“Cuando mi marido hace su Ramadán, nosotros le ayudamos. Durante las fiestas musulmanas, toda la familia se implica y participa. Por su parte, mi marido lee la biblia, escucha la radio católica y sigue las audiencias del Papa de los miércoles. Él está contento - ¡y orgulloso! – de que esté yo en el Sínodo. Me llama todos los días. Me decía: El Papa debería invitarme a mi también, ¡esto es discriminación!”
En la noche..
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Las luces se esfuman y todo alrededor pierde forma, perfil, realidad. Todo
se desvanece. Nos gana la tristeza, la nostalgia por lo que teníamos y ya
no ...
Hace 6 días