Elige tu idioma

Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

escucharlavoz@yahoo.es

Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

Página web de Escuchar la Voz del Señor

Página web de Escuchar la Voz del Señor
Haz clic sobre la imagen para verla

domingo, 8 de septiembre de 2013

Raúl Lemus era un joven bronquista alejado de Dios, volvió a la iglesia sólo para ligar, acabó de cura y es director de vocaciones de su diócesis

8 de septiembre de 2013.- (C.L. / Religión en Libertad / Camino Católico)  Si alguien sabe de discernimiento, es él, así que no se arredra ante su nuevo cometido como director de vocaciones de la diócesis de Santa Rosa (California): Raúl Lemus, sacerdote salvadoreño de 45 años -aunque lleva desde los cuatro en Estados Unidos-, lleva doce meses con ese encargo de parte de su obispo, Robert Vasa, quien conoce bien su historia. Una historia tan sorprendente que choca a su mismo protagonista quien declaró a Our Sunday Visitor: "Hace veinticinco años no me lo habría creído".
Llegó a Estados Unidos siendo niño desde El Salvador. De familia muy humilde -su padre lavaba los platos en un restaurante-, conoció los barrios más duros de San Francisco. Fue educado religiosamente por su madre, que le llevaba a las iglesias más hermosas de la ciudad: "Me encantaba que me diese un dólar para echar en la colecta".

No hay comentarios:

Publicar un comentario