
En la calle vi a una niñita temblando de frío con un vestido ligero,
con poca esperanza de encontrar una comida caliente.
Me enojé y le dije a Dios:
-¿Por qué permites esto?, ¿Por qué no haces algo para remediar
esto?
Dios me miró a los ojos y no dijo nada, luego me respondió:
-“Ya hice algo para remediarlo… Te hice a ti”.
Reflexionemos
Nuestra labor de amor para con Dios y nuestro prójimo es tratar de remedir algunas cosas!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario