No tengo todo lo que quiero, pero le doy gracias a Dios por lo que tengo. El salario apenas me alcanza para pagar las cuentas, pero gracias a Dios que por lo menos tengo un trabajo humilde para ganar el sustento.
Los problemas se me han venido multiplicando como si fueran mágicos, pero gracias a Dios tengo paciencia y fortaleza para sobrellevarlos.
A veces creo que no podré seguir adelante con tanto conflicto, pero le doy gracias a Dios porque cada mañana siento dentro de mi corazón que sí puedo.
Los años han ido pasando rápidamente, mi piel esta un poco arrugada, y mis cabellos se están poniendo blancos, pero le doy gracias a Dios por la alegría que siento de vivir.
Cada día le doy gracias a Dios por los conflictos que pude resolver, por los
problemas que pude superar, por la enfermedad que pude soportar, por el odio que se transformó en amor, por la soledad que pude sobrellevar.
Cada día lo bendigo por haberme enseñado a decir gracias.
Oración:
Muy frecuentemente se me olvida Señor, que poseo una infinidad de gracias, dones y talentos que me hacen la criatura mas feliz de la tierra.
Se me olvida agradecerte por el bien que me has hecho y acabo enojado por lo que no poseo.
Señor concédeme un corazón más agradecido y menos quejumbroso.
Moraleja:
Cada día lo bendigo por haberme enseñado a decir gracias.
Oración:
Muy frecuentemente se me olvida Señor, que poseo una infinidad de gracias, dones y talentos que me hacen la criatura mas feliz de la tierra.
Se me olvida agradecerte por el bien que me has hecho y acabo enojado por lo que no poseo.
Señor concédeme un corazón más agradecido y menos quejumbroso.
Moraleja:
Revisa tu vida. Puedes darte cuenta de las bendiciones. ...
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