* «Yo no sabía que era estar en gracia de Dios, el padre me explicó que tenía que hacer una buena confesión de vida, que tenía que comulgar porque tenía pecados muy fuertes y si yo estaba en gracia de Dios, todo iba a cambiar… Me preparé e hice la consagración a la Virgen, me hice misionera y mi esposo también se volvió misionero. Para la gloria de Dios un 25 de diciembre nos casamos, este año vamos a cumplir dos años de casados y pues con muchas tribulaciones porque digamos que el camino de Dios es muy hermoso, pero con pruebas que yo se las ofrezco con alegría. Él puede hacer de nosotros unas cosas maravillosas por más dificultad que tengamos, enfermedad o cualquier problema, Dios nos va a sacar de eso»