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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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Página web de Escuchar la Voz del Señor

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sábado, 18 de abril de 2009

Esperanza Puente, autora de un libro-testimonio:
“Cuando abortas sientes abandono y silencio, nadie quiere escucharte”

"En mi caso, sufrirlo en silencio me llevó a ser un "muerto viviente": tenía ansiedad, pesadillas, culpabilidad, me autolesionaba mirando niños... Llegué a pegar a mi propio hijo, momento en el que decidí que tenía que buscar ayuda."
El perdón de Dios lo experimentó "un renacer impresionante. Era consciente de que Él me perdonaba. Después me confesaría."
18 de abril de 2009.- Se acaba de publicar en España "Rompiendo el silencio" (Editorial LibrosLibres), escrito por Esperanza Puente, que abortó hace quince años y hoy cuenta su experiencia de dolor y soledad. Además, la autora relata también casos de hombres y mujeres que ha conocido y que, al igual que ella, han sufrido el síndrome post-aborto. Esperanza Puente,madre soltera a los dieciocho, decidió abortar cuando, años después, volvió a quedarse embarazada. Arrepentida de aquella decisión, decidió poner todos sus esfuerzos en concienciar a la sociedad respecto al aborto. Su última iniciativa este libro, un testimonio en primera persona de una terrible realidad oculta que ahora sale a la luz. Publicamos dos entrevistas complementarias realizadas a Esperanza Puente y que dan una completa visión del libro, de su testimonio respecto al aborto y de su conversión y la importancia de su relación con Dios para rehacer su vida. Una de las entrevistas ha sido realizada por Alba y la otra por Zenit.

(Gonzalo Altozano / Alba)


-Abortar, ¿cómo afectó a su vida?
-Yo, que era alegre y simpática, me convertí en una persona miedosa, con cambios de humor, a la que se notaba que le faltaba algo. Los destrozos fueron enormes.

-Cuando abortó, ¿sabía lo que hacía?
-Supongo que era consciente de que iba a perder un hijo, pero no de las heridas a las que tendría que enfrentarme después.

-¿Heridas? ¿De qué tipo?
-Humanas y espirituales.

-Las espirituales…
-Las sufren todas las mujeres que abortan, incluso las que no creen. Mire, no somos carne andante y ya está, sino que nacemos con conciencia natural, de ahí que el aborto pase factura.

-Tener creencias, ¿ayuda?
-Sí, porque tienes la esperanza del perdón.

-¿Lo ha experimentado?
-El mío mismo y el de Dios.

-Hábleme del de Dios.
-El día que lo experimenté lo recuerdo, junto cuando di a luz, como uno de los más felices de mi vida. Fue un renacer impresionante. Era consciente de que Él me perdonaba. Después me confesaría.

-¿Llevaba mucho sin hacerlo?
-De la fe me había alejado para, supuestamente, vivir la vida y disfrutarla. Aquello me llevó a tomar decisiones que iban contra la fe. Y contra mí misma. Porque el aborto es contrario a la naturaleza de la mujer.

-El alejamiento, ¿fue total?
-Es verdad que durante un tiempo me aparté de la Iglesia, que dejé de practicar, que no me planteé cuestiones de fe…

-¿Pero…?
-Pero también es cierto que no dejé de sentir a Dios, protegiéndome en situaciones conflictivas y difíciles.

-En su regreso a la fe, ¿tuvo que ver que de niña le enseñaran cuál era el camino de vuelta?
-La formación que recibí en mi familia y en el Opus Dei me ayudaría a volver a la Iglesia, sí.

-Cuénteme de la casa en que nació.
-Era un hogar matriarcal y de práctica cristiana. En él convivíamos cuatro generaciones: la de mi bisabuela, la de mi abuela, la de mi madre y la mía. Aquellos años los recuerdo felices y de aprendizaje continuo.

-Su abuela le marcó, ¿no?
-Decía que por mucho que el viento zarandee un árbol, si éste tiene buenas raíces, ya se enderezará. Y tenía razón, se lo digo yo.

-¿Qué más decía?
-Que cada uno vamos en nuestra mortaja.

-O sea…
-Que no se nos va a pedir cuentas por lo que hayan hecho los demás, sino nosotros. Eso me ha ayudado a juzgar lo menos posible y a perdonar.

-Antes hablaba del Opus Dei. Sin embargo, pertenece al Camino Neocatecumenal.
-Cosas de Dios, que fue poniendo personas en mi camino para que me encontrara con el Camino.

-¿Qué ha aprendido allí?
-A ser libre, pero libre de verdad, libre para actuar bien.

-Su historia recuerda a la del hijo pródigo.
-La Iglesia me recibió como una madre, sin reprocharme nada.

-¿Y Dios?
-Como un padre, con los brazos abiertos, tratándome como si fuera única, como si el resto de la gente no existiera. Fue una experiencia… Ya digo, el día más feliz de mi vida.

-Habla de Dios. ¿Se atreve a hacerlo del demonio?
-A lo largo del siglo XX ha conseguido dos victorias.

-Primera victoria.
-Que lo malo se vea como bueno.

-¿Se refiere al aborto?
-Digamos que es un instrumento del que se sirve para lograr múltiples objetivos: destruir a la mujer, y al hombre, y a la familia, y a la vida…

-Segunda victoria.
-Que no se crea en él. Por eso va sin careta.

-Ante eso, ¿qué hacer?
-Confiar en el poder de la eucaristía. Y en el de la oración. Hay que rezar. Y rezar deprisa.

-¿Deprisa?
-Los que tenemos esperanza sabemos que el bien prevalecerá sobre el mal. Pero hasta entonces el mal seguirá campando a sus anchas y haciendo mucho daño. La lucha entre el bien y el mal ha de ser ya a cara descubierta.

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(Sara Martín / Zenit)

-¿Por qué escribir un libro contando tu propia experiencia de aborto? ¿Ayuda a cerrar la herida o a reabrirla?
-Lo he escrito para dar a conocer a la opinión pública una realidad social oculta y que se sepa lo que una mujer sufre cuando aborta. Los 23 años que lleva la ley del aborto funcionando en representan un fracaso y una lacra para la sociedad española. También he querido que, además de mi testimonio, aparecieran otros de hombres y mujeres que forman parte de mi vida y cuyo caso me afectó especialmente. Son casos además representativos de distintos ámbitos y circunstancias. Pero, insisto, lo he escrito sobre todo para expresar esta realidad: lo que se vive y se sufre antes, durante y después de un aborto provocado.

-¿Y qué se sufre?
-Antes del aborto, cuando una mujer está embarazada, sigue sintiéndose sola, indefensa y desamparada. Nadie le explica qué opciones tiene, que abortar no es una solución sino un gran problema, que hay gente que le puede ayudar en sus preocupaciones...

Durante el propio aborto se siente dolor y desgarro. Es como una herida mortal que te deja devastada por dentro, física y mentalmente.

Después de acabar con tu embarazo, lo que sientes es abandono, silencio y soledad. A nadie le interesa escuchar a la mujer e intentar ayudarle en su problema, lo cual es una losa añadida al síndrome post aborto que de por sí sufre. En mi caso, sufrirlo en silencio me llevó a ser un "muerto viviente": tenía ansiedad, pesadillas, culpabilidad, me autolesionaba mirando niños... Llegué a pegar a mi propio hijo, momento en el que decidí que tenía que buscar ayuda. Y mi caso no es algo aislado, cada día hablo con mujeres a las que les pasa lo mismo. Por esto mismo tenía que contarlo en un libro.

-Ante esto, ¿qué deberíamos hacer todos y qué debe hacer el Gobierno?
--La sociedad debería tomar conciencia, adquirir formación en este tema para no dejarse engañar con eufemismos sobre la vida y muerte.

El Gobierno, por su parte, también debe tomar conciencia de lo que significa un aborto provocado para la mujer, y tiene que realizar un ejercicio de honestidad moral y admitir que no existe una demanda social para esta medida. La realidad del aborto está ahí, las consecuencias las vemos todos. Espero sinceramente que no apruebe esta nueva Ley que tiene tanto interés en sacar adelante.

-¿Por qué?
-El problema de este proyecto de ley es que se ha hecho sin consenso, porque comenzó creándose un comité de expertos pro-aborto. Ante la crítica unánime de todos, que pedíamos un comité en el que se pudiera oír la voz pro-vida y pro-mujer, el Gobierno creó una subcomisión para que cada grupo parlamentario presentara a sus expertos y se sacaran conclusiones. Pero la única conclusión es que ha sido un paripé, yo he participado y nadie del Gobierno tuvo la educación o la decencia de escuchar mi testimonio. Además, una vez que se ha sabido qué es lo que el Gobierno quería aprobar, se comprende que no ha tenido en cuenta a todos los que participamos en esa subcomisión. Creo que ha sido un escándalo.

-¿A qué te dedicas actualmente? ¿Has entregado todo tu tiempo a esta causa?
-Soy portavoz de la Fundación REDMADRE, una red solidaria de apoyo a la mujer que se enfrenta a un embarazo inesperado con dificultades. Informamos completa y verazmente, y además ofrecemos opciones porque creemos que la información da libertad. Si la mujer no está informada, se le aboca a sufrir un aborto, como cordero llevado al matadero.

-¿Te ayuda personalmente a superar tu propio síndrome post-aborto escuchar a otras mujeres que pasan por lo mismo?
-Esperanza Puente: Sí, para mí es como una segunda liberación. Es cierto que cuando empecé a colaborar ya lo tenía superado, pero psicológicamente me ha ayudado.

viernes, 17 de abril de 2009

De Mamma mía, a la Marcha por la Vida
Pilar Soto: "A mí Cristo no me tiró de un caballo, sino de un plató de televisión"
"Sé que estoy viva de milagro. Caí en un pozo sin fondo, donde no tenía lo más importante, que es Dios"
"La bulimia me llevó a la anorexia, y de ahí al alcohol y las drogas. Sufrí varias sobredosis, pero yo seguía trabajando"
17 de abril de 2009.-Pilar Soto es uno de esos rostros familiares en televisión, una chica guapa, simpática y con talento, que, desde muy joven, decidió que era feliz subida a un escenario, ya fuera tocando el piano, dando las campanadas de fin de año, o co-presentando alguno de los programas que la lanzó al estrellato, como El Gran Prix o Mamma mía. Cualquiera podría pensar que la suya sería una vida llena de amistades y fiestas de la farándula, pero nadie sabía que la realidad era muy diferente:

(Alfa y Omega) «El tipo de vida que llevaba me llevó a vivir hasta en 7 países distintos. La falta de raíces, a causa de tantos viajes, el hecho de que nunca nadie estuviera esperándome al volver, me resultaba durísimo. Siempre estaba sola, siempre estaba vacía, no tenía amigos, no tenía a nadie. Comenzaron a sucederme una serie de circunstancias muy dramáticas, y caí en algo terrible que se llama bulimia. La bulimia me llevó a la anorexia, y de ahí al alcohol y las drogas. Sufrí varias sobredosis, pero yo seguía trabajando, perdí muchísimo peso, y no se lo contaba a nadie. Sé que estoy viva de milagro. Caí en un pozo sin fondo, donde no tenía lo más importante, que es Dios. Yo siempre digo: A mí Cristo no me tiró de un caballo, sino de un plató de televisión».

El principio del fin comenzó a raíz de su participación en La Isla de los famosos. Era el día 3 de julio de 2004: «Salí del plató dando tumbos, cogí un taxi, y a mitad de camino le dije al taxista: Señor ayúd... Lo siguiente que recuerdo era que estaba en el Hospital de la Princesa, llena de tubos. Un médico me dijo: Lo sentimos muchísimo, señorita Soto, pero no podemos hacer más. ¿A quién hay que llamar? Intenté decirles que me cortaran una pierna, que hicieran lo que fuera pero que me salvaran. El pánico y el miedo que sentí en ese momento era indescriptible. Sabía que me estaba muriendo. En ese momento, llamé a Cristo, y con los ojos de mi alma vi su rostro. Estaba todavía en la cruz, lloraba. Y pensé: Dios mío, ¿qué he hecho? Perdóname, Señor. Así no, Señor, no es mi hora, ahora entiendo que nada justifica haber atentado contra el cuerpo que me has dado, donde reside mi alma. Dame una oportunidad, déjame demostrarte que te amo».

Y éste fue el principio de un largo caminar, donde Pilar experimentó el amor de Dios de una forma radical, lo que le ayudó a comenzar desde cero una nueva vida, con una misión muy especial: comunicar la Buena Noticia al mundo entero. Hoy, Pilar es franciscana seglar y, además de trabajar en el canal de televisión Intereconomía en el programa "Colócate", dedica su tiempo y sus conocimientos en el mundo del espectáculo para dar testimonio de su fe y promocionar y presentar actividades como la Marcha por la Vida, del pasado día 29 de marzo, o como hará con el Encuentro Nacional de la Infancia Misionera, el próximo 2 de mayo, en Madrid.

"La vida empieza en el momento de la concepción"

(Alba) Por otra parte, en declaraciones a ALBA, Pilar Soto ha señalado que “no se puede instrumentalizar la vida humana. El hombre no puede pasar de ser sujeto a objeto. Implicaría la destrucción de su dignidad”.

“Es una aseveración científica irrefutable que la vida empieza en el momento de la concepción. Amar y defender la vida va más allá de cualquier tipo de frontera geográfica, racial, y condición sociopolítica, económica y religiosa“, explica. “En mi caso, como la raíz de mi vida es Dios, esta defensa tiene una connotación religiosa indiscutible, ya que soy católica, apostólica y romana”, concluye Pilar Soto.
Esther Sáez, víctima del 11-M: "Rezo por los terroristas"
"Ellos han equivocado su vida, pero yo no puedo juzgar, no sé qué vida han tenido, en qué ambiente han crecido, qué les han enseñado... y puede ser que se conviertan algún día"
"Y me gusta también la oración continua: vivir en oración, hacer las cosas normales, de casa, y seguir lo que va sugiriendo el Espíritu Santo. Hay que pensar qué es lo que quiere Dios de mí en cada momento de mi vida"
17 de abril de 2009.-Esther Sáez está casada, tiene dos hijos, de 6 y de 8 años, y el 11 de marzo de 2004 fue víctima del sinsentido terrorista que asoló Madrid. Recientemente, fue a Roma a recoger el testigo de la JMJ de Madrid 2011, donde tuvo la oportunidad de conocer en persona a Benedicto XVI.
(Alfa y Omega) «La Jornada Mundial de la Juventud -reconoce Esther- ha sido siempre muy importante para nosotros, hemos seguido a Juan Pablo II incluso a Polonia. Yo le escribí una carta a Juan Pablo II después del atentado. Yo le quise expresar mi agradecimiento a Cristo, así que le escribí a él como su representante en la tierra. En mi corazón sentía un agradecimiento enorme por lo que ha hecho por mí, que me había salvado después de que ningún médico hubiera dado nada por mi vida. Los médicos dijeron que si salía con vida me quedaría tetrapléjica, y no lo estoy. Él me contestó diciendo que era una gracia haber reaccionado así».

Y es que, para Esther, todo momento es bueno para dar gracias: «Siempre hay un motivo para dar gracias. Lo que pasa es que tenemos que ponernos en camino para encontrarlo». En su camino personal ha jugado una importancia fundamental la fe, una fe que siempre ha querido pasar a otros, incluso antes del atentado, a través de la catequesis. Hoy guía a un grupo de 12 niños a encontrase con Jesús:
«Yo les digo que Dios es su Padre, que es su mejor Amigo, y que es el único que nunca les va a fallar. Que hasta su madre -y yo soy madre- puede fallarles alguna vez, pero que Dios nunca lo va a hacer. Es el que mejor consejo les va a dar, el que les va a enseñar el camino para ser felices. Ellos están empezando ahora a buscar sus ideales, y yo quiero presentarles a Cristo como ideal de vida».

La fe de Esther se alimenta, como no puede ser de otra manera, con la oración: «Aparte de hacer las oraciones habituales, me gusta mucho rezar el Padrenuestro; creo que en él está el resumen de la vida cristiana, y por eso Jesús nos lo enseñó. Es la mejor oración, lo mejor que le podemos decir a nuestro Padre. Y me gusta también la oración continua: vivir en oración, hacer las cosas normales, de casa, y seguir lo que va sugiriendo el Espíritu Santo. Hay que pensar qué es lo que quiere Dios de mí en cada momento de mi vida; y, si un día tengo muchos dolores, es porque eso forma también parte de los planes de Dios. Si un día me encuentro muy mal, pienso: Esto también está en los planes de Dios, ¡así que adelante!»

Pero lo más impactante de su testimonio es cuando se refiere a Dios como el Dios de los terroristas, y reconoce que «rezo mucho por ellos, de verdad, sobre todo en el sagrario. Ellos han equivocado su vida, pero yo no puedo juzgar, no sé qué vida han tenido, en qué ambiente han crecido, qué les han enseñado. Yo creo que se han equivocado, y que hasta el último momento hay esperanza, y puede ser que se conviertan algún día, o que su culpa pueda ser más liviana si yo rezo por ellos».
Susan Boyle, católica escocesa, que nació con una discapacidad para el aprendizaje, rompe esquemas en concurso y sorprende a todos en Youtube
El público y el jurado del programa "Gran Bretaña tiene talento" pasaron de las risas y comentarios escépticos a la emoción y la ovación
17 de abril de 2009.-Susan Boyle es una católica escocesa de la localidad de Blackburn en West Lothian, que durante años cantó en la parroquia de su pueblo. Nació con una discapacidad para el aprendizaje pero siempre soñó con llegar a ser cantante profesional, indica el Times Online.Ahora se ha convertido en la nueva sensación de Youtube y del programa "Britain's got Talent" (Gran Bretaña tiene talento) en donde se presentó hace unos días y deslumbró a la audiencia y a los jueces con su gran talento y voz.En su presentación del 11 de abril, Boyle comentó que le gustaría convertirse en una cantante profesional, a lo que el público respondió con risas y comentarios escépticos. Sin embargo, su interpretación de "I Dreamed a Dream" (Soñé un sueño) de la obra teatral Los Miserables cautivó a la audiencia que la ovacionó de pie.

(ACI)Los jueces, que de manera unánime decidieron que siga avanzando en el concurso, se rindieron ante ella e incluso uno de ellos llegó a decir que "le doy el sí más grande que alguna vez le he dado a alguien".

"Siempre he sido musical: gritaba cuando era una bebé, cantaba con una brocha o en la ducha", comenta también al Deadline Scotland. "Fue mi madre quien me hizo cantar adecuadamente. Ella sabía que tenía que hacer algo con mi voz porque sabía que tenía talento". Tras expresar que todavía no cree el éxito que ha obtenido, Susan recuerda que fue su madre quien "la animó a unirse a un coro hace muchos años, cuando tenía unos 12. Recuerdo que me dijo que comience con el coro para ver adónde llegaba con eso".

Boyle explica además que siempre se limitó a cantar en el coro de la Iglesia a la que asiste y en karaokes para poder cuidar a su anciana madre, que falleció hace dos años cuando tenía 94. Ella dejó de cantar cuando eso sucedió, precisa The Times Online. "Pensé que sería bueno hacer un receso. Lo veía apropiado", señaló.
Susan, soltera y con siete hermanos, considera que la hostilidad inicial del público ante el que cantó en "Britain's got talent" se debe a que "la sociedad moderna es muy dada a juzgar a las personas por su apariencia". "No se puede hacer mucho al respecto porque es la manera cómo piensan, es su forma de ser. Pero tal vez esto les pueda enseñar una lección, sentar un precedente", añadió.

Según la prensa de Estados Unidos, Boyle fue ovacionada en la Misa de Resurrección de su parroquia. En diálogo telefónico con The Washington Post, su párroco, el P. Ryszard Holuka, comentó que "estamos muy orgullosos de ella" y describió a Susan como un "alma tranquila". "En algunas reuniones y fiestas de aniversario, ella se ponía de pie y cantaba. Nunca se vanaglorió de su voz, esta es la primera vez que ha sido reconocida públicamente".

El vídeo de lo sucedido, que se comprende sin saber inglés

El video más visto de la presentación de Susan Boyle, que hoy viernes sobrepasa los 19 millones de vistas, puede verse (en inglés) y es un documento testimonial de lo sucedido. No es necesario saber inglés para comprender lo que pasó en el concurso. Las imagenes, los rostros y la música hablan por si mismos. Puede verse pinchando en el siguiente enlace:

http://www.youtube.com/watch?v=9lp0IWv8QZY
Brigit: desamor, intentos de suicidio, conversión, entrega del único hijo y evangelización
Testimonio explicado por el P. James Manjackal, padre espiritual de la protagonista de la historia
17 de abril de 2009.- (
http://www.jmanjackal.net/esp/esp.htm) En un retiro cuando hablaba del amor del Dios, una determinada mujer se levantó de su silla y dijo, "No existe ningún Dios, entonces ¿por qué habla Ud. sobre Su amor?". Más tarde ella vino a mi cuarto y dijo esto, "... Si con todo Dios existe, Él es malvado". Como ella estaba llorando yo podía sobrentender que podría haber atravesado alguna gran tragedia de la vida.

Entonces Brigit, que ese era su nombre, continuó compartiéndome su vida. "Fui una huérfana abandonada en la calle por mis padres, pero recogida por hermanas religiosas que me criaron en su orfanato. Cuando estuve en el orfanato solía estar sola y rechazada y frecuentemente pensé en terminar con mi vida. Siempre que veía a padres que expresaban su amor a sus propios hijos con abrazos, besos y regalos, solía afligirme por mi desgraciada vida en la que estaba sin el amor y la atención de mis padres. Yo siempre tenía hambre y sed de un amor verdadero y la preocupación de que no podía conseguirlo. Sabía que había sido abandonada por mis padres porque había nacido fuera del matrimonio. Siento mucha cólera hacia mis desconocidos padres que deben estar casados y viviendo una vida feliz con sus hijos. Siento odio y celos de todos aquellos que viven una buena vida matrimonial. En mis primeros años de adolescencia comencé con el hábito de la masturbación lo cual yo sabía que era pecado. Siempre tengo una culpa que siento dentro de mi corazón a pesar de las muchas oraciones y de la asistencia a la Misa diaria. Después de mis estudios, cuando las hermanas propusieron para mí una alianza matrimonial yo no pude aceptar la idea de un matrimonio, dije, "¿Qué es el matrimonio?: convivencia, procrear hijos y tirarlos a la calle". Mi herida, corrupta y prejuiciada mente no podía imaginarse nada optimista de la vida.

Por fin accedí a casarme con un hombre que tenía un carácter muy bueno. Él me amó no sólo como marido, sino también como un padre y como un hermano. Me daba todo el amor que había perdido en el pasado. Pero desafortunadamente no pude tener su amor durante mucho tiempo, murió en un accidente de autobús. Presa del pánico grité a Dios ¿Por qué tú Dios malvado, te llevas a mi marido que era todo para mí?". Decidí suicidarme; fui apresuradamente a la orilla del mar para trepar por los acantilados y tirarme de cabeza. Mientras estaba sentaba sobre acantilados de roca un pensamiento irrefrenable vino a mi corazón de que si yo terminaba con mi vida mataría a un niño inocente y desvalido en mi vientre, fruto del amor entre mi marido y yo. Por tanto sobrepuse mi mente para no suicidarme y seguir viviendo gracias al niño en mi vientre, pero sin Dios. Di a luz a un muchacho. No le bauticé ni le enseñé de Dios. Desde que perdí a mi marido perdí la fe, dejé de rezar o ir a la Iglesia. No puedo creer en un Dios que sea cruel. Ahora mi hijo tiene diecisiete años. Vine a este retiro porque alguien me dijo que sería curada de mi asma, del dolor de espalda y de las erupciones en la piel".

Mientras que Brigit compartía su historia, en oración la encomendaba al Corazón de Jesús a través del Inmaculado Corazón de María, que era todo lo que podía hacer. Le dije, "hija mía, date cuenta que asistes a un retiro completo durante cinco días". Con una sonrisa ella contestó "porque he pagado por el programa estaré aquí durante cinco días". Yo sabía bien que si alguien ha sido preparado para dar su tiempo al Señor, Él vendría a su vida. Según el retiro continuaba la Palabra de Dios comenzó a tocarla. Ella cayó en lágrimas cuándo oyó: "¿puede una madre olvidarse del niño que cría, no tener compasión del hijo de sus entrañas?. Pues aunque ella lo olvide Yo nunca me olvidaría, mira, sobre las palmas de mis manos he escrito tu nombre" (Is 49: 15-16). Cuando ella oyó que Dios tiene un gran plan para su bienestar futuro y que Él le suministraría todas sus necesidades (Jer. 29: 1; Fil. 4: 19) abrió su corazón hacia el plan de salvación misericordioso y cariñoso de Dios. Ella sabía que aunque estuviera sola en este mundo, Dios habría bajado en forma humana y moriría por ella. Comprendió que la Biblia se hizo viva en su vida. ¡Entendió que la Biblia ha sido escrita para ella sola!. Hizo una confesión de su vida y recibió el Cuerpo y la Sangre de Jesús en su corazón después de unos largos diecisiete años. Su alegría era grande cuando encontró al Señor. El último día del retiro después de una oración para llenarse con el Espíritu ella dio su testimonio impactante sobre el encuentro con Jesús, de la conversión en una nueva persona y de la curación de su enfermedad corporal. Dijo delante de todos "bautizaré a mi hijo y ambos viviremos una vida testificando al Señor".

Pasado un año bauticé al muchacho en la Iglesia y asistió también a un retiro Carismático y ambos con los varios carismas que recibieron, recorrieron la ciudad compartiendo su testimonio en casas y grupos de oración, imponían las manos a los enfermos y se formaron muchos grupos de oración de intercesión. Después de seis años de su vida en el Espíritu, Dios le pidió (a ella) dar el gran regalo, que es su único hijo. Un día cuando salía de la universidad, fue atropellado por un coche e ingresado en el hospital. Ella relataba así su experiencia, "Mientras esperaba que mi hijo regresase de sus clases dos jóvenes vinieron para contarme el accidente. Al momento rendí a mi hijo en las cariñosas manos del Señor. Con lágrimas en mis ojos pero con mis alabanzas a Dios en mi corazón y labios me precipité hacia el hospital. Sosteniendo sus manos rezaba por él. Estaba segura de que Dios haría sólo el bien para mi vida porque Él me ama (Rom 8: 28). No tenía ninguna ansiedad o miedo pero tenía un profundo dolor al ver la condición patética de mi hijo. ¡Al cabo de un rato abrió sus ojos, mirando fijamente hacia mi cara y gritó 'Mamá' y dio su último suspiro!. Levanté mi corazón y brazos al cielo y colocado el alma de mi hijo en el Corazón de Jesús y comencé a alabar a Dios. Cuando vino una enfermera e invocó mi nombre volví en mí. Le dije "Alabemos a Dios, mi hijo se ha ido al cielo".

Más tarde cuando la encontré no podía creerme su historia, era increíble que una madre viuda rindiese a su único hijo al Señor. Ella dijo, "fue duro para mí porque sentí el cielo y la tierra rompiéndose y cayendo sobre mí pero recibí un poder del Espíritu Santo para dar esta rendición con la paz y la alegría del Señor". Como Brigit es mi hija espiritual la conozco bien, ahora también ella sale a predicar en retiros, rezando por los enfermos y dirigiendo grupos de oración. A menudo ella dice "Ahora soy doblemente fuerte porque mi hijo está al lado de Jesús rezando por mí ".

miércoles, 15 de abril de 2009

Investigan curación de madre chilena atribuida a beato español Faustino Míguez
Verónica Stoberg presentó un cuadro de estallido hepático con una grave hemorragia que no podía ser controlada, insuficiencia renal, insuficiencia hepática, problemas neurológicos y fallo multiorgánico. Los médicos esperaban su muerte. En pocas horas presentó una inexplicable mejoría y al cabo de unas semanas su recuperación era total.
15 de abril de 2009.-Esta semana termina en Santiago la investigación sobre la sorprendente curación de Verónica Stoberg, una madre chilena a quien los médicos no daban oportunidades de sobrevivir a un cuadro fatal de preclampsia y hemorragia en su cuarto embarazo. Su esposo e hijas atribuyen el caso al beato español Faustino Míguez, fundador del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora. Según informó el Servicio de Noticias Misioneras OMPress, este viernes 17 de abril el Arzobispo de Santiago, Cardenal Franscico Javier Errázuriz celebrará la clausura del proceso de investigación del presunto milagro.

(ACI) El 10 de septiembre de 2003, Verónica Stoberg se encontraba en la 36 semana de embarazo. Esa tarde sintió un fuerte dolor abdominal, presión alta y episodios de pérdida de conciencia. Aunque pensó que se trataba de un parto prematuro, en el hospital le diagnosticaron preclampsia y le practicaron una cesárea de emergencia.

En las horas siguientes, Verónica presentó un cuadro de estallido hepático con una grave hemorragia que no podía ser controlada, insuficiencia renal, insuficiencia hepática, problemas neurológicos y fallo multiorgánico. Los médicos esperaban su muerte.

El sábado 13 de septiembre, su esposo Pedro Núñez y sus tres hijas, todas alumnas del colegio Divina Pastora de la Florida, en Santiago de Chile, llegaron hasta la capilla de la escuela a rezar por la vida de Verónica ante la imagen del Beato Faustino Míguez. En pocas horas, Verónica presentó una inexplicable mejoría y al cabo de unas semanas su recuperación era total, sin secuelas, para sorpresa de los médicos que la atendieron.

Su vida

Manuel Míguez nació en Xamirás, una aldea de Acevedo del Río, Celanova, en la provincia de Orense, España, el 24 de marzo de 1831. Fue el cuarto hijo de una familia cristiana, creció en un ambiente de profunda fe, solidaridad con los más necesitados y responsabilidad en el trabajo.

A los 16 años decidió comenzar sus estudios para ser sacerdote y lo hace según la espiritualidad espíritu de San José de Calasanz.

En 1850 ingresó al Noviciado de las Escuelas Pías de San Fernando, en Madrid, y tomó el hábito escolapio con el nombre de Faustino de la Encarnación.

Luego de su ordenación sacerdotal en 1855, fue enviado a Cuba donde se dedicó a la formación de maestros y luego regresó a España donde continuó dedicándose a la educación.

Destacó como profesor de ciencias naturales y vivió su consagración a Dios en la entrega a los niños y jóvenes con preferencia los más pobres y necesitados. En Cuba observó el uso de los habitantes de las plantas con fines terapéuticos e inició sus propios experimentos, que continuaría luego en España.

Fundó la Congregación de Hijas de la Divina Pastora en 1885. Tres años después regresó por segunda vez a Getafe, donde paso los últimos 37 años de su vida. Falleció a los 94 años, el 8 de marzo de 1925 y fue beatificado el 25 de octubre de 1998 por el Papa Juan Pablo II.
Carta a los divorciados, de Michel Martin-Prével
El autor aborda el dolor de las personas que han sufrido una ruptura matrimonial y les habla del perdón, la fidelidad y la importancia de la oración
15 de abril de 2009.-El tema de las separaciones, divorcios y nulidades matrimoniales es actual. Lamentablemente muchas personas, hombres y mujeres, que se encuentran en esa situación no saben dónde acudir cuando su matrimonio se ha resquebrajado o pasan dificultades. El autor de este libro señala, no sin acierto, y dirigiéndose a todos ellos: “Los ‘heridos en el amor’ sois hoy día tan numerosos, que vuestro entorno, vuestros amigos y a veces incluso vuestros guías espirituales parecen decidirse por soluciones dictadas por la falta de coraje, pero que a la larga pueden resultar soluciones a medias, arreglos o males menores”.

(David Amado / Forum Libertas) Todos quedamos desbordados por un drama en el que cada vez participan más actores y corremos el peligro de ser seducidos por la tentación de pensar que es normal sólo lo que es numerosamente significativo. Hay muchos divorciados, y comienzan a ser numerosos los bautizados que, en esa situación, optan por un segundo matrimonio. Al dolor de los que pasan por esa situación se une la dificultad de quienes podrían acompañarles, muchas veces incapaces de encontrar las palabras adecuadas o de mostrarles el camino de la Iglesia por parecerles arduo o hasta imposible.

Michel Martin-Prével, se ha atrevido a escribirle esta carta a ellos, pero también a todo su entorno. Está redactada desde la caridad que no está reñida con la verdad, de la que es su adalid. Por eso, acogiendo el dolor de todas esas personas, y sin juzgarlas en ningún momento, les habla del perdón, de la fidelidad, de la importancia de la oración, del acompañamiento eclesial y de los amigos, de la participación en los sacramentos (que no siempre puede conllevar la comunión eucarística), etcétera.

Se me ocurre que las dificultades de muchos matrimonios forman parte de un enfriamiento general del amor. Que detrás de muchas rupturas se da la falta de matrimonios amigos que sostengan con su misma vida y su entrega a los que se doblegan, y que vivimos en un espíritu de claudicación. Parece como si la belleza del amor que Jesucristo hace posible no estuviera al alcance de todos. La Iglesia, que acompaña a los contrayentes en la fiesta de la boda, también quiere acompañarlos en sus dificultades. No se trata de juzgar ni de aconsejar en primer lugar, sino como escribe el padre Manuel Morales en el prólogo, ante todo debemos escuchar y acoger.

La lectura de este libro, lleno de delicadeza y esperanza, abrirá caminos de luz a quienes han saboreado el trago amargo de la ruptura matrimonial o sufren en su separación. También mueve a la comprensión, a la reflexión y a una actitud más comprometida a todos los que nos encontramos con personas que han pasado por ese lance y, a veces, no sabemos o no nos atrevemos a ser verdaderos amigos suyos. La entrega de Jesús en la cruz, por su Iglesia y para salvar a los hombres, ilumina todo el misterio del amor y del sufrimiento.

Michel Martin-Prével
Carta a los divorciados
Ciudad Nueva
Madrid, 2008
113 páginas
Contra el SIDA, “un solo amor”, campaña en la región del África subsahariana
15 de abril de 2009.-La práctica de tener varias parejas sexuales simultáneamente es uno de los factores más importantes de la alta tasa de prevalencia del VIH en el África subsahariana. De ahí que en nueve países de la región esté en marcha desde hace meses una campaña bajo el lema “Un solo amor”, que intenta favorecer la monogamia y la fidelidad como medio de lucha contra el SIDA.

(ACE) La experiencia ha mostrado que las campañas centradas exclusivamente en la distribución de preservativos no han logrado frenar la epidemia. En los nueve países donde se desarrolla la campaña (Lesoto, Malawi, Mozambique, Namibia, Sudáfrica, Suazilandia, Tanzania, Zambia, Zimbabue) la tasa de prevalencia del VIH está en la mayoría de los casos por encima del 15% de la población adulta, y en algunos casos supera el 20%.

De ahí esta nueva campaña que por primera vez se centra en la fidelidad. La campaña está más en la línea de la que se desarrolló en Uganda, centrada en la estrategia llamada ABC (abstinencia, fidelidad, condones).

El lema “Un solo amor” intenta promover un cambio de mentalidad para cambiar las costumbres que llevan a tener varias parejas sexuales simultáneas. La multiplicidad de este tipo de relaciones –dicen los folletos de la campaña– crea “una red sexual invisible que posibilita la transmisión rápida del VIH una vez que el virus entra en ella”.

Las costumbres que dan origen a esta situación son de diverso tipo. Por una parte está la poligamia, presente en países como Suazilandia y Sudáfrica. También existe la costumbre de que el cuñado se responsabilice de la viuda de su hermano y de sus hijos si este muere, lo que puede implicar relaciones sexuales.

Luego están los llamados “sugar daddies”, hombres mayores que tienen sexo con chicas jóvenes a cambio de dinero o regalos.

Todos estos factores explican la peculiar situación de la epidemia en el África subsahariana, que no ha podido ser frenada por el momento. Lo notable es que hasta ahora no se haya intentado más estrategia de lucha que la distribución de condones.

El avasallamiento de la mujer es otro de los problemas que no se resuelven con condones. En Sudáfrica, que tiene una tasa de prevalencia del VIH del 18%, se estima que medio millón de mujeres son violadas cada año. Una de cada cuatro mujeres pueden sufrir esta experiencia.

La campaña “Un solo amor” está coordinada por el Soul City Institute for Development de Sudáfrica.
El líder republicano Newt Gingrich se ha convertido al catolicismo
15 de abril de 2009.-Newt Gingrich, una de las figuras más relevantes del partido Republicano estadounidense en las dos últimas décadas, ha sido recibido en la comunión con la Iglesia Católica el pasado 29 de marzo. Educado como cristiano baptista, Gingrich hacía tiempo que se mostraba cercano a la Iglesia Católica e incluso tuvo una breve reunión privada con Benedicto XVI en la reciente visita del Papa a Estados Unidos. Al ser preguntado por el hecho de que está casado en terceras nupcias tras dos divorcios previos, Gingrich ha asegurado que "hemos hecho todo lo que dictamina la ley de la Iglesia en los últimos años. Ha sido un largo proceso".

(Luis F. Pérez/ReL) El que fuera portavoz de la mayoría republicana en el Congreso de los Estados Unidos durante la presidencia de Bill Clinton fue recibido en el seno de la Iglesia Católica en la iglesia de San José, en Capitol Hill, Washington. En la ceremonia, además de sus familiares le acompañaron de amigos como Michael Novak, del American Enterprise Institute, el antiguo obispo de Washington DC, el cardenal Theodore McCarrick y el antiguo congresista republicano Vin Weber.

En declaraciones a Fox News, Gingrich aseguró que el Papa Benedicto XVI había sido determinante en su decisión de convertirse a la fe católica. El político republicano describe la misa en la que se consumó su conversión al catolicismo como "uno de los momentos más importantes de toda mi vida"

Una conversión más entre miles

La conversión de Gingrich es una más dentro de un fenómeno que está marcando un antes y un después para la Iglesia Católica en EEUU. Durante esta Cuaresma ha aceptado a 150.000 conversos adultos. En el estado de Georgia, del cual es originario Gingrich, la Archidiócesis de Atlanta ha abierto sus puertas a 513 catecúmenos que nunca han sido bautizados y a 2.195 personas que fueron bautizadas en otras confesiones cristianas. Además, las conversiones al catolicismo de políticos de relevancia no es algo inusual en Estados Unidos. Newt Gingrich se une a una lista que cuenta ya con personajes de relieve como Jeb Bush, Bobby Jindal o Sam Brownback, todos ellos pesos pesados del Partido Republicano.

sábado, 11 de abril de 2009

"El Señor es Dios; ¡Él nos alumbra!"
/ Autores: Conchi Vaquero y Arturo López
"El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, y vio quitada la piedra que tapaba la entrada. Corrió entonces a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho, y les dijo:
–¡Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto!
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Se agachó a mirar y vio allí las vendas, pero no entró. Detrás de él llegó Simón Pedro, que entró en el sepulcro. Él también vio allí las vendas, y vio además que la tela que había servido para envolver la cabeza de Jesús no estaba junto a las vendas, sino enrollada y puesta aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio lo que había pasado y creyó. Y es que todavía no habían entendido lo que dice la Escritura, que él tenía que resucitar".

(Juan 20, 1-9).

Jesús resucitó hace casi dos mil años. Los cristianos, que se supone intentamos seguirle, poniendo en práctica el mensaje del evangelio, que nos revela toda la historia de la salvación contenida en la Biblia, con asiduidad repetimos la escena de María Magdalena en muchas ocasiones y exclamamos:

–¡Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto!

Eso sucede en nuestras vidas cuando vivimos momentos de dificultad ante los cuales no podemos hacer nada, sólo estar quietos esperando la resurección, la solución al problema que nos provoca desaliento, desesperanza, depresión, angustia y miedo. Estamos como Jesús en el sepulcro: con una gran losa, una piedra muy pesada, atados e inmóviles. Sólo el Amor de Dios Padre puede apartar esas dificultades de nuestra vida y restablecernos de manera providencial. Pese a que, en decenas de ocasiones, hemos vivido como de repente toda losa era quitada, todo camino allanado, no nos acabamos de creer la promesa de Jesús resucitado que prometió acompañarnos siempre.

Y hemos constatado todos lo que nos sucede: el problema ya no existe, ha desaparecido. Pero, la oscuridad, el miedo, la angustía y la depresión persisten. Nos preguntamos: ¿Es verdad o es un espejismo de mi mente? Cuando María Magdalena fue al sepulcro era oscuro y vió con sus propios ojos que Jesús no estaba. Entonces, no recuerda la promesa del Señor que resucitaría, el miedo le hace pensar que se han llavado el cuerpo. Hemos escuchado tantas veces estas Palabras de Vida del evangelio de Juan y en cambio no las sabemos vivir al mínimo tropiezo.

Pero eso no es todo, el discípulo amado se va con Simón Pedro al Sepulcro, ve las vendas desde fuera y no se atreve a entrar: el miedo le paraliza. Es como si pensará: "Bastante hemos sufrido ya, sólo falta que nos suceda algo más". Esto también lo vivimos nosotros cuando acompañamos a alguien en el dolor y sufrimiento: "A ver si no voy saber estar a la altura de las circunstancias".

Én todas las variantes en que la resurrección de Cristo no es actualizada en nuestras vidas seguramente es que necesitamos crecer dejándonos guiar por el auténtico resucitado: Jesús el Señor. Para ver la luz de Cristo sólo hace falta que nos acerquemos a Él con confianza, en todo el estado deplorable en que nos encontremos y reconozcamos que sólo Él tiene Palabras de Vida.

Como los apóstoles, muchas veces vivimos en la dispersión -ellos la experimentaron con la muerte de Jesús- y no entendemos las Escrituras porque no escuchamos la voz suave del Salvador que clama continuamente: "no tengaís miedo. Soy yo el que os hace caminar pese a vuestra debilidad". A cada uno de nosotros como toda respuesta sólo se nos ocurre gritar como Pedro cuando debía andar sobre las aguas: "Señor que me hundo!!!." Hasta ese grito es humano y positivo hacerlo porque nos muestra nuestra debilidad y el tener que depender de la providencia del Altísimo.

Claro que, a veces o casi siempre, y ese es el mayor de los problemas, los cristianos no comprendemos las Escrituras porque nos fabricamos una interpretación a nuestra medida de la Palabra de Dios. Realmente Cristo ha Resucitado!!! Aleluya!!! ¿Pero, donde está escrito que se nos quitarían las dificultades y los problemas que tenemos como consecuencia del pecado y del espiritu del mundo por la resurrección de Jesús? El oró al Padre para que fueramos preservados del maligno en medio del mundo y nos aseguró acompañarnos en todo momento hasta el fin del mundo por el don del Espíritu Santo. El Espíritu de la verdad es quien debe enseñarnos todo, entre otras cosas como afrontar el mal cogidos de la mano de Jesús resucitado.

Como el discípulo amado corrió delante de Simón Pedro, nosotros nos soltamos de la mano de Jesús para ver y discernir con ojos humanos lo que nos está pasando hasta quedar paralizados por el miedo. Dejemos que el Señor nos indique el camino y aunque sea angosto a primera vista oremos para poder saber a que ritmo debemos andar, para poder escuchar paso a paso la voz de Cristo que nos habla al corazón: "Soy yo. La paz este contigo."

Uno de los ejemplos contemporáneos de cuanto hemos explicado es la Madre Teresa de Calcuta. De la obra realizada por ella no dudan ni los cristianos, ni los creyentes de otras religiones, ni los mismos ateos o laicistas. Actualmente conocemos que Teresa de Calcuta vivió momentos de gran sequedad y oscuridad. Ninguna explicación intelectual, ni sicológica puede justificar que una mujer sóla iniciara a contracorriente y sin posibilidad de volver atrás la atención a tantos moribundos, pobres, enfermos y desesperados. Si a los problemas que supone atender humanamente con pocos medios a los más desprotegidos sumamos la sequedad espiritual y la oscuridad, sería imposible la consolidación de las Misioneras de la Caridad si no es porque la obra estuvo cimentada fuertemente en la creencia que Cristo estaba resucitado, a su lado, enseñándole el camino para construir sobre roca una obra que da gloria a Dios porque sólo Él la ha podido realizar.

Aclamemos la resurección de Cristo con el salmo 118 (117):

"Dad gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor es eterno.
Digan los israelitas:
“El amor del Señor es eterno.”
Digan los sacerdotes:
"El amor del Señor es eterno.”
Digan los que honran al Señor:
“El amor del Señor es eterno.”

En mi angustia llamé al Señor;
él me escuchó y me dio libertad.
El Señor está conmigo; no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer el hombre?
El Señor está conmigo; él me ayuda.
¡He de ver derrotados a los que me odian!
Es mejor confiar en el Señor
que confiar en el hombre.
Es mejor confiar en el Señor
que confiar en grandes hombres.

Todas las naciones me rodearon,
pero en el nombre del Señor las derroté.
Me rodearon por todas partes,
pero en el nombre del Señor las derroté.
Me rodearon como avispas,
pero su furia se apagó como fuego de espinos;
¡en el nombre del Señor las derroté!
Me empujaron con violencia, para que cayera,
pero el Señor vino en mi ayuda.
Yo canto al Señor, que me da fuerzas.
¡Él es mi salvador!

En las casas de los hombres fieles
hay alegres cantos victoriosos:
“¡El poder del Señor alcanzó la victoria!
¡El poder del Señor es extraordinario!
¡El poder del Señor alcanzó la victoria!”
¡No moriré, sino que he de vivir
para contar lo que el Señor ha hecho!
El Señor me ha castigado con dureza,
pero no me ha dejado morir.

¡Abrid las puertas del templo,
que quiero entrar a dar gracias al Señor!

Esta es la puerta del Señor,
y por ella entrarán los que le son fieles".

Te doy gracias, Señor, porque me has respondido
y porque eres mi salvador.
La piedra que los constructores despreciaron
se ha convertido en la piedra principal.
Esto lo ha hecho el Señor,
y estamos maravillados.
Este es el día en que el Señor ha actuado:
¡estemos hoy contentos y felices!

Por favor, Señor, ¡sálvanos!
Por favor, Señor, ¡haz que nos vaya bien!

¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
Os bendecimos desde el templo del Señor.
El Señor es Dios; ¡él nos alumbra!
Comentad la fiesta y llevad ramas
hasta los cuernos del altar.

Te doy gracias y alabo tu grandeza,
porque tú eres mi Dios.
Dad gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor es eterno.

Feliz Pascua de Resurrección!
Que la Luz de Cristo os llene de su Paz!
Alegraos con este vídeo
Semana Santa en Jerusalén: Domingo de Resurrección Aparición a Magdalena
Designio Media, una iniciativa de laicos de diversas nacionalidades, ha lanzado el programa "¡Ábrete Cielo!", con el objetivo de brindar a los fieles un espacio de reflexión y de acompañamiento a Jesús "día a día, desde su entrada a Jerusalén en el domingo de Ramos hasta el domingo de Resurrección".

"Abrir el cielo en esta generación significa hacer presente la obra de Dios en la Historia. Dios no es un dato abstracto. Dios es aquél que se ha dado a conocer por sus obras y encarnado en su Hijo Jesucristo, nos revela a los hombres el contenido de la existencia", explica el sitio web de la productora.

La serie consta de ocho programas de media hora cada uno y permite a los cristianos "peregrinar y conocer los lugares que han sido testigos de la vida de Jesucristo". Entre los testimonios de cristianos que ofrece "¡Ábrete Cielo!" se destaca la vida de José, "un católico que vive con su familia en Belén y que a pesar de las dificultades permanece por amor a sus raíces de fe".

"¡Ábrete Cielo!" se transmitirá por televisión en los Estados Unidos y en diversos varios países de América Latina, como República Dominicana, Perú, Chile y Argentina. Por su interés podrán seguir diariamente en "Escuchar ka Voz del Señor" estos programas. Hoy ofrecemos el correspondiente al Domingo de Resurrección, en el cual se habla de la aparición a Magdalena.
Vídeo 1

Vídeo 2

Vídeo 3

Música Cristiana para la Pascua
Resucitó / Martín Valverde


Que Detalle / Yesenia Flores

No hay nadie como Tú / Silvia Mariella

El Dios que hizo el Cielo y la Tierra / Silvia Mariella

Estallido de Alabanza / Martha Reyes

Resucitó / Abraham Zelada

Magdalena / Silva-Caro

Esta era una niña
La Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud procesiona por las calles de Madrid el Viernes Santo
"En la cruz está la victoria", afirmó el Cardenal de Madrid en el primer acto en España con la cruz de los jóvenes
11 de abril de 2009.- Los jóvenes madrileños ya han podido contemplar la cruz de los jóvenes que fue entregada el pasado Domingo de Ramos de manos de los jóvenes australianos, de cara a preparar la próxima JMJ en Madrid en 2011. Dentro de los oficios del Viernes Santo el Cardenal de Madrid ha querido que la catedral de la Almudena sea el primer lugar en el que la cruz que entregó el siervo de Dios Juan Pablo II, tenga protagonismo para todos los jóvenes asistentes.

(Fidel Mateos / Religión Digital) A continuación la cruz ha recorrido las principales calles de Madrid, cargada por diferentes jóvenes hasta la iglesia de san José. Cientos de jóvenes se han dado cita tanto en la celebración del Viernes Santo como en el recorrido por las calles de la ciudad que, a pesar del frío y mal tiempo han acudido ya con la mirada puesta en el verano de 2011, pero viviendo intensamente la muerte de Jesús, con la cruz como protagonista.

Una cruz que ha sido central en las palabras del Cardenal Rouco Varela en la celebración, después de preguntar a todos que "¿quiénes somos nosotros en el drama de la Pasión?". Impulsando a todos a tratar de vencer el pecado y a que los demás también lo venzan. Recordando también palabras de Benedicto XVI en la audiencia del lunes los jóvenes, en las que ponía delante de los presentes que Jesús había muerto por cada uno de nosotros. "Él murió por mí?", se preguntaba el Cardenal de Madrid, y respondía: "ciertamente sí y, ¿qué hago yo?".

Finalizaba su homilía diciendo que sólo hay una cruz, y sólo un amor que es el que nos ha marcado esta cruz. Hoy, viernes Santo, es un día para el amor sin más, y si a nuestro alrededor quieren saber dónde está el amor de verdad, que lo miren a Él, que miren la cruz.

En un momento de parada, cerca de la Gran Vía madrileña, junto a la cruz de los jóvenes y acompañado de los obispos auxiliares de Madrid, Mons. Herráez y Mons. Martínez Camino y una representación de la Delegación Diocesana de Infancia y Juventud, alentó a todos los jóvenes diciendo que el día en que comience la Jornada Mundial de la Juventud de 2011 "vamos a llegar muy edificados y arraigados en Cristo, arropados por todos los madrileños".

Para todo esto seguirá ayudando la cruz que recorrerá a partir del verano las diócesis que lo soliciten así como algún país europeo cercano. Cerró la jornada recalcando que "en la cruz está la victoria, y los jóvenes van a saber llevarlo a todos los hernanos de Madrid, capital de España".


Vídeo del traslado de la Cruz de la JMJ por las calles de Madrid
La eutanasia ya es un "tratamiento normal" en los hospitales belgas según un estudio
El "suicidio asistido" sólo es legal en Holanda, Bélgica y Luxemburgo
11 de abril de 2009.-La eutanasia se aplica sin cumplir la ley, lo que ha facilitado su equiparación con un «tratamiento normal». Ésta es la conclusión de un estudio que analiza la aplicación de este procedimiento en Bélgica, siete años después de que este país se convirtiera en el segundo del mundo en legalizarla, tras Holanda.

(La Razón) De acuerdo con la investigación de la Universidad Católica de Lovaina, la eutanasia se ha normalizado y se ha convertido en exigencia de los pacientes. No obstante, el autor del trabajo, Herman Nys, recuerda que la ley no habla de «derecho a la eutanasia».

Según el texto legislativo, aprobado en 2002, la eutanasia se podrá practicar en aquellos pacientes con «sufrimientos físicos o psíquicos constantes e insoportables», siempre que sean mayores de edad y estén en condiciones de entender y decidir. Además, deberá solicitarse de forma escrita y el pedido debe ser «voluntario, reflexionado y reiterado». El médico deberá verificar la magnitud de la enfermedad y del sufrimiento que causa, y deberá informar al paciente «sobre las posibilidades que ofrecen los cuidados paliativos».

Sin embargo, según el estudio, estas condiciones no se cumplen habitualmente, al ser las enfermeras las que la aplican, al considerarse suficiente una petición oral y al ser los familiares los que solicitan la eutanasia. Por otra parte, el hecho de que sean las personas más cercanas las que realizan la petición ha llevado a que se vean solicitudes de eutanasia para niños pequeños, según critica Nys.

Menores de edad

El hecho de incluir menores dentro de los sujetos que podrían recibir una muerte provocada ha abierto un polémico debate en Bélgica. Así, mientras algunos expertos critican la mala aplicación del texto actual, grupos políticos como los socialistas y los liberales en el Senado defienden una revisión de la ley para incluir a los menores de edad, personas que sufran enfermedades cerebrales degenerativas y ancianos.

La aplicación de la norma a lo largo de estos siete años no ha estado exenta de casos controvertidos. El último se produjo al rechazar la solicitud de una nonagenaria, que no sufría una enfermedad incurable, y que se puso en huelga de hambre como protesta. «No tiene nada que ver con la eutanasia», opinó entonces el senador democristiano Wouter Beke, quien añadió que «se trata de decidir si nosotros, como legisladores, debemos ayudar a morir a una persona fatigada de vivir, permitiéndole realizar un suicidio médicamente asistido».

¿En qué países se ha legalizado la eutanasia?

La llamada eutanasia activa o suicidio asistido sólo es legal en Holanda, en Bélgica y, desde hace un mes, en Luxemburgo, donde para la aprobación de la ley permisiva se redujeron los poderes del Gran Duque, que se negaba a sancionar la ley por «motivos de conciencia». También se permite en el estado de Oregón, en EE UU.

viernes, 10 de abril de 2009

Viernes Santo: Si Dios existe, el no creyente lo ha perdido todo / Autor: Raniero Cantalamessa, ofmcap.
"Dios es capaz de hacer de sus detractores más encarnecidos, sus apóstoles más apasionados"
El predicador de la Casa Pontificia ha mostrado en el Vaticano cómo el creyente al tener a Dios lo tiene todo, sobre todo la felicidad
10 de abril de 2009.- Para muchos no creyentes, la fe en Dios es un obstáculo para la felicidad. En el Viernes Santo, día en el que la Iglesia revive la muerte de Cristo, el predicador de la Casa Pontificia ha mostrado en el Vaticano cómo el creyente al tener a Dios lo tiene todo, sobre todo la felicidad. El padre Raniero Cantalamessa, ofmcap., en la homilía que ofreció en la celebración de la Pasión del Señor, presidida por Benedicto XVI, en la Basílica de San Pedro, respondió al eslogan que circula en autobuses de algunas ciudades de Europa: "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida". "Se sobreentiende el mensaje de que la fe en Dios impide disfrutar de la vida; es enemiga de la alegría. ¡Sin ella habría más felicidad en el mundo!", constató el predicador.

Y respondió a la provocación planteando la pregunta que tarde o temprano se hace toda persona, creyente o no creyente: ¿cuál es el origen y el sentido del sufrimiento? El predicador del Papa contestó como lo hace el apóstol san Pablo: El pecado es "la causa principal de la infelicidad de los hombres, o sea, el rechazo de Dios, ¡no Dios!". El pecado, aclaró, "encierra a la criatura humana en la 'mentira' y en la 'injusticia', condena al mismo cosmos material a la 'vanidad' y a la 'corrupción' y también es la causa última de los males sociales que afligen a la humanidad".

En la Cruz, explicó el padre Cantalamessa citando a san Pablo, "Cristo ha abatido el muro de separación, ha reconciliado a los hombres con Dios y entre sí, destruyendo la enemistad". "De aquí la primitiva tradición desarrollará el tema de la cruz árbol cósmico cuyo brazo vertical une el cielo y la tierra, y cuyo brazo horizontal reconcilia entre sí a los diversos pueblos del mundo".

Se trata, aclaró el sacerdote capuchino, de un "evento cósmico y al mismo tiempo personalísimo: 'Me amó y se entregó a sí mismo por mí'" (Gálatas 2,20). En este sentido, cada hombre, añadió el predicador, es "aquel por quien murió Cristo" (Rm 14,15).

"Con su muerte, Cristo no sólo ha denunciado y ha vencido el pecado; ha dado también un sentido nuevo al sufrimiento, incluso aquél que no depende del pecado de nadie, como es el caso del que se ha desencadenado, esta semana, en la cercana región de los Abruzos a causa del devastador terremoto", añadió el padre Cantalamessa. Jesús, insistió, ha hecho del sufrimiento "un instrumento de salvación, un camino a la resurrección y a la vida. Su sacrificio ejerce sus efectos no a través de la muerte, sino gracias a la superación de la muerte, esto es, a la resurrección". "Cristo no ha venido para aumentar el sufrimiento humano o para predicar la resignación a éste; ha venido para darle un sentido y anunciar su final y su superación", aseguró.

El padre Cantalamessa constató que leen ese eslogan en los autobuses de Londres y de otras ciudades también los padres con un hijo enfermo, las personas solas o que se han quedado sin trabajo, los exiliados que huyen de los horrores de la guerra, quienes han sufrido graves injusticias en la vida... "Intento imaginar su reacción al leer las palabras: "'Probablemente Dios no existe: ¡disfruta de la vida!'. ¿Con qué?", se preguntó. Pero, siguió reconociendo, "no es la única incongruencia de esa idea publicitaria". "'Dios probablemente no existe': así que incluso podría existir; no se puede excluir del todo que exista. Sino, querido hermano no creyente, si Dios no existe, yo no pierdo nada; si en cambio existe, ¡tú has perdido todo!", dijo.

"Deberíamos casi dar las gracias al promotor de esa campaña publicitaria; ha servido a la causa de Dios más que muchos de nuestros argumentos apologéticos. Ha mostrado la pobreza de sus razones y ha contribuido a sacudir muchas conciencias adormecidas", aseguró ante el Papa y los miles de fieles que llenaban la basílica.

El padre Cantalamessa concluyó citando una oración de la celebración de la Cruz que dice que los hombres sólo pueden encontrar la paz si encuentran a Dios, pues en el corazón tienen una profunda nostalgia de Él. Implorando al Señor, dijo: "haz que, más allá de todo obstáculo, todos reconozcan los signos de tu bondad y, animados por el testimonio de nuestra vida, tengan el gozo de creer en ti, único verdadero Dios y Padre de todos los hombres".

Esta es la predicación integra del padre Cantalamessa:

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"HASTA LA MUERTE, Y MUERTE DE CRUZ"
Predicación del Viernes Santo 2009 en la Basílica de San Pedro

"Christus factus est pro nobis oboediens usque ad mortem, mortem autem crucis": "Por nosotros Cristo fue obediente hasta la muerte. Y muerte de cruz". En el bimilenario del nacimiento del apóstol Pablo, volvemos a escuchar algunas de sus ardientes palabras sobre el misterio de la muerte de Cristo que estamos celebrando. Ninguno puede ayudarnos mejor que él para comprender su significado y su alcance.

A los Corintios, escribe a modo de manifiesto: "Así, mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; mas para los que son llamados, sean judíos o griegos, predicamos un Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios" (1 Co 1,22-24). La muerte de Cristo tiene un alcance universal: "Si uno murió por todos, todos por tanto murieron" (2 Co 5,14). Su muerte ha dado un sentido nuevo a la muerte de cada hombre y de cada mujer.

A los ojos de Pablo la cruz asume una dimensión cósmica. Por ella Cristo ha abatido el muro de separación, ha reconciliado a los hombres con Dios y entre sí, destruyendo la enemistad (Cf. Ef. 2,14-16). De aquí la primitiva tradición desarrollará el tema de la cruz árbol cósmico cuyo brazo vertical une el cielo y la tierra, y cuyo brazo horizontal reconcilia entre sí a los diversos pueblos del mundo. Evento cósmico y al mismo tiempo personalísimo: "Me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2,20). Cada hombre, escribe el Apóstol, es "aquel por quien murió Cristo" (Rm 14,15).

De todo ello nace el sentimiento de la cruz ya no como castigo, reproche o causa de aflicción, sino como gloria y honor del cristiano, esto es, como una jubilosa seguridad, acompañada de conmovida gratitud, en la que el hombre se eleva en la fe: "En cuanto a mí, ¡Dios me libre gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo!"(Ga 6,14).

Pablo ha plantado la cruz en el centro de la Iglesia como el palo mayor en el centro de la nave; ha hecho de ella el fundamento y el baricentro de todo. Ha fijado para siempre el marco del anuncio cristiano. Los evangelios, escritos después de él, seguirán su esquema, haciendo del relato de la pasión y muerte de Cristo el eje hacia el que se orienta todo.

Es sorprendente la empresa que llevó a término el Apóstol. Para nosotros actualmente es relativamente fácil ver las cosas bajo esta luz, después de que la cruz de Cristo, como decía Agustín, haya colmado la tierra y brille ahora sobre la corona de los reyes [1]. Cuando Pablo escribía, aquella todavía era sinónimo de la mayor ignominia, algo que ni siquiera se debía nombrar entre personas educadas.

* * *
El objetivo del año paulino no es tanto el de conocer mejor el pensamiento del Apóstol (esto lo hacen los estudiosos desde siempre, sin contar con que la investigación científica requiere tiempos más largos que un año); es más bien, como ha recordado en varias ocasiones el Santo Padre, el de aprender de Pablo cómo responder a los desafíos actuales de la fe.

Uno de estos desafíos, tal vez el más abierto que se haya conocido hasta la fecha, se ha traducido en un eslogan publicitario en los medios de transporte público de Londres y de otras ciudades europeas: "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida": There's probably no God. Now stop worrying and enjoy your life.

El mayor efecto de este eslogan no está en la premisa "Dios no existe", sino en la conclusión: "¡Disfruta de la vida!". Se sobreentiende el mensaje de que la fe en Dios impide disfrutar de la vida; es enemiga de la alegría. ¡Sin ella habría más felicidad en el mundo! Pablo nos ayuda a dar una respuesta a este desafío, explicando el origen y el sentido de todo sufrimiento, a partir del de Cristo.

¿Por qué "era necesario que el Cristo padeciera y entrara así en su gloria"? (Lc 24,26). A esta pregunta se da a veces una respuesta "débil" y, en cierto sentido, tranquilizadora. Cristo, revelando la verdad de Dios, provoca necesariamente la oposición de las fuerzas del mal y de las tinieblas y éstas, como había ocurrido en los profetas, llevarán a su rechazo y a su eliminación. "Era necesario que el Cristo padeciera" se entiende, por lo tanto, en el sentido de que "era inevitable que el Cristo padeciera".

Pablo brinda una respuesta "fuerte" a ese interrogante. La necesidad no es de orden natural, sino sobrenatural. En los países de antigua fe cristiana, se asocia casi siempre la idea de sufrimiento y de cruz a la de sacrificio y de expiación: el sufrimiento -se piensa- es necesario para expiar el pecado y aplacar la justicia de Dios. Es esto lo que ha provocado, en la época moderna, el rechazo de toda idea de sacrificio ofrecido por Dios y, finalmente, la idea misma de Dios.

No se puede negar que a veces los cristianos nos hemos expuesto a esta acusación. Pero se trata de un equívoco que un conocimiento mejor del pensamiento de san Pablo ya ha aclarado definitivamente. Él escribe que Dios prefijó a Cristo "para que sirviera como instrumento de expiación" (Rm 3,25); pero tal expiación no actúa sobre Dios para aplacarle, sino sobre el pecado para eliminarlo. "Se puede decir que es Dios mismo, no el hombre, quien expía el pecado... La imagen es más la de la remoción de una mancha corrosiva o la neutralización de un virus letal que la de una ira aplacada por el castigo" [2].

Cristo ha dado un contenido radicalmente nuevo a la idea de sacrificio. En él "ya no es el hombre el que ejerce una influencia sobre Dios para que se aplaque. Más bien es Dios quien actúa para que el hombre desista de la propia enemistad contra él y hacia el prójimo. La salvación no empieza con la petición de reconciliación por parte del hombre, sino con la petición de Dios: ‘Dejaos reconciliar con Él'(1 Co 2,6 ss)" [3].

El hecho es que Pablo se toma en serio el pecado, no lo banaliza. El pecado es, para él, la causa principal de la infelicidad de los hombres, o sea, el rechazo de Dios, ¡no Dios! [El pecado] encierra a la criatura humana en la "mentira" y en la "injusticia" (Rm 1,18ss.; 3,23), condena al mismo cosmos material a la "vanidad" y a la "corrupción" (Rm 8,19ss.) y también es la causa última de los males sociales que afligen a la humanidad.

Se analiza sin parar la crisis económica que atraviesa el mundo y sus causas, pero ¿quién se atreve a meter el hacha en la raíz y a hablar de pecado? El Apóstol define la avaricia insaciable como una "idolatría" (Col 3,5) e indica en la desenfrenada codicia de dinero "la raíz de todos los males" (1 Tm 6,10). ¿Podemos decir que se equivoca? ¿Por qué tantas familias reducidas a la miseria, masas de obreros sin trabajo, más que por la sed insaciable de provecho por parte de algunos? La élite financiera y económica mundial se había convertido en la locomotora enloquecida que avanzaba desenfrenadamente, sin preocuparse del resto del tren, que se había detenido distante en las vías. Íbamos todos "a contramano".

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Con su muerte, Cristo no sólo ha denunciado y ha vencido el pecado; ha dado también un sentido nuevo al sufrimiento, incluso aquél que no depende del pecado de nadie, como es el caso del que se ha desencadenado, esta semana, en la cercana región del Abruzo a causa del devastador terremoto.

Ha hecho [del sufrimiento] un instrumento de salvación, un camino a la resurrección y a la vida. Su sacrificio ejerce sus efectos no a través de la muerte, sino gracias a la superación de la muerte, esto es, a la resurrección. "Murió por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación" (Rm 4,25): los dos acontecimientos son inseparables en el pensamiento de Pablo y de la Iglesia.

Es una experiencia humana universal: en esta vida placer y dolor se suceden con la misma regularidad con la que, al elevarse una ola del mar, le sigue un hundimiento y un vacío que absorbe al náufrago hacia atrás. "Un no sé qué de amargo -escribió el poeta Lucrecio- surge de la intimidad misma de todo placer y nos angustia en medio de las delicias" [4]. El consumo de drogas, el abuso del sexo, la violencia homicida, suscitan en el momento la ebriedad del placer, pero conducen a la disolución moral y frecuentemente también física de la persona.

Cristo, con su pasión y muerte, ha dado un vuelco a la relación entre placer y dolor. Él "en lugar del gozo que se le proponía, soportó la cruz" (Hb 12,2). No se trata ya de un placer que termina en sufrimiento, sino de un sufrimiento que lleva a la vida y al gozo. No se trata sólo de una sucesión distinta de las dos cosas; es la alegría, en este modo, la que tiene la última palabra, no el sufrimiento; y una alegría que durará eternamente. "Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más, y la muerte ya no tiene dominio sobre él" (Rm 6,9). Ni lo tendrá sobre nosotros.

Esta nueva relación entre sufrimiento y placer se refleja en el modo de marcar el tiempo en la Biblia. En el cálculo humano el día empieza con la mañana y concluye con la noche; para la Biblia, comienza con la noche y termina con el día: "Y atardeció y amaneció: día primero", dice el relato de la creación (Gn 1,5). No carece de significado que Jesús muriera por la tarde y resucitara por la mañana. Sin Dios, la vida es un día que termina en la noche; con Dios, es una noche que termina en el día, y un día sin ocaso.

Así que Cristo no ha venido para aumentar el sufrimiento humano o para predicar la resignación a éste; ha venido para darle un sentido y anunciar su final y su superación. Leen ese eslogan en los autobuses de Londres y de otras ciudades también los padres con un hijo enfermo, las personas solas o que se han quedado sin trabajo, los exiliados que huyen de los horrores de la guerra, quienes han sufrido graves injusticias en la vida... Intento imaginar su reacción al leer las palabras: "Probablemente Dios no existe: ¡disfruta de la vida!". ¿Con qué?

El sufrimiento ciertamente sigue siendo un misterio para todos, especialmente el sufrimiento de los inocentes; pero sin fe en Dios, se convierte en algo inmensamente más absurdo. Se le priva hasta de la última esperanza de rescate. El ateísmo es un lujo que se pueden permitir sólo los privilegiados de la vida, los que han tenido todo, incluida la posibilidad de dedicarse a los estudios y a la investigación.

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No es la única incongruencia de esa idea publicitaria. "Dios probablemente no existe": así que incluso podría existir; no se puede excluir del todo que exista. Sino, querido hermano no creyente, si Dios no existe, yo no pierdo nada; si en cambio existe, ¡tú has perdido todo! Deberíamos casi dar las gracias al promotor de esa campaña publicitaria; ha servido a la causa de Dios más que muchos de nuestros argumentos apologéticos. Ha mostrado la pobreza de sus razones y ha contribuido a sacudir muchas conciencias adormecidas.

Dios, sin embargo, tiene una medida de juicio diferente a la nuestra y si ve la buena fe, o una ignorancia inculpable, salva también a quien durante la vida se ha esforzado en combatirle. Los creyentes debemos prepararnos a sorpresas al respecto. "¡Cuántas ovejas están fuera del redil -exclama Agustín- y cuantos lobos dentro!": "Quam multae oves foris, quam multi lupi intus!" [5].

Dios es capaz de hacer de sus detractores más encarnecidos, sus apóstoles más apasionados. Pablo es la demostración de ello. ¿Qué había hecho Saulo de Tarso para merecer aquel encuentro extraordinario con Cristo? ¿Qué había creído, esperado, sufrido? A él se aplica lo que decía Agustín de toda elección divina: "Busca el mérito, busca la justicia, reflexiona y mira si encuentras otra cosa que la gracia" [6]. Es así como él explica su propia llamada: "Soy indigno del nombre de apóstol, por haber perseguido a la Iglesia de Dios. Mas, por la gracia de Dios, soy lo que soy" (1 Co 15,9-10).

La cruz de Cristo es motivo de esperanza para todos y el año paulino una ocasión de gracia también para quien no cree y está en búsqueda. Una cosa habla a su favor ante Dios: ¡el sufrimiento! Como el resto de la humanidad, también los ateos sufren en la vida, y el sufrimiento, desde que el Hijo de Dios lo cargó sobre sí, tiene un poder redentor casi sacramental. Es un canal, escribía Juan Pablo II en la "Salvifici doloris", a través del cual las energías salvíficas de la cruz de Cristo se ofrecen a la humanidad [7].

A la invitación a orar "por los que no creen en Dios" le seguirá, en unos instantes, una conmovedora oración en latín. Traducida, dice así: "Dios omnipotente y eterno, que has puesto en el corazón de los hombres una nostalgia tan profunda de ti que sólo cuando te encuentran hallan la paz: haz que, más allá de todo obstáculo, todos reconozcan los signos de tu bondad y, animados por el testimonio de nuestra vida, tengan el gozo de creer en ti, único verdadero Dios y Padre de todos los hombres. Por Cristo Nuestro Señor".

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[1] San Agustín, Enarr. in Psalmos, 54, 12 (PL 36, 637).

[2] J. Dunn, La teologia dell'apostolo Paolo, Paideia, Brescia 1999, p. 227.

[3] G. Theissen - A. Merz, Il Gesù storico. Un manuale, Queriniana, Brescia 20032, p. 573.

[4] Lucrecio, De rerum natura, IV, 1129 s.

[5] San Agustín, In Ioh. Evang. 45,12.

[6] San Agustín, La predestinazione dei santi 15, 30 (PL 44, 981).

[7] Cf. Encíclica "Salvifici doloris", 23.