12 de marzo de 2024.- (Camino Católico) Adoración al Santísimo Sacramento con el P. José Aurelio Martín Jiménez, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Evangelio: San Juan 4, 43-54:
En aquel tiempo, salió Jesús de Samaria para Galilea. Jesús mismo había hecho esta afirmación:
«Un profeta no es estimado en su propia patria».
Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.
Jesús le dijo:
«Si no veis signos y prodigios, no creéis».
El funcionario insiste:
«Señor, baja antes de que se muera mi niño».
Jesús le contesta:
«Anda, tu hijo vive».
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron:
«Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre».
El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia.
Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.
Video del testimonio de sor Fabiola en el Rosario de las 11 pm
A.L.M. / Camino Católico.- La hermana Fabiola es Misionera Clarisa del Santísimo Sacramento y explica en su testimonio en el Rosario de las 11 pm como el Señor la llamó a la vocación después que ella abandonara la fe porque no entendía como si Dios es tan bueno y poderoso por qué no erradica el mal del mundo. Fabiola es mexicana de nacimiento, actualmente se encuentra en la ciudad de México. Lleva ya diez años dentro de la congregación y cuatro años de votos. “Dios siempre ha sido misterioso pero a la vez amoroso y misericordioso”.
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus
* «Sigo con preocupación y dolor la grave crisis que afecta a Haití y los episodios violentos que se han producido en los últimos días. Estoy cerca de la Iglesia y del querido pueblo haitiano, que sufre desde hace años. Os invito a rezar, por intercesión de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, para que cese toda violencia y para que todos ofrezcan su contribución al crecimiento de la paz y la reconciliación en el país, con el apoyo renovado de la comunidad internacional… Saludo con afecto a la comunidad católica de la República Democrática del Congo en Roma. Recemos por la paz en este país, así como en la atormentada Ucrania y en Tierra Santa. Que cesen cuanto antes las hostilidades que causan inmensos sufrimientos a la población civil»
Evangelio: San Juan 3, 14-21:
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo que entregó a su Unigénito para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.
Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios».
Evangelio: San Lucas 18, 9-14:
En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: «¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo».
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador».
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las homilía del Papa
* «La lepra del pecado ha manchado nuestra belleza, y por eso decimos: Jesús, si quieres, puedes purificarme. De pensar que no te necesito cada día: ¡Jesús, si quieres, puedes purificarme! De vivir tranquilo con mi doblez, sin buscar en tu perdón el camino de la libertad: ¡Jesús, si quieres, puedes purificarme! Cuando las buenas intenciones no van seguidas de obras, cuando postergo la oración y el encuentro contigo: ¡Jesús, si quieres, puedes purificarme! Cuando acepto el mal, la deshonestidad, la falsedad, cuando juzgo a los demás, los desprecio y chismorreo sobre ellos, quejándome de todos y de todo: ¡Jesús, si quieres, puedes purificarme! Y cuando me conformo con no hacer el mal, pero no hago el bien sirviendo a la Iglesia y a la sociedad: ¡Jesús, si quieres, puedes purificarme! Sí, Jesús, creo que puedes limpiarme, creo que necesito tu perdón. Jesús, renuévame y volveré a caminar en una vida nueva. ¡Jesús, si quieres, puedes purificarme!»