Os cuento todo esto para que no penseis que yo estaba alejada de la Iglesia, sino más bien era todo lo contrario. Nunca he dejado de ir a Misa un Domingo y en vacaciones íbamos en familia muy a menudo también a diario.Además me confesaba con frecuencia. De verdad, con el corazón os digo, que yo creía que "eso" era lo que el Señor quería de mi, lo que esperaba de mi. Creía que ser cristiana, en mi vocación al matrimonio, consistía en hacer todas esas cosas.
¡Vaya sorpresa me dió el Señor!!!!Y es que no se trata de eso.Es decir:Se trata de mucho, mucho más que eso...Él lo quiere TODO. Habeis leído bien:TODO es TODO. Todo tu tiempo, toda tu vida, toda tu alma, todo lo que eres, todo tu ser. Da igual cuál sea tu vocación: casado, monje, sacerdote.Da igual. No se trataba de "voy a dedicarle a Dios todos los días un cuarto de hora...ni media hora, ni tres horas, ni 23 horas 59 minutos..":Se trata de que TODO tu tiempo es SUYO, TÚ ERES SUYO.
Es dificil describir con palabras un conversión radical.Muchos de los que lo hemos vivido usamos instintivamente la metáfora de ser tomado en brazos y "arrastrado hacia el fondo"...tocar fondo. Comprendes entonces que has quedado profunda y radicalmente adherido a Cristo.Todo es pura Gracia.Ya no hay preguntas, ya no hay dudas, ni tinieblas, ni te preguntas ya por el sentido de las cosas...Él da sentido ya a todo, en realidad Él es ya el ÚNICO SENTIDO DE TODO. Comprendes ahora lo que significa: YO SOY EL CAMINO,LA VERDAD,LA VIDA.
Os podeis imaginar la alegría profunda, la dicha inmensa, que se experimenta cuando se descubre que todo lo que te ha sucedido en la vida, todo, absolutamente todo conducía a ese momento...en el que caes rendido a los pies del Señor.Bueno...que os puedo decir...que ASI ME HE QUEDADO. En Alabanza continua de su Gloria. Nada más podemos hacer, os lo aseguro. Alabarle sin cesar, adorarle, y darle Gloria con cada pensamiento, con cada palabra que salga de nuestra boca, con cada acto, cada hora, cada minuto, cada segundo de nuestra vida.
Él es EL QUE ES. Cristo está VIVO. Y nos habla. Y nos llama. Y nos ama con un amor tan grande que no somos capaces ni de imaginarlo. Su Amor nos envuelve y nos arrastra como una gran corriente, que tratase una y otra vez de atraernos hacía Él, sin cansarse nunca. Él quiere que nos entreguemos TOTALMENTE a Él: ¡Nos quiere hacer felices! Y sabe que sólo Él puede hacerlo, pues nos hizo para Él...esa es la medida de la felicidad que vamos a alcanzar en esta Tierra: lo que seamos capaces de entregarnos completamente a Él.
El 3 de Junio de este año 2007 entré en el Carmelo. Por si fueran pocos los regalos que me ido dando durante este tiempo, me ha llamado a vivir en este "Cielo en la Tierra" que es la Orden del Carmelo de Santa Teresa. ¿Cómo os explicaría la felicidad que siento? Él me ha "clavado" en el corazón de su Esposa Amada. A velar dia y noche orando por su Iglesia. No podeis imaginar cómo la ama. Cómo ama a sus sacerdotes. LO NUEVO HA COMENZADO.
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