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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

escucharlavoz@yahoo.es

Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

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sábado, 14 de julio de 2007

Propuesta de oración para el fin de semana / Vivy

Deseo compartir esta propuesta que recibí y me pareció un ejercicio interesante para realizar este fin de semana:

La paz esté con ustedes. Hoy les propongo para para el fin de semana:
Días de descanso.
Cultivar la paz.
Llenar nuestro corazones de fe.
Abrazar a nuestros familiares y amigos, con el corazón.
Desear los dones del Espíritu,
Desear la paz para el mundo.
Dar el alimento diario para todos,
Perdonar aquellos que alguna vez nos ofendieron.
Bendecir a la juventud.
Desear y pedir por la salud de todos los enfermos.
Dar una oración por cada hermano que desconoces y conoces.
Cerrar los ojos del cuerpo y abrir los del alma, para dar gracias a Dios por su infinita misericordia.

jueves, 12 de julio de 2007

Jesús: mí modelo / Autor: P. Domingo Vázquez, C.Ss.R.

He meditado mis rasgos y me he dado cuenta que éstos son muy diferentes a los tuyos. Por eso he levantado la mirada hacia Ti, para que motive mi fe y la lleve a la perfección (Hb 12,2). Yo soy uno de aquellos que no te han visto y, sin embargo, te aman y creen en Ti. Por eso siento ¡una tremenda alegría! (1Pe 1,8), la cual no podría expresar con palabras.

Aquí estoy Señor, dispuesto a seguirte, para ir a anunciarte a otros (Jn 1,40). Dame la fuerza necesaria para poder proclamar tu Buena Noticia a los pobres, como Tú dijiste de Ti mismo (Lc 4, 18).

Aunque no he estado contigo desde el principio, quiero hablar en tu favor. “Lo que he visto y oído” sobre Ti quiero darlo a conocer a los demás (1Jn 1,3).

Dame la oportunidad de tener Tú pensamiento (1 Cor 2, 16). Dame la gracia de sentir con tus sentimientos (Rom 15,3), de actuar con los sentimientos de tu corazón, para amar como Tú amas al Padre (Jn 14,31) y así como nos amas a cada uno de nosotros, hasta el extremo (Jn 13,1).

Nadie más ha tenido mayor amor que Tú. Tú mismo dijiste: “No hay amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos” (Jn 15, 13) y Tu diste la vida por tus amigos, muriendo en una cruz (Fil 2,8). Dame las fuerzas necesarias para entregar mi vida, en el día a día (Lc 9,23), actuando en lo posible, con tu misma disposición, tomando la condición de servidor (Fil 2,7). No haciendo las cosas para recibir alabanzas o por vanagloria, porque esto no me serviría de nada (1 Cor 13,3), sino estimando y tratando a los demás como superiores a mí (Fil 2,3-4).

Enséñame el modo de tratar a los amigos, como Tú trataste a los discípulos, yo quiero tratar a mis amigos con la delicadeza que Tú trataste a los tuyos (Jn 21,14-15), por ejemplo: preparándoles comida en el lago de Tiberíades (Jn 21,9-13) o lavándoles los pies (Jn 13,4.5). Enséñame a amar, para poder poner en práctica tu mandamiento sobre el amor (Jn 15,17), porque si yo no tengo amor, nada soy (cfr. 1 Cor 13). Yo quiero estar afianzado en el amor (Col 2,2).

En el trato con los demás quiero estar lleno de bondad y amor y deseos de servirles siempre (Mc 10,43), siguiendo tu ejemplo, que viniste para servir (Mt 20,28). Quiero ser atento y acogedor con los demás (Rom 15,7; Lc 9,10).

Permíteme un amplio conocimiento sobre la vida humana, para que mis prédicas, mis discursos y mis escritos estén al alcance de los humildes y sencillos, aquellos que Tú tanto amas. Dame esa vida abundante que Tú viniste a traer (Jn 10, 10) y dame la gracia para yo poderla compartir con los demás.

Que yo pueda ser como Tú, que vas sembrando amistad con todos (Jn 15,15), especialmente con tus amigos predilectos (Jn 13,23) o aquella familia de Betania (Lázaro, Marta y María) que Tu querías mucho (Jn 11,5) y llenando de alegría con tu presencia una fiesta familiar (Jn 2, 1-11).

Te pido, Señor Jesús, que me enseñes a mirar con cariño y ternura, como Tú miraste a Pedro cuando lo llamaste (Jn 1,42; Mt 16,18; Mc 1,17) o para levantarlo (Lc 22,61) o la mirada que le diste al joven rico, aquel que no quiso seguirte (Mc 21,10) o como levantaste los ojos para fijarte compasivamente en aquella muchedumbre que venía hacia Ti (Mc 3,34; 5,31; 10,23; 6,34; Mt 14,14; Jn 6,5). También enojado y con ira cuando miras a los insinceros (Mc 3,5) o cuando pronunciaste las maldiciones sobre los ricos, los poderosos y los satisfechos (Lc 6,24-26). Quiero aprender de Ti, siguiendo tu ejemplo, de total entrega de amor al Padre y a los seres humanos, especialmente a los pobres, sintiéndome puesto contigo, cerca de Ti y enviado por Ti (Mc 3,14).

Si, Señor, llamado por ti para estar contigo y para enviarme a predicar con poder. Quiero ser enviado para ir y producir mucho fruto que permanezca, porque “en esto ha sido glorificado mi Padre: en que den fruto y sean mis discípulos” (Jn 15, 16).

Señor, enséñame a orar, como Juan enseñó a sus discípulos (Mc 11, 1), porque estoy conciente como nos enseño nuestro fundador: “Hay que orar, orar más, orar mejor, orar siempre y no cansarse nunca de orar”.

Dame esa gracia, también a mi Congregación, la gracia de tener tu mismo pensamiento y sentimientos, para poder proceder de acuerdo a tu espíritu.

Quiero identificarme contigo, con tu Evangelio, tus bienaventuranzas (Mt 5, 2-12; Lc 6, 20-26), tu servicio a los pobres y necesitados, como lo soñó nuestro fundador, Alfonso María de Ligorio: Vivir la alegría de la pobreza. “Les recomiendo, la alegría de la pobreza –decía San Alfonso-, para que cada uno se contente con lo necesario, como limosna recibida del Creador”.

Ayúdame a tener respeto absoluto a la grandeza del pobre, como nos dijo San Alfonso: “En las misiones procuremos por todos los medios ser corteses con quienes nos acogen. Hablemos con gran respeto y sin herir a nadie, pues a todos hay que tratar con amor y mansedumbre, pero más todavía a la gente popular”.

Te estoy pidiendo mucho, no te me vayas a cansar, esta es la última petición, enséñame a dar gratuitamente aquello que gratuitamente yo he recibido (Mt 10,8).

Amigo lector: si por suerte te gusta este artículo, como lo espero, te pido por favor, me encomiendes a la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, para que ella me ayude a poner en práctica estos mis deseos. Pide para mí esta gracia, que yo te prometo pedirla también para ti y darte mi bendición, sea quien sea que me haga este favor.

miércoles, 11 de julio de 2007

La mentira: un mal para todos / Autor: P. Fernando Pascual, LC

Fuente: Gama - Virtudes y valores
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La sociedad existe sólo cuando está edificada sobre principios irrenunciables. Uno de ellos es el de la confianza mutua.

Vivimos con otros, en casa o en la calle, en el trabajo o en el autobús, en un parque o en un equipo de deporte, porque existe entre nosotros confianza mutua. Porque pensamos que hay respeto, honestidad, acogida. Porque creemos que el familiar o el amigo no nos engañan, son sinceros.

Pero la confianza y toda la vida social quedan gravemente heridas por culpa de la mentira. Porque la mentira implica engaño, traición, injusticia. Porque la mentira nace cuando uno quiere “usar” la buena fe de otros para satisfacer un pequeño gusto egoísta o para alcanzar una enorme “ganancia” a costa de los demás.

En el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 2482) es recogida la famosa definición de san Agustín sobre la mentira: “La mentira consiste en decir falsedad con intención de engañar” (san Agustín, De mendacio 4, 5).

Un poco más adelante, el Catecismo (n. 2484) explica que la mentira puede ser pecado venial o pecado mortal; es pecado mortal cuando a través de la mentira se dañan gravemente las virtudes de la caridad y de la justicia.

Además, el Catecismo explica que la mentira perjudica enormemente a la sociedad, precisamente por dañar la confianza entre los hombres: “La mentira, por ser una violación de la virtud de la veracidad, es una verdadera violencia hecha a los demás. Atenta contra ellos en su capacidad de conocer, que es la condición de todo juicio y de toda decisión. Contiene en germen la división de los espíritus y todos los males que ésta suscita. La mentira es funesta para toda sociedad: socava la confianza entre los hombres y rompe el tejido de las relaciones sociales” (n. 2486).

Estamos de acuerdo: la mentira provoca daños enormes, hiere profundamente la confianza entre los hombres. Pero... ¿cómo vencerla? ¿Cómo eliminar esa tentación continua que nos lleva a engañar, a manipular las palabras para conseguir una “victoria” (más dinero, un ascenso laboral), para desahogar la sed de venganza, para herir por la espalda a nuestro prójimo?

Hay que mirar dentro, en el corazón, para descubrir cuál es la raíz de la mentira: el amor desordenado a uno mismo que lleva al desprecio de Dios y del hermano. La mentira inicia en el interior, en la ambición corrosiva, en el rencor siempre encendido, en la envidia, en la sed de venganza. Otras veces, la mentira nace desde un falso sentido de conservación: para ocultar un pecado, para evitar un castigo, para no desdibujar la buena imagen que otros tengan de nosotros.

Al mentir, en definitiva, decimos sí al egoísmo y no al amor. Es decir, nos hacemos un daño inmensamente más grande que el pequeño (pequeñísimo, porque siempre es miserable) beneficio que uno pueda conseguir con la mentira.

Queda, además, el otro aspecto de la mentira: el daño que otros reciben. Cuando un esposo se siente engañado, cuando un padre ve cómo el hijo aumenta cada día la dosis de mentiras, cuando un compañero de trabajo nota que la confianza depositada en el “amigo” se ha esfumado como bruma ante el sol... nace en los corazones una pena profunda: alguien que creíamos bueno nos ha engañado, nos ha mentido, nos ha traicionado.

Frente a ese daño, hay que reaccionar. El mentiroso necesita ponerse ante Dios, de rodillas, humildemente, para reconocer con plena sinceridad el pecado cometido. Luego, pedirá fuerzas, y reparará: suplicará perdón a Dios y a quienes ha engañado, promoverá el bien del prójimo herido, incluso se comprometerá para no permitir que nadie, en su presencia, promueva mentiras, injurias o calumnias contra otras personas.

La víctima también necesita reaccionar. Ante quien nos ha mentido una, dos, cien veces, surge un sentimiento casi instintivo de autoprotección, en ocasiones incluso de rabia o de desprecio. Ante esas reacciones, que nos parecen “naturales”, un cristiano sabe que debe perdonar, que debe vencer el mal con el bien, que debe rescatar al mentiroso con su mano tendida, con su caridad auténtica.

Por eso a veces nuestro silencio, nuestra cercanía, nuestro perdón, incluso nuestro afecto (que no debe ser interpretado como complicidad, sino como deseo sincero de recuperar la confianza) pueden ser el inicio de la curación. Quien ha mentido, precisamente por el daño tan grande que ha cometido contra Dios, contra sí mismo, contra los demás, necesita encontrar que el amor es más fuerte que el mal, que la confianza en quien ha sido engañado vuelve a aparecer como señal de una bondad capaz de superar cualquier pecado.

Dios quiere ayudarnos a arrancar de nuestra vida el gran daño sembrado por miles de mentiras que circulan en el mundo humano. Quiere, sobre todo, que empecemos a vivir como hombres sinceros, honestos, enamorados. Capaces de mirar a nuestro hermano con el mismo cariño con el que le mira Dios, con el mismo deseo de vivir unidos, bajo la Verdad de Cristo, en el camino que construye un mundo más bueno y más enamorado.

Enemigos que nos pueden hacer mucho daño / Autor: Mónica

Mónica nos envía un texto y una oración reflexivas muy concretas:

El estallar en arrebatos de ira y mal genio

Parece que ésta es la enfermedad espiritual más extendida en nuestro tiempo y una de las que mayores daños hacen a las personas, hogares y a la sociedad.
Su origen principal es el amor propio.
Es el enemigo quien nos impide darnos cuenta de que nos dejamos sumergir en esas dos desagradables sensaciones. .. que roban la paz de nuestro corazón...
Darse cuenta de como estos arrebatos afectan nuestras vidas, es el primer paso, para transformarnos. . y pedir , pedir mucho a Dios, un poquito de paciencia, y sapiencia.. y un mucho de Humildad, para aceptar que las cosas no siempre salen como uno quisiera que salieran, y no dejarse llevar por la Ira, o el mal Genio, porque las cosas no están como uno quisiera que estuvieran.

El desánimo

Es la causa de muchos fracasos e impedimento para ver grandes milagros en nuestras vidas, hace que se sienta uno abatido y desinteresado y no veamos lo felices que podemos ser.
Hagamos el propósito diario de alejarlo de nosotros.... ..

El orgullo

Esto si que es muy dañino, nos hace resistentes a reconocer la VERDAD, la HUMILDAD, la SINCERIDAD, el PERDONAR Y PEDIR PERDÓN, es capaz de hacerte renunciar a la vida, antes que reconocer A JESÚS COMO TU SALVADOR, TU SEÑOR Y TU MESÍAS. Siempre vas a decir que fuiste tú, que sólo puedes, que no necesitas de nada ni de nadie. Que crees en Dios, pero a tu manera, y que Dios te quiere tal como eres, pecador, y siempre haces lo mismo y cometes los mismos errores. No quieres buscar refugio en Dios para que te ayude a cambiar tu vida.

Y no nos olvidemos de nuestro gran enemigo número uno: la lengua

Generalmente cuando tenemos esos estallidos de enojo o de ira, proferimos palabras que lastiman más que una espada, que un cuchillo. Dejan heridas profundas muy difíciles de sanar.
Creo que debemos preocuparnos todos cada vez más en transformar nuestro lenguaje en herramienta de paz.


"Debemos aprender a vivir por el Espíritu y dejarnos guiar por El. Puesto que el Espíritu produce amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio...
Porque el que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna."(Gálatas)


Oración

Jesús fortaléceme, ayúdame Señor porque la lucha es tan fuerte y yo soy tan débil para pelear. Dame sabiduría, lléname de tu poder, dime cómo vencer las tentaciones porque he fallado. Me es fácil hacer cosas que no debo. Esta es la batalla de todos los días, aunque reconozco Señor que he dejado de orar y leer tu palabra, por eso me siento como desprotegido, los dardos del enemigo me han herido.
Pero en éste momento y en éste lugar yo te pido con todo mi corazón que me perdones, que sanes mis heridas y me levantes, una vez más en tu luz para poder pelear, pero ahora no en mis fuerzas sino en EL NOMBRE DE JESÚS.

martes, 10 de julio de 2007

Jesús ven a caminar por mi historía / Autor: P. Gustavo Jamut

Cristo Jesús, Salvador deseado y esperado de la historia, de mi historia, ven a caminar por ella: pasado, presente y futuro.
Tú, que caminaste por caminos, senderos y calles de pueblos y ciudades, camina hoy por mí y bendíceme con tu amor.
Tú, que curaste a los leprosos, cura la lepra espiritual que hay en mí, y que produjo como consecuencia aquellos pecados que por ser soberbio, débil o ignorante, me sumieron en la enfermedad. Clávalos en Tú cruz y unge mis heridas con Tú bendita sangre.

Tu que abriste los oídos de los sordos, cura y libérame del espíritu de sordera que no me deja percibir tu amor, escuchar tu voz, discernir tu voluntad y escuchar el clamor de los hermanos que sufren.
Tú, que devolviste la vista a los ciegos, libérame del espíritu de ceguera que no me permite verte en mí constantemente y vivir en alabanza por tu inigualable belleza.

Tú, que sanaste a los epilépticos y a los mudos, libérame de los espíritus de epilepsia y mudez, que me impiden expresarme y transmitir tu Palabra con sabiduría, prudencia, claridad, afecto y firmeza.

Tu, que hiciste caminar a los paralíticos, libérame del espíritu de parálisis en mis piernas que me dejan postrado largo tiempo haciéndome perder la virtud de la alegría y no se hacia donde dirigirme para hacer tu voluntad.

Tú, que resucitaste a los muertos, resucita las áreas de mi historia, de mi vida que están marchitas, agonizantes o muertas.
Tú, que liberaste a los poseídos por el espíritu del mal, libérame de toda fuerza o cercanía de espíritus malignos, y cólmame de tu Santo y Dulce Espíritu para que por Tu gloria brillen los dones y carismas que me diste.

Envíame a tus santos Arcángeles y Ángeles para que me guíen a lo largo del camino. Amen.

lunes, 9 de julio de 2007

Entrevista a Martín Kugler - Fundador de Europe4christ: "Cristiano sal del gueto y manifiéstate" / Autor: Lluis Amiguet

Como podeís comprobar hoy ha sido un día de mostrar en este blog distintas voces que nos hablan del Dios del Amor. El diario La Vanguardia Española publicaba hoy en su contraportada una entrevista que reproducimos por su interés:

MARTIN KUGLER · FUNDADOR DE EUROPE4CHRIST"¡Cristiano, sal del gueto y manifiéstate!"LLUÍS AMIGUET - 09/07/2007

Tengo 44 años. Nací en Viena. Soy historiador. Estoy casado con una católica militante como yo, tenemos dos hijos y esperamos el tercero. Hemos fundado un movimiento social y político contra el relativismo moral que condena la fe al gueto de lo privado: ¡todos los europeos tenemos derecho a ser cristianos y a poder proclamarlo con orgullo!

- Los cristianos en Europa hoy vivimos en un doble gueto: voluntario e involuntario.

- No se resigne: explíquenos.

- Al gueto involuntario nos confinan a los cristianos europeos, porque cuando intentamos defender nuestra fe en público nos reprimen arguyendo que la fe pertenece exclusivamente al ámbito de lo privado.

- Pues en la contra diga lo que quiera.

- Pero es que, además, nosotros los cristianos nos autorrecluimos en otro segundo gueto y éste aún es más triste, porque es voluntario: cuando nos insinúan que nos guardemos nuestra fe para nuestras conciencias, nos quedamos en un rincón y no discutimos.

- ¿No le parece lo más prudente?

- Es cobarde. Es cómodo. Es una actitud que lamento y que ha tenido que echarnos en cara curiosamente un judío, Joseph Weiler, en su libro Una Europa cristiana.

- ¿En qué sentido?

- Weiler lamenta la laicización de Europa y la restricción de la fe al exclusivo ámbito de lo privado, porque sostiene que, como creyente judío, se siente más seguro en una Europa religiosa que en una laica.

- Hay quien siente precisamente lo opuesto.

- Creo que existe una gran diferencia entre tolerancia y relativismo, y que quienes quieren una Europa atea pretenden que confundamos ambos conceptos.

- Pues sáquenos del error, señor Kluger.

- Podemos convivir perfectamente en Europa todos - creyentes y no creyentes- sin que nadie tenga que renunciar ni a sus propias convicciones ni a manifestarlas en público: eso es tolerancia.

- Nadie cuestionaría esa afirmación.

- Pero, en cambio, se sostiene que lo democrático es ser relativista: renunciar a tener principios firmes y aceptar, al menos en público y si también es en privado mejor, que hay que renunciar a la fe para no ofender a nadie, porque en realidad no hay grandes credos ni grandes verdades... Todo es relativo.

- Ésa es la esencia de la fe posmoderna.

- Ese relativismo permite la persecución de cualquier signo externo de fe religiosa.

- Por ejemplo...

- Cuando se persiguen los símbolos cristianos, como British Airways al prohibir a una azafata llevar crucifijo, se condena no sólo al cristianismo y sus símbolos, sino a cualquier fe religiosa y los suyos. Así se está confinando la manifestación de la cristiandad al gueto.

- British sirve a todas las religiones...

- ¡Por eso mismo no debería ofender a nadie que yo exhiba mi cruz con orgullo!

- ¿No le molestaría a usted que la azafata llevara chador?

- Es diferente...

- ¿Le parece bien que prohíban el chador en los colegios?

- Sí, pero es un caso diferente: la cruz no es la manifestación simbólica de una militancia política, pero el chador, sí. Algunos musulmanes lo han convertido, desgraciadamente, en el símbolo de una práctica radical.

- ¿Y si dejamos para el hogar de cada cual sus símbolos? Allí que adore a quien quiera.

- ¡No es posible! Dejar una pared blanca en un hospital allí donde antes hubo una capilla es una afirmación de ateísmo. Esa pared blanca es un símbolo ateo, porque está diciendo que no hay nada más ante la muerte y la enfermedad que el vacío.

- ¿Cree usted que cada pared blanca es una declaración pública de ateísmo?

- Esa pared blanca en un hospital allí donde antes hubo un símbolo religioso, hoy es un símbolo ateo.

- Pero una pared blanca en principio no molesta a nadie, sea musulmán o zen.

- De nuevo cae usted en el error de confundir tolerancia y relativismo. Se puede ser tolerante exhibiendo los símbolos religiosos de los demás sin renunciar por ello a afirmar los propios y sin asumir los símbolos ateos.

- ¿Y si cada uno reza en su casa al Dios de cada uno, si lo tiene y quiere?

- El relativismo que usted parece defender es muy banal, en el fondo es pasotismo, por cierto, una palabra para la que no encuentro traducción en mi alemán natal.

- Cada idioma es un modo de vivir.

- Ese pasotismo en el fondo es falta de solidaridad y de comprensión con los que sí tenemos una fe íntima que consideramos que debemos asumir también en público.

- ¿Por qué lanza usted esta cruzada?

- Mi esposa y yo vivíamos en Bruselas cuando estalló el caso Butiglione. Y nos indignamos. Pensamos que teníamos que reaccionar como católicos y apoyarle.

- Al parecer, el comisario europeo Butiglione hizo unas declaraciones homófobas.

- Sólo cometió el error, para el totalitarismo laicista, de matizar: "Tal vez en mi interior pueda pensar que la homosexualidad es un pecado". Los titulares al día siguiente le atribuían: "La homosexualidad es un pecado".

- Un político tiene que cuidar su lenguaje.

- Se le penalizó y se le persiguió, pero no por homofobia, sino por atreverse a mostrar en público su moral cristiana privada.

- ¿Y qué decidieron ustedes?

- Creamos Europe4christ.net: movimiento ecuménico y económico que pide a todos los cristianos europeos tres acciones inmediatas: rezar e invitar a los amigos y compañeros a rezar en público un padrenuestro por una Europa cristiana.

- ¿Y ya está?

- Llevar en algún sitio visible - su coche, la chaqueta, su despacho...- un símbolo inequívoco de sus creencias cristianas.

- ¿Algo más?

- Europa fue creada por el humanismo cristiano, por eso editamos una Carta de Europa en diez idiomas sobre fe y sociedad.


IDENTIDAD
Kugler habla un castellano impecable que aprendió como voluntario altermundista en Guatemala y es autor de una estimable tesis sobre la Iglesia católica austriaca bajo el nazismo. Como habrán adivinado, concluye que los cristianos opusieron más resistencia a Hitler de lo consignado por la historia oficial: "Si los católicos austriacos hubieran sido tan anexionistas, Hitler no habría tenido que invadirlos". Los Kugler han vivido en Bruselas, conocen los resortes de la UE y han incorporado a su grupo a banqueros como Norbert Walter, militares como Philippe Morillon, aristócratas como Otto de Habsburgo, deportistas como Vatanen y al ex conseller Miró i Ardèvol. Sean todos bienvenidos al vibrante debate sobre la identidad de Europa.

Dios tiene confianza en tí / Autor: Giancarlo Pravettoni SdC Obra Don Guanella

Dios tiene confianza en ti
de otra manera, ¿para qué te hubiera traído al mundo?
El está contigo, y tú no estás solo.
Dios busca un alma como casa
y un corazón donde entrar y estar en compañía.
Tantos corazones están cerrados y prisioneros de la
soledad y del aburrimiento;
podrían, en cambio, estar abiertos para recibir al
personaje más importante,
la luz más fascinante, la amistad más bella.
Dios está a la puerta de tu corazón y llama para entrar
y compartir contigo la vida con sus pequeños y grandes
problemas,
pero también con sus simples y grandes alegrías.
En sus manos estás seguro:
pon tu corazón junto a tu Señor y vivirás en paz.
Ábrele la puerta de tu corazón y de tu vida,
de tus sufrimientos, de tus miedos y angustias.
Entonces tu aburrimiento y tu soledad se llenarán de una
compañía divina
y todo el mundo se convertirá en tu casa.

Las causas por las cuales el imán de Dios no nos atrae / Reflexiones de San Francisco de Sales

San Francisco de Sales decía: “cuando un alma no es atraída por el imán de Dios se debe a tres causas: o porque ese hierro está muy lejos; o porque se interpone entre el imán y el hierro un objeto duro, por ejemplo una piedra, que impide la atracción; o porque ese pedazo de hierro está lleno de grasa que también impide la atracción”.

Y continúa explicando San Francisco de Sales:

- “Estar lejos del imán significa llevar una vida de pecado y de vicio muy arraigada”.
- “La piedra sería la soberbia. Un alma soberbia nunca saborea a Dios. Impide la atracción”.
- “La grasa sería cuando esa alma está rebajada, desesperada, por culpa de los pecados carnales y de la impureza”.

Y da la solución:

- “Que el alma alejada haga el esfuerzo del hijo pródigo: que vuelva a Dios, que dé el primer paso a la Iglesia, que se acerque a los Sacramentos y verá cómo sentirá la atracción de Dios, que es misericordia”.
- “Que el alma soberbia aparte esa piedra de su camino, y verá cómo sentirá la atracción de Dios, que es dulzura y bondad”.
- “Que el alma sensual se levante de su degradación y se limpie de la grasa carnal y verá cómo sentirá la atracción de Dios, que es pureza y santidad”.

La libertad encuentra su sentido en el Amor / Autor: SS Benedicto XVI


Hoy meditemos acerca de libertad y seguimiento de Cristo. El evangelista Lucas narra que «cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén» (Lucas 9, 51). En la expresión «decididamente» podemos entrever la libertad de Cristo. Él sabe que en Jerusalén le espera la muerte en la cruz, pero obedeciendo a la voluntad del Padre se ofrece por amor.

En esta obediencia al Padre Jesús realiza su propia libertad, opción motivada conscientemente por el amor. ¿Quién puede ser más libre que Él, que es omnipotente? Él no vivió su libertad como albedrío o dominio. La vivió como servicio. De este modo, «llenó» de contenido la libertad, que de otro modo se hubiera convertido en una posibilidad «vacía» de hacer no de no hacer algo.

Al igual que la vida del hombre, la libertad encuentra su sentido en el amor. ¿Quién es el más libre? ¿Quien se ahorra todas sus posibilidades por miedo de perderlas o quien se entrega “decididamente” al servicio y de este modo se descubre lleno de vida por el amor que ha entregado y recibido?

El apóstol Pablo, escribiendo a los cristianos de Galacia, en la actual Turquía, dice: «hermanos, habéis sido llamados a la libertad; sólo que no toméis de esa libertad pretexto para la carne; antes al contrario, servíos por amor los unos a los otros» (Gálatas 5, 13).

Vivir según la carne significa seguir la tendencia egoísta de la naturaleza humana. Vivir según el Espíritu, por el contrario, es dejar que las intenciones y obras sean guiadas por el amor de Dios, que Cristo nos ha dado.

La libertad cristiana, por tanto, no es ni mucho menos albedrío; es seguimiento de Cristo en el don de sí hasta el sacrificio de la cruz. Puede parecer una paradoja, pero el Señor vivió la cumbre de su libertad en la cruz, como cumbre del amor. Cuando en el Calvario le gritaban: «Si eres el Hijo de Dios, ¡baja de la cruz!», él demostró su libertad de Hijo quedándose precisamente en ese patíbulo para cumplir hasta el final con la voluntad misericordiosa del Padre.

Esta experiencia la han compartido otros muchos testigos de la verdad: hombres y mujeres que han demostrado ser libres incluso en la celda de una cárcel o bajo las amenazas de la tortura. «La verdad os hará libres». Quien pertenece a la verdad nunca será esclavo de ningún poder, sino que sabrá siempre hacerse libremente siervo de los hermanos.

Contemplemos a María santísima. Humilde esclava del Señor, la Virgen es modelo de persona espiritual, plenamente libre, pues es inmaculada, inmune al pecado y totalmente santa, entregada al servicio de Dios y del prójimo. Que con su materna atención nos ayude a seguir a Jesús para conocer la verdad y vivir la libertad en el amor.



Palabras que pronunció SS Benedicto XVI después de rezar la oración mariana del Ángelus domingo 1 de julio.

domingo, 8 de julio de 2007

Estamos siempre ocupados. ¿Dios espera de nosotros que estemos todo el día distraidos? Autor: www.reinadelcielo.org

Nos han enviado un correo muy ilustrativo. Siempre se habla del mal con ambigüedades y misterio. San Pablo nos advierte en su carta a los Efesios que luchamos contra espíritus, dominaciones, potestades...En definitiva contra el mal personificado en Satanás, que se sirve de muchas cosas para impedir que hagamos la voluntad de Dios. Su deseo es hacernos famosos e importantes a nosotros. Quiere evitar que Dios sea el centro de nuestra vida.

Por eso el mail que nos han enviado nos parece importante. De forma muy gráfica nos advierte del verdadero combate espiritual que debemos librar cada día para seguir siendo fieles a Jesús el Señor por el don de su Espíritu Santo perseverando en el Amor del Padre del Cielo. El príncipe de este mundo nos impulsará a hacer las obras de la carne: envidias, disensiones, orgullos, altanerías...La voluntad de Dios es que instauremos los frutos del Espíritu: amor, paz, humildad...Nuestra libertad está siempre eligiendo entre hacer el bien o el mal aún a veces sin tener conciencia. Lean, oren y cada cual sea iluminado por el Espíritu Santo:

Distráiganlos durante todo el día... /Autor: www.reinadelcielo.org

Creer en el bien implica también creer en el mal. Creer en el Cielo involucra ineludiblemente creer en el infierno también. Esto es una verdad bíblicamente revelada. ¿Pero cómo actúa el mal sobre nosotros?.

En este cuento que reproducimos, tenemos graficadas muchas de las trampas que el mundo nos hace a diario para alejarnos de Dios. Leerlo es encontrar consuelo y explicaciones a muchas de nuestras angustias y culpas. Pero debe servir para estar más fuerte al enfrentar los engaños a los que nos vemos sometidos en forma permanente.

El cuento dice así:

Satanás llamó a una convención mundial de demonios. En su alocución de apertura dijo:

"No podemos evitar que los cristianos concurran a la Iglesia. No podemos evitar que lean sus Biblias y conozcan la verdad. Tampoco podemos evitar que se entreguen a una íntima relación con su Salvador. Cuando llegan a esa situación con Jesús, nuestro poder sobre ellos se rompe. Así que, dejémosles concurrir a sus Iglesias, dejémosles tener sus reuniones sociales y cenas, pero robémosles el tiempo, así no tendrán oportunidad de desarrollar una relación con Jesucristo".

Esto es lo que quiero que hagan: "Distráiganlos durante todo el día".

¿Cómo haremos esto?, gritaron los demonios.

"Manténganlos ocupados en trivialidades de la vida e inventen innumerables cuestiones para ocupar sus mentes".

"Tiéntenlos a gastar, gastar, gastar, y pedir, pedir, pedir prestado. Persuadan a sus esposas a salir a trabajar por largas horas y a los maridos a trabajar 6 o 7 días cada semana, 10 a 12 horas diarias; así ellos podrán mantener ese estilo vacío de vida".

"Eviten que pasen tiempo con sus hijos. Como su familia se fragmentará, pronto sus hogares no encontrarán salida a las presiones del trabajo".

"Sobre estimulen sus mentes, así ellos no podrán oír aquella voz calma y suave".

"Tiéntenlos a escuchar mucho la radio, CD o cassettes cuando conducen sus automóviles. Mantengan continuamente sus TV, sus grabadoras, sus CD y sus computadoras encendidas en sus hogares".

"Asegúrense que cada negocio y restaurante en el mundo pase constantemente música popular; ello contribuirá a llenar sus mentes y romper su unión con Cristo".

"Llenen las mesas con revistas y diarios de actualidad. Repiqueteen en sus mentes con noticias mundiales así 24 horas al día. Invadan las rutas con carteles publicitarios. Inunden sus buzones con envíos postales inútiles, catálogos, publicidades y toda clase de propaganda y promoción ofreciendo productos gratis, servicios y falsas esperanzas. Presenten hermosas y delgadas modelos en revistas, películas y TV, así los esposos creerán que la belleza exterior es lo importante, y quedarán insatisfechos con sus esposas."

"Mantengan a las esposas muy cansadas para amar a sus maridos a la noche. Denles dolores de cabeza, también. Si no les dan a los esposos el amor que ellos necesitan, ellos comenzarán a buscarlo afuera. Esto fragmentará la familia rápidamente".

"Denles un Santa Claus para distraer a sus hijos de la enseñanza del verdadero significado de Navidad. Denles un conejillo de Pascuas para no hablar de su resurrección y su poder sobre el pecado y la muerte. Aún en sus recreaciones, que lo realicen en exceso. Hagan que al regreso de sus recreaciones estén exhaustos. Logren que estén tan ocupados que no puedan ir a observar la naturaleza y el reflejo de Dios en la Creación. Envíenlos a los parques de diversiones, eventos deportivos, juegos, conciertos, y cines, en su reemplazo. Manténganlos ocupados, ocupados, ocupados".

"Y cuando se reunan para una reunión espiritual, procuren que estén atentos a chismes y habladurías para que concluyan con conciencias preocupadas".

"Llenen sus vidas con muchas cosas triviales de tal modo que no les quede tiempo para la Palabra o buscar el poder de Jesús. Pronto ellos estarán trabajando en su propia fuerza, sacrificando su salud y su familia."

¿Esto funcionará?. Era realmente un gran plan!.

Los demonios se fueron ansiosos a sus puestos asignados procurando que los cristianos en todos lados estuvieran más ocupados y apurados, yendo de aquí para allá, teniendo muy poco tiempo para su Dios o sus familias o para hablarles a otros del poder de Jesús.

¿Tuvo el diablo éxito en su planteo?. ¡Tú eres el juez!.

Tu visión se volverá más clara sólo cuando puedas ver dentro de tu corazón.

sábado, 7 de julio de 2007

"Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores" / Autor: LuisMaria

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 9-13
En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió.
Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: “¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?” Jesús los oyó y les dijo: “No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.



Meditación


Mateo es el mismo a quien Marcos y Lucas llaman Leví. Por ser recaudador de impuestos no se le debía tratar, decían los fariseos que se escandalizan de que Jesús lo llame y coma con él.

En donde quiera que estemos, un buen día, Jesucristo llega a nosotros como llegó a Mateo. De donde sea, sale Jesús a nuestro encuentro y nos puede convertir de católicos de nombre y por herencia, en personas que, convencidas y decididas, opten personalmente por Él. La gracia del Espíritu Santo, que está siempre esperándonos, puede incidir en la voluntad cuando menos lo hayamos pensado. Es la voz del Señor que nos dice “Sígueme”, y como Mateo, nos toca levantarnos de donde estemos anclados y abrirnos al diálogo para escuchar, en oración, lo que pide y necesita de nosotros.

Reflexión Apostólica

Hemos de sentir la urgencia de dar a conocer a Jesucristo, de apoyar a la Iglesia y a los apostolados. Anunciemos la misericordia del Señor y trabajemos porque no se ignore el pecado y se abran las personas a su perdón.


Propósito


Voy a hacer una buena confesión.

Confía en Maria que es Madre y te ama profundamente. Oremos juntos.

Vivir actitudes del Evangelio cada día / Autores: Arturo y Conchi

Elige el Amor:
Dios es Amor. Sigue sus pasos. Nada ni nadie podrá separarnos del Amor de Dios. Sólo nosotros podemos optar por senderos de envidia, mediocridad, premeditaciones ocultas y vanidades.

Escoge la paciencia:
En vez de quejarte porque tienes que esperar demasiado tiempo, sé agradecido por tener un momento de oración. Escucha a Dios: acoge su paz y su visión de las cosas.

Escoge la bondad:
Sé bondadoso con los pobres, porque ellos están solos muy a menudo. Practica la bondad también con los ricos, porque muy frecuentemente tienen miedo. Sé bondadoso con los duros de corazón, y así comprenderás cómo Dios trata contigo.

Escoge la benevolencia:
Prepárate para reconocer tus faltas antes que culpar, y para ser examinado, antes que para vanagloriarte. "No juzgues y no serás juzgado. No condenes y no seras condenado. Bendice. Ama a tus enemigos."

Escoge la honradez:
Cumple tus promesas, para que tus acreedores nunca lamenten haber confiado en ti, para que tus amigos nunca cuestionen tu palabra, ni tu familia dude de tu amor.
Dí sí cuando sea que sí y no cuando corresponda. Evita las palabras vanas. Utiliza como Jesús aquellas que dan vida a los demás.

Escoge la mansedumbre:
Nada se gana por la fuerza. Si levantas tu voz, hazlo para alabar. Si aprietas los puños, hazlo para orar. Si haces una exigencia, haz que sea primero acerca de ti mismo.

Esta es la voluntad de Dios para todos. Sólo Él puede darnos la gracia de poder ponerlos en práctica cada día. Haznos Señor criaturas cada vez más semejantes a Ti.

Alonso Yañez nos manda este texto por correo electrónico que completa nuestro itinerario de cada día:

HOY SEMBRARÉ

Hoy sembraré una sonrisa;
Para que haya mas alegría.

Hoy sembraré una palabra consoladora;
Para cosechar serenidad.

Hoy sembraré un gesto de caridad;
Para que haya más amor.

Hoy sembraré palabras y gestos de verdad;
Para que no crezca la mentira .

Hoy sembraré serenidad de acciones;
Para colaborar con la paz.

Hoy sembraré un gesto pacífico;
Para que haya menos nervios.

Hoy sembraré en mi mente una buena lectura;
Para el gozo de mi espíritu.

Hoy sembraré justicia en mis gestos y palabras;
Para que reine la verdad.

Hoy sembraré un gesto de delicadeza;
Para que haya más bondad.

Hoy sembraré una oración;
Para que el hombre esté más cerca de Dios.

martes, 3 de julio de 2007

Dar la vida: Amar como Dios nos Ama / Autor: Arturo López

Juan 20, 24-29

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré». Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros». Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente». Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío». Dícele Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído».


Me identifico totalmente con Tomás el mellizo. Me siento débil en mis pobrezas y cada día oro al Señor pidiéndole la gracia de creer sin haber visto. Tengo además un problema añadido: aunque esté muy decaído, hundido, deprimido y desolado, yo no puedo negar que he visto la obra de Dios en mi vida. Por tanto ¿a qué se deben las dudas, los miedos, los titubeos?. Responden a algo muy esencial: las heridas de la vida, producidas en nosotros por el mal de los pecados propios y ajenos, nos hacen dudar, cuando somos zarandeados por cualquier dificultad.

Un día mi padre espiritual, Jaime Burke O.P. compartió durante una comida con mi esposa y mis hijos: "todos los miedos en nosotros provienen del temor inconsciente a morirnos que habita en nuestro corazón. A medida que vamos dejandonos moldear por Dios, día a día, esos miedos se transforman en una total confianza en Cristo". Tenemos miedo a perder el trabajo, la salud, los amigos, el prestigio, la familia, la casa, el coche...Tenemos miedo a la oscuridad, a ser vulnerables, a no ser tenidos en cuenta, a ser humillados...Y miedo a perder nuestro cuerpo, que todo se acabe y no exista en realidad la vida eterna.

Esto no lo racionalizamos textualmente así en nuestra mente de forma consciente. Nuestras actitudes prácticas delatan que sí lo vivimos de esta forma. Sabemos doctrinalmente, por los Evangelios, por nuestra fe y relación con Dios, que la única promesa que Jesús nos ha hecho es la "vida eterna". Sin embargo, como Tomás, dudamos cuando pensamos en esa vida infinita en el corazón de Dios, que Él mismo pensó desde siempre para nosotros. No tengo ninguna duda racional, ni de fe, respecto a esa vida eterna, pero cuando determinadas situaciones me han interpelado he visto mi pobreza y la necesidad de decir "Señor mio y Dios mio", como Tomás.

Todavía estoy impresionado por una historia que he vivido. Un testimonio implacable de fe en la vida eterna y en las promesas de Jesús, que me ha hecho preguntarme como actuaría yo si me encontrará en una situación similar. La verdad es que, ante cualquier desgracia o dolor, no negaría que he visto en mi vida la gloria de Dios. Dudo que pudiera imitar a la madre que tuvo la siguiente vivencia, hace ahora unos tres años:

Una de las personas, que más bien espiritual y humano me ha hecho en mi vida, tenía un amigo sacerdote, que conocí y con quien compartimos momentos de dificultad y combate. El sacerdote iba a cumplir pronto los 50 años. Sucedió que una hermana suya menor enfermó de cáncer y después de una larga batalla con la enfermedad falleció. El sacerdote, hombre de profunda relación con Dios y de una entrega al Señor incuestionable, celebró el funeral por su hermana. Es obvio el dolor humano que supuso para la familia perder a una joven en plena madurez. La madre era viuda y su hijo sacerdote estuvo conviviendo con ella los días posteriores a la muerte de la joven.

Transcurrida una semana desde el día del entierro, el sacerdote se empezó a encontrar mal. Estaba en el salón de la casa y se lo dijo a su madre. Creía que era una indisposción transitoria. A los pocos minutos falleció. Sí es difícil para una madre perder una hija joven, no podemos dudar de lo que supone quedarse sin dos hijos en el periodo de siete días.

La persona, que me presentó al sacerdote, fue desolada a ver a la madre de los dos difuntos. Contrariamente a lo previsible la halló llena de una paz inexplicable y que decía con un aplomo testimonial profundo: "Dios me los regaló y a Él han vuelto. Bendito y alabado sea el Señor por los miles de días felices que he podido vivir con ellos". Esto, pese al dolor, sería lo que de todo corazón deberíamos testimoniar todos los cristianos y católicos ante el fallecimiento de un ser querido. Las palabras de aquella madre no eran un autoconsuelo sentimental sicológico, sino un testimonio vivo que Dios guia sus pasos. Ella consoló a conocidos, compañeros sacerdotes del hijo, familiares y amigos ante este encadenamiento de fallecimientos.

He comentado, que hoy todavía estoy impresionado por este testimonio. Cuando conocí al sacerdote fallecido, él había terminado Teología y tuvo que superar muchos contratiempos hasta su ordenación. Siempre quiso servir a Dios y tuvo el deseo de ejercer el presbiterio como Jesús: Amando sin limites. En el verano de 1997 pasaba yo por una situación muy difícil y este sacerdote y otro compañero me acogieron en su casa. Él trabajaba en las pastoral de la salud. Se compró una gran furgoneta para trasladar a los enfermos imposibilitados que atendía. Marchaba a primera hora de la mañana de casa y cuando volvía, muchas veces eran las once de la noche. Después de todo el cansancio, de atender a tantas personas con problemas, cenaba, cogía la guitarra y se dirigía sólo a la capilla a dar gracias a Dios. Allí permanecía hasta la madrugada adorando a su Señor. Para él cada día esa era su vida.

Cuando supe de su fallecimiento, la muerte anterior de la hermana y del testimonio de su madre, no podía dejar de preguntar al Señor: "-¿Cómo es posible que hayas llamado a la casa del Padre a un sacerdote que te servía con tanto celo, era tan joven y además un testimonio vivo del Evangelio?". Hoy, tres años después, mi fe ha madurado interiormente y Dios me ha hecho comprender lo importante que es vivir cada segundo de nuestra vida haciendo su voluntad, amando como Él Ama.

"Dios es Amor" dice la primera carta de Juan. Dios amó tanto al mundo que nos entregó a su Hijo Único para rescatarnos a todos del pecado. "No hay amor más grande que aquel de quien da la vida por sus amigos", dice Jesús. Amar como Dios ama es aprender a dar la vida por los demás. Normalmente, todos los que somos padres daríamos nuestra vida por salvar a nuestros hijos de cualquier contrariedad o desgracia. Eso esta bien, pero el Amor de Dios, que debe ser nuestra fuente de vida, consiste en darnos totalmente. Dios Padre entrega a su Hijo Único. La Virgen María, la madre de Jesucristo, entrega también a su hijo y permanece al lado de la cruz, sabiendo que se esta cumpliendo la voluntad de Dios, la salvación de toda la humanidad.

El paso del amor humano al Amor de Dios consiste en dejarse transformar por el Espíritu Santo, para ser capaces de dar toda nuestra vida libremente, para que los demás puedan vivir una experiencia poderosa de conocimiento de Cristo Resucitado. Afirmo todo esto con toda humildad y conociendo todas mis limitaciones para vivirlo. Se que este texto de hoy, podrá ser digerido aparentemente mejor, por personas iniciadas en una oración constante. La llamada de crecer en el Amor de Dios es para todos. Han tenido que pasar muchos años para que lo haya comenzado a interiorizar en mi vida. Pidamos la gracia al Señor para que nos haga escuchar la llamada a Amar sin limites, como hizo el sacerdote amigo. Yo no dudo que estará gozando de la vida eterna.

domingo, 1 de julio de 2007

Nuestros caminos no son los caminos de Dios / Autor: Arturo López

Han pasado ya veinte años. Un matrimonio recién casado, los dos licenciados, recibieron la propuesta de dirigir y configurar una empresa, con un equipo de 20 personas, con capital mixto, de empresarios privados y de una institución pública del Estado. Ellos eran personas de fe piadosa, que siempre habían acudido a la Iglesia Católica, desde pequeños.

Comentaron la propuesta de constituir esa empresa a amigos y familiares con todo el gozo y la ilusión de crear algo nuevo. Unos días después una persona de profunda oración y de su confianza se dirigió a ellos y les explicó: "he orado por el proyecto de nueva empresa y no es la voluntad de Dios que trabajen para quienes se lo han pedido". Conozco al matrimonio personalmente y me contaron que su reacción fue de total desconcierto: "Si no tenemos un buen trabajo, ¿cómo Dios no va a querer que aprovechemos esta oportunidad para ganar nuestro sustento honradamente?. La persona que ha escuchado eso en oración es muy buena y piadosa pero seguramente está equivocada".

El matrimonio en lugar de orar implorando "hagase tú voluntad Señor", se dirigía a Dios pidiendo "danos este trabajo que lo necesitamos". Pero paralelamente iniciaron la constitución de la empresa. Se contrataron las 20 personas y empezó el negocio. El capital era mayoritariamente de la institución pública del Estado. La empresa duró 70 días.

Sin previo aviso los responsables políticos de la institución pública dijeron que la empresa no era rentable y no estaba cumpliendo los objetivos, que estaban por escrito. Todo esto era falso. Las previsiones se habían alcanzado con creces a nivel económico. Sin embargo, los miembros políticos del Consejo de Administración, quisieron aprobar, con el beneplácito del matrimonio amigo, que las perdidas eran de 18 millones de pesetas en lugar de el medio millón real.

El matrimonio se empezó a dar cuenta que la persona que había escuchado al Señor no se había equivocado. Ellos eran quienes debían haber orado para que Dios iluminará su corazón en esta situación. Se despidieron a todos los trabajadores con la amenaza especial para el matrimonio amigo que no encontrarían nunca más ningún trabajo si no firmaban las falsas perdidas.

Pese a las amenazas la pareja no firmó la falsedad. Luego, al estar sin trabajo se deprimieron. No obstante, Jesús estaba llamando a sus corazones y aprovecho esa delicada situación para atraerlos hacia Él y que tuvieran una poderosa experiencia del Amor de Dios. Ellos iniciaron una nueva vida en Cristo y desde hace 20 años, cada uno de ellos pone en oración cada cosa que debe realizar en la vida.

Es así como Dios nos quiere, a su lado, dependiendo siempre de Él, confiando en que sus caminos no son nuestros caminos y por tanto debe enseñarnos las veredas que debemos tomar en cada cuestión.

Padre Santo, enseñanos a escuchar tú voz, como lo hacía Jesús, dedicando cada día tiempo. Danos la gracia de perseverar en ponernos ante Ti. Pon en nosotros Tú mirada. Que veamos todo según Tú visión. Haznos dóciles. Curanos interiormente y conviertenos en cada vez más semejantes a Ti. Amén.

viernes, 29 de junio de 2007

"Vengan a mi los que tengan sed" // Autor: Jaume Burke O.P.


Jesús gritó en el templo (San Juan): "si alguno tiene sed que venga a mí y beba del agua viva".Del interior de Jesús fluyen torrentes de agua viva. Sin sed no vamos a acercarnos al torrente de agua viva. Él grita porque tiene en su corazón ese deseo de darnos el Espíritu Santo, pero por el amor de su corazón respeta nuestra libertad. Nosotros, en cambio. queremos imponer nuestra fe a los demás.

Después de una charla en un retiro vino una señora y me dijo:"ha sido una predicación excelente todo ha sido para mi marido". A la siguiente conferencia que dí, yo veía a esta mujer que le daba codazos a su marido y le susurraba: "escucha que esto es para ti".El amor verdadero no se impone. Cuando hay imposición no es jamás la voluntad Dios. En el profeta (Zacarías 12, 10) se lee: "Y derramaré sobre la casa de David y sobre los moradores de Jerusalén un Espíritu de Gracia y de oración y alzarán sus ojos a mí".

Jesús grita para que vayamos a beber del Agua Viva que viene de su costado cuando fue traspasado por la lanzada, saliendo Sangre y Agua, entregándonos su Espíritu.

Cuando estuve en Bolivia éramos un grupo muy grande de sacerdotes y monjas. Nunca hubo entre nosotros la conciencia de la necesidad del Espíritu Santo. Cuando llegaron las grandes contrariedades sí que nos dimos cuenta de lo imprescindible que era invocar y ser asistidos por el Espíritu Santo.

Una vez vinieron tres grandes hombres a evangelizarnos y uno de ellos dijo: "Yo conozco a Jesucristo más que todos vosotros, y más que cada uno de vosotros". Esto nos dio un deseo de conocer al Espíritu Santo, alimentarse en la mesa del santo deseo (palabras de Santa Catalina. Concluí, incluso estudiando, que sin el deseo de tener sed de Jesús era fácil estancarse en la vida espiritual y en la relación con Dios. Ahora entiendo las palabras de Juan Pablo II: "La Iglesia debe estar abierta a la conversión".

Hubo un tiempo en que se decía que la Iglesia estaba muerta. No obstante el Señor suscitó múltiples movimientos de renovación con sus gracias y carismas particulares que dieron impulso a la Iglesia. Para los judíos los fariseos eran un grupo que querían renovar el judaísmo, pero con el tiempo se estancaron, empezaron a juzgar a los demás, creyéndose superiores y volviéndose inflexibles.

El Espíritu santo es viento y quiere movernos y llevarnos a Jesús. El estancamiento es una realidad y el Espíritu Santo nos quiere renovar y darnos una nueva vida.

Decía Juan XXIII: "Tenemos que abrir las ventanas del Vaticano para que entre el Espíritu Santo". Todos estamos obligados a vivir el Evangelio y llevar la Buena Nueva y llevarla a los demás, no quedarnos estancados. El Espíritu Santo siempre va renovando la Iglesia. Él tiene la misión de formar la imagen de Dios en nosotros.

Un día acusaban a Jesús de que expulsaba los demonios por el poder de Belleza, príncipe de los demonios, y Jesús les interpeló con estas palabras: "Todo reino dividido contra sí mismo será devastado, y caerá casa sobre casa. Si pues Satanás se halla dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino?. Puesto que decís que por virtud de Beelzebu expulso yo a los demonios. Si yo expulso los demonios por Beelzebu, ¿vuestros hijos por quien los expulsan?. Por esto ellos mismos serán vuestros jueces. Pero si expulso los demonios por el dedo de Dios sin duda que el reino de Dios ha llegado a vosotros". (Lucas 11, 17- 20). Jesús nos dice que ha vencido todos los poderes del mal. Con esa victoria de Cristo no hay necesidad de tener miedo de nada. tampoco de los poderes del mal.

Muchas personas tienen miedo y dicen que otras persona les han hecho rituales, magias y brujerías contra ellas. Jesús nos afirma y muestra con su vida que Él es mas fuerte que cualquiera, incluido el mal. Él ha vencido y está con nosotros.

Un niño me contó que veía al diablo al fondo de la cama y siempre estaba llorando. Yo le aconsejé: Cuando lo veas dile a Jesús ven y protégeme, el ha vencido el mal y su victoria es la nuestra.

El diablo pelea en contra de nuestra fe y trata de quitarnos la fe en Jesús.

San Pablo habla con mucha fuerza a los Gálatas: "Insensatos, ¿habéis recibido el Espíritu Santo por virtud de las obras de la ley o por virtud de las obras de la fe?. Habiendo comenzado en el Espíritu habéis acabado en la carne. Estamos salvados por la fe en Jesucristo".

Nosotros tenemos que ser niños y llevar nuestras debilidades a Dios. No estamos salvados por nuestras buenas obras sino por nuestra fe en Dios.

Estaba un día en el aeropuerto en Miami y había una pareja con una niña de tres años. Luego vino otra pareja con otro niño de un año. Todos estaban contentos y reían, el niño tenía un peluche y la otra niña se lo arrebataba estirando de él, y decía es mío. El egoísmo humano. ¿Quién nos puede salvar de él?. Jesús.

Al terminar una predicación una señora me dijo: "su charla me sentó fatal". Mi corazón se sintió herido hacia esa mujer, pero yo le presente a Jesús esta angustia y Él me dio un fuerte amor hacia ella. Fue una gracia grande del Señor. Somos salvados por Jesús que nos sana y él viene a liberarnos.

Oración para pedir perdón mirando interiormente al Señor / Autores: Arturo y Conchi

Hoy festividad de San Pedro, el discípulo que lloró amargamente después de negar a Jesús tres veces, te proponemos orar sobre el perdón. Pedro se arrepintió al ser mirado por Jesús. Tú mirada interior en silencio puesta en el corazón de Dios puede liberarte de cargas pesadas y ser fuente de perdón. Por eso aquí tienes esta oración:

Perdón Señor

Aquí me tienes Señor,
parándome, después de la centésima caída.
Agradeciendo tu amor infinito,
en la misericordia de tu centenaria acogida.

Vengo a pedirte perdón urgente,
por las mil veces que reduje el amor,
al círculo de mis cercanos.
Por ignorar, indolente,
lo bueno de mis hermanos.

Por recordar con afectuoso sentimiento
sólo a quienes alimentaron mi ego
en algún generoso momento.

Por las veces que pude hacer algo más y mejor,
y me auto disculpé con débil argumento.

Por haber extinguido el grato recuerdo,
de tantos miles que en la vida me han ayudado

Por creer que siempre tenía la razón
en mis acciones y razonamientos.
Perdón, Señor, por mis caprichos personales,
que impuse a los demás sin esperar consentimiento.

Por la rebeldía interior no expresada,
que disfracé en una acción obediente.

Por amar, sin demostrar el sentimiento.
Por las veces que mi amor urgente hacia ti,
no se detuvo en mis hermanos.
Creyendo, ingenuamente,
que llegaría veloz,
sin fraternal demostración real.

Por la cobardía de no cambiar lo suficiente
cuando una palabra o gesto lo advirtió.
Y por las veces que no tuve,
la valentía de señalar el error,
al hermano fraternalmente.

Por no alinear la proa de mi débil barca
hacia el temporal violento,
cuando tú me llamas a maravillosa singladura,
que durará eternamente. Amén.


Ahora sigue callado interiormente invocando el nombre de Jesús para que te moldee según su voluntad. Luego, puedes seguir orando desde el corazón así:

En tus manos, oh Dios, me abandono.
Modela esta arcilla, como hace con el barro el alfarero.
Dale forma, y después, si así lo quieres, hazla pedazos.

Manda, ordena.
"¿Qué quieres que yo haga? ¿Qué quieres que yo no haga?"

Elogiado y humillado, perseguido, incomprendido y calumniado, consolado, dolorido, inútil para todo, sólo me queda decir a ejemplo de tu Madre:

"Hágase en mí según tu palabra".

Dame el amor por excelencia, el amor de la Cruz; no una cruz heroica, que pudiera satisfacer mi amor propio; sino aquellas cruces humildes y vulgares, que llevo con repugnancia.
Las que encuentro cada día en la contradicción, el olvido, el fracaso, los falsos juicios, la indiferencia, en el rechazo y el menosprecio de los demás, en el malestar y la enfermedad, en las limitaciones intelectuales y en la aridez, en el silencio del corazón.

Solamente entonces Tú sabrás que te amo, aunque yo mismo no lo sepa.
Pero eso basta.



Amén.

jueves, 28 de junio de 2007

Deprimido en tú abismo puedes escuchar la voz de Dios / Autor: C. Torres Pastorino

Francisco Vidal nos hace llegar un texto de C. Torres Pastorino que publicó por su profundidad:

Cuando el espíritu se siente infinitamente triste, se abre el cielo y su luz radiante te ilumina nuevamente el alma.

Cuando el espíritu se halla profundamente sumergido en el barro, busca una piedra para apoyar los pies y subir otra vez hasta la superficie.

Cuando el espíritu está totalmente perdido en el océano revuelto por la inmensidad de las olas, se presenta una tabla de salvación donde agarrarse, evitar el naufragio y volver a la orilla.

Cuando el espíritu está totalmente cansado, sin aliento, colgando de una rama al borde del abismo, del cielo baja la cuerda para levantarlo.

Cuando el espíritu está a punto de morir de dolor, desgarrado destrozado surge en tu interior el sol de luz que te levanta alegre y vencedor a las esferas del espíritu.

No te desanimes nunca, pues, por hondo que sea el abismo -donde creas encontrarte- es en el punto más bajo de la humildad el lugar donde mejor se oye la voz de Dios.

C. Torres Pastorino.


Y ahora aquí tienes un texto en el que resuena la voz de Dios para tí:


SÓLO DI MI NOMBRE


Cuando creas que todas las cosas se han acabado,

Cuando pienses que ya nadie, nadie, se acuerda de ti,

solo di Mi Nombre y estaré a tu lado.


Olvida el pasado y confía en Mí.

Solo di Mi Nombre...Y Yo estaré allí.

Soy tu Amigo de toda la vida.

Tú ya me conoces.


Y aunque nunca Me veas, ya sabes que Estoy junto a ti.

Y verás con goce de tu alma plena,

que no habrá más penas... Y serás feliz…

Sólo di Mi Nombre...y Yo estaré allí!


Cómo He de olvidarte, si Yo Soy el Cristo,

Aquél que tú has visto clavado en la Cruz.

Antes que Me llames, Yo siempre estoy listo.

Ya ves que no He muerto porque Soy la Luz.


Cuando sientas que estás en apuros,

sólo di Mi Nombre.

Yo te escucho y Estoy a tu lado… si tienes fe.


Quédate tranquila/o, tómame la mano.

Hállate seguro y vuelve a creer…

…Que cuando Me llames Yo responderé.

Sólo di Mi Nombre... Que Yo llegaré!

J E S Ú S

Testimonio del Padre Stanislao: Llegó al sacerdocio gracias al testimonio de una pobre mujer / Autora: María Gonzalez

Este testimonio nos lo envía María Gonzalez. Jesús vive Resucitado entre nosotros y se sirve de cualquier persona sencilla para atraer a cualquiera hacía Ël. Lean y comprueben:

¿SABES CUAL ES EL VALOR DE LA MISA? // AUTORA: MARÍA GONZALEZ

Hace años, en Luxemburgo, un capitán de la guardia forestal se entretenía en una conversación con un carnicero cuando una señora mayor entró a la carnicería. Ella le explicó al carnicero que necesitaba un pedazo de carne, pero que no tenía dinero para pagarlo. Mientras , el capitán encontró la conversación muy entretenida. "¿Un pedazo de carne desea, pero cuánto me va a pagar ?" preguntó el carnicero. La señora le respondió: "perdóneme, no tengo dinero, pero iré a Misa por usted y rezaré por sus intenciones" . El carnicero y el capitán eran buenos hombres pero indiferentes a la religión y se empezaron a burlar de la respuesta de la mujer.

“Está bien", dijo el carnicero, "entonces usted va a ir a Misa, y cuando regrese le daré tanta carne como pese la Misa". La mujer se fue a Misa y regresó. Cuando el carnicero la vio viniendo cogió un pedazo de papel y anotó la frase: "ella fue a Misa por ti". Lo puso en un plato de la balanza, y en el otro colocó un pequeño hueso. Nada sucedió e inmediatamente cambió el hueso por un pedazo de carne. El pedazo de papel pesó más.

Los hombres comenzaron a avergonzarse, pero continuaron. Colocaron un gran pedazo de carne en un plato de la balanza, pero el papel siguió pesando más. Entrando en desesperación, el carnicero revisó la balanza, pero todo estaba en perfecto estado. "¿Qué es lo que quiere,buena mujer, es necesario que le de una pierna entera de cerdo?", preguntó. Mientras hablaba, colocó una pierna entera en la balanza pero el papel seguía pesando más. Luego un pedazo más grande fue puesto en el plato, pero el papel siguió pesando más.

Fue tal la impresión del carnicero que se convirtió en ese mismo instante y le prometió a la mujer que todos los días le daría carne sin costo. El capitán se fue transformado y se convirtió en fiel asistente de Misa diaria. Dos de sus hijos serían luego sacerdotes, uno jesuita y otro del Sagrado Corazón. El capitán los educó de acuerdo a su experiencia de fe. Luego advirtió a sus hijos: "deberán celebrar Misa todos los días correctamente y que nunca deberán dejar el sacrificio de la Misa por algo personal". El Padre Stanislao, que me contó todo, acabó diciéndome: "Yo soy el sacerdote del Sagrado Corazón, y el capitán era mi padre".strong>

miércoles, 27 de junio de 2007

Dios te Bendice a través de las personas que pone a tú lado / Autores: Luisa y Antonio

Dejarse Bendecir por Dios es aprender de Jesús que es "humilde de corazón". Tan humilde, que se hace presente en nuestros corazones. San Pablo nos advierte: "No olviden que son templos del Espíritu Santo de Dios". Por tanto, cada persona que Dios pone en nuestro camino es Templo del Espíritu de Dios y bendición para nosotros.
El problema es que a veces no tenemos tiempo para cuidar esa presencia de Dios en nosotros y en los demás. Esta meditación enviada por Luisa es un retrato de nuestra pobreza y de la necesidad de Dios:

Acuérdate siempre de la flor…

Había una joven muy rica, que tenía todo: un hogar, un marido maravilloso, hermosos hijos, un empleo que le daba muchísimo bienestar económico, una familia unida. Lo extraño es que ella no conseguía conciliar todo eso, el trabajo y sus quehaceres le ocupaban todo el tiempo y su vida siempre estaba deficitaria en algo.
Si el trabajo le consumía tiempo, ella lo quitaba de los hijos;, si surgían problemas ella dejaba de lado al marido… Y así, las personas que ella amaba eran siempre dejadas para después.
Hasta que un día, su padre, un hombre sabio, le dio un regalo: una flor rarísima, de la cual sólo había un ejemplar en todo el mundo. Y le dijo: Hija, está flor te va a ayudar mucho, ¡más de lo que ahora te imaginas!
Tan solo tendrás que regarla y podarla de vez en cuando y, a veces, conversar un poco con ella; y ella te dará a cambio ese perfume maravilloso y esas maravillosas flores. La joven quedó muy emocionada, a fin de cuentas, la flor era de una belleza sin igual.
Pero el tiempo fue pasando, los problemas surgieron, el trabajo consumía todo su tiempo, y su vida, que continuaba confusa, no le permitía cuidar de la flor. Ella llegaba a casa, miraba la flor y las flores todavía estaban allí, no mostraban señas de flaqueza o muerte, simplemente "estaban allí", lindas perfumadas. Entonces ella pasaba de largo.
Hasta que un día, sin más ni menos, la flor murió. Ella llegó a casa ¡y se llevó un susto! La flor estaba completamente muerta, su raíz estaba reseca, sus flores caídas y sus hojas amarillas. La joven lloró mucho, y contó a su padre lo que había ocurrido.
Su padre entonces respondió: Yo ya me imaginaba que eso ocurriría, y no te puedo dar otra flor, porque no existe otra flor igual que esa, ella era única, al igual que tus hijos, tu marido, tu familia, tus amigos. Todos son bendiciones que el Señor te dio, pero tú tienes que aprender a regarlos, podarlos y darles atención, pues igual que la flor, los sentimientos también mueren. Te acostumbraste a ver la flor siempre allí, siempre florida, siempre perfumada y te olvidaste de cuidarla.
¡Cuida a las personas que amas!
¿Y tú? ¿Vas cuidando las bendiciones que Dios te ha dado? Acuérdate siempre de la flor, pues las Bendiciones del Señor son como esa flor. Dios nos las da, pero nosotros tenemos que cuidarlas.


Para que compruebes que Dios habla de miles de maneras a múltiples personas siempre
con el mismo mensaje de Amor, reproducimos la historia que nos escribió Antonio:

¿Has tenido algún día un almuerzo con Dios?

Un niño pequeño quería conocer a Dios. Sabía que era un largo viaje hasta donde Dios vive, así que empaco su maleta con seis alfajores y refrescos de naranja, y empezó su jornada.

Cuando había caminado como tres cuadras, se encontró con una mujer anciana; ella estaba sentada en el parque, solamente ahí parada contemplando algunas palomas.

El niño se sentó junto a ella y abrió su maleta, estaba a punto de beber de su naranja , cuando noto que la anciana parecía hambrienta, así que le ofrecido un alfajor .
Ella agradecida acepto el alfajor y sonrió al niño.
Su sonrisa era muy Bella, tanto que el niño quería verla de nuevo, así que le ofreció uno de sus refrescos.
De nuevo ella le sonrió... El niño estaba encantado!!!
Él se quedo toda la tarde comiendo y sonriendo, pero ninguno de los dos dijo nunca una sola palabra.

Mientras oscurecía, el niño se percato de lo cansado que estaba, se levanto para irse, pero antes de seguir sobre sus pasos, dio vuelta atrás, corrió hacia la anciana y le dio un abrazo.

Ella después de abrazarlo, le dio la más grande sonrisa de su vida. Cuando el niño llego a su casa, abrió la puerta... su madre estaba sorprendida por la cara de felicidad.
Entonces le pregunto: " Hijo... que hiciste hoy que te hizo tan feliz?".

El niño contesto... "Hoy almorcé con Dios!"... Y antes de que su madre contestara algo, añadió: "Y sabes qué?...
Tiene la sonrisa mas hermosa que he visto!!! "

Mientras tanto, la anciana, también radiante de felicidad, regreso a su casa. Su hijo se quedo sorprendido por la expresión de paz en su cara, y pregunto:
Mamá... Qué hiciste hoy que te ha puesto tan feliz?". La anciana contesto:
Comí alfajores con Dios en el parque!"...
Y antes de que su hijo respondiera, añadió: "Y... sabes?
Es más joven de lo que pensaba!!! "


ORACIÓN

Señor, en el silencio de este día,
vengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza.
Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor.
Ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno.
Ver a tus hijos detrás de las apariencias,
como los ves Tú mismo,
para así poder apreciar la bondad de cada uno.

Cierra mis oídos a toda murmuración.
Guarda mi lengua de toda maledicencia.
Que sólo los pensamientos que bendigan permanezcan en mi.
Quiero ser tan bienintencionado y bueno
que todos los que se acerquen a mi sientan Tú presencia Señor.

Revísteme de Tú bondad Padre Santo
y haz que en este día yo te refleje.

Testimonio de María Cecilia, una madre que amó hasta el extremo / Autor: Manuel Álvarez Arriola

Reproducimos el testimonío sencillo de alguien que supo ser fiel al Amor de Dios. En ella se cumple lo que San Pablo dice a los Corintios: "El Amor nunca pasará". Lo explica, en el siguiente articulo, Manuel Álvarez Arriola:

«Muchas veces escuché decir que el dolor, transformado en amor se convierte en camino hacia Dios, pero nunca imaginé que yo lo viviría». Con estas palabras resumía su vida una joven madre de 28 años a las puertas de la muerte condenada por el cáncer.

Su nombre es María Cecilia Perrín de Buide y nació en Argentina, el 22 de febrero de 1957. Era la tercera de cinco hermanos y formaba parte del movimiento Focolar fundado por Chiara Lubich.

Quienes la conocieron nos dicen que físicamente era muy bonita, de rasgos delicados, contextura y boca pequeña, delgada, muy dinámica, observadora, coqueta y divertida. Una persona de gran sensibilidad, dulzura y capacidad de dar cobijo a los demás. Le gustaba mucho bailar y cantar; era muy divertida.

Brilló la estrella de su vida (que se llama Luis) y se enamoró locamente. Este amor fue tan grande que superaba todos los interrogantes que se hacen siempre las parejas ante el desafío de matrimonio. Se casaron después de dos años de noviazgo y vivieron muy felices.

A los seis meses de casada quedó embarazada. Y cuando llevaba solo cuatro meses de gestación le detectaron un tumor maligno.

A los médicos les exigió que le dijeran la verdad sobre su estado, ya que no quería perjudicar al bebé que estaba creciendo en su seno con tratamientos violentos. Los médicos hablaron del aborto de moda, el “terapéutico”: hombre es por tu bien, ya tendrás más hijos, primero hay que curarte a ti. Pero tuvieron que desechar esta idea ante la postura tan firme del joven matrimonio.

Los esposos confirmaron nuevamente su fe. Dice Cecilia: «Creemos en el amor de Dios y en que lo que Él decida será amor para todos: para Luis, para el bebé y para mí». Palabras heroicas de una madre con cáncer.

Pocos días después de recibir la noticia de su enfermedad escribió: «Hoy le pude decir a Jesús que sí, que creo en su amor más allá de todo y que todo es Amor de Él, que me entrego a Él».

El 17 de julio nació su hija Agustina a la que amó con todo el amor que sólo una madre es capaz de dar, hasta su muerte acaecida el 1 de marzo de 1985.

Su fama de santidad, su heroicidad en la entrega y su ejemplo de vida cristiana han hecho que, Agustina de 22 años, cuente hoy con una mamá que va camino a los altares. La causa de beatificación de la Sierva de Dios ya está abierta.

Gracias, María Cecilia, por mostrarnos hasta dónde es capaz de llegar el amor de una madre.

Dios es como el azucar / Autora: Mónica Panero

"Te alabo Padre del cielo y de la tierra, porque has revelado estas cosas a los sencillos y las has ocultado a los sabios y poderosos". "quien no se haga como un niño no entrará en el Reino de los Cielos"

Estas dos afirmaciones de Jesús se explican con claridad en el siguiente testimonio que nos ha enviado una profesora, Mónica Panero. Los adultos, los estudiosos, nos cargamos de argumentos y razones. Los niños sólo demandan amor y por eso encuentran sin complicaciones una explicación sencilla a la existencia de Dios.

DIOS ES COMO EL AZÚCAR

Cierto día, la profesora, queriendo saber si todos habían estudiado la
lección solicitada, preguntó a los niños quién sabría explicar quién es
Dios. Uno de los niños levantó el brazo y dijo:
- Dios es nuestro padre. El hizo la tierra, el mar y todo que está en ella; nos hizo
como hijos de Él.

La profesora, queriendo buscar más respuestas, fue más lejos:
- ¿Como saben que Dios existe, si nunca Lo han visto?

La sala quedó toda en silencio...
Pedro, un niño muy tímido, levantó la mano y dijo:
- Mi madre me dijo que DIOS ES COMO EL AZÚCAR en mi leche que ella
prepara todas las mañanas. Yo no veo el azúcar que está dentro de la taza en medio de la leche, pero si ella me lo saca, queda sin sabor. Dios existe, y está siempre en medio de nosotros, solo que no lo vemos.Pero si Él no está, nuestra vida queda sin sabor.

La profesora sonrió y dijo:
- Muy bien, Pedro, yo les enseñé muchas cosas, pero tú me enseñaste algo
más profundo que todo lo que yo ya sabía. Yo ahora sé que Dios es nuestro azúcar y que ESTÁ TODOS LOS DÍAS ENDULZANDO NUESTRA VIDA.

Le dio un beso y salió sorprendida con la respuesta de aquel niño.
La sabiduría no está en el conocimiento, pero sí en la vivencia de DIOS
en nuestras vidas, pues teorías existen muchas, pero dulzura como la de
DIOS no existe todavía, ni en los mejores azúcares...


Botiquín familiar para "No Juzgar" / Autores: Arturo, Conchi y joven anónima

Mateo 7, 1-5

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: "Deja que te saque la brizna del ojo", teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.


Debemos cuidar nuestras palabras y actitudes. Cuando dañamos a otra persona juzgándola también nos herimos nosotros profundamente. Hoy, deseamos que practiques el silencio interior con este Evangelio. Quédate callado un tiempo y déjate acompañar por Jesús resucitado, para que limpie tu corazón de todo juicio.

Ahora te proponemos unas medidas preventivas para no juzgar. Es un botiquín familiar. Nos lo ha enviado una joven y sin lugar a dudas es un complemento y una guia para intentar cumplir estos versículos del Evangelio en nuestra vida.


Botiquín familiar


Sería bueno, para cada una de nuestras familias, tener en casa un botiquín. ¿Qué debería contener?

1. Una lupa: para buscar y encontrar, en los demás, todas las cualidades que tienen.

2. Venda elástica: para ser flexible ya que las personas no siempre son, ni se comportan de la manera que tú quieres.

3. Tiritas: para ayudarte a curar los sentimientos heridos, tuyos y de los demás.

4. Lápiz: para anotar todas las bendiciones y muestras de gratitud que recibimos y el agradecimiento que hemos de demostrar a todos los que nos hacen algo bueno cada día, que son multitud.

5. Goma de borrar: para acordarte de que todos cometemos errores, y no pasa nada. El perdón es una gran muestra de amor.

6. Dulces: para endulzar la vida a los demás. Hemos de poner nuestro corazón en el suelo, para que los demás pisen en blando.

7. Bolsa de té: para relajarte y tener tiempo de pensar como va tu relación con los demás, empezando por tu familia.

8. Frasco de FAMILIONING, cuyos componentes son:
• Errátil: para ser un poco más comprensivo con los fallos de los demás y no tan benevolente con los fallos propios.
• Servitol: te hará más servicial. Hacer favores une un montón.
• Rebeldina contestona: al principio te seguirá pareciendo que siempre tienes razón. Pronto verás que es una solemne tontería. Más tarde, entenderás que haciéndote el rebelde sin causa no mejoras, sino todo lo contrario.
• Abuelesis: para ser consciente de que lo que dicen las personas mayores que te rodean, no son para fastidiarte, ya que te quieren con locura.
• Tapapicos: conseguirás no protestar por casi nada.
• Cariñol: tener un detalle, saludar, despedirse, dar un beso a tus padres, pedir las cosas por favor, dar las gracias y pedir perdón, son cosas de personas sin complejos.
• Antimorros: para que cuando vayas a poner cara larga te salga una sonrisa.
• Obedientina: para comprender que tu madre no tiene ganas de incordiar. Que no estás sólo en casa. Que hay que echar, no una mano, sino las dos. Que obedece el que vale y no el que va a lo suyo.
• Quitahierro: para que las discusiones y enfados no duren más de diez segundos.

Posología: Debe tomarse de forma voluntaria. Niños que se creen adultos 3 cucharadas al día. Adultos que se comportan como niños 5 cucharadas al día.

Efectos secundarios: alegría contagiosa, buen humor, optimismo y reacciones de buena educación.

Contraindicaciones: no administrar al que no quiera mejorar, al egoísta y al que le importen un comino los demás.

Opciones: A) compartir este botiquín. Es lo adecuado. B) olvidarlo. No sabes lo que te pierdes. C) quedártelo sólo para ti. Eres un egoísta.
Tal vez para el mundo sólo seas alguien… pero tal vez para alguien eres todo su mundo.


ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO PARA ADQUIRIR EL SANTO BALANCE

Señor concédeme:

-La serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar

-El valor para cambiar aquellas que puedo

-Y la sabiduría para conocer la diferencia.

Oh Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, inspírame siempre:

- lo que debo pensar,

- lo que debo decir,

- como debo decirlo,

- lo que debo callar,

- lo que debo escribir,

- como debo de obrar.

Para procurar vuestra Gloria, el bien de las almas y mi propia santificación. Espíritu Santo ilumina mi entendimiento y fortifica mi voluntad. Señor dame el balance divino en mi vida. Gloria a ti Señor.

Orar con la Palabra de Dios / Autora: Rosa Rodriguez

Orar es algo necesario para comunicarnos constantemente con Dios. Nosotros le entregamos nuestra pobreza y Él nos alimenta con su Palabra de Vida y su Amor. Orar con la Biblia debería ser algo habitual. Nos llega una oración compuesta con versículos textuales de la Escritura, hecha por una mujer, Rosa Rodriguez, que tiene la Palabra de Dios como forma de entrar en contacto con el Padre del Cielo. Nos la ha enviado por correo electrónico y la compartimos:

O R A C I Ó N

He meditado mis rasgos y me he dado cuenta que éstos son muy diferentes a
los tuyos. Por eso he levantado la mirada hacia Ti, para que motive mi fe y
la lleve a la perfección (Hb 12,2).

Yo soy uno de aquellos que no te han
visto y, sin embargo, te aman y creen en Ti. Por eso siento ¡una tremenda
alegría! (1Pe 1,8), la cual no podría expresar con palabras.
Aquí estoy Señor, dispuesto a seguirte, para ir a anunciarte a otros
(Jn 1,40).

Dame la fuerza necesaria para poder proclamar tu Buena Noticia a los
pobres, como Tú dijiste de Ti mismo (Lc 4, 18).
Aunque no he estado contigo desde el principio, quiero hablar en tu favor.
“Lo que he visto y oído” sobre Ti quiero darlo a conocer a los demás
(1Jn 1,3).

Dame la oportunidad de tener tu pensamiento (1 Cor 2, 16). Dame la gracia de
sentir con tus sentimientos (Rom 15,3), de actuar con los sentimientos de tu
corazón, para amar como Tú amas al Padre (Jn 14,31) y así como nos amas a
cada uno de nosotros, hasta el extremo (Jn 13,1).
Nadie más ha tenido mayor amor que Tú. Tú mismo dijiste: “No hay amor más
grande que éste: dar la vida por sus amigos” (Jn 15, 13) y Tú diste la vida
por tus amigos, muriendo en una cruz (Fil 2,8).

Dame las fuerzas necesarias
para entregar mi vida, en el día a día (Lc 9,23), actuando en lo posible,
con tu misma disposición, tomando la condición de servidor (Fil 2,7). No
haciendo las cosas para recibir alabanzas o por vanagloria, porque esto no
me serviría de nada (1 Cor 13,3), sino estimando y tratando a los demás como
superiores a mí (Fil 2,3-4).

martes, 26 de junio de 2007

Buscar el Reino y su justicia / Autor: Arturo López

Mateo 6, 32-34

Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal.


Planteé, hace unos días el tema de la Providencia de Dios, desde el Evangelio de Mateo. Afirmé que ya explicaría las Palabras que me habían interpelado. Comienzo hoy.

Buscad primero su Reino y su justicia y todas esas cosas se os
darán por añadidura.


El Reino y su justicia consiste en presentar a Dios cada día y cada acto de nuestra vida, para alimentarnos de la Voluntad del Padre, como hacía Cristo. Sólo, conociendo interiormente, en la profundidad de nuestro corazón, que necesitamos a Dios siempre, y que sin Él no podemos hacer nada, estaremos buscando instaurar el Reino.

Por ejemplo, conozco familias aparentemente maravillosas, pero que viven sus relaciones con una frialdad total. Sólo cuando hay alguien delante son exquisitos. Tienen que ir a trabajar, dejar los niños con los abuelos o todo el día en el colegio y luego llegan a casa cansados, con todos los problemas del día en sus corazones.

El desamor sustituye al Amor, la angustia a la paz, la injusticia a la justicia. Aparece el resentimiento y el odio, que hemos ido sembrando entre nosotros con pequeños actos cotidianos, que no instauran el Reino de Dios, pero sí que nos consolidan en el egoísmo y la codicia.

Jesús jamás ha dicho que no trabajemos para ganarnos el pan de cada día. Eso es necesario y lícito. Pero si nos invita a hacer cada trabajo y cada acto, como Él lo haría. Sí lo hacemos de esa forma tendremos que vaciar nuestras agendas para poder tomar cada jornada las decisiones realmente importantes con el Evangelio como forma de vida.

Jesús ha afirmado que si lo hacemos así, lo que necesitamos para vivir se nos dará por añadidura. Vivamos cada día, como si fuera el último, amando desde el corazón de Jesús en cada situación.

Admiro desde la mirada de Cristo a las hermanas de Santo Domingo, una orden mendicante surgida en Francia, que diariamente salen a las calles de Barcelona a pedir el pan de cada día, para ellas y para los pobres con los que compartirán mesa. Se las puede encontrar asiduamente en las Ramblas de Barcelona con su hábito azul, sentadas en algún banco, compartiendo la Palabra de Dios con los más débiles. Día a día consiguen la comida necesaria para ellas y cuantos van a alimentar. Buscan primero el Reino y su justicia y el Señor provee.

Conozco también la vida Providencial de una sola religiosa, liberada por su orden para realizar la llamada especial que recibió. Se llama Elvira, vive en Italia y tiene varias casas en distintos países, con decenas de drogadictos que quieren salir de su adicción. Ella no pide ningún dinero al adicto ni a su familia. Sólo pone como condición que la estancia del afectado en la comunidad debe ser de tres años en una intensa vida diaria de oración y trabajo.

Las casas de sor Elvira tienen al frente a personas totalmente recuperadas de la droga, que se quedan para siempre para hacer a los demás aquello que el Amor de Dios ha hecho en ellos. Ya han sido llamados al sacerdocio varios de los rehabilitados.

Lo más interesante es que sostener varias casas con decenas de personas y sus problemas, que por cierto no son menores, sólo lo hace sor Elvira y sus colaboradores pidiendo al Señor que mande lo necesario para cada día. Las mismas casas y bienes son fruto de la Providencia de Dios.

Me asombré, el día que un sacerdote amigo, me contó lo que le había pasado al visitar la comunidad de Sor Elvira: "Estaba hablando con sor Elvira en persona y me dijo de repente: mire vivimos de la Providencia, pero hoy el Señor ha sido muy espléndido enviándonos muchos recursos. Tome llevése este millón de pesetas para los pobres de España. Mañana Dios proveerá". Mi amigo me contó que ese dinero ha sido el más difícil de administrar en la vida. Tuvo que orar con perseverancia para repartirlo según Dios quería.

Oremos, con un texto que me ha envíado el hermano Jaime:

DIOS PROVEERÁ

¿Te preguntas a veces si tendrás
fortaleza suficiente para enfrentar
algunas demandas que se te hacen?
¡DIOS proveerá!

¿Dudas de tu habilidad para manejar
alguna situación o a algunas personas?
¡DIOS proveerá!

¿Necesitas sabiduría, orientación,
comprensión, paciencia o inspiración?
¡DIOS proveerá!

Relájate, querido amigo.
No hay nada que DIOS no pueda hacer
en tu vida y en tus asuntos para ayudarte,
levantarte, protegerte y bendecirte.

El poder de DIOS en ti no está limitado
por ninguna circunstancia material,
ni está obstruido por ninguna
condición física. Su poder y su fuerza
son mayores que todo lo que tú puedas ver
como obstáculo para el logro de tus deseos.

DIOS puede hacer cualquier cosa en ti
o a través de ti, si sólo haces silencio interior,
y lo dejas actuar.

DIOS proveerá los canales a través
de los cuales su bien fluirá a ti.

Él proveerá las personas, las circunstancias,
y los contactos, a través de los cuales
llegará la provisión de sustancia.

Él abrirá las puertas adecuadas,
te llevará por los caminos apropiados,
te dirigirá, te aconsejará, te ayudará
y te infundirá confianza,
porque Él es tu Padre, que todo lo provee,
la fuente de todo bien.
¡DIOS proveerá!

Repite esas dos palabras una y otra vez
hasta que literalmente, las sientas vibrando,
no sólo en tu mente, si no dentro
de cada una de las células de tu ser.

Afírmalo, hasta que ellas se confirmen
y establezcan como parte de tu conciencia.

No necesitas discurrir
cómo se resolverán las cosas
cuando estás frente a una dificultad.

Simplemente, descansa en la eterna verdad
de que ¡DIOS proveerá!
De su Perfecta y Sabia manera.

Cuando necesites saber qué camino tomar,
cuando haya que tomar una decisión,
descansa en la maravillosa seguridad
de las palabras ¡DIOS proveerá!

DIOS proveerá substancias
para pagar tus cuentas.
Él renovará las células de tu cuerpo.
Él armonizará tus relaciones con otros.

Él pondrá de manifiesto el empleo perfecto.
Él te guiará al compañero adecuado.
Él abrirá nuevas oportunidades,
nuevos canales de provisión. ¡DIOS provee!

Tan cierto como a la multitud
se les ofrecieron panes y peces,
a ti se te proveerá, para las necesidades
materiales cotidianas.

Tú eres el amado del Padre.
Es su buen placer darte
su reino de abundantísima provisión.
No hay nada que sea demasiado
para que el Padre lo dé a sus hijos.

En oración habla al Padre
acerca de las cosas que te perturban,
en la seguridad de que Él está
siempre dispuesto a traer a manifestación
respuestas y soluciones.

En el momento que abres la puerta
de tu mente a su presencia,
en ese momento, su divina provisión
comienza a fluir a través de tu vida
y asuntos. ¡DIOS proveerá!

DIOS provee, en cualquier tiempo,
lugar o circunstancia,
y en una variedad de maneras
más allá de tu presente comprensión.

Confía todas tus cosas a su sabiduría.
No necesitas luchar,
ni necesitas forzar las cosas,
porque no es por el poder personal
ni por la fuerza humana,
sino por la Gloria de su Espíritu Santo en ti,
que la bendición que anhelas,
se manifestará a través de ti.

Ten este pensamiento presente
y entrarás en una nueva conciencia
de unidad con el Padre como nunca
habías experimentado hasta ahora.

Deja que las palabras: DIOS proveerá,
lleguen a los más profundos rincones
de tu pensamiento y sentimiento,
y cada día traerá milagros de luz,
de curación y de provisión.

Dios está ahora mismo, abriendo nuevas
veredas para que tú camines por ellas.
Él está en este mismo momento,
inspirándote a seguir adelante con valor,
fe, amor, y la seguridad de que . . .
¡Él proveerá!

sábado, 23 de junio de 2007

Si eres el más rico del mundo no saldrás en la lista de la revista "Fortune" / Autor: Armando Fuentes Aguirre

Nos llega otra comunicación de una persona que dice ser muy rica, Armando Fuentes Aguirre, y no aparece en las listas de los más poderosos en bienes del mundo. En este texto también encontramos Palabras de Vida:

Me propongo demandar a la revista "Fortune", pues me hizo víctima de una omisión inexplicable.

Resulta que publicó la lista de los hombres y mujeres más ricos del planeta, y ¿te imaginas? ¡en esa lista no aparecía mi nombre!

Aparecen, sí, Bill Gates (Microsoft), el sultán de Brunei, aparecen también los herederos de Sam Walton (Walmart) y el industrial japonés Takichiro Mori.

Figuran ahí también personalidades como:
La Reina Isabel de Inglaterra, y los mexicanos Carlos Slim y Emilio Azcárraga.

Sin embargo, no me menciona la revista.

Y yo soy un hombre rico, inmensamente rico.

Y si no, vean ustedes:

Tengo vida, que recibí gracias a la generosidad de mis padres, y salud, que conservo no sé cómo.

Tengo una familia: esposa adorable que al entregarme su vida me dio lo mejor de la mía; hijos maravillosos de quienes no he recibido sino felicidad; nietos con los cuales ejerzo una nueva y gozosa paternidad.

Tengo hermanos que son como mis amigos, y amigos que son como mis hermanos.

Tengo gente que me ama con sinceridad a pesar de mis defectos, y a la que yo amo con sinceridad a pesar de mis defectos.

Tengo una casa, y en ella muchos libros (mi esposa diría que tengo muchos libros, y entre ellos una casa).

Poseo un pedacito del mundo en la forma de un huerto que cada año me da manzanas que habrían acortado aún más la presencia de Adán y Eva en el Paraíso.

Tengo un perro que no se va a dormir hasta que llego, y que me recibe como si fuera yo el dueño de los cielos y la tierra.

Soy dueño de la común herencia de los hombres: alegrías para disfrutarlas y penas para hermanarme a los que sufren, al sumarlas a la Cruz reparadora de Cristo.

Y lo más importante, mientras estoy en Gracia, cada vez que comulgo, tengo al Dios Creador de todo el universo, al Dios puro Amor omnipotente, en mi corazón. Lo infinito dentro de lo finito. La locura del Amor de los Amores que es capaz de hacerse pan con tal de estar lo más cerca mío posible. Un pan de valor infinito porque cuesta hasta la última gota de la Sangre de Cristo.

¿Puede haber mayor riqueza que la mía?

¿Por qué, entonces, no me puso la revista "Fortune" en la lista de los hombres más ricos del planeta?".

En el Cielo, quienes negocian cada minuto de vida a cambio de placer, tener o poder, no tendrán absolutamente nada. Vanidad de vanidades.

¿Te has puesto a pensar que, tal vez, quienes figuran en la lista Fortune sean los más dignos de lástima, los más pobretones a los ojos de Dios?

En el Cielo, los últimos serán los primeros y los primeros de esta tierra serán los últimos, si es que llegan al Cielo.
Todos los que integran la lista de los ricos y poderosos, no se llevarán un solo centavo al Cielo o al infierno.

¿Te das cuenta que los Santos han sido los mejores hombres de negocios del mundo? Ellos han hecho rendir su fortuna el 10000% cada "segundo" de eternidad ("el ciento por uno"). Ellos han acumulado un tesoro que nadie les robará, ni siquiera la muerte, los ladrones, los impuestos, los divorcios, la competencia, etc.

¿Te has puesto a pensar que San José, un pobre carpintero, que pasó por hambre, que pasó días en que no sabía de dónde iba a obtener algo que comer, que transpiró toda su vida para ganarse el pan de cada día, tenido por nada, por nadie, al que muchos de sus clientes ni siquiera le pagaban sus trabajos, al que sus propios parientes le negaron alojamiento en Belén, es el más rico en el Reino de los Cielos, después de la Santísima Virgen?

El único "ranking" que debe importarnos es el del Cielo.

¿Sabes que cada segundo de tu vida fue comprado con la Sangre de Cristo?
¿Sabes que cada segundo de tu vida vale más que todo el oro del mundo?
¿Eres tú un buen negociante? ¿o te dejas engañar por el diablo que quiere hacerte creer que haces un buen negocio al cambiar oro por baratijas?
¿Inviertes tu tiempo en vanidades o en hacer la voluntad de Dios cada segundo?
¿Eres consciente de cuánto te empobrece el pecado?
¿Realmente quieres ser rico en el Cielo? Imposible si no quieres ser santo, porque sólo los santos entran al Cielo. Imposible si no odias al pecado, incluso venial, porque cada pecadillo es un latigazo más que debe reparar La Pasión de Cristo. Imposible si no amas a Dios sobre TODAS las cosas.

Escucha el grito del pobre de Asís: "¡El Amor no es amado!"
Eso es lo único que debiera importarnos. San Francisco dejó poder, dinero, amor, todo, por amar mejor al Amor.

Lo demás, se dará por añadidura. Ten confianza en la Divina Providencia, que todo lo sabe, incluso cuántos cabellos tienes en este momento, que da de comer a los pájaros del Cielo y viste a los lirios del campo. Poner los medios naturales como si Dios no existiera, y los sobrenaturales como si no hubiera otro medio.

Para ser rico sólo hace falta hacer la Divina Voluntad en cada momento. Todo trabajo honrado es santificable. Cuenta San Luis María que la Virgen tejiendo ganaba más méritos que San Lorenzo martirizado en la parrilla.
Sin importar cual sea tu lugar en el mundo, puedes ser Santo. Sin importar cuan desafortunado eres, puedes aspirar a lo mejor.

Realmente hay igualdad de oportunidades para ganarse el Cielo. Generalmente ganan quienes son considerados menos afortunados por el mundo: los enfermos, los pobres, los despreciados, los marginados, porque la condición esencial para entrar es la humildad. Difícil ser humilde cuando se tienen títulos, inteligencia, salud, riqueza, poder... hasta puede uno pensar que es por mérito propio en vez de darse cuenta que TODO es un regalo de Dios para que pongamos nuestros talentos al servicio de los demás.

¡Felices los humildes!

Cuánto mejoraría el mundo si en vez de leer sobre ricos y famosos, leyéramos las vidas de las personas más ricas de la historia: los Santos.

Armando Fuentes Aguirre, Mérida 6 de junio de 2007
.


Pídele al Señor la gracia de ser rico en su Amor:

SALMO 141 (140)

141 Mis ojos están puestos en ti

Salmo de David.

1 A ti clamo, Señor: ¡Ven pronto!

¡Escucha mi voz cuando te invoco!

2 Sea mi oración como incienso en tu presencia,

y mis manos levantadas, como ofrenda de la tarde



3 Señor, ponle a mi boca un vigilante

que cuide de que yo no abra los labios.

4 Aleja mi pensamiento de la maldad;

no me dejes andar en malas acciones

ni tomar parte en banquetes de malhechores.



5 Es un favor que el hombre honrado me castigue,

un perfume delicado que me reprenda.

Tales cosas no rechazaré;

a pesar de sus golpes, seguiré orando.

6 Los jefes de los malvados serán despeñados

y verán que mis palabras eran agradables.

7 Sus huesos serán esparcidos junto al sepulcro,

como cuando se abren surcos en la tierra.




8 Señor, Señor, mis ojos están puestos en ti.

En ti busco protección: no me abandones.

9 Líbrame de la trampa que me han tendido;

líbrame de la trampa de los malhechores.

10 Que caigan los malvados en su propia red,

mientras yo sigo adelante.