24 de junio de 2024.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, lunes, solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista, presidida por el P. Carlos Martínez Oliveras, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Evangelio: San Lucas 1, 57-66. 80.:
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz a un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella.
A los ochos días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan».
Y le dijeron:
«Ninguno de tus parientes se llama así».
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos se quedaron maravillados.
Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos y se comentaban todos estos hechos por toda la montaña de Judea. Y todos los que los oían reflexionaban diciendo:
«Pues ¿qué será este niño?».
Porque la mano del Señor estaba con él.
El niño crecía y se fortalecía en el espíritu, y vivía en lugares desiertos hasta los días de su manifestación a Israel.
Jaqui Lin cuenta su testimonio de conversión a El Debate
Camino Católico.- “Dios me agarró a los 21 o 22 años, me ha hecho muy dócil, me ha moldeado; que Él me lleve donde quiera, me pongo a su servicio, siempre quiero hacer su voluntad”, son las afirmaciones que Jaqueline Capdevila, más conocida como Jaqui Lin, hace al contar en un vídeo su testimonio de conversión a Cristo a El Debate. No fue un problema para esta joven cantante de Lérida testimoniar a Cristo cuando se presentó al talent show «Factor X» para interpretar sus temas sobre su fe.
* «El hombre que se ha entregado a tanta pornografía, es casi como si tuviera estos ‘lentes porno’. Ni siquiera puede mirar a la mujer, excepto a través del lente de la lujuria. La castidad es la virtud de la pureza de mi corazón, de mi palabra, de mis ojos, de mi intención, de mi vestimenta, de mi conducta, de toda mi persona. Y el corazón de una mujer puede notar la diferencia. Por eso la curación es necesaria. Deleitamos nuestros ojos con la lujuria con la pornografía, pero lo que nuestros ojos realmente necesitan es contemplar el Cuerpo de Cristo. Rocía tu habitación con agua bendita, lleva una medalla milagrosa, un crucifijo, lleva un Rosario en el bolsillo. Reza. Esto es lo que deberíamos estar haciendo. Lo básico»
La entrevista a Jason Evert de ACI Prensa y EWTN
Camino Católico.- El reconocido autor y conferencista católico estadounidense Jason Evert explica que el único antídoto en contra de la epidemia mundial de adicción a la pornografía es la oración y la castidad, que “te libera para amar y te libera para saber si estás siendo amado auténticamente” y recurrir constantemente a los sacramentos. Recibir la Eucaristía, asegura, es “el mayor antídoto” ante la adicción, porque de allí provienen todas las gracias necesarias para afrontar “este largo viaje”. “Pasa tiempo ante el Santísimo Sacramento, porque deleitamos nuestros ojos con la lujuria con la pornografía, pero lo que nuestros ojos realmente necesitan es contemplar el Cuerpo de Cristo, para comenzar a sanar esos recuerdos”, enfatiza.
* «Abrí mi corazón, abrí mi mente y al final del curso Alpha empecé a leer la Biblia y sentí la necesidad después de ir a misa. De hecho, fue mi esposa quien dijo: «¿Y si fuéramos a misa?» Yo respondí: «sí, vale, vamos» y al final de la misa pedí el bautismo. Como soy bromista, al principio ella no lo creía. Entonces me miró y le dije: «Sí, pedí el bautismo». Ella se puso a llorar porque entendió que era verdad… Todos somos pecadores y hay un trabajo que hacer todos los días. Yo era violento. Lo reproducía en relación con la violencia que experimenté cuando era joven. Así es que fui físicamente violento, pero también con palabras y ruego al Señor jamás volver a usar este modo de no-comunicación. Sé que siempre estoy acompañado por Cristo, sea yo bueno o malo… Y le pido a la Virgen, pero también a Cristo, que el amor llene el corazón de todos, sólo esto nos puede salvar…»
Camino Católico.– De niño Mickaël vivió junto a sus tres hermanos en la extrema pobreza y en su familia eran habituales “el acoso, la violencia física y verbal”, cuenta a Découvrir Dieu en el video traducido por Mater Mundi TV. Su hermano se suicidó, él se aferró al black metal y al ocultismo satánico, pero Cristo lo rescató con un compromiso de boda y un curso Alpha.
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Camino Católico.- El padre de Vinz, David Rodríguez, mexicano, y su madre María Brigitte, francesa, no tenían nada en común. Se casaron y muy pronto se separaron. Su padre les abandonó y no supo nada de él durante más de 20 años. Un día recibió una llamada. Un tío, hermano de su padre, le pagaba un billete para viajar a México. “Era una ocasión inesperada de conocer a mi familia, mis raíces”, recuerda Vinz a Découvrir Dieu en el video traducido por Mater Mundi TV.
Pero en ese encuentro se dio cuenta de que estaba enfurecido con su padre y tardó años en aprender a aceptarle. Con el tiempo tuvo ocasión de reencontrarse con la figura paterna, pero igualmente sentía que no era capaz de perdonar por completo, y también la culpabilidad de no haberle querido lo suficiente. A través del Padrenuestro, un día de Pentecostés, un canto de alabanza dirigido a Dios Padre y el sacramento de la Reconciliación, empezó para Vinz un nuevo camino, el camino de la sanación que le ha llevado a la felicidad. Este es su testimonio contado en primera persona:
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus
* «¡Recemos por la paz! Palestina, Gaza, en el norte del Congo… ¡Recemos por la paz! Y paz en la atormentada Ucrania, que tanto sufre, ¡que haya paz! Que el Espíritu Santo ilumine la mente de los gobernantes, les infunda sabiduría y sentido de la responsabilidad, para evitar cualquier acción o palabra que alimente la confrontación y, en su lugar, apuntar decididamente a una solución pacífica de los conflictos. Se necesita negociación»
Evangelio: San Marcos 4, 35-41:
Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vamos a la otra orilla»
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal.
Lo despertaron, diciéndole:
«Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».
Se puso de pie, increpó al viento y dijo al mar:
«¡Silencio, enmudece!»
El viento cesó y vino una gran calma.
Él les dijo:
«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?».
Se llenaron de miedo y se decían unos a otros:
«¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!».
Camino Católico.- A Damien le sucedió como a muchas personas hoy en día. Decepcionado del ser humano, de sus amigos, de las chicas, de todo lo que le rodeaba «veía que comenzaba a forjar un caparazón para protegerme, me endurecía y no podía confiar en nadie». Buscó formas de llenar el vacío, pero todo seguía igual hasta que le invitaron a un encuentro de jóvenes en Paray-le-Monial donde «experimenté que Dios me amaba y creo que Él siempre está conmigo», explica a Découvrir Dieu en el video traducido por Mater Mundi TV.
Evangelio: San Mateo 6, 24-34:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no estéis agobiados por vuestra vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?
¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura. Por tanto, no os asustéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia».