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viernes, 15 de abril de 2022

«La cruz con el Crucificado se transforma en signo de amor y fuente de vida» / Por Mons. Ginés García Beltrán, obispo de Getafe


 * «Nosotros lo podemos todo si en nuestras cruces de cada día está el Señor, si nos refugiamos en su costado abierto del que mana la gracia de la nueva vida. En la cruz donde está Cristo se descansa. Es a Cristo crucificado y muerto por nuestra redención al que adoramos esta tarde. Nos acercamos a su imagen para depositar nuestro afecto reverente, pero sobre todo para comulgar con sus padecimientos, para hacernos uno con Él. La adoración es propia del hombre libre que rinde su existencia ante el amor más grande, el que da la vida por los amigos»

15 de abril de 2022.- (Camino Católico) El obispo de Getafe reflexiona en ‘Palabra de Vida’ en 13 TV sobre el Viernes Santo: «Se nos invita al comienzo a hacer silencio, a postrarnos en adoración ante el Misterio. El silencio es esencial en este momento. La pasión y muerte del Señor nos deja sin palabras, la mejor palabra en este momento es el silencio«. Este es el texto completo de la reflexión del obispo de Getafe para este Viernes Santo:

La liturgia de hoy nos invita a mirar y a adorar “el árbol de la cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo”. Hoy, la Iglesia se recoge en torno a la cruz y a su Esposo clavado en ella. La celebración de esta tarde, en la que no celebraremos la Eucaristía, es una gran meditación sobre los misterios que contemplamos: la pasión y muerte del Señor.

La contemplación de esta tarde es unitiva, el que contempla no tiene más deseo que ir tras él, meterse en su piel, incorporarse a su sufrimiento, como dice S. Pablo en su carta a los Filipenses: “Tened los mismos sentimientos de Cristo…” (2,5ss). El dolor y la soledad de Cristo nos embargan de tal modo que no queremos vivir ya más que de las entrañas de este misterio de amor y de donación. Se hacen realidad las palabras del Señor en el evangelio de S. Juan: “cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí” (Jn 12,32). La pasión y muerte de Jesús es un imán que me atrae, me une entrañablemente a él.

Se nos invita al comienzo a hacer silencio, a postrarnos en adoración ante el Misterio. El silencio es esencial en este momento. La pasión y muerte del Señor nos deja sin palabras, la mejor palabra en este momento es el silencio. Es una invitación a poner los sentidos en aquello que contemplamos. Escuchar, mirar, tocar, poner el corazón en el inocente que es condenado y carga con la cruz hasta el Calvario, lugar del suplicio. Todo lo que vemos y oímos es un verdadero testamento, hemos de recoger cada palabra, cada gesto, como lección de vida y como arma que nos ayude y nos sostenga en nuestro cotidiano vivir.

La proclamación de la Pasión según S. Juan nos introducirá en el acontecimiento del que hacemos memoria esta tarde. Es un texto denso, sapiencial, en el que se nos invita a mirar al Señor, a unirnos a su pasión. Os invito a escuchar también los demás textos de la Escritura que se proclaman, la profecía de Isaías, con el canto del Siervo de Yavéh, y la carta a los Hebreos.

En el horizonte del Viernes Santo está la cruz, una cruz que con frecuencia queremos evitar, y que hasta rechazamos porque es pesada; la cruz es difícil de llevar, y más cuando se lleva con el sentimiento de necedad o de maldición, cuando no entiendo por qué hay que sufrir, cuándo me escandaliza el sufrimiento de los inocentes, o el mío que soy alguien cercano a Dios y cumplidor de mis deberes como creyente.

La cruz vacía es un signo de muerte, de destrucción del hombre, la cruz vacía mata y rompe a la comunidad de los pueblos, solo la cruz con el Crucificado se llena de vida y de sentido. La cruz con el Crucificado se transforma en signo de amor y fuente de vida, S. Pablo lo puede todo en Aquel que lo conforta; nosotros lo podemos todo si en nuestras cruces de cada día está el Señor, si nos refugiamos en su costado abierto del que mana la gracia de la nueva vida. En la cruz donde está Cristo se descansa.

Es a Cristo crucificado y muerto por nuestra redención al que adoramos esta tarde. Nos acercamos a su imagen para depositar nuestro afecto reverente, pero sobre todo para comulgar con sus padecimientos, para hacernos uno con Él. La adoración es propia del hombre libre que rinde su existencia ante el amor más grande, el que da la vida por los amigos.

La oración universal que haremos hoy es la expresión de un corazón ensanchado donde caben todos. En el corazón de Cristo cabemos todos, en este gesto orante la Iglesia se manifiesta como el Cuerpo de Cristo que abraza a toda la humanidad, a los que están cerca y a los que están lejos, especialmente tenemos presentes a los que más lo necesitan.

Al final de la celebración, y antes de despedirnos, comulgaremos con el Cuerpo de Cristo. Solo me queda invitaros a no dejar de mirar a María que está al pie de la cruz, es la Madre que comparte la existencia del hijo hasta el final; es la Virgen que vuelve a engendrar para dar a luz en el dolor a la nueva humanidad nacida del costado abierto del Redentor. Miremos a María que “estaba”, y pidamos al Señor, por mediación de la Madre, que nosotros estemos también, que no huyamos nunca de este misterio de muerte y de vida.

Mons. Ginés García Beltrán

Obispo de Getafe

Sermón de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz  / Por  P. Santiago Martín, 15-4-2022


 15 de abril de 2022.- (Camino Católico).- Sermón de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz predicado por el P. Santiago Martín  el Viernes Santo, emitido por Magníficat TV.

Palabra de Vida 15/4/2022: «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?» / Por P. Jesús Higueras

 


Camino Católico. Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 15 de abril del 2022, Viernes Santo, Cena del Señor, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.

Viacrucis – XIII Estación: Evangelio: San  Mateo 27, 45-54:

Desde el mediodía se oscureció toda la tierra hasta las tres de la tarde. Hacia las tres de la tarde Jesús gritó con fuerte voz:

«Elí, Elí, lemá sabactaní» (que quiere decir: ¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?).

Algunos de los presentes, al oirlo, decían:

«¡Este llama a Elías!».

En aquel momento uno de ellos fue corriendo a buscar una esponja, la empapó en vinagre, la puso en una caña y le dió de beber. Los otros decían:

«¡Deja! A ver si viene Elías a salvarlo».

Y Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, expiró.

Simona Spinelli, madre viuda, ha escrito y rezará la 10ª estación del Vía Crucis del Papa en el Coliseo: «Jesús en ese abrazo de vigas clavadas nos mira y nunca nos deja solos»


 * «Es sorprendente la cantidad de ocasiones de gracia que nos suceden: la mirada de Jesús es en realidad la mirada de todas las personas que han estado muy cerca de nosotros. Hay una soledad existencial: al final todo hombre está solo. Pero en la vida cotidiana, a veces incluso una palabra amable y la mirada de alguien que comprende tu malestar son la mirada de Jesús. Siempre digo que he conocido a Jesús porque he conocido a una persona, a personas que han sido Jesús en mi vida. La cruz representa el máximo de cercanía en el dolor. Aunque esto sea lo más difícil de vivir»

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Vivir el Viernes Santo de forma penitencial haciendo que Cristo sea nuestro alimento / Por P. Joaquín Hernández


(Camino Católico) Meditación de Semana emitida por 13 TV el Martes Santo, 12 de abril de 2022 con el  sacerdote madrileño Joaquín Hernández, @joaquinconppárroco de San Clemente Romano de Madrid. En esta segunda meditación se centra en los acontecimientos del primer Viernes Santo de la historia en el que Jesús es entregado, juzgado y crucificado. El padre Joaquín Hernández invita a vivir el Viernes Santo de forma penitencial acompañando a Cristo y haciendo que Él sea nuestro alimento porque entregó su vida por nosotros.

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica: Nº 547 ¿Existe en el Evangelio una oración de María? Responde Mons. José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante

 


Camino Católico.- Monseñor José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante, responde a la cuestión: ¿Existe en el Evangelio una oración de María? Lo hace en una explicación diaria del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica en un vídeo en su página En ti confío, en el que cada día desglosa brevemente un punto. Este Compendio se caracteriza por su forma dialogal, en la que se responde a una pregunta.

Ver todos los temas del Compendio de Catecismo explicados por Monseñor José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante

Cristo traspasado por nuestros pecados: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". Locura de amor eterna / Por P. Carlos García Malo

 


Elena Pilar Palomino, escultora, alejada de Dios, le encargaron hacer un San José para Nazaret y allí se convirtió: «Supe que Dios me quería, me confesé y comulgué»

 


* «Me confesé después de la misa en el Santo Sepulcro. Fue un reconocer que en mi situación anterior no tenía a Dios. El sacerdote me conocía bien y eso hacía más fácil. Años después entendería que entregar mis pecados era como dar un regalo a Dios. En ese momento, simplemente, lo viví como una charla de corazón a corazón, reconocerle al Señor: ‘mira, soy un desastre y lo sabes’. El último día, no sé si en una hora santa o en misa, el sacerdote levantó la Sagrada Forma. Yo la miré y Le dije: ‘no creo en Ti; a ver cómo solucionas esto’. ¡Y desde ese momento tengo unas ganas inmensas de estar ante el Señor sacramentado! Cuando volví, a España, descubrí que cerca de donde yo estaba, las Hermanas de Belén, en la Cartuja de Jerez, exponen el Santísimo. Empecé a ir. Ni siquiera sabía que era algo que se hace en la Iglesia: yo sólo lo había visto en la peregrinación. Ahora voy los domingos a misa y el resto de la semana a la exposición del Santísimo. Lo que San José hizo en mi corazón fue enseñarme la importancia de los sacramentos»

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Elie Abu Younes: «Quería llevar una vida cercana a Jesucristo, dejé de orar, hui del Señor y un vacío se apoderó de mí, pero Dios me llamaba y seré sacerdote en el Líbano»


* «Durante esos años, a medida que este vacío se hacía más grande, más sentía que el Señor me estaba llamando al sacerdocio. Tenía miedo, ¿porque yo? ¿Quién soy yo para tener vocación sacerdotal?  Y oraba: ‘Padre si quieres aparta de mi este cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya’»

Camino Católico.- Elie Abu Younes es de un pueblo del Líbano y desde joven quería llevar una vida cercana a Jesucristo, aunque se alejó de la Iglesia, dejó de orar, huyó del Señor y un gran vacío se apoderó de él. Eso sucedió mientras trabajaba con éxito en su especialidad de optometría, después de acabar la universidad. Sin embargó, a más grande era su vacío existencial, más sentía que Dios lo llamaba al sacerdocio y aunque tenía miedo su oración se centró en pedir que se cumpliera la voluntad del Señor. Cuenta su testimonio en primera persona.

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Lina Martínez frecuentó drogas, esoterismo, adivinación y abortó dos veces: «Antes sin Dios era una rebelde sin causa, ahora soy una rebelde de Cristo que te lleva a salvar el alma»

 


* «El Señor me ha dado la gracia de serle fiel. Una vez conoces a Dios te das cuenta de lo que has hecho y de la gravedad, escribí a Dios pidiéndole perdón por lo que había hecho, también al padre de los bebés…. Quiero que toda madre que haya abortado tenga presente, que desee o no abortar, el hijo debe ser bautizado, aunque sea mediante el bautismo de deseo, ya que es un alma que existe»

Camino Católico.-  Lina Martínez, de 39 años, es de Medellín, Colombia, y desde su adolescencia frecuentó la fiesta y las drogas, el esoterismo y la adivinación y rechazó las oportunidades que le ofrecían para regresar a la fe. Tras tres abortos y después años sufriendo el «infierno» del síndrome posaborto, sus súplicas por alcanzar el perdón y la paz fueron escuchadas. Hoy se define como «una rebelde con causa, la causa de Cristo», al contar su testimonio al canal de Civitas.

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Julissa Navarrete enfadada con Dios bebía mucho, pero en la ducha Dios la cambió al clamar: «Señor, aléjame de los que me alejan de ti, y acércame a los que me acercan a ti»

 


* «Desde ese día ya nunca dejé de leer la Biblia. Me levantaba, desayunaba, leía la Biblia en el celular, leía, leía, leía mañana, tarde y noche. Sólo salía para lo necesario. Yo tenía una gran sed por el Señor. Lo paralicé todo, el trabajo, los estudios… Ahora tengo a Dios en mi vida, y es lo único que quiero»

Camino Católico.- Julissa Navarrete, limeña de 27 años, tiene como única referencia cristiana en su vida a su abuelo que iba a misa cada domingo. . Poco a poco se va metiendo de lleno en el mundo y a raíz de la muerte de su abuela y del ambiente de estudios, acaba alejándose completamente de Dios. A pesar de vivir haciendo lo que quiere, siente un gran vacío en su interior que le lleva a preguntarse por el sentido de su vida. Una buena amiga hará que crezca en ella la curiosidad por Dios. Dios irrumpe en su vida para colmarla de amor un día que estando en la ducha ella clama: “Señor, aléjame de todos los que me alejan de ti, y acércame a todos los que me acercan a ti”.  Julissa cuenta su testimonio de conversión en el programa «Cambio de Agujas» de H.M. Televisión.


Elena Segura: «Era socialista, me divorcié, encontré el agua de la Eucaristía y evangelizo a los inmigrantes porque Dios se quiere hacer real y acompañar a los que sufren»

 


* «Yo pertenezco a la Iglesia. Yo hago trabajo para la arquidiócesis de Chicago, y en ella tenemos una oficina que se llama Pastoral Migratoria; ésta es la oficina nacional de Pastoral Migratoria, desde Chicago estamos empezando a compartir este ministerio de liderazgo para servicio, para justicia y acompañamiento en las comunidades parroquiales a través de la pastoral migratoria. Ahorita acabo de terminar una reunión, y les digo: ‘Oración y acción hasta que pase la ley de inmigración’. Son 16 años y seguimos, la oración continúa. Y les digo: ‘¿Quiénes son los Josés y las Marías que están tocando a la puerta año tras año y están buscando posada legislativa en este país?’»

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Michelle Paine, pintora, era protestante y una experiencia en una misa en Italia la transformó para siempre: «Me di cuenta que creía que Cristo está presente en la Eucaristía»

 


* «Sentí como si Dios me hablara y me dijera: ‘Sé que no estás convencida del paño ensangrentado, pero ¿dudas de la vida de estas personas y de lo que estás experimentando, de la experiencia del amor del Cuerpo de Cristo como Iglesia? ¿Dudas de lo que pasa en el altar, y de lo que está pasando aquí, ahora mismo, de la acogida que has encontrado?’. Me di cuenta de que sí creía. Creía que Cristo está presente en la Iglesia. Y que es a través de la Eucaristía que podemos ser hermanos, ser uno en todo el mundo»

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Anielska: «Tuve dos novios, me alejé de la fe, creía en Dios y en la Virgen a mi manera, volví a la Iglesia, estaba enamorada del Señor y me llamó a ser monja carmelita»

Anielska ha tenido que hacer un largo camino vital y espiritual para descubrir su vocación / Foto: Marta Leon @MartaLenMartin1 

* «Un día fui al grupo de carismáticos en el Buen Pastor. Éramos tres y yo me senté en medio. Nada más llegar uno de los sacerdotes se acercó por detrás, me puso una mano en el hombro y me dijo: “Entrégale tu corazón al Señor. No le entregues las llaves de tu corazón a nadie más que al Señor”. Se marchó por donde había venido y a las otras no les dijo nada. Por dentro me enfadé un poco y pensé: ¿Qué significa esto? Yo ya le estoy dando mi corazón al Señor. Y repetía todo el rato en mi cabeza: ¿Qué es lo que quieres de mí? Dame una señal clara porque no alcanzo a entender… dime algo. Hago todo lo que puedo y parece que no es suficiente… DIME LO QUE QUIERES. Pasé toda la noche con esto en la cabeza, inquieta y sin poder dormir. Ya por la mañana me dormí pero cuando sonó el despertador lo que me vino a la cabeza fue: “Carmelitas descalzas”. Me sonaba que eran monjas pero no sabía nada más. Interpreto que lo que el Señor quiere es que sea monja… Así que me quedo contenta y aliviada de tener una respuesta. Lo que entiendo es que el Señor quiere que me consagre y entregue mi vida entera»

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Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica: Nº 546 ¿Cómo oraba la Virgen María? Responde Mons. José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante

 


Camino Católico.- Monseñor José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante, responde a la cuestión: ¿Cómo oraba la Virgen María? Lo hace en una explicación diaria del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica en un vídeo en su página En ti confío, en el que cada día desglosa brevemente un punto. Este Compendio se caracteriza por su forma dialogal, en la que se responde a una pregunta.

Ver todos los temas del Compendio de Catecismo explicados por Monseñor José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante

jueves, 14 de abril de 2022

Homilía del obispo de Córdoba Mons. Demetrio Fernández y lecturas de la Misa del Jueves Santo de la Cena del Señor, 14-4-2022


 14 de abril del 2022.- (Camino Católico) Homilía del obispo de Córdoba Mons. Demetrio Fernández y lecturas de la Santa Misa de Jueves Santo de la Cena del Señor, emitida por 13 TV   desde la Catedral de Córdoba. 

Santa Misa del Jueves Santo de la Cena del Señor, presidida por Mons. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, 14-4-2022


 14 de abril de 2022.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa del Jueves Santo de la Cena del Señor, Semana Santa, presidida por Mons. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, emitida por 13 TV desde la Catedral de Córdoba.



«La Eucaristía es el gran regalo del Señor» / Por Mons. Ginés García Beltrán, obispo de Getafe

 


* «Y es que la plenitud de la caridad y de la vida está en la entrega de Jesús por nosotros que se realiza cada día en la Eucaristía, y hoy se hace visible también en el gesto del lavatorio de los pies. Un gesto evangélico que el sacerdote revivirá en esta celebración, en él se nos recuerda y actualiza el ejemplo del mismo Maestro, que se hace esclavo para enseñarles, para enseñarnos, que la vida es para servir a los demás, especialmente a los más pobres»

14 de abril de 2022.- (Camino Católico) El obispo de Getafe reflexiona en ‘Palabra de Vida’ en 13 TV sobre el Jueves Santo: «Debemos pones los ojos y todos los sentidos en estos gestos que están cargados de vida y de significado. Esta tarde el lavatorio de los pies, la llamada al amor fraterno, y la Eucaristía marcan el ritmo y el contenido de la celebración». Este es el texto de completo de la reflexión del obispo de Getafe para este Jueves Santo:

La Misa vespertina del Jueves Santo nos introduce en el Triduo Pascual. Durante estos tres días vamos a vivir como si de un solo día se tratara el misterio de nuestra salvación, la pasión, muerte y resurrección del Señor. Esta tarde, como hicieran Jesús y sus discípulos, entramos en el Cenáculo donde haremos memoria, es decir, donde actualizaremos la Última Cena de Jesús con los suyos antes de sufrir su pasión.

La liturgia está siempre llena de signos que nos introducen en el Misterio que celebramos, pero en esta tarde, mejor en estos días, lo hará de un modo especial. Debemos poner los ojos y todos los sentidos en estos gestos que están cargados de vida y de significado. Esta tarde el lavatorio de los pies, la llamada al amor fraterno, y la Eucaristía marcan el ritmo y el contenido de la celebración.

Podemos decir que esta celebración de la Cena del Señor conmemora los tres grandes regalos que el Señor nos ha dejado como promesa y anuncio de su presencia hasta el final de los tiempos. Me refiero a los regalos de la Eucaristía, del amor fraterno, y del sacerdocio ministerial.

La Eucaristía es el gran regalo del Señor a su Iglesia. Es el don de su presencia, la seguridad de su intimidad que nos transforma, que nos redime. No hay nada más grande que la Iglesia pueda hacer y pueda dar que la Eucaristía. Sin este don de la presencia real y verdadera de Jesús la Iglesia no podría subsistir, no sería nada. Hoy miramos con corazón agradecido la bondad del Señor que se ha querido quedar con nosotros, y nos da su cuerpo y su sangre como alimento, fortaleza, y viático para el camino. Si queremos una vida cristiana bien arraigada, volvámonos a la Eucaristía, si queremos una Iglesia fuerte y confesante, no la busquemos en el poder ni en el éxito humano, sino en la Eucaristía que es memoria de la entrega del Hijo de Dios, de su sacrificio en la cruz en favor nuestro. Hoy pedimos al Señor en la oración de la Misa que alcancemos de este misterio eucarístico “la plenitud de la caridad y de la vida”.

Y es que la plenitud de la caridad y de la vida está en la entrega de Jesús por nosotros que se realiza cada día en la Eucaristía, y hoy se hace visible también en el gesto del lavatorio de los pies. Un gesto evangélico que el sacerdote revivirá en esta celebración, en él se nos recuerda y actualiza el ejemplo del mismo Maestro, que se hace esclavo para enseñarles, para enseñarnos, que la vida es para servir a los demás, especialmente a los más pobres. No es casualidad que las fiestas litúrgicas dedicadas a la Eucaristía – jueves santo y Corpus Christi- sean también en la Iglesia los días de la caridad. La fuente de toda caridad cristiana está en la Eucaristía, pues si falta la fe, faltará también la caridad.

El otro regalo del Señor que conmemoramos hoy es la institución del sacerdocio ministerial. Las palabras del Señor al entregarnos su cuerpo y su sangre, “haced esto en memoria mía”, representan el comienzo de un servicio en la Iglesia, el de aquellos hombres que elegidos de entre los hombres hacen presente al Señor, actúan en la persona de Cristo: los sacerdotes. Hoy damos gracias al Señor por los sacerdotes, pedimos especialmente por los que nos son más cercanos, por los que nos han hecho el bien, por los que nos acercan al Señor. Pedimos para ellos sabiduría y fortaleza, y, sobre todo, santidad. Que sean pastores según el corazón de Cristo.

Al término de esta celebración, se desnudará el altar donde se ha celebrado la Eucaristía, y nuestra mirada acompañada del corazón se irá hasta el Monumento donde adoraremos al Señor hasta le celebración de mañana viernes.

Quizás tú no puedes ir hasta la iglesia para adorar al Señor, pero no olvides que lo puedes adorar en tu corazón, haciendo silencio y haciéndote consciente de su presencia en ti. Cuando adoras amas, háblale al corazón, acoge su amor para poder amar tú a los demás como él nos ama.

Mons. Ginés García Beltrán,

Obispo de Getafe

Palabra de Vida 14/4/2022: «Los amó hasta el extremo» / Por P. Jesús Higueras

 


Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 14 de abril del 2022, Jueves Santo, Cena del Señor, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Juan 13, 1-15:

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

Estaban cenando, ya el diablo había suscitado en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, la intención de entregarlo; y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.

Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo:

«Señor, ¿lavarme los pies tú a mi?».

Jesús le replicó:

«Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde».

Pedro le dice:

«No me lavaras los pies jamás».

Jesús le contestó:

«Si no te lavo, no tienes parte conmigo».

Simón Pedro le dice:

«Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza».

Jesús le dice:

«Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos».

Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios».

Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo:

«¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis».

Jesús lava los pies a sus discípulos e instituye la Eucaristía. Ha venido a servir y a dar la vida. Los amó hasta el extremo / Por P. Carlos García Malo