12 de diciembre de 2022.- (Camino Católico) Homilía del P. Carlos Martínez Oliveras y lecturas de la Santa Misa de hoy, lunes de la III semana de Adviento, Nuestra Señora de Guadalupe, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Evangelio: San Mateo 21, 23-27:
En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle:
«¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?».
Jesús les replicó:
«Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?».
Ellos se pusieron a deliberar:
«Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?” Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta».
Y respondieron a Jesús:
«No sabemos»
Él, por su parte, les dijo:
«Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus
* «Y ahora bendigo los “Niños Jesús”, es decir las figuras del Niño Jesús que vosotros, queridos niños y muchachos, habéis traído aquí y que después, al volver a casa, pondréis en el pesebre. Os invito a rezar, delante del pesebre, para que la Navidad del Señor lleve un rayo de paz a los niños del mundo entero, especialmente a los que están obligados a vivir los días terribles y oscuros de la guerra, esta guerra en Ucrania que destruye tantas vidas, tantas vidas, y tantos niños»
Evangelio: San Mateo 11, 2-11:
En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, mandó a sus discípulos a preguntarle.
«¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?».
Jesús les respondió:
«Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y los pobres son evangelizados. ¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí!».
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan:
«¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta?
Sí, os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito:
“Yo envío mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti”.
En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él».
Evangelio: San Mateo 17, 10-13:
Cuando bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús:
«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?».
Él les contestó:
«Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido, y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos».
Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.
Camino Católico.- Desde niña y, sobre todo, en la adolescencia Pascale empezó a perder el rumbo de su vida. Desde su carácter hasta su modo de vida, todo se fue oscureciendo. Poco a poco, la deriva iba siendo cada vez mayor. En lo profesional, cuenta que se dedicó a “vegetar en un empleo de telemarketing”, sin amigos, sin vida intelectual… Era cada vez más consciente de que nada de lo que hacía tenía sentido.
Durante años anduvo errante y solo encontraba a personas igualmente perdidas. Buscaba luz, pero no encontraba nada y las fuerzas se le iban agotando. Hasta que el Señor salió a su encuentro y en una misa fue tocada profundamente cuando se rezaba la letanía de los santos. El cambio de Pascale fue tan profundo que entregó su vida a Dios como cuenta en un vídeo de Découvrir Dieu que traduce y edita Mater Mundi TV.