sábado, 6 de octubre de 2007
Escuchar tu Palabra / Autor: Marcelo A. Murúa
Andamos por la vida
preocupados por mil cosas
olvidando, a veces,
que una sóla es necesaria,
raíz y alimento
de nuestra existencia.
Escuchar la Palabra,
escuchar tu palabra,
Señor de la Vida,
peregrino de la esperanza
sencillo amigo y compañero.
Escuchar tu Palabra,
para hacerla centro de la vida,
pozo hondo donde alimentar
la sed de utopía
y mundo nuevo.
Escuchar tu Palabra
verdadero alimento
pan de cada día
semilla de evangelio.
Escuchar tu Palabra
como lo hace el díscipulo
en tu presencia,
oído atento,
en la rumia cotidiana.
Escuchar tu Palabra
para mirar la vida
con ojos nuevos
descubriendo
rastros del Reino
para sumar esfuerzos.
Escuchar tu Palabra
para discernir la realidad
y aprender a ver
lo que no es tu voluntad,
la injusticia, la violencia,
la muerte temprana
que excluye a las mayorías
y siembra el desánimo.
Escuchar tu Palabra
en comunidad atenta,
compartiendo vida,
trabajo y proyectos
para fecundarlos
con tu mirada.
Escuchar tu Palabra
que cambia la vida
y devuelve la alegría
del seguimiento,
para reconocerte, Señor,
en nuestros días,
caminando a nuestro lado.
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