ahí está la llave de la sabiduría, hacer partícipes a los que sufren y no comprenden, que pidan a Dios que se les haga presente en cada situación de sufrimiento. O mejor dicho: Dios está presente en todo mal físico, moral, emocional y síquico que padecemos, pero cuando la oscuridad nos desespera somos incapaces de darnos cuenta que Dios está a nuestro lado.

En el caso de Julia y de la familia de Mercedes, Dios está en medio de ellos acompañándoles. Es estando a su lado y señalando hacia el Señor y explicándoles que la oración es la forma de comunicarse con Dios como ellos podrán acoger despacio la presencia del Amor del Padre en sus vidas. No obstante, aún en ese sufrimiento a oscuras que viven, quienes pasamos por su lado ya nos damos cuenta que la gloria de Dios habita en ellos. El amor que viven Julia y sus padres no es más que la gloria de Dios. La enfermedad pasará, esta vida pasará. Lo único que quedará es el amor inmenso que se han tenido en medio de tanto dolor y el gran amor que Dios les tiene. Ese amor será vivido intensamente y disfrutado en la presencia de Dios por toda la eternidad cuando desaparezcan los condicionantes humanos.

Sucede lo mismo en el caso de Mercedes y su familia. Ellos se aman profundamente en el dolor de sus impotencias. Lo díficil para quienes pasamos a su lado es hacerles conscientes de que ellos son luz para el mundo amándose como Dios les ama. En eso consiste evangelizar y el Señor nos llama a todos a hacerlo cuando nos encontramos con personas que están al borde del camino. ¿Qué decirles? "No tengo ni oro ni plata pero he descubierto a Dios que está a tu lado y a mi lado. Ahora que tú no tienes esa experiencia personal del Amor de Dios, pídele que se manifieste, porque está a tu lado, y te muestre que está caminando contigo."

Haz las cosas pequeñas con gran amor


La beata Madre Teresa de Calcuta llena de amor por los moribundos, sufrientes y desamparados nos ha legado algunas de sus sabias actitudes:

- "La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis sino mas bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad."

-"La paz y la guerra empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias. Si queremos sembrar alegría en derredor nuestro precisamos que toda familia viva feliz."

-"Haz las cosas pequeñas con gran amor."

-"Nosotros predicamos un Dios bueno, comprensivo, generoso y compasivo. Pero, ¿lo predicamos también a través de nuestras actitudes? Si queremos ser coherentes con lo que decimos, todos deben poder ver esa bondad, ese perdón y esa comprensión en nosotros."

-"Dios no pretende de mi que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel."

-"Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor."

-"En el momento de la muerte, no se nos juzgará por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este amor debe resultar del sacrificio de sí mismos y ha de sentirse hasta que haga daño."

-"No basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo. San Juan dice que somos mentirosos si afirmamos que amamos a Dios y no amamos a nuestro prójimo. Es muy importante para nosotros darse cuenta de que el amor para que sea auténtico tiene que doler."

La sonrisa es salud, física y espiritual


La Madre teresa de Calcuta habló también de utilizar la sonrisa como gesto profundo de amor:

"Una sonrisa en los labios alegra nuestro corazón,
conserva nuestro buen humor,
guarda nuestra alma en paz,
vigoriza la salud,
embellece nuestro rostro
e inspira buenas obras.

Sonriamos a los rostros tristes,
tímidos, enfermos, conocidos,
familiares y amigos.

Sonriámosle a Dios con la aceptación
de todo lo que El nos envié y
tendremos el merito de poseer
la mirada radiante de su rostro
con su amor por toda la eternidad.

Las palabras de Cristo son muy claras,
pero debemos entenderlas como una
realidad viviente, tal como El las propuso.
Cuando El habla de hambre,
no habla solamente del hambre de pan,
sino hambre de amor, hambre de ser
comprendido, de ser querido.

El experimentó lo que es ser rechazado porque
vino entre los suyos y los suyos no lo quisieron.
Y El conoció lo que es estar solo,
abandonado, y no tener a nadie suyo.

Esta hambre de hoy, que esta rompiendo vidas en todo el mundo destruyendo
hogares y naciones, habla de no tener hogar, no solamente un cuarto con
techo, pero el anhelo de ser aceptado, de ser tratado con compasión, y que
alguien abra nuestro corazón para recibir al que se sienta abandonado."


Teresa de Calcuta también escribió una oración para aprender a amar:

"Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.

Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo."

El amor da precio a todas las obras


Y es que la Madre Teresa de Calcuta escribió:

«Para mí, Jesús es
El Verbo hecho carne.
El Pan de la vida.
La víctima sacrificada en la cruz por nuestros pecados.
El Sacrificio ofrecido en la Santa Misa por los pecados del mundo y por los míos propios.
La Palabra, para ser dicha.
La Verdad, para ser proclamada.
El Camino, para ser recorrido.
La luz, para ser encendida.
La Vida, para ser vivida.
El Amor, para ser amado.
La Alegría, para ser compartida.
El sacrificio, para ser dado a otros.
El Pan de Vida, para que sea mi sustento.
El Hambriento, para ser alimentado.
El Sediento, para ser saciado.
El Desnudo, para ser vestido.
El Desamparado, para ser recogido.
El Enfermo, para ser curado.
El Solitario, para ser amado.
El Indeseado, para ser querido.
El Leproso, para lavar sus heridas.
El Mendigo, para darle una sonrisa.
El Alcoholizado, para escucharlo.
El Deficiente Mental, para protegerlo.
El Pequeñín, para abrazarlo.
El Ciego, para guiarlo.
El Mudo, para hablar por él.
El Tullido, para caminar con él.
El Drogadicto, para ser comprendido en amistad.
La Prostituta, para alejarla del peligro y ser su amiga.
El Preso, para ser visitado.
El Anciano, para ser atendido.
Para mí, Jesús es mi Dios.
Jesús es mi Esposo.
Jesús es mi Vida.
Jesús es mi único amor.
Jesús es mi Todo. »


San Agustín lo resume muy bien en pocas palabras: "Todo esta contenido en estas palabras, "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas: y ama a tu prójimo como a ti mismo". "Yo no viviré un instante en cual no viva en el amor".

Santa Catalina de Siena afirma: "El mérito consiste sólo en la virtud de la caridad, sazonado con la luz de la verdadera discreción".

San Francisco de Sales asevera: "Es el amor lo que da precio a todas nuestras obras; no es por la grandeza y multiplicidad de nuestras obras por lo que agradamos a Dios, sino por el amor con que las hacemos". "Todo el bien que hagamos, hay que hacerlo por amor a Dios, y el mal que evitemos hay que evitarlo por amor de Dios".
Irradiar a Cristo


Oremos con las palabras que las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta repiten después de cada Eucaristia para irradiar a Cristo:

Oh, amado Jesús.
Ayúdame a esparcir Tu fragancia
por donde quiera que vaya.
Inunda mi alma con Tu Espíritu y Vida.
Penetra y posee todo mi ser tan completamente, que mi vida entera sea un resplandor de la Tuya.
Brilla a través de mi y permanece tan dentro de mi, que cada alma con que me encuentre pueda sentir Tu presencia en la mia.
¡Permite que no me vean a mi sino solamente a Jesús!

Quédate conmigo y empezaré a resplandecer como Tú, a brillar tanto que pueda ser una luz para los demás. La luz oh, Jesus, vendrá toda de Tí, nada de ella sera mia;
serás Tú quien resplandezca
sobre los demás a través de mi.
Brillando sobre quienes me rodean,
permíteme alabarte como mas te gusta.

Permíteme predicarte sin predicar,
no con palabras sino a través de mi ejemplo,
a través de la fuerza atractiva,
de la influencia armoniosa de todo lo que haga,
de la inefable plenitud del amor
que existe en mi corazón por Tí.

Amen.


En nuestra pobreza acabemos diciendo interiorizando en nuestro corazón esta simple súplica:

Aquí estoy, Señor,
como el ciego al borde del camino
-cansado, sudoroso, polvoriento- ;
mendigo por necesidad y oficio.

Pasas a mi lado y no te veo.
Tengo los ojos cerrados a la luz.
Costumbre, dolor, desaliento.. .
Sobre ellos han crecido duras escamas
que me impiden verte.

Pero al sentir tus pasos,
al oír tu voz inconfundible,
todo mi ser se estremece
como si un manantial brotara dentro de mí.

Yo te busco,
yo te deseo,
yo te necesito
para atravesar las calles de la vida
y andar por los caminos del mundo sin perderme.

¡Que vea, Señor!
Que vea, Señor, tus sendas.
Que vea, Señor, los caminos de la vida.
Que vea, Señor, ante todo, tu rostro, tus ojos, tu corazón.

Amén.

martes, 5 de septiembre de 2023

“Teresa de Calcuta”, película de 2003 de la vida de Santa Teresa de Calcuta, protagonizada por Olivia Hussey y dirigida por Fabrizio Costa

 


Camino Católico.-  “Teresa de Calcuta”, es una película de la vida de Santa Teresa de Calcuta del año 2003.

Título original: Madre Teresa   Año: 2003   País: Italia

Dirección: Fabrizio Costa

Guion: Massimo Cerofolini, Francesco Scardamaglia

Música:  Guy Farley

Fotografía: Giovanni Galasso

Reparto: Olivia Hussey, Laura Morante, Sebastiano Somma, Michael Mendl, Enzo de Caro, Ingrid Rubio, Neil Stuke, Valeria Cavalli, Philip Jackson, Guillermo Ayesa, Emily Hamilton, Nimmi Harasgama, Hannah McBride, Carlo Cartier, Azzurra Antonacci, Guido Roncalli, Tom Alter, Kenneth Desai, Antonia Frering, Franco Korosec

Productora: Blue Star Movies, Euro Ficción S.L, Lux Studios S.p.a, MediaTrade, LuxVide

Sinopsis:

La India a finales de los 40. El dominio británico llega a su fin, pero el nuevo país vive momentos de agitación. Los enfrentamientos y las matanzas se suceden en Calcuta al tiempo que crece la desesperación de los débiles, los enfermos y los desheredados. En medio de todo este sufrimiento surge una monja que se dedica en cuerpo y alma a ayudar a los pobres, a curar a los leprosos que mueren en las calles y a cuidar a los huérfanos y niños abandonados: es Teresa de Calcuta. Los problemas que su abnegación le acarrea la obligan a desafiar a las autoridades, incluyendo las de su propia iglesia.

viernes, 13 de junio de 2008

El silencio desencadena los frutos / Autores: Conchi y Arturo

"El fruto del silencio es la oración.
El fruto de la oración es la fe.
El fruto de la fe es el amor.
El fruto del amor es el servicio.
El fruto del servicio es la paz."
( Beata Teresa de Calcuta)


La sabiduría de la Madre Teresa de Calcuta nos enseña el verdadero camino práctico para poner la fe por obras. Personalmente debemos tener tiempo para el silencio y acoger la gracia de Dios en el corazón. Nada de lo que hagamos en grupos o parroquias como actividad dará frutos si no tiene como fundamento la suma de muchas oraciones personales realizadas en el silencio para el bien propio y común.

Poner la fe por obras es cumplir el primer mandamiento: Amar al Señor sobre todas las cosas. Quien ama desea tener relación con el amado. La oración personal es el motor de toda la vida espiritual. Jesús advierte a sus discípulos: "vosotros no podéis dar fruto si no permanecéis unidos a mí". (Juan 15, 4).

Acoger la fe y hacerla crecer en el Amor de Dios es algo que nos llevará toda la vida. El mejor bien que podemos aportar a nuestra comunidad es el de amarnos los unos a los otros como Dios mismo nos ama. Esa es la esencia de toda vocación cristiana.

El crecimiento personal en la fe se produce cuando aceptamos interiormente que somos débiles. Sólo Dios puede transformar con su Amor aquello que nos impide amar y entrar en comunión con los demás: egoísmo, orgullo, heridas emocionales, complejos, miedos, individualismo, autoritarismo...

María Armenteros, fundadora de la Comunidad de los Siervos de Cristo Vivo, cuenta como el Señor en su oración personal le pidió que tuviera tiempo para Él de silencio en el cual le mostraría las cosas que deseaba cambiar en ella. Cuando María tuvo el convencimiento interior de que el Señor le pedía ese tiempo añadido de silencio, ya predicaba por todo el mundo de forma masiva, realizando retiros y encuentros con laicos, sacerdotes y obispos.

Pero Dios siempre desea hacernos crecer más para poder utilizarnos como auténticos instauradores de su Reino. A María Armenteros el Señor le muestra cada día cosas que desea cambiar en ella y con la oración las va transformando. El Amor de Dios va apoderándose del corazón de María y la hace eficaz en cualquier servicio para su Iglesia.

La eficacia en el servicio es el Amor de Dios que damos a los demás con nuestra propia vida. El fruto debe ser que las personas tengan un encuentro y experiencia personal con el Amor del Señor y desde ese momento decidan convertirlo en el centro de su vida. Cuando somos nosotros los protagonistas de las actividades y la gente acude porque les caemos bien, somos divertidos, simpáticos, tenemos un lenguaje atractivo y una personalidad atrayente..., el resultado puede ser humanamente y en apariencia espectacular, pero vacio espiritualmente. Si nosotros somos el centro de la vida pastoral, no lo será Jesús. La evangelización consiste en eso, en llevar a las personas a sentirse amadas y amar a Dios.

Por eso, porque muchas veces hemos servido sin orar, nos sentimos vacíos y sin paz. El servicio es un fruto de la llamada del Amor de Dios en nosotros y para los hermanos. La beata Teresa de Calcuta lo resume así: "Dios no pretende de mí que tenga éxito. Solo me exige que le sea fiel. Nosotros predicamos un Dios bueno, comprensivo, generoso y compasivo. Pero, ¿lo predicamos también a través de nuestras actitudes? Si queremos ser coherentes con lo que decimos todos deben poder ver esa bondad, ese perdón y esa comprensión en nosotros".


Estamos llamados a ser como niños, a ponernos en el regazo de nuestro Padre para que nos alimente y nos haga crecer en la escucha de su voz para ser fieles a su voluntad. Por eso ahora te invitamos a que humildemente dejes que un niño oré por tí en el siguiente video en 1 minuto:

Ahora sigue orando ante el Santísimo Sacramento con fray Nelson Medina:

domingo, 28 de noviembre de 2010

María Teresa Martínez Vallvey, 35 años: De enfermera a monja de las Misioneras de la Caridad


* Renuncia a su puesto en el Hospital de Navarra y a su acta de concejal en Berrioplano para ingresar como monja en la orden fundada por la Madre Teresa de Calcuta

* "Siempre he intuido que estaba puesta por Dios para algo. Él nos preguntará al final que hemos hecho con nuestra vida. Y yo tenía un vacío, a pesar de tener todo lo que una persona puede tener"

* "Para mí la fe siempre ha estado ahí, pero en distintos niveles de importancia en mi vida en función de los años. Hace tres años empecé a rezar más. Me gusta mucho esa frase de Santa Teresa en la que se dice que para un cristiano que no haga oración ni 15 minutos al día no necesita ya demonio que le tiente"

28 de noviembre de 2010.-
María Teresa Martínez Vallvey, vecina de Pamplona de 35 años, acaba de renunciar a su plaza de enfermería después de años de estudio y tres oposiciones. "Renuncié el mismo día en que tomé posesión del puesto", comenta alegre. También ha dejado su acta de concejal por UPN en el Ayuntamiento de Berrioplano y, en breve, se despedirá de su familia y amigos para comenzar una nueva etapa en su vida. "A mí no se me apareció ningún ángel para alertarme. Mi vacío interior era cada vez mayor", relata sobre su decisión: convertirse en monja de la orden de la Madre Teresa de Calcuta, las Misioneras de la Caridad. Leer más...

sábado, 31 de julio de 2010

Centenario del nacimiento de la Beata Teresa de Calcuta: «Dios lo ha hecho todo»


* La fundadora de las Misioneras de la Caridad asegura en la autobiografía publicada que "a los dieciocho años decidí definitivamente dejar mi familia y hacerme misionera. Desde entonces, ya no volvió a asaltarme la menor duda. Era la voluntad de Dios. Era Él quien me había elegido"
31 de julio de 2010.-
El 26 de agosto se cumplen cien años del nacimiento en Skopje, actual capital de Macedonia, de Agnes Bojaxhiu, la Madre Teresa de Calcuta, que no sólo dio un convincente testimonio de fe con sus obras, sino también con su palabra, reflejo del amor que ardía en su alma. Varias iniciativas editoriales conmemoran la efeméride. En San Pablo, José Luis González-Balado y Janet Nora Playfoot publican Madre Teresa, con subtítulo Dios lo ha hecho todo. Yo no he hecho nada. Se trata de una recopilación de escritos de la religiosa que componen una atractiva autobiografía, en la que, por ejemplo, la Madre Teresa relata así su vocación: / Leer más...

domingo, 4 de septiembre de 2016

El Papa Francisco canoniza a la Madre Teresa: “declaramos a la Beata Teresa de Calcuta Santa y la inscribimos en el Catálogo de los Santos”

El relicario de la nueva Santa presentado en la ceremonia tiene forma de cruz, con un corazón alrededor y las reliquias, cabello y sangre, están dentro de una "gota de agua" que representa la sed los pobres y necesitados del mundo. Los colores recuerdan el blanco y el azul del sari de la Madre Teresa, que también representan a la Virgen María
Vídeo completo del rito de canonización de la Madre Teresa de Calcuta traducido al español, que se ha celebrado al principio de la Misa

domingo, 9 de septiembre de 2007

"Lo que hagas..." / Autora: Madre Teresa de Calcuta


Por su profundidad, publicamos el histórico discurso de la Madre Teresa de Calcutta en Washimgton, en 1994. Entre la audiencia estaban Bill y Hillary Clinton y otros muchos políticos demócratas con simpatías en los círculos pro-aborto:

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En el último día, Jesús dirá a los que están a su derecha, "Vengan, entren al Reino. Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve enfermo y me visitaste". Luego Jesús les dirá a los que están a su izquierda y les dirá, " Apártense de mi porque tuve hambre y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber, estuve enfermo y no me visitaron." Ellos le preguntarán, "¿Cuándo te vimos hambriento, o sediento o enfermo y no te ayudamos?" Jesús les responderá, "Lo que dejaron de hacer por uno de éstos más pequeños, ustedes dejaron de hacérmelo a mi!"

Al encontrarnos aquí reunidos para orar juntos, pienso en lo bello que será si comenzamos con una oración que expresa muy bien lo que Jesús quiere que hagamos por los más pequeños. San Francisco de Asís comprendía muy bien las palabras de Jesús y su vida quedó bien plasmada en esta oración. Esta oración que nosotras decimos todos los días después de recibir la Santa Comunión, no deja de sorprenderme, porque la encuentro muy adecuada para cada uno de nosotros. Siempre me he preguntado si hace ochocientos años, cuando San Francisco vivió, tuvieron las mismas dificultades que enfrentamos hoy en día. Creo que ya algunos se sabe la oración de la Paz, por lo tanto la rezaremos juntos.

Oración de San Francisco:

Señor, hazme un instrumento de Tu paz, donde haya odio que yo siembre amor, donde haya injuria, lleve yo el perdón, donde haya duda, lleve yo la fe, donde haya desaliento, lleve yo la esperanza, donde haya obscuridad, lleve yo la Luz, donde haya tristeza, lleve yo la alegría. OH Divino Maestro, permíteme no ser consolado sino consolar, comprendido sino comprender, amado sino amar. Porque dando se recibe, perdonando se es perdonado, y muriendo en Ti se nace a la vida eterna.

Demos gracias a Dios por la oportunidad que nos ha dado en venir a orar juntos. Hemos venido aquí, para orar, especialmente, por la paz, gozo y amor. Recordemos que Jesús vino a entregarle las buenas noticias a los pobres. El nos dijo cuales eran esas buenas noticias cuando dijo: "Mi Paz os dejo, Mi Paz os doy." El no vino a dar la paz que da el mundo, la cual es simplemente la que unos no molestan a otros. Él vino a dar la paz del corazón, la cual viene cuando amamos hacer el bien al prójimo.

Dios amó tanto al mundo que le entregó su único Hijo - era ya un hecho. Dios le dio su Hijo a la Virgen María, ¿y qué fue lo que Ella hizo? En cuanto Jesús vino a la vida de María, Ella inmediatamente fue rápido a dar las buenas noticias. Y entró a la casa de su prima Isabel, y las Escrituras dicen que su hijo, aún no nacido, el niño dentro del vientre de Isabel, saltó de gozo. Desde el vientre de María, Jesús trajo paz a Juan el bautista quien saltó de gozo en el vientre de Isabel.

Y como si no fuera suficiente, que Dios Hijo se hiciera uno de nosotros y nos trajera Paz y Gozo mientras todavía se encontraba en el vientre de María, Jesús también murió en la Cruz para demostrar un amor aún más grande. El murió para ti y para mi, y por el leproso, y por el que muere de hambre, y por el que se encuentra desnudo y tendido en la calle, no solo de Calcuta, sino de Africa, y de todos lados. Nuestras hermanas le sirven a los pobres en 105 países alrededor del mundo. Jesús insistió que nos amaramos los unos a los otros como El nos ama. Jesús dio su vida para amarnos y nos dice que nosotros también debemos dar lo que sea para hacer el bien al prójimo. En los evangelios, Jesús dice claramente: "Amense como yo los he amado." Jesús murió en la Cruz porque eso es lo que se requería de El para hacer un bien por todos nosotros, para salvarnos de nuestros pecados de egoísmos. El dio todo para cumplir con la voluntad del Padre para demostrarnos que nosotros también debemos estar dispuestos a darlo todo para cumplir la voluntad de Dios, para amarnos los unos a los otros como El nos ha amado. Si nosotros no estamos dispuestos a darlo todo para hacer el bien al prójimo, el pecado todavía vive en nosotros. Es por ello que nosotros también debemos dar hasta que duela. No es suficiente que digamos "Amo a Dios". Tengo también que amar a mi prójimo. San Juan nos advierte que somos mentirosos si decimos que amamos a Dios y no amamos a nuestro prójimo.

¿Cómo se puede amar a Dios, a quien no se ve, si no amas a tu prójimo a quien puedes ver, puedes tocar, y con quien vives?

Por lo tanto, es muy importante entender que amar, para que sea verdadero amor, tiene que doler. Debo estar dispuesto a darlo todo, lo que sea para no hacerle daño a la gente y, de hecho, para hacerle el bien. Esto requiere que yo esté dispuesto a dar hasta que duela. De otro modo, no hay verdadero amor en mi y por ende, en lugar de traer buenas noticias, le traigo injusticia, y no traigo paz a los que están a mi alrededor. A Jesús le dolió amarnos. Hemos sido creados a Su imagen para cosas mucho más grandes, para amar y ser amados. Debemos "vestirnos de Cristo" como dicen las Escrituras. Por eso, hemos sido creados para amar y ser amados, Dios se hizo hombre para comprobarnos que podemos amar de la misma manera que El nos amó. Jesús se hace el hambriento, el desnudo, el desamparado, el rechazado, y nos dice, "me lo hicieron a mi". En el último día El le dirá a los de su derecha, "Lo que hicieron a uno de mis pequeños, me lo hicieron a Mi" y también dirá a los de su izquierda, " Lo que dejaron de hacer a uno de mis pequeños, me lo dejaron de hacer a Mi."

Cuando Jesús moría en la cruz, dijo "Tengo sed." Jesús está sediento por su amor, esta es la sed de todos, pobres y ricos. Todos estamos sedientos por el amor de otros, ver que alguien vaya fuera de su camino no solo para dejarnos de hacer un daño sino al contrario para hacernos un bien. Este es el significado del verdadero amor, dar hasta que duela.

Nunca se me olvidará la experiencia que tuve al visitar una institución donde los hijos envían a sus Padres ya de la tercera edad para olvidarse de ellos. Vi que en este hogar, esta gente de tercera edad lo tenía todo, buena comida, un lugar cómodo, televisión, lo tienen todo, sin embargo todos tenían sus miradas puestas en las puertas de entrada. Y no vi a ninguno con una sonrisa en sus rostros. Yo le pregunté a la Hermana: " ¿Porqué ellos, que tienen todas las comodidades aquí, porqué miran hacia las puertas?¿Porqué no sonríen?" Yo estoy tan acostumbrada a ver sonrisas en los rostros de la gente, inclusive hasta los moribundos. Y la Hermana dijo: "Así es aquí todos los días. Ellos siguen esperando, y deseando que un hijo o una hija los vengan a visitar. Ellos están dolidos porque han sido olvidados." Falta de amor trae pobreza espiritual. Tal ves en nuestras propias familias, tenemos a alguien que se sienta solo, enfermo, preocupado. ¿Estamos con ellos? ¿Los acompañamos o los ponemos al cuidado de otros? ¿Estamos dispuestos a dar hasta que duela para estar con nuestras familias, o ponemos nuestros propios intereses primero? Estas son las preguntas que nos debemos hacer, especialmente al comienzo del año de la familia. Debemos recordar que el amor comienza en casa y debemos recordad que "el futuro de la humanidad pasa a través de la familia."

Me sorprendió ver en el Occidente, que tantos jóvenes se entregan a las drogas. Yo he tratado de averiguar porqué. ¿Porqué en el Occidente son así, si tienen muchísimo más que los de Oriente? La respuesta fue: " Porque no hay nadie en sus familias para recibirlos." Nuestros hijos dependen de nosotros para todos, su salud, su nutrición, su seguridad, el conocer y el amar a Dios. Por todo esto, ellos nos miran con confianza, esperanza y expectativa. Pero muy a menudo el Padre y la Madre están tan ocupados que no tienen tiempo para sus hijos, o tal ves ni siquiera están casados o se han dado por vencidos en su matrimonio. Por lo tanto, los niños van a las calles y se involucran con las drogas y con otras cosas. Hablamos del amor a los niños que es donde el amor y la paz deben comenzar. Estos son los hechos que contribuyen al rompimiento de la paz. Pero siento que el mayor destructor de la paz hoy en día es el aborto, porque es la guerra en contra los niños, el asesinato directo de los inocentes, asesinato de la Madre en contra de si misma.

Si nosotros aceptamos que una Madre asesine a su propio hijo, ¿cómo entonces podemos decirle a otros que no se maten entre sí? ¿Cómo podemos convencer a una mujer de no tener un aborto? Como en todo, debemos persuadirla con amor y nos recordamos que amar significa dar hasta que duela. Jesús dio hasta su vida por amarnos. Así es que, la Madre, que esté pensando en tener un aborto, debe ser ayudada a amar, o sea dar hasta que le duelan sus planes, o su tiempo libre, para que respete la vida de su hijo. El Padre de ese niño, quien quiera que sea, debe dar también hasta que le duela. Con el aborto, la Madre no aprende a amar, sino a matar hasta su propio hijo para resolver sus problemas.

Y con el aborto, al Padre se le dice que no tiene que tener responsabilidad alguna por el niño que ha traído a la vida. El Padre es capaz de poner a otras mujeres en la misma circunstancia. Por lo tanto el aborto solo lleva a más abortos. Cualquier país que acepte el aborto, no le enseña a su gente a amar, sino a utilizar violencia para recibir lo que quieran. Es por esto que el mayor destructor del amor y de la paz es el aborto.

Mucha gente se preocupan bastante por los niños de la India, con los niños de Africa donde muchos mueren de hambre, etc. Mucha gente también se preocupan por toda la violencia en esta gran nación de los Estados Unidos. Preocuparse por esto es bueno. Pero casi siempre a esta misma gente no les interesan los millones que intencionalmente están siendo asesinados por decisión de sus propias Madres. Y este es el mayor destructor de la paz hoy en día - el aborto cegó a la gente.

Y por esto yo apelo en la India y en cualquier lugar - "traigamos de regreso a los niños." El niño es un regalo de Dios para la familia. Cada niño está creado de manera especial a la imagen y semejanza de Dios para grandes cosas. Para amar y ser amado. En este año de la familia, debemos traer a los niños al centro de nuestro cuidado y atención. Esta es la única manera en la que este mundo podrá sobrevivir, porque nuestros hijos son la única esperanza para el futuro. Cuando los ancianos son llamados a donde Dios, solo sus hijos los pueden reemplazar.

¿Pero que es lo que Dios nos dice? El dice: "Aunque la Madre olvidase a su hijo, Yo no te olvidaría. Te he grabado en la palma de mi mano." Todos estamos grabados en la palma de sus manos; el niño que fue abortado, también está grabado en la palma de su mano desde el momento de concepción y es llamado, por Dios, para amar y ser amado, no solo ahora en esta vida, pero para siempre. Dios no nos olvida nunca.

Les diré algo hermoso. Luchamos contra el aborto con la adopción, cuidando a la Madre y adoptando al niño. Hemos salvado a miles de vidas. Le hemos comunicado a las clínicas, a los hospitales y a las estaciones de policía :"Por favor no destruyan a los niños; nosotras nos encargaremos de ellos." Así es que siempre tenemos a alguien que le dice a las Madres en problemas: " Vengan, nosotros te cuidaremos, le conseguiremos un hogar a tu hijo." Y tenemos una gran demanda de parejas que no pueden tener hijos pero nunca le daré un hijo a una pareja que han hecho algo para no tener a un hijo. Jesús dijo "Quien quiera que reciba a este niño en mi nombre, a Mí me recibe." Al adoptar a un niño, estas parejas reciben a Jesús pero, al abortar a un niño, la pareja rechaza a Jesús.

Por favor no asesinen a los niños. Yo quiero a los niños. Por favor entréguenme los niños. Yo estoy dispuesta a aceptar a cualquier niño que lo hayan querido abortar y se lo entregaré a una pareja casada que lo amará y serán amados por ese niño.

Solo en nuestro hogar en Calcuta, hemos salvado a más de 3000 niños del aborto. Estos niños han traído tanto amor y gozo a sus Padres adoptivos y han llegado a crecer llenos de amor y gozo. Yo se que las parejas deben planificar sus familias pero para eso hay planificación familiar natural.

La manera de planificar las familias es por medios naturales no por medios anti conceptivos. Al destruir el poder de dar vida, por medio de la anti concepción, la pareja se hace daño a sí misma. Esto cambia la atención a sí mismos y destruye el regalo de amarse el uno al otro. Al amarse, el uno al otro, la atención está en el amor de uno para el otro. Al amarse, la pareja se da atención el uno al otro y esto es lo que sucede con la planificación familiar natural, y no hacia sí mismos como sucede egoísticamente con la anti concepción. Una vez el amor viviente es destruido por la anti concepción, el aborto le prosigue fácilmente como el paso a seguir.

Yo se que hay grandes problemas en el mundo, que muchas parejas no se aman lo suficiente para utilizar planificación familiar natural. No podemos resolver todos los problemas del mundo, pero no permitan traer el peor problema de todos, y ese es el que destruye el amor. Y esto es lo que pasa cuando la gente practica anti concepción y aborto.

Hay muchos pobres en el mundo. Ellos nos pueden enseñar muchas cosas bellas. Una vez, una de ellas vino a agradecerme por enseñarle planificación familiar natural y dijo: "Ustedes que practican castidad, son los mejores en enseñarnos planificación familiar natural porque no es nada más que auto control por amor del uno al otro." Y lo que esta persona pobre dijo es muy cierto. La gente pobre pueda que no tengan nada que comer, tal ves no tengan un hogar donde vivir, pero son personas grandiosas y muy ricas espiritualmente.

Cuando recojo a una persona e la calle, hambrienta, yo le doy un plato de arroz y un pedazo de pan. Pero una persona que está sola, se siente rechazada, como que nadie la ama, atemorizada, esa persona que ha sido rechazada por la sociedad, tiene una pobreza que es mucho más difícil de vencer y esa es la pobreza espiritual. El aborto, el cual prosigue a la anti concepción, lleva a la gente a ser espiritualmente pobre, y esa es la peor pobreza y la más difícil de vencer.

Los que son materialmente pobres pueden ser gente maravillosa. Una tarde fuimos a recoger cuatro personas de la calle. Una de ellas estaba en una condición horrible. Le dije a las Hermanas :"Ustedes encárguense de las otras tres; yo me encargaré de la que se ve peor." Así es que hice todo lo que mi amor pudo hacer por ella. La acosté en una cama y ella tenía una bellísima sonrisa en su rostro. Ella me tomó de la mano, y dijo una tan sola palabra: "gracias" y luego murió.

No pude hacer nada más que examinar mi conciencia ante ella.Y pregunté "¿Qué diría yo si estuviera en su lugar?" Mi respuesta fue sencilla. Yo hubiese tratado de atraer atención. Hubiera dicho: "tengo hambre, me muero, tengo frío, estoy en dolor" o algo. Pero ella me dio mucho más, ella me dio su gran amor. Y murió con una sonrisa en su rostro. También había un hombre que recogimos de los alcantarillados, medio comido por los gusanos y, después que lo trajimos a la casa, el solo dijo:

"He vivido como un animal en la calle, pero voy a morir como un ángel, amado y cuidado."

Luego, después que le quitamos los gusanos del cuerpo, todo lo que dijo, con una gran sonrisa fue: "Hermana, voy a casa donde Dios" y luego murió. Fue tan maravilloso ver la grandeza de ese hombre que podía hablar así, sin culpar a nadie, sin comparar nada. Como un ángel, esta es la grandeza de la gente que son espiritualmente ricos aunque sean materialmente pobres. No somos trabajadoras sociales. Podremos hacer trabajo social a los ojos de algunas gentes, pero nosotras debemos ser contemplativas en el corazón del mundo. Porque tocamos el cuerpo de Cristo y estamos siempre en su presencia.

Ustedes también deben traer la presencia de Dios a sus familias, porque la familia que reza unida, se mantiene unida.

Hay demasiado odio, demasiada miseria, y con nuestras oraciones, con nuestros sacrificios comenzamos desde el hogar. El amor comienza en casa, y no es cuanto hacemos, pero cuanto amor ponemos en lo que hacemos.

Si somos contemplativas en el corazón del mundo con todos los problemas, estos nunca nos podrán desanimar. Debemos recordar siempre que Dios nos dice en las Escrituras: "Aunque una Madre olvidase a su hijo en su vientre, algo imposible, pero si ella lo llegara a olvidar, Yo nunca te olvidaría." Y por eso me encuentro aquí dirigiéndome a ustedes. Quiero encontrar a los pobres aquí, justo en sus propios hogares primero. Y comenzar a amar ahí. Sean portadores de buenas noticias a su familia primero. Y luego a sus vecinos. ¿Los conocen? Yo tuve una gran experiencia de amor al prójimo con una familia Hindú. Un hombre vino a nuestro hogar y dijo: " Madre Teresa, hay una familia que no ha comido por mucho tiempo. Haga algo." Así es que tomé algo de arroz y fui inmediatamente. Y vi a los niños, sus ojos brillaban de hambre. No se si alguna vez han visto hambre. Yo si y con mucha frecuencia. Y la Madre de la familia tomó el arroz que les di y fue afuera. Cuando regresó, le pregunté: "¿Adonde fue? ¿qué fue lo que hizo?" Y me dio una respuesta muy sencilla: "Ellos también tienen hambre." Lo que me impactó fue que ella sabía eso, y quienes eran también. Una familia de Musulmanes, y ella lo sabía. No traje más arroz esa tarde porque quería que ellos, Hindúes y Musulmanes, disfrutaran de el gozo de compartir. Y los niños irradiaban gozo, compartiendo el gozo y la paz con su Madre porque ella supo amar hasta que le dolió. Y ven que ahí es donde comienza, en casa con la familia.

Así es que, como lo demuestra esta familia, Dios nunca nos olvida y siempre hay algo que ustedes y yo podemos hacer. Podemos mantener el gozo de amar a Jesús en nuestros corazones, y compartir ese gozo con todos los que entremos en contacto. Tomemos una determinación, que ningún niño sea rechazado o que no sea amado, o que no se preocupen por el o que no lo asesinen y lo tiren a la basura. Y den hasta que duela, con una sonrisa.

Ya que hablo mucho de dar con una sonrisa, una vez un profesor de los Estados Unidos me preguntó:"¿Esta casada?" y le dije : "si, y a veces encuentro muy difícil darle una sonrisa a mi esposo, Jesús, porque El puede ser bastante exigente a veces". Esto es verdaderamente cierto.

Y de ahí es de donde sale el amor, cuando es exigente, y cuando todavía podemos darlo con gozo.

Una de las cosas más exigentes para mi es viajar a cualquier lado - y con publicidad. Yo le dije a Jesús que si no voy al cielo por cualquier otra cosa, que iré al cielo por lo menos por todos los viajes, con toda la publicidad, que hago, eso me ha purificado y me ha sacrificado, y en verdad me ha preparado para ir al cielo. Si recordamos que Dios nos ama, y que podemos amar a otros así como El nos ama, entonces América puede llegar a ser una señal de paz para el mundo.

Desde aquí, un aviso de cuidar a los más débiles, a los no nacidos, debe salir hacia el mundo. Si ustedes se convierten en un faro ardiente de justicia y paz en el mundo, entonces verdaderamente serán fieles a lo que los fundadores de este país representaban. Que Dios los bendiga!