* «La señal que Jesús nos sirve hoy aquí es que ha querido elegir a doce de ustedes para lavarles los pies. Hoy yo, que soy pecador como ustedes, pero que represento a Jesús, soy embajador de Jesús. Hoy cuando me incline ante cada uno de ustedes piensen: “Jesús ha arriesgado en este hombre, un pecador, para venir a verme y decirme que me ama”. Éste es el servicio, éste es Jesús: no nos abandona nunca, nunca se cansa de perdonar, nos ama tanto. ¡Miren como arriesga Jesús!»
«Gracias Señor por ser el único y eterno sacerdote. Gracias por todos los ministros ordenados: indignos, pero elegidos por Ti. Gracias, Señor, por mis hermanos sacerdotes, por su abnegación y sus desvelos. Gracias, porque al alimentarnos de Ti y en Tipodemos vivir el Amor fraterno y mirarnos los unos a los otros con tus ojos llenos de ternura y compasión. Gracias por tanta gracia en un solo día»
