* “Me ataron y los mataron a todos delante de mí. Asesinaron a 72 personas ante mis ojos. Ante esto, me pregunté si tenía que suicidarme. Había perdido a mi familia biológica (los hutus habían asesinado a mi familia tutsi) y los tutsis mataron a mis hermanos hutus en el bautismo”
* ”El 24 de octubre de 1994 fui a la capilla y dije al Señor: “Tú no eres el Dios amor”. Mientras lloraba, oí la voz de los siete niños que había adoptado, que me dijo: “Sí que es un Dios amor. Estamos aquí todos salvados milagrosamente”
* ”Un día fui a la cárcel, donde voy todos los domingos para visitar a los reclusos….Me dijeron que era la persona que quemo a mis tías. Entonces les dije “Precisamente a éste es al quiero ver”. Porque Jesús en la cruz, cuando él buen ladrón le pidió que pensara en él al llegar al paraíso, le contestó: “Esta misma tarde estarás conmigo”. ¿Acaso somos capaces de decir lo mismo a las personas que han asesinado a miembros de nuestra familia? Entonces cogí a esta persona y la lavé. Y me preguntó: ¿Maggy, por qué haces todo esto? Le contesté: “Porque creo en el hombre””
18 de junio de 2011.- Esta mujer es prácticamente la madre de 10.000 niños. Se llama Maggy Barankitse es la fundadora de la Maison Shalom de Burundi y su historia es conmovedora. “Mi vocación es repartir esperanza y dar amor. Es la vocación de todo ser humano”,afirma. Maggie comenzó a ponerla en práctica en 1993, en un momento muy delicado de la historia de Burundi. Las tensiones entre tutsis y hutus se estaban traduciendo en miles de asesinatos de hombres, mujeres y niños. También en la familia de Maggy: “Ellos me ataron y asesinaron delante de mí a 72 personas. Desde entonces, hablo sólo del perdón”.
Hace poco vio uno de los frutos. Una de las huérfanas que adoptó acaba de casarse. Y a la boda asistió también el hombre que había asesinado a los padres de esta joven. Maggy cuenta que la joven que se casaba “se levantó, se acercó al le dijo: “Puedo perdonarte para siempre gracias a mi madre. Ella nos enseñó a levantarnos y a luchar con dignidad, sin violencia”.
Maggy sobrevivió. Y vio que otros supervivientes habían sido mutilados. Por eso, decidió comenzar la “Casa Shalom”, donde ha acogido a niños huérfanos de ambos grupos étnicos. Acogió también a niños soldado y a niños enfermos de SIDA. Dice que lo importante de este lugar no es sólo dar, lo más importante es perdonar. Ella perdonó al hombre que quemó vivas a sus tres tías. Incluso lo visitó en la cárcel. Porque dice mientras que el odio mata, el perdón libera el alma.Con la ayuda de muchas personas, Maggy ha abierto otras 130 casas en Burundi como la “Maison Shalom”. Ofrecemos dos testimonios personales, uno escrito, publicado en el año 2009 por la revista Mundo Negro, y un vídeo con su intervención en el Congreso Eucarístico en Canadá el 21 de junio de 2008. Leer más...