Señor: te presento a mis amigos para que los bendigas, los cuides y les enseñes a vivir.
Tú que sabes lo que viven, lo que les preocupa, lo que sienten, lo que piensan, lo que anhelan, lo que les falta y lo que desean. Tú que sabes cuando lloran, cuando ríen, cuando están en soledad, cuídalos, protégelos, anímalos a seguir adelante; acompáñalos siempre.
"A mí Señor, enséñame a presentir lo que sienten, a estar disponible cuando más me necesiten, a ser amables cuando más necesiten ser amados, a oírlos cuando necesiten ser oídos, a darles seguridad cuando necesiten seguridad, a cuidarlos cuando necesiten ser cuidados, a acudir cuando necesiten ayuda, a celebrar cuando necesiten ser celebrados, a llorar cuando tengan necesidad de desahogarse, a sentirme orgullosa de ellos y a aprender cuanto pueda de ellos."
"Porque Tú has sido, Señor, ¡el gran amigo incondicional de tantos!, pido hoy por mis amigos por nuestra amistad y la relación que nos une, bendícenos y acógenos con tu amor.”
“Padre te pido bendigas a mis amigos y a sus familias. Revélales tu amor y tu poder.
Espíritu Santo, te pido que te manifiestes en este momento. Que donde haya dolor les des paz y consuelo. Donde haya duda manifiestes confianza por tus gracias en el precioso nombre de Jesús”.
A M É N.
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