* «En un mundo que podemos llamar ‘huérfano’, en este mundo que sufre la crisis de una gran orfandad, nuestra ayuda es decir: ‘¡mira a tu Madre!’ Tenemos a una Madre que nos defiende, nos enseña, nos acompaña; que no se avergüenza de nuestros pecados. No se avergüenza, porque Ella es Madre. ¡Que el Espíritu Santo, este amigo, este compañero de camino, este Paráclito abogado que el Señor nos ha enviado, nos haga comprender este misterio tan grande de la maternidad de María»
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*COMENTARIO:* Padre, ¿no hay palabras de más consuelo para esa pregunta de
la tristeza?
*RESPUESTA MÍA:* La respuesta es que Dios es la alegría y la f...
Hace 3 meses