29 de julio de 2021.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, jueves de la 17ª semana de Tiempo Ordinario, Santa Marta, presidida por el P. Heliodoro Mira, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Evangelio: San Juan 11, 19-27:
En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano.
Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedo en casa. Y dijo Marta a Jesús:
«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
Jesús le dijo:
«Tu hermano resucitará».
Marta respondió:
«Sé que resucitará en la resurrección en el último día».
Jesús le dice:
«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mi, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».
Ella le contestó:
«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».
El vídeo-testimonio del padre Charles Mbikoyo puede verse con los subtítulos en español entrando en subtítulos C, acto seguido en la ruedecita de la derecha de configuración, luego en subtítulos, después en traducir automáticamente y eligiendo el español
* «Cuando me convertí en sacerdote, dije: ‘Ésta es una verdadera vocación’, porque, con todo este sufrimiento, tal vez me hubiera ido del seminario pensando que ese no era mi llamado. ¿Por qué debería tener todo este tipo de sufrimiento en mi vida? Me di cuenta de que no, esa es mi vocación… Mi país está en problemas y todo el mundo está traumatizado. Entonces, como sacerdote, cuando regrese, mi papel es dar esperanza a aquellos que han perdido la esperanza . Me gustaría ayudar a los niños soldado a salir y recuperar su vida. Creo que soy un ejemplo de que otra vida es posible»
Evangelio: San Mateo 13, 44-46:
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra».
Evangelio: San Mateo 13, 36-43:
En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a casa.
Y se le acercaron sus discípulos diciendo:
«Explícanos la parábola de la cizaña del campo».
Él respondió:
«El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».
* «Os preguntaréis cuales fueron mis drogas, fueron muchas, pero ninguna puede convertirse en nuestra dueña si uno se atreve a vencerla. Si uno se arrodilla ante Dios y le pide que le ayude, nunca se va de vacío. Dios nos hace libres, sólo Él nos hace verdaderamente libres: “Me viste a mí, cuando nadie me vio; me diste un nombre, me cogiste en tus brazos y me rescataste del infierno de las drogas”. Este es el gran milagro de Dios en mi vida. Las oraciones de mi madre no fueron en vano, mis oraciones tampoco lo son. Dios tiene un método, un tiempo, un lugar, pese a lo que hoy dicen de Dios, Él vive y vivirá. Nunca se cansa de esperar, ojalá te atrevas hoy a volver al hogar; no dudes que Dios te está esperando con los brazos abiertos y llenos de amor»