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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

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sábado, 29 de abril de 2017

Palabra de Vida 29/4/2017: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados» / Por P. Jesús Higueras

(13 TV  / Camino católico) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 29 de abril de 2017, sábado de la 2ª semana de Pascua, Santa Catalina de Siena, virgen y doctora, patrona de Europa, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.

martes, 29 de abril de 2014

domingo, 12 de mayo de 2013

Papa Francisco en homilía de canonización de 813 mártires, Madre Laura y Madre Lupita: “Los pobres, los abandonados, los enfermos, son la carne de Cristo”

12 de mayo de 2013.- (La Voz del Papa / Camino Católico) Con el canto de las Letanías de los Santos se ha iniciado la Santa Misa presidida por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro para la canonización de los 813 mártires de Otranto, de Laura de Santa Catalina de Siena Montoya y Upegui, virgen, fundadora de la Congregación de las religiosas misioneras de la Bienaventurada Virgen María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena, y de María Guadalupe García Zavala, cofundadora de la Congregación de las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres.
En su homilía el Papa Francisco tomando como ejemplo a los mártires ha dicho a los presentes: “conservemos la fe que hemos recibido y que es nuestro verdadero tesoro, renovemos nuestra fidelidad al Señor, incluso en medio de los obstáculos y las incomprensiones. Dios no dejará que nos falten las fuerzas ni la serenidad”.
De la primera santa nacida en la hermosa tierra colombiana, Laura Montoya, el Pontífice ha afirmado que “Nos enseña a ver el rostro de Jesús reflejado en el otro, a vencer la indiferencia y el individualismo, acogiendo a todos sin prejuicios ni reticencias, con auténtico amor, dándoles lo mejor de nosotros mismos y, sobre todo, compartiendo con ellos lo más valioso que tenemos: Cristo y su Evangelio”.
De la religiosa mexicana Santa Guadalupe García Zavala el Papa ha dicho que “renunciando a una vida cómoda para seguir la llamada de Jesús, enseñaba a amar la pobreza, para poder amar más a los pobres y los enfermos. La Madre Lupita se arrodillaba en el suelo del hospital ante los enfermos y los abandonados para servirles con ternura y compasión”. En el vídeo se visualiza y escucha la meditación del Papa, que ha sido subtitulada al castellano, cuando el Pontífice habla en italiano, por Fabiola de Velasco Garza. El texto completo de la homilía del Santo Padre Francisco es el siguiente: Leer más...

lunes, 29 de abril de 2013

Palabra de Vida 29/4/2013: «Has escondido estas cosas a los sabios» / Por P. Jesús Higueras

(13 TV/ Camino Católico) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 29 de abril de 2013, lunes de la Quinta Semana de Pascua, Santa Catalina de Siena, virgen y doctora, patrona de Europa, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.
Evangelio: San Mateo 11, 25-30
«Has escondido estas cosas a los sabios»
-«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mí yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»

jueves, 1 de abril de 2010

La Pasión, según la beata Ana Catalina Emmerick, testigo del via crucis

1 de abril de 2010.- Los relatos evangélicos son muy escuetos al relatar la crueldad del tormento infligido a Jesús, quizá porque, escritos a los pocos años de su muerte, se dirigen a un público que los había visto aplicados en Él o en otros, y no precisaba mayor detalle. De ahí el valor de las visiones de la beata Ana Catalina Emmerick, publicadas en 1833 bajo el título La amarga Pasión de Cristo, fuente principal de la que bebió Mel Gibson para presentar al mundo siglo y medio después aquellas terribles horas. Leer más...

lunes, 6 de abril de 2009

Amar en el dolor, testimonio evangelizador y agradable a Dios / Autores: Conchi Vaquero y Arturo López
Ha pasado el umbral de las treinta operaciones. Sólo tiene 42 años. Desde que nació sus padres han vivido entregados a cuidarla. Tiene una rara enfermedad que le afecta desde el nacimiento a algunos órganos de su cuerpo. Nunca se ha rendido. Pese a haber pasado una parte importante de su existencia en los hospitales ha trabajado y ha querido ayudar a los demás de múltiples formas. No puede comer mucho ni tampoco sólido. Ha escuchado muchas veces de los médicos que no sabían lo que sucedería cuando la operaban y les ha oído apremiarse mutuamente temiendo que estaba muriendo.

Esta joven soltera existe. Se llama Julia. Ahora está en un hospital de Barcelona en la Unidad de Cuidados Intensivos. La acaban de operar por enésima vez y nuevamente no saben lo que pasará con ella. Cuando debemos preguntar por su estado de salud o cuando nos llama por teléfono nos faltan palabras para poder expresar cuanto la amamos y hacerle llegar nuestro amor y el de Dios. A veces es ella quien llama desde el hospital donde está ingresada para interesarse por nuestra vida porque nosotros
conscientemente procuramos espaciar el contacto por la impotencia que nos produce este sin sentido.

La tenemos presente siempre en nuestras oraciones a ella y a su familia. De alguna forma no es un caso único. Millones de personas sufren en el mundo situaciones terribles que las matan prácticamente en vida. Si difícil es para Julia que sufre la enfermedad y todas sus limitaciones también es muy cansado de llevar para su familia. La verdad es que ella sí que nos ha manifestado sus desánimos pero sus padres aún en el sufrimiento callan y aman. Jamás hemos escuchado una queja. Su hija es su vida.

Ayer otra mujer joven, Mercedes, nos comentaba el sin sentido del sufrimiento de su familia. Su padre sufre una grave enfermedad física que le mantiene imposibilitado desde hace ocho años. Su madre cuida de él pero está deprimida porqué ha sufrido muchas contrariedades en la vida. Eso la tiene llena de miedos y con la esperanza rota. Mercedes y su familia están también viviendo en la impotencia toda la situación y conversando nos decía: "uno debe creer que existe algo más porque hay momentos en la vida que no entiendes lo que está ocurriendo. No sé si a veces nos hacemos la ilusión de que existe Dios y una vida eterna por necesidad más que por realidad."

No lo entiendo Señor pero gracias de estar a mi lado


Las situaciones de Júlia y la del padre de Mercedes siempre hacen aflorar los interrogantes típicos: ¿Dónde está Dios? ¿Por qué Dios calla? ¿Por qué Dios permite esto?. Es probable que ante las dificultades propias cualquiera haya tenido esas preguntas en lo más profundo del corazón. Como en el caso del ciego de nacimiento quizás tengamos la tentación de hacer la misma apelación que los discípulos: "Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?"
(Juan 9, 2).

La respuesta de Jesús es clara, contundente e imperativa para quienes le escuchan: "Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios. Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo."

Jesucristo es Dios y Él vino a enseñarnos como llevar a cabo las obras de su Padre. Es ante las contrariedades de la vida de cualquier índole que estamos llamados a ser luz del mundo para que se manifieste la gloria de Dios. Eso no quiere decir que siempre vayamos a tener un éxito mundano en el cual Dios nos hará ser protagonistas y quedar muy bien ante los demás porque hablamos de Él. Nada de eso.

Justamente porque tiene que manifestarse siempre la gloria de Dios y no la nuestra es cuando tenemos que ser humildes y se capaces de testimoniar el amor de Dios por cada persona como lo hacia San Juan María Vianney, el cura de Ars. El sacerdote francés afirmaba que si vieramos el amor que Dios tiene por cada persona moriríamos de gozo. Ahí está la llave de la sabiduría, hacer partícipes a los que sufren y no comprenden, que pidan a Dios que se les haga presente en cada situación de sufrimiento. O mejor dicho: Dios está presente en todo mal físico, moral, emocional y síquico que padecemos, pero cuando la oscuridad nos desespera somos incapaces de darnos cuenta que Dios está a nuestro lado.

En el caso de Julia y de la familia de Mercedes, Dios está en medio de ellos acompañándoles. Es estando a su lado y señalando hacia el Señor y explicándoles que la oración es la forma de comunicarse con Dios como ellos podrán acoger despacio la presencia del Amor del Padre en sus vidas. No obstante, aún en ese sufrimiento a oscuras que viven, quienes pasamos por su lado ya nos damos cuenta que la gloria de Dios habita en ellos. El amor que viven Julia y sus padres no es más que la gloria de Dios. La enfermedad pasará, esta vida pasará. Lo único que quedará es el amor inmenso que se han tenido en medio de tanto dolor y el gran amor que Dios les tiene. Ese amor será vivido intensamente y disfrutado en la presencia de Dios por toda la eternidad cuando desaparezcan los condicionantes humanos.

Sucede lo mismo en el caso de Mercedes y su familia. Ellos se aman profundamente en el dolor de sus impotencias. Lo díficil para quienes pasamos a su lado es hacerles conscientes de que ellos son luz para el mundo amándose como Dios les ama. En eso consiste evangelizar y el Señor nos llama a todos a hacerlo cuando nos encontramos con personas que están al borde del camino. ¿Qué decirles? "No tengo ni oro ni plata pero he descubierto a Dios que está a tu lado y a mi lado. Ahora que tú no tienes esa experiencia personal del Amor de Dios, pídele que se manifieste, porque está a tu lado, y te muestre que está caminando contigo."

Haz las cosas pequeñas con gran amor


La beata Madre Teresa de Calcuta llena de amor por los moribundos, sufrientes y desamparados nos ha legado algunas de sus sabias actitudes:

- "La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis sino mas bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad."

-"La paz y la guerra empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias. Si queremos sembrar alegría en derredor nuestro precisamos que toda familia viva feliz."

-"Haz las cosas pequeñas con gran amor."

-"Nosotros predicamos un Dios bueno, comprensivo, generoso y compasivo. Pero, ¿lo predicamos también a través de nuestras actitudes? Si queremos ser coherentes con lo que decimos, todos deben poder ver esa bondad, ese perdón y esa comprensión en nosotros."

-"Dios no pretende de mi que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel."

-"Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor."

-"En el momento de la muerte, no se nos juzgará por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este amor debe resultar del sacrificio de sí mismos y ha de sentirse hasta que haga daño."

-"No basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo. San Juan dice que somos mentirosos si afirmamos que amamos a Dios y no amamos a nuestro prójimo. Es muy importante para nosotros darse cuenta de que el amor para que sea auténtico tiene que doler."

La sonrisa es salud, física y espiritual


La Madre teresa de Calcuta habló también de utilizar la sonrisa como gesto profundo de amor:

"Una sonrisa en los labios alegra nuestro corazón,
conserva nuestro buen humor,
guarda nuestra alma en paz,
vigoriza la salud,
embellece nuestro rostro
e inspira buenas obras.

Sonriamos a los rostros tristes,
tímidos, enfermos, conocidos,
familiares y amigos.

Sonriámosle a Dios con la aceptación
de todo lo que El nos envié y
tendremos el merito de poseer
la mirada radiante de su rostro
con su amor por toda la eternidad.

Las palabras de Cristo son muy claras,
pero debemos entenderlas como una
realidad viviente, tal como El las propuso.
Cuando El habla de hambre,
no habla solamente del hambre de pan,
sino hambre de amor, hambre de ser
comprendido, de ser querido.

El experimentó lo que es ser rechazado porque
vino entre los suyos y los suyos no lo quisieron.
Y El conoció lo que es estar solo,
abandonado, y no tener a nadie suyo.

Esta hambre de hoy, que esta rompiendo vidas en todo el mundo destruyendo
hogares y naciones, habla de no tener hogar, no solamente un cuarto con
techo, pero el anhelo de ser aceptado, de ser tratado con compasión, y que
alguien abra nuestro corazón para recibir al que se sienta abandonado."


Teresa de Calcuta también escribió una oración para aprender a amar:

"Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.

Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo."

El amor da precio a todas las obras


Y es que la Madre Teresa de Calcuta escribió:

«Para mí, Jesús es
El Verbo hecho carne.
El Pan de la vida.
La víctima sacrificada en la cruz por nuestros pecados.
El Sacrificio ofrecido en la Santa Misa por los pecados del mundo y por los míos propios.
La Palabra, para ser dicha.
La Verdad, para ser proclamada.
El Camino, para ser recorrido.
La luz, para ser encendida.
La Vida, para ser vivida.
El Amor, para ser amado.
La Alegría, para ser compartida.
El sacrificio, para ser dado a otros.
El Pan de Vida, para que sea mi sustento.
El Hambriento, para ser alimentado.
El Sediento, para ser saciado.
El Desnudo, para ser vestido.
El Desamparado, para ser recogido.
El Enfermo, para ser curado.
El Solitario, para ser amado.
El Indeseado, para ser querido.
El Leproso, para lavar sus heridas.
El Mendigo, para darle una sonrisa.
El Alcoholizado, para escucharlo.
El Deficiente Mental, para protegerlo.
El Pequeñín, para abrazarlo.
El Ciego, para guiarlo.
El Mudo, para hablar por él.
El Tullido, para caminar con él.
El Drogadicto, para ser comprendido en amistad.
La Prostituta, para alejarla del peligro y ser su amiga.
El Preso, para ser visitado.
El Anciano, para ser atendido.
Para mí, Jesús es mi Dios.
Jesús es mi Esposo.
Jesús es mi Vida.
Jesús es mi único amor.
Jesús es mi Todo. »


San Agustín lo resume muy bien en pocas palabras: "Todo esta contenido en estas palabras, "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas: y ama a tu prójimo como a ti mismo". "Yo no viviré un instante en cual no viva en el amor".

Santa Catalina de Siena afirma: "El mérito consiste sólo en la virtud de la caridad, sazonado con la luz de la verdadera discreción".

San Francisco de Sales asevera: "Es el amor lo que da precio a todas nuestras obras; no es por la grandeza y multiplicidad de nuestras obras por lo que agradamos a Dios, sino por el amor con que las hacemos". "Todo el bien que hagamos, hay que hacerlo por amor a Dios, y el mal que evitemos hay que evitarlo por amor de Dios".
Irradiar a Cristo


Oremos con las palabras que las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta repiten después de cada Eucaristia para irradiar a Cristo:

Oh, amado Jesús.
Ayúdame a esparcir Tu fragancia
por donde quiera que vaya.
Inunda mi alma con Tu Espíritu y Vida.
Penetra y posee todo mi ser tan completamente, que mi vida entera sea un resplandor de la Tuya.
Brilla a través de mi y permanece tan dentro de mi, que cada alma con que me encuentre pueda sentir Tu presencia en la mia.
¡Permite que no me vean a mi sino solamente a Jesús!

Quédate conmigo y empezaré a resplandecer como Tú, a brillar tanto que pueda ser una luz para los demás. La luz oh, Jesus, vendrá toda de Tí, nada de ella sera mia;
serás Tú quien resplandezca
sobre los demás a través de mi.
Brillando sobre quienes me rodean,
permíteme alabarte como mas te gusta.

Permíteme predicarte sin predicar,
no con palabras sino a través de mi ejemplo,
a través de la fuerza atractiva,
de la influencia armoniosa de todo lo que haga,
de la inefable plenitud del amor
que existe en mi corazón por Tí.

Amen.


En nuestra pobreza acabemos diciendo interiorizando en nuestro corazón esta simple súplica:

Aquí estoy, Señor,
como el ciego al borde del camino
-cansado, sudoroso, polvoriento- ;
mendigo por necesidad y oficio.

Pasas a mi lado y no te veo.
Tengo los ojos cerrados a la luz.
Costumbre, dolor, desaliento.. .
Sobre ellos han crecido duras escamas
que me impiden verte.

Pero al sentir tus pasos,
al oír tu voz inconfundible,
todo mi ser se estremece
como si un manantial brotara dentro de mí.

Yo te busco,
yo te deseo,
yo te necesito
para atravesar las calles de la vida
y andar por los caminos del mundo sin perderme.

¡Que vea, Señor!
Que vea, Señor, tus sendas.
Que vea, Señor, los caminos de la vida.
Que vea, Señor, ante todo, tu rostro, tus ojos, tu corazón.

Amén.

lunes, 24 de marzo de 2008

Despilfarro pseudo-humanitario en Afganistán: el 40% de la ayuda son gastos de "asesoría"

Ya lo decía Caritas en el 2005: un asesor pagado por ONGs y gobiernos cobraba como 150 maestros locales; ahora un informe denuncia el derroche.

Afganistán no levanta cabeza. Y hay al menos dos razones importantes para ello: no se ha entregado la ayuda prometida para reconstruir el país; y además, la que se ha entregado, se malgasta: hasta el 40% se pierde en asesores occidentales que cobran hasta 1.000 dólares al día por "aconsejar" o "entrenar" instituciones gubernamentales.

Intermón está difundiendo en España los resultados de un informe de ACBAR,la alianza de organizaciones internacionales de cooperación que trabajan en Afganistán. Según este informe, los países occidentales deben 10.000 millones de dólares de los que se comprometieron a entregar en el 2001. En aquel año, se prometieron 25.000 millones de dólares: sólo se han distribuido 15.000 millones.

España es uno de los países que prometió y no cumplió: bajo el Gobierno Aznar prometió 63 millones de dólares. Siete años después, incluyendo 4 años de "alianza de las civilizaciones" de gobierno Zapatero, sólo ha distribuido 26 millones.

Por supuesto, el mayor moroso es quien más prometió: Estados Unidos. Entre el 2002 y el 2008, EEUU entregó sólo la mitad de los 10.400 millones a los que se comprometieron. La Comisión Europea y Alemania han repartido menos de dos terceras partes de los 1.700 millones y 1.200 millones a los que se comprometieron. Y el Banco Mundial ha distribuido algo más de la mitad de sus 1.600 millones comprometidos. Quien más ha cumplido es el Reino Unido: se comprometió con 1.450 millones de dólares y ha distribuido 1.300.
La población local y los occidentales ostentosos

Una ayuda mal dosificada no sólo es un despilfarro, sino que distorsiona toda la sociedad y economía del país. En el 2005, Mario Ragazzi, representante de Caritas Italia en Kabul, denunciaba en AsiaNews.it que los despilfarros creaban frustración y resentimiento en la población local: Occidente hacía promesas, la gente de la calle no veía resultados, pero sí veían algunos occidentales trabajando en "agencias humanitarias" viviendo con lujos y haciendo ostentación de sueldos desorbitados.

Mario Ragazzi explicaba ya entonces que los "consultores privados" (contratados por Occidente -gobiernos, bancos para el desarrollo- para "asesorar" al nuevo gobierno y reconstruir el país) cobraban hasta 1.000 euros al día, "el equivalente a 150 maestros afganos".

También el padre Giusseppe Moretti, veterano de décadas en Afganistán y el "superior" de la Iglesia católica en el país (al no haber obispo, él es desde 2002 el superior de la "missio sui iuris" en el país) denunciaba el despilfarro ostentoso: "los supermercados llenos de bienes, coches de 50.000 dólares y las fiestas privadas [de los occidentales] generan una envidia peligrosa en la población local, que quieren lo mismo y sólo pueden conseguirlo sumándose al crimen organizado", explicaba. "Hay un frenesí alocado por el dinero; si antes los niños te pedían un bolígrafo ahora te piden un dólar; está creciendo el abismo entre los que tienen y los que no".

El 40% de la ayuda, vuelve a los donantes

Según el informe ACBAR, el 40% del dinero "para reconstruir el país" vuelve a los países donantes vía beneficios corporativos, sueldos de consultores y otros gastos. Además, los precios del país suben. Y más cuando hay dinero occidental por medio. La carretera entre el centro de Kabul y el aeropuerto internacional costó a Estados Unidos más de 2,3 millones de dólares, cuatro veces más de lo que debería haber costado según los precios medios afganos.

"Los donantes no han podido cumplir con sus promesas. Se está perdiendo gran parte de la ayuda que proviene de los países ricos, resulta ineficaz y está descoordinada, " ha declarado el autor del informe, Matt Waldman, consejero en incidencia política de Oxfam Internacional (Intermón Oxfam en España).

Cada día las entidades donantes gastan 7 millones de dólares en ayudas humanitarias a Afganistán. Parece una cantidad digna, hasta que se compara con los 100 millones de dólares diarios que gasta EEUU en sus operaciones militares en el país, según Waldman.

Las recomendaciones principales de ACBAR son:

- Incrementar el volumen de la ayuda, particularmente en las áreas rurales
- Asegurar la transparencia por parte de los donantes y mejores flujos de información con el gobierno afgano
- Mejorar los instrumentos de evaluación del impacto, la eficacia y la importancia de la ayuda
- La constitución de una comisión independiente en efectividad de la ayuda que monitorice la actuación de los donantes
- Una coordinación efectiva entre los donantes y el gobierno afgano
.



El papel de la Iglesia católica
La Iglesia católica en Afganistán es diminuta: a la capilla en la embajada italiana en Kabul van, como máximo, unas cien personas en la misa dominical, todas ellas extranjeras. Pero la presencia humanitaria católica en este país de evangelización improbable es altísima. Desde 2005, tres Misioneras Dominicas de Santa Catalina trabajan con niños con minusvalía mental. Vestidas "de civil", son el núcleo de la "Asociación por los Niños de Kabul". Enseñan a los padres y familias a cuidar a estos niños. Una de ellas es polaca, otras dos son paquistaníes. Llegaron allí siguiendo un llamado de Juan Pablo II en el que pedía ayudar a los niños de Afganistán.

El Servicio Jesuita para los Refugiados abrió una escuela técnica en la ciudad de Herat. Costó 146.000 dólares (de donantes de Austria, Alemania y Suiza) y tiene 500 estudiantes, incluyendo 120 chicas. También llegaron hace pocos años las Misioneras de la Caridad, que decidieron vestir sus tradicionales hábitos blancos y azules, y han visto que eran respetadas por la población. Desde hace más de 50 años están trabajando en el país -en todo tipo de circunstancias- las Hermanitas de Jesús. También están presentes las Franciscanas Misioneras de María.

En un país donde la evangelización directa es complicada (por decirlo suavemente) estas órdenes dan testimonio servicio a los pobres, mediante la educación y la asistencia. También trabajan en el país Caritas Internationalis (coordinando desde su sede en Roma), junto con sus agencias hermanas Trociare (la Caritas irlandesa), Cordaid (la Caritas holandesa), Caritas Alemania y el equivalente norteamericano, Catholic Relief Service (CRS). Mediante CRS los católicos norteamericanos desarrollan proyectos humanitarios en el país por valor de 6,5 millones de dólares.

ONGs como la canadiense "Development and Peace", que denuncia el despilfarro de las grandes agencias internacionales y su desprecio al trabajo con los líderes locales, prefieren trabajar con las agencias católicas -entre otras- por su implantación sobre el terreno y capacidad para crear equipos de trabajo eficaces y perdurables. Así, parte de los 2,1 millones de dólares canadienses que esta entidad ha invertido en Afganistán ha sido en colaboración directa con las entidades católicas: Caritas Austria, Caritas Alemania, Caritas Pakistán, CRS–Afghanistan, Cordaid y la International Catholic Migration Commission.
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sábado, 9 de febrero de 2008

Dominicas en Cuba: La oración libera / Autor: Eduardo Quiñones García






Entrevista a sor Ofelia y sor Yolanda, religiosas de clausura en la isla
LA HABANA, febrero 2008 (ZENIT.org).- Cuando se cumplen 800 años de la fundación por Santo Domingo de las contemplativas dominicas en Francia, Zenit ha visitado el monasterio de «Santa Catalina de Siena», en Nuevo Vedado, Cuba. ¿Cómo es la vida de las monjas de clausura? ¿Qué es la contemplación y cómo alcanzarla? En la clausura ¿son felices? A estas y otras preguntas responden la priora del monasterio sor Ofelia de San José, mexicana, que lleva 15 años en Cuba, y sor Yolanda del Niño Jesús, cubana, con 44 años en la Orden.

El convento se fundó el 29 de abril de 1688, en La Habana. Las primeras monjas no fueron extranjeras, sino nacidas en Cuba. Quisieron ser religiosas, pero no había cupo en el único monasterio existente. Fundaron un monasterio bajo la advocación de Santa Catalina de Siena, en la Orden de Monjas Dominicas. Cuando la Habana se hizo muy bulliciosa se trasladó a El Vedado. Desde 1984, están en el edificio actual, en una de las zonas de expansión de La Habana.
En él residen siete monjas: dos cubanas, dos mexicanas y tres colombianas. Además de la vida de oración, se dedican a confeccionar y bordar objetos y ornamentos litúrgicos.

--Una joven que llega al convento, ¿tiene entre sus propósitos alcanzar la contemplación?

--Sor Yolanda: Sí. Pero esto no es como alcanzar un grado académico. Es sólo deshacerse de todo para ponerse a disposición de Dios, que da, ilumina y transforma. El da la fuerza y entonces es como un vaciarse de todo para que el Señor lo llene.

Santo Domingo no nos amarró a ningún método. Propuso un camino muy sencillo de oración. El decía: primero leer sobre las Sagradas Escrituras, el Oficio Divino, o lo que tuviera. De la lectura a la oración; de la oración a la meditación; y de la meditación a la contemplación. Ese fue el único método que nos dejó. Entonces, ahí se inicia la muchacha para que lea, profundice y haga sus peticiones, sus oraciones; que reflexione y así el Señor se le manifieste. La contemplación uno no la adquiere, sino que el Señor da la luz.

--Cuando alguna de ustedes siente el llamado espontáneo a hacer oración, a la contemplación ¿no interrumpe su labor?

--Sor Ofelia: No se interrumpe. Cuando uno vive en esa unión con Dios puede seguir con el trabajo, pero unido firmemente a Él. Yo puedo coser, limpiar, hacer todo lo que sea, pero no me voy de esa unión con Dios, que se vive en cada instante...

--Sor Yolanda: No es un momento para guardar en una gaveta; se debe vivir en ambiente de contemplación. ¡Y a veces el Señor habla más cuando estamos trabajando que cuando estamos orando...!

--Podemos decir entonces que no neutralizan ese llamado al recogimiento, sino que tratan de llevar una oración continua...

--Sor Ofelia: Así es. Una oración continua que se vive en cada momento, y en todo lo que se hace está Dios presente. Eso lo puedo decir por experiencia, que yo puedo estar limpiando o cocinando y siento al Señor ahí. ¡Todo lo que se hace es por amor a Dios!

--Sabemos que las palabras son insuficientes para explicar qué es la contemplación. ¿Cómo la describirían de acuerdo con su propia experiencia?

--Sor Ofelia: ¡Esa experiencia con Dios es algo tan personal! ¡Ese encuentro que es entre Dios y uno mismo, que se pierde uno en aquel silencio, en aquel tiempo, digamos, que Dios entra en nuestra alma, en nuestro corazón, para que Él haga lo que Él desea, y nosotros dejarnos en ese amor divino! Sin embargo, esa experiencia, esa contemplación, siempre he visto que... ¡no sólo se queda en mí, sino que hago partícipe a los demás, a mi propia comunidad, a todos los fieles, a todas las personas que conozco, que quiero y que no conozco; porque soy consciente de que esa experiencia llega a todo oído; porque lo he visto, lo he comprobado en el momento en que uno se deja amar por Dios! ¡Y ese amor divino no se puede expresar con palabras!

--Sor Yolanda: Cuando uno se inicia en el camino de la vida de oración, de lo primero que debemos darnos cuenta es de quién es uno: ¡un pecador! Que por sí mismo no puede nada y debe convencerse de eso. Porque siempre hay personas muy autosuficientes que se creen capaces de muchas cosas. Y el Señor les hace ver que uno no es nada; que todo lo tiene por Él. Entonces, ya una vez que uno está en esa entrega y búsqueda del Señor, ¡Él es quien se hace encontrar! Y se nos manifiesta de distintas maneras. Es decir, Dios es amor. Y cuando uno dice Dios es bueno, esto nos lleva a disfrutar del Señor sin abusar con presunción de la gracia de Dios. Yo creo que es un carácter de la espiritualidad dominicana el no quedarse disfrutando sólo de Dios. O sea, al entrar en contacto con Dios, entramos en contacto también con la humanidad, y sentimos ese deseo de que todos amen al Señor y se lo pedimos: ¡que todos lo adoren y alaben!

--Ustedes en la clausura se encuentran alejadas del mundo, pero ¡cuán cerca de él y del ser humano están, de sus dolores y esperanzas! ¿Qué testimonio pueden darnos de ello?

--Sor Yolanda: El Santo Padre Pablo VI, hablando de esa unión que tenemos las monjas espiritualmente con el mundo, decía que en los monasterios vibran en su más alta tensión todos los sentimientos, pasiones, deseos y necesidades de la humanidad. Yo creo que eso va en nuestra oración: vibramos lo más intensamente posible. Por eso es que somos generadores de la vida y de la gracia con la ayuda del Señor...

--¿Qué recomendarían a las jóvenes cristianas sin vocación para la vida conventual pero que sienten un vivo deseo de crecer en el espíritu y de amar a Dios en profundidad?

--Sor Yolanda: Pues que dediquen cada día un rato a su oración personal. Eso las va introduciendo en la vida de la virtud y las hace personas libres y dignas, que en realidad es la vocación cristiana: la dignidad suprema en Cristo.

--¿Cómo definirían sus vidas de clausura y la motivación para permanecer en ella? ¿Se sienten felices?

--Sor Ofelia: Yo me siento feliz en mi vocación; es como si fuera por primera vez. Para mí la vida en la clausura no es una rutina: es un amanecer diferente pues cada día tiene sus alegrías, tristezas y preocupaciones. Pero hay más felicidad. Cuando uno se entrega más a Dios y pasan los años -lo digo por experiencia- la clausura, la vida contemplativa ¡es un regalo de Dios!

--Sor Yolanda: Pienso igualmente que es un gran regalo de Dios la vida contemplativa, y que cada día es algo nuevo. No hay lugar para la rutina como creen las personas, porque diariamente hay cosas nuevas desde el encuentro con el Señor hasta lo que pueda suceder más adelante. También su presencia es novedad, es obra de su misericordia y amor infinitos en el mundo y entre nosotras... ¡Sí, puedo decirlo: soy también muy feliz...!

domingo, 27 de enero de 2008

Una incomprensión inicial / Autor: Alfonso Aguiló

El que tiene la verdad en el corazón
no debe temer jamás que a su lengua
le falte fuerza de persuasión.

John Ruskin


— Entiendo que muchas veces es natural que haya una inicial resistencia por parte de los padres. El hijo debe convencerlos con la madurez de su comportamiento y con la perseverancia en su determinación.

Es verdad que también los padres necesitan a veces un poco tiempo para asimilar la vocación de sus hijos. Pero la madurez y la rectitud en el comportamiento debe estar presente por parte de todos.

Así sucedió, por ejemplo, con San Francisco de Sales. Había decidido entregarse a Dios, pero su padre, Francisco de Boisy, le tenía preparado un magnífico partido a su hijo: una joven llamada Francisca de Veigy, hija del consejero del Duque de Saboya. Al pequeño Francisco le costaba mucho contrariar a su padre, pero un día del año 1593 finalmente le hizo saber sus propósitos y estalló la tormenta: "Pero, ¿quién te ha metido esa idea en la cabeza?", gritaba su padre. "¡Una elección de ese tipo de vida exige más tiempo que el que tú te tomas!", tronaba furioso. Francisco contestaba que había tenido ese deseo desde la niñez. Y así una vez y otra. De vez en cuando, su madre intentaba ayudarle, sin que se notase que estaba de su parte, y sugería tímidamente: "Ay, será mejor permitirle a este hijo que siga la voz de Dios...". Finalmente, el Señor de Sales, después de un tiempo, cedió: "Pues adelante, hijo mío, haz por Dios lo que dices que Él te inspira."

Los padres se pueden tomar con más o menos entusiasmo la llamada


Aunque no todos los padres que ponen dificultades tienen ese carácter ardoroso y rompedor. Los señores Beltrán, una de las mejores familias de Valencia, no querían en absoluto interferir en la vocación de su hijo Luis. Solo querían "orientarla". Estaban acostumbrados a que su hijo les obedeciera en todo, y por eso, se quedaron desconcertados cuando les dijo que tenía unos planes diferentes a los que habían previsto: quería irse de casa y entregarse a Dios como fraile dominico. ¡Qué locura! No tenía salud suficiente, no sabía lo que hacía. Y empezaron su batalla. Aceptaban que se fuera, pero ahora no. Quizá en un futuro. No pasaba nada por esperar. Debía comprenderlo, su postura era razonable. Pero el joven Luis obró con la misma libertad que hubiese pedido en el caso de elegir una mujer que no hubiera agradado a sus padres. Escuchó sus consejos, y luego actuó con la libertad que sus padres decididamente le denegaban. Así que, un buen día del año 1544, en vista de la rotunda negativa paterna, decidió no volver a casa. Tenía dieciocho años. Estalló el escándalo familiar, una pequeña tragedia que se repite con frecuencia, con rasgos parecidos, siglo tras siglo, en algunos hogares en los que un alma decide dejarlo todo por Dios. Ni lo podían ni lo querían entender. Si hubieran vivido en nuestra época, habrían dicho que a su hijo "le habían comido el coco". Afortunadamente, la historia acabó como la gran mayoría de estas pequeñas tragedias familiares: con la aceptación de la vocación por parte de sus padres, que finalmente comprendieron que Dios quería ese camino para su hijo, que acabó siendo un gran santo de la Iglesia, San Luis Beltrán. Aquel hijo suyo, de cuya salud se preocupaban tanto, evangelizó durante bastantes años las regiones selváticas más difíciles, aprendió a hablar en los idiomas de los indígenas y convirtió miles de indios desde Panamá hasta el Golfo de Urabá. Aseguran las crónicas que bautizó a más de quince mil, que hizo numerosos milagros y que sirvió eficazmente y sin desfallecer a la Iglesia. Cuando su padre estaba en el lecho de muerte, sus últimas palabras fueron: "Hijo mío, una de las cosas que en esta vida me han dado más pena ha sido verte fraile, y lo que hoy más me consuela es que lo seas."

El valor de entregar los hijos

San Bernardo de Claraval consolaba en una de sus cartas a los padres de un joven del siglo XII, Godofredo, que había decidido entregarse a Dios en Claraval, y les decía: "Si a vuestro hijo, Dios se lo hace suyo, ¿qué perdéis vosotros en ello y qué pierde él mismo? Si le amáis, habéis de alegraros de que vaya al Padre, y a tal Padre. Cierto, se va a Dios; mas no por eso creáis perderlo; antes bien, por él adquirís muchos otros hijos. Cuantos somos aquí en Claraval, y cuantos somos de Claraval, al recibirle a él como hermano, os tomamos a vosotros como padres. Pero quizá teméis que le perjudique el rigor de nuestra vida. Confiad, consolaos: yo le serviré de padre y le tendré por hijo, hasta que de mis manos lo reciba el Padre de las misericordias y el Dios de toda consolación."

Es un lamento que se repite de siglo en siglo. En el siglo XIX, Bernardette, la vidente de Lourdes, escribió una carta al padre de una amiga suya, M. Mouret, que no entendía la vocación de su hija. Bernardette le pedía que la dejase ir con ella: "Sea generoso con Dios –le decía– que nunca se deja vencer en generosidad. Algún día estará usted contento de haberle dado su hija, a quien no puede dejar en mejores manos que las del Señor. Quizás haría usted grandes sacrificios para confiarla a un hombre al que no conoce y que puede hacerla desgraciada, y, no obstante, ¿quiere negarla al que es el rey del cielo y de la tierra? ¡Oh, no, señor! Tiene usted muy buenos sentimientos para obrar de esa manera. En cambio yo creo que debe dar gracias a Dios por el beneficio que le concede...".

Oposiciones de todos los colores

Por aquella misma época, un joven ecuatoriano llamado Miguel Febres desea ingresar en el noviciado de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Le encanta la enseñanza y desea dedicar a ella su vida. Sus padres se oponen frontalmente, pues pertenecen a la alta sociedad y en cambio aquellos religiosos viven muy austeramente y se dedican a la educación de niños pobres. Para disuadirle lo envían a otro instituto, pero allí enferma y tiene que volver a casa. Finalmente, cuando el chico tiene catorce años, en 1868, su madre accede a que sea religioso. Su padre cede inicialmente, pero no deja de presionar para que abandone ese camino y, por ejemplo, no escribe a su hijo ni una sola línea en cinco años. Aquel chico pronto destaca como un profesor muy querido y valorado. Posee una gran cultura, domina cinco idiomas y escribe numerosos textos escolares que pronto se difunden por todo el país. Demuestra una enorme capacidad de querer y de hacerse querer, adquiere una gran confianza con sus alumnos y logra grandes mejoras en las personas. Cuando muere, en 1910, su fama de santidad se extiende por numerosos países de Europa y América. Sin su constancia para superar la oposición familiar inicial, no tendríamos hoy a San Miguel Febres, que la Iglesia propone como modelo de hombre culto, pero sencillo y humilde, totalmente entregado a la obra de la evangelización a través de la enseñanza.

En abril de 1949, pidió la admisión en el Opus Dei un estudiante latinomericano llamado Juan Larrea. Su familia no veía con agrado su decisión, tal vez por desconocimiento de lo que realmente era el Opus Dei, o acaso porque tal decisión desbarataba planes e ilusiones familiares. "Por entonces –contaba el propio Juan Larrea– mi padre era embajador de Ecuador ante la Santa Sede y me dijo que consultase el caso con Mons. Montini, Sustituto de la Secretaría de Estado. Hablé con Mons. Montini, contándole mi historia, y después de larga y cariñosa conversación, Mons. Montini me dijo: tendré una palabra de paz para su padre. Días después recibió a mi padre diciéndole que había hablado con Pío XII y que le había dicho: "Diga Vd. al embajador que en ningún sitio estará mejor su hijo que en el Opus Dei". Veinte años más tarde, siendo yo obispo, visité a Mons. Montini, que era entonces el Papa Pablo VI, y me recordó con amabilidad la audiencia antes descrita".

Pero alegría posterior

Son testimonios diversos que confirman el gozo de tantos padres que inicialmente se opusieron tenazmente a la vocación de sus hijos, pero que, al final, comprendieron su decisión. El gozo de los padres que han sido generosos con la vocación de sus hijos no acabará aquí en la tierra. Los padres de las almas entregadas a Dios los querrán aún más en la otra vida, y contemplarán, con toda su grandeza, el influjo espiritual de la vida de sus hijos en miles y miles de almas.

Podemos imaginar el gozo de Luis Martín, al ver desde el cielo los grandes frutos que ha supuesto la entrega de su hija Santa Teresa de Lisieux. O la alegría de la madre de San Juan Bosco al contemplar el crecimiento de aquel hogar espiritual que nació gracias a su esfuerzo. O la satisfacción de Juan Bautista Sarto al comprobar cómo él, un pobre alguacil, contribuyó sin saberlo a enriquecer la Iglesia contemporánea de un modo profundísimo con la aportación de San Pío X.

También podemos imaginarnos a Teodora Theate, a Monna Lapa, a Juan Luis Beltrán, a Ferrante Gonzaga, a la madre de Juan Crisóstomo, a Pietro Bernardone y a tantos y tantos otros. También ellos gozarán al ver las maravillas que ha hecho Dios por medio de sus hijos. Y darán gracias porque, pese a sus lamentos, sus amenazas y "pruebas", sus hijos no les hicieron demasiado caso. Si hubieran llegado a hacerlo, la Iglesia y la humanidad no contarían ni con Santo Tomás de Aquino, ni con Santa Catalina de Siena, ni con San Luis Beltrán, ni con San Luis Gonzaga, ni con San Juan Crisóstomo, ni con San Francisco de Asís. La Iglesia habría sufrido enormes pérdidas, en el ámbito de la teología, del papado, de la evangelización, de la espiritualidad, de la doctrina.

La vocación de la familia

Gracias a Dios, sus hijos fueron fieles a su vocación, y las palabras de Jesús adolescente en el Templo resonaron en sus oídos con más fuerza que las de sus padres: "¿No sabíais que yo debo ocuparme en las cosas de mi Padre?". Con esas palabras, Jesús Niño quiso dejar su propio testimonio para dar fortaleza a quienes debían seguirle en el futuro. Y dejó también una referencia para los padres, pues María y José no protestaron, sino que supieron buscar, aun en lo inicialmente incomprensible y doloroso, la voluntad de Dios.

"Este episodio evangélico –comentaba Benedicto XVI– revela la más auténtica y profunda vocación de la familia: la de acompañar a cada uno de sus miembros en el camino del descubrimiento de Dios y del proyecto que Él ha dispuesto para ellos. María y José educaron a Jesús ante todo con su ejemplo: en sus padres, Él conoció toda la belleza de la fe, del amor por Dios y por su Ley, así como las exigencias de la justicia, que halla pleno cumplimiento en el amor. De ellos aprendió que en primer lugar hay que hacer la voluntad de Dios, y que el vínculo espiritual vale más que el de la sangre. La Sagrada Familia de Nazaret es verdaderamente el prototipo de cada familia cristiana, que está llamada a llevar a cabo la estupenda vocación y misión de ser célula viva no solo de la sociedad, sino de la Iglesia, signo e instrumento de unidad para todo el género humano."

Pero a veces no entienden

Porque no todas las cosas son siempre fáciles de entender. Dice el Evangelio que María guardaba todas estas cosas, ponderándolas en su corazón. Y a la Virgen no le faltaba inteligencia, ni buena disposición, ni cercanía a Dios. Pero recibía contestaciones que le resultaban un tanto misteriosas, no fácilmente comprensibles, y que, sin embargo, aceptaba y meditaba en su corazón. "María y José –explicaba Juan Pablo II– le habían buscado con angustia, y en aquel momento no comprendieron la respuesta que Jesús les dio (...) ¡Qué dolor tan profundo en el corazón de los padres! ¡Cuántas madres conocen dolores semejantes! A veces porque no se entiende que un hijo joven siga la llamada de Dios (...); una llamada que los mismos padres, con su generosidad y espíritu de sacrificio, seguramente contribuyeron a suscitar. Ese dolor, ofrecido a Dios por medio de María, será después fuente de un gozo incomparable para los padres y para los hijos."

Para quienes están en el proceso de discernimiento de su propia vocación, o para sus padres, meditar la vida de la Virgen siempre resultará enriquecedor. Todos obtendremos nueva luz si ponderamos en nuestro corazón esas escenas, contemplando, por ejemplo, el momento del Nacimiento, con su esperanza alegre y su calor humano; o la huída a Egipto, en los momentos duros de la fe o de la vocación; o su vida en Nazaret, para que lo cotidiano de nuestra vida no se tiña de rutina mala. La Virgen es siempre un modelo de la disposición con que debemos escuchar a Dios, de confianza para preguntar lo que no entendemos, de generosidad y de diligencia en la respuesta, de humildad, de perseverancia en las horas malas, de fidelidad a la misión recibida.

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Fuente: Interrogantes.net

jueves, 10 de enero de 2008

La Caridad es TODO / Autora. Catalina de Jesús

Queridos amigos:

Os he hablado de la certeza en Dios y su existencia, de Su Realidad y su Ternura;del silencio y la oración...pero sobre todo de la llamada a la entrega total de la vida en la Iglesia, en el compromiso.Por Él merece la pena dejarlo TODO, y esto es lo que Él espera de tí, sea cual sea tu vocación:soltero, religioso, sacerdote ó casado.

Que no te engañe nadie diciéndote que el compromiso radical con Dios, los votos, las promesas,las reglas de vida, la consagración, son cosa de "monjas y curas", que eso no es para los que estamos en el "mundo".Él quiere que todos nos entreguemos totalmente a Él y eso siempre implica una renuncia total y radical a uno mismo, y un compromiso de fidelidad.FIDELIDAD.Con Él no hay medias tintas.Pero Él tampoco se da a medias...

Sólo una idea ha recorrido todas mis entradas:

Solo ÉL ES.
Sólo EL EXISTE.
Todo lo demás es nada.Somos nada.
¡Pero ÉL nos ama!
Y ante Él, ante su infinito amor, sólo podemos hacer una cosa:
¡ALABARLE!¡DARLE GLORIA!
Darle gracias sin cesar cada minuto de nuestra vida, cada segundo...
Con cada pensamiento, con cada palabra, con cada acción,
siempre, siempre, siempre...


Sin Caridad no hay nada, no está Dios. Todo es inutil , ESTERIL, si no hay aumento de la Caridad en tu corazón, si esa Caridad no te lanza a servir a los que tienes cerca, a amarles con verdadera entrega...esa es la principal consecuencia de DEJARSE AMAR POR DIOS, que te transformará el corazón en un pozo infinto de amor al hermano...


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martes, 1 de enero de 2008

Alabar / Autora: Catalina de Jesús

Queridos amigos:

Me pide mi amiga Dorli que hable sobre la Alabanza.Y no hay nada que me puedan pedir que me guste más.

Yo tampoco sabía antes nada del gozo de alabar a Dios.Repetía las palabras de la Misa y de las oraciones ("Gloria a Dios en el Cielo...por Tu Inmensa Gloria te Alabamos, Te Bendecimos, Te Adoramos, te Glorificamos...Sólo Tu eres Santo...Santificado sea Tu Nombre"...) y yo trataba "de verdad" de pensar lo que decía...pero ahora comprendo que no lo entendía.Porque estaba todo en mi cabeza, yno se alaba con la cabeza, porque es algo mucho más profundo, es algo que brota de las entrañas más profundas de hombre.

Mirad, es cómo una avioneta arrumbada en un oscuro garaje, llena de polvo y telarañas, que jamás hubiese sido usada.Ella está ahí, y no sabe, ni sospecha, lo que es.Cree que es un trasto más del garaje, cómo la estanteria llena de botes, ó las ruedas viejas.
Y un día viene alguien y la saca a fuera, la limpia, le engrasa el motor,llena el depósito de gasolina,
arranca...y ¡A VOLAR!

¿Os imaginais lo que sentiría la avineta si fuese capaz de sentir?Creo que lo más grande no sería la emoción de notar el viento de frente con fuerza ó de ver pasar a gran velocidad los bosques y los montes y las colinas desde lo alto...sino que la emoción más profunda sería el descubrir de repente lo que era de verdad, aquello para lo que fue creada...¡Para volar!

Eso mismo le sucede al alma que descubre la Alabanza.Él nos he creado en su Infinito Amor para la Alabanza,para que gocemos en Él, es el núcleo de todo nuestro existir,
lo más profundo de nuestro ser,
lo que somos de verdad,
para lo que fuimos creados.


Y cuando el alma descubre esto, se llena de asombro y de alegría..y de una paz infinita de saber ya el sentido de su vida, el porqué de todo su existir.
Somos suyos, y nuestra felicidad plena está en Él, en unirnos a Él, y transformarnos en Alabanza perpetua de Su Gloria.Porque, imaginaros,¿Cómo estar unidos al Señor, al Dios Infinito, al Amor puro, al Santo y no estar rendidos en Alabanzas?¿Cómo no gozar infinitamente de un Dios que se da al hombre en un Amor desbordante, eterno,pleno?

Si, creo que volar a gran velocidad y con los ojos muy abiertos llenos de asombro, llenos de lagrimas de alegría es lo más parecido que se me ocurre a Alabar a Dios.Todo el dia y toda la noche, en la Eucaristía y en el rezo con toda la Iglesia de las Horas...en la oración ante el Sagrario ( ¿Cómo moverse de su lado?)...y creo que en cada instante en el que nuestro pensamiento ha de mantenerse prendado de Él, cómo los enamorados más locos que nunca dejan de pensar en su enamorada estén haciendo lo que estén haciendo...y en cada palabra, y en cada sonrisa, y en cada mirada...

¡GLORIA A DIOS!!!!

Unión de corazones / Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R.

Nunca mejor que en el momento de la comunión podremos decir con san Pablo "Nuestra vida está escondida con Cristo en Dios" (Col 3, 3). Entonces formamos una UNIDAD en Cristo con todos los hombres. Como diría san Agustín: "Tu alma ya no es tuya, sino de todos tus hermanos, como sus almas son también tuyas; mejor dicho, sus almas igualmente con la tuya no son varias almas, sino una sola, la única de Cristo" (Epístola 24, 3). "Cristo lo es TODO en todos" (Col 3, 11) y formamos con Él una sola alma y un solo corazón.

"El que come mi carne y bebe mi sangre está en Mí y Yo en él" (Juan 6, 56). Decía santa Catalina de Génova: "Yo no tengo alma ni corazón, mi corazón y mi alma son los de Jescuristo". Precisamente, el fin de la comunión es la fusión de los corazones y de las almas en Jesús. Y debemos vivir esta unión con Jesús, Dios y hombre, las veinticuatro horas del día. Algunos santos han vivido esta unión de corazones de modo singular, pues Jesús les ha cambiado su propio corazón por el suyo.

Este cambio de corazones se lo concedió a Santa Catalina de Siena. Cuenta su director, el Beato Raimundo: "Un día le pareció ver que su eterno Esposo venía a ella como de costumbre, que le abría el costado izquierdo, le quitaba el corazón y se marchaba, de suerte que quedaba sin corazón. La impresión de esta visión fue tal... que Catlina dijo a su confesor que ya no tenía corazón en su cuerpo... Algún tiempo después, se le apareció el Señor, teniendo en sus sagradas manos un corazón humano rojo y resplandeciente. Acercándosele , el Señor le abrió de nuevo el costado izquierdo e introduciendo el corazón que tenía en las manos le dijo: Hija mía, así como el otro día te he llevado tu corazón, así hoy te entrego el mío, que te hará vivir siempre".

Esta gracia, algunos santos la han recibido con la Eucaristía, teniendo permenentemente en su pecho a Jesús sacramentado y estando así en unión continua con su humanidad santísima. Así nos lo refiere san Antonio Mª Claret en su autobiografía: "En el día 26 de Agosto de 1861, hallándome en oración en la Iglesia del Rosario en la Granja, a las siete de la tarde, el Señor me concedió la gracia grande de la conservación de las especies sacramentales y tener siempre, día y noche, el Santísimo Sacramento en el pecho".

La gracia de la unión de corazones la recibimos nosotros también durante el tiempo que permanecen en nosotros las especies sacramentales. El P. Pío de Pietrelcina manifestó en una ocasión: "¡qué dulce fue la conversación que sostuve con el paraíso esta mañana después de comulgar! El Corazón de Jesús y mi propio corazón se fundieron. Ya no eran dos corazones palpitantes, sino uno solo. Mi corazón se había perdido como una gota se pierde en el océano". En ese momento, dice S. Cipriano: "nuestra unión con Cristo unifica nuestros afectos y voluntades".

Y la Vble. Cándida de la Eucaristía aseguraba: "mi alma y la de Jesús se hacen UNA." S. Lorenzo Justiniano exclamaba: "Oh admirable milagro de tu amor, Señor Jesús, que has querido unirnos a tu Cuerpo de tal modo que tengamos una sola alma y un solo Corazón inseparablemente unidos contigo". Que tú también seas UNO con Jesús y que tengas sus mismos pensamientos, sentimientos y deseos.

Que tu voluntad y la suya sean UNA para que puedas decirle en todo momento: "que no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Mt 26,39). Que seas sagrario viviente de Jesús como María, y puedas decir con Sta. Teresita: "Señor ¿no sois omnipotente? Permaneced en mí como en el sagrario, no os alejéis jamás de vuestra pequeñita hostia" (Ofrenda al Amor misericordioso).

lunes, 24 de diciembre de 2007

Belén: Homilía de Navidad pronunciada por el patriarca de Jerusalén Su Beatitud Michel Sabbah

BELÉN, martes, 25 diciembre 2007- Publicamos la homilía que pronunció el patriarca latino de Jerusalén, Su Beatitud Michel Sabbah, durante la misa de la noche de la Solemnidad del Nacimiento del Señor (Nochebuena), celebrada en la iglesia de santa Catalina en Belén, situada junto a la basílica de la Natividad.

* * *

Homilía de Navidad 2007


Queridos Hermanos y Hermanas
¡Feliz y santa fiesta de Navidad!
Señor Presidente:


1. Rogamos por Usted en esta santa Noche,
por vuestra difícil labor, por la seguridad, por la unidad del pueblo y por la paz. Que Dios le de luz, sabiduría y fortaleza. Para los gobernantes de este país y para todos los gobernantes de Oriente Medio, rogamos que Dios les conceda a todos el poder realizar la paz y la estabilidad aquí y en toda la región.

2. Hermanos y Hermanas:


La gracia Dios ha aparecido.
El Verbo Eterno de Dios se ha hecho hombre. San Juan nos dice en términos claros, aunque supere la capacidad de comprender de muchos: "En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Jn 1,1) y "el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,14). He aquí hermanos y hermanas el sentido de la Navidad, he aquí lo que celebramos, y aquello por lo que nos regocijamos. El profeta Isaías predijo: "El pueblo que caminaba en tinieblas vio una grande luz... un hijo nos ha nacido, un niño se nos ha dado. Ha recibido el señorío sobre sus hombros, y será su nombre: «Maravilla de Consejero», «Dios Fuerte», «Padre Sempiterno», «Príncipe de la Paz»." (Is 9,1.5.). San León Magno, comentando este misterio, dice: "La naturaleza humana y la naturaleza divina se unen en una sola Persona, el Creador del tiempo nació en el tiempo y aquel por quien fueron hechas todas las cosas empezó a contarse entre las criaturas". (San León, Magno, Cartas, 31, 2-3; Oficio de Lectura, 17 de diciembre, 2da Lectura).

Jesús empezó a contarse entre las criaturas, aquí en Belén, para colmarnos de su gracia y para salvarnos del mal que tenemos que combatir cada día .San Juan nos dice, "de su plenitud hemos recibido gracia sobre gracia" (Jn 1,16). Luego San Juan agrega: "A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, venido del seno del Padre, Él lo ha contado". Esta palabra nos dice que en la Navidad, el Hijo único que sólo el Padre conoce, nacido aquí en Belén, nacido para llevar la vida a los hombres, nos ha hecho capaces, ¡a nosotros también! de conocer a Dios, y de entrar desde aquí abajo a la vida eterna. Una vida que será por medio de nosotros luz en cada esfuerzo de construcción humana o de lucha por la paz. Todos los desafíos, todas nuestras alegrías y nuestros sufrimientos, tenemos el poder de transformarlos en vida eterna -una vida con Dios, con su luz, su poder y su bondad-.

Navidad nos ha renovado "en el Espíritu Santo que derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador" (Tito 3,6) a fin de heredar en la esperanza, la vida eterna. Con el poder de esta gracia, con la Navidad cada día en nosotros, trabajamos con ahínco en nuestra sociedad para llevar allí la paz de la Navidad. La vida aquí abajo, con toda su pobreza, todas sus debilidades, pero también con el poder de la gracia, tiene que ser en nosotros el comienzo de la vida eterna.

3. Con esta fe en Dios, con la gracia de la Navidad, meditamos el misterio de nuestra tierra que no llega a ver a Dios, y así, naturalmente, no llega aquí a encontrar la paz. Con la Navidad, con la bondad de Dios puesta por Él en cada persona humana, es necesario, ante todo, creer que somos capaces de la paz. Para ello, hay una mejora a realizar. Hace falta mirar al otro con la mirada de Dios, a fin de poseer la justicia para uno y para los otros.

Luego, hace falta comprender la vocación universal de esta tierra. Hace falta ver la voluntad de Dios sobre esta tierra; en las Escrituras; en la evolución de la historia de la cual, el mismo Dios es el Señor. Él nos ha reunido a todos aquí con el correr de los siglos, judíos, cristianos, musulmanes y drusos, constituyendo hoy dos pueblos, palestino e israelí. Comprender y aceptar la vocación universal, es acoger el plan de Dios para esta tierra y es llegar a ser capaz de establecer aquí la paz. Ningún exclusivismo que desecha al otro o que lo reduce a un estado de ocupación o de sumisión cualquiera puede armonizarse con la vocación de esta tierra. Tierra de Dios, no puede ser para unos una tierra de vida y para otros una tierra de muerte, de exclusión, de ocupación o de prisiones políticas. Todos aquellos que Dios, el Señor de la historia, ha reunido aquí tienen que encontrar en esta tierra vida, dignidad y seguridad.

Cada uno sabe cómo se hace la paz. Cada cual conoce aquello que le es debido a cada uno de los dos pueblos que habitan este país. No es el más débil quien debe someterse y seguir despojándose, sino los más fuertes que tienen todo en su mano son quienes deben desasirse y dar al más débil lo suyo propio, lo debido. Todas las cuestiones difíciles, con la voluntad firme de todos para hacer la paz, pueden encontrar entonces su solución.

4. Con todos los jefes religiosos de esta tierra, hemos recorrido el inicio del camino. Hemos querido preguntarnos a nosotros mismos, como creyentes delante de Dios, ¿Que es lo justo delante de Dios para cada uno de nosotros? Nuestro camino aún es largo, y difícil; pues se trata de librarse del sistema político, de sus visiones exclusivas, de sus miedos, a fin de llegar a ser capaces de decir y de llevar algo nuevo y bueno a todos.

La historia humana está llena de guerras, pero también está llena de Dios. Y Dios es amor. Él no es la tiranía de ciertos creyentes que se dicen creyentes, mientras que no cumplen la voluntad de Dios, sino la suya propia, musulmanes o judíos o cristianos. La violencia no puede ser solicitada desde ninguna religión. El extremismo, en toda religión, es la voluntad de apropiarse, de excluir, y de someter a los otros, no a una fe en Dios, sino a comportamientos humanos y hostiles contra los otros. Los jefes religiosos tienen un rol para educar a los creyentes, confirmarlos sobre las sendas de la justicia, del derecho, del perdón con la reclamación de los derechos, y de la colaboración con todos los hombres y las mujeres de buena voluntad.

5. Hermanos y Hermanas, podéis preguntaros cuál es nuestro papel como cristianos en la paz a construir y en el futuro de esta tierra. El Papa Benedicto XVI, en su última encíclica sobre la Esperanza, dice que la característica del "cristiano es el hecho que ellos tienen una esperanza y tener una esperanza es tener un futuro".

Eso se aplica a nosotros, cristianos de la Tierra Santa, como de todo Oriente Medio. Todo el mundo está preocupado por nuestra presencia cristiana aquí: tanto Israel como la Autoridad Palestina. El rey Abdala II de Jordania desde hace años ha llamado la atención sobre la gravedad del éxodo de los cristianos árabes. Numerosas voces musulmanas se levantan, por todas partes, para llamar la atención sobre el vacío que crearía el éxodo de los cristianos en el mundo árabe musulmán. El mundo cristiano por su parte también está preocupado por nuestra supervivencia o nuestra desaparición.

A vosotros, hermanos y hermanas, a cada uno de vosotros cristianos de esta tierra, tentados a emigrar, objeto de preocupación de todos, os digo ante todo aquello que Jesús nos dice: "no tengáis miedo". El cristiano no tiene derecho a tener miedo, ni a huir de las dificultades. Eso quiere decir compartir las preocupaciones de todos, construir la paz con todos y aceptar los sacrificios, la prisión, quizás la vida o las dificultades de la vida cotidiana, de la ocupación, del muro que separa, de la falta de libertad de movimiento: todo ello es el lote de todos, y todos juntos por nuestros sacrificios y nuestra generosidad, construiremos la paz para todos.

A aquellos tentados o movidos por las dificultades a dejar el país, les decimos: aquí tenéis un sitio y más que un sitio, tenéis una vocación: aquella de ser cristianos aquí, en la Tierra de Jesús, y no en otro lugar en el mundo. Aceptad vuestra vocación, aunque sea difícil. Nuestra presencia aquí permanecerá como un testimonio de la vocación universal de esta tierra, Tierra de Dios, y tierra para las tres religiones y los dos pueblos que la habitan. Escuchad la voz de vuestra vocación y escuchad la voz de todos aquellos que os quieren aquí presentes.

Porque no es solamente un conflicto en el que vivimos, sino una historia en la que Dios es el dueño. Una historia que Dios hace y que nos invita a hacerla con Él. Él es el Señor de toda la historia de la humanidad, desde sus principios lejanos, desde el tiempo de la historia sagrada hasta hoy. Es Él, el que era, que es y que será. Ninguna persona y ningún tiempo pueden evitarlo. Él es el Inevitable con quien y delante de quien vivimos, actuamos y existimos (cf. Hechos 17,28). Llenos de esperanza, libres del miedo, continuamos realizando nuestro camino.

6. Hermanos y Hermanas,


Os deseo una santa fiesta de Navidad. Rogamos en esta noche santa, aquí en Belén, por todos vosotros, en Palestina, Israel, Jordania y Chipre. Rogamos por aquellos que sufren, por los enfermos y por los prisioneros para que puedan gozar por fin de su libertad y dignidad. Rogamos por todos nuestros gobernantes, para que perciban la justicia, que regresen por los senderos de la paz, y que tengan el valor de darla a sus pueblos. A todo el mundo cristiano, desde Belén, os decimos: ¡Feliz y santa fiesta de Navidad! Amén.

+ Michel Sabbah, Patriarca

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[Traducción distribuida por el Patriarcado Latino de Jerusalén]

martes, 18 de diciembre de 2007

La vocación al Carmelo Descalzo / Autora: Catalina de Jesús

Queridos amigos:

Muchas personas me preguntan sobre la vocación de carmelita descalza seglar.¿Qué es?¿En qué consiste?A muchos les produce sorpresa.En otros paises, las vocaciones contemplativas en el mundo están mucho más extendidas y aceptadas.Por ejemplo en Estados Unidos.Aquí en España, a pesar de ser la cuna del Carmelo Descalzo, y de llevar muchos siglos la Orden, hay muy pocos que saben de la rama seglar.
A mi hoy me gustaría contaros al menos lo esencial de mi vocación.

Mirad, siempre digo lo mismo:Dios no has llamado a todos , nos ha consagrado a todos por el Bautismo, y nos llama a todos a entregarnos totalmente a Él.
Cada cristiano tiene un lugar, una misión en la Iglesia.Él pensó en tí desde toda la eternidad, para que tú fueras parte de Su Cuerpo, de Su Esposa Amada.
Y tú tienes que decir cómo María:"Hágase Tu Voluntad".
Estoy aquí sólo para hacer tu Voluntad.
"Habla Señor que tu siervo escucha".
Y ya no tener más vida que tu vida en Cristo,
para Cristo,
por Cristo.

Hay muchas vocaciones distintas en la Iglesia, porque muchas son las tareas a realizar.

La vocación al Carmelo es, desde hace muchos siglos, la vocación a entregarse al Señor, "vivir en obsequio de Jesucristo" entregados a la oración, a la Alabanza Divina.Día y Noche.Orar en nombre y por toda la Iglesia.Cantar sin cesar la Bellezas de Nuestro Dios.

En el Carmelo descalzo eso significa una vida de entrega profunda, de silencio y contemplación, de penitencia y sacrificio en el carisma de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.El Sólo Dios de Santa Teresa.Se trata de una vocación fuertemente contemplativa, casi exclusivamente contemplativa.Porque DIOS ES, y merece toda Alabanza y desea vidas enteras dedicadas a Su Alabanza.
Lo importante para Él no es el dónde, ni el cómo.La Alabanza cómo vocación es algo que se lleva dentro del corazón y que se vive día a día igual en un monasterio que en una casa llena de niños.Se plancha, se cocina,se rie, se sufre, se come , se duerme igual.

Con el alma sólo en Él.
Postrada ante Él, ante la Majestad de Su Gloria.
No son necesarias las palabras.
Estarse siempre AMANDO al Amado.
En cada palabra, en cada gesto, en cada pensamiento...
Es una llamada de Dios.Siempre se reconoce toda vocación por el deseo que Él pone en el corazón y la felicidad que da.No es algo que se elige.Unos son llamados a vivirlo en clausura y otros a vivirlo en el mundo.
Cada forma de vivir el carisma, tiene una misión insustituible.

Los seglares lo tenemos que vivir desde dentro de la sociedad, pero precisamente por ello,con la misma dedicación e intensidad que en clausura, pues estamos aquí para dar ese testimonio en el mundo.Trabajar en nuestros trabajos, con el corazón puesto en el Señor,pero dedicando todo el resto del tiempo a la oración, a la alabanza divina.Viviendo en desprendimiento total de las cosas materiales, sin tener nada propio, deseándole sólo a Él.Viviendo en pureza de corazón y obediencia a la Voluntad de Dios.Y expresando publicamente estos compromisos de entrega a Dios en el Carmelo Descalzo mediante promesas públicas en la Iglesia.
Si me preguntais si soy feliz en esta vocación...¡Muy, muy feliz!Allí dónde Él te quiere , siempre te hace muy feliz.
NO hay que tener miedo nunca a darse a Dios.

Mirad, muchos que me preguntan piensan que es muy duro hacer tantas horas de oración ó tantos sacrificios.Me dicen que se sienten muy atados a las cosas del mundo, incapaces de renunciar voluntariamente a todo eso que nuestra sociedad nos ofrece.Yo os puedo decir que nada de esto es por esfuerzo propio.Él da la vocación y da la fuerza para realizarlo, si le abrimos el corazón, si de verdad deseamos entregarnos y se lo pedimos desde el fondo de nuestro corazón.Pero que el que ha conocido la felicidad que da el Señor a los que a Él se entregan, no puede volver a pensar en nada más que en Él, es imposible ya pensar ó desear nada que no sea Él, y todo el tiempo ó el sacrificio parece tan poco para lo que Él merece...es tan poco lo que nosotros podemos darle...

Es lo único REAL de esta vida, nuestra pertenencia a Él y nuestra entrega a Él es la fuente de la que brota la felicidad más grande.Él siempre nos lleva a darnos a los demás.Cada uno en un sitio:el matrimonio y los hijos, la comunidad en la vida religiosa,los amigos, la misión...pero siempre movidos por Su Amor.
Porque Él quiere darnos esta felicidad,esta dicha tan grande ,este gozo tan inmenso, ya aquí en esta Tierra.Se nos quiere dar, quiere que nos dejemos amar...y si lo hacemos ya vivimos el Cielo por anticipado!!!
Un abrazo en Cristo, Catalina de Jesús.

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