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Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

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martes, 5 de febrero de 2008

La Comunidad de San Egidio cumple 40 años

Oración: ¡Que no te pierda, Señor! / Autor: Javier Leoz

¡Que no te pierda, Señor!

Sales a mi encuentro, tiempo de gracia y de cuaresma,
para hacerme comprender que, mi vida sin Dios,
es paja que lleva el viento.
Venís a mi encuentro, días de gracia y de perdón,
para hacerme sentir que, no estoy sólo,
que Dios me acompaña en mi caminar
que, cuando vuelvo los ojos hacia Él,
no hay reproche alguno sino indulgencia plena.

¡Que no te pierda, Señor!

Que no desperdicie tantos dones que me traes.
Que, si hay para mí, también los pretenda para los demás.
Que, donde estén presentes mis gestos y mis detalles,
mi servicio y me delicadeza,
que, entonces Señor, sienta que no te estoy perdiendo.

¡Que no te pierda, Señor!

Porque son muchos los lodos que intentan engullirte.
Porque, a veces, la ceniza deja más rastro en nosotros
que la misma luminosidad de la Santa Pascua.
Porque, a veces Señor, decimos tenerte y no te conocemos.
Decimos quererte, y nos resistimos acompañarte con tu cruz.
Decimos ser de los tuyos, y volvemos la cara.

¡Que no te pierda, Señor!

Para que, cuando llegue junto contigo
al final del Gólgota,
sepa valorar el esfuerzo de mi CONVERSIÓN.
El alimento de mi ORACIÓN.
El rédito del silencio de la CARIDAD.
La hermandad del PERDÓN dado y recibido.

¡Que no pierda, de vista tu Pascua, Señor!

Al clero de Roma / El Papa propone "ayuno" de palabras e imágenes en esta Cuaresma

VATICANO, (ACI).- "Me parece que el tiempo de la Cuaresma podría también ser un tiempo de ayuno de palabras e imágenes, porque necesitamos un poco de silencio", dijo el Papa Benedicto XVI a los sacerdotes y el clero de la diócesis de Roma.

En su tradicional encuentro al inicio de la Cuaresma, el Pontífice precisó que "necesitamos un espacio sin el bombardeo permanente de imágenes, de crear espacios de silencio sin imágenes para reabrir nuestro corazón a la imagen verdadera y la Palabra verdadera".

También respondió a algunas preguntas de los sacerdotes. Entre los temas principales, explica Radio Vaticano, figuraron "los jóvenes, la evangelización y el desafío educativo".

Es fundamental, explicó Benedicto XVI, "que los sacerdotes sepan testimoniar que podemos verdaderamente conocer a Dios, que podemos ser amigos y caminar juntos con Él".

Con respecto al tema de la evangelización, el Papa expresó que el "diálogo quiere decir respeto por el otro. Pero esta dimensión del diálogo, necesaria, no excluye el anuncio del Evangelio, donde la verdad que no podemos tener por nosotros mismos, debemos ofrecérsela a los otros. La misión no es imposición, sino ofrecer el don de Dios dejando su bondad que nos ilumine, lo que se convierte en un deber".

Cenizas: sin oración no hay esperanza
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El reto educativo entre los temas del encuentro del Papa con los párrocos romanos

La Cuaresma, tiempo para llegar a ser auténticos cristianos / Autor: Benedicto XVI:


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Intervención durante la audiencia general

Publicamos la meditación que ofreció Benedicto XVI en la audiencia general dedicada al Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma.

* * *

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy, Miércoles de Ceniza, volvemos a emprender, como todos los años, el camino cuaresmal animados por un espíritu más intenso de oración y de reflexión, de penitencia y de ayuno. Entramos en un tiempo litúrgico «intenso» que, mientras nos prepara para las celebraciones de la Pascua, corazón del año litúrgico y de toda nuestra existencia, nos invita, es más, nos provoca a imprimir un impulso más decidido a nuestra existencia cristiana.

Dado que los compromisos, los afanes y las preocupaciones nos hacen volver a caer en la rutina, exponiéndonos al riesgo de olvidar hasta qué punto es extraordinaria la aventura en la que nos ha involucrado Jesús, tenemos necesidad, cada día, de comenzar de nuevo nuestro itinerario exigente de vida evangélica, retirándonos en nosotros mismos a través de momentos de pausa que regeneran el espíritu. Con el antiguo rito de la imposición de las cenizas, la Iglesia nos introduce en la Cuaresma como en un gran retiro espiritual que dura cuarenta días.

Entramos, por tanto, en el clima cuaresmal, que nos ayuda a redescubrir el don de la fe recibida con el Bautismo y nos lleva a acercarnos al sacramento de la Reconciliación, poniendo nuestro compromiso de conversión bajo el signo de la misericordia divina. En los orígenes, en la Iglesia primitiva, la Cuaresma era el tiempo privilegiado para la preparación de los catecúmenos a los sacramentos del Bautismo y de la Eucaristía, que se celebraban en la Vigilia pascual. Se consideraba la Cuaresma como el tiempo para hacerse cristianos, que no se vivía en un solo momento, sino que exigía un largo camino de conversión y renovación.

A esta preparación se unían también los ya bautizados, reactivando el recuerdo del sacramento recibido, y preparándose a una renovada comunión con Cristo en la celebración gozosa de la Pascua. De este modo, la Cuaresma tenía, y todavía hoy lo conserva, el carácter de un itinerario bautismal, en el sentido de que ayuda a mantener despierta la conciencia de que ser cristianos se realiza siempre como un nuevo hacerse cristianos: no es nunca una historia concluida que queda a nuestras espaldas, sino un camino que exige siempre un nuevo ejercicio.

Al imponer sobre la cabeza las cenizas, el celebrante dice: «Polvo eres y en polvo te convertirás» (Cf. Génesis 3, 19), o «Convertíos y creed en el Evangelio» (Cf. Marcos 1, 15). Ambas fórmulas recuerdan la verdad de la existencia humana: somos criaturas limitadas, pecadores que siempre necesitamos penitencia y conversión. ¡Qué importante es escuchar y acoger este llamamiento en nuestro tiempo! Cuando proclama su total autonomía de Dios, el hombre contemporáneo se convierte en esclavo de sí mismo, y con frecuencia se encuentra en una soledad desconsolada. La invitación a la conversión es, por tanto, un impulso a volver a los brazos de Dios, Padre tierno y misericordioso, a fiarse de Él, a encomendarse a Él como hijos adoptivos, regenerados por su amor. Con sabia pedagogía la Iglesia repite que la conversión es ante todo una gracia, un don que abre el corazón a la infinita bondad de Dios. Él mismo anticipa con su gracia nuestro deseo de conversión y acompaña nuestros esfuerzos hacia la plena adhesión a su voluntad salvífica. Convertirse quiere decir, entonces, dejarse conquistar por Jesús (Cf. Filipenses 3, 12) y «volver» con Él al Padre.

La conversión implica por tanto seguir humildemente las enseñanzas de Jesús y caminar siguiendo dócilmente sus huellas. Son iluminantes las palabras con las que Él mismo indica las condiciones para ser sus auténticos discípulos. Después de haber afirmado que «quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará», añade: «¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?» (Marcos 8, 35-36).

La conquista del éxito, la obsesión por el prestigio y la búsqueda de las comodidades, cuando absorben totalmente la vida hasta llegar a excluir a Dios del propio horizonte, ¿llevan verdaderamente a la felicidad? ¿Puede haber felicidad auténtica prescindiendo de Dios? La experiencia demuestra que no se es feliz por el hecho de satisfacer las expectativas y las exigencias materiales. En realidad, la única alegría que llena el corazón humano es la que procede de Dios: tenemos necesidad, de hecho, de la alegría infinita. Ni las preocupaciones cotidianas, ni las dificultades de la vida, logran apagar la alegría que nace de la amistad con Dios. La invitación de Jesús a cargar con la propia cruz y a seguirle en un primer momento puede parecer algo duro y en contra de lo que queremos, mortificador para nuestro deseo de realización personal. Pero si lo analizamos con más atención, nos damos cuenta de que no es así: el testimonio de los santos demuestra que en la Cruz de Cristo, en el amor que se entrega, renunciando a la posesión de sí mismo, se encuentra esa profunda serenidad que es manantial de entrega generosa a los hermanos, en especial, a los pobres y necesitados.

Y esto también nos da alegría a nosotros mismos. El camino cuaresmal de conversión, que hoy emprendemos con toda la Iglesia, se convierte, por tanto, en la ocasión propicia, «el momento favorable» (Cf. 2 Corintios 6, 2) para renovar nuestro abandono filial en las manos de Dios y para aplicar lo que Jesús sigue repitiéndonos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame» (Marcos 8, 34), y de este modo emprenda el camino del amor y de la auténtica felicidad.

En el tiempo de Cuaresma, la Iglesia, dando eco al Evangelio, propone algunos compromisos específicos que acompañan a los fieles en este itinerario de renovación interior: la oración, el ayuno y la limosna. En el Mensaje para la Cuaresma de este año, publicado hace pocos días, he querido reflexionar sobre «la práctica de la limosna, que representa una manera concreta de ayudar a los necesitados y, al mismo tiempo, un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales» (n. 1).

Por desgracia sabemos hasta qué punto la sugestión de las riquezas materiales penetra en la sociedad moderna. Como discípulos de Jesucristo, no estamos llamados a idolatrar los bienes terrenales, sino a utilizarlos como medios para vivir y para ayudar a los que tienen necesidades. Al presentarnos la práctica de la limosna, la Iglesia nos educa a salir al paso de las necesidades del prójimo, a imitación de Jesús, que, como observa san Pablo, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (Cf. 2 Corintios 8, 9).

«Siguiendo sus enseñanzas podemos aprender a hacer de nuestra vida un don total --he escrito en el mencionado Mensaje--; imitándole conseguimos estar dispuestos a dar, no tanto algo de lo que poseemos, sino a darnos a nosotros mismos». Y añadía: «¿Acaso no se resume todo el Evangelio en el único mandamiento de la caridad? Por tanto, la práctica cuaresmal de la limosna se convierte en un medio para profundizar nuestra vocación cristiana. El cristiano, cuando gratuitamente se ofrece a sí mismo, da testimonio de que no es la riqueza material la que dicta las leyes de la existencia, sino el amor» (n. 5).

Queridos hermanos y hermanas: pidamos a la Virgen, Madre de Dios y de la Iglesia, que nos acompañe en el camino cuaresmal, para que sea un camino de auténtica conversión. Dejémonos guiar por ella y llegaremos interiormente renovados a la celebración del gran misterio de la Pascua de Cristo, revelación suprema del amor misericordioso de Dios.

¡Buena Cuaresma a todos!


[Al final de la audiencia, el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas:


Hoy, con el rito de la imposición de la ceniza, la Iglesia nos introduce en la Cuaresma, que es como un gran retiro espiritual de cuarenta días, en el cual se nos invita a redescubrir el don de la fe recibida con el Bautismo y a acercarnos al sacramento de la Reconciliación, poniendo nuestro esfuerzo de conversión interior bajo el signo de la misericordia divina. Convertirse es acudir a la escuela de Jesús y seguir dócilmente sus huellas. A la luz del Evangelio, la Iglesia propone a los fieles algunos compromisos específicos para este itinerario: la oración, el ayuno y la limosna. Sobre esta última he querido detenerme en el Mensaje para la Cuaresma de este año. El cristiano está llamado a no idolatrar los bienes terrenos, sino a utilizarlos como medios para vivir y ayudar a los necesitados, imitando así al Señor, quien, según San Pablo, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cf. 2 Cor 8,9).

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española. En particular, a los fieles venidos de San Sebastián, de las parroquias de El Salvador de La Roda y de San Juan Bautista de Carballo, a la Asociación "Palabra culta y buenas costumbres", así como a los demás grupos procedentes de España, México y de otros países latinoamericanos. Dejémonos guiar por la Virgen María en el camino cuaresmal y llegaremos, renovados interiormente, a la celebración de la Pascua de Cristo, revelación suprema del amor misericordioso de Dios. Os deseo a todos una Santa Cuaresma. Muchas gracias.

[Al final de la audiencia, volviendo a hablar en italiano, el Papa lanzó este llamamiento:]

En estos días estoy particularmente cerca de las queridas poblaciones de Chad, sacudidas por dolorosas luchas internas, que han causado numerosas víctimas y la fuga de miles de civiles de la capital. Confío también a vuestra oración y a vuestra solidaridad a estos hermanos y hermanas que sufren, pidiendo que se les ahorren ulteriores violencias y se les asegure la necesaria asistencia humanitaria, mientras dirijo un urgente llamamiento a abandonar las armas y a recorrer el camino del diálogo y de la reconciliación.

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[Traducción del original italiano realizada por Zenit

© Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

Gemelas inglesas salvaron la vida de su madre... a patadas

LONDRES, (ACI).- Alice y Harriet Stepney tienen poco más de un año de vida. Estas gemelas inglesas aún no saben que durante su gestación salvaron la vida de su madre al expulsar con sus patadas parte de un tumor maligno alojado en su útero.

Según el sitio pro-vida LifeSiteNews.com, los médicos que atendieron a Michelle Stepney aseguran que esta madre de familia inglesa de 35 años ganó una guerra contra el cáncer gracias a sus hijas.

A las 17 semanas de embarazo, Michelle tuvo un sangrado y acudió al médico porque pensó que había sufrido un aborto espontáneo. Gran fue sorpresa al saber que no había perdido a sus niñas, ellas seguían creciendo en su vientre y con sus patadas habían removido parte de un tumor cancerígeno en su útero.

Los médicos advirtieron a la madre que debía someterse a un aborto para iniciar un tratamiento de inmediato y evitar que el cáncer avanzara. Sin embargo, Michelle –que tiene un hijo mayor de 5 años- no podía sacrificar a quienes habían permitido que detectaran su enfermedad. Decidió seguir adelante con su embarazo y someterse a un tratamiento especial de quimioterapia que no afectaría a las niñas.

"Le debo mi vida a mis niñas, y por eso nunca hubiera podido estar de acuerdo con el aborto. Sabía que una operación me hubiera podido curar el cáncer, pero eso hubiera significado deshacerme de mis bebés y nunca habría podido hacerlo",
asegura.

Michelle y su esposo Scott aseguran que "fue una decisión difícil. Queríamos estar seguros de hacer lo correcto para Jack (su hijo mayor), pero no queríamos hacerles nada malo a las niñas".

"No podía creer lo que me decían los médicos: las bebés sacaron el tumor. Las sentía patear, pero no me daba cuenta de lo importante que eso sería. Nacieron sin cabello, dada la quimioterapia, pero pese a eso, estaban saludables. Escucharlas llorar fue el mejor sonido del mundo", sostiene.

Alice y Harriet nacieron por cesárea y con buena salud en diciembre de 2006. Cuatro semanas después, esta joven madre fue sometida a una histerectomía para eliminar por completo el tumor, que no se había extendido. Hace unas semanas unas pruebas revelaron que no quedan rezagos del cáncer; y sus gemelas celebraron su primer cumpleaños.

"Las gemelas fueron también una gran ayuda. Me mantuvieron fuerte durante todo el proceso. Me siento afortunada. Y un día les diré a mis hijas como ambas salvaron la vida de su mamita", sostiene.

Posible milagro a mujer bautista llevaría a emperador austro-húngaro a canonización

ORLANDO,(ACI).- El beato Carlos de Habsburgo, último emperador del Imperio Austro-Húngaro, podría ser canonizado por un supuesto milagro obrado por su intercesión. Una mujer bautista de Florida afirma haber sido curada del cáncer de mama que padecía.

La mujer, de la localidad de Kissimmee en Florida, recibió de una amiga una estampa del beato, cuya vida conoció durante un viaje a Europa.

Según informó el periódico Orlando Sentinel, los médicos y el tribunal de la Diócesis de Orlando están de acuerdo en que aparentemente no hay explicación médica para la recuperación de la mujer, cuya identidad se mantienen en reserva.

Para el Obispo de Orlando, Mons. Thomas Wenski, "es un honor para nuestra diócesis ser parte de algo que es más grande que nosotros".

El Beato


Carlos de Habsburgo nació el 17 de agosto de 1887. Recibió una educación católica y desde su niñez creció en él un gran amor por la Eucaristía y el Corazón de Jesús. Se casó con la princesa Zita de Borbón-Parma. Su matrimonio feliz y ejemplar fue bendecido con ocho hijos.

En 1914 Carlos se convirtió en emperador de Austria y fue coronado Rey apostólico de Hungría. Enfrentó la primera Guerra Mundial con el único deseo de alcanzar la paz. Fue el único responsable políticos, que apoyó los esfuerzos del Papa Benedicto XV.

Tras la guerra se exilió en la Isla de Madeira (Portugal), donde vivió años de extrema pobreza con su familia. Las precarias condiciones le causaron una enfermedad mortal que aceptó como un sacrificio por la paz y la unidad de sus pueblos.

Murió el 1 de abril de 1922 con la mirada puesta en el Santísimo Sacramento. Dirigió sus últimas palabras a su esposa Zita: "¡Te quiero sin fin!".

Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 3 de octubre de 2004.

La Comunidad del Cenáculo quiere abrir casa en España: oración contra la droga / Por Pablo. J. Ginés

En las 56 casas fundadas por la Hermana Elvira, exdrogadictos ayudan a chicos enganchados; la oración y el trabajo los “limpian”.

Carlos García, sacerdote de la diócesis de Madrid, de 41 años, nunca pensó que dedicaría buena parte de su ministerio a combatir la droga y ayudar drogadictos. “Me parecía que no era para mí, muy difícil... hasta que conocí la Comunidad del Cenáculo”, nos explica.

-¿Como conoció la Comunidad del Cenáculo?

-Providencialmente. Durante 15 años he ido a Lourdes cada año, a ayudar en diversas tareas. Pasando una temporada de 20 días, conocí un exdrogadicto italiano, de Turín, llamado David. Me contó su testimonio, cómo en el Cenáculo dejó la droga. Hoy está felizmente casado, tiene dos niños. Pinta iconos, los vende, le encargan vía crucis, rosarios... aprendió a pintar iconos en el Cenáculo.

-¿Cómo son las casas de Comunidad del Cenáculo?

-El Cenáculo lleva funcionando 25 años. De 56 casas que tiene la comunidad, he estado en 12 o 14, las que Sor Elvira ha fundado en Italia y en Francia. Suelen ser granjas, terrenos amplios donde los chicos puedan trabajar en talleres, en cosas físicas.

Las casas pueden variar por país y lugar, pero el estilo de vida es el mismo. Oración, trabajo y revisión de vida. A las 6 de la mañana se levantan a rezar parte del rosario ante el Santísimo. Sor Elvira no abre una casa sin Santísimo. Después de comer, se reza la segunda parte del rosario. Y la tercera, al caer la tarde. Con el rosario se lee el evangelio y se comenta. Y antes de dormir, se reza la Corona de la Misericordia.

Pero lo más importante es que hay adoración perpetua 24 horas al día. Siempre hay dos chicos (o chicas, si es una casa femenina) ante el Sagrario de cada comunidad. Creo que eso, la adoración, es el gran acierto de Sor Elvira, una mujer muy sencilla, que tuvo que dejar los estudios, la menor de 9 hermanos.

- ¿Que se encuentra un chico drogadicto cuando llega a una casa del Cenáculo?

-Entra y ve chicos como él, pero los mira a los ojos y entonces ve una luz que él no tiene. Así me lo dijo un chico al entrar: "Veo que la mirada de estos chicos de aquí es distinta a las miradas que veía en la calle, me cuesta creer que hayan estado en la droga".

Nada más llegar, le ponen un “ángel de la guarda”, un chico que ha estado en la droga. Será su sombra, no le dejará ir solo ni al lavabo ni a dormir. Estará con él en los momentos de mono y desesperación y no le dejará drogarse. Y no puede engañarlo, porque ya se sabe todos los trucos del drogadicto. Este “ángel” lo tendrá pegado entre 2 y 4 semanas, según como responde el novato.

- ¿Qué impide al novato irse a casa?

-Sólo el cariño y la verdad de la comunidad. Puede irse cuando quiera. Pero no engañar. Cuando yo empecé a combatir la droga los mismos chicos me decían "nunca des dinero a un drogadicto; cómprales comida, pero no les des dinero". Y suena duro decirlo, pero si tu hijo está enganchado, has de echarlo de casa. ¿Es duro, verdad? Si lo echas, quizá morirá en las calles. Pero si no lo echas morirá igual y arruinará a la familia, material y emocionalmente.
La droga destruye a todos los que le rodean. Una madre me decía que si le daban un papel para firmar la muerte de su hijo la firmaba, cansada de luchar.

-Cenáculo ayuda a los chicos, pero ¿cómo ayudan los padres a Cenáculo?

- En Italia hay grupos de padres que se apoyan unos a otros, y envían sus hijos o más chicos a la Comunidad. Se encuentran semanalmente, este encuentro se llama “coloquios”.

Cenáculo no cobra ninguna tarifa por acoger ni mantener chicos. Vive de providencia, recoge comida, ropa, pero no dinero. Los padres y amigos de la comunidad ayudan. Algunos, por ejemplo, prestan grúas para la construcción o regalan los materiales, cemento...

- ¿Qué significa el trabajo en esta comunidad?

-"Servir es reinar" dice Sor Elvira. Mediante el trabajo me dignifico, sirvo a los demás y me desarrollo yo. Me dignifica cualquier trabajo, desde limpiar lavabos o poner la mesa hasta trabajos mayores que llegan ampliamente a la sociedad.

- ¿Se fuma en las casas del Cenáculo?

-No. El joven que entra sabe que debe rechazar tabaco y alcohol e incluso vino. ¡El vino de misa está bajo llave!

- ¿Y una vez desenganchados de la droga?

-El proceso puede durar de 3 a 6 años, depende de su fortaleza como persona y si comprende el método. Entonces recibe la bendición de Elvira para volver a la vida de trabajo. Los amigos de la comunidad le ayudarán en el mundo exterior. Hay un seguimiento para ayudarles a incorporarse en la sociedad. Se les ayuda a buscar trabajo. Se mantienen, si quieren, encuentros con la comunidad. Algunos, ya felizmente casados, no tienen más trato con la Casa que el agradecimiento.

- ¿Es eficaz este sistema para desengancharse?

-Es un 90% eficaz para los que acaban el proceso, no para todos los que entran. Acaban el proceso un 70-90% de los que empiezan.

- Parece una fórmula probada y eficaz. ¿Qué hace falta para abrir una casa de Comunidad del Cenáculo en España?

-Un matrimonio catalán, tras una peregrinación a Medjugorje (donde hay una casa del Cenáculo) vio que podía ofrecer una casa rural para la comunidad. El párroco de Sant Joan Baptista de Mira-sol (Sant Cugat) desde agosto tiene un grupo de oración pidiendo a Dios que la Comunidad venga a España. Tiene el apoyo de todo un grupo de amigos.

En este caso, necesitamos presentarle el proyecto al obispo de Terrassa, José Ángel Sáiz Meneses, porque ha de dar permiso para implantar la comunidad y poner un Sagrario. Sin Sagrario, no se hace. Vendría entonces un grupo de chavales italianos, con algún español. En la casa madre de Saluzzo hay un chico español que lleva años rezando para que haya casas en España.

Estos jóvenes tienen necesidad de testimoniar, dan testimonio a otros chicos de que Cristo les ha dado la vida; el lema de la comunidad es "de las tinieblas a la luz". No hay vida sin cruz, sin sacrificio, sin entrega, sin renuncia a uno para dar vida a los demás.

Para contactar en España con los Amigos de la Comunidad del Cenáculo, escribid a amigosdelacomunidad@gmail.com o llamar al 696 923 044 . Si una persona tiene un serio problema de droga y está interesado en conocer las Casas del Cenáculo puede llamar al P. Carlos: tel. 607 08 88 19

El Padre Carlos García y los Amigos de la Comunidad presentaron su proyecto el lunes 28 en la parroquia de Mira-sol.

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Fuente: ForumLibertas.com

¿Cuál debe ser nuestra respuesta a los terribles escándalos en la Iglesia? / Autor: P. Roger J. Landry

La nota de ocho columnas la semana pasada no se la llevo el patriótico desfile del Super Bowl ni quien sería el mariscal de campo, Drew o Tom, ni tampoco en el discurso del Presidente al Estado de la Unión y su comentario de que hay muchos operativos de Al-Qaeda en los Estados Unidos que constituyen verdaderas "bombas de tiempo". Nada de esto fue la noticia principal.

Los encabezados fueron capturados por la muy triste noticia de que quizá hasta setenta sacerdotes en la Arquidiócesis de Boston abusaron de jóvenes a quienes estaban consagrados a servir. Es un escándalo mayúsculo, uno que muchas personas que durante largo tiempo han tenido aversión a la Iglesia a causa de alguna de sus enseñanzas morales o doctrinales lo están usando como pretexto para atacar a la Iglesia como un todo, tratando de implicar que después de todo ellos tenían razón.

Muchas personas se han acercado a mí para hablar del asunto. Muchas otras hubieran querido hacerlo, pero creo que por respeto y por no querer sacar a relucir lo que consideran malas noticias, se abstuvieron; pero para mí era obvio que estaba en su mente. Y por eso, hoy, quiero atacar el asunto de frente. Ustedes tienen derecho a ello. No podemos fingir como si no hubiera sucedido. Y yo quisiera discutir cual debe ser nuestra respuesta como fieles católicos a este terrible escándalo.

Lo primero que necesitamos hacer, es entenderlo a la luz de nuestra fe en el Señor. Antes de elegir a sus primeros discípulos, Jesús subió a la montaña a orar toda la noche. En ese tiempo tenía muchos seguidores. Él habló a Su Padre en oración acerca de a quienes elegiría para que fueran sus doce apóstoles, los doce que Él formaría íntimamente, los doce a quienes enviaría a predicar la Buena Nueva en Su nombre. Él les dio el poder de expulsar a los demonios. Les dio el poder para curar a los enfermos. Ellos vieron como Jesús obro incontables milagros. Ellos mismos obraron en Su nombre numerosos milagros.

Doce elegidos y un traidor

Pero, a pesar de todo, uno de ellos fue un traidor. Uno, que había seguido al Señor, uno, a quien el Señor le lavo los pies, que lo vio caminar sobre las aguas, resucitar a personas de entre los muertos y perdonar a los pecadores, traiciono al Señor. El Evangelio nos dice que él permitió que Satanás entrara en él y luego vendió al Señor por treinta monedas en Getsemaní, simulando un acto de amor para entregarlo. "¡Judas!" le dijo Jesús en el huerto de Getsemaní, "con un beso entregas al Hijo del hombre" Jesús no eligió a Judas para que lo traicionara. Él lo eligió para que fuera como todos los demás. Pero Judas fue siempre libre y uso su libertad para permitir que Satanás entrara en él y, por su traición, terminó haciendo que Jesús fuera crucificado y ejecutado.

Así que desde los primeros doce que Jesús mismo eligió, uno fue un terrible traidor. A VECES LOS ELEGIDOS DE DIOS LO TRAICIONAN. Este es un hecho que debemos asumir. Es un hecho que la primera Iglesia asumió. Si el escándalo causado por Judas hubiera sido lo único en lo que los miembros de la primera Iglesia se hubieran centrado, la Iglesia habría estado acabada antes de comenzar a crecer. En vez de ello, la Iglesia reconoció que no se juzga algo por aquellos que no lo viven, sino por quienes sí lo viven.

En vez de centrarse en aquel que traiciono a Jesús, se centraron en los otros once, gracias a cuya labor, predicación, milagros y amor por Cristo, nosotros estamos aquí hoy. Es gracias a los otros once -todos los cuales, excepto San Juan, fueron martirizados por Cristo y por el Evangelio, por el cual estuvieron dispuestos a dar sus vidas para proclamarlo- que nosotros llegamos a escuchar la palabra salvífica de Dios, que recibimos los sacramentos de la vida eterna.

Hoy somos confrontados por esa misma realidad. Podemos centrarnos en aquellos que traicionaron al Señor, aquellos que abusaron en vez de amar a quienes estaban llamados a servir, o, como la primera Iglesia, podemos enfocarnos en los demás, en los que han permanecido fieles, esos sacerdotes que siguen ofreciendo sus vidas para servir a Cristo y para servirlos a ustedes por amor. Los medios casi nunca prestan atención a los buenos "once", aquellos a quienes Jesús escogió y que permanecieron fieles, que vivieron una vida de silenciosa santidad. Pero nosotros, la Iglesia , debemos ver el terrible escándalo que estamos atestiguando bajo una perspectiva auténtica y completa.

San Francisco de Sales y Lutero

El escándalo desafortunadamente no es algo nuevo para la Iglesia. Hubo muchas épocas en su historia, cuando estuvo peor que ahora. La historia de la Iglesia es como la definición matemática del coseno, es decir, una curva oscilatoria con movimientos de péndulo, con bajas y altas a lo largo de los siglos. En cada una de esas épocas cuando la Iglesia llegó a su punto más bajo, Dios elevo a tremendos santos que llevaran a la Iglesia de regreso a su verdadera misión. Es casi como si en aquellos momentos de oscuridad, la Luz de Cristo brillará más intensamente. Yo quisiera centrarme un poco en un par de santos a quienes Dios hizo surgir en esos tiempos tan difíciles, porque su sabiduría realmente puede guiarnos durante este tiempo difícil.

San Francisco de Sales fue un santo a quien Dios hizo surgir justo después de la Reforma Protestante. La Reforma Protestante no brotó fundamentalmente por aspectos teológicos, por asuntos de fe -aunque las diferencias teológicas aparecieron después-sino por aspectos morales.

Había un sacerdote agustino, Martín Lutero, quien fue a Roma durante el papado más notorio de la historia, el del Papa Alejandro VI. Este Papa jamás enseño nada contra la fe -el Espíritu Santo lo evitó- pero fue simplemente un hombre malvado. Tuvo nueve hijos de seis diferentes concubinas. Llevo a cabo acciones contra aquellos que consideraba sus enemigos. Martín Lutero visitó Roma durante su papado y se preguntaba como Dios podía permitir que un hombre tan malvado fuera la cabeza visible de Su Iglesia. Regreso a Alemania y observo toda clase de problemas morales.

Los sacerdotes vivían abiertamente relaciones con mujeres. Algunos trataban de obtener ganancias vendiendo bienes espirituales. Privaba una inmoralidad terrible entre los laicos católicos. El se escandalizó, como le hubiera ocurrido a cualquiera que amara a Dios, por esos abusos desenfrenados. Así que fundó su propia iglesia.

Eventualmente Dios hizo surgir a muchos santos que combatieran esta solución equivocada y trajeran de regreso a las personas a la Iglesia fundada por Cristo. San Francisco de Sales fue uno de ellos. Poniendo en riesgo su vida, recorrió Suiza, donde los calvinistas eran muy populares, predicando el Evangelio con verdad y amor. Muchas veces fue golpeado en su camino y dejado por muerto. Un día le preguntaron cuál era su postura con relación al escándalo que causaban tantos de sus hermanos sacerdotes. Lo que él dijo es tan importante para nosotros hoy como lo fue en aquel entonces para quienes lo escucharon. El no se anduvo con rodeos.

Dijo: "Aquellos que cometen ese tipo de escándalos son culpables del equivalente espiritual a un asesinato, destruyendo la fe de otras personas en Dios con su pésimo ejemplo". Pero al mismo tiempo advirtió a sus oyentes: "Pero yo estoy aquí entre ustedes hoy para evitarles un mal aún peor. Mientras que aquellos que causan el escándalo son culpables de asesinato espiritual, los que acogen el escándalo -los que permiten que los escándalos destruyan su fe- son culpables de suicidio espiritual. Son culpables" dijo él "de cortar de tajo su vida con Cristo, abandonando la fuente de vida en los Sacramentos, especialmente la Eucaristía ". San Francisco de Sales anduvo entre la gente de Suiza tratando de prevenir que cometieran un suicidio espiritual a causa de los escándalos. Y yo estoy aquí hoy para predicarles lo mismo a ustedes.

San Francisco de Asis como ejemplo

¿Cuál debe ser entonces nuestra reacción? Otro gran santo que vivió en tiempos particularmente difíciles también puede ayudarnos. El gran San Francisco de Asís vivió alrededor del año 1200, que fue una época de inmoralidad terrible en Italia central. Los sacerdotes daban ejemplos espantosos. La inmoralidad de los laicos era aun peor. San Francisco mismo, siendo joven, había escandalizado a otros con su manera despreocupada de vivir. Pero eventualmente se convirtió al Señor, fundo a los Franciscanos, ayudo a Dios a reconstruir Su Iglesia y llegó a ser uno de los más grandes santos de todos los tiempos.

Una vez, uno de los hermanos de la Orden de Frailes Menores le hizo una pregunta. Este hermano era muy susceptible a los escándalos. "Hermano Francisco" le dijo, "¿que harías tú si supieras que el sacerdote que esta celebrando la Misa tiene tres concubinas a su lado? Francisco, sin dudar un solo instante, le dijo muy despacio: "Cuando llegara la hora de la Sagrada Comunión , iría a recibir el Sagrado Cuerpo de mi Señor de las manos ungidas del sacerdote."

¿A donde quiso llegar Francisco? Él quiso dejar en claro una verdad formidable de la fe y un don extraordinario del Señor. Sin importar cuan pecador pueda ser un sacerdote, siempre y cuando tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia -en Misa, por ejemplo, cambiar el pan y el vino en la carne y la sangre de Cristo, o en la confesión, sin importar cuan pecador sea él en lo personal, perdonar los pecados del penitente- Cristo mismo actúa en los sacramentos a través de ese ministro.

Ya sea que el Papa Juan Pablo II celebre la Misa o que un sacerdote condenado a muerte por un crimen celebre la Misa , en ambos casos es Cristo mismo quien actúa y nos da Su cuerpo y Su sangre. Así que lo que Francisco estaba diciendo en respuesta a la pregunta de su hermano religioso al manifestarle que él recibiría el Sagrado Cuerpo de Su Señor de las manos ungidas del sacerdote, es que no iba a permitir que la maldad o inmoralidad del sacerdote lo llevaran a cometer suicidio espiritual.

Cristo puede seguir actuando y de hecho actúa incluso a través del más pecador de los sacerdotes. ¡Y gracias a Dios que lo hace! Y es que si siempre tuviéramos que depender de la santidad personal del sacerdote, estaríamos en graves problemas. Los sacerdotes son elegidos por Dios de entre los hombres y son tentados como cualquier ser humano y caen en pecado como cualquier ser humano. Pero Dios lo sabía desde el principio. Once de los primeros doce apóstoles se dispersaron cuando Cristo fue arrestado, pero regresaron; uno de los doce traicionó al Señor y tristemente nunca regresó. Dios ha hecho los sacramentos esencialmente "a prueba de los sacerdotes", esto es, en términos de su santidad personal. No importa cuan santos estos sean o cuan malvados, siempre y cuando tengan la intención de hacer lo que hace la Iglesia , entonces actúa Cristo mismo, tal como actuó a través de Judas cuando Judas expulsó a los demonios y curó a los enfermos.

Así que, de nuevo, les pregunto: ¿Cuál debe ser la respuesta de la Iglesia a estos actos? Se ha hablado mucho al respecto en los medios. ¿Tiene la Iglesia que trabajar mejor, asegurándose que nadie con predisposició n a la pedofilia sea ordenado? Absolutamente. Pero esto no seria suficiente.

Apoyo a las vicitmas

¿Tiene la Iglesia que actuar mejor para tratar estos casos cuando sean reportados? La Iglesia ha cambiado su manera de abordar estos casos y hoy la situación es mucho mejor de lo que fue en los años ochentas, pero siempre puede ser perfeccionada. Pero aun esto no seria suficiente. ¿Tenemos que hacer más para apoyar a las victimas de tales abusos? ¡Sí, tenemos que hacerlo, tanto por justicia como por amor! Pero ni siquiera esto es lo adecuado. El Cardenal Law ha hecho que la mayoría de los rectores de las escuelas de medicina en Boston trabajen en el establecimiento de un centro para la prevención del abuso en niños, que es algo que todos nosotros debemos apoyar. Pero ni siquiera esto es una respuesta suficiente.

¡La única respuesta adecuada a este terrible escándalo, la única respuesta auténticamente católica a este escándalo -como San Francisco de Asís reconoció en 1200, como San Francisco de Sales reconoció en 1600 e incontables otros santos han reconocido en cada siglo- es la SANTIDAD ! ¡Toda crisis que enfrenta la Iglesia , toda crisis que el mundo enfrenta, es una crisis de santidad! La santidad es crucial, porque es el rostro auténtico de la Iglesia.

Siempre hay personas -un sacerdote se encuentra con ellas regularmente, ustedes probablemente conocen a varias de ellas también- que usan excusas para justificar por que no practican su fe, por que lentamente están cometiendo suicidio espiritual. Puede ser porque una monja se portó mal con ellos cuando tenían 9 años. O porque no entienden las enseñanzas de la Iglesia sobre algún asunto particular. Indudablemente habrá muchas personas estos días -y ustedes probablemente se encontraran con ellas – que dirán: "¿Para que practicar la fe, para que ir a la Iglesia , si la Iglesia no puede ser verdadera, cuando los así llamados elegidos son capaces de hacer el tipo de cosas que hemos estado leyendo?" Este escándalo es como un perchero enorme donde algunos trataran de colgar su justificación para no practicar la fe. Por eso es que la santidad es tan importante.

Estas personas necesitan encontrar en todos nosotros una razón para tener fe, una razón para tener esperanza, una razón para responder con amor al amor del Señor. Las bienaventuranzas que leemos en el Evangelio de hoy son una receta para la santidad. Todos necesitamos vivirlas más. ¿Tienen que ser más santos los sacerdotes? Seguro que sí. ¿Tienen que ser más santos los religiosos y religiosas y dar un testimonio aun mayor de Dios y del Cielo? Absolutamente. Pero todas las personas en la Iglesia tienen que hacerlo, ¡incluyendo a los laicos! Todos tenemos la vocación de ser santos y esta crisis es un llamado para que despertemos.

Bienaventurados cuando os persigan

Estos son tiempos duros para ser sacerdote hoy. Son tiempos duros para ser católicos hoy. Pero también son tiempos magníficos para ser un sacerdote hoy y tiempos magníficos para ser católicos hoy. Jesús dice en las bienaventuranzas que escuchamos hoy: "Bienaventurados serán cuando los injurien, y los persigan y digan con mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes."

Yo he experimentado de primera mano esta bienaventuranza, al igual que otros sacerdotes que conozco. A principios de esta semana, cuando termine de hacer ejercicio en un gimnasio local, salía yo del vestidor con mi traje negro de clérigo. Una madre, apenas me vio, inmediata y apresuradamente aparto a sus hijos del camino y los protegió de mí mientras yo pasaba. Me miro cuando pase y cuando me había alejado lo suficiente, respiro aliviada y soltó a sus hijos. ¡Como si yo fuera a atacarlos a mitad de la tarde en un club deportivo!

Pero mientras que todos nosotros quizá tengamos que padecer tales insultos y falsedades por causa de Cristo, de hecho debemos regocijarnos. Es un tiempo fantástico para ser cristianos hoy, porque es un tiempo en el que Dios realmente necesita de nosotros para mostrar Su verdadero rostro. En tiempos pasados en Estados Unidos, la Iglesia era respetada. Los sacerdotes eran respetados. La Iglesia tenía reputación de santidad y bondad. Pero ya no es así.

Uno de los más grandes predicadores en la historia estadounidense, el Obispo Fulton J. Sheen, solía decir que él prefería vivir en tiempos en los que la Iglesia sufre en vez de florecer, cuando la Iglesia tiene que luchar, cuando la Iglesia tiene que ir contra la cultura. Esas épocas para que los verdaderos hombres y las verdaderas mujeres dieran un paso al frente y contaran. "Hasta los cadáveres pueden flotar corriente abajo," solía decir, señalando que muchas personas salen adelante fácilmente cuando la Iglesia es respetada, "pero se necesita de verdaderos hombres, de verdaderas mujeres, para nadar contra la corriente."

¡Que cierto es esto! Hay que ser un verdadero hombre y una verdadera mujer para mantenerse a flote y nadar contra la corriente que se mueve en oposición a la Iglesia. Hay que ser un verdadero hombre y una verdadera mujer para reconocer que cuando se nada contra la corriente de las críticas, estamos más seguros que cuando permanecemos adheridos a la Roca sobre la que Cristo fundo su Iglesia. Este es uno de esos tiempos. Es uno de los grandes momentos para ser cristianos.

Algunas personas predicen que en esta región la Iglesia pasará tiempos difíciles y quizá sea así, pero la Iglesia sobrevivirá, porque el Señor se asegurará que sobreviva. Una de las más grandes réplicas en la historia sucedió justamente hace unos 200 años. El emperador francés Napoleón engullía con sus ejércitos a los países de Europa con la intención final de dominar totalmente el mundo. En aquel entonces dijo una vez al Cardenal Consalvi: "Voy a destruir su Iglesia" "Je detruirai votre eglise!" El Cardenal le contesto: "No, no podrá". Napoleón, con sus 1.50 de altura, dijo otra vez: "Je detruirai votre eglise!" El Cardenal dijo confiado: "No, no podrá. ¡Ni siquiera nosotros hemos podido hacerlo!"

Si los malos papas, los sacerdotes infieles y miles de pecadores en la Iglesia no han tenido éxito en destruirla desde su interior -le estaba diciendo implícitamente al general ¿cómo cree que Ud. va a poder hacerlo? El Cardenal apuntaba a una verdad crucial. Cristo nunca permitirá que Su Iglesia fracase. Él prometió que las puertas del infierno no prevalecerían sobre Su Iglesia, que la barca de Pedro, la Iglesia que navega en el tiempo hacia su puerto eterno en el cielo, nunca se volcara, no porque aquellos que van en ella no cometan todos los pecados posibles para hundirla, sino porque Cristo, que también está en la barca, nunca permitirá que esto suceda. Cristo sigue en la barca y Él nunca la abandonará.

La magnitud de este escándalo podría ser tal, que de ahora en adelante ustedes encuentren difícil confiar en los sacerdotes de la misma manera como lo hicieron en el pasado. Esto puede suceder y podría no ser tan malo. ¡Pero nunca pierdan la confianza en el Señor! ¡Es Su Iglesia! Aún cuando algunos de Sus elegidos lo hayan traicionado, Él llamará a otros que serán fieles, que los servirán a ustedes con el amor que merecen ser servidos, tal como ocurrió después de la muerte de Judas, cuando los once apóstoles se pusieron de acuerdo y permitieron que el Señor eligiera a alguien que tomara el lugar de Judas y escogieron al hombre que terminó siendo San Matías, quien proclamó fielmente el Evangelio hasta ser martirizado por él.

Sed santos

¡Este es un tiempo en el que todos nosotros necesitamos concentrarnos aún más en la santidad! ¡Estamos llamados a ser santos y cuanto necesita nuestra sociedad ver ese rostro hermoso y radiante de la Iglesia ! Ustedes son parte de la solución, una parte crucial de la solución. Y cuando caminen al frente hoy para recibir de las manos ungidas de este sacerdote el Sagrado Cuerpo del Señor, pídanle a Él que los llene de un deseo real de santidad, un deseo real de mostrar Su auténtico rostro.

Una de las razones por las que yo estoy aquí como sacerdote para ustedes hoy es porque siendo joven, me impresionaron negativamente algunos de los sacerdotes que conocí. Los veía celebrar la Misa y casi sin reverencia alguna dejaban caer el Cuerpo del Señor en la patena, como si tuvieran en sus manos algo de poco valor en vez de al Creador y Salvador de todos, en vez de a MI Creador y Salvador. Recuerdo haberle dicho al Señor, reiterando mi deseo de ser sacerdote: "¡Señor, por favor, déjame ser sacerdote para que pueda tratarte como Tú mereces!" Eso me dio un ardiente deseo de servir al Señor.

Quizá este escándalo les permita a ustedes hacer lo mismo. Este escándalo puede ser algo que los conduzca por el camino del suicidio espiritual o algo que los inspire a decir, finalmente, "Quiero ser santo, para que yo y la Iglesia podamos glorificar tu nombre como Tú lo mereces, para que otros puedan encontrarte en el amor y la salvación que yo te he encontrado." Jesús esta con nosotros, como lo prometió, hasta el final de los tiempos. Él sigue en la barca.

Tal como a partir de la traición de Judas, Él alcanzó la más grande victoria en la historia del mundo, nuestra salvación por medio de Su Pasión, muerte y Resurrección, también a través de este episodio Él puede traer y quiere traer un nuevo renacimiento de la santidad, para lanzar unos nuevos Hechos de los Apóstoles en el siglo 21, con cada uno de nosotros -y esto te incluye a TI- jugando un papel estelar. Ahora es el tiempo para que los verdaderos hombres y mujeres de la Iglesia se pongan de pie. Ahora es el tiempo de los santos. ¿Cómo vas a responder tú?


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RECONOCIMIENTO
P. Roger J. Landry. "What our response should be to terrible scandals in the Church"
Traducida al español y reproducida con el permiso del P. Roger J. Landry.

EL AUTOR
El P. Roger J. Landry fue ordenado sacerdote por la Diócesis de Fall River, MA, por el Obispo Sean O'Malley, OFM Cap., en 1999. Después de obtener la licenciatura de biología por la Universidad de Harvard, el P. Landry hizo sus estudios para el sacerdocio en Maryland, Toronto, y durante varios años en Roma. Después de su ordenación sacerdotal, el Obispo O'Malley lo envió de regreso a Roma para concluir sus estudios de graduación en teología moral y bioética. Actualmente es vicario parroquial en la Parroquia del Espíritu.
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Fuente:'The Wanderer'

La Comunidad del Cenáculo: dejar la droga sin terapia ni sustitutivos

Cuando un drogadicto ingresa en una de las 56 casas de la hermana Elvira, se enfrenta a un duro ritmo de oración y trabajo apoyado por un compañero que ya se desintoxicó. El muchacho llega a una de las Comunidades del Cenáculo. No le queda más remedio: sus padres le han dicho que no le van a dar más dinero, que ya no piensan seguirle la corriente, haciendo como si no pasase nada. El muchacho está enganchado y por sí solo no puede dejar la adicción a la droga. Sus padres se han puesto muy duros, siguiendo las instrucciones del centro del Cenáculo: en casa ya no se le va a admitir hasta que se haya desintoxicado. El joven no piensa demasiado en el mañana. Sí, no le queda más remedio que entrar en este sitio una temporada. Allí al menos estará tranquilo, ¿no?, y siempre tendrá algo para chutarse, lo que ha escondido en los zapatos, en el cinturón; siempre se puede conseguir más.

Pero nada más llegar le presentan a Mario. "Este será tu ángel guardian", le dicen. "Te acompañará a todas partes, será tu sombra, irá contigo al lavabo, a dormir, a trabajar; será tu hermano y amigo; le odiarás porque no te dejará drogarte; él estaba enganchado a la droga como tú, pero lo ha dejado hace tiempo y ahora ayuda a los demás a dejarlo; le costó pero sobrevivió con oración, trabajo y el apoyo de su ángel guardián; también a ti te costará pero lo conseguirás".

Cuando Mario cachea al recién llegado, enseguida encuentra todas las dosis escondidas. Mario ha sido drogadicto, ha pasado por todo aquello, se lo sabe. Y como él, los otros chicos de la comunidad. El muchacho nuevo hoy no tendrá su dosis, ni mañana, ni pasado. Gritará, sudará, se revolcará, se pondrá violento, romperá cosas, merodeará de noche... pero los chicos del Cenáculo ya han pasado por ello, lo han vivido, y le van a acompañar con firmeza.

En la Comunidad del Cenáculo hay un ritmo muy intenso de oración en la capilla con los otros chicos, oración combinada con mucho, mucho trabajo físico: construir vallas, edificios, muebles, serrar, transportar, apilar, demoler, cultivar, arar, segar, plantar, cocinar... Hay momentos para compartir charla con los veteranos. Es absurdo intentar sacarles una dosis: no tienen, no la quieren y te dicen que "yo también estaba como tú al principio".
Aquí no hay televisión, ni radio, ni CDs, ni Internet, ni siquiera periódicos. Al inicio de la Comunidad había cigarrillos, pero sor Elvira, al ver cómo se peleaban los chicos por ellos, los prohibió, reconociendo que eran otra forma de adicción. Alguna vez se les permite ir juntos a ver algún importante partido de fútbol en la TV: es un momento especial.
Al acabar el día, uno está tan cansado que sólo quiere dormir. Sin embargo, muchos de estos chicos cuya vida estaba atada a la droga, el sexo y el alcohol pasan largas horas de la noche en la capilla. "Todo el mundo se beneficia de la disciplina, no importa en qué etapa de la vida estén", dice a THE TIMES Mary Godwin, fundadora de la casa del Cenáculo en Reino Unido. "Las vidas de los drogadictos y alcohólicos son totalmente caóticas, y el tiempo no significa nada para ellos. Tener disciplina les ayuda a pensar y hacerles responsables de lo que sucede en sus vidas cada día".
En las comunidades del Cenáculo no hay asistencia de psicólogos, no hay terapia farmacológica. "Aquí sólo hay Cristoterapia", dice la comunidad, fundada por la italiana Elvira Petrozzi, Hermana de la Caridad, en 1983. Hoy hay 56 comunidades en Europa, EEUU y América del Sur, algunas de chicas y otras de chicos, atendiendo a más de 1.500 jóvenes.


Sor Elvira en la primera Comunidad del Cenáculo en 1991

En México, Brasil y Perú el Cenáculo ha abierto casas para niños de la calle. Allí acuden como responsables y monitores chicos que se han desintoxicado. Así adquieren habilidades de responsabilidad, de cuidar niños, de dar ejemplo, de nutrir y proteger... habilidades que quizá no experimentaron en su infancia. Para muchos, es el paso final para reincorporarse a la vida civil, para fundar una familia.
Muchos pasan un par de años en una comunidad en el extranjero, desintoxicándose, y luego pasan algunos años más apoyando como "ángel guardián" a los recién llegados. Es el caso del inglés John Stanley, de 35 años, que pasó 2 años en una comunidad de Italia y ahora es el guardián de un chico en la comunidad de Nuestra Señora Reina de los Mártires, en Dodging Green, Kendal, Inglaterra. "Empecé con las drogas a los 15 años, con cannabis, y después pasé al speed y finalmente la heroína".

John Stanley vendió drogas y pasó dos años en la cárcel, dos años en los que no pudo drogarse. Los pasó en el gimnasio y estudiando. Parecía posible salir de la droga, pero en cuanto lo liberaron fue en busca de heroína. "Hay la mentalidad de que una vez eres drogadicto, siempre lo serás", dice Stanley en THE TIMES. "Toqué fondo, me sentí destruído física, mental, emocional y espiritualmente. Cuando oí hablar del Cenáculo, supe que o me unía a una comunidad o moriría".

Stanley había probado muchos programas de desintoxicación, pero ninguno le pudo ayudar ni tampoco a los cientos de adictos que conoció durante sus 15 años con la heroína. "El Cenáculo me ayudó a pisar firme, a reconstruir mi vida de una forma que nunca habría pensado que era posible; ahora quiero ayudar a otros a hacer lo mismo", explica Stanley.


Los primeros compañeros del Cenáculo en 1991; dejaron la droga y la mayor parte ayudaron después en otras comunidades

Sor Elvira, la madre espiritual de todos los muchachos y muchachas que pasan por el Cenáculo, escribe asombrada de los frutos de la Comunidad que ha creado.

"Me convierto cada día porque veo a Dios actuar claramente, en forma transparente, en el corazón, en la mente de los jóvenes que antes estaban muertos, tristes, solos, enojados, con violencia . Hoy en cambio son jóvenes serenos. Los jóvenes saben que si están muertos, tristes , en lo mas profundo de su ser aún brilla una luz de esperanza que puede, que debe ser un motivo para vivir, que vale la pena vivir y esta esperanza la encuentran a través de Jesucristo resucitado. No muchos saben que la resurrección debe experimentarse a través del don de la propia vida hacia los demás."

"La Comunidad nos enseña cosas esenciales de la vida que anteriormente no habíamos querido aprender y nadie nos las había enseñado. Para nosotros era normal confundir el placer con el gozo y en nuestra vida habíamos siempre perseguido los placeres más inmediatos, no pensábamos que el gozo pudiera nacer del sufrimiento, que significa ser débiles, frágiles, inferiores, mientras que ahora estamos aprendiendo que detrás de cada sufrimiento está el gozo. Solamente aquél que ha sufrido puede entender, amar, ayudar a otro que se encuentra mal."

"La vida en la Comunidad es verdaderamente muy simple, pero también muy rica, se vive la oración en concreto basada en una amistad libre sin algún interés, las cosas materiales influyen poco, aprendemos que las personas son más importantes que las cosas futiles, el dinero, la carrera, nos enfrentamos con nuestras debilidades pidiendo ayuda a Jesús que se manifiesta también en los hermanos que nos rodean."
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Fuente: Forum Libertas

Sor Elvira junto al Papa

Subastan "restos humanos" de santos en Internet

Denuncian libro para niños alemanes que ataca religiones

Consagrados, la vida, y la paz... / Autor: Bendicto XVI

El Papa encomienda intenciones de oración

Intervención antes y después de rezar el Ángelus

Publicamos las palabras que dirigió Benedicto XVI este domingo antes y después de rezar la oración mariana del Ángelus junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.

* * *

Queridos hermanos y hermanas:


Hoy quisiera encomendar a vuestra oración algunas intenciones. En primer lugar, recordando que ayer, fiesta litúrgica de la presentación del Señor, celebramos la Jornada de la Vida Consagrada, os invito a rezar por aquellos a quienes Cristo llama a seguirle más de cerca con una consagración especial. Nuestra gratitud se dirige a estos hermanos y hermanas nuestros, que se dedican al servicio total de Dios y de la Iglesia, con los votos de pobreza, castidad y obediencia. Que la Virgen Santa alcance muchas y santas vocaciones a la vida consagrada, que constituye una riqueza inestimable para la Iglesia y para el mundo.

Otra intención de oración nos la ofrece la Jornada para la Vida, que se celebra hoy en Italia y que tiene por tema «Servir la vida». Saludo y doy gracias a cuantos están aquí reunidos, en la Plaza de San Pedro, para testimoniar su compromiso en defensa y promoción de la vida y para confirmar que «la civilización de un pueblo se mide por su capacidad de servir a la vida» (Mensaje de la Conferencia Episcopal Italiana para la XXX Jornada para la Vida). Cada quien, según sus propias posibilidades, profesionalidad y competencias, tiene que sentirse movido siempre a amar y a servir la vida, desde su inicio hasta su ocaso natural.

De hecho, es un compromiso de todos acoger la vida humana como don que hay que respetar, tutelar y promover, sobre todo si es frágil y necesita atención y cuidados, ya sea antes de su nacimiento ya sea en su fase terminal. Me uno a los obispos italianos para alentar a cuantos, con cansancio pero alegría, sin ruido y con gran entrega, atienden a familiares ancianos o discapacitados, y a quienes consagran regularmente parte de su propio tiempo para ayudar a las personas de toda edad, cuya vida está probada por tantas formas de pobreza.

Recemos también para que la Cuaresma, que comenzará este miércoles próximo con el rito de las cenizas, que yo celebraré como todos los años en la Basílica de Santa Sabina en el monte Aventino, sea un tiempo de auténtica conversión para todos los cristianos, llamados a un testimonio cada vez más auténtico de su propia fe.

Confiamos estas intenciones de oración a la Virgen. Desde ayer hasta y hasta todo el día del 11 de febrero, memoria de la Virgen de Lourdes y 150 aniversario de las apariciones, es posible recibir la indulgencia plenaria, aplicable a los difuntos, con las acostumbradas condiciones --confesión, comunión y oración según las intenciones del Papa-- y rezando ante una imagen bendita de la Virgen de Lourdes expuesta a la veneración pública. Para los ancianos y enfermos esto es posible a través del deseo del corazón. Que María, Madre y Estrella de la Esperanza, ilumine nuestros pasos y nos haga cada vez más fieles discípulos de Jesucristo.

[Después de rezar el Ángelus, pronunció llamamientos y saludos en varios idiomas. En italiano, comenzó diciendo:]Os invito a uniros a los hermanos y hermanas de Kenia, algunos de los cuales están aquí presentes en la Plaza de San Pedro, en la oración por la reconciliación, la justicia y la paz en su país. Asegurando a todos mi cercanía, deseo que los esfuerzos de mediación actualmente en curso puedan tener éxito y llevar, gracias a la buena voluntad y a la colaboración de todos, a una rápida solución del conflicto, que ya ha provocado demasiadas víctimas.

La maldad, con su carga de dolor, parece que no conoce límites en Irak, como nos lo demuestran las tristes noticias de estos días. Elevo de nuevo mi voz en favor de esa población tan duramente probada y para ella invoco la paz de Dios.

[En español]

No dejo de elevar fervientes súplicas a Dios por Colombia, donde, desde hace tiempo, muchos hijos e hijas de ese amado país padecen la extorsión, el secuestro y la pérdida violenta de sus seres queridos. Pido al Señor que se acabe definitivamente con ese sufrimiento inhumano y se encuentren caminos de reconciliación, respeto mutuo y concordia sincera, restaurándose así la fraternidad y la solidaridad, que son las bases sólidas para lograr el justo progreso y construir una paz estable.

[En italiano]

En mi mensaje para la reciente Jornada Mundial de la Paz subrayé el hecho de que en la familia se aprende el lenguaje de la convivencia civil y se descubren los valores humanos. Las festividades del fin de año lunar reunirán alegremente, en los próximos días, a las familias de los diferentes países asiáticos. A todos les deseo todo bien y prosperidad y deseo que sepan conservar y valorar estas hermosas y fecundas tradiciones de vida familiar para beneficio de sus respectivas naciones y de esos países en los que viven.

En la diócesis de Roma comienza hoy la Semana Diocesana de la Vida y de la Familia, que culminará el próximo domingo, en el Santuario de la Virgen del Amor Divino, con la celebración de la Fiesta Diocesana de la Familia. Aliento a todos los padres a redescubrir la grandeza y la hermosura de la misión educativa. Sí, educar es más comprometedor, pero entusiasmante. Haced que vuestros hijos, desde la más tierna edad, experimenten esa cercanía que testimonia el amor, entregaros a vosotros mismos para que a su vez se abran a los demás y al mundo con serenidad y generosidad. Que el alma de la educación siempre sea la confianza en Dios que «da esperanza a nuestro futuro».

[Tras hablar en francés, en inglés y en alemán, el Papa volvió a saludar a los peregrinos en español].

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular a los Profesores y alumnos del Colegio Diocesano «San Atón» de Badajoz. Próximo ya el Miércoles de Ceniza, con el cual comienza la Cuaresma, la proclamación de las bienaventuranzas, que hoy hemos escuchado, nos invita a convertirnos a Cristo, ilumina nuestra vida y nos alienta a buscar la auténtica felicidad, por encima de la riqueza o el poder, en el amor a Dios y a todos los hombres. ¡Muchas gracias!

El Papa saludó por último a los peregrinos en portugués, polaco e italiano.

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[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina

© Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

Promueven peregrinación a cuatro santuarios marianos