* " En una ocasión, cansada de la vida, decidí entrar al templo y confesarle al sacerdote todo lo que me estaba ocurriendo...el sacerdote me enseñó a perdonarme a mí misma"
9 de febrero de 2011.- (Laura Díaz de Gómez / SIAME) Mi testimonio lo comparto con ustedes porque sé lo que es abortar y sé también lo que significa “no querer interrumpir un proyecto de vida”. Soy de México, nací en provincia y a los 16 años viajé al Distrito Federal para estudiar. Llegué a la ciudad de México con mi maleta llena de ilusiones y de sueños, con ganas de triunfar y de alcanzar el éxito. Me alojé con una tía que era lesbiana. Allí comencé a impregnarme de muchas ideas y empecé a experimentar un fuerte rechazo a la Iglesia a pesar de que mi familia es católica y soy bautizada. Con mi tía viví experiencias muy fuertes, incluso hasta llegué a tener dudas sobre mi sexualidad. Pero como buena emprendedora, quise reafirmar mi inclinación saliendo con varios hombres. Desde los 18 años comencé a tener relaciones sexuales y me ponía a pensar: “total, si me afecta o me embarazo, no pasa nada, aborto y ya”. Leer más...
9 de febrero de 2011.- (Laura Díaz de Gómez / SIAME) Mi testimonio lo comparto con ustedes porque sé lo que es abortar y sé también lo que significa “no querer interrumpir un proyecto de vida”. Soy de México, nací en provincia y a los 16 años viajé al Distrito Federal para estudiar. Llegué a la ciudad de México con mi maleta llena de ilusiones y de sueños, con ganas de triunfar y de alcanzar el éxito. Me alojé con una tía que era lesbiana. Allí comencé a impregnarme de muchas ideas y empecé a experimentar un fuerte rechazo a la Iglesia a pesar de que mi familia es católica y soy bautizada. Con mi tía viví experiencias muy fuertes, incluso hasta llegué a tener dudas sobre mi sexualidad. Pero como buena emprendedora, quise reafirmar mi inclinación saliendo con varios hombres. Desde los 18 años comencé a tener relaciones sexuales y me ponía a pensar: “total, si me afecta o me embarazo, no pasa nada, aborto y ya”. Leer más...