ARDE COMPLUTUM 2024
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*¿QUÉ ES ARDE COMPLUTUM?*
*Es una iniciativa de evangelización de primer anuncio por las calles que
se ha venido realizando en la diócesis de Alcalá de ...
Hace 3 horas
Dios es Amor.Hacernos participes de ese Amor no es una cuestión menor. Se necesita tiempo de escucha y de silencio interior.Sólo una escucha diaria y comprometida nos irá conduciendo en nuestro crecimiento personal en el Amor de Dios. Por eso este blog, sencillamente quiere compartir nuestra experiencia cotidiana de escucha de la voluntad de Dios para cada momento de la vida y de aquellos hechos que nos preocupan, conmueven y nos hacen clamar a Dios por mediación de Jesucristo, el Señor.
* «¿Cuánto se murmura en las parroquias? Con tantas cosas, cuando hay un testimonio que no me gusta o una persona que no me gusta, el murmullo se desata inmediatamente. ¿Y en la diócesis? Las luchas intradiocesanas… las luchas internas de las diócesis, ustedes las conocen. Y también en política. Y eso es malo. Murmurar es nuestro pan de cada día a nivel personal, familiar, parroquial, diocesano y social»
Evangelio: san Lucas 15, 1-10:
* «El Señor nos llama a aprender a multiplicar con creatividad los bienes que poseemos para usarlos con generosidad en favor de nuestro prójimo, y de este modo crecer en la caridad y en la libertad… Que el Señor Jesús nos conceda entender que la vida no es un tiempo para poseer sino para amar con nuestros bienes, porque solo tenemos aquello que sabemos donar… Nadie es dueño absoluto de los bienes: es un administrador de los bienes. La posesión es una responsabilidad: “Pero yo soy rico de todo…” – esta es una responsabilidad que tienes-. Y todo bien sustraído a la lógica de la Providencia de Dios es traicionado, traicionado, en su sentido más profundo. Lo que poseo realmente es lo que sé dar. Esta es la medida para saber si administro bien o mal las riquezas; esta palabra es importante: lo que realmente poseo es lo que sé dar. Si yo sé dar, si estoy abierto, entonces soy rico, no solamente de lo que poseo, sino también de generosidad, generosidad también como un deber de dar riqueza para que todos participen de ella. De hecho, si no puedo dar algo, es porque eso me posee, tiene poder sobre mí y me esclaviza»
Leer más...* «Si hay hambre en la tierra, ¡no es porque falten alimentos! De hecho las necesidades del mercado a veces llevan a destruirlos, a tirarlos. Lo que falta es una iniciativa empresarial libre y con visión de futuro, que garantice una producción adecuada y un enfoque solidario que asegure una distribución equitativa. El Catecismo también dice: “El hombre, al servirse de esos bienes, debe considerar las cosas externas que posee legítimamente no sólo como suyas, sino también como comunes, en el sentido de que puedan aprovechar no sólo a él, sino también a los demás” ” ( Nº 2404). Toda riqueza, para ser buena, debe tener una dimensión social… Mientras la humanidad se afana por tener más, Dios la redime haciéndose pobre: ese Hombre Crucificado ha pagado por todos un rescate inestimable por parte de Dios Padre, “rico en misericordia” (Ef. 2, 4, ver St.5, 11). Lo que nos hace ricos no son los bienes sino el amor. Muchas veces hemos escuchado lo que dice el Pueblo de Dios: “El diablo se cuela por los bolsillos”. Se empieza por el amor al dinero, la fama que hay que poseer; luego llega la vanidad: “Ah, soy rico y presumo de ello”; y al final, el orgullo y la soberbia. Así actúa el diablo en nosotros. Pero la puerta son los bolsillos»
Evangelio: san Lucas 14, 25-33:
“Con cero violencia y 100 por ciento de ternura, construyamos la paz evangélica que no excluye a nadie. Recemos juntos para que el lenguaje del corazón y del diálogo prevalezca siempre sobre el lenguaje de las armas”
* «Acercarme al Dolor de los enfermos, poder tocarles, poder acercarme a su sufrimiento me ayuda encontrarme con un Dios que opta por el ser humano, que quiere al ser humano y que ha venido para dar vida. Y es así como siento que los misioneros podemos hacer nuestra misión, sabiendo que somos instrumentos y que es Dios, a través de quienes ponemos nuestro granito de arena, el que puede acercarse a la humanidad para curarle y sal»
* «Jesús es misericordioso, pero también es justo. Y si tú cierras la puerta de tu corazón por dentro, Él no puede abrirla, porque es muy respetuoso de nuestro corazón. Rechazar a Jesús es cerrar la puerta por dentro y Él no puede entrar… Cada uno de nosotros pensemos: en mi vida, ¿cuántas veces he sentido la inspiración del Espíritu Santo para hacer una obra de caridad, para encontrar a Jesús en esa obra de caridad, para ir a rezar, para cambiar de vida en esto, en esto que no va bien? Y siempre he encontrado un motivo para disculparme, para rechazar»
Evangelio: san Lucas 14, 15-24:
* «E incluso el chismorreo nace de la rivalidad, porque mucha gente siente que no puede crecer, pero para ser más alto que el otro, disminuye al otro con el chismorreo. Una forma de destruir a las personas. La rivalidad. Y Pablo dice: “No. Que en la comunidad no hayan rivalidades”. La rivalidad es una lucha para aplastar al otro. Es fea, la rivalidad: puede hacerse de manera abierta, directa o se puede hacer con guantes blancos; pero siempre para destruir al otro y realzarse a sí mismo. Y como yo no puedo ser tan virtuoso, tan bueno, disminuyo al otro, y así yo permanezco siempre alto. La rivalidad es una forma de este actuar por interés»
Evangelio: san Lucas 14, 12-14: