"No soy yo quien cura a la gente, es Jesús. Yo sólo ayudo. Él nos dijo: expulsad a los demonios, curad al pueblo... y eso hago. Cuando empiezo a orar, la gente salta por los aires. La medicina espiritual es la mejor y uno distingue cuándo hay una enfermedad psíquica o nerviosa o la presencia de Satanás… En Albania siempre voy a bendecir las casas de los musulmanes cuando me lo piden"
En febrero de este año, Benedicto XVI envió una carta al director del diario italiano “Il Corriere della Sera”. Dijo estar conmovido porque “tantos lectores de su periódico desean saber cómo estoy transcurriendo este último periodo de mi vida. Solo puedo decir al respecto que, en la lenta disminución de mis fuerzas físicas, interiormente estoy en peregrinación hacia Casa. No puedo hacer otra cosa que darle las gracias y asegurarles mi oración. Cordiales saludos, Benedicto XVI”