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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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jueves, 9 de agosto de 2007

Jesús se nos da como víctima en la Eucaristía / Autor: P Mariano de Blas LC



Viendo Jesús que le quedaban pocas horas, menos de un día, se apresuró a hacer su testamento, que comienza con aquellas palabras de Juan: “Como hubiese amado a os suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”. En menos de un día iba a darnos la Eucaristía y el Sacerdocio, su Madre, su vida y su preciosa sangre.

Cristo quiso amarnos como Él sólo puede hacerlo, a lo divino, con toda su potencia, con toda su grandeza, olvidando que íbamos a ser ingratos, infieles, cobardes y aún traidores.

Nos dio todo. Es importante reflexionar en esto a la hora de decir: ¿qué le voy a dar yo a Jesucristo? Se trata de dar a Dios, a un Dios que a mí antes me ha dado todo.

Jesús se nos da como Víctima. Como víctima perenne de nuestra redención. Recordemos la escena verdaderamente dramática del sacrificio de Isaac: Su padre Abraham, el hombre de fe y el hombre obediente, había recibido el encargo de Dios de sacrificar a su hijo, su único hijo que había nacido de manera milagrosa, y que era el único heredero, heredero de una descendencia más grande que las estrellas del cielo y que las arenas del mar. Dios parecía contradecirse. Sin embargo este buen hombre, hombre de fe, tomó un burrito, dos siervos, la leña, el fuego, el cuchillo y se fue con su hijo rumbo al Monte Moria.

Mientras caminaban, el muchacho, que no era tonto, preguntó: -¿padre, tenemos todo, pero nos falta una cosa -y esa cosa era la más importante - ¡nos falta la víctima! Abraham, comiéndose las lágrimas, dijo: -Dios proveerá la víctima, hijo mío. Y siguieron adelante. Cuando ya estaban en la falda del monte, dejó al burrito, a los criados y subió solo a la montaña llevando el fuego, el cuchillo y la leña a espaldas de Isaac.

Al llegar a la cima, apiló una piedras en forma de altar y ahora sí se dirigió a Isaac; le ató las manos y los pies como a un corderito, lo puso sobre el altar y cogió el cuchillo para degollarlo. Él ya veía el cuchillo clavado en el cuello de su hijo, veía brotar la sangre... En ese mismo instante le llaman: -"Abraham, Abraham-, y él respondió: - Aquí estoy-. Dios le dijo: -“Has sido realmente muy obediente, no le hagas daño al niño”-. Y encontró un carnero enredado en las zarzas y fue la víctima del sacrificio.

Pues bien, el cuchillo que Dios no quiso que Abraham clavara en el cuello de Isaac Dios lo clavó en las manos y en los pies y en el corazón de su propio hijo. Y eso por amor a nosotros y por nada más. Ahí podemos adivinar hasta dónde llega el amor de Dios a nosotros.

Ir a la misa es ir cada día al Calvario para ver cómo un Dios muere por los hombres: por ti y por mí. Por eso, el ir a misa o el no ir a misa tiene este significado: yo sé que Dios ha muerto por mí, o yo no sé que Dios ha muerto por mí.
Todos los días tenemos que ser redimidos. Tenemos que ser redimidos de nuestra soberbia, egoísmo, sensualidad y mil cosas más. Ir a la misa significa ir a pedir esa redención a Cristo.
Si yo en el Calvario o en la última cena no hubiera sido un indiferente, pues no serlo en la Eucaristía, en la misa, ya que se trata de lo mismo.

Se nos da como Víctima perenne. Es decir, Jesús se está ofreciendo al Padre todos los días en mi lugar como una víctima que asume lo que yo debería sufrir; todos los castigos, todas las penitencias que yo debería asumir y Él las toma sobre sí. Dios cargó sobre Él nuestros dolores, nuestros sufrimientos, nuestros pecados, más aún, la Biblia dice: Dios lo hizo pecado por amor a nosotros

¡Necio! Esta misma noche morirás / Autor: P. Luis Gralla


¡Necio! Esta misma noche morirás

Lucas 12, 13-21

En aquel tiempo, dijo uno de la gente a Jesús: Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo. Él le respondió: ¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros? Y les dijo: Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes. Les dijo una parábola: Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba entre sí, diciendo: "¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?" Y dijo: "Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea." Pero Dios le dijo: "¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?" Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios.

Reflexión

Cuentan que en una ocasión murió el señor más rico y conocido de todo el mundo, y al llegar al cielo vio una gran cantidad de castillos y palacios. Se preguntaba en cuál de ellos habitaría: “Quizá en aquel que tiene seis torres, o este otro que tiene techos de oro”. Al ver a su ángel le dijo: “ Sin duda que aquel que tiene seis torres es el mío, pues como yo fui el hombre más famoso y rico de la tierra, ese debe ser el lugar donde viviré, además con todo mi dinero lo podía haber construido”. Sin embargo, el ángel le dijo: “ Lamento defraudarte, pero su sitio es aquel del fondo, esa casita con cuatro palos a punto de caerse, pues eso fue lo único que le pudimos construir con las cosas que atesoró para el cielo”.

Pongámonos por un momento en el lugar de este señor. Cuántas veces nosotros también atesoramos para la tierra y no para el cielo. Nos confiamos en el éxito de un examen, de un negocio, en la compra o venta de algún objeto. Preguntémonos ¿Cuántas veces ante un bienestar humano, en lugar de acercarnos más a Dios nos hemos alejado? ¿Por qué en ocasiones nos sucede que cuantos más bienes materiales tenemos sentimos menos necesidad de acudir a Dios? Y al contrario, cuando todo nos falla, cuando los amigos nos traicionan, cuando en el estudio o en el trabajo las cosas marchan mal, cuando el dinero no alcanza para pagar el colegio de los hijos, -y cada cual ponga su situación personal-, es cuando parece que tenemos más necesidad de Dios.

Esta es la lección que Cristo nos quiere dejar hoy. Que en las buenas y en las malas contemos con Él. Con el que TODO lo puede. Con el que nos ha creado por amor, para hacernos felices en el amor a Él por encima de todo. El secreto del éxito en nuestra vida está en querer lo que Dios quiere de nosotros, pues Él sólo quiere para nosotros lo mejor.

Que nuestro propósito para este día sea estar invariablemente unido a Cristo, a Dios. Que ante los éxitos de hoy sigamos unidos y confiados en Cristo de la misma manera que si recibimos desilusiones y fracasos.

No me quites la alegría / Autor: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD


Foto: Santa Teresa de Jesús



Cuenta una anécdota que yendo santa Teresa a hacer las escrituras de una de las fundaciones, preguntó al escribano, después de hechas, cuánto eran sus honorarios. Éste le contestó con desparpajo:

– Solamente un beso.

Y la santa se lo dio, natural y sonriente, al tiempo que exclamaba:

– Nunca una escritura me salió tan barata.

El pueblo ha visto en Santa Teresa de Jesús la santa del buen humor, de la gracia y del donaire. Estaba dotada verdaderamente de gracias naturales como la jovialidad, espontaneidad, cordialidad, afabilidad y sencillez. María de la Encarnación nos dice que “era muy discreta, y alegre con gran santidad, y enemiga de santidades tristes y encapotadas, sino que fuesen los espíritus alegres en el Señor, y por esta causa corregía a sus monjas si andaban tristes, y les decía que mientras les durase la alegría les duraría el espíritu”.

La vida de sacrificio y penitencia no la consideraba reñida con la alegría. Tanta importancia daba a la hora de la recreación como a la de la oración. Así ponía gran empeño en que las monjas participaran del momento de la recreación y pudieran compartir libremente. En cierta ocasión, estando en Medina del Campo, reprimió severamente a la hermana Alberta, que se quejaba: “¿Ahora nos llaman a cantar? Mejor fuera para contemplar”.

Gozaba de gran libertad para hablar de sí misma, de sus dolores y achaques. Bromeaba con la Inquisición, ponía apodos con gracia. Al pintor Fray Juan de la Miseria, que la retrató, le dijo: “Dios te perdone, Fray Juan, que ya que me pintaste podías haberme sacado menos fea y legañosa”.

Santa Teresa fue una mujer madura, capaz de maravillarse y asombrarse de las cosas de cada día. Ella nos dejó esta frase célebre: “También entre los pucheros anda Dios”, gozó con todo lo creado. De su fe en este Dios cercano, vivo en cada cosa y acontecimiento, le brotó esa alegría natural y contagiosa. A brazo partido luchó para que sus monasterios gozaran de este ambiente de libertad donde se respirase a un Dios alegre, capaz de llenar de felicidad cualquier corazón humano.

Un grupo de matrimonios americanos que regresaban a su patria acudió a visitar a la Madre Teresa. Al despedirse le pidieron un consejo para su vida de familia. “Sonrían a sus mujeres”, dijo a los hombres. “Sonrían a sus maridos”, dijo después a las mujeres. Extrañado alguno de ellos, preguntó a la religiosa: “¿Usted está casada?”. Y la Madre Teresa, sin perder la sonrisa, sorprendió a los presentes con esta respuesta: “Naturalmente que estoy casada. Y créame que no siempre me es fácil sonreír a mi marido. Porque Jesús es un esposo muy exigente”.

¿Si podemos enamorarnos de personas y de cosas, si nuestro corazón queda prendado de una puesta de sol o de un paisaje tropical, por qué no nos vamos a poder enamorar de Dios? Dichosos aquellos que se enamoran radicalmente de Dios, porque su vida será una fuente inagotable de paz, de alegría y de felicidad.

El amor a Dios es un mandato para todos los creyentes. No es especialidad o exclusividad de una cultura, época, edad o estado. Lo que importa es el amor, no la manera de expresar ese amor.

Se puede amar en el silencio de una noche y en medio del bullicio del día. No dejamos de amar a los nuestros cuando trabajamos o cuando estamos de brazos cruzados, cuando sonreímos o cuando lloramos. Lo que importa es amar.

Siempre que amamos a Dios lo debemos demostrar con la vida amando al hermano. Y al hermano también se le puede demostrar el amor de mil maneras. La mamá ama a su hijo cuando lo mece, cuando lo corrige, cuando le da de comer, cuando lo lleva al médico...

El cristianismo se puede vivir de varias formas. Lo importante no es el modo que se elige, la vocación o profesión. Lo importante es ser y vivir lo que se cree, pues cualquier trabajo se pude hacer a la perfección o rayando la mediocridad. Y si uno es mediocre, no es por la profesión o vocación que se ejerce, sino por la talla de la propia persona.

Podemos sonreír a todo y en todo. Un poco de alegría vale más que todo el oro del mundo. Son innumerables los beneficios que acarrea una simple sonrisa: ahuyenta la tristeza, la melancolía, la depresión... La sonrisa rejuvenece, sana las heridas del pasado, abre horizontes al futuro y pone alas en el alma. La sonrisa es la mejor medicina para el cuerpo y para el alma. La alegría más auténtica nace del corazón.

Consciente san Pablo de la importancia de la alegría, repetía machaconamente a los cristianos que siempre estuvieran alegres. No nos debe extrañar, pues, el consejo de la Madre Teresa a los matrimonios: “Sonrían”. Quizá debamos repetir con Neruda: “Quítame el pan, si quieres, quítame el aire, pero no me quites tu sonrisa porque moriría”.

En la presencia de Dios / Autor: Caudio de Castro



Hoy cuando salí del trabajo me sentía un poco apesadumbrado. Vivimos en un mundo tan violento que es difícil encontrar la santidad. Las tentaciones abundan, los malos ejemplos sobreabundan. Pareciera que hemos perdido la fe. Generalmente, cuando me siento así, busco un sacerdote para confesarme y pedir su consejo. Iba pensando en esto, camino a la Iglesia. ¿Cómo entrar al Paraíso? ¿Cómo lograr la santidad? ¿Cómo agradar a Dios? Encendí la radio y sintonicé una emisora católica en la que oraban con este salmo:

“Señor, ¿quién entrará bajo tu tienda
y habitará en tu montaña santa?
El que es irreprochable y actúa con justicia,
el que dice la verdad de corazón
y no forja calumnias;
el que no daña a su hermano
ni al prójimo molesta con agravios...”


Dios me estaba hablando, como nos habla a todos en la Biblia. Pero yo sentía que esta vez me hablaba a mí. Me mostraba el camino. Respondía mis inquietudes. ¿Qué nos decía Dios? Que debemos actuar con justicia, que hay que decir la verdad de corazón y no dañar ni desear mal a los demás. Los santos lo descubrieron hace muchos siglos. Por eso San Agustín repetía: “Ama, ama bien, y luego haz lo que quieras, porque quien ama verdaderamente a Dios, no será capaz de hacer lo que a Él le desagrade y en cambio se dedicará a hacer todo lo que a Él le agrada”.

Vivir en la presencia de Dios y amarlo con todo el corazón, es lo que te conducirá a la perfección y la santidad. Tener presencia de Dios en tu vida. Pero somos tan débiles... ¿Quién podrá lograrlo? ¿Cómo perdonar tantas ofensas con que nos lastiman a diario? ¿Cómo voy a reconciliarme con mi hermano? No te desanimes. Dios te ama, te conoce, y no te abandonará a mitad del camino. La verdad es que ha enloquecido de Amor por nosotros.

La vida de pecados, te aleja de Dios. Debes entonces enmendarte e iniciar un nuevo camino. ¿Cómo? Reconciliándote con el Padre, haciendo una buena confesión sacramental.

¿Y para fortalecerme? ¿Cómo voy a superar mis debilidades? La Eucaristía es la fuente de la que recibirás los dones del cielo necesarios para fortalecerte y ser irreprochable y actuar con justicia. Por eso la comunión diaria es tan importante en nuestros tiempos. ¿Y luego? Luego camina por el sendero del bien. Aprende a confiar. Participa en tu parroquia. Anima a tus sacerdotes. Lleva la buena Nueva a un mundo cansado y triste. Eres hijo de un Rey. Su Misericordia y su gracia nunca te faltarán.

"El placer de servir" / Enviado por Lili



Toda naturaleza es un anhelo de servicio
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú;
donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú;
donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú.
Sé el que aparta la piedra del camino, el odio entre los
corazones y las dificultades del problema.
Hay una alegría del ser sano y la de ser justo, pero hay,
sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir.
Que triste sería el mundo si todo estuviera hecho,
si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender.
Que no te llamen solamente los trabajos fáciles.
Es tan bello hacer lo que otros esquivan!
Pero no caigas en el error de que sólo se hace mérito
con los grandes trabajos; hay pequeños servicios
que son buenos servicios: ordenar una mesa,
ordenar unos libros, peinar una niña.
Aquel que critica, éste es el que destruye, tú sé el que sirve.
El servir no es faena de seres inferiores.
Dios que da el fruto y la luz, sirve.
Pudiera llamarse así: "El que Sirve"
Y tiene sus ojos fijos en nuestras manos y nos
pregunta cada día: ¿Serviste hoy? ¿A quien?
¿Al árbol, a tu amigo, a tu madre?

Atiende a la pobreza, la humildad y la caridad de Cristo / Autora: Santa Clara



De la carta de santa Clara, virgen, a la beata Inés de Praga
Escritos de santa Clara:


Dichoso, en verdad, aquel a quien le es dado alimentarse en el sagrado banquete y unirse en lo íntimo de su corazón a aquel cuya belleza admiran sin cesar las multitudes celestiales, cuyo afecto produce afecto, cuya contemplación da nueva fuerza, cuya benignidad sacia, cuya suavidad llena el alma, cuyo recuerdo ilumina suavemente, cuya fragancia retornará los muertos a la vida y cuya visión gloriosa hará felices a los ciudadanos de la Jerusalén celestial: él es el brillo de la gloria eterna, un reflejo de la luz eterna, un espejo nítido, el espejo que debes mirar cada día, oh reina, esposa de Jesucristo, y observar en él reflejada tu faz, para que así te vistas y adornes por dentro y por fuera con toda la variedad de flores de las diversas virtudes, que son las que han de constituir tu vestido y tu adorno, como conviene a una hija y esposa castísima del Rey supremo. En este espejo brilla la dichosa pobreza, la santa humildad y la inefable caridad, como puedes observar si, con la gracia de Dios, vas recorriendo sus diversas partes.

Atiende al principio de este espejo, quiero decir a la pobreza de aquel que fue puesto en un pesebre y envuelto en pañales. ¡Oh admirable humildad, oh pasmosa pobreza! El Rey de los ángeles, el Señor del cielo y de la tierra es reclinado en un pesebre. En el medio del espejo, considera la humildad, al menos la dichosa pobreza, los innumerables trabajos y penalidades que sufrió por la redención del género humano. Al final de este mismo espejo, contempla la inefable caridad por la que quiso sufrir en la cruz y morir en ella con la clase de muerte más infamante.

Este mismo espejo, clavado en la cruz, invitaba a los que pasaban a estas consideraciones, diciendo: Vosotros, los que pasáis por el camino, mirad, fijaos: ¿Hay dolor como mi dolor? Respondamos nosotros, a sus clamores y gemidos, con una sola voz y un solo espíritu: No hago más que pensar en ello, y estoy abatido. De este modo, tu caridad arderá con una fuerza siempre renovada, oh reina del Rey celestial.

Contemplando, además, sus inefables delicias, sus riquezas y honores perpetuos, y suspirando por el intenso deseo de tu corazón, proclamarás: «Arrástrame tras de tí, y correremos atraídos por el aroma de tus perfumes, esposo celestial. Correré sin desfallecer, hasta que me introduzcas en la sala del festín, hasta que tu mano izquierda esté bajo mi cabeza y tu diestra me abrace felizmente y me beses con los besos deliciosos de tu boca». Contemplando estas cosas, dígnate acordarte de esta tu insignificante madre, y sabe que yo tengo tu agradable recuerdo grabado de modo imborrable en mi corazón, ya que te amo más que nadie.

Oración

Oh Dios, que infundiste en santa Clara un profundo amor a la pobreza evangélica, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo a Cristo en la pobreza de espíritu, merezcamos llegar a contemplarte en tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.

Santa Clara de Asís / Autor: SCTJM




La Fiesta de Santa Clara es el 11 de Agosto

Clara significa: "vida transparente"

"El amor que no puede sufrir no es digno de ese nombre" -Santa Clara.

Clara nació en Asís, Italia, en 1193. Su padre, Favarone Offeduccio, era un caballero rico y poderoso. Su madre, Ortolana, descendiente de familia noble y feudal, era una mujer muy cristiana, de ardiente piedad y de gran celo por el Señor.

Desde sus primeros años Clara se vio dotada de innumerables virtudes y aunque su ambiente familiar pedía otra cosa de ella, siempre desde pequeña fue asidua a la oración y mortificación. Siempre mostró gran desagrado por las cosas del mundo y gran amor y deseo por crecer cada día en su vida espiritual.

Ya en ese entonces se oía de los Hermanos Menores, como se les llamaba a los seguidores de San Francisco. Clara sentía gran compasión y gran amor por ellos, aunque tenía prohibido verles y hablarles. Ella cuidaba de ellos y les proveía enviando a una de las criadas. Le llamaba mucho la atención como los frailes gastaban su tiempo y sus energías cuidando a los leprosos. Todo lo que ellos eran y hacían le llamaba mucho la atención y se sentía unida de corazón a ellos y a su visión.


Su llamada y su encuentro con San Francisco. Cofundadora de la orden.

La conversión de Clara hacia la vida de plena santidad se efectuó al oír un sermón de San Francisco de Asís. En 1210, cuando ella tenía 18 años, San Francisco predicó en la catedral de Asís los sermones de cuaresma e insistió en que para tener plena libertad para seguir a Jesucristo hay que librarse de las riquezas y bienes materiales. Al oír las palabras: "este es el tiempo favorable... es el momento... ha llegado el tiempo de dirigirme hacia El que me habla al corazón desde hace tiempo... es el tiempo de optar, de escoger..", sintió una gran confirmación de todo lo que venía experimentando en su interior.

Durante todo el día y la noche, meditó en aquellas palabras que habían calado lo más profundo de su corazón. Tomó esa misma noche la decisión de comunicárselo a Francisco y de no dejar que ningún obstáculo la detuviera en responder al llamado del Señor, depositando en El toda su fuerza y entereza.

Cuando su corazón comprendió la amargura, el odio, la enemistad y la codicia que movía a los hombres a la guerra comprendió que esta forma de vida eran como la espada afilada que un día traspasó el corazón de Jesús. No quiso tener nada que ver con eso, no quiso otro señor mas que el que dio la vida por todos, aquel que se entrega pobremente en la Eucaristía para alimentarnos diariamente. El que en la oscuridad es la Luz y que todo lo cambia y todo lo puede, aquel que es puro Amor. Renace en ella un ardiente amor y un deseo de entregarse a Dios de una manera total y radical.

Clara sabía que el hecho de tomar esta determinación de seguir a Cristo y sobre todo de entregar su vida a la visión revelada a Francisco, iba a ser causa de gran oposición familiar, pues el solo hecho de la presencia de los Hermanos Menores en Asís estaba ya cuestionando la tradicional forma de vida y las costumbres que mantenían intocables los estratos sociales y sus privilegios. A los pobres les daba una esperanza de encontrar su dignidad, mientras que los ricos comprendían que el Evangelio bien vivido exponía por contraste sus egoísmos a la luz del día. Para Clara el reto era muy grande. Siendo la primera mujer en seguirle, su vinculación con Francisco podía ser mal entendida.

Santa Clara se fuga de su casa el 18 de Marzo de 1212, un Domingo de Ramos, empezando así la gran aventura de su vocación. Se sobrepuso a los obstáculos y al miedo para darle una respuesta concreta al llamado que el Señor había puesto en su corazón. Llega a la humilde Capilla de la Porciúncula donde la esperaban Francisco y los demás Hermanos Menores y se consagra al Señor por manos de Francisco.

Empiezan las renuncias.

De rodillas ante San Francisco, hizo Clara la promesa de renunciar a las riquezas y comodidades del mundo y de dedicarse a una vida de oración, pobreza y penitencia. El santo, como primer paso, tomó unas tijeras y le cortó su larga y hermosa cabellera, y le colocó en la cabeza un sencillo manto, y la envió a donde unas religiosas que vivían por allí cerca, a que se fuera preparando para ser una santa religiosa.

Para Santa Clara la humildad es pobreza de espíritu y esta pobreza se convierte en obediencia, en servicio y en deseos de darse sin límites a los demás.

Días más tardes fue trasladada temporalmente, por seguridad, a las monjas Benedictinas, ya que su padre, al darse cuenta de su fuga, sale furioso en su búsqueda con la determinación de llevársela de vuelta al palacio. Pero la firme convicción de Clara, a pesar de sus cortos años de edad, obligan finalmente al Caballero Offeduccio a dejarla. Días más tardes, San Francisco, preocupado por su seguridad dispone trasladarla a otro monasterio de Benedictinas situado en San Angelo. Allí la sigue su hermana Inés, quien fue una de las mayores colaboradoras en la expansión de la Orden y la hija (si se puede decir así) predilecta de Santa Clara. Le sigue también su prima Pacífica.

San Francisco les reconstruye la capilla de San Damián, lugar donde el Señor había hablado a su corazón diciéndole, "Reconstruye mi Iglesia". Esas palabras del Señor habían llegado a lo más profundo de su ser y lo llevó al más grande anonadamiento y abandono en el Señor. Gracias a esa respuesta de amor, de su gran "Si" al Señor, había dado vida a una gran obra, que hoy vemos y conocemos como la Comunidad Franciscana, de la cual Santa Clara se inspiraría y formaría parte crucial, siendo cofundadora con San Francisco en la Orden de las Clarisas.

Cuando se trasladan las primeras Clarisas a San Damián, San Francisco pone al frente de la comunidad, como guía de Las Damas Pobres a Santa Clara. Al principio le costó aceptarlo pues por su gran humildad deseaba ser la última y ser la servidora, esclava de las esclavas del Señor. Pero acepta y con verdadero temor asume la carga que se le impone, entiende que es el medio de renunciar a su libertad y ser verdaderamente esclava. Así se convierte en la madre amorosa de sus hijas espirituales, siendo fiel custodia y prodigiosa sanadora de las enfermas.

Desde que fue nombrada Madre de la Orden, ella quiso ser ejemplo vivo de la visión que trasmitía, pidiendo siempre a sus hijas que todo lo que el Señor había revelado para la Orden se viviera en plenitud.

Siempre atenta a la necesidades de cada una de sus hijas y revelando su ternura y su atención de Madre, son recuerdos que aún después de tanto tiempo prevalecen y son el tesoro mas rico de las que hoy son sus hijas, Las Clarisas Pobres.

Sta. Clara acostumbraba tomar los trabajos mas difíciles, y servir hasta en lo mínimo a cada una. Pendiente de los detalles más pequeños y siendo testimonio de ese corazón de madre y de esa verdadera respuesta al llamado y responsabilidad que el Señor había puesto en sus manos.

Por el testimonio de las misma hermanas que convivieron con ella se sabe que muchas veces, cuando hacía mucho frío, se levantaba a abrigar a sus hijas y a las que eran mas delicadas les cedía su manta. A pesar de ello, Clara lloraba por sentir que no mortificaba suficiente su cuerpo.

Cuando hacía falta pan para sus hijas, ayunaba sonriente y si el sayal de alguna de las hermanas lucía más viejo ella lo cambiaba dándole el de ella. Su vida entera fue una completa dádiva de amor al servicio y a la mortificación. Su gran amor al Señor es un ejemplo que debe calar nuestros corazones, su gran firmeza y decisión por cumplir verdaderamente la voluntad de Dios para ella.

Tenía gran entusiasmo al ejercer toda clase de sacrificios y penitencias. Su gozo al sufrir por Cristo era algo muy evidente y es, precisamente esto, lo que la llevó a ser Santa Clara. Este fue el mayor ejemplo que dio a sus hijas.

La humildad brilló grandemente en Santa Clara y una de las mas grandes pruebas de su humildad fue su forma de vida en el convento, siempre sirviendo con sus enseñanzas, sus cuidados, su protección y su corrección. La responsabilidad que el Señor había puesto en sus manos no la utilizó para imponer o para simplemente mandar en el nombre del Señor. Lo que ella mandaba a sus hijas lo cumplía primero ella misma con toda perfección. Se exigía mas de lo que pedía a sus hermanas.

Hacía los trabajos mas costosos y daba amor y protección a cada una de sus hijas. Buscaba como lavarle los pies a las que llegaban cansadas de mendigar el sustento diario. Lavaba a las enfermas y no había trabajo que ella despreciara pues todo lo hacía con sumo amor y con suprema humildad.

"En una ocasión, después de haberle lavado los pies a una de las hermanas, quiso besarlos. La hermana, resistiendo aquel acto de su fundadora, retiró el pie y accidentalmente golpeó el rostro a Clara. Pese al moretón y la sangre que había salido de su nariz, volvió a tomar con ternura el pie de la hermana y lo besó."

Con su gran pobreza manifestaba su anhelo de no poseer nada mas que al Señor. Y esto lo exigía a todas sus hijas. Para ella la Santa Pobreza era la reina de la casa. Rechazó toda posesión y renta, y su mayor anhelo era alcanzar de los Papas el privilegio de la pobreza, que por fin fue otorgado por el Papa Inocencio III.

Para Santa Clara la pobreza era el camino en donde uno podía alcanzar mas perfectamente esa unión con Cristo. Este amor por la pobreza nacía de la visión de Cristo pobre, de Cristo Redentor y Rey del mundo, nacido en el pesebre. Aquel que es el Rey y, sin embargo, no tuvo nada ni exigió nada terrenal para si y cuya única posesión era vivir la voluntad del Padre. La pobreza alcanzada en el pesebre y llevada a su cúlmen en la Cruz. Cristo pobre cuyo único deseo fue obedecer y amar.

La vida de Sta. Clara fue una constante lucha por despegarse de todo aquello que la apartaba del Amor y todo lo que le limitara su corazón de tener como único y gran amor al Señor y el deseo por la salvación de las almas.

La pobreza la conducía a un verdadero abandono en la Providencia de Dios. Ella, al igual que San Francisco, veía en la pobreza ese deseo de imitación total a Jesucristo. No como una gran exigencia opresiva sino como la manera y forma de vida que el Señor les pedía y la manera de mejor proyectar al mundo la verdadera imagen de Cristo y Su Evangelio.

Siguiendo las enseñanzas y ejemplos de su maestro San Francisco, quiso Santa Clara que sus conventos no tuvieran riquezas ni rentas de ninguna clase. Y, aunque muchas veces le ofrecieran regalos de bienes para asegurar el futuro de sus religiosas, no los quiso aceptar. Al Sumo Pontífice que le ofrecía unas rentas para su convento le escribió: "Santo padre: le suplico que me absuelva y me libere de todos mis pecados, pero no me absuelva ni me libre de la obligación que tengo de ser pobre como lo fue Jesucristo". A quienes le decían que había que pensar en el futuro, les respondía con aquellas palabras de Jesús: "Mi Padre celestial que alimenta a las avecillas del campo, nos sabrá alimentar también a nosotros".

Mortificación de su cuerpo.

Si hay algo que sobresale en la vida de Santa Clara es su gran mortificación. Utilizaba debajo de su túnica, como prenda íntima, un áspero trozo de cuero de cerdo o de caballo. Su lecho era una cama compuesta de sarmientos cubiertos con paja, la que se vio obligada a cambiar por obediencia a Francisco, debido a su enfermedad.

Los ayunos. Siempre vivió una vida austera y comía tan poco que sorprendía hasta a sus propias hermanas. No se explicaban como podía sostener su cuerpo. Durante el tiempo de cuaresma, pasaba días sin probar bocado y los demás días los pasaba a pan y agua. Era exigente con ella misma y todo lo hacía llena de amor, regocijo y de una entrega total al amor que la consumía interiormente y su gran anhelo de vivir, servir y desear solamente a su amado Jesús.

Por su gran severidad en los ayunos, sus hermanas, preocupadas por su salud, informaron a San Francisco quien intervino con el Obispo ordenándole a comer, cuando menos diariamente, un pedazo de pan que no fuese menos de una onza y media.

La vida de Oración

Para Santa Clara la oración era la alegría, la vida; la fuente y manantial de todas las gracias, tanto para ella como para el mundo entero. La oración es el fin en la vida Religiosa y su profesión.

Ella acostumbraba pasar varias horas de la noche en oración para abrir su corazón al Señor y recoger en su silencio las palabras de amor del Señor. Muchas veces, en su tiempo de oración, se le podía encontrar cubierta de lágrimas al sentir el gran gozo de la adoración y de la presencia del Señor en la Eucaristía, o quizás movida por un gran dolor por los pecados, olvidos y por las ingratitudes propias y de los hombres.

Se postraba rostro en tierra ante el Señor y, al meditar la pasión las lágrimas brotaban de lo mas íntimo de su corazón. Muchas veces el silencio y soledad de su oración se vieron invadidos de grandes perturbaciones del demonio. Pero sus hermanas dan testimonio de que, cuando Clara salía del oratorio, su semblante irradiaba felicidad y sus palabras eran tan ardientes que movían y despertaban en ellas ese ardiente celo y encendido amor por el Señor.

Hizo fuertes sacrificios los cuarenta y dos años de su vida consagrada. Cuando le preguntaban si no se excedía, ella contestaba: Estos excesos son necesarios para la redención, "Sin el derramamiento de la Sangre de Jesús en la Cruz no habría Salvación". Ella añadía: "Hay unos que no rezan ni se sacrifican; hay muchos que sólo viven para la idolatría de los sentidos. Ha de haber compensación. Alguien debe rezar y sacrificarse por los que no lo hacen. Si no se estableciera ese equilibrio espiritual la tierra sería destrozada por el maligno". Santa Clara aportó de una manera generosa a este equilibrio.

Milagros de Santa Clara

La Eucaristía ante los sarracenos

En 1241 los sarracenos atacaron la ciudad de Asís. Cuando se acercaban a atacar el convento que está en la falda de la loma, en el exterior de las murallas de Asís, las monjas se fueron a rezar muy asustadas y Santa Clara que era extraordinariamente devota al Santísimo Sacramento, tomó en sus manos la custodia con la hostia consagrada y se les enfrentó a los atacantes. Ellos experimentaron en ese momento tan terrible oleada de terror que huyeron despavoridos.

En otra ocasión los enemigos atacaban a la ciudad de Asís y querían destruirla. Santa Clara y sus monjas oraron con fe ante el Santísimo Sacramento y los atacantes se retiraron sin saber por qué.

El milagro de la multiplicación de los panes.

Cuando solo tenían un pan para que comieran cincuenta hermanas, Santa Clara lo bendijo y, rezando todas un Padre Nuestro, partió el pan y envió la mitad a los hermanos menores y la otra mitad se la repartió a las hermanas. Aquel pan se multiplicó, dando a basto para que todas comieran. Santa Clara dijo: "Aquel que multiplica el pan en la Eucaristía, el gran misterio de fe, ¿acaso le faltará poder para abastecer de pan a sus esposas pobres?"

En una de las visitas del Papa al Convento, dándose las doce del día, Santa Clara invita a comer al Santo Padre pero el Papa no accedió. Entonces ella le pide que por favor bendiga los panes para que queden de recuerdo, pero el Papa respondió: "quiero que seas tu la que bendigas estos panes". Santa Clara le dice que sería como un irespeto muy grande de su parte hacer eso delante del Vicario de Cristo. El Papa, entonces, le ordena bajo el voto de obediencia que haga la señal de la Cruz. Ella bendijo los panes haciéndole la señal de la Cruz y al instante quedó la Cruz impresa sobre todos los panes.

Larga agonía.

Santa Clara estuvo enferma 27 años en el convento de San Damiano, soportando todos los sufrimientos de su enfermedad con paciencia heroica. En su lecho bordaba, hacía costuras y oraba sin cesar. El Sumo Pontífice la visitó dos veces y exclamó "Ojalá yo tuviera tan poquita necesidad de ser perdonado como la que tiene esta santa monjita".

Cardenales y obispos iban a visitarla y a pedirle sus consejos.

San Francisco ya había muerto pero tres de los discípulos preferidos del santo, Fray Junípero, Fray Angel y Fray León, le leyeron a Clara la Pasión de Jesús mientras ella agonizaba. La santa repetía: "Desde que me dediqué a pensar y meditar en la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, ya los dolores y sufrimientos no me desaniman sino que me consuelan".

El 10 de agosto del año 1253 a los 60 años de edad y 41 años de ser religiosa, y dos días después de que su regla sea aprobada por el Papa, se fue al cielo a recibir su premio. En sus manos, estaba la regla bendita, por la que ella dio su vida.

Cuando el Señor ve que el mundo está tomando rumbos equivocados o completamente opuestos al Evangelio, levanta mujeres y hombres para que contrarresten y aplaquen los grandes males con grandes bienes.

Podemos ver claramente en la Orden Franciscana, en su carisma, que cuando el mundo estaba siendo arrastrado por la opulencia, por la riqueza, las injusticias sociales etc., suscita en dos jóvenes de las mejores familias el amor valiente para abrazar el espíritu de pobreza, como para demostrar de una manera radical el verdadero camino a seguir que al mismo tiempo deja al descubierto la obra de Satanás, aplastándole la cabeza. Ellos se convirtieron en signo de contradicción para el mundo y a la vez, fuente donde el Señor derrama su gracia para que otros reciban de ella.

El Señor en su gran sabiduría y siendo el buen Pastor que siempre cuida de su pueblo y de su salvación, nunca nos abandona y manda profetas que con sus palabras y sus vidas nos recuerdan la verdad y nos muestran el camino de regreso a El. Los santos nos revelan nuestros caminos torcidos y nos enseñan como rectificarlos.

Tras los pasos de Santa Clara en Asís.

En la Basílica de Sta. Clara encontramos su cuerpo incorrupto y muchas de sus reliquias.

En el convento de San Damiano, se recorren los pasillos que ella recorrió. Se entra al cuarto donde ella pasó muchos años de su vida acostada, se observa la ventana por donde veía a sus hijas. También se conservan el oratorio, la capilla, y la ventana por donde expulsó a los sarracenos con el poder de la Eucaristía.

Hoy las religiosas Clarisas son aproximadamente 18.000 en 1.248 conventos en el mundo.

Testimonio de sanación fisica / Autora: Hna. Briege Mckenna, Clarisa



Voy a compartir con ustedes lo que a mí me gusta llamar "Una historia de amor". Es la historia de cómo el Señor tocó mi vida; a mí me costó mucho permitirle que tocara mi vida. Yo había hecho grandes planes para mi vida y pensaba que eran planes muy buenos. Pero el Señor tenía un plan diferente; y tuve que morir al plan mío para poder experimentar la libertad de Dios y su gozo. A los 14 años y medio. Dios me llamó y fui a una Congregación de Clausura. a ver si me aceptaban. La Madre Superiora me dijo: "No; demasiado joven". Unos meses más tarde volví. Finalmente. a la edad de 15 años. fui aceptada en las Clarisas.

Yo tenía qrandes planes de lo que iba a hacer para Dios; no era tanto lo que El iba a hacer para mí. Yo le iba a ayudar a El. A los 18 años. ya había hecho los votos; pero. de repente. me enfermé de artritis reumática y estuve muy mal. Por un año. tuve que tener los pies enyesados para prevenir deformaciones.

En este tiempo. yo habría dicho: "Yo conozco a Jesús". Pero. ahora. mirando hacia atrás. veo que en ese tiempo yo conocía "acerca" del Señor. pero no lo conocía a El. Hay millones que conocen acerca de Dios. pero conocer cosas acerca de Dios no cambia la vida; sólo el conocerlo a El cambió mi vida.

Durante ese tiempo. en que estaba en el hospital. yo pensaba: "Bueno. esto tenqo que ofrecerlo al Señor. Esta debe ser la voluntad de Dios para mí". ¿Ven la contradicción que hay aquí? Cuando estamos enfermos. buscamos por todos los medios alivio médico. pero. tratándose de la oración. decimos: "Quizás no es la voluntad de Dios que yo esté sana".

Pero. además. yo tenía la idea de no ser lo suficientemente buena; si yo fuera verdaderamente santa. entonces. quizás. Dios me sanaría. También entendí que. al declarar que la enfermedad era la voluntad de Dios. yo evitaba encarar
el problema. Porque. en realidad. en lo más profundo de mi ser. no creía en el poder de Dios parasanar en estos tiempos.

Por lo demás. me parecía ver muchas otras cosas mucho más importantes en mi vida que necesitaban sanación. Pero. hermanos. todo lo que hay en mi vida le importa íntimamente a Dios. porque para El. siempre soy importante. Finalmente. en 1967. vine de Irlanda a Florida. en Estados Unidos. Esperaba que el clima de florida
me ayudaría un poco. pero en lugar de eso. mi salud empeoró. En 1969. el doctor me dijo. después de recetarme Cortisona 9 veces al día. que no podía
hacer nada más por mí y que yo. a partir de los 30 años. tendría que pasar el resto de mi vida en una silla de ruedas.

LA ENFERMEDAD

Durante ese año. entró en mi corazón un hambre de conocer al Señor. Yo era fiel a mi oración. pero sentía como que había algo que faltaba en mi vida espiritual. Me di cuenta de que todo lo que había lo estaba haciendo sola. Si iba a una cárcel para visitar a los presos. creía que era mi responsabilidad cambiarlos a ellos. Era profesora de primer grado y también veía ese trabajo como mi responsabilidad; yo tenía que moldear a los alumnos. formarlos y enseñarles a Jesús. Siempre era lo que yo hacía.

Que en el Bautismo recibimos un don; es como cuando una persona. en su cumpleaños. recibe un regalo; quizás es muy lindo el papel que lo envuelve; pero si sólo admiramos el papel y jamás abrimos el regalo nunca podremos usar lo que está dentro. En el Bautismo. cada uno de nosotros recibió un regalo. pero muchos de nosotros jamás hemos abierto ese regalo para ver qué hay dentro. No estamos conscientes que Jesús nos dijo que nos enviaría Su Espíritu. y que Su Espíritu nos fortalecería y nos enseñaría. Y todo lo que estaba haciendo. lo estaba haciendo sola. Nos dijo: "Oren simplemente y pidan la Gracia para desenvolver ese regalo y dejen que el Espíritu llene a ustedes en todo su ser".

A comienzos del año 1970. fui a un retiro. Durante ese retiro. escuché una charla acerca del poder de la oración. Muchos habían orado por mí antes. muchas veces. pero cuando oraban por mí. yo presentaba mi lista delante de Dios de lo que yo quería.
Cuando yo lo escuchaba. no estaba pensando en mi condición física. pero sí tenía esa larga lista de mis peticiones. Y pensé: "Si este hombre ora conmigo. entonces sí que voy a recibir todo lo que quiero". Esa es una equivocación muy grande. en la que. a veces. caemos. Yo miraba a ese hombre; él era el que iba a responder.

Fue en ese domingo de 1970 que escuché una disertación muy preciosa de lo que quiere decir el Bautismo en el Espíritu Santo. El sacerdote explicó:
Muchas veces. quebrantamos así el primer mandamiento y ponemos la esperanza en las personas. como si fuera Dios. Ninguna persona puede traerte salud. paz. fortaleza o valentía. si no es el Señor Jesucristo. Lo único que Dios pide de nosotros que seamos como alambres eléctricos. El es la corriente. Ese alambre no sirve para nada si no hay una corriente que fluye por él.

El Señor me enseño esa lección cuando yo miraba a ese hombre; en mi espíritu escuché que me dijo: "Búscame a mí". Cerré los ojos y lo único que pedí fue: "Jesús, ayúdame por favor". En ese momento, sentí una mano que tocó mi cabeza; pensé que ese hombre había venido y me tocaba la cabeza; abrí los ojos y no había nadie ahí. pero entró un poder en mí y empezó a pasar por todo mi cuerpo. Muchas veces lo he descrito como cuando le quitan la cáscara a un plátano. Era como si alquien me estuviera quitando la cáscara y yo estaba siendo liberada. En el momento en que pasó esta corriente por mi cuerpo y entró en mis piernas y mis pies, los pies se enderezaron y quedé completamente sana.

Esta sanación física fue muy pequeñita comparada con lo que Dios hizo en mí espiritualmente; porque, en ese día. me encontré con Jesús. Me sentí iqual que esos dos hombres que iban a Emaús; mis ojos se abrieron y estuve muy consciente de la presencia de Jesús, ahí a mi lado. Sin embarqo. Aunque respondí a El que lo amaba y vi como me sanó, había una parte de mi vida que yo temía aún que entregar al Señor.
Yo tenía mucho temor de las curaciones milagrosas. porque no sabía en realidad de qué se trataba. Pero eso me dije en mi interior: "No le vayas a comunicar a nadie esta curación, sino sólo a mi congregación; porque. si la gente sabe que he sido sanada, van a empezar a asociarme con una curación" (En la reqión de Irlanda de donde venqo, hay mucha superstición y muchas curaciones supersticiosas y yo no quería desprestiqiarme).

Volví de ese retiro y desde ese día hasta hoy. nunca he tenido ningún dolor más. El médico me suprimió todo tratamiento y empecé a trabajar con jóvenes y a hacer todo tipo de cosas para el Señor; sin embargo. jamás di testimonio a nadie acerca de mi curación física. Muchas veces me decía: "Esto no tiene que ver con nadie. sino sólo conmigo". Pero ahora miro hacia atrás y me doy cuenta de que invité a Cristo a entrar en mi vida. pero bajo mis condiciones. Era como si yo invitara a una persona a mi casa y le dijera: "Puedes entrar en todas las partes que quieras", pero guardaba para mí un cuarto con un letrero: "Reservado, no entrar". Creo que eso es lo que el Señor nos estaba diciendo esta mañana: "Ustedes, si me aman; pero todavía hay unas áreas en
sus vidas de las cuales Yo no tengo el control".
Tenemos que abrir cada parte de nuestra vida; Jesús debe ser el Señor de todo nuestro ser. Para mí. esto fue muy difícil.

La Misión de la Iglesia / Autor: Hº Jaume Ruiz Castro, CM



Iniciamos hoy la publicación de un seminario impartido por el Hº Jaume Ruiz Castro CM en la Parroquia de Sant Narcis de Barcelona sobre la Misión de la Iglesia. Estos textos nos ayudaran también a orar y reflexionar sobre la llamada de Jesús para cada uno de nosotros.

1. Concepto de Misión: La Misión es el acto de enviar a una persona o a un colectivo a realizar una tarea. Un ejemplo, lo vemos en la película de "Misión Imposible"; que una persona es enviada (Misión) para evitar que maten al presidente de los Estados Unidos (Trabajo a efectuar)

2. Clases de misiones: Desde los astronautas que van con la misión a (son enviados a) descubrir si hay vida en otros planetas hasta las que son más humanitarias.

 Misión humanitaria: Gente que partiendo desde su ideología, forma de ver las cosas, van a favor del desarrollo de los pueblos y a erradicar la pobreza, para que los pobres recuperen su dignidad como persona (ONG-D, cascos azules).

 Misión de la Iglesia: El objetivo es anunciar la Buena Noticia de Salvación y hay unos signos que dan credibilidad a este mensaje; y por lo tanto los proyectos sociales de los misioneros aunque contribuyen al desarrollo de los pueblos hay que situarlos en hacer efectivo el Evangelio.

Como cristiano observo al pobre como un hijo de Dios, un hermano mío que está privado de su dignidad y libertad y por eso lo tengo que socorrer; para que recupere su dignidad y libertad como hijo de Dios.

3. La Misión de Juan el Bautista:

- ¿Cuál es el trabajo misionero de Juan (Lc 1,76; Mc 1,2-3)?

- ¿Dónde tiene lugar la Misión (Mc 1,4)?

- ¿Qué dos Buenas Noticias comunica (Mt 3,2.11-12; Lc 1,77)?

- ¿Cómo consecuencia de la acogida de este Evangelio por la gente que le escucha que hace (Mt 3,5-6)?

- El Bautismo de Juan es signo de _________________________ y ________________________________ (Mc 1,4)


Conversión: En griego “metanoia”, que significa cambio de mentalidad (Cf. Ef. 4,23 - 24), de dirección en mi vida, abandonar aquel camino que aparentemente me conduce a la felicidad y acoger libremente, sin ser coaccionados el camino que me produce felicidad.



4. Cristo, el Misionero: Jesús es el enviado del Padre (Misión) para anunciar el Reino de Dios y salvarnos (Tarea)

5. Misión de la Iglesia: Jesús escogió a 12 para una Misión determinada: “Ser pescadores de hombres”, por lo tanto la Comunidad Apostólica fue constituida de cara a la Misión. Jesús envió a los 12 para anunciar el Evangelio y no para hacer Iglesia.

La Iglesia surge como una reorganización de los discípulos de Cristo para actuar con eficacia de cara a la Misión, siendo Pedro por disposición de Cristo el animador principal y coordinador de esta Misión . Toda la Iglesia es misionera y se siente enviada con Gozo por Cristo (Misión) a anunciar la Buena Noticia de Jesús a toda la humanidad y de una manera prioritaria a los pobres (Tarea) : "Jesús vino a evangelizar a los pobres y a los ricos como de paso" (San Vicente de Paúl XI, 56). La Evangelización del 15% de la humanidad que vive acomodada es para ayudar y apoyar la Evangelización de los pobres.

El programa misionero de Jesús proclamado en la Sinagoga de Nazaret (Lc 4,18-20) corresponde a una Evangelización integral, en el cual hay un anuncio y unos signos que dan credibilidad a este anuncio:

- He sido enviado a llevar la Buena Noticia a los Pobres.

- A dar libertad a los cautivos: Es la faceta que tiene acentuada la Orden la Merced, pero hay otros tipos de cautiverio que tiene la sociedad que nos impiden ser libres: el pecado, la droga, la pobreza...
- A dar luz a los ciegos: Mucha gente va ciega por el mundo, sin ningún tipo de criterio, tal como dice el refrán: "¿A dónde va Vicente? A donde va la gente". La misión de Jesús es lo que hizo con el ciego de nacimiento, es decir, dar luz y que descubra la verdad y que tenga sentido su vida, a pesar de las adversidades que pueden pasar.

- A poner en libertad a los oprimidos: La opresión es un tipo de cautiverio que tiene la sociedad. El Evangelio tiene que dar una respuesta a esas personas que se sienten el ombligo del mundo.

- Y a anunciar el año de gracia del Señor: Vendrá un día el Cielo Nuevo y la Tierra Nueva que todos anhelamos.

Jesús mandó a sus discípulos a anunciar la Buena Noticia del Reino con unos signos de liberación que verifican la autenticidad del mensaje (Lc 10,9.18-20), haciéndolos participar de una cierta pobreza (austeridad) incluso en los medios necesarios para anunciar el Evangelio (Lc 10,3-4).

Un ejemplo: Las mayor parte de los grupos que actúan en Terra Mítica tienen un Contrato Basura y por lo tanto va contra la dignidad de estas personas, la Evangelización que hace la Iglesia a través de las Obreras de la Cruz y los movimientos de laicos que tienen su campo en este terreno, tienen que dar una respuesta desde el Evangelio y combatir contra este tipo de contractos de trabajo.

Ahora vamos a ver el estilo de Comunidad Cristiana que nos presenta los Evangelios y las cartas de Pablo y su misión.


LA COMUNIDAD CRISTIANA DE EFESO

 La Comunidad Cristiana de Efeso (Ef. 2,19-22): está llamada a ser Santa (Ef. 4,1) y fundamentada en los Apóstoles y en el grupo de profetas- Es el Espíritu Santo que derrama sus dones y el amor de Dios a toda la Comunidad que está configurada a imitación de Cristo (Ef. 4,17-24) y de María como Santa e Inmaculada (Ef. 5,21-32)

 El grupo de los profetas: No son de ningún clan familiar, han recibido este don en el Bautismo, al encontrase el bautizado abierto al don de Dios (Ef. 4,8; Hch. 19,1-6)

Los dones son concedidos por Cristo mediante su Espíritu a la Iglesia para su organización y santificación y el don de profecía consiste en hablar bajo la inspiración de Dios, sobre cosas pasadas, presentes o futuras, no consiste en dar visiones de catrástofes, de finales del mundo, sino consolidar, edificar a la Comunidad Cristiana, para que sea fiel a Cristo. El Apóstol Pablo prefiere que todo cristiano tenga el don de Profecía para que al Iglesia sea verdaderamente fiel al Señor. Canalizan la gracia de Cristo por medio de la Oración (Sacramentales).

 Apóstoles: Como los grandes animadores y guardianes o centinelas de la Comunidad Cristiana, y son los administradores de la gracia de Cristo a través de los sacramentos.

 Sacramentos que se administran en la Comunidad de Efeso: Bautismo (Ef. 4,5; Ef. 5,26; Hch 19,1-6) – Confirmación (Ef. 1,13)– Eucaristía; Penitencia – Unción de enfermos (Ef. 1,7)

 Sacramentales o parasacramentos : Oración de Sanación y de liberación (perdón de pecados) (Ef. 1,7; Hch 19,11-20) y la bendición de los esposos (Ef. 5,21-32)


LA COMUNIDAD CRISTIANA EN LOS EVANGELIOS SINOPTICOS Y EN LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES

TEXTOS: Mt 10,1-4; 12, 1-14. 46-50; 16, 13-16.20; 20, 24-28; 18, 1-5; Mc 2, 23-3,6.13-19.31-35; 8, 27-30; 10, 41-45; 9,33-37.38-40; Lc 5, 1-11; 6, 12-16; 8,19-21;9,18-21.46-48.49-50; 22,24-27.

Como característica común: La Comunidad Cristiana es una Fraternidad donde la autoridad está al servicio de la Comunidad y que confiesa la fe de Pedro que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios que celebra el día del Señor y tiene su origen en el grupo de los Doce [y que no tiene el monopolio del Espíritu Santo] .

A) Una Comunidad fraterna (Mt 12,46-50 = Mc 3,31-35 = Lc 8, 19-21): En Mc 3,20-21.31-35 observamos que San Marcos juega con la palabra hermano; en la primera parte hace referencia a toda la parentela consanguínea de Jesús (Cf. Mc 3,20-21 con Gn 13,8; Gn 14,14-16) y en la segunda parte a los miembros de una misma tribu que entre ellos tenían este tratamiento de “Hermano” (Cf. Mc 3,31-35 con Num 8,26; Num 16,10; Num 36,2). En este sentido, la Comunidad Cristiana, es una Comunidad de Hermanos que se quieren bien que sigue y escucha a su maestro que es Cristo.

B) Que la autoridad está al servicio de los demás (Mt18,1-5; 20,24-28 = Mc9,33-37; 10,35-45 = Lc9,46-48; Lc 20,24-27): Después del segundo anuncio de la Pasión, Jesús empieza a tratar un tema que más adelante matizará con la ambición de Santiago y Juan (Cf. Mc 10, 35-45): Jesús les enseña que es el primero el que sirve a los demás empezando por los más pequeños, los marginados.

Santiago y Juan están ambiciosos , tienen la ambición de cogobernar con Jesús y uno de ellos que reciba todos los honores de Jesús (estar sentado a su derecha)

Jesús dice que su discípulo no debe preocuparse por mandar, sino por servir a los demás: Todos los discípulos de Jesús debemos servir a la Comunidad Cristiana según los dones que hemos recibido del Señor. Lo que realmente importa no es sentarse a la derecha o a la izquierda (tener algún cargo), sino ser un buen servidor de los demás.


SERVIR A LOS DEMÁS EN EL NOMBRE DE JESÚS ES EL CAMINO
QUE NOS CONDUCE AL PADRE
.


C) Que profesa la Fe de Pedro que Jesús es el Mesías (Mt 16,13-16.20 = Mc 8,27-30 = Lc9,18-21): Jesús quiere ir un poco más allá de un simple sondeo (Mc 8,27b-28); sabe de sobras lo que ponían o afirman sobre él (Cf. Mc 6,14-29); le interesa más bien la “Confesión de Fe” de Pedro, que es la de la Comunidad Cristiana que está en forma germinal en el grupo de los 12 que afirma que Jesús es el Mesías (Mc 8,29), anunciado en las Escrituras y esperado. Hay gente que viendo los signos quedan confundidos (Cf. Mc 3,1-6; 6, 1-6a; 8,18) y por este motivo los manda callar para que no tengan un concepto equivocado de Mesías (Cf. Mc 8,30). Es la Comunidad Cristiana, a la luz del Espíritu, que entiende y ve con claridad el mesianismo de Jesús (Cf. Mc 8,22-26)

D) Celebra el día del Señor (Mt 12, 1-14 = Mc 2,23-3,6 = Lc 6,1-11): Hay un factor humano que nos permite ver con buenos ojos tener un día de descanso: Si la persona trabaja los siete días, ha dado todo lo de si que puede dar y quedaría como abatido y esta realidad es la que proyectan en el primer relato de la Creación y sitúan el día de descanso en el séptimo día porque Dios descansó en este día (Cf. Ex 20,8-11). El segundo factor es la creación de un día ordenado para dar Gracias a Dios por la liberación del Pueblo de Israel esclavizado en Egipto (Cf. Dt 5,12-15), el culto en la Sinagoga va en esta línea y nuestra Eucaristía acomodando el texto del Dt 5 en la liberación que nos hizo Jesús va en la misma línea de Acción de Gracias.

Hay una tradición rabínica que se apoya en otros pasajes de las Escrituras: “Mirad que todo lo hago nuevo” (Ap 21,5) que afirma que Dios continúa trabajando y en esta tradición se apoya Jesús y San Juan en su Evangelio lo especifica (Cf. Jn 5,17) y esto es lo que entra en conflicto: Los fariseos, se preocupan más de su interpretación de la ley que la libertad de las personas; por eso no entienden la fuerza de la verdad que enseña Jesús, creen que podrán ganar con la violencia.

Para Jesús, la ley ayuda al hombre en hacer el bien y evitar el mal (son como unas muletas para caminar). En el caso que no tenga este fin y vaya contra la libertad y dignidad del hombre hay que desobedecerla aplicando la Caridad.

E) Tiene su origen en el grupo de “Los Doce” (Mt 10,1-4 = Mc 3,13-19 = Lc 6,12-16): En la Biblia cuando una persona sube al monte es para orar (Cf. Ex 19,3; Sal 15,1). Jesús fue a orar (Cf. Mc 3,13a) y después de orar llamó a los que quiso y les dio la consigna de que hiciese la misión de Jesús (Cf. Mc 3,13b-15): La elección de los 12, junto con la vocación de los primeros discípulos (Mc 1,16-20) y la misión prepascual (Mc 6,6b-13) tiene su importancia en la estructura de San Marcos para presentar el Nuevo Pueblo de Dios, del que ofrece ahora como primicias, en esos 12 discípulos (El Pueblo del AT tiene sus primicias en los 12 hijos de Jacob)

F) Y no tiene el monopolio del Espíritu Santo (Mc 9,38-40 = Lc 9, 48-50): Los que colaboran para que la liberación que ofrece Jesús sea posible trabajan con Jesús, están con Jesús, a pesar de que no sea de la pandilla oficial de Jesús. Los que ponen obstáculos a la liberación que ofrece Jesús trabajan contra Jesús, se alejan de Él.


Enumera las diferencias y semejanzas de tu Comunidad Parroquial
con la que nos describe los Evangelios Sinópticos.

EN EL EVANGELIO DE MATEO:

A) COMUNIDAD CRISTIANA:

TEXTOS: Mt 5-7; 8,23-27;9, 8.13; 13; 16,17-19;18; 19,12; 25; Mt 28,20

La Comunidad Cristiana es una Fraternidad donde la autoridad está al servicio de la Comunidad que vive la espiritualidad de las Felicidades del Reino, siendo Dios el criterio principal y orientador de nuestras vidas y el Reino como criterio de discernimiento del cristiano, con una gran preocupación por los pequeños de la Comunidad y algunos de sus miembros se han hecho célibes por amor al Reino de los Cielos.

Es una Comunidad donde se manifiesta la presencia de Jesús y su acción creadora y salvadora y que confiesa la fe de Pedro que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios que celebra el día del Señor teniendo en cuenta que el culto agradable a Dios se basa en las relaciones humanas, haciéndose prójimo del pequeño y tiene su origen en el grupo de los Doce, siendo Pedro el que tiene la máxima autoridad por parte de Jesús de coordinar y animar la acción de la Iglesia y en especial de canalizar la Misericordia de Dios (Mt 16, 17-19) , y este poder de perdonar pecados Dios se lo ha dado a toda la Comunidad (Mt18, 15-18) y en especial a unas cuantas personas que certifica la readmisión del pecador público que temporalmente estuvo expulsado de la Iglesia.

Es una Iglesia donde el grupo de profetas tiene su propia función y acogiendo a un profeta se acoge a Cristo (Mt 10,40-42) y que tiene un cierto peligro que se infiltren los falsos carismáticos que tienen como finalidad destruir, en lugar de construir, a la Comunidad Cristiana (Mt 7,15)

Diferencias y semejanzas entre tu Comunidad Parroquial
o tu grupo con la Comunidad de Mateo.

B) MISIÓN:

TEXTOS: Mt 10,1-11,6; 24; 28,16-20.

Mateo refleja la situación caótica en que está viviendo su Comunidad y la traslada a la época de Jesús para encontrar respuesta al problema que está viviendo en sus carnes: nos encontramos delante de una Iglesia perseguida (Mt 10,16-25) tanto en el seno del judaísmo como por los romanos sobretodo con la aparición de los falsos predicadores (Mt 7,15-20; 24,5) que pretenden confundir a los cristianos sencillos y humildes. Esta Iglesia continuará siendo perseguida con sus tribulaciones y amenazas que pretenden hundirla (Mt 24) y nos exhorta que nos mantengamos fieles y que anunciemos, a pesar de estas adversidades con ilusión el Evangelio (Mt 24,14)

A) La Misión de los 12 (Mt 10,1.5-15): En los paralelos de este pasaje hay el detalle del envío por parejas, que es como un certificado de garantía que se ha hecho la Misión con todos los incidentes que ha pasado. Mt 11,2-6 es un breve resumen de todo lo expuesto en el capítulo 10.

- ¿Qué poder dio Jesús a los doce?

- ¿A dónde los envía?

- ¿Cuál es el contenido de la predicación?

- ¿Cuáles son los signos de austeridad que presentan?

- ¿Cuáles son los signos de liberación que dan credibilidad a la Predicación?


La Hospitalidad (Mt 10,12-14): Es un elemento cultural del judaísmo, el ser hospitalario; pero va más allá de compartir con el acogido techo, mesa y cama ya que es un signo de comunión con él, al compartir su misma ideología, sus mismos sentimientos y en el caso que venga un representante es hacer lo mismo con el que le ha enviado (Cf. Mt 10,40-42). En el caso de rechazo (v14) era considerarlo como un pagano y hacían el mismo gesto de cuando venían los judíos de un país pagano: quitarse el polvo de los pies para no hacer impura la Tierra Santa.

Algo parecido me pasó este verano con unos Testigos de Jehová que los invité a mi casa para comentar un artículo de su revista. Al cabo de hora y media de charla me negaron que yo les diese un vaso de agua, porqué no se sentían acogidos por la forma de interpretar los textos bíblicos que teníamos una diferencia de 360º. Ellos no se sintieron acogidos, tal como lo entiende un judío.

B) En un clima de persecución (Mt 10,16-25): Voy a poner dos ejemplos actuales que reflejan esta situación y que se puede aplicar aquella máxima de los Padres de la Iglesia que dice: “La Sangre de los Mártires es semilla de Cristianos”. Estos son los casos:

B1) Un testimonio de un vilanovés encarcelado por defender desde su fe la dignidad de los trabajadores: Guillén Rovirosa Albet (Vilanova i la Geltrú 1897- Madrid 1964) fue el fundador de la Hermandad Obrera de Acción Católica – HOAC- en Madrid (1946), la cual pretende dar una solución desde la fe a la problemática del mundo laboral y uno de los compromisos llevados desde la Fe fue la creación del sindicalismo como derecho de asociación de los trabajadores para velar por la dignidad del trabajador. El ambiente socio - político - religioso de la época hizo que Guillén y la HOAC sufriesen persecución y encarcelamiento por parte de las autoridades civiles y religiosas tildándolo de Comunista, a pesar de que sus enseñanzas estaban fundamentadas en el Evangelio y en las encíclicas sociales de los Papas.

Como dato positivo: En los años 60, la HOAC influyó en la dictadura para que el trabajador, una vez jubilado, no quedase con las manos vacías siendo retribuido y fue cuando se instituyó el primer sistema de pensiones estatal en España.

Haciendo un poco de Memoria histórica hay que reconocer que la HOAC que ha recogido la Doctrina Social de la Iglesia, fue la plataforma legal para acceder a la política y con ella se formaron algunos políticos y sindicalistas que iniciaron la transición española a la democracia, bajo la mano del cardenal Tarancón y algunos llegaron a ser presidentes del Gobierno: Camacho y Méndez (UGT), Gutiérrez (CCOO), Felipe González (PSOE), Adolfo Suárez (UCD y fue el fundador del Sindicato de Estudiantes Universitario SEU), entre otros. Todos ellos guardan un buen recuerdo de su paso por la HOAC, algunos continuaron creyentes y otros agnósticos o ateos críticos con la Iglesia, cuando en su formación dentro de la HOAC con el sistema de revisión de vida hacían un diagnóstico de la sociedad, lo juzgaban desde la fe y buscaban solución y su compromiso para afrontarlo como cristiano, si era denunciable.

B.2) Fusilados por una guerrilla pagada por Estados Unidos: Predicar el Evangelio puede ir contra los intereses creados por los países que protagonizan una colonización comercial y no quieren que los pobres salgan de su pobreza. Es el caso del claretiano español P. Ángel Blanco que fue asesinado por la guerrilla en Colombia en 1996 por montar una Biblioteca en una aldea pobre (Hacer una Biblioteca proporciona que un pueblo, una ciudad, un barrio llegue al alcance de la cultura y salir de su ignorancia)

El otro caso tuvo lugar el 16 de Noviembre de 1989, que fueron asesinados en la Republica del Salvador Monseñor Oscar Romero y seis Jesuitas por defender la dignidad y los derechos del pueblo salvadoreño que estaban pisoteados. Mons. Romero es considerado por los salvadoreños como un Santo y una gran multitud de gente van a rezar delante de su tumba pidiendo su intercesión (leer la denuncia del profeta Amós 4,1-3 y confortarla con este hecho)

Decía Pablo VI que la evangelización llega a la transformación de las estructuras sociales (EN 23) y en algunos países los misioneros son perseguidos ya que el ambiente social que respira aquel país e influenciada por políticas norteamericanas frena el desarrollo de los pueblos, dar cultura a los pobres y erradicarlos de su pobreza.

C) La Misión postpascual (Mt 28,16-20): El relato está enmarcado en el día de la Ascensión y hay un detalle que se nos puede pasar inadvertido: “Se fueron a la Montaña que Jesús les había indicado” (Mt 28,16). La montaña es signo del lugar del encuentro con Dios para adorarlo y depositar confianza absoluta en Dios, en ese Emmanuel (Mt 1,23; 28,20) que está presente en el Seno de la Comunidad, a pesar de las dudas que se nos puede generar la Fe.

La Misión deja de tener un carácter popular o interina (al Pueblo de Israel), y lo tiene de carácter universal (Ad Gentes), para que todo el mundo se haga discípula de Cristo : la salvación ya no es exclusiva de los judíos, es ofrecida a todas las naciones.

La Misión consiste en Bautizarlos en el nombre de Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo y sobretodo enseñándoles a guardar todo lo que os he enseñado, es decir, vivir el Sermón de la Montaña que en las Palabras de Pablo es la Vida en el Espíritu, haciendo realidad en el seno de la Iglesia que ella viva el Reino de Dios y con sus signos de liberación que lo acredita (Mt 10,1.8; 11,2-6), sufriendo persecución por agentes internos (falsos profetas) y externos a la Comunidad Cristiana.

La vocación y Misión de la RCC tiene heredada esta Misión, de que el bautizado viva esta Vida en el Espíritu, recibiendo la gente la efusión del Espíritu, un bautismo del Espíritu Santo y fuego (Mt 3,11)

El fuego, medio de purificación menos material y más eficaz que el agua, ya simbolizaba en el Antiguo Testamento la intervención soberana de Dios y de su Espíritu para purificar las consciencias (Is 1,25; Zac 13,9, etc.)

Asegurando Jesús su presencia en la Iglesia (Mt 1,23; 18,20; 28,20) hasta el día que llegue el Reino de Dios en toda su plenitud (Mt 25), ya que en estos momentos se encuentra en su fase inicial y es criterio de discernimiento de todo cristiano (Mt 13)

- ¿A dónde serán enviados?

- ¿Cuál es el trabajo a realizar?

Guardar lo que Jesús nos ha enseñado, es vivir con coherencia el Evangelio, es decir, hacerlo vida (Cf. 1Co 9,14), poner en practica con la ayuda de Dios, la Carta Magna del Cristianismo [El Sermón de la montaña]



EN EL EVANGELIO DE MARCOS:

A) COMUNIDAD CRISTIANA:

En el Evangelio de Marcos, no se ve reflejada directamente una Comunidad Cristiana Carismática y con su posible problemática como refleja Mateo en su Evangelio, ya que está escrito para la iniciación cristiana de la persona y acabado el catecumenado se bautiza.

A pesar de esto hay una serie de señas que hay carismáticos dentro de la Comunidad como las señales que acompañan al neófito (ver Mc 16,17) y los mismos apóstoles tienen poder de expulsar demonios y también el Espíritu Santo ha repartido dones fuera de la Comunidad (Mc 9,38-40)

La descripción de la Comunidad Cristiana de Marcos es: La Comunidad Cristiana es una Fraternidad donde la autoridad está al servicio de la Comunidad y que confiesa la fe de Pedro que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios que celebra el día del Señor y tiene su origen en el grupo de los Doce y que no tiene el monopolio del Espíritu Santo.

B) MISIÓN: Sólo voy a tratar la Misión postpascual (Mc 16,14-20; Mc 1,1) Aunque Marcos reconoce que la Comunidad Cristiana no tiene el monopolio del Espíritu Santo y el texto a tratar es elaborado en el siglo II, queda reflejada aquella postura que siglos más tarde Santo Tomás de Aquino recogerá en la Suma: “Fuera de la Iglesia no hay Salvación” . Es el sentir de la Iglesia en una época de persecución.

Es preciso hacer el esfuerzo de resituar el texto en el contexto histórico en que fue escrito y que expresa una vivencia de la Comunidad Cristiana, que dio lugar a un tipo de religiosidad y de interpretar la Revelación..

El Concilio Vaticano II recupera la posición inicial de Marcos reconociendo que hay semillas del Verbo esparcidas por todo el mundo: Un budista, un ateo puede amar hasta el extremo como Cristo nos amó, entonces con sus obras está haciendo una Confesión de Fe en Dios (Cf. 1Jn 4,8.16; Sant 2,14-18) y una vez que conozca a Jesucristo lo podrá verbalizar (profesar la fe en el Dios uno y trino que es amor). Recordemos que al final de la vida seremos examinados en el amor (Cf. Mt 25,31-46) La condena está en la negación de amar al prójimo, ya que nos estamos negando a amar a Dios.

- ¿Cuántas personas envía Jesús?

- ¿A dónde los envía?

- ¿Cuál es su ministerio o trabajo?

- ¿Cuál es el contenido de este anuncio (Cf. Mc 1,1)?

- Signos que dan credibilidad a la predicación:

- ¿Cuál es la reacción de los que acogen el mensaje?

- En tu vida: ¿Con quién tienes que contar para que tu apostolado sea fecundo?



La persona que acoge a Cristo, hace de él un estilo de vida, dando signos que lo imita (se ha convertido) y se hace cristiano.

EN EL EVANGELIO DE LUCAS Y EN LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES:

A) COMUNIDAD CRISTIANA:

TEXTOS: Lc 4,18-22; Hch 2,37; Lc 15; Hch 2,42-47, Hch 6,1-7; Hch 17

La Comunidad Cristiana es una Fraternidad formada principalmente por pobres y que viven oprimidos que se dirigen al Padre en la oración con un espíritu de sencillez y humildad. Es una Comunidad carismática donde la autoridad está al servicio de la Comunidad, siendo Pedro la máxima autoridad de la Iglesia.

Es una Comunidad que confiesa la fe de Pedro que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios y que Dios es Padre de la Misericordia; y que celebra el día del Señor y tiene su origen en el grupo de los Doce y que no tiene el monopolio del Espíritu Santo.

Es una Comunidad que tiene cuatro elementos que constituye su propia identidad (Catequesis, Oración, Eucaristía y compartir los bienes), constituida como exigencia de la Misión, para hacer con eficacia el mandato de Jesús, con capacidad creativa y de adaptación a los nuevos retos de la Misión.

B) MISIÓN:

A) La misión de los pastores (Lc 2,1-20): He querido recoger el relato del Nacimiento de Jesús por qué hay un retrato de la Comunidad Lucana y su misión.

San Lucas enmarca el nacimiento de Jesús dentro de la historia universal, la del Imperio Romano. En relato hay algo más que un simple empadronamiento: En la época de César Augusto había paz en todo el Imperio Romano y de una manera igcónita nace el Príncipe de la paz (Is 9,5), en aquel pequeño rincón del mundo, la ciudad de Belén. También pasó inadvertido a los habitantes de Belén, era una familia que vino para el censo, le cumplió el tiempo de parto a una mujer galilea que no encontró a nadie que la acogiera y que parió en un establo de una posada (Cf. Jn 1,10b –11), sólo lo acogieron los que creyeron en él (Cf. Jn 1,12), la gente humilde, sencilla, los pastores (2,8 - 19). La tradición popular belenista lo confirma al añadir en el establo dos animales que no aparece en el relato, estos animales son el buey y la mula (aunque en el texto bíblico aparece un asno) La tradición se inspira en el profeta Isaías que nos dice: “Hijos crié y saqué adelante, y ellos se rebelaron contra mí. Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Pero Israel no conoce, mi pueblo no discierne” (Is 1,2 - 3). En definitiva, San Lucas nos ha “pintado” el texto de San Pablo: “Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de enriqueceros con su pobreza” (2Co 8,9)

Verificación del cumplimiento de las Escrituras:

El anuncio a los pastores (2,8 - 20): Vamos a ver como San Lucas trasforma el acontecimiento de la visita de los pastores en una celebración litúrgica – carismática , por tres motivos:

- Hay una proclamación de la Palabra (2,10).

- Esta palabra hoy se cumple (Lc 2,11 Cf. Lc 4,21): Hace eco en los pastores, es decir, en una personas que estaban mal vistas por las autoridades religiosas de Israel, y eran contados entre “los pecadores”; y la palabra actúa en ellos (Cf. Hb 4,12), se sienten enviados a verlo y anunciar lo que han visto (2,17) después de anunciarlo vuelven a donde estaban alabando a Dios (2,20)

- Los ángeles glorifican a Dios (2,13 – 14).

La actitud de María es de una mujer orante, transforma este acontecimiento de la visita de los pastores en oración (2,19).

En los Hechos de los Apóstoles 13,1-3, Lucas sitúa el envío de Pablo y Bernabé en el contexto de una celebración eucarística y en Lucas 10,21 observamos como Jesús hace una acción de gracias al Padre por haber revelado a los sencillos, a la gente humilde. Esta oración tiene su eco en el anuncio del Ángel a los pastores (Lc 2,10), creyeron en ella, la vieron cumplida y se van a anunciar la Buena Noticia que ha nacido el Salvador..

B) La misión de los 72 (Lc 10,1-12.17-20): Hubo un predicador que dijo: “El Domingo pasado oímos en el Evangelio como Jesús hizo una experiencia piloto con los 12 (Lc 9,1-6) y como le fue bien osó de enviar a 72 que es el tema del Evangelio de la Misa de hoy”. Actualmente esta posición queda descartada aunque la literalidad del texto lo permite hacer. Los biblistas afirman que hay una fusión de horizontes: Sitúan la Comunidad Lucana en la época de Jesús; por eso el contenido de la predicación es el Reino.

Recordemos que 72=12 X 6 y por lo tanto es la Iglesia (12 simboliza el Pueblo de Dios) que es enviada por Jesús a predicar hasta que el Mesías venga por segunda vez.

Situando al Cristianismo como un grupo más del judaísmo, con una fe similar a la del fariseo y viendo que los destinatarios de esta Misión es al Pueblo judío, podemos decir que es una Missio Ad Populum (Misión Popular)

- ¿Quién hace la llamada de los 72?

- ¿Cómo les envía?

- ¿a dónde les envía?

- Recuerda: La Oración es fundamental para el Cristiano y sobretodo cuando tiene que hacer alguna tarea.

- ¿Encontrarán dificultades en la predicación?

- ¿Van con austeridad y sencillez?

- ¿Qué predican?

- ¿Hay signos que dan credibilidad a la predicación?

- ¿Está reflejada la hospitalidad de los destinatarios?

- ¿Fue un fracaso la Misión?

C) La Misión de después de Pentecostés (Hechos de los Apóstoles): San Lucas sitúa el envío de la Comunidad Cristiana en el día de Pentecostés (Hch 1,8), donde hubo una conversión masiva al escuchar el anuncio de un Cristo muerto y Resucitado (Hch 2,29-41; 10, 37-43; 1Co 1,18-25) como centro de la fe Cristiana (1Co 15,17)

Hay unos signos de credibilidad sobre esta predicación, voy a citar unos cuantos: Curación de un paralítico (Hch 3,1-10; 14,8-18); Pablo y Silas salieron de la cárcel por intervención de un ángel (Hch 16,25-40); o el mismo Pablo que resucita a un joven que se murió al caerse de una ventana cuando oía una Eucaristía presidida por Pablo (Hch 20,7-12).

El mandato de proclamar el Evangelio se adapta según las circunstancias de la Misión: En primer lugar tienen que hacer una división de funciones y crear el ministerio de la caridad para que los marginados sean atendidos en sus necesidades materiales (Hch 6,1-7)

Tras la Conversión de Pablo hay un reconocimiento expreso por la autoridad que Pablo tendrá como misión prioritaria la Evangelización de los gentiles –Missiones Ad Gentes- y Pedro la Evangelización de los judíos (Ga 2,8), donde se generará una serie de problemas por motivo de la circuncisión (para Pablo, los gentiles no estaban obligados) y se hace una Asamblea en Jerusalén para buscar una norma de Convivencia (Ga 2,1-7.9 = Hch 15,1-29; 16,4)

La Misión de Pablo es itinerante; pero cuando surge en el territorio, ciudad o pueblo misionado una Comunidad Cristiana, ordena a uno de Obispo para que se encargue de la animación y que ellos perseveren en la FE, como fue el caso de Timoteo (2Tim 1,6), que por el contenido de la Primera Carta vemos que supo trabajar muy bien y sacar vocaciones para sacerdotes, diáconos, ministerio de la Caridad y luchar contra los pseudos-predicadores.

Pablo tuvo bien en cuenta la cultura del destinatario y respectarla para hacer suyo aquellos elementos que se pueden iluminar desde la fe Cristiana para anunciar a Jesucristo (Hch 17), de tal manera que la Fe no sea una cosa impuesta desde afuera, sino que surja desde el interior de esa cultura, es lo que actualmente se llama inculturación.

La misión que se desarrolla en este libro de los Hechos, es el modelo que la Iglesia ha recuperado a la luz del Concilio Vaticano II.


Busca algunos elementos culturales de tu Barrio, de tu calle, de tu casa, de tu bloque de pisos que tu puedas iluminar a la luz del Evangelio.

Oración antes del trabajo / Enviada por Viviana



Padre Celestial, al entrar en mi lugar de trabajo, deseo invocar Tu Presencia, para darte gracias por este nuevo día.Te pido Tu paz, Tu gracia, Tu misericordia y Tu orden perfecto para esta empresa. Te pido que bendigas todo lo que se hable, piense, decida y haga dentro de estas paredes.

Bendice mis proyectos, ideas y todo lo que realice, para que aún mis más pequeños logros sean testimonio de tu gloria.
Bendice, Señor, a mis jefes, compañeros, clientes, y a todas las personas que este día se relacionen conmigo.

Renueva mis fuerzas para hacer mi trabajo de la mejor forma posible.En este día te pido, Señor, un corazón generoso para atender con amabilidad a todas las personas y no ser indiferente a sus necesidades.
Ojos para descubrir lo mejor en los que me rodean.
Una boca que sonría con frecuencia, que diga frases optimistas y que enmudezca para los rumores y palabras ofensivas.
Dos manos que trabajen honradamente y con entusiasmo, para satisfacer las necesidades de mi familia y mías.
Mente abierta a todas las ideas, para pensar bien de los demás y entender sin prejuicios a los que piensen distinto a mí.

Especialmente, Señor, dame una fe profunda para creer en Tu palabra y una voluntad decidida para actuar correctamente y hacer el bien.
Señor, cuando esté confundido(a) guíame, cuando me sienta débil, fortaléceme, cuando esté cansado(a) lléname con la luz del Espíritu Santo.Te pido que en este día el trabajo que haga y la manera cómo lo haga, esté de acuerdo con Tu palabra y Tus mandamientos.Y te pido, Señor, que cuando termine mi trabajo de hoy, me conduzcas con seguridad hasta mi destino.

Bendice mi familia y cuida mi hogar para que todas mis cosas estén como las dejé cuando salí de casa.Señor, te agradezco por todo lo que has hecho en mi vida, lo que haces y lo que harás.En el nombre de Jesús, te doy las gracias por los dones con que me bendecirás el día de hoy. Ayúdame a usarlos con responsabilidad en Tu honor. Amén.

Dejarme encontrar por Cristo / Autor: P. Fernando Pascual LC



Cristo recorre los caminos del mundo. Busca hoy, como lo hizo hace 2000 años, corazones heridos, corazones hambrientos, corazones necesitados, corazones vacíos.

Ofrece amor, regala paz, resucita entregas, provoca santidades. Limpia, sana, dignifica a hombres y mujeres zarandeados por la vida, hundidos en el pecado, abatidos por la tristeza, marginados o rechazados por sociedades llenas de egoísmo y vacías de esperanza.

También a mí me tiende una mano, me persigue con “lazos de amor” (Os 11,4), me libra del poder del maligno, me viste con una túnica blanca, me invita al banquete del Reino.

Necesito dejarme encontrar por Cristo, permitirle entrar en mi vida, dejarle las puertas abiertas para que pueda decirme lo mucho que me ama.

Lo necesito de veras, desde lo más profundo de mi alma. Porque “lo que el mundo necesita es el amor de Dios, encontrar a Cristo y creer en Él” (Benedicto XVI, “Sacramentum caritatis” n. 84). Porque Cristo “no sólo es un ser humano fascinante... es mucho más: Dios se hizo hombre en Él y, por tanto, es el único Salvador” (Benedicto XVI, discurso a los jóvenes en Asís, 17 de junio de 2007).

Cristo recorre los caminos del mundo. Hoy puedo abrir los ojos para descubrirle, para sentir su mirada de Amigo bueno. Hoy puedo escuchar su voz serena, profunda, divina, que me repite: “No te condeno... porque he venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido...” (cf. Jn 8,11; Lc 19,10).

Hoy me susurra con cariño eterno: “Sí, vengo pronto”. Desde lo más profundo de mi alma le respondo, con la fuerza de los santos de la Iglesia santa: “¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!” (Ap 22,20).

Un niño de 4 años nos pide oración porque tiene cáncer



Mi nombre es Leonardo Uriel Gallego pero me dicen Leito, vivo en Argentina, en la Patagonia, más precisamente en la provincia de Rio Negro, en la ciudad de Allen, tengo 4 años y la vida me enfrentó a un cáncer óseo sumamente maligno y hoy necesito que me ayudes mas no con listas de contactos para bases de datos o dinero o nada por el estilo.

Sólo te pido un minuto de tu amor, tu misericordia y fe pues me dijeron que si muchas personas piensan en que voy a sanar y le piden a Dios seguramente Él va a escuchar, desde ya te agradezco y si puedes reenviar este correo más gente me va a conocer y va a pedir por mí.

P/d: este mensaje lo escribimos mi papá que me ama con toda su alma y yo. No me olvides por favor.

Nunca, María, una mujer como Tú / Autor: Padre Javier Leoz



Nunca, María, una mujer como Tú
sin decir nada, dijo tanto.
Vale más, tu actitud de escucha,
que mil palabras.
Hablan más tus obras
que un libro de multitud de páginas.

Nunca, María, nadie como Tú
dijo tanto en tan poco espacio de tiempo.
Con un ¡Si!, comenzó Dios a hacerse grande en tu seno
Con un ¡Sí!, germinó Jesús en tus entrañas
Con un ¡Sí!, Belén preparó humilde morada al Niño

Sí, María;
tus hechos fueron más elocuentes que tus dichos.
Tu sencillez más certera que tus palabras
Tu silencio el secreto más profundo
de tus galanteos con el Espíritu.

Si, María;
enseñanos el difícil arte
de decir poco y hacer mucho.

Sí, María;
enséñanos a ahorrar palabras
y regalarnos en gestos.

Si, María;
enséñanos a construir la escuela del silencio
el aula de la paz y de la mansedumbre
el desierto de la calma y el misterio
el oasis donde Dios, de forma determinante,
habla para quien lo busca.

Amén.

martes, 7 de agosto de 2007

San Cayetano, patrono de los que buscan aumentar su fe en la Providencia



Nació en Vicenza (Venecia) en 1480. Pertenece a una familia noble, su madre lo consagró a Jesús antes de nacer, por eso se llama Cayetano de santa María. Desde niño frecuentó la Iglesia. En 1504 se graduó en jurisprudencia en la Universidad de Padua. Luego va a Roma y el Papa Julio II lo nombró Protonotario apostólico y Camarero Pontificio. En 1516 es ordenado sacerdote y entra en la Cofradía del Divino Amor. Al regresar a Vicenza se unió a un grupo de gente devota a los cuales prepara para atender a enfermos incurables. Gasta su fortuna personal haciendo obras de misericordia.

Siendo sacerdote, orando tiene una visión donde se le aparece la Virgen que le ponía al niño Jesús en sus brazos. En Roma funda una congregación de clérigos, conocida como los Teatinos, por haber sido el primer superior el obispo de Teati y que después fue elegido papa con el nombre de Paulo IV.
Lucha por los pobres y enfermos y contra las herejías.
Murió en Nápoles en 1547. Es proclamado santo por el papa Clemente X en 1671.Su cuerpo yace en la Iglesia de San Pablo.

Patrono
De los miembros de la Congregación de los clérigos regulares, de los que buscan aumentar su fe en la divina Providencia

Protector
De aquellos que buscan trabajo y de los negociantes para el buen éxito de sus empresas.

Identificativo principal:
Tienen en sus brazos al Niño Jesús y una vara de lino, símbolo de la fuerza.

Identificativo secundario:
la espiga de trigo, símbolo del pan y del trabajo que se pide a Dios por su intercesión.

Fecha litúrgica: 7 de agosto

Asombroso
Orando se le aparece Jesús que lo invita a poner sus labios en la llaga del costado para que gustase la inefable suavidad de su amor divino. Estando enfermo su médico le ordena suavizar las penitencias y dormir en una cama blanda, por lo que Cayetano le responde: "si mi Jesús murió en el duro leño de la cruz, dejadme morir siquiera en un lecho de paja". Recibe los últimos sacramentos y tiene un éxtasis donde se le aparece la Virgen acompañada de ángeles y allí muere.

ORACIÓN I

Oh Dios, que diste al bienaventurado Cayetano, tu confesor, la gracia de imitar la vida de los apóstoles; concédenos, por su intercesión y ejemplo, la gracia de poner en Ti toda nuestra confianza, y desear solamente las cosas celestiales. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN II

¡Oh glorioso San Cayetano Padre de la Providencia! , no permitas que en mi casa me falte la subsistencia y de tu liberal mano una limosna te pido en lo temporal y humano.
¡Oh glorioso San Cayetano!, Providencia, Providencia, Providencia.
(Aquí se pide la gracia que se desea conseguir)
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jaculatoria. Glorioso San Cayetano, interceded por nosotros ante la Divina Providencia.

ORACIÓN III

¡Oh glorioso San Cayetano! Aclamado por todas las Naciones; Padre de Providencia, porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades. Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.
Santísima Trinidad ¡Oh Divina Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento.
Concédenos la salud, llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud que guie nuestro destino. Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío. Tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último momento.

ORACIÓN IV

Glorioso San Cayetano, aclamado por todos los pueblos padre de providencia porque socorres con grandes milagros a cuantos te invocan en sus necesidades: acudo a tu altar, suplicando que presentes al Señor los deseos que confiadamente deposito en tus manos.(Aquí se expresan las gracias que se desea obtener)
Haz que estas gracias, que ahora te pido, me ayuden a buscar siempre el Reino de Dios y su Justicia, sabiendo que Dios (que viste de hermosura las flores del campo y alimenta con largueza las aves del cielo) me dará las demás cosas por añadidura. Amén.

sábado, 4 de agosto de 2007

Vanidad de vanidades /Autor: Raniero Cantalamessa, ofmcap



Publicamos el comentario del padre Raniero Cantalamessa, ofmcap. -predicador de la Casa Pontificia- a la liturgia de mañana domingo.

* * *

XVIII Domingo del Tiempo Ordinario (C)
Eclesiastés 1,2;2,21-23; Colosenses 3, 1-5.9-11; Lucas 12, 13-21

El Evangelio del domingo arroja luz sobre un problema fundamental para el hombre: el del sentido de actuar y trabajar en el mundo, que Qohélet en la primera lectura [Eclesiastés] expresa en términos desconsoladores: «¡Vanidad de vanidades, todo es vanidad! ¿Qué saca el hombre de toda la fatiga con que se afana bajo el sol?».

Uno entre la gente pidió a Jesús que interviniera en un litigio entre él y su hermano por cuestiones de herencia. Como a menudo, cuando presentan a Jesús casos particulares (si pagar o no el tributo al César; si lapidar o no a la mujer adúltera), Él no responde directamente, sino que afronta el problema en la raíz; se sitúa en un plano más elevado, mostrando el error que está en la base de la propia cuestión. Los dos hermanos están equivocados porque su conflicto no deriva de la búsqueda de la justicia y de la equidad, sino de la codicia. Entre ellos ya no existe más que la herencia para repartir. El interés acalla todo sentimiento, deshumaniza.

Para mostrar cuán errónea es esta actitud, Jesús añade, como es su costumbre, una parábola: la del rico necio que cree tener seguridad para muchos años por haber acumulado muchos bienes, y a quien esa misma noche se le pedirán cuentas de su vida.

Jesús concluye la parábola con las palabras: «Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios». Existe también una vía de salida al «todo es vanidad»: enriquecerse ante Dios. En qué consiste esta manera diferente de enriquecerse lo explica Jesús poco después, en el mismo Evangelio de Lucas: «Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón ni la polilla; porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón» (Lc 12, 33-34). Hay algo que podemos llevar con nosotros, que nos sigue a todas partes, también después de la muerte: no son los bienes , sino las obras; no lo que hemos tenido, sino lo que hemos hecho. Lo más importante de la vida no es por lo tanto tener bienes, sino hacer el bien. El bien poseído se queda aquí abajo; el bien hecho lo llevamos con nosotros.

Perdida toda fe en Dios, hoy con frecuencia muchos se encuentran en las condiciones de Qohélet, que no conocía aún la idea de una vida después de la muerte. La existencia terrena parece en este caso un contrasentido. Ya no se usa el término «vanidad», que es de sabor religioso, sino el de absurdo. «¡Todo es absurdo!». El teatro del absurdo (Beckett, Ionesco), que floreció en las décadas posteriores a la guerra, era el reflejo de toda una cultura. Los que evitan la tentación de la acumulación de las cosas, como ciertos filósofos y escritores, caen en algo que tal vez es peor: la «náusea» ante las cosas. Las cosas, se lee en la novela La náusea de Sartre, están «de más», son oprimentes. En el arte, vemos las cosas deformadas, objetos que se aflojan, relojes que cuelgan como el salchichón. Se le llama «surrealismo», pero más que una superación, es un rechazo de la realidad. Todo exhala putridez, descomposición. ¡El abandono de la idea del cielo ciertamente no ha hecho más libre y alegre la vida en la tierra!

El Evangelio del domingo nos sugiere cómo remontar esta peligrosa pendiente. Las criaturas volverán a parecernos bellas y santas el día en que dejemos de querer sólo poseerlas o sólo «consumirlas», y las restituyamos al objetivo para el que nos fueron dadas, que es el de alegrar nuestra vida aquí abajo y facilitarnos alcanzar nuestro destino eterno. Hagamos nuestra una oración de la liturgia: «Enséñanos, Señor, a usar sabiamente los bienes de la tierra, tendiendo siempre a los bienes eternos».