Génesis 22, 1-2. 9a. 10-13. 15-18; Romanos 8, 31b-34; Marcos 9, 2-10
4 de marzo de 2012.- «Este es mi Hijo amado, escuchadle». Con estas palabras, Dios Padre daba a Jesucristo a la humanidad como su único y definitivo Maestro, superior a las Leyes y a los profetas.
¿Dónde habla Jesús hoy, para que le podamos escuchar? Nos habla ante todo a través de nuestra conciencia. Ella es una especie de «repetidor», instalado dentro de nosotros, de la voz misma de Dios. Pero por sí sola ella no basta. Es fácil hacerle decir lo que nos gusta escuchar. Por ello necesita ser iluminada y sostenida por el Evangelio y por la enseñanza de la Iglesia. El Evangelio es el lugar por excelencia en el que Jesús nos habla hoy. Pero sabemos por experiencia que también las palabras del Evangelio pueden ser interpretadas de maneras distintas. Quien nos asegura una interpretación auténtica es la Iglesia, instituida por Cristo precisamente a tal fin: «Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha» [Lc 10, 16. Ndt]. Por esto es importante que busquemos conocer la doctrina de la Iglesia, conocerla de primera mano, como ella misma la entiende y la propone, no en la interpretación –frecuentemente distorsionada y reductiva-- de los medios de comunicación. Leer más...