lunes, 25 de agosto de 2008
“La divinidad de Jesús es el punto neurálgico del cristianismo” / Autor: Raniero Cantalamessa, OFM Cap.
XXI domingo del tiempo ordinario
Isaías 22, 19-23; Romanos 11, 33-36; Mateo 16, 13-20
¿Quién decís vosotros que soy yo?
Existe, en la cultura y en la sociedad de hoy, un hecho que nos puede introducir a la comprensión del Evangelio de este domingo, y es el sondeo de las opiniones. Se practica un poco por todas partes, pero sobre todo en el ámbito político y comercial. También Jesús un día quiso hacer un sondeo de opinión, pero con fines, como veremos, muy diversos: no políticos sino educativos. Llegado a la región de Cesarea de Filipo, es decir, la región más al norte de Israel, en una pausa de tranquilidad, en la que estaba solo con los apóstoles, Jesús les dirigió a quemarropa la pregunta: "¿Quién dice la gente que es el hijo del Hombre?"....Leer más
"Fui violada y quedé embarazada a los 16… pero aún así amo a mi bebé"
sábado, 23 de agosto de 2008
Nueve testimonios en audio de sanación fisica, de ex satanisna, sexoadicta, juegos de cupído, juego Pedro responde y víctima de maleficio
1.- Aníta............................. 7:32....... ESCUCHAR
2.- Antonia........................ 4:56 .......ESCUCHAR
3.- Martíta, Medellín.......... 5:54....... ESCUCHAR
4.- Blanca, Costa Rica....... 13:24....... ESCUCHAR
5.- John, ex satanista........ 14:23....... ESCUCHAR
6.- Mujer sexoadicta.......... 13:22........ESCUCHAR
7.- Peligros del juepido
(Ver explicación)................ 8:50........ESCUCHAR
8.- Peligros del juego
Pedro responde
(Ver explicación)............... 14:07.......ESCUCHAR
9.- Víctima de Maleficio...... 6:37....... ESCUCHAR
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Fuente: Desde lo Alto
viernes, 22 de agosto de 2008
COMO RESPONDER A LOS HERMANOS SEPARADOS SOBRE LAS IMÁGENES
Vídeo 1
Vídeo 2
Todos llevamos una cruz - Mi Cristo Roto
Video 2:
El Rostro de Cristo , el rostro de tu enemigo - Mi Cristo Roto
miércoles, 20 de agosto de 2008
El Señor curó a mi nieto de cáncer / Autora: Carmen Jimenez
Los doctores tardaron algún tiempo en encontrar el verdadero diagnóstico: un tumor canceroso llamado Lymphoma. Estos tumores se habían esparcido a su cabeza, espalda y abdomen. El Lymphoma comenzó por una infección. La bacteria contamino la sangre de mi nieto y se empezó a desarrollar el cáncer.
Yo siempre he asistido a la iglesia y tengo mi fe en Dios. Aunque tengo que admitir que la noticia me consterno, pero no hizo que dudara de Dios. Lo contrario pasó con mi hija y su esposo. Ellos no podían creer que su hijito tuviera cáncer, ya que ellos eran unos buenos padres.
En la parroquia muchas personas empezaron a orar por mi nieto. Yo se que todos estaban en oración. Pero no es lo mismo, cuando uno asiste a un grupo de oración. Porque allí uno ve como se mueve el poder sanador de Jesús. Yo asistía al grupo de oración de la Renovación Carismática. Me sentaba en la parte de atrás pidiéndole a Dios por mi nieto.
Por varios meses yo continuaba perseverante y suplicando por mi nieto. Yo sentía la presencia del Señor. Pero en una ocasión, al estar pidiéndole a Dios por la sanación de mi nieto le dije así: “Señor pasa tu mano sanadora sobre mi nieto”. Pude sentir como el amor de Dios me envolvía. Algo hizo estremecer mi ser y sentí un deseo inmenso de llorar. Yo sentía como mi nieto estaba siendo sano.
Esto fue un lunes. En esa misma semana el miércoles mi nieto tenía que ir al doctor para un examen final. Yo le pedía a Dios que me diera fortaleza, ya que mi hija estaba muy desesperada. El viernes mi hija me llamo y me dijo que todo estaba bien, que el niño estaba sano que el cáncer había desaparecido.
Me sentí muy feliz y agradecida con el Señor, tanto que no me aguante y enseguida fui a darle gracias al Santísimo. Esta enfermedad hizo que mi hija y su esposo se acercaran más a Dios. Ellos aprendieron que hay que vivir agradeciendo a Dios por todo lo que Él nos da.
Dios permite que pasemos pruebas pero nunca nos desampara. Siempre esta a nuestro lado para que salgamos vencedores.
Crisis matrimoniales y su influencia en los hijos - Nicomedes Naranjo
"Las crisis en los matrimonios y su influencia en la educación de los hijos" es una charla ofrecida por Nicomedes Naranjo, especialista en psicologia clínica, el 25 de Marzo de 2008 dentro de la Primera Jornada de Formación sobre el Matrimonio y la Familia, organizadas por el Centro de Orientación Familiar "COF2000", en colaboración con el Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias. Tiene una duracion de 30 minutos y está dividida en 3 partes.
Vídeo 1
Vídeo 2
Vídeo 3
martes, 19 de agosto de 2008
Lucia Otgongerel: Mujer sin manos ni piernas descubre "alegría de vivir" tras conversión al Catolicismo
ULAANBAATAR, (ACI).- Lucia Otgongerel nació en Mongolia hace 30 años sin manos ni piernas. Vivió en una profunda depresión hasta el año 2002, cuando se convirtió al catolicismo y, como ella misma explica, descubrió la verdadera alegría. Hoy trabaja en la capital Ulaanbaatar, como maestra de jóvenes discapacitados.
Lucia sostiene que ahora "no puedo vivir sin mi fe" y sobrelleva los retos de su condición física con una intensa vida de oración a través del rezo cotidiano del Rosario y la meditación de la Biblia; en medio de un país mayoritariamente budista.
En entrevista concedida a UCANews, Lucia cuenta cómo es su trabajo cotidiano con los 7 muchachos discapacitados que oscilan entre 15 y 19 años a los que enseña; pese a no tener manos: cocina, limpieza, lectura y escritura; en el Faith Center, una pequeña escuela de la Parroquia Saint Mary en Ulaanbaatar que abrió en septiembre pasado.
Lucia Otgongerel es la sexta de ocho hermanos. Nació en Zavhan, una remota provincial en Mongolia, país asiático ubicado entre China y Rusia. Tuvo una infancia complicada que mejoró en algo al usar sus primeras prótesis de piernas, gracias a las cuales pudo asistir siendo ya joven, a clases de cocina hasta convertirse en una muy buena cocinera.
"Incluso sin manos, no hay nada que no pueda hacer. Puedo abrir las puertas con sus llaves, tejer, trabajar en la computadora, cortar comida, cocinar: ¡Nada es imposible! Me gustan los tejidos y los adornos. A la gente le sorprende cuando ven la casa de mis padres decorada con mis trabajos de costura", comenta.
Tras relatar cómo comenzó a ir a Misa en 2001 sin tener mucha fe, solo porque su hermana era amiga de la secretaria del párroco. Lo que más le gustaba eran las canciones que oía en inglés y pese a que no entendía las letras; Lucia explica que las melodías quedaban sonando en su mente. La fe en Cristo comenzó al año siguiente y fue un intenso momento de oración a través del Rosario, ante una gran dificultad en casa, lo que la decidió a convertirse al catolicismo.
"Desde entonces rezo mucho, todos los días, todo el tiempo. Rezo mucho y lloro. Cuando los jóvenes me ven así, me dejan sola; y cuando salgo de la Iglesia riendo, saben que estuve rezando. Sería muy complicado todo para mí sin oración. Rezo todas las mañanas antes de salir de casa. También leo el evangelio del día y lo medito. Trato de poner por obra el mensaje leído lo que me da mucha fuerza. (…) Estoy también escribiendo un libo sobre la iglesia en Nisekh (localidad donde vive en Ulaanbatar) y sobre la fe. Mi fe es muy importante para mí. No podría vivir sin mi fe".
Seguidamente Lucia cuenta también cómo "solía estar deprimida mucho y sentirme incapaz de hacer las cosas. Era una persona muy diferente antes de ser católica. Quería contarle a mucha gente sobre mi fe, así que comencé con mi familia. Varias personas me siguieron. Mi sobrina está bautizada ahora, mi hermano menor, los hijos de mi hermano mayor y dos amigos míos van a la iglesia también. Las personas que me ven de algún modo se interesan en Dios y en la Iglesia. Nuestra iglesia en Nisekh es como una familia. Enseño además catecismo allí a siete adultos: cinco mujeres y dos hombres".
Al hablar de su trabajo, Lucia cuenta que aprendió varias de las cosas que sabe para tratar a discapacitados con una voluntaria polaca amiga suya llamada Violetta; leyendo algunos libros; pero básicamente de sus mismos alumnos. Ella cuenta que "la mayoría de mi tiempo la dedico a esta escuela. Este empleo es muy hermoso. Los muchachos no son comunes, así que no puedo tener a muchos. Ahora tengo siete alumnos y creo que pronto voy a necesitar un ayudante. Me hacen caso, pero al principio no entendían que yo era su profesora. Durante el primer año he aprendido cómo trabajar con cada uno".
Para Lucia los retos nunca terminan debido a su condición física; y pese a sufrir de los riñones porque las prótesis de las piernas los afecta al no poder doblarlas, no se amilana y relata que planea llevar a sus padres a la capital de Mongolia ahorrando los 100 dólares que necesita para pagarles el viaje; de los casi 150 dólares mensuales que gana en el trabajo (170 mil tugrugs en moneda local).
Sus padres, cuya pensión es menor a 60 dólares, necesitan leche y medicinas que Lucia por ahora no puede costear. Así que cuando logre ahorrar el dinero necesario podrá llevarlos a Ulaanbaatar (en la fotografia de la izquierda). "Tengo que trabajar bien para poder ayudarlos. Mis padres están muy orgullosos de mí porque soy muy exitosa. Toda mi vida se preocuparon mucho por mí. Los padres se preocupan por sus hijos incluso si tienen manos y piernas, pero los míos se preocupaban más por mi porque nací sin ellas", concluye Lucia.
lunes, 18 de agosto de 2008
Testimonios: Las nuevas vocaciones proceden de familias antes que de centros educativos religiosos / Autor: Javier Aparicio González
-Los seminaristas ya no llegan de colegios religiosos. La familia recupera protagonismo como veta sacerdotal
(La Razón) Actualmente parece un milagro encontrar vocaciones religiosas entre los jóvenes; sin embargo, la realidad es muy distinta. No sólo las hay, sino que además se puede dar el caso de que existan varias en la misma familia.
Es el ejemplo de la familia Rivas, cimentada en los valores cristianos y perteneciente al Camino Neocatecumenal, que cuenta con ocho hermanos, de los cuales dos, Jacobo y Pedro, han sentido la llamada de Dios y se encuentran actualmente en el seminario.
La experiencia de Jacobo llama poderosamente la atención por el cambio radical que ha dado a su vida. Cuando tenía diecinueve años comenzó a dejar «poco a poco» la Iglesia, entró en conflitco con su padres y empezó a refugiarse y «depender sexualmente» de la chica con la que salía. Cuando su novia le dejó «todo explotó», pasó cinco años en los que «todo lo que empezaba se iba al garete», una etapa «en la que cada vez sentía una tristeza mayor». Su vida era un caos, «durante 2 meses pensé suicidarme, no tenía valor para hacerlo, y mi forma de suicidarme fue no vivir, pasaba el día del ordenador a la cama».
Obrero de la construcción
A través de Kiko Argüello, el iniciador del Camino Neocatecumenal, (en la fotografia de la derecha) estuvo trabajando como albañil, en la construcción de la casa que este movimiento tiene en Galilea, y llevando una vida de seminarista. Según el jóven, «ésta fue la estrategia de la que Dios se valió para que entrara en el seminario, me reconcilié con mis padres y Cristo me devolvió la alegría por la vida». Para el otro hermano seminarista, Pedro, su vida se cimenta en saber que «Cristo es fiel».
En la familia De la Vega, dos de los tres hijos han recibido la «llamada de Dios», Fernando y Felipe. Para Fernando, un chico de buenas notas, el fracaso en la carrera de Industriales supuso un «rebote con Dios», pero, pronto se dio cuenta de que se «había equivocado con el Señor, y pedía a la vida una buena carrera, dinero y prestigio».
Le admitieron en Ingeniería de Minas, donde comenzó a asistir a la capilla de la facultad y a percibir no una relación «ascendente y descendente con Dios» sino «una totalmente horizontal». De repente se encontró envuelto en un ambiente de oración que le llevó a darse cuenta de que su verdadera vocación era el seminario.
Su hermano Felipe no tuvo ninguna crisis, ya que descubrió la «llamada» motivado por la letra que escuchó en la catedral de Santiago mientras comulgaba, «sonriendo has dicho mi nombre», que le sirvio de clave para descifrar su vocación como futuro sacerdote.
Hijo de un líder de Hamas anuncia su conversión al cristianismo
WASHINGTON D.C., 14 Ago. 08 (ACI).- Masab Yousef, hijo de Hassa Yousef, líder del grupo terrorista palestino Hamas, reveló que ha abandonado el Islam y se ha convertido a la fe cristiana. Ahora espera que su familia comprenda su decisión y pide a Dios que su padre "abra los ojos a Jesús".
En una entrevista concedida al diario israelí Haaretz, reveló que su primer contacto con el cristianismo ocurrió en Jerusalén hace ocho años cuando lo invitaron a escuchar una charla sobre el tema. "Fui por curiosidad. Terminé muy entusiasmado por lo que escuché. Empecé a leer la Biblia todos los días y a tomar lecciones de religión. Lo hice en secreto, por supuesto", recordó y aseguró que los versículos que hablan del amor a los enemigos lo sobrecogieron.
"En ese tiempo yo era todavía un musulmán y consideraba seguir siéndolo. Pero cada día veía cosas terribles hechas en nombre de la religión por aquellos que se consideran ‘grandes creyentes’. Estudié más a fondo el Islam y no encontré respuestas", indicó.
Según Haaretz, Masab es muy consciente de las implicaciones de la entrevista, y de qué manera puede ofender a su familia, así como de las escasas posibilidades de que pueda regresar a Ramallah algún día. "Pero al parecer, está en su propia cruzada", apunta el diario.
"Sé que estoy poniendo en peligro mi vida y soy responsable incluso de perder a mi padre, pero espero que él entienda esto y que Dios le dé a él y a mi familia la paciencia y la voluntad de abrir sus ojos a Jesús y al cristianismo", declaró.
El converso asegura que ahora ve "a Dios a través de Jesús". En este sentido, lamenta que muchos musulmanes maten "a personas inocentes en nombre del Islam, golpeen a sus esposas y no tengan idea de lo que Dios es. Tengo un mensaje para ellos: Sólo hay un camino al Paraíso, el camino de Jesús de sacrificarse a sí mismo en la cruz por todos nosotros".
Benedicto XVI: "Sólo si somos tocados continuamente en nuestro interior por el Espíritu Santo podemos también nosotros transmitirlo a los demás"
(ZENIT.org).- El miércoles 6 de agosto, el Papa Benedicto XVI, que estaba pasando unos días de descanso en el seminario de la diócesis de Bolzano-Bressanone, mantuvo un encuentro con el clero y seminaristas de la diócesis en la catedral, que revistió la forma de coloquio.
El Papa respondió a las preguntas de cinco sacerdotes y un seminarista (cuatro en alemán y dos en italiano). Esta es la trascripción de la primera pregunta y su correspondiente respuesta.
--Santo Padre, me llamo Michael Horrer y soy seminarista. Con ocasión de la XXIII Jornada mundial de la juventud, celebrada en Sydney, Australia, en la que participé juntamente con otros jóvenes de nuestra diócesis, usted reafirmó continuamente a los cuatrocientos mil jóvenes presentes la importancia de la obra del Espíritu Santo en nosotros, los jóvenes, y en la Iglesia. El tema de la Jornada era: "Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos" (Hch 1, 8). Hemos regresado fortalecidos por el Espíritu Santo y por sus palabras. Le pregunto: ¿Cómo podemos vivir concretamente en nuestra vida diaria los dones del Espíritu Santo y testimoniarlos a los demás, de modo que también nuestros parientes, amigos y conocidos experimenten la fuerza del Espíritu Santo y así podamos cumplir nuestra misión de testigos de Cristo? ¿Qué nos aconseja para lograr que nuestra diócesis siga siendo joven a pesar del envejecimiento del clero, y para que permanezca abierta a la acción del Espíritu de Dios, que guía a la Iglesia?
--Benedicto XVI: Gracias por su pregunta. Me alegra ver un seminarista, un candidato al sacerdocio de esta diócesis, en cuyo rostro puedo descubrir, en cierto sentido, el rostro joven de la diócesis. Asimismo, me alegra saber que usted, juntamente con otros, estuvo en Sydney, donde en una gran fiesta de la fe experimentamos juntos precisamente la juventud de la Iglesia. También para los australianos fue una gran experiencia. Al inicio miraban esta Jornada mundial de la juventud con gran escepticismo, porque como es obvio implicaría muchas dificultades para su vida diaria, muchas molestias, como por ejemplo para el tráfico, etc. Pero al final, como hemos visto también en los medios de comunicación social, cuyos prejuicios fueron desapareciendo poco a poco, todos se sintieron implicados en ese clima de alegría y de fe. Vieron que los jóvenes vienen y no crean problemas de seguridad ni de ningún otro tipo, sino que saben estar juntos con alegría. También vieron que hoy la fe es una fuerza presente; que es una fuerza capaz de dar la orientación correcta a las personas. Por eso, fue un tiempo en que sentimos realmente el soplo del Espíritu Santo, que barre los prejuicios, que hace entender a los hombres que aquí encontramos lo que nos interesa realmente, que esta es la dirección que debemos tomar, que así se puede vivir, que así nos abrimos al futuro.
Usted ha dicho, con razón, que fue un tiempo fuerte, del que hemos traído a casa una llamita. Ahora bien, en la vida diaria es mucho más difícil percibir concretamente la acción del Espíritu Santo o incluso ser personalmente un medio para que él pueda estar presente, para que se realice aquel soplo que barre los prejuicios del tiempo, que en medio de la oscuridad crea la luz y nos hace sentir que la fe no sólo tiene un futuro, sino que es el futuro.
¿Cómo podemos realizar eso? Ciertamente, nosotros solos no somos capaces. Al final, es el Señor quien nos ayuda, pero nosotros debemos ser instrumentos disponibles. Yo diría simplemente: nadie puede dar lo que no posee él mismo, es decir, no podemos transmitir el Espíritu Santo de modo eficaz, hacerlo perceptible, si nosotros mismos no estamos cerca de él. Precisamente por eso creo que lo más importante es que nosotros mismos permanezcamos, por decirlo así, en el radio del soplo del Espíritu Santo, en contacto con él. Sólo si somos tocados continuamente en nuestro interior por el Espíritu Santo, sólo si él está presente en nosotros, podemos también nosotros transmitirlo a los demás. Entonces él nos da ideas creativas, sugiriéndonos cómo actuar. Nos da ideas que no se pueden programar, sino que surgen en la situación misma, porque allí está actuando el Espíritu Santo. Así pues, el primer punto es: nosotros mismos debemos permanecer en el radio del soplo del Espíritu Santo.
El Evangelio de san Juan nos cuenta que, después de la Resurrección, el Señor se aparece a los discípulos, sopla sobre ellos y les dice: "Recibid el Espíritu Santo" (Jn 20, 22). Se trata de un texto paralelo al del Génesis, donde Dios sopla sobre el polvo de la tierra y este cobra vida, convirtiéndose en hombre. Ahora bien, el hombre, interiormente oscurecido y medio muerto, recibe de nuevo el soplo de Cristo, y este soplo de Dios que le da una nueva dimensión de vida, le da la vida con el Espíritu Santo.
Así pues, podemos decir que el Espíritu Santo es el soplo de Jesucristo, y nosotros, en cierto sentido, debemos pedir a Cristo que sople siempre sobre nosotros a fin de que ese soplo sea vivo y fuerte en nosotros, y actúe en el mundo. Eso significa, por tanto, que debemos mantenernos cerca de Cristo. Lo hacemos meditando en su Palabra. Sabemos que el autor principal de la Sagrada Escritura es el Espíritu Santo. Cuando a través de ella hablamos con Dios, cuando en ella no buscamos sólo el pasado sino verdaderamente al Señor presente que nos habla, entonces es como si nos encontráramos -como dije también en Australia- paseando en el jardín del Espíritu Santo: nosotros hablamos con él y él habla con nosotros. Aprender a ser de casa en este ámbito, en el ámbito de la palabra de Dios, es muy importante, pues en cierto sentido nos introduce en el soplo de Dios.
Luego, naturalmente, este escuchar, este caminar en el ámbito de la Palabra, debe convertirse en una respuesta, una respuesta en la oración, en el contacto con Cristo. Y, como es obvio, ante todo en el santo sacramento de la Eucaristía, en el que él sale a nuestro encuentro y entra en nosotros, casi se funde con nosotros. Pero también en el sacramento de la Penitencia, que siempre nos purifica, nos lava y elimina las oscuridades que la vida diaria pone en nosotros.
En pocas palabras, una vida con Cristo en el Espíritu Santo, en la palabra de Dios y en la comunión de la Iglesia, en su comunidad viva. San Agustín dijo: "Si quieres el Espíritu de Dios, debes estar en el Cuerpo de Cristo". El Cuerpo místico de Cristo es el ámbito de su Espíritu.
Todo esto debería marcar el desarrollo de nuestra jornada, de modo que sea una jornada estructurada, un día en el que Dios siempre tenga acceso a nosotros, en que estemos continuamente en contacto con Cristo, en que precisamente por eso recibamos continuamente el soplo del Espíritu Santo. Si hacemos esto, si no somos demasiado perezosos, indisciplinados o indolentes, entonces nos sucederá algo, entonces nuestra jornada tomará una forma, entonces nuestra vida misma tomará una forma en ella y esta luz emanará de nosotros sin que tengamos que ponernos a pensar demasiado, sin que tengamos que adoptar un modo de actuar -por decirlo así- "propagandístico", pues vendrá por sí mismo, dado que refleja nuestro espíritu.
A esa dimensión yo añadiría una segunda, lógicamente relacionada con la primera: si vivimos con Cristo, también las cosas humanas nos saldrán bien. En efecto, la fe no implica sólo un aspecto sobrenatural; además, reconstruye al hombre, devolviéndolo a su humanidad, como lo muestra el paralelo entre el Génesis y el capítulo 20 del Evangelio de san Juan. La fe se basa precisamente en la virtudes naturales: la honradez, la alegría, la disponibilidad a escuchar al prójimo, la capacidad de perdonar, la generosidad, la bondad, la cordialidad entre las personas. Estas virtudes humanas indican que la fe está realmente presente, que verdaderamente estamos con Cristo. Y creo que, también por lo que se refiere a nosotros mismos, deberíamos poner mucha atención en esto: hacer que madure en nosotros la auténtica humanidad, porque la fe implica la plena realización del ser humano, de la humanidad.
Deberíamos poner mucha atención en realizar bien y de modo correcto nuestros deberes humanos: en la profesión, en el respeto al prójimo, preocupándonos de los demás, que es el mejor modo de preocuparnos de nosotros mismos, pues pensar en el prójimo es el mejor modo de pensar en nosotros mismos.
De aquí nacen luego las iniciativas que no se pueden programar: las comunidades de oración, las comunidades que leen juntas la Biblia o también la ayuda efectiva a los necesitados, a los que atraviesan dificultades, a los marginados, a los enfermos, a los discapacitados, y muchas otras más... Así se nos abren los ojos para ver nuestras capacidades personales, para poner en marcha otras iniciativas y saber infundir en los demás la valentía de hacer lo mismo. Precisamente estas obras humanas nos fortalecen, poniéndonos nuevamente, de algún modo, en contacto con el Espíritu de Dios.
El gran maestre de los Caballeros de la Orden de Malta en Roma me contó que en Navidad fue, con algunos jóvenes, a la estación para llevar algo de Navidad a las personas abandonadas. Cuando se retiraba, escuchó que uno de los jóvenes le decía a otro: "Esto es más fuerte que la discoteca. Esto es realmente hermoso, pues puedo hacer algo por los demás". Estas son las iniciativas que el Espíritu Santo suscita en nosotros. Sin muchas palabras, nos hacen sentir la fuerza del Espíritu. Así prestamos atención a Cristo.
Tal vez he dicho pocas cosas concretas, pero creo que lo más importante es que, ante todo, nuestra vida esté orientada hacia el Espíritu Santo, para que vivamos en el ámbito del Espíritu, en el Cuerpo de Cristo, y que luego, a partir de esto, experimentemos la humanización, cultivemos las sencillas virtudes humanas y así aprendamos a ser buenos en el sentido más amplio de la palabra. De este modo se adquiere sensibilidad para las iniciativas de bien que luego naturalmente desarrollan una fuerza misionera y, en cierto sentido, preparan el momento en que resulta sensato y comprensible hablar de Cristo y de nuestra fe.
sábado, 16 de agosto de 2008
Asi se aborta en España: un reportaje para ser conscientes de la verdad
Tatuajes y piercing en los jóvenes y sus implicaciones espirituales y sicológicas
Vídeo 2
Vídeo 3
Vídeo 4
jueves, 14 de agosto de 2008
Los padres de Santiago de Jesús se opusierón a abortarlo pese al diagnóstico de Síndrome de Down
Biografía testimonial de Sor Ana de los Ángeles, primera religiosa americana de clausura elevada a los altares
miércoles, 13 de agosto de 2008
En Dios todo es gracia / Autores: Conchi y Arturo
Cuando estamos en medio de dificultades o muy ocupados siempre dudamos de todo cuanto debemos hacer. ¿Cómo se cual es la voluntad de Dios para mi vida?. Muchas veces hemos razonado con afirmaciones tales como: "Me pongo a orar en silencio, en casa o ante el Santísimo en la Iglesia y mi mente no se calla. Cuando termino estoy más confundido que cuando inicie la oración. ¿Como conocer la voluntad de Dios y ser consciente de que Cristo vive en mi?."
El mismo apóstol Pablo nos habla en sus epístolas de que en "Dios todo es gracia". Al intentar ponernos en silencio interior ante el Señor, para darle gracias y presentarle cada cosa que debemos realizar , no importa que nuestra mente se distraiga. Lo esencial es tener el deseo ardiente en nuestro corazón de que Dios actúe en nosotros. No es una cuestión de meditación o de concentración. Simplemente debemos querer poner nuestro corazón en el corazón de Dios.
Algunas veces, al orar por si debemos realizar un trabajo laboral o pastoral, podemos tener como una intuición o percepción suave. Esa es la voz del Señor que resuena en nuestro corazón. El Espíritu Santo se manifiesta como una brisa suave. Seguir ese impulso será lo más indicado,siendo conscientes que Dios todo lo hace concurrir para el bien de los que ama. Es como cuando Pedro le pidió a Jesús que le mandara andar sobre las aguas si era Él. Jesús le ordena que camine pero Pedro dice "me hundo". Sólo el caminar confiando, dependiendo y creyendo a Dios nos hará vivir en su voluntad.
En otras ocasiones, no tendremos ninguna intuición y nos sentiremos confusos o totalmente en blanco. Ante esta sensación no debemos creer que el Espíritu Santo de Dios no esta obrando en nosotros. Deberemos tomar una decisión en fe, ponernos a hacer lo que creamos más coherente, considerando como modelo la respuesta que daría el mismo Jesús ante la situación que vivimos. Nuestros actos siempre deben estar en concordancia con la Palabra de Dios.
Ser sencillos y estar en brazos de nuestro Padre Celestial como niños que confían plenamente en Dios es la actitud más segura para ser guiados por el Altísimo.
Si la decisión que debemos tomar es muy delicada para nosotros, sería adecuado ponerla en oración durante un tiempo y además encomendar a sacerdotes y personas de profunda espiritualidad que también lo hagan. Transcurridos los días podemos consultar a todos los que han orado y preguntarles que creen que debemos hacer. Normalmente si es la voluntad de Dios existirá unanimidad entre todos aunque ni se conozcan, ni tengan relación entre si. Entonces no dudaremos en tomar nuestra decisión.
Un testimonio a modo de ejemplo. Un matrimonio amigo, siendo propietario de una empresa que llevaba funcionando más de 30 años, no quería reestructurar de acuerdo al mercado competitivo el personal. Todas las empresas de su sector empezaron a realizar contratos a tiempo parcial de seis horas en 2004, pagando 400 Euros mensuales en España, y conviniendo que quien no acabara el trabajo en ese tiempo debía terminarlo sin percibir nada a cambio. En la actualidad, los miles de trabajadores del sector estan sufriendo serias dificultades con el misero sueldo y una inestabilidad total.
Visto el panorama, el matrimonio amigo, que intenta llevar, en cuanto pueden, una vida de acuerdo con los Evangelios y el magisterio de la Iglesia, ya que son católicos, decidieron poner en oración si debían cerrar su empresa, puesto que sus trabajadores cobraban mucho más y así no podían competir. Invitaron a orar a personas durante tiempo y todas coincidieron en discernir que debía cerrarse la empresa, de acuerdo con los trabajadores y para no perjudicar su futuro. Nuestros amigos tomaron la decisión de cerrar la empresa, hace más de dos años, pese a no tener ningún trabajo alternativo. La Providencia de Dios les ha hecho madurar y crecer espiritualmente en este tiempo, aunque no tienen un trabajo laboral y si dos niños pequeños. Hacen lo que pueden por proclamar el Reino de Dios con sus vidas. Y que conste que la falta de trabajo no es consecuencia de no haber buscado ya que han enviado más de 3000 currículos. Están dispuestos a trabajar en cualquier cosa. El problema es que tienen más de 40 años y las empresas no quieren personas con esa edad. No obstante ellos siguen escuchando la voz del Señor que ha sido y es Providencia para sus vidas y le dan gracias por cuanto reciben de Él. Hoy se dan cuenta que Dios les preservó de seguir con la empresa invirtiendo dinero dejado por los bancos, que hubiera terminado arriuinando su trabajo y su familia, ya que Dios les provee para el día a día, pero ahora estarían debiendo miles de euros a las entidades financieras.
Como dejo escrito el Papa Juan XXIII en su "Decálogo de la serenidad":
"Creeré firmemente, aunque las circunstancias demuestren lo contrario, que la buena providencia de Dios se ocupa de mi como si nadie existiera en el mundo".
Te proponemos terminar esta reflexión orando y meditando el siguiente vídeo, con interpretación de la Hermana Glenda. Viendo las imagenes comprobarás todo aquello que el Señor nos dice cada día y que muchas veces no escuchamos:
LO QUE DIOS QUIERE DECIRTE