miércoles, 18 de julio de 2012
Dawn Eden, convertida al catolicismo en 2006, cuenta ahora que fue abusada sexualmente de niña y ha sido “sanada a través de Cristo y su Iglesia"
18 de julio de 2012.- (Camino Católico) Dawn Eden, neoyorquina, de origen judío, periodista especializada en música rock, y defensora y ejercitante de la libertad sexual más absoluta, se convirtió al catolicismo en 2006 tal y como publicó Camino Católico. Escribió en 2008 el libro “La aventura de la castidad”. Ahora acaba de publicar otro título testimonial, “Mi paz os doy”, con el imprimatur del cardenal Donald W. Wuerl, arzobispo de Washington, en el que explica algo que había ocultado porque no estaba preparada: "En este libro comparto mi historia como víctima de abusos sanada a través de Cristo y su Iglesia", confiesa.
"Aunque, cuando me convertí, muchos alabaron mi honestidad sobre mi pasado, evité cuidadosamente revelar el dolor escondido que me impedía experimentar completamente la alegría cristiana. Si hubiese sido totalmente abierta, habría tenido que revelar que siendo niña sufrí abusos sexuales. Los abusos me dejaron un trastorno por estrés postraumático, que se manifestaba en forma de ansiedad, fobias sociales y flashbacks, además de crisis emocionales en las que me culpaba y acusaba a mí misma de mi propia condición de víctima",asegura Dawn. Leer más...
viernes, 20 de mayo de 2011
Testimonio de Harry Wu: abortos forzados, explotación laboral y falta de libertad religiosa en China
20 de mayo de 2010.- (Romereports.com) Fue torturado y obligado a realizar trabajos forzados durante 19 años. Ahora, Harry Wu, fundador de Laogai Foundation, dedica todo su tiempo a luchar contra un sistema que lo esclavizó dos décadas: "Vivía como un animal. Si no trabajaba no me daban de comer".
Se trata de prisiones Laogai o campos de trabajos forzados. Hablar contra el Gobierno chino es motivo suficiente para ser encarcelado. Cuando tenía 19 años, Wu fue tachado de contrarrevolucionario. Ahora, en una reciente visita a Roma, invitado por la Fundación Lagoai, recordó los años que pasó en prisión: "Dos metros de largo, menos de uno de ancho y dos de alto rodeados de cemento. Ahí estuve encerrado, sin manta, ni comida, ni agua. Tienes que confesar tu delito. Si no lo haces, después de tres días, no te dejan ir".
Wu sobrevivió y se marchó a Washington pero asegura que estas prácticas continúan hoy en día, y que hay unas mil prisiones Laogai en China: "Hay entre tres y cinco millones de personas condenadas a trabajos forzados. Fabrican productos y los beneficios van al gobierno". Leer más y ver vídeo...